Plan de Acción sobre Políticas para el Desarrollo

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Plan de Acción sobre Políticas para el Desarrollo
PREÁMBULO
La Conferencia Intergubernamental sobre Políticas Culturales para el Desarrollo, (reunida en Estocolmo del
30 de marzo al 2 de abril de 1998):
1. Reafirmando los principios fundamentales de la Declaración Final adoptada por la Conferencia Mundial
sobre Políticas Culturales que tuvo lugar en México el 6 de agosto de 1982 llamada la "Declaración de
México sobre las Políticas Culturales", en la que se destaca que "en su sentido más amplio, la cultura puede
considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y
afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los
modos de vida, los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las
creencias",
2. Recordando que el Decenio Mundial para el Desarrollo Cultural destacó la importancia de reconocer la
dimensión cultural en el desarrollo, afirmando e intensificando las identidades culturales, ampliando la
participación en la vida cultural, promoviendo la cooperación cultural internacional,
3. Conscientes de los esfuerzos que se necesitan para encarar los desafíos inherentes al desarrollo cultural y
la preservación de la diversidad cultural, tal como está expresado en el Informe de la Comisión Mundial de
Cultura y Desarrollo "Nuestra Diversidad Creativa",
4. Haciendo hincapié en la necesidad de tener en cuenta simultáneamente los valores universales y el
reconocimiento de las diversidades culturales, los esfuerzos nacionales destinados a armonizar las políticas
culturales nacionales y la necesidad de preservar el pluralismo de las iniciativas culturales populares a fin de
fomentar el entendimiento y la comprensión mutua, así como también el respeto y la consideración entre los
individuos y entre las naciones ante los riesgos de discordias y conflictos,
5. Reconociendo que en un marco democrático la sociedad civil irá adquiriendo progresivamente una
importancia en el campo cultural,
6. Considerando que una de las funciones de las políticas culturales es garantizar que exista espacio
suficiente para que las fuerzas creadoras progresen en todas partes,
7. Teniendo en cuenta los acelerados procesos de transformaciones socioeconómicas, tecnológicas y
culturales y las crecientes diferencias existentes a nivel nacional e internacional así como de la importancia
del respeto por el derecho de autor y de la propiedad intelectual ante los riesgos y desafíos creados por la
promoción de las industrias culturales y los intercambios comerciales de productos culturales,
8. Considerando que tanto las actividades de la UNESCO como las políticas de desarrollo de los Estados
Miembros debieran tener en cuenta el papel de los factores culturales,
9. Tomando nota de la declaración de la Reunión de Ministros de Cultura del Movimiento de Países No
Alineados que tuvo lugar en Medellín, Colombia, del 3 al 5 de septiembre de 1997 y de las Conclusiones de
la Consultación Panafricana sobre las Políticas Culturales (Lomé, TOGO) del 10 al 13 de febrero de 1998, de
la reunión de la ALECSO que tuvo lugar en Túnez en febrero de 1998, del informe titulado "La cultura en el
corazón" editado bajo auspicio del Consejo de Europa y asimismo de la Carta "Pro-Cultura" de Tesalónica
(junio de 1997) que formula las prioridades de la sociedad moderna sobre la cultura y la cohesión social,
reconoce los siguientes principios:
1. el desarrollo sostenible y el auge de la cultura dependen mutuamente entre sí;
2. uno de los fines principales del desarrollo humano es la prosperidad social y cultural del individuo;
3. dado que el acceso y la participación en la vida cultural, son un derecho inherente de las personas de toda
comunidad, los Gobiernos están obligados a crear las condiciones necesarias para el pleno goce de este
derecho de conformidad con el Artículo 27 de la Declaración Universal de Derechos Humanos;
4. la finalidad principal de las políticas culturales es fijar los objetivos, crear las estructuras y obtener los
recursos adecuados para crear un medio humano favorable;
5. el diálogo entre las culturas se presenta como uno de los principales desafíos culturales y políticos del
mundo actual; constituye una condición indispensable para la coexistencia pacífica;
6. la creatividad cultural es la fuente de progreso humano y de diversidad cultural; al ser un tesoro de la
humanidad resulta esencial para el desarrollo;
7. las tendencias que emergen en la actualidad, sobre todo la globalización, vincula más aún a las culturas y
enriquece la interacción entre ellas pero podría igualmente ser contraproducente a nuestra diversidad
creativa y pluralismo cultural; por eso convierten el respeto mutuo en un imperativo aún mayor;
8. la armonía entre la cultura y el desarrollo, el respeto por las identidades culturales, la tolerancia por las
diferencias culturales en un marco de valores democráticos pluralistas, de equidad socioeconómica y de
respeto por la unidad territorial y por la soberanía nacional, son algunos de los requisitos necesarios para
una paz duradera y justa;
9. la aceptación de la diversidad cultural contribuye a identificar y consolidar los lazos entre las comunidades
que están arraigadas en valores que pueden ser compartidos por los diferentes componentes
socioeconómicos de la sociedad nacional;
10. la creatividad en las sociedades favorece la creación, que es un compromiso individual por excelencia.
Este compromiso es esencial para constituir nuestro patrimonio futuro. Es importante conservar y favorecer
las condiciones de esta creación y en especial la libertad del artista-creador en el seno de toda colectividad;
11. la defensa de las culturas locales y regionales amenazadas por las culturas de difusión mundial no debe
transformar a las culturas afectadas en reliquias despojadas de su propio dinamismo y desarrollo;
12. por ello debemos facultar a cada individuo y a cada comunidad para aprovechar su creatividad y para
que encuentren y consoliden maneras de convivir con otros, facilitando un desarrollo humano auténtico y la
transición hacia una cultura de paz y de no-violencia.
La Conferencia afirma que, por consiguiente:
1. la política cultural, siendo uno de los principales componentes de una política de desarrollo endógena y
duradera, debe ser implementada en coordinación con otras áreas de la sociedad en un enfoque integrado.
Toda política para el desarrollo debe ser profundamente sensible a la cultura misma;
2. el diálogo entre las culturas debe constituir una meta fundamental de las políticas culturales y de las
instituciones que las representan a nivel nacional e internacional, la libertad de expresión universal es
indispensable para esta interacción y su participación efectiva en la vida cultural;
3. las políticas culturales para el próximo siglo han de ser previsoras y responder tanto a los problemas
persistentes como a las nuevas necesidades;
4. el surgimiento de la sociedad de información y el dominio general de las técnicas de información y
comunicación constituyen una importante dimensión de la política cultural;
5. las políticas culturales han de promover la creatividad en todas sus formas, facilitando la accesibilidad a
las prácticas y experiencias culturales para todos los ciudadanos, sin distinción de nacionalidad, raza, sexo,
edad, incapacidad física o mental, enriquecer el sentimiento de identidad y plena participación de cada
individuo y cada comunidad, y apoyarles en su búsqueda de un futuro digno y seguro;
6. las políticas culturales han de estar destinadas a crear un concepto de la nación como comunidad con
múltiples facetas en el marco de la unidad nacional, fundada en valores que pueden ser compartidos por
todos los hombres y mujeres, y que da acceso, espacio y derecho a la palabra a todos sus componentes;
7. las políticas culturales también deberán estar dirigidas a mejorar la integración social y la calidad de vida
de todos los miembros de la sociedad sin discriminación;
8. las políticas culturales han de respetar la igualdad entre los sexos, reconocer plenamente los derechos de
la mujer en iguales términos que los de los hombres, su libertad de expresión, garantizando el acceso de
mujeres a puestos de responsabilidad;
9. el gobierno y la sociedad civil deben aspirar a lograr una asociación más estrecha para la elaboración y
puesta en práctica de políticas culturales que estén integradas en las estrategias del desarrollo;
10. como nos encontramos en un mundo caracterizado por una interdependencia creciente, la renovación de
las políticas culturales ha de concebirse simultáneamente en los planos local, nacional, regional y mundial;
11. los países deberán colaborar para crear un mundo de comunicación, información y comprensión
intercultural, en el que la diversidad de los valores culturales, de ética y de las conductas sea un factor de
una verdadera cultura de paz;
12. las políticas culturales deben buscar en forma particular la manera de fomentar y fortalecer los métodos y
modos de ofrecer mayor acceso de todas las capas de la población a la cultura, de luchar contra la
exclusión, la marginación y asimismo de elaborar todos los procesos que favorezcan la democratización
cultural;
13. las políticas culturales deben reconocer la contribución esencial aportada por los creadores para mejorar
la calidad de vida, promover la identidad y fomentar el desarrollo cultural de la sociedad;
14. las políticas culturales deben tener en cuenta el conjunto de elementos que determinan la vida cultural: la
creación, la conservación y la difusión del patrimonio cultural. Se debe hallar un equilibrio entre estos
factores a fin de poder implementar una política cultural eficaz, observando siempre que la promoción, la
difusión y la accesibilidad a la cultura resulta imposible si no se garantiza que la dinámica de la creatividad
está protegida por una eficiente protección legislativa.
http://www.unesco.org/culture/laws/stockholm/html_sp/actionpl1.shtml#afirma
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