Las oficinas de farmacia podrían perder hasta cuatro mil euros de media en sus almacenes y más de cuarenta mil sobre las ventas previstas ORDEN DE PRECIOS: EL OBJETIVO ES MINIMIZAR EL 'STOCK' EN ALMACÉN Fuente: correofarmaceutico.com No sólo porque originará, de media, una rebaja del 30 por ciento en el precio de los medicamentos (en algunos casos hasta del 70 por ciento), sino porque, además, al no prever la convivencia de precios durante un tiempo transitorio está obligando a los profesionales a hacer encaje de bolillos con la gestión de su stock para evitar, en la medida de lo posible, pérdidas económicas, faltas de productos y deterioro del servicio. Ante este panorama, las recomendaciones de los expertos consultados por CF son unánimes: es necesario reducir al mínimo imprescindible el stock de los medicamentos. Pero, ¿cómo hacerlo? Lo primero que debería hacer la farmacia es determinar cuántos de los productos de su almacén se ven afectados por la nueva orden. Según Miguel Ángel González, farmacéutico y director de la empresa Gestock&Pharma, que asesora a varias boticas en este aspecto, "de media cada farmacia puede verse afectada en un número de productos que oscila entre los ochocientos y los mil cuatrocientos". Sin tiempo En condiciones normales, y con una farmacia que tuviera un índice de rotación del stock de 6 (renovándose cada dos meses), se necesitarían hasta sesenta días para dar salida a todos los productos con precio antiguo, por lo que, en el mejor de los casos y, según González, "las pérdidas en almacén de cada farmacia se situarán en unos dos mil euros", ya que la Administración no ha concedido moratoria alguna para realizar la adaptación, salvo en el caso de algunas comunidades autónomas que, como mucho mucho, concederán unos quince días de convivencia. Pero para alcanzar el mal menor de los dos mil euros de pérdidas en stock (la mayoría de las farmacias podría moverse entre los tres mil y cuatro mil) hay que esmerarse en la gestión del almacén en los días que restan hasta la entrada en vigor de la orden. González recomienda aplicar la clasificación ABC en función de la rotación de los productos. De este modo, para los productos A (alta rotación), el stock debería reducirse a uno o dos días de previsión; los productos B (de rotación media) deberían quedarse en un stock de un día como máximo, y los del C (baja rotación) solicitarse al proveedor únicamente cuando se demanden, y una vez se dispensen no se volverán a pedir hasta una nueva petición. "Se trata de que a medida que se aproxime la entrada en vigor de la orden se reduzca la cantidad de producto con precio antiguo". Juan Jesús Sánchez, director de la firma Audifarma, coincide con esta visión y añade: "Lo coherente es revisar los mínimos, o stocks de seguridad, y máximos de los artículos afectados con el objeto de rebajarlos a tiempos de cobertura de stock mínimo que será de dos o tres días". Pedidos directos Del mismo modo, los expertos recomiendan a los farmacéuticos que en el caso de los pedidos que se soliciten de forma directa a los laboratorios se aseguren de que se facturarán con precio nuevo o, de lo contrario, se paralice la compra hasta marzo. Además, Antoni Vives, profesor del Máster en Gestión de la Farmacia del Colegio de Barcelona, aconseja que a partir del 28 de febrero se separen físicamente todos los productos afectados para devolverlos al distribuidor o al laboratorio a partir del 1 de marzo pero, en caso de no hacerlo así, "habría que descontar en la próxima declaración de la renta las diferencias entre el precio antiguo y el nuevo para declararlo como pérdidas". Otra opción es, en el caso de los medicamentos que llegan sin precio, dispensar primero estos productos para poder devolver después (sin que sean rechazados) los que sí tengan el precio en el cartonaje. En cualquier caso, los expertos reconocen que las pérdidas para las farmacias serán cuantiosas. Según la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) la orden tendrá un impacto bruto en las ventas de unos 43.000 euros por farmacia en un mes. Según González, el impacto sobre las pérdidas en las ventas es aún mayor en las boticas testadas por su empresa y oscila entre los 60.000 y 80.000 euros y, sobre todo, afectará a las farmacias rurales, ya que "en éstas la proporción de medicamento y venta libre está en un 85-15 por ciento". González también afirma que la nueva orden debería servir para hacer reflexionar a los profesionales sobre la conveniencia de revisar sus políticas de stock en medicamentos, evitar tener de todo y reducir el número de unidades por referencia trabajada a 1,5. Los productos de baja rotación no deberían adquirirse salvo petición de un paciente Una orden poco rentable Recomendaciones e impacto económico por autonomías de la nueva orden de precios de referencia. Consejos para minimizar los efectos de la orden de precios 1. Listar los productos: identificar los productos afectados en la farmacia por la nueva orden de precios. 2. Dividirlos: minimizar el stock en función de su rotación. Reducir el stock a un par de días en el caso de la alta rotación, un día para los de rotación intermedia y dejar a cero los de baja rotación. 3. Pedidos directos: asegurarse de que los pedidos realizados directamente a un laboratorio se facturan con precio nuevo. En caso contrario, paralizar la compra. 4. Declarar las pérdidas: en caso de no devolver producto (las condiciones pueden no compensar) declarar como pérdidas en el IRPF las diferencias entre precios.