Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2014;89(7):290–292 ARCHIVOS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE OFTALMOLOGÍA www.elsevier.es/oftalmologia Comunicación corta Calcificaciones esclerocoroideas asociadas a hipovitaminosis D M.A. Sierra-Rodríguez a,∗ , C. Bailez Fidalgo a , F. Sáenz-Francés b , J.C. Gonzalez Romero a y L. Muñoz Bellido a a b Servicio de Oftalmología, Hospital el Bierzo, Ponferrada, León, España Servicio de Oftalmología, Hospital Clínico Universitario San Carlos, Madrid, España INFORMACIÓN DEL ARTÍCULO R E S U M E N Historia del artículo: Caso clínico: Mujer de 69 años que presenta en una exploración funduscópica rutinaria Recibido el 30 de mayo de 2012 unas lesiones subretinianas blanco-amarillentas en la periferia media temporal superior Aceptado el 18 de diciembre de 2012 de ambos ojos. Ecográficamente eran hiperecogénicas, situándose a nivel esclerocoroideo. On-line el 3 de abril de 2013 Se realizó una tomografía axial computarizada que mostró calcificaciones esclerocoroideas posterolaterales. El estudio metabólico reveló una deficiencia severa de vitamina D sin otros Palabras clave: hallazgos significativos. Calcificación esclerocoroidea Discusión: Las calcificaciones esclerocoroideas son lesiones poco frecuentes que se produ- Hipovitaminosis D cen como consecuencia del depósito de calcio a nivel de la esclera y la coroides. Tienen un Metabolismo del calcio aspecto clínico característico y en la mayor parte de los casos son idiopáticas. En ocasiones Estudio metabólico se asocian a enfermedades que cursan con alteraciones del metabolismo del calcio y fós- Deficiencia de Vitamina D foro, por lo que es necesario realizar un estudio metabólico completo. Se presenta un caso de calcificaciones esclerocoroideas bilaterales asociadas a una hipovitaminosis D de grado severo sin otros hallazgos metabólicos. © 2012 Sociedad Española de Oftalmología. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. Sclerochoroidal calcification associated with hypovitaminosis D A B S T R A C T Keywords: Case report: A 69 year-old woman was referred for a routine visit, during which fundus- Sclerochoroidal calcifications copy revealed white-yellow subretinal lesions in the superotemporal mid-periphery of both Hypovitaminosis D eyes. A and B scan ultrasound showed hyperechogenic lesions located at scleral and cho- Calcium metabolism roidal level. Computed tomography revealed posterolateral sclerochoroidal calcifications. Metabolic study Metabolic studies showed a severe vitamin D deficiency with no other remarkable findings. Vitamin D deficiency Discussion: Sclerochoroidal calcifications are an infrequent finding that occur as a result of calcium deposit at scleral and choroidal level. They have a characteristic clinical picture and are idiopathic in most cases, but may be associated with some systemic diseases, such as calcium and phosphorous metabolic disorders; this fact warrants a thorough metabolic ∗ Autor para correspondencia. Correo electrónico: [email protected] (M.A. Sierra-Rodríguez). 0365-6691/$ – see front matter © 2012 Sociedad Española de Oftalmología. Publicado por Elsevier España, S.L. Todos los derechos reservados. http://dx.doi.org/10.1016/j.oftal.2012.12.016 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 291 ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2014;89(7):290–292 study. We report a case of bilateral sclerochoroidal calcifications associated with severe vitamin D deficiency with no other significant metabolic findings. © 2012 Sociedad Española de Oftalmología. Published by Elsevier España, S.L. All rights reserved. Introducción Las calcificaciones esclerocoroideas son un hallazgo poco frecuente que se caracterizan por lesiones subretinianas de color blanco amarillento que, por lo general, se sitúan en la periferia de la arcada temporal superior de la retina1-5 . En la mayoría de los casos son bilaterales, asintomáticas y afectan a personas de edad avanzada1 . Clínicamente se pueden confundir con metástasis coroideas, melanoma coroideo y osteoma coroideo1,2 . Habitualmente son idiopáticas, pero existen referencias en la literatura que asocian este hallazgo a alteraciones del metabolismo del calcio, fósforo y magnesio2,4 . La evaluación de dicho metabolismo y el examen clínico son importantes para descartar enfermedades asociadas tales como hiperparatiroidismo, pseudohipoparatiroidismo, síndromes de Gitelman y de Bartter, condrocalcinosis e hipervitaminosis D1-5 . Se presenta el caso de una paciente diagnosticada de calcificaciones esclerocoroideas bilaterales, cuyo resultado del estudio metabólico fue una deficiencia severa de 25-hidroxicolecalciferol (vitamina D). Figura 1 – Retinografía que muestra unas lesiones subretinianas blanco-amarillentas, sobreelevadas, con áreas de atrofia del EPR, a nivel de la arcada temporal superior de ambos ojos. Caso clínico Mujer caucásica de 69 años que acudió a la consulta de Oftalmología para una exploración rutinaria. Como antecedentes generales presentaba hipertensión arterial, hiperlipidemia y cardiopatía hipertensiva, todas ellas en tratamiento farmacológico. Presentaba una agudeza visual en visión lejana y con su corrección habitual de 1,2 en ambos ojos (AO). El segmento anterior era normal, con pseudofaquia correcta en ambos ojos y capsulotomía YAG en el ojo derecho (OD). La presión intraocular (PIO) fue de 19 mmHg en el OD y de 17 mmHg en el ojo izquierdo (OI). En la exploración del fondo de ojo se observaron unas lesiones subretinianas blanco-amarillentas, sobreelevadas, a nivel de la arcada temporal superior en AO (más marcada en OD), con pequeñas áreas de atrofia del epitelio pigmentario de la retina (EPR), que permitían la visualización de los vasos coroideos subyacentes (figs. 1 y 2). Se realizó una angiografía fluoresceínica que mostró unas lesiones con hiperfluorescencia progresiva a lo largo del angiograma (fig. 3), y una ecografía que detectó unas placas hiperecogénicas a nivel de la esclera y la coroides. Bajo el diagnóstico de sospecha de tumor intraocular con dudosa afectación extraescleral, se solicitó una tomografía axial computarizada (TAC) craneal y orbitaria que desveló el diagnóstico definitivo de calcificaciones esclerales posterolaterales en AO (fig. 4). Se solicitó un estudio hematológico completo para descartar alteraciones metabólicas del calcio y del fósforo, así como indicios de alcalosis metabólica hipopotasémica (síndrome de Gitelman/síndrome de Bartter). En los resultados hallamos una deficiencia severa (4 ng/ml) de 25-hidroxicolecalciferol (vitamina D) (rango de normalidad entre 30,0 y 74,0 ng/ml), que se trató con un suplemento de vitamina D. No se detectaron otras alteraciones metábolicas además de la deficiencia de vitamina D descrita. Figura 2 – Retinografía que muestra unas lesiones subretinianas blanco-amarillentas, sobreelevadas, con áreas de atrofia del EPR, a nivel de la arcada temporal superior de ambos ojos. Documento descargado de http://www.elsevier.es el 17/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 292 ARCH SOC ESP OFTALMOL. 2014;89(7):290–292 Figura 3 – Imagen angiográfica de la lesión del ojo derecho, con hiperfluorescencia ya en tiempos precoces por atrofia del EPR. En nuestro caso, hallamos un déficit severo de vitamina D, encontrándose el resto de marcadores analíticos dentro de la normalidad. Hasta donde alcanza nuestro conocimiento, no existen otros casos en la literatura médica de calcificaciones esclerocoroideas asociadas a una hipovitaminosis severa de vitamina D sin otras alteraciones metabólicas. Desconocemos si existe algún mecanismo patogénico que pudiera explicar esta relación, o si se trata de una asociación casual. La vitamina D regula el metabolismo del calcio, siendo determinante para su absorción y su paso a los huesos. Una hipovitaminosis D severa (niveles séricos menores de 10 ng/ml) se asocia a raquitismo en niños y osteomalacia y osteoporosis en adultos; por otra parte, la malnutrición de vitamina D también se ha relacionado con cáncer (mama, ovario, colon y próstata), esclerosis múltiple, diabetes tipo 1, debilidad, fatiga crónica, enfermedades mentales (depresión, desórdenes afectivos estacionales), artritis reumatoide, psoriasis, tuberculosis, elevación de la presión arterial y enfermedad inflamatoria intestinal, de ahí la importancia de su detección. Como conclusión, destacamos la importancia de que el oftalmólogo reconozca esta entidad, evitando su confusión con la enfermedad tumoral del fondo del ojo y, por tanto, evitando estudios y tratamientos innecesarios. Así mismo, debe conocer sus posibles asociaciones sistémicas para poder realizar un diagnóstico y tratamiento oportuno de enfermedades que conllevan un grave riesgo para la salud. Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. bibliograf í a Figura 4 – TAC: lesiones de densidad calcio (hueso) localizadas en la pared postero-lateral de ambos globos oculares. Discusión Las calcificaciones esclerocoroideas son lesiones generalmente idiopáticas que no requieren tratamiento, sin embargo, en algunos casos se asocian a enfermedades sistémicas relacionadas con el metabolismo del calcio y fósforo, por lo que es de capital importancia un estudio adecuado de estos pacientes1-5 . 1. Shields JA, Shields CL. CME review: sclerochoroidal calcification: the 2001 Harold Gifford Lecture. Retina. 2002;22:251–61. 2. Honavar SG, Shields CL, Demirci H, Shields JA. Sclerochoroidal calcification: clinical manifestations and systemic associations. Arch Ophthalmol. 2001;119:833–40. 3. Leys A, Stalmans P, Blanckaert J. Sclerochoroidal calcification with choroidal neovascularization. Arch Ophthalmol. 2000;118:854–7. 4. Bourcier T, Blain P, Massin P, Grünfeld JP, Gaudric A. Sclerochoroidal calcification associated with Gitelman syndrome. Arch Ophthalmol. 1999;128:767–8. 5. Lim JI, Goldberg MF. Idiopathic sclerochoroidal calcification. Case report. Arch Ophthalmol. 1989;107: 1122–3.