Los puestos escolares son seguros sociales, 1965

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Documento # 65-05
LOS PUESTOS ESCOLARES
SON SEGUROS SOCIALES
1965
TEMAS NUCLEARES: COOPERACIÓN DE LA SOCIEDAD, PROMOCIÓN Y
RELACIONES PÚBLICAS
En la campaña que Fe y Alegría ha iniciado en Panamá, una de las ideas que más promueve es
la de crear puestos escolares mediante el donativo de cien balboas por puesto escolar.
Un puesto escolar significa el espacio físico de construcción que un alumno necesita en un centro
docente. No se trata de becas, puesto que una beca se dirige al sostenimiento de los gastos que
ocasiona un alumno en un curso escolar, como son por ejemplo el pago de profesores, de empleados, luz, agua, limpieza y otros generales.
Si nosotros logramos por cien mil balboas construir y equipar un colegio para mil alumnos, quiere
decir que cada plaza escolar o puesto escolar ha costado cien balboas.
Dadas las cooperaciones voluntarias y gratuitas que Fe y Alegría siempre logra en la construcción de sus planteles, esperamos que una plaza escolar no exceda mucho a un costo de cien
balboas. Este precio será más alto en las áreas urbanas y más bajo en las rurales. Por eso lo
presentamos ante el público pudiente como una magnífica oportunidad de ofrecerle a un niño o a
un joven panameño la ocasión de educarse.
Cada puesto escolar que se construya es un foco nuevo de formación de hombres progresistas y
correctos. Cada puesto escolar será un multiplicador de la inversión económica realizada en él,
puesto que no hay dinero que se reproduzca más que el gastado en educar. Cada puesto escolar
librará de la miseria ignorante, uno tras otro, a los alumnos que sucesivamente lo vayan ocupando. Dentro de diez, veinte, o treinta años, seguirá prestando su ayuda salvadora. Cada puesto
escolar es, por lo tanto, un seguro social que arranca a un ciudadano de la pobreza humillante y
del resentimiento. Una sociedad llena de resentidos y de desplazados está situada sobre una
tremenda carga explosiva. Cada puesto escolar nuevo es un paso más para el adelanto de su
patria y algo muy grato a Dios, pues no hay manera mejor de cumplir el mandato divino del amor,
que educar y salvar a nuestros semejantes.
Es posible que muchas personas reflexionen y decidan que su generosidad actúa entregando
cien balboas que se han quitado de un gusto, de una comodidad.
Cuando hay personas en la necesidad de salvar el mundo de los males que lo amenazan debemos de reflexionar que nuestra ciudad, la nación y el mundo están formados por seres humanos.
Cada uno de ellos debe ser auxiliado, pero más los más necesitados e ignorantes.
Pensemos que nuestro donativo debe de ser tan grande como el riesgo y la esperanza de la patria. Si todos verificamos este esfuerzo, pronto tendremos también en Panamá miles de niños y
jóvenes marchando con Fe y Alegría hacia una vida mejor.
¡ ¡ ¡ ¡ ¡ ¡ Ayúdelos ! ! ! ! ! !
VERSIÓN EDITADA Y CLASIFICADA EN JULIO 2006/MBY
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