Creación y financiamiento de las defensas españolas en Tierra Firme durante la Unión Ibérica (1580-1640). Sebastián Amaya Palacios1 Robinson Alexis Baena2 Para el Imperio español el siglo XVI estuvo enmarcado en la guerra, constantes batallas europeas en diferentes frentes: la Guerra de los Ochenta Años en tierras flamencas, las campañas italianas contra la Liga de Cognac3; batallas la expansión turca en el mar Mediterráneo; guerras contra Francia e Inglaterra; rebeliones internas y en las primeras décadas del siglo XVII se enfrascó en la Guerra de los Treinta Años. Todas estas guerras demandaban un gran caudal económico para poder mantenerse firme en cada frente, más aun si le agregamos las campañas de conquista en América y los asedios, tanto de ingleses como de franceses, por el dominio comercial en el Gran Caribe. Con el fin de solventar las necesidades económicas se propusieron la creación de nuevos impuestos o aumentar los ya existentes que no estuvieran bajo la intervención de las cortes, y así evitar la corrupción. El objetivo del Rey era suministrar fondos necesarios para la conservación de la reputación militar y de la Religión Católica. Pero, si bien estos nuevos impuestos y ampliación de otros, ayudó a obtener un caudal económico, en 1 Estudiante de Historia de la Universidad de Antioquia, miembro del grupo de investigación Estudios Interdisciplinares en Historia General (EIHG) de la Universidad de Antioquia y asesor editorial de la revista Tempus revista de historia general. 2 Estudiante de Historia de la Universidad de Antioquia, secretario general del grupo de investigación Estudios Interdisciplinares en Historia General (EIHG) de la Universidad de Antioquia y editor en jefe de la revista Tempus revista de historia general. 3 Se trataba de una liga creada con el fin de compensar el creciente poder acumulado por los Habsburgo en persona del Emperador Carlos V (Carlos I de España) que por herencias dinásticas había logrado convertirse en soberano del Sacro Imperio Romano-Germánico, Castilla y a su vez las Indias Occidentales, Países Bajos, Borgoña, Austria, Aragón, Nápoles y las dos Sicilias y que había logrado imponerse a Francisco I de Francia durante las Guerras Italianas y hacerlo prisionero en la Batalla de Pavía (1525). Dicha coalición se encontraba conformada por los Estados Papales, Florencia, Milán, Venecia, Francia e Inglaterra. realidad nunca hubo un plan programático que permitiera la sostenibilidad de dichos ingresos4. Gracias a los impuestos y a la minería americana, en especial el auge de la producción de plata en las minas del Potosí, el imperio tenia mayor capacidad de endeudamiento y de esta manera podía solicitar grandes préstamos a los banqueros y comerciantes europeos, como los Fugger y los Welser. Entre 1526-1555 los ingresos por metales incrementaron drásticamente5; sin embargo, estos sólo era una parte de las entradas del imperio y no eran suficientes para cubrir la deuda de la Corona. Los aranceles al comercio colonial (almojarifazgo) también soportaron el endeudamiento del gobierno, en 1556 se crea el Derecho de la Avería6 y lo recaudado se destinaba a la financiación de las armadas que escoltaban los barcos hacia América. Adicionalmente, el Vaticano otorgaba ayudas económicas a España para que cumpliera sus deberes con la Fe Católica7. La prioridad de la política imperial de Carlos V se centró en Europa, por lo que atendía con gran importancia las campañas contra Francia. Estas fueron financiadas mayormente con las remesas de Santo Domingo y Nueva España pero, al momento de la llegada de Felipe II al trono el principal, el panorama político cambió profundamente. Francia era un estado inestable resultado de las guerras y persecuciones religiosas, por lo que los principales esfuerzos militares se enfocaron a detener el rápido avance de los turcos en el Mediterráneo Oriental y los Balcanes e Inglaterra que centraba su política exterior en contrapesar el poder acumulado por la dinastía de Austria. Cuando en agosto 4 Carlos Morales, Carlos Javier de. Los medios de control contable de las finanzas reales en tiempos de Felipe II: el teniente Francisco Gutiérrez de Cuéllar y la Contaduría Mayor de Cuentas, 1560-157. 5 Pasaron de 3,2 a 18,4 millones de ducados por década. 6 es una blanca al millar que se cobra del valor de las mercaderías enviadas y recibidas por los cargadores. 7 El vaticano concedió parte de los ingresos del subsidio español y de las Bulas de la Santa Cruzada para ayudar a España. En: Stein, Stanley J., Stein, Barbara H. Plata, comercio y guerra: España y América en la formación de la Europa moderna. (Barcelona, editorial Crítica: 2002) 60. de 1578 Sebastián I de Portugal muere sin dejar descendientes, la Corona Portuguesa quedó sin un sucesor evidente; es por esto que Enrique I (tío abuelo de Sebastián I) heredó el trono. Sin embargo no ejerció por mucho tiempo el cargo ya que falleció en enero de 1580. Como resultado se desató una guerra de sucesión entre los dos candidatos al trono portugués: el Prior de Crato, quien se autoproclama Rey de Portugal y Felipe II, que respondió enviando tropas para frustrar sus aspiraciones. La financiación de esta guerra provino de señores fronterizos8, las ciudades9 y también con fondos de la Casa de Contratación de Sevilla10 resultado de las masivas riquezas americanas, entre ellas las minas de San Luis de Potosí. Felipe II salió victorioso y unificó dinásticamente las coronas española y portuguesa, pues no hubo una unión ni jurídica ni administrativa. No obstante, dicha victoria requeriría de una intervención militar aún mayor en las fronteras comunes entre españoles y portugueses11. Esto significó una carga económica mayor sobre el ya abultado presupuesto militar. Sin embargo, los beneficios que prometía y trajo la Unión Ibérica demostraron que fue una inversión más que acertada. Entre las ventajas que brindó contar con el dominio de toda la fachada atlántica del imperio y fusionar la flota española con la experiencia marítima amasada por los navegantes portugueses, se cuenta la ampliación de las rutas comerciales que abrió la puerta a grandes sistemas comerciales a lo largo y ancho del globo, entrelazando los diversos dominios de Felipe II. A los ya extensos territorios de la monarquía española se sumaron las factorías portuguesas en Brasil y aquellas que comprendían su ruta al Lejano Oriente: la circunnavegación de África, India, e incluso 8 El Gran Duque de Toscana envió 400.000 escudos y ayudo a obtener un crédito con prestamistas toscanos. Sevilla aporto 252.675.750 maravedís entregados a la casa de contratación 10 30.000 escudos de oro 11 Martin Acosta, Emelina. “Las remesas de indias y la política imperial”. Dinero, moneda y crédito en la monarquía hispánica. (Madrid, Marcial Pons, ediciones de historia S.A: 2000) 405-424. 9 las Islas Molucas12. Así, la casa de Austria tuvo acceso todo tipo de mercancías y posibilidades comerciales, que generaron un cambio radical en el panorama del Caribe. La principal consecuencia de esto, fue el detrimento de Santo Domingo y las Antillas Mayores en su conjunto como epicentro de las relaciones (tanto económicas como administrativas) entre la metrópoli peninsular y los virreinatos americanos, que si bien desde 1550 eran notorio, para 1580 ya era un hecho más que consumado13.Tal unión puede considerarse una relación de mutualismo entre Castilla y Portugal, pues la élite portuguesa percibió grandes beneficios debido a la entrada de recursos económicos producto de las remesas americanas, y la conformación de una red de comerciantes agentes de casas comerciales de los Países Bajos que se adueñó de la trata de esclavos. Política española en el Gran Caribe: Desde los inicios de las exploraciones y conquistas de las diferentes regiones del Nuevo Mundo, la gran cantidad de asentamientos permanentes que se extendieron allí hicieron imperante la creación de un sistema que controlara la administración y recolección de las riquezas y recursos que debían destinarse tanto a los particulares y comerciantes en la metrópoli, como a las arcas reales que subsidiaban las constantes guerras en las que intervenía el imperio. Con este fin, se constituyeron órganos de gobierno especializados con la única función de regular las funciones comerciales entre España y el Nuevo Mundo: la Aduana de Cádiz y la Casa de la Contratación de Sevilla establecidas en 1493 y 1503 respectivamente. La Casa de Contratación fue sin duda quien 12 Los portugueses bajo el mandato de Enrique el Navegante iniciaron la exploración de la costa africana, que luego, dio paso a la construcción de los primeros enclaves comerciales o factorías como Arguim y Sao Jorge da Mina, relaciones diplomáticas con los nativos del Congo y su evangelización. Para 1497 llegaron a Calicut en la India y desde 1500 a las costas de Brasil. 13 En una comparación entre los navíos que arribaron a los puertos de Cartagena y Santo Domingo se halló que entre 1533 (año de fundación de Cartagena) y 1600 a Cartagena entraron 1686, mientras que a Santo Domingo 662. Ver: Vidal Ortega, Antonino. “Barcos, velas y mercancías del otro lado del mar. El puerto de Cartagena de Indias a inicios del siglo XVII”. En: Colombia y el Caribe (Barranquilla: Universidad del Norte: 2003) 47. desempeñó un papel más importante pues se dotó se facultades muy amplias sobre jurisdicciones tanto civiles como criminales, y lo más relevante para este caso, potestad sobre el comercio y la navegación14. Los incalculables tesoros y recursos adquiridos mediante el sometimiento de las grandes sociedades nativas como el imperio Azteca o Inca, seguido del boyante comercio que se conformó, rápidamente atrajeron a los adversarios de España, uno de los primeros casos fue la captura de parte del botín ganado por Hernán Cortés durante la conquista de México cuando el corsario francés Juan Florín cerca de las islas Azores asaltó las naves españolas que lo trasportaban a la península Ibérica15. Como respuesta a este tipo de asaltos, la Corona mandó la creación de un sistema de flotas que hiciera más seguro el viaje entre América y Europa en agosto de 1543 mediante una ordenanza real, sin embargo, no es hasta 1564 que se implementa. No obstante, este sistema de convoyes no estaba destinado a detener el aumento de los ataques piratas en toda la región Caribe, sino defender las embarcaciones que aseguraban un flujo comercial continuo. Estas rutas tenían como finalidad integrar los circuitos de comercio regional del Gran Caribe en algunas ciudades donde se celebrarían ferias a las que acudían comerciantes de todos los rincones del Imperio para comprar las mercaderías europeas y se enviarían los impuestos y riquezas que pertenecieran al Rey y su hacienda, al menos en teoría, valiéndose de dos viajes anuales. El primero de ellos zarpaba entre junio y septiembre, estaba destinado a la Nueva España finalizando en el puerto de Veracruz, e integraba a Honduras y las Antillas Mayores; el segundo, los galeones de Tierra Firme dejaban las costas atlánticas entre Ots Capdequí, José María. “Gobierno y Administración”, El Estado Español en las Indias. (México: Fondo de Cultura Económica. 1957) 63. 15 Reichert, Rafael. Sobre las olas de un mar plateado. La política defensiva española y el financiamiento militar novohispano en la región del Gran Caribe 1598-1700. (Mérida: Universidad Autónoma de México, 2013) 32-33. 14 marzo y junio y se dirigía al complejo portuario Cartagena, Nombre de Dios- Portobello16. El aumento de piratas y corsarios hizo que se perdiera la hegemonía española en el Caribe y que tanto sus fundaciones como embarcaciones fueran blancos a posibles asaltos. Incluso Cartagena, la ciudad principal de este territorio que fungía como garante de la seguridad de Riohacha, el Istmo de Panamá, Veraguas, Darién y Portobello, a la que llegaban los Galeones de Tierra Firme luego de separarse de la Flota que se dirigía a Nueva España sufrió ataques de piratas durante el siglo XVI. Los ataques a la ciudad fueron inaugurados por los franceses: Baal en 1546 y Cote en 1559; a estos siguieron los ingleses: Hawkins en 1568, Ruán 1568 y en 1586, el más famoso de ellos, Sir Francis Drake. Como respuesta, se crearon varias armadas que aseguraran el tráfico marítimo y un sistema de fortificaciones en los sitios más importantes para suplir la falta de tropas regulares en el territorio. En este texto nos ocuparemos de las armadas y los complejos defensivos que se desarrollaron en Tierra Firme y analizar cómo se financiaron durante un momento tan complicado por los desgastes militares y cantidad de conflictos con otros estados europeos como lo fue la Unión Ibérica. El periodo entre 1585-1589 se vio enmarcado en una guerra entre España e Inglaterra en la que además del interés por el caribe y su comercio, también entraba en juego la disputa religiosa. Felipe II planeaba la invasión a Inglaterra para apoyar a María Estuardo; por su parte Isabel I de Inglaterra enviaba a Sir Francis Drake y sus más de mil hombres para iniciar su ataque en el Caribe. Dicho ataque no podía llegar en un peor momento para las defensas indianas. Las defensas terrestres no contaban con tropas regulares, y las fortificaciones eran incipientes y anticuadas basadas en un modelo medieval (del que 16 Chaunu, Pierre. Sevilla y América siglos XVI y XVII. (Sevilla: Publicaciones de la Universidad de Sevilla: 1983) 199. trataremos más adelante) y con pocas piezas de artillería; En cuanto a sus unidades marítimas, las galeras estaban averiadas, y por mandato de Felipe II, la flota de Nueva España se envió a Europa para engrosar la armada que comandaría el Marqués de Santa Cruz17 para apoyar la invasión a Inglaterra. Con sistema de fortificaciones en tal estado, y una falta de efectivos, Francis Drake además de saquear Santo Domingo, llegó a Cartagena destruyendo las galeras que estaban en el puerto. Este éxito le dio ánimo a Hawkins para intentar interceptar flotas de indias, Tomas Cavendish también se unió a sus compatriotas y recorrió las costas del Brasil. Para contrarrestar los ataques de Drake se dio inicio a la creación de una armada que se formó en Lisboa y Sevilla, para Tierra Firme se envió una armada de Zabras y una de Pataches hacia la Nueva España. Para financiar estas armadas, además de la gran empresa de Felipe II, España tuvo diversos ingresos, por un lado los banqueros compraron oro remesado desde América, la venta de juros18 (pero entre 1598-1621 el capital de la venta de juros creció en un 22 por ciento, de 92 a 112 millones de ducados, y para 1634 solo los intereses de los juros representaban la mitad de los ingresos de castilla). Estas ayudas se sumaron las remesas de indias, asientos con negociantes y el empréstito del Papa Sixto V (un millón de escudos). Sin embargo, estos eran insuficientes debido a la gran envergadura de la empresa, y la creación de la armada se retrasó por falta de medios económicos para sus soldados y trajo consecuencias como enfermedades y hambre. Para 1588 la Hacienda Real se encamino hacia la financiación de la Gran Armada y su campaña de Inglaterra. Los fondos de la Casa de Contratación se desviaron para el 17 Sin embargo Álvaro de Bazán y Guzmán (Marqués de Santa Cruz) murió el 9 febrero de 1588 en Lisboa y no pudo comandar el ataque a tierras inglesas y fue sustituido a por Alonso Pérez de Guzmán VII duque de Medina-Sidonia. 18 privilegio de participación en una obligación de deuda real, estipulando un pago periódico de interés anual sobre la cobranza de rentas reales (con la renta colonial se pagaban los intereses). Eran varios tipos: al quitar, de resguardo, por vida, por herencia, perpetuo. sostenimiento de la campaña y se entregaron 675.000 maravedís para pagar las compañías de infantería, 3.000.000 al pagador de la artillería, 7.500.000 para la corta de madera para navíos en Santander y 8.250.000 para provisiones de las naos19. La Gran Armada zarpó desde Lisboa y pasó un mes y medio abasteciéndose en La Coruña, para el 30 de julio se encontraba en el Canal de la Mancha pero en agosto fue destrozada, aunque más como consecuencia del mal tiempo que de los ataques ingleses. Como producto del fracaso de la Gran Armada Inglaterra intento invadir Portugal e imponer un nuevo régimen, pero ya allí había un partido pro hispano que apoyaba a Felipe II, además Portugal se veía muy beneficiado por el dinero americano y gran parte de la elite no quería perder este beneficio económico. Los intentos por ambas partes de derrocar a los actuales gobiernos fracasaron, Inglaterra cambio de objetivo y se enfocó de nuevo en las Indias. Entre 1589-1591 las embarcaciones inglesas llegaban a 235, y atacaban sistemáticamente la flota de Indias y las provincias españolas. Para entonces España ya había puesto en marcha el plan general de fortificaciones de América, encargado a Juan de Tejada como jefe militar y a Bautista Antonelli en la ingeniería. Sistema de fortificaciones La construcción de las fortalezas era encargada por la Junta de Guerra del Consejo de Indias a un ingeniero militar, quien se encargaba de ejecutar las estructuras que se aprobaran construir; junto a los oficiales de la Real Hacienda supervisar el destajo y aderezo de las murallas, la apertura y profundización de los fosos, acarreo de materiales y compra de herramientas y materiales necesarios. Su edificación era costeada por la 19 Martin Acosta, Emelina. “Las remesas de indias y la política imperial”. Dinero, moneda y crédito en la monarquía hispánica. (Madrid, Marcial Pons, ediciones de historia S.A: 2000) 423 Corona, al igual que su sostenimiento y rehabilitación, sin embargo, si no habían propios suficientes, era también subsidiada por los súbditos de la unidad administrativa a la que perteneciera la fortificación. En este aspecto, la legislación castellana fue recurrente, desde Alfonso el Sabio en las 7 partidas, Juan II, Enrique IV, los reyes Católicos y el emperador Carlos V mandaron que contribuyeran los vecinos, clérigos, iglesias, aldeas, villas y forasteros con bienes raíces allí, incluso los nobles si tal era la necesidad.20 En la fundación de los nuevos poblados en América no se dejó de un lado la clara necesidad defensiva frente a los indios, por el contrario, se realizaron gran número de ellas según cánones medievales como las torres o cubo (caracterizadas por su torre de homenaje), casas-fuertes y castillos21. Según el análisis de Calderón Quijano sobre las fortificaciones registradas en la Gobernación temporal y espiritual de las Indias, en Tierra Firme se construyeron varias fortalezas distribuidas entre Santa Marta, Cartagena, Nombre de Dios y Nueva Andalucía. En el texto se enumeran otros proyectos de fortificación en el golfo de Urabá, costa de paria y cabo de la Vela, también pertenecientes a la jurisdicción de Tierra Firme, pero las hemos omitido por falta de información. En general no se especifica su tipo ni los materiales que se implementarían, muy posiblemente mampostería, los presupuestos mencionados son los siguientes22: territorio: Santa Marta Cartagena Nueva Andalucía Nombre de Dios 20 proyecto: 1 fortaleza 1 fortaleza 4 fortalezas 1 fortaleza presupuesto (maravedís) año tenencia salario del alcaide 30000 75000 1524/1528 75000 S.D 1535 S.D 400000 1536 75000 S.D 1540 Ver: Calderón Quijano, José Antonio. Las defensas indianas en la Recopilación de 1680. (Sevilla: Escuela de Estudios Hispano-americanos de Sevilla: 1984) 16-18. 21 Blanes Martín, Juana Tamara. “Fortificación española en América. De los orígenes a nuestros días.” 22 Elaboración propia a partir de los datos citados en Calderón Quijano, José Antonio. Las defensas indianas en la Recopilación de 1680. (Sevilla: Escuela de Estudios Hispano-americanos de Sevilla: 1984) 43-47. Este primer intento de fortificación de Tierra Firme al continuar con la tradición poliorcética medieval, no estaba adecuada para resistir los ataques de piratas y corsarios con gran poder de fuego que empezó a hacerse cada vez más común a mediados del S XVI. Este atraso técnico, forzó a las autoridades españolas a idear un plan defensivo que supliera las necesidades defensivas tantos en los puertos, sitios estratégicos como la desembocadura de grandes ríos, y de embarcaciones en altamar. El ataque de Francis Drake confirmó la ineficiencia de las defensas de todo el Gran Caribe al asaltar Santo Domingo, San Agustín (Florida), y para nuestro caso de estudio: Cartagena de Indias23, ciudad que mantuvo durante más de un mes y por la que debió pagarse un rescate de más de 100.000 ducados. Tal incursión obligó a las autoridades del Consejo de Indias, y más específicamente a la Junta de Guerra a elaborar todo un sistema de defensa que respaldara cada una de sus partes. Para tal fin, se enviaron ingenieros militares europeos con el objetivo de evaluar y planificar posibles fortificaciones en los principales puertos y regiones productoras del Caribe. En 1586, con la llegada de Bautista Antonelli y Juan de Tejada al Istmo de Panamá se inaugura un proceso de construcción de un complejo sistema defensivo y una modernización de las defensas indianas en la región. Sus diseños y proyectos comprendieron fortificaciones permanentes abaluartadas, baluartes, castillos e incluso murallas para hacer más segura la región. Sin embargo, no es hasta la segunda mitad de la década de los 90 que estos diseños empiezan a ser construidos. Cartagena y Portobello24 23 La principal defensa de Cartagena de Indias fue el fuerte San Felipe del Boquerón (1566) Consistía en una torre-fuerte de características medievales con un cilindro central o torreta en mampostería, coronado por almenas, matacanes, estribos y un tejadillo cónico con una empalizada «entablada» con tierra pisada y madera que se complementaba con una batería situada en el otro extremo de la boca. Ver: Cabrera Cruz, Alfonso Rafael. “La fortificación de los puertos de América: Cartagena de Indias”. ACOFI XXVIII reunión nacional. 24 Debido a la insalubridad del puerto de Nombre de Dios, la ciudad se mudó a Portobello en 1597. Por tanto, esta se convirtió en el destino final de las embarcaciones de la península por la ruta de los galeones y prosperó rápidamente gracias a las ferias allí celebradas y a ser el punto de encuentro con los peruleros al constituirse como los puertos más importantes en la ruta de los galeones de Tierra Firme, fueron los puntos en los que se concentró más el ímpetu reformador del sistema defensivo. Fortificaciones de Portobello: Según el diseño de Antonelli, se construirían dos fortalezas en Portobello ubicadas una frente a la otra para cruzar fuego en la entrada de la bahía y así controlar su acceso. La primera obra en emprenderse fue el castillo de San Felipe de Todofierro, también llamado de Austria o de Sotomayor, en 1597. La segunda obra se inició en ausencia de Antonelli por Hernando de Montoya, quien condonaba una condena a galeras a cambio de su trabajo como arquitecto en la fortaleza, en 1600. Según cálculos de Montoya realizados en 1601 el costo de construcción y mantenimiento de ambas fortalezas era25: Costos de las fortificaciones de Portobello presupuesto: obras: pesos corrientes de pesos 9 reales de 8 reales Castillo de San Felipe de Todofierro 56765 63860,57 Castillo de Santiago de la Gloria 93420 105097,42 total de las obras 150185 168958 Costos de mantenimiento de las fortificaciones de Portobello salarios personal técino 7110 reales cal (9 reales fanega) 9900 reales alimentación de esclavos (110) 4950 reales salarios personal administrativo 2764 reales personal adicional 23285 reales marineros 8850 reales total 56859 reales que viajaban del Callao a Panamá, y cruzaban el istmo cargados de las grandes riquezas argentíferas del Potosí. 25 Ambas tablas elaboradas a partir de “relación de los costos que parece a Hernando Montoya, aparejador y maestro mayor de fábricas de Portobelo que tendrá la de la obra que se propone para juntar y hacer un cuerpo de caballero en el San Phelipe y la Punta de Antonelli”, Portobello, 29. III. 1600, en AGI patronato 256. Citado en: Castillero Calvo, Alfredo. “las fortificaciones”. Historia General de Panamá. Vol. I, Tomo II. (Panamá: Comité Nacional del Centenario de la República de Panamá: 2004): 27-51. Fortificaciones de Cartagena de Indias: La planificación del sistema defensivo de la ciudad debió iniciarse desde un punto muerto, el ataque de Drake había eliminado los fuertes a la entrada de su bahía y no había dejado piezas de artillería disponible sobre las cuales recayera la tarea de la defensa del puerto. En 1589 Bautista Antonelli propuso cercar una ciudad con una muralla y un sistema de galeras que la protegiera mediante patrullajes marítimos26, pero sus mayores aportes para la fortificación de la ciudad fueron diseños de gran cantidad de baluartes. El desarrollo de tales proyectos de ingeniería militar serían concretados años después por Cristóbal de Roda Antonelli, su sobrino, y el gobernador Francisco de Murga que contaba con gran experiencia como militar. En el siguiente cuadro de presentan las construcciones militares realizadas en Cartagena de Indias luego de las instrucciones de Antonelli, hasta 164027: Ver: Ruiz Rivera, Julián B. “Cartagena de Indias: las insuficiencias de una plaza fuerte en el siglo XVII” Revista Hispanoamericana. Publicación digital de la Real Academia Hispano Americana de ciencias, artes y letras. 2014, No. 4. Pág. 2. 27 Tabla elaborada a partir de los datos presentados en la conferencia “obras de ingeniería militar en Cartagena de Indias” dirigida por Alfonso Cabrera Cruz y presentada en la Universidad Tadeo Lozano en su seccional caribe en 1998. Diapositivas disponibles en línea: http://www.acofi.edu.co/2008/Resultados/Ingenieria%20MIlitar.pdf. 26 tipo baluarte baluarte baluarte baluarte baluarte baluarte castillo bauluarte muralla batería fuerte fuerte fortificaciones de cartagena de Indias obra: diseño nombre: año: responsable: Sto Domingo, Santiago y la Cruz 1595 Antonelli construcción: año: responsable: 1602-1616 De Roda 1617-1630 De Roda Sta Catalina y San Lucas 1595 Antonelli 1630-1639 De Murga 1609-1630 De Roda San Francisco javier y San Ignacio 1595 Antonelli 1629-1634 De Murga 1617-1630 De Roda San Juan Evangelista y san Pedro Apóstol 1595 Antonelli 1630 De Murga 1617-1630 De Roda San Andrés y San Pablo 1595 Antonelli 1630 De Murga 1618-1630 De Roda De la Merced 1595 Antonelli 1630 De Murga 1614Diego Acuña y 1626 De Roda Santa Cruz 1616 Tiburcio Spanochi 1629-1636 De Murga S.D San Pedro Mártir 1630 De Roda y Murga Getsemaní 1595 Antonelli 1630 De Murga S.D Media Luna 1631 De Murga S.D Mango 1629-1633 De Murga Manzanillo 1627 De Roda y Trujillo 1631 De Murga Financiamiento del sistema defensivo: El sostenimiento de todo este complejo fortificado en Tierra Firme se proyectó principalmente del monopolio comercial. Al existir pocos puertos permitidos en los cuales, teóricamente, se realizaban todas las transacciones comerciales entre la metrópoli y América, los impuestos resultantes de los productos y mercancías proporcionarían los fondos para la defensa del territorio, y tal como ordenaban los códices legales altomedievales castellanos, en caso de necesidad se recurrirían a préstamos y aportes de los vecinos, extranjeros, y demás ciudades, villas o territorios que se beneficiaran de la defensa proporcionada por la fortaleza en cuestión. Tal propósito pudo ser una forma de autofinanciación efectiva dado el gran auge de la navegación colonial hasta finales del siglo XVI, pero a partir de 1600 inicia un periodo de grandes dificultades para la Unión Ibérica que marca el fin de la expansión europea con predominancia castellana y portuguesa, tanto castellana como portuguesa, a la que reemplazan otros estados rivales europeos y que dificulta en adelante el sostenimiento del Imperio en su totalidad. Según las tendencias observadas por Pierre Chaunu, entre 1593-1622 se produce un largo estancamiento del comercio atlántico en general, del cual para el análisis de los ciclos de fortificaciones nos interesa resaltar: 1593-1604, revolución culminante de los precios; 1614-1622, ciclo de recuperación parcial; 1632-1641, ciclo de rupturas28. Incluso antes de que se efectuara la unión dinástica entre Portugal y España, el puerto de Cartagena de Indias como recolector de riquezas de América del Sur, punto de entrada al Nuevo Reino de Granada, y paso obligado en las rutas de los Galeones de Tierra Firme la configuró como un eje en la ruta recolección de la producción argéntea del Virreinato del Perú y aurífera de la Nueva Granada según sus ciclos de producción 29. Desde alrededor de 1570 la ciudad alcanzó su mayor importancia económica en toda la región, al ser junto a Veracruz los únicos puertos autorizados para el desembarco de esclavos africanos en todo el continente, y un punto clave para el intercambio de mercancías y productos caribeños destinados a Sevilla tales como el añil, tabaco, plantas tintóreas, cueros, perlas, etc. Sin embargo, como efecto contraproducente, al gravar las mercancías de la navegación colonial, se contribuyó al encarecimiento de fletes de los productos e inauguró una serie de prácticas que se extenderían por el resto del periodo colonial: contrabando, evasión de impuestos, falsificación de licencias, transportes ilegales, sobornos, etc30. 28 Ver: Chaunu, Pierre. Sevilla y América siglos XVI y XVII. (Sevilla: Publicaciones de la Universidad de Sevilla: 1983):322. 29 Germán Colmenares ha propuesto unos ciclos de producción aurífera en la Nueva Granada: interciclo expansivo 1504-1550; gran recesión 1550-1563; segundo interciclo expansivo 1563-1610 y una gran depresión desde 1610 en adelante. Ver: Colmenares, German. “el oro” En: Historia económica y social de Colombia. (Bogotá: tercer mundo: 1997) 310. 30 Vidal Ortega, Antonino. Cartagena y la región histórica del Caribe, 1580-1640. (Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas: 2002) 100-109. El imperio español utilizaba los excedentes que enviaban las colonias para el financiamiento de la defensa (construcción de fortificaciones y el sostenimiento de las guarniciones) y le pagaba a sus acreedores31. El auge de Cartagena se veía reflejado en toda la Nueva Granada, al punto que ella por si misma hubiera podido sostener a los situados en su territorio debido a que el total de remesas enviadas por parte de la Nueva Granada fue igual a lo que recibió por situados (5,2 millones de pesos de 8 reales)32. Como consecuencia de la inversión en la defensa y el desvió hacia lo militar, la inversión en la sociedad se vio mermada debido a que gran parte de los metales de América tuvo que invertirse en la defensa de esta. Pese a la inversión económica para la defensa no había una institución encargada del manejo y distribución de los recursos de Indias y fueron las cajas reales de las ciudades las que tomaron este trabajo. Esto llevo a que mucho dinero se repartiera en cada estación que este hacía, provincias, Santa Fe, Cartagena y el Atlántico. Los oficiales reales recibían sus propios recursos al obtenerlos de las remesas, los Situados y otros que iban dirigidos a España, de estos disponían para sostener las guarniciones y la defensa en general, compromisos con la iglesia y por ultimo enviarle las rentas al Imperio. A las cajas de Cartagena llegaban los situados (anuales) de Tierra Firme, Santa Fe y Quito, de allí se reenviaban a los lugares de mayor demanda. Según Tovar Pinzón, en el siglo XVII solo el 54% de los recaudos que llegaban a Cartagena para ser remesados fueron realmente enviados a España33. Tovar Pinzón, Hermes. “Remesas, situados y real hacienda en el siglo XVII”. Dinero, moneda y crédito en la monarquía hispánica. (Madrid: Marcial Pons, ediciones de historia S.A: 2000) 241-268. 32 En la Nueva Granada el imperio no perdió inversión y esta le garantizo seguridad en otros territorios como México y Perú. 33 2.291.972.073 maravedís debían ser enviados a España, pero de allí debía salir el presupuesto para las fortificaciones y el sostenimiento del ejército. En: Tovar Pinzón, Hermes. “Remesas, situados y real hacienda en el siglo XVII”. Dinero, moneda y crédito en la monarquía hispánica. (Madrid: Marcial Pons, ediciones de historia S.A: 2000) 245. 31 En el periodo posterior a 1585, lapso que comprende desde la implementación del nuevo sistema defensivo en la región del Gran Caribe, la producción de perlas aumentó, se inició la producción agrícola y el sistema de asientos negreros se creó. En 1594, según cálculos de Álvaro Tirado Mejía34, el 47,9 % de los barcos que ingresaban al puerto eran embarcaciones negreras, que entraron a reforzar la producción aurífera del Nuevo Reino de Granada y argentífera del Potosí. Esto sin duda aumentó los ingresos percibidos por medio de los impuestos y coincide con la construcción de las grandes obras de ingeniería militar diseñadas por Antonelli en Portobello; al contrario, Cartagena demora la construcción de fortificaciones hasta casi la segunda década del siglo XVII, enmarcada en la recuperación de la extracción de oro. La coyuntura económica anterior, demora la construcción de los complejos defensivos debió ser causada por la revolución de precios referida por Chaunu (seguramente vinculada a los mismos proyectos defensivos), la irregularidad de los Galeones de Tierra Firme, y finalmente la exención de requisitos fiscales que se desarrolló en todo el Gran Caribe como una medida para estimular los mercados y aumentar el flujo de bienes35. Medida enfocada a percibir mayores ganancias por medio de los gravámenes producto de la movilidad comercial. Continuando con las tendencias propuestas por Chaunu, hubo un corto periodo de prosperidad entre finales del siglo XVI y los años 1608-1610, asociado a la prosperidad del comercio resultado de las treguas en Europa36, que terminaría con el avance de los holandeses en Atlántico, y su establecimiento entre Tierra Firme y el Brasil37 en la segunda década del siglo. Es 34 Tirado Mejía, Álvaro. Introducción a la historia económica de Colombia. (Bogotá: Universidad Nacional de Colombia 1972) 79. 35 La corona da dispensas fiscales a diferentes lugares el Caribe con el fin de estimular la que economía que se estaba estancando. Así, se decretó libre de impuestos los productos de ‘labranza y crianza de la tierra’: Jamaica, 1603-1609; Cuba, 1614-1620; Venezuela, 1615-1621; Santo Domingo, 1610-1620 y prorrogado de 1621-1626; Coro, 1621-1627; Riohacha, 1612-1625; Santiago de Cuba, 1624-1632; Maracaibo, 16241632; Caracas y Cumaná, 1624-1638. Ver: Vidal Ortega, Antonino. Cartagena y la región histórica del Caribe, 1580-1640. (Sevilla, Consejo Superior de Investigaciones Científicas: 2002) 170 y ss. 36 En 1598, con Francia; 1604, con Inglaterra y en 1609 con Holanda. 37 Chaunu, Pierre. Sevilla y América siglos XVI y XVII. (Sevilla: Publicaciones de la Universidad de Sevilla: 1983):310-313. precisamente en este periodo en el que se desarrolla el grueso de las obras de ingeniería militar. Un ejemplo es la erección de los baluartes de Sto. Domingo, Santiago y la Cruz, Sta. Catalina y San Lucas, San Francisco Javier y San Ignacio, San Juan Evangelista y san Pedro Apóstol, San Andrés y San Pablo, De la Merced. Datos recolectados por Hermes Tovar Pinzón38 referentes a los situados provenientes de Tierra Firme hacia Cartagena, Puerto Rico, Santo Domingo, Margarita y Santa Catalina, valor en maravedís, demuestra que entre 1625 y 1635 el dinero enviado aumentó más de 10 veces frente al periodo de 1620, pero que decae nuevamente a partir de 1635, periodo de finalización de las obras en Cartagena de Indias: Periodo Cartagena Araya Santa Catalina Total 1620-1624 5.469.750 S.D S.D 5.469.750 1625-1629 76.508.155 S.D S.D 76.508.155 1630-1634 60.000.613 22.887.943 S.D 82.888.556 1635-1639 26.660.785 86.966.566 S.D 113.627.351 1640-1644 82.534.438 62.583.426 670.684 145.788.548 1645-1649 9.860.000 22.346.432 10.890.130 43.096.563 39 38 En total Cartagena recibió 5,2 millones de pesos de 8 reales en el siglo XVII por los situados de Quito y Santa Fe. Tovar Pinzón, Hermes. “Remesas, situados y real hacienda en el siglo XVII”. Dinero, moneda y crédito en la monarquía hispánica. (Madrid: Marcial Pons, ediciones de historia S.A: 2000) 255. Elaboración propia a partir de datos en: Tovar Pinzón, Hermes. “Remesas, situados y real hacienda en el siglo XVII”. Dinero, moneda y crédito en la monarquía hispánica. (Madrid: Marcial Pons, ediciones de historia S.A: 2000) 241-268. 39 La construcción de las defensas fue dirigida por el sobrino de Antonelli, Cristóbal de Roda, y en varios casos fue terminada por Francisco de Murga. Sin embargo, las obras cesaron en 1631, y sólo continuó el Castillo grande de Santa Cruz, intervenido por Murga entre 1629-1636. Luego de estas grandes inversiones para la adecuación de las defensas en Tierra Firme, en 1632, se presentó la mayor producción registrada en el puerto de Cartagena de Indias, pero luego de este año el comercio tomó una tendencia a disminuir hasta 1640. Este periodo fue denominado por Chaunu como de grandes rupturas, caracterizado por finalizar con la separación de la Unión Ibérica que conllevó a una reestructuración de las estructuras económicas y sociales de la región al ser los vasallos lusos los principales comerciantes y agentes de las grandes casas comerciales de los Países Bajos. En 1635 el imperio notificó a los oficiales de Cartagena y de Nueva España que se impondrían “ciertas cargas” para la fábrica y el sustento de una armada que defienda las costas del mar del norte, las flotas y embarcaciones. Esta armada se encargaría de defender las islas de Barlovento y el seno mexicano; este se conocería como el impuesto de Armada de Barlovento, un impuesto que ejercía sobre el 2 por ciento de la importación de mercaderías. Con la ocupación inglesa a las islas de Providencia y Santa Catalina se dispuso crear un situado de Tierra Firme y era obligación de Cartagena el abastecimiento de las expediciones. Conclusión: Cartagena se configuró como el puerto militar más importante de Tierra Firme, e incluso como una de las plazas fuertes del Imperio Español en América. Su papel como garante de la seguridad del flujo comercial entre la metrópoli y las ferias comerciales de Nombre de Dios y luego Portobello, obligó a las autoridades coloniales a desarrollar un complejo sistema de fortificaciones que hicieran del puerto un lugar seguro para las embarcaciones que se acogieran a él, luego de que los ataques piratas como el de Drake demostraran la ineficacia de las defensas construidas anteriormente. Para ello se enviaron personas altamente calificadas para dirigir todo el proyecto de reestructuración defensiva del complejo portuario Cartagena-Istmo como los ingenieros Bautista Antonelli, Juan de Tejada, Cristóbal de Roda y Juan Bautista Antonelli que implementaron las técnicas de poliorcética moderna. Al comparar con los datos del dinero de los situados de Tierra Firme entre 1620 y 1650, se pone en evidencia que coincide con la etapa de finalización de las obras de ingeniería militar iniciadas por Cristóbal de Roda entre 1602 y 1618, y finalizadas por Francisco de Murga a partir de 1629. Dado que las construcciones dependían de los propios del lugar, es adecuado pensar que los ciclos de construcción dependían de las fluctuaciones del comercio, los impuestos y otras fuentes de financiación que se pudieran recaudar, en cuanto no existía un presupuesto normalizado sino que dependía de la llegada de los galeones de Tierra Firme y del incentivo al comercio legal que esto significaba. El periodo estudiado por José Manuel Serrano en su análisis de la financiación del sistema de fortificaciones en Cartagena de Indias durante la segunda mitad del siglo XVII, muestra que el comercio de la ciudad continuó siendo significativo, más de la mitad (52.3%) de los ingresos de Cartagena de Indias provenían de rublos como la trata negrera, almojarifazgos y alcabalas. Sin embargo, las responsabilidades fiscales de la ciudad incluían la redistribución de los ingresos recaudados a los situados de Santo Domingo y Puerto Rico, lo cual es calculado en un 39.4% de los ingresos. En los años posteriores a la Unión Ibérica, el sistema comercial de puerto lograron suplir las necesidades presupuestales de Cartagena de Indias, pero con el paso del tiempo se acentuó la crisis comerciales general del Imperio Español y esto contrajo el sistema tributario. A partir de 1660, hubo una tendencia decreciente en los presupuestos de la tropa de la ciudad, y lo mismo sucedió con los gastos de la caja de fortificaciones. La conclusión pues de Serrano, es que un 79.2% de la caja real local en el sistema defensivo y aparato militar40, pone en consonancia la hipótesis de que los estancamientos comerciales a partir de la primera década del siglo XVII, disminuyeron el ímpetu reformador y constructor de las defensas indianas debido a la falta de liquidez, no sólo en Cartagena de Indias, sino en la totalidad de Tierra Firme. En la que se concluye que en los periodos en los que menos flotas llegaron a Cartagena, la caja principal tenía mayor liquidez, por lo que debía centrarse en atender los asuntos más urgentes41. Con la ruptura de la Unión Ibérica y el recrudecimiento de las guerras en Europa, España debió enfrentarse a varias rebeliones internas que acabarían con la separación no sólo de Portugal, sino también de los Países Bajos. Esta desmembración de partes del imperio significó un enorme gasto militar en un primer momento de confrontación para evitar su separación, seguido de una pérdida de ingresos producidos por el comercio que representaba el control de tantas y tan diseminadas regiones en todo el mundo. 40 Serrano Álvarez, José Manuel. Ejército y fiscalidad en Cartagena de Indias. Auge y declive en la segunda mitad del siglo XVII. (Bogotá: El Áncora editores: 2006) 330. 41 Serrano Álvarez, José Manuel. Ejército y fiscalidad en Cartagena de Indias. Auge y declive en la segunda mitad del siglo XVII. (Bogotá: El Áncora editores: 2006) 177-270. Bibliografía BLANES MARTÍN, Juana Tamara. “Fortificación española en América. De los orígenes a nuestros días.” Memorias IV congreso de castellología. Madrid, 2012. CABRERA CRUZ, Alfonso Rafael. “La fortificación de los puertos de América: Cartagena de Indias”. ACOFI XXVIII reunión nacional: “Las facultades de ingeniería y su aporte al desarrollo del país”. 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