NOTA CLÍNICA Tuberculoma cerebral que simula un tumor maligno María Rico-Cotelo, Ramón Serramito-García, Eduardo Arán-Echabe, Miguel Gelabert-González Introducción. La afectación extrapulmonar de la tuberculosis con afectación del sistema nervioso central es poco frecuente en los países occidentales. El tuberculoma cerebral es un proceso inflamatorio granulomatoso que, en raras ocasiones, se puede presentar simulando un tumor maligno primario del encéfalo. Caso clínico. Varón de 81 años que refiere un cuadro clínico de varias semanas de evolución de hormigueos que se inician en la mano y ascienden por el miembro superior derecho hasta llegar a la hemicara del mismo lado. Las pruebas de neuroimagen mostraron una lesión irregular con captación heterogénea de contraste localizada en el lóbulo parietal derecho, que se interpretó como tumor primario del encéfalo. Se practicó una biopsia estereotáctica de la lesión que mostró que se trataba de un tuberculoma y, posteriormente, se inició el tratamiento tuberculostático. Conclusiones. Los tuberculomas cerebrales son poco frecuentes en nuestro medio y se pueden presentar como una lesión ocupante de espacio con características neurorradiológicas sugestivas de un tumor primario maligno. El diagnostico definitivo se establece basándose en los estudios neuropatológicos mediante la demostración de bacilos ácido-alcohol resistentes en el tuberculoma o con la detección mediante reacción en cadena de la polimerasa del ADN del Mycobacterium tuberculosis. Palabras clave. Biopsia estereotáctica. Infección del sistema nervioso central. Tuberculoma. Tuberculosis. Tumor cerebral. Introducción La tuberculosis constituye la enfermedad endémica con mayor prevalencia en el mundo y se calcula que en torno a 2.000 millones de personas están infectadas por el Mycobacterium tuberculosis, aunque únicamente el 10% de los pacientes desarrollan la enfermedad. Tiene una incidencia anual variable en función de la localización geográfica y oscila entre los 9 casos/100.000 habitantes en los Estados Unidos y unos 110-165 casos/100.000 habitantes en Asia y África; en España, se encuentran en torno a 15 casos/100.000 [1]. Actualmente, continúa siendo un problema de salud y socioeconómico de primera magnitud, ya no sólo en los países en desarrollo, sino también en los más industrializados [2]. La tuberculosis extrapulmonar supone el 10-20% del total de tuberculosis que padecen los enfermos inmunocompetentes, aunque esta frecuencia es notablemente superior cuando nos encontramos ante pacientes que presentan alguna forma de inmunodeficiencia, que llega hasta cifras del 60% en pacientes con sida [3,4]. La afectación del sistema nervioso central (SNC) aparece en el 10-15% de los pacientes con tuberculosis y predomina, en primer lugar, la afectación meníngea, en segundo lugar, la cerebral y, por últi- www.neurologia.com Rev Neurol 2012; 55 (5): 279-282 mo, la afectación medular es la más infrecuente de todas [5-7]. El término ‘tuberculoma’ es un concepto anatomopatológico y está constituido por un conglomerado de necrosis caseosa alojado en el parénquima nervioso que aparece como consecuencia de una diseminación hematógena reciente o tardía de bacilos tuberculosos [8]. Presentamos el caso clínico de un varón de edad avanzada que presentó una lesión ocupante de espacio en el lóbulo parietal izquierdo y cuyas características de imagen hicieron suponer que se trataba de un tumor cerebral primario. La biopsia practicada demostró que se trataba de un tuberculoma. Servicio de Neurocirugía. Hospital Clínico Universitario. Departamento de Cirugía. Universidad de Santiago de Compostela. Santiago de Compostela, A Coruña, España. Correspondencia: Dr. Miguel Gelabert González. Servicio de Neurocirugía. Hospital Clínico Universitario. Travesa da Choupana, s/n. E-15706 Santiago de Compostela (A Coruña). Fax: +34 981 950 404. E-mail: [email protected] Aceptado tras revisión externa: 07.05.12. Cómo citar este artículo: Rico-Cotelo M, Serramito-García R, Arán-Echabe E, Gelabert-González M. Tuberculoma cerebral que simula un tumor maligno. Rev Neurol 2012; 55: 279-82. © 2012 Revista de Neurología Caso clínico Varón de 81 años que acude a urgencias por presentar episodio de mareo. Entre sus antecedentes, destacan hipertensión arterial, fibrilación auricular y divertículos de colon, y había sido intervenido de menisco en ambas rodillas. El paciente refiere un cuadro clínico de varias semanas de evolución caracterizado por un hormigueo en la mano derecha que se extiende de manera ascendente por antebrazo y brazo y llega hasta la hemicara del mismo lado. Los episodios, que duran 279 M. Rico-Cotelo, et al Figura 1. a-c) Tomografía computarizada sin y con contraste que muestra la lesión parietal parasagital derecha; d-f) Resonancia magnética de las secuencias T1 sin y con contraste y T2 correspondientes a la misma lesión. a b c Con el diagnóstico de neoplasia cerebral primaria (glioma, linfoma), se le practica bajo anestesia local una biopsia estereotáctica de la lesión (Fig. 2). El estudio histológico muestra un parénquima nervioso con datos de gliosis y la presencia de granu­ lomas necrotizantes con células gigantes de tipo Langhans sugestivas de proceso tuberculoso. Con tinción de Ziehl-Nielsen, se demuestra la presencia de bacilos ácido-alcohol resistentes. Discusión d e f alrededor de un minuto, no se acompañan de pérdida de conocimiento. En la exploración clínica, el paciente se encuentra consciente, orientado y colaborador. No se objetiva ninguna alteración en los pares craneales, sistema motor, sensitivo y las pruebas cerebelosas son normales. En la analítica de sangre, destacan únicamente urea de 162 mg/dL, creatinina de 1,7 mg/dL y potasio de 5,3 mM/L. La radiología simple de tórax muestra un moderado agrandamiento de la silueta cardiopericárdica sin que se observe enfermedad pleuropulmonar. En el servicio de urgencias, se le practica una tomografía computarizada (TC) craneal sin y con contraste, que muestra una lesión en la vertiente superior del lóbulo parietal derecho, presenta un realce heterogéneo y se acompaña de edema perilesional (Fig. 1). Una resonancia magnética (RM) muestra una lesión en el córtex de la región parietal parasagital derecha que se comporta como hiposeñal en secuencia T1 e hiperseñal en T2, que capta gadolinio de forma irregular y se acompaña de un importante edema vasogénico (Fig. 1). 280 El tuberculoma cerebral constituye la lesión extrapulmonar más común en los pacientes con tuberculosis. Aunque puede presentarse a cualquier edad, es característico de niños y adultos jóvenes [9,10]. Los bacilos alcanzan el alveolo respiratorio arrastrados a través de la inhalación de gotas de vapor que contienen el bacilo; desde el pulmón, alcanzan el parénquima cerebral por vía sanguínea y se sitúan con predominancia en áreas corticales, posiblemente por la rica vascularización que existe en dicha zona. Una vez asentados, condicionan una intensa reacción inflamatoria mediada por leucocitos mononucleares y por células microgliales, que condicionan la formación de los granulomas. Patológicamente, tienen una zona central de necrosis caseosa, rodeada de una cápsula de tejido fibroso de espesor variable dependiendo del tiempo de evolución, células gigantes multinucleadas y linfocitos. En el centro necrótico, hay bacilos en estado larvado, pero que pueden ser viables [9,10]. Alrededor del tuberculoma, se desarrolla un edema vasogénico y prolifera la astrocitaria. Aunque habitualmente son lesiones únicas, no es extraño que sean múltiples [11]. Se localizan sobre todo en los hemisferios cerebrales, pero también se han descrito en el sistema ventricular, la hipófisis y el tronco del encéfalo; menos frecuente es la localización en el compartimento infratentorial. De forma excepcional, se han descrito casos intramedulares [8,12]. Clínicamente, se suelen presentar con sintomatología infecciosa (fiebre, astenia, pérdida de peso) a la que se añade sintomatología neurológica como cefalea, crisis epilépticas o focalidad, menos del 10% de los pacientes presentan datos de inflamación meníngea y en la mayoría de los casos no hay antecedentes de tuberculosis pulmonar. Sin embargo, en ocasiones, como ocurre en nuestro caso, pueden cursar únicamente con sintomatología neurológica sin datos infecciosos, en cuyo caso es fácil que puedan confundirse con procesos neoplásicos primarios o secundarios del SNC [13,14]. www.neurologia.com Rev Neurol 2012; 55 (5): 279-282 Tuberculoma cerebral que simula un tumor maligno En la TC, su morfología dependerá del estadio evolutivo; en la fase aguda, puede visualizarse únicamente un área hipodensa causada por la cerebritis. En el tuberculoma más evolucionado, se presentan como lesiones iso o hipodensas, que se realzan de forma intensa con contraste y que se encuentran rodeadas de edema vasogénico, tal como se ha podido observar en nuestro paciente. En la RM, se observan lesiones ocupantes de espacio iso e hipointensas en T1, que se realzan en forma de anillo y que aparecen hiperintensas en T2 y FLAIR. El patrón de difusión es útil para diferenciar los tuberculomas de otras lesiones como abscesos o tumores que pueden, en ocasiones, mostrar características similares de resonancia. En los tuberculomas, se observan diferencias entre las distintas partes que componen las lesiones quísticas (edema, sólido, quístico). El diagnóstico diferencial se debe establecer con otros procesos expansivos intracraneales como gliomas, metástasis o linfomas primarios [9,15]. El diagnóstico de los tuberculomas es en ocasiones complejo y se basa en hallazgos clínicos, bioquímicos y radiológicos. La tinción de Ziehl-Nielsen sólo detecta bacilos en el 50% de los pacientes, por lo que la reacción en cadena de la polimerasa se muestra como una herramienta útil para el diagnóstico precoz de la infección tuberculosa al detectar el ADN del M. tuberculosis. El tratamiento es fundamentalmente farmacológico y la cirugía sólo se reserva para los casos con mala respuesta terapéutica, cuando existe un incremento de la presión intracraneal o en ocasiones, como en nuestro paciente, cuando el diagnóstico de presunción corresponde a un proceso intracraneal de naturaleza neoplásica [14,16]. Figura 2. Planificación quirúrgica de la biopsia estereotáctica. 7. 8. 9. Bibliografía 10. 1. Álvarez-Castillo MC, Jonsson J, Herrera D. Evaluación del control de la tuberculosis en un área de la Comunidad de Madrid, España (1999-2004). Gac Sanit 2011; 25: 127-32. 2. Gómez-Barroso D, Rodríguez-Valín E, Flores-Segovia V, Ramis-Prieto R, Barrio-Fernández JL, Simón-Soria F. Distribución espacial de la tuberculosis en España mediante métodos geostadísticos. Rev Esp Salud Pública 2009; 83: 737-44. 3. Castro-Vilanova MD, Morin MM, Cantón R, Domingo J, Corral F, Rodríguez-García E, et al. Tuberculoma intracraneal en paciente inmunocompetente. 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Parenchymal central nervous system tuberculosis are rare in our medio and may present as a space-occupying lesion with complex neuroimaging morphology suggesting a malignant neoplasm. Definitive diagnosis was performed with neuropathological studies or with the demonstration of acid-fast bacilli in the tuberculoma. Key words. Brain tumor. Central nervous system infection. Stereotactic biopsy. Tuberculoma. Tuberculosis. 282 www.neurologia.com Rev Neurol 2012; 55 (5): 279-282