UNIVERSIDAD REGIOMONTANA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS DEVALUACIÓN, SUBVALUACIÓN E INFLACIÓN: ¿AHORRO INDUCIDO, O POLÍTICA INEVITABLE? EDGAR HUGO DORSEY DIRECTOR DE LA CARRERA DE MERCADOTECNIA DE LA UNIVERSIDAD REGIOMONTANA . UNIVERSIDAD REGIOMONTANA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS Leí en días pasados en el periódico una declaración que aparece constantemente y que mucha gente ya usa en sus pláticas cotidianas. “Hay que mantener la subvaluación del peso para que sigan incrementándose nuestras exportaciones”. ¿Pero, qué significa que el peso esté subvaluado?. El ejemplo siguiente es con fines ilustrativos y los valores son ficticios y utilizados para efectos didácticos. Para los fines del presente documento, el utilizar los valores actuales dificultaría un poco el seguimiento de los argumentos debido a los cálculos aritméticos. Supongamos que el primero de enero de 1997 el dólar vale seis pesos. También digamos que para esa misma fecha, una camisa, de las mismas características y la misma calidad, costará en México 60 pesos y en Estados Unidos su precio será de 10 dólares. Digamos asimismo que la tasa de cambio de 6 pesos por dólar es una “tasa o tipo de cambio de equilibrio”, o sea que si yo voy a Estados Unidos y cambio 60 pesos por 10 dólares, entonces me puedo comprar una camisa, y también si alguien del extranjero viene a México, y cambia 10 dólares por 60 pesos, igualmente se compra una camisa de la misma calidad (olvidemos por el momento la diferencia entre el precio de venta del dólar y su precio de compra). Se dice entonces que la tasa de cambio (o tipo de cambio) está en equilibrio porque el poder de compra de ambas monedas es igual. La inflación en ambos países tiene mucho que ver con el tipo de cambio de equilibrio, ya que si por ejemplo, en México, en 1997, la inflación estimada es de 100% anual, mientras que en Estados Unidos es de 10% en el mismo periodo, entonces al final del año, los precios de las camisas en ambos países serán distintos. Siguiendo el ejemplo, en nuestro país la camisa costará (el 31 de diciembre de 1997, o sea un año después) 120 pesos, mientras que en Estados Unidos valdrá 11 dólares (10 dólares más el 10% de inflación). En esa ocasión, si yo voy a Estados Unidos y quiero 2 UNIVERSIDAD REGIOMONTANA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS comprar una camisa, entonces tendré que pagar 66 pesos por 11 dólares, lo cual es mucho más barato que los 120 pesos que me cuesta en mi país. Por otra parte, si viene un extranjero a México y quiere comprar una camisa, tendrá que gastar 20 dólares para comprar los 120 pesos que vale la camisa, contra los 11 dólares que le costaría en su país. Se dice, en consecuencia, que un peso vale más (porque compra más), fuera del país que dentro del país, o también se dice que el peso está sobrevaluado. El caso es que vamos a dejar de vender al extranjero y compraremos más del extranjero, como resultado de que las monedas ya no tienen el mismo poder de compra. Esto hace daño al país, por lo que se tiende a corregir el problema tratando de que el poder de compra de las dos monedas sea el mismo. Una manera rápida y contundente es la de disminuir el poder adquisitivo que tiene el peso en el extranjero, o sea que se deberá igualar el poder de compra de las dos monedas quitándole valor al peso, o sea mediante una devaluación del peso. ¿Cómo se obtiene la nueva igualdad?. Simplemente se divide 120 pesos entre 11 dólares, lo que nos da 10.91 pesos por dólar, o sea lo que debe de valer el dólar para que la camisa cueste lo mismo en ambos países. Así, se vuelve nuevamente a la tasa de equilibrio. Antes de continuar, conviene dejar en claro una cosa. El tipo de cambio puede verse de dos maneras: 1.- Pesos por dólar (conocida también como forma directa de tipo de cambio). 2.- Dólar por pesos (conocida también como forma indirecta de tipo de cambio). Así, si al nuevo tipo de cambio, 1 dólar vale 10.91 pesos, entonces 1 peso vale 0.0916 dólares, o sea 9.16 centavos de dólar (1 entre 10.91). ¿Qué pasa entonces si en lugar de que el dólar cueste 10.91 pesos (su tasa de cambio de equilibrio), se decide situar su valor en 12 pesos?. 3 UNIVERSIDAD REGIOMONTANA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS Por lo pronto, decimos que el dólar, al tipo de cambio de 12 pesos, vale 10% más de su tasa de equilibrio (1.09 pesos más), por lo que si a 10.91 pesos se le aumenta el 10%, nos da los 12 pesos. Es decir, el dólar está por encima 10% más de lo que debería de valer. Esto es lo mismo que decir que el peso vale menos de lo que debería de valer, ya que a 12 pesos por dólar, el peso vale 8.33 centavos de dólar (1 entre 12), cuando en realidad su tipo de cambio de equilibrio debería ser de 9.16 centavos de dólar (1 entre 10.91). Lo anterior significa que el peso está subvaluado. ¿De qué nos sirve de que el peso esté subvaluado?. Volvamos a las camisas. Una camisa en México cuesta 120 pesos y en Estados Unidos 11 dólares. Al tipo de cambio de 12 pesos por dólar, yo tendré que pagar 132 pesos para obtener 11 dólares, o sea un 10% más de lo que me cuesta la camisa en México, por lo que no me conviene comprarla en Estados Unidos. Por otra parte, el extranjero necesita solo 10 dólares para obtener los 120 pesos que se requieren para comprar la camisa en el país, o sea le sale 1 dólar (10%) más barata que en Estados Unidos. Por lo tanto, vamos a vender (exportar) más camisas a Estados Unidos y compraremos (importaremos) menos en el extranjero. Esta es la importancia de mantener el peso subvaluado. Todo parece muy bonito, sin embargo este no es un cuento de hadas, por lo que no podemos decir que se casaron y vivieron muy felices. Hay un ligero problema que no deja dormir a mucha gente que toma las decisiones para determinar el nuevo valor del tipo de cambio de pesos por dólar. El problema es la enorme diferencia entre las tasas de inflación de México y Estados Unidos. Muchos lectores recuerdan, que hace poco tiempo (cuando se nos hizo creer que estábamos tocando las puertas del primer mundo) se hablaba de mantener la tasa de 4 UNIVERSIDAD REGIOMONTANA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS inflación del país en menos de 10% anual (la famosa tasa de inflación de 1 dígito). Esto era con la finalidad de aproximarse a las tasas de inflación de Estados Unidos y Canadá, para que de esta manera se pudiera llevar a efecto un intercambio comercial entre los 3 países, sin necesidad de ajustar constantemente la paridad del poder de compra de las monedas (devaluación), ya que México tenía (y tiene) una tasa de inflación muy elevada con respecto a los países de arriba del mapa. La diferencia en las tasas de inflación no sería tan importante, si México no tuviera que comprar al extranjero mucha materia prima y mucha maquinaria que es básica para la producción de muchas cosas que el país necesita. Lo anterior, significa que cada vez que exista una devaluación, aumentará el valor de las importaciones de la materia prima y de la maquinaria necesaria al país. En consecuencia, la producción de estos artículos costará más, y por lo tanto aumentarán los precios de venta. Y se inicia el círculo vicioso. Si aumenta la inflación, hay que devaluar y si se devalúa, se genera inflación. Mantener el peso subvaluado es una ventaja importante si los otros países lo aceptan. Adicionalmente, cabe recordar que cuando la devaluación es muy grande, la inflación también se vuelve muy grande. Entre mayor sea la devaluación, mayor será la inflación. Lo anterior debido a que se repercute el efecto de la inflación sobre las importaciones de materias primas. Por lo tanto, la subvaluación dura poco tiempo, ya que la inflación se la come. Es importante también, mencionar que cuando se habla que es necesario mantener el peso subvaluado a una determinada tasa, se quiere decir que se tiene que aumentar el monto de la devaluación en la medida en que aumenta la inflación, o sea que se inicia un proceso en el que la inflación le va abriendo camino a la devaluación para que el 5 UNIVERSIDAD REGIOMONTANA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS “sector exportador” sea más competitivo y aumente grandemente sus exportaciones por el “bienestar del país”. Argumentar que la subvaluación nos hace ser más competitivos en el exterior, es hacer trampa, porque es una manera de vender más barato ya que el dólar tiene más poder de compra que lo que en realidad debiera tener. Naturalmente, que bajo estas circunstancias, lo barato no es resultado de un incremento en la productividad, sino que su “abaratamiento” resulta de un tipo de cambio ficticio, lo que provoca distorsiones en el aparato productivo. Cabe recordar que son muy pocas las empresas que exportan en nuestro país, por lo que la concentración de ingresos por exportaciones es muy elevada. Según datos recientes (El Financiero, 23 de octubre de 1996, pag. 12), el 67.3% de las exportaciones se concentra en tres sectores: 1. Industria automotriz y de autopartes. 2. Eléctrica y electrónicos. 3. Equipo especial. Estos tres sectores engloban 720 empresas que manejan el 80% de las export aciones. Estas 720 empresas representan tan solo el 2.6% de las 28,014 empresas que exportan en nuestro país. El gobierno federal estima captar en 1996, por concepto de exportaciones, la irrisoria cantidad de 100 mil millones de dólares, lo que significa casi la deuda externa del sector público (98,485 millones de dólares al 30 de junio de 1996) y el 63.3% de la deuda total del país (157,866 millones a la misma fecha). Se prevé que el 80% de dicho ingreso provendrá de las empresas antes mencionadas. Se preguntarán dónde quedó PEMEX. La empresa de todos los mexicanos calcula exportar en 1996 entre 12 y 15 mil millones de dólares. En agosto de este año, las ventas acumuladas de la paraestatal ascendían a 7, 196 millones de dólares. 6 UNIVERSIDAD REGIOMONTANA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y ADMINISTRATIVAS Si los que exportan (y muchos que no exportan) opinan que hay que mantener el peso subvaluado, quiere decir que la devaluación debe de ser mayor a lo que debería ser. En consecuencia, la inflación será mayor a lo que debería ser. En economía esto se conoce como “subsidio cruzado”. Cuando una moneda está subvaluada, la inflación adicional que genera la subvaluación, la tiene que soportar la gente que no tiene nada que ver con las exportaciones, con tal de que el “sector exportador” aumente sus exportaciones y por lo tanto sus ganancias. Es decir, desde el punto de vista económico, existe una pérdida de bienestar general. Con tal de que las exportaciones aumenten un “poquito” más de lo que aumentarían con una devaluación menor, se genera una inflación mayor y por lo tanto la gente pierde un “poquito” más su poder adquisitivo. ¿Significa lo anterior que la política de “abaratamiento de precios” es deliberada para compensar la falta de competitividad internacional, o simplemente es una forma de captar dólares imponiendo un impuesto forzoso a la sociedad?. Los defensores del crecimiento acelerado argumentan que con la concentración del ingreso se generan mayores tasas de ahorro, lo cual es válido si los ahorros derivados de esta política se invirtieran en el país. La pregunta obligada es: ¿efectivamente los excedentes de la actividad exportadora serán invertidos en México, o se traducirán en manejos contables para consolidar pérdidas de años anteriores, con la consabida fuga de divisas por conceptos de regalías?. Al menos, el consuelo que nos queda es que los que trabajan en el sector exportador reciban un poco más de reparto de utilidades, que espero que sea mayor que la pérdida del poder adquisitivo de la demás gente, con tal de mantener el peso subvaluado. 7