BOLETÍN 6568-05 I. DESCRIPCIÓN

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BOLETÍN 6568-05
19 de junio de 2009
ISSN 0787-0415
I. DESCRIPCIÓN
REFERENCIA
: Reajusta monto del ingreso mínimo mensual, reajusta la
asignación familiar y maternal y el subsidio familiar
INICIATIVA
: Mensaje presidencial
MINISTERIOS
: De Hacienda y del Trabajo y Previsión Social
ORIGEN
: Cámara de Diputados
INGRESO
: 16 de junio de 2009
CALIFICACIÓN
: Discusión inmediata1
ARTICULADO
: 4 artículos
OBJETO DE LA INICIATIVA
1.-
Fijar, a partir del 1º de julio de 2009, el sueldo mínimo laboral en $165.000
(hasta el 30 de junio es de $159.000);
- el mínimo para mayores de 65 y menores de 18 años, en 123.176
(actualmente es de $118.690), y
- el sueldo mínimo para fines
(actualmente es de $102.558).
2.-
no remuneracionales, en $106.435
Fijar las asignaciones familiar y maternal en los siguientes montos, según el
ingreso del beneficiario:
- $6.500 para beneficiarios con ingreso mensual de hasta $170.000 y para
los beneficiarios del subsidio único familiar (ley Nº 18.020);
1
Atendida su calificación, el proyecto de ley ha sido despachado, con fecha 17 de junio de 2009, de la Cámara Revisora (el
Senado) a la Cámara de Origen, para su remisión a la Presidenta de la República para promulgación y publicación.
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- $4.830 para beneficiarios con ingreso mensual de más de $170.000 y de
hasta $293.624, y
- $1.526 para beneficiarios con ingreso mensual de más de $293.624 y de
hasta $ 457.954; sobre dicha cantidad no existe derecho a percibir estas
asignaciones.
CONTENIDO ESPECÍFICO
Artículo 1º.-
Elévase, a contar del 1 de julio de 2009, de $159.000.- a $165.000.- el monto
del ingreso mínimo mensual para los trabajadores mayores de 18 años de
edad y hasta de 65 años de edad.
Elévase, a contar del 1 de julio de 2009, de $118.690.- a $123.176.- el monto
del ingreso mínimo mensual para los trabajadores mayores de 65 años de
edad y para los trabajadores menores de 18 años de edad.
Elévase, a contar del 1 de julio de 2009, el monto del ingreso mínimo mensual
que se emplea para fines no remuneracionales, de $102.558.- a $106.435.-.
Artículo 2º.-
Reemplázase, a contar del 1 de julio del año 2009, el inciso primero del
artículo 1º de la ley Nº 18.987, por el siguiente:
"Artículo 1º.- A contar del 1 de julio del año 2009, las asignaciones familiar y
maternal del Sistema Único de Prestaciones Familiares, reguladas por el
decreto con fuerza de ley Nº 150, de 1982, del Ministerio del Trabajo y
Previsión Social, tendrán los siguientes valores, según el ingreso mensual del
beneficiario:
- De $6.500.- por carga, para aquellos beneficiarios cuyo ingreso mensual no
exceda de $170.000.-;
- De $4.830.- por carga, para aquellos beneficiarios cuyo ingreso mensual
supere los $170.000.- y no exceda los $293.624.-;
- De $1.526.- por carga, para aquellos beneficiarios cuyo ingreso mensual
supere los $293.624.- y no exceda los $457.954.-, y
Las personas que tengan acreditadas o que acrediten cargas familiares y cuyo
ingreso mensual sea superior a $457.954.- no tendrán derecho a las
asignaciones aludidas en este artículo.".
Artículo 3º.-
Fíjase en $ 6.500.- a contar del 1 de julio del año 2009, el valor del subsidio
familiar establecido en el artículo 1º de la ley Nº 18.020.
Artículo 4º.-
El mayor gasto que represente durante el año 2009 la aplicación de los
artículos 2° y 3° de la presente ley incrementará en el monto que resulte la
suma del valor neto correspondiente a que se refiere el artículo 4° de la ley
N° 20.314, y se financiará con cargo a los recursos del Tesoro Público.
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FUNDAMENTO, SEGÚN LA INICIATIVA
1.- La OIT.
La propuesta de reajuste del ingreso mínimo mensual realizada por el Ejecutivo
se enmarca dentro de las recomendaciones de la Organización Internacional del
Trabajo.
Dicha entidad ha formulado una serie de recomendaciones a los países América
Latina y el Caribe para enfrentar la crisis financiera internacional, entre ellas
merece especial mención lo señalado en materia de reglas que han de seguir los
países de la región en materia de fijación del ingreso mínimo.
En efecto, plantean que es necesario “Moderar los incrementos salariales,
procurando mantener el poder adquisitivo. En los últimos años la mayor parte de
los países ha revalorizado el salario mínimo. En este período de crisis sería
recomendable moderar esos incrementos, protegiendo el poder adquisitivo de los
salarios y consolidando la recuperación alcanzada. Al mismo tiempo, se
recomienda aumentar la fiscalización del cumplimiento con el salario mínimo.
En este período de incertidumbre sería recomendable moderar la tendencia de
sostenida revalorización y procurar mantener su poder adquisitivo. De esta
forma, se estaría consolidando la recuperación del salario mínimo alcanzada
en estos años, al tiempo que se limitarían las presiones sobre la capacidad de
pago de las empresas. En varios países se espera una caída en la tasa de
inflación como resultado de la caída en el precio en los commodities y por la
reducción en la demanda. De concretarse esta tendencia, esto beneficiaría a
los salarios reales. Durante este período, además, habrá que monitorear con
particular atención los indicadores de cumplimiento del salario mínimo, dado
que éste puede cumplir un papel fundamental durante la crisis, preservando el
poder adquisitivo de los salarios más bajos.”.
2.- Un ingreso
mínimo
razonable.
En un escenario económico caracterizado por una baja inflación (1,6%); una
tasa de desempleo que se eleva al 9,8%, y con proyecciones de caída de la
actividad económica; el ingreso mínimo mensual no puede crecer según las
aspiraciones de la CUT, que solicitó un incremento nominal del 13,2%.
Sin duda transitar hacia dicha aspiración podría provocar efectos no deseados
en materia de empleo, particularmente en las Pymes.
Este complejo escenario fue planteado a la CUT en las reuniones que
sostuvimos sobre la materia, constatando que en la difícil y excepcional
realidad económica, no obstante la disposición de ambas partes era muy difícil
la construcción de un acuerdo.
Sin embargo, tampoco creemos que el ingreso mínimo mensual deba
congelarse como plantearon algunos sectores, ya que éste cumple un
importante rol al asegurar un piso salarial, especialmente a los trabajadores
con un bajo nivel de escolaridad y capacitación.
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Es por ello que en el ánimo de conciliar las exigencias de la nueva realidad
económica, originada por la crisis, con la necesidad de resguardar el poder
adquisitivo de los trabajadores y el empleo proponemos elevar el ingreso
mínimo mensual de $159.000 a $163.000, definición consistente con el sello
de protección social de mi Gobierno y que garantiza un incremento real de
0,9%, tomando como base una inflación del 1,6%.
3.- Acuerdo con
la CUT.
En el acuerdo alcanzado el año 2008 con la CUT se convino que a partir de la
fijación del ingreso mínimo del año 2009 las materias vinculadas a la asignación
familiar y maternal serían materias de esta ley, sacándose de la ley de reajuste
de los funcionarios públicos donde se incluyó a partir del año 1999.
En este contexto, el proyecto reajusta, a contar del 1 de julio del año 2009, las
asignaciones familiares y maternal del Sistema Único de Prestaciones
Familiares y el subsidio familiar para personas de escasos recursos
establecido en el artículo 1º de la ley Nº 18.020.
La necesaria focalización con que las asignaciones familiares deben ser
entregadas a sus beneficiarios, justifica mantener la actual diferenciación por
tramos. Cabe recordar que dicha definición data del año 1990 con la ley N°
18.987, materializando así el acuerdo alcanzado, en ese entonces, entre el
Gobierno y la CUT, orientado a favorecer más a los trabajadores de menos
ingresos.
Cabe destacar que la presente iniciativa, recoge un especial esfuerzo de mi
Gobierno2 en orden a alinear el punto de corte del primer tramo de asignación
familiar con el monto fijado en el artículo 1° para el ingreso mínimo mensual
que regirá a partir del 1 de julio de 2009, permitiendo de esta manera que un
mayor universo de beneficiarios perciban el monto máximo de la asignación
familiar.
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Los fundamentos del proyecto de ley son párrafos textuales del Mensaje suscrito por la Presidenta Michelle Bachelet.
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II. COMENTARIOS DE LIBERTAD Y DESARROLLO
IMPLICANCIAS CONSTITUCIONALES
1.- Materia de ley.
Conforme al artículo 65, inciso cuarto, Nº 4, de la Constitución Política, es materia
de ley de iniciativa exclusiva del Presidente de la República, entre otras, fijar las
remuneraciones mínimas de los trabajadores del sector privado, como asimismo,
los sueldos de los trabajadores del sector público.
El proyecto fija el ingreso mínimo de los trabajadores del sector privado, los que
tendrán un aumento de remuneraciones en la medida que actualmente perciban un
ingreso inferior al nuevo mínimo que se viene fijando.
Por lo tanto, respecto del sector privado, el aumento del ingreso mínimo constituye
una materia de ley de iniciativa exclusiva presidencial, según el mismo precepto
constitucional anteriormente citado.
Respecto de las prestaciones de seguridad social, cuyos montos se vienen
reajustando, cabe señalar que su base constitucional se encuentra en el artículo
65, inciso cuarto, Nº 6, sobre materias relativas a la seguridad social, que son,
igualmente, de iniciativa exclusiva del Presidente de la República; y por aplicación
del artículo 19, Nº 18, de la Constitución, son materias que requieren para su
aprobación del voto de más de la mitad de diputados y senadores en ejercicio
(quórum calificado).
COMENTARIOS DE MÉRITO
2.- El ingreso
mínimo en
general.
Contrariamente a la percepción que pueden tener muchas personas y
especialmente los propios trabajadores, la fijación de un ingreso mínimo por ley no
es un instrumento que favorezca al sector laboral. Ello porque la remuneración es
una retribución económica en función de la productividad del trabajador y no de un
acuerdo logrado entre el Gobierno y representantes de algunos trabajadores. En
la medida que ese acuerdo no considere el factor productividad, seguramente va a
dar por resultado un ingreso mínimo que desincentivará la contratación.
Obviamente, en el acuerdo no intervienen los que se encuentran desempleados,
que son los más perjudicados por la fijación de un ingreso mínimo por ley.
Siempre será preferible percibir un sueldo insuficiente que carecer enteramente de
ingresos.
Aunque existan buenas y humanitarias intenciones detrás del salario mínimo legal,
lo cierto es que un trabajador que no tiene una productividad suficiente para ser
contratado con ese mínimo legal (lo que se da entre los que no poseen una
calificación especial) no va a encontrar empleo por ese salario fijado por ley, por lo
que, a su respecto, el ingreso mínimo no representa solución alguna. No obstante,
la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) ha mantenido invariable su política
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sobre el salario mínimo, lo que es compartido por amplios sectores políticos,
incluyendo, una vez más, al Gobierno.
Sin embargo, lo más probable es que los técnicos del Gobierno comprendan
perfectamente los efectos negativos de la fijación de un salario mínimo por ley,
sobre todo si el límite fijado es superior respecto de la productividad de los
trabajadores menos calificados. Pero el Gobierno demuestra ser sensible a la
presión de la cúpula sindical, no obstante que ésta representa mayoritariamente a
los funcionarios del sector público, quienes no se ven afectados por una ley sobre
salario mínimo, porque éste se aplica solo al sector privado. Al mismo tiempo, los
cesantes carecen de toda representatividad en las negociaciones de la CUT, que
resultan ser los más perjudicados con el establecimiento de niveles mínimos de
remuneración laboral.
3.- La negociación.
Como se sabe, la CUT demandó un reajuste inicial de 13,2%, pero en su
negociación con el gobierno logró un 2.5%, cifra cercana a la inflación
esperada. Finalmente, en el congreso, se complementa el acuerdo con la
solicitud de los parlamentarios al gobierno para que dicho aumento se eleve a
un 3,7%, alcanzando así el salario mínimo a los $165.000.
Variables que debiesen determinar los salarios, como la productividad, o los
posibles efectos del reajuste sobre el mercado laboral, no priman a la hora de
fijar el nivel del salario mínimo.
Pero la actual negociación del salario mínimo se desarrolla en un momento
delicado, dado que la crisis que aqueja nuestro país se ha sentido más
fuertemente en el mercado laboral que en otros sectores. Las cifras de
desempleo nacional alcanzan el 9,8% y en el Gran Santiago ya nos
empinamos sobre el 10%. La velocidad con que se han deteriorado las cifras
nos recuerdan el desempeño que experimentó nuestra economía durante la
crisis asiática, transcurrida la cual, nunca más tuvimos las bajas tasas de
desempleo previas a la crisis. (Ver Gráfico Nº1).
Por otro lado, es conocido el vínculo crecimiento-empleo y las proyecciones de
crecimiento para nuestra economía no son de las mejores. Las estimaciones
para este año nos presentan una contracción del 0,75% y los datos de
IMACEC, producción industrial y comercio exterior, presentados hasta ahora,
confirman que este año será altamente difícil.
Cuando se definió el último reajuste del salario mínimo, las expectativas de
inflación a 12 meses se ubicaban en 4,5% 3, 11 meses después la inflación
acumulada es 1,5% y la inflación proyectada para Junio es 0,1%, es decir, la
inflación en 12 meses será de 1,6% y no 4,5% como se pensaba. Los salarios
reales, y con ello el poder adquisitivo, subieron en un 2,9% más de lo que
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Encuesta de expectativas económicas, Banco Central, Junio 2008
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deberían de haber subido. Como consecuencia de ello, en un contexto de
salarios nominales constantes, los salarios reales seguirán subiendo,
tensionando el mercado laboral en la dirección de mayores tasas de
desempleo y de inactividad.
Otros factores.
Pero eso no es todo, modificaciones legales como la semana corrida, el
aumento obligatorio del sueldo base y la pronta incorporación de los mayores
costos asociados al seguro de invalidez y sobrevivencia 4 corresponden a
incrementos de costos adicionales, y configuran un panorama aún más
complicado para el empleo. Si consideramos el alza del 10,4% del año
pasado en el salario mínimo, el efecto de la semana corrida, que en las
empresas más afectadas se estimó cercano al 10% del total de las
remuneraciones y finalmente un alza cercana al 2% por los cambios que
regirán desde el 1 de Julio en el seguro de invalidez, vemos que el último año
ha sido más complicado para las empresas.
Gráfico N° 1
Tasa de Desempleo (I Trim 98- I Trim 2009)
14,0%
12,0%
10,0%
8,0%
6,0%
4,0%
0,0%
I
II
III
IV
I
II
III
IV
I
II
III
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I
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I
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III
IV
2,0%
1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009
Fuente: Encuesta de empleo del INE
Como es posible apreciar hay muchas variables que influyen negativamente
sobre la creación y mantención de puestos de trabajo. Un aumento del salario
mínimo apunta nuevamente a reducir la generación de nuevos empleos y a
dificultar la mantención de ellos en los sectores más afectados.
Este reajuste igual a 3,7% no se basa ni en la inflación esperada para los
próximos 12 meses, que se encuentra en 2,5%, ni en posibles ganancias en
productividad, y menos corrige por la evolución de variables de productividad y
costo como las previamente mencionadas. Es simplemente la respuesta del
Ejecutivo a una demanda por mayores salarios, desestimando los posibles
4
La ley Nº 20.255, artículo cuadragésimo séptimo, estableció que desde el 1 de Julio de 2009, las cotizaciones para financiar el
Seguro de Invalidez y Sobrevivencia será con cargo al empleador en aquellas empresas con más de 100 trabajadores. En las
empresas con menos de 100 trabajadores la cotización correrá por cuenta del empleador desde el 1 de Junio del 2011.
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efectos sobre el empleo.
4.- La CUT.
Por alta que suene la propuesta de reajuste no debiera sorprendernos, ya que
la multisindical está realizando su trabajo esto es, velar por lo que —en su
concepto— son los intereses de sus representados.
El problema radica en que cuando se cede ante las presiones de un grupo, se
perjudican los intereses de otro grupo que no está organizado y que están
siendo perjudicados en el modelo de negociación actual. Por ejemplo los
jóvenes, en los menores de 25 años, el desempleo ya supera el 22%. Si
miramos con mayor detalle los datos de la encuesta CASEN 2006, vemos que
los jóvenes menores de 25 años, que pertenecen al primer quintil tienen tasas
de desempleo cercanas al 40%, lo que implica un problema aún más grave.
Una nueva alza en el salario mínimo claramente hace disminuir las
probabilidades de que estos trabajadores encuentren un trabajo.
De hecho, los desempleados nunca han estado en la mesa de negociaciones
con la CUT y el gobierno a la hora de discutir el ingreso mínimo.
5.- Pensando en
otro modelo.
Bajo el esquema actual de negociación del salario mínimo se produce una
doble negociación, primero la CUT con el gobierno y luego la CUT busca
apoyo en su demanda en el Congreso. Este mecanismo aleja el salario
mínimo de su nivel óptimo, pues priman variables políticas y no concepciones
técnicas.
El nivel de salario mínimo no debe discutirse bajo apreciaciones políticas.
Este salario tiene sentido si se trata de hacer frente a posibles poderes
monopsónicos que tendrían algunos empleadores y no como instrumento legal
para que las familias más pobres aumenten su capacidad de consumo. La
solución a esto último es crear mayores instrumentos de seguridad social, que
focalizadamente permitan un mayor consumo a los individuos de menores
ingresos.
Es, en consecuencia, una discusión que debiera basarse en argumentos como
la relación entre la productividad observada y el salario efectivo. Pero en el
esquema actual no hay cabida para estos análisis y la discusión parlamentaria
no es apoyada por la información respectiva.
Una forma de poner fin a esta situación sería crear una Comisión de Ingreso
Mínimo para diseñar y aplicar su mecanismo de determinación y no
necesariamente para fijarlo cada año. Esta comisión sería similar a la creada
para estudiar la Reforma Previsional o la Comisión de Equidad.
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Se convocaría académicos, representantes de los trabajadores y empresarios.
La comisión estudiaría, ya sea encargando a terceros o directamente, el nivel
de productividad en diferentes grupos de la población. Para definir los grupos
se pueden considerar variables como la edad, la experiencia laboral
acumulada o el nivel de escolaridad.
En una segunda etapa la comisión verificaría la relación entre el salario
mínimo y la productividad observada, lo que daría lugar a tres casos posibles.
a) si se observa que la productividad es mayor que el salario, la comisión
tendría el deber de proponer un mecanismo de reajuste inmediato.
b) en los casos en que productividad y salario se encuentren equilibrados,
no debería intervenir la autoridad.
c) finalmente, puede darse el caso en que el salario es mayor a la
productividad, y entonces no se debiera subir el salario hasta que se produzca
el equilibrio. De lo contrario se estarán lesionando las perspectivas futuras del
grupo menos capacitado para encontrar un empleo.
La comisión deberá establecer el seguimiento de algunas variables que
permitan verificar si las relaciones salario-productividad, determinadas en el
pasado se mantienen. Cuando se produzcan desequilibrios, será necesario
reajustar los salarios. Las variables deberían ser crecimiento de la economía,
variación en el índice de precios y variación en el índice de remuneraciones
que tendría que entregarse desagregado para los distintos grupos estudiados.
Con todo, la comisión tendría la obligación de informar directamente al
Congreso entregando los resultados de sus estudios y todos los antecedentes
que permitan apoyar la discusión legislativa. De esta forma el salario mínimo
no se negociará una vez al año, sino que se ajustará cuando sea necesario.
6.- ¿Quiénes
ganan salario
mínimo?
El análisis siguiente busca identificar dónde se concentra un mayor número de
trabajadores en torno al salario mínimo, y por tanto, los sectores más
vulnerables a los efectos de los errores en la fijación del nivel óptimo. Se
incluye a los trabajadores que reciben salarios levemente superiores al mínimo
porque sus remuneraciones suelen verse afectadas por el reajuste.
Para realizar el ejercicio se han utilizado los datos de la encuesta CASEN
2006 y se ha considerado solamente a los trabajadores con jornada completa,
entre 18 y 64 años.
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Se crearon 4 rangos de ingreso ocupacional. El primer rango está compuesto
por aquellos trabajadores que reciben el salario mínimo5. El segundo rango
está compuesto por aquellos trabajadores que tienen un ingreso ocupacional
entre un salario mínimo y un salario 10% mayor al mínimo. El tercer rango
está compuesto por aquellos trabajadores que entre 1,1 salario mínimo y 1,3
salarios mínimos. Finalmente el cuarto grupo está compuesto por todos los
trabajadores que tienen un ingreso ocupacional mayor que 1,3 veces el
mínimo.
Un primer análisis nos muestra que el 11,7% de los trabajadores de jornada
completa se ubica en el primer rango, es decir reciben el mínimo y un 65% se
ubica en el último rango, con ingresos superiores a 1,3 veces el mínimo.
Posteriormente un análisis sectorial nos indica que la situación difiere de
manera importante dependiendo el sector económico en que se desempeñe el
trabajador. Por ejemplo, mientras en el sector Agricultura, Caza, Silvicultura y
Pesca el 22,9% de los trabajadores reciben un salario igual al mínimo, en
sectores como los servicios financieros solo el 3,7% de los trabajadores se
ubican en ese mismo rango. Este hecho nos permite demostrar que un alza
en el salario mínimo tendrá diferentes efectos en cada industria. El cuadro Nº1
presenta los resultados por sector económico.
Cuadro Nº 1
Porcentaje de trabajadores
en distintos rangos de ingresos
MINERÍA
INDUSTRIA
MÍNIMO
AGRO
22,9%
3,1%
7,9%
EGAS
4,2%
CONSTRUCCION COMERCIO TRANSPORTE SERV. FINANCIEROS SERV. COMU
14,3%
3,7%
8,5%
11,7%
7,1%
1,1 MINIMO
5,9%
0,3%
2,2%
1,6%
1,8%
3,2%
1,4%
0,9%
2,4%
1,3 MINIMO
39,2%
5,7%
22,5%
17,6%
21,7%
24,5%
13,8%
11,8%
14,0%
MAYOR A 1,3 MINIMO
32,0%
90,9%
67,4%
76,6%
68,0%
60,5%
77,8%
83,5%
69,4%
Total
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
100,0%
Notas:
1) Cada celda representa el porcentaje de trabajadores en un determinado sector económico que perciben un salario
por hora conforme a ese rango.
2) La clasificación de los sectores económicos corresponde a la Clasificación Industrial Internacional Uniforme (CIIU)
OEA, 1976.
Fuente: Elaboración propia con datos de la encuesta CASEN 2006
5
Dado que el salario mínimo es el valor bruto del salario y que el valor neto que reciben los trabajadores es menor, se ha
considerado que son parte de este grupo los trabajadores que reportan un salario igual al 80% del salario mínimo vigente al
tomarse la encuesta en Noviembre 2006.
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Ahora bien, si clasificamos a los trabajadores en los mismos rangos de salario,
pero a partir de sus edades, vemos que las cifras confirman lo que uno habría
esperado. Mientras en la población total el 11,7% de los trabajadores se ubica
en el primer rango de ingreso, en los trabajadores menores de 25 años dicho
porcentaje se eleva hasta un 16%. Si consideramos a los jóvenes del primer
quintil que se encuentran trabajando la cifra supera el 42%.
Cuando analizamos por nivel de escolaridad vemos que en aquellos individuos
que no asistieron a educación media, el 22% recibe un salario mínimo y
muchos otros se encuentran fuera del mercado laboral. La categoría que
incorpora a todos los que al menos terminaron la educación media nos entrega
un porcentaje de solo 3,6%.
Cuadro Nº 2
Cantidad de Trabajadores en torno al mínimo
en diferentes grupos de la población
43.413
C O N S T R UC C IO N
60.835
IN D US T R IA
71.908
M ULE R E S 1E R Q UIN T IL
95.896
C O M E R C IO
135.985
JÓVEN ES
148.698
A GR O
191.804
SER V. C OM U
247.329
S IN M E D IA C O M P LE T A
0
50.000
100.000
150.000
200.000
250.000
300.000
Fuente: Elaboración propia a partir de la encuesta CASEN 2006
7.- Situación de
la mujer.
Asimismo se estudió el efecto en la mujer y se vio que las cifras son mayores a
las observadas en el resto de la población. Por ejemplo, en las mujeres
pertenecientes al primer quintil, el 53% recibe el salario mínimo.
Finalmente, para tener una idea de las magnitudes, el Cuadro Nº 2 presenta el
número de trabajadores que se ven afectados por el salario mínimo en
diferentes grupos de la población. Para ello se han considerado la cantidad de
trabajadores con salario menor o igual a 1,1 salario mínimo. El cuadro
muestra la cantidad de trabajadores en torno al mínimo en los sectores,
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construcción, industria, comercio, Agro y Servicios Comunales.
También se consideran las mujeres del primer quintil, los jóvenes y los
trabajadores que no asistieron a la educación media. Las cifras son altas, en
algunos grupos la cantidad de trabajadores en torno al mínimo supera con
creces las 100.000 personas.
Estos hechos nos revelan que efectivamente el nivel de salario mínimo sería
restrictivo para los trabajadores más vulnerables y que cada vez que se sube
el salario mínimo estamos limitando sus oportunidades de conseguir un
empleo para estas personas.
8.-
Conclusión.
El modelo actual de negociación del salario mínimo no considera a cabalidad
cuan restrictivo es el salario mínimo en cada sector económico y para los
distintos grupos de la población.
Como resultado año tras año se sube el nivel de salario mínimo y de esta
manera se hace más difícil que muchos trabajadores encuentren un trabajo.
Puede proponerse la creación de una Comisión de Ingreso Mínimo, que tenga
el deber de entregar antecedentes técnicos que guíen la discusión legislativa
en materia de salario mínimo, en lugar de un mecanismo de presión política, lo
que resulta más delicado en años electorales.
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