New York City, 3 (inacabado), de Piet Mondrian Mondrian realizó este cuadro en su última etapa artística, la que transcurrió en Nueva York. Allí descubrió el verdadero ritmo de la vida moderna en los rascacielos, en la música de jazz y en las salas de bailes. El cuadro, como su propio nombre indica, forma parte de una serie de obras sobre la ciudad que le acogió en su exilio. La obra está inacabada; el pintor tan sólo dispuso la retícula con la que limitar los campos cromáticos y pintó apenas un par de ellos. En esta ocasión las líneas horizontales y verticales no son negras, sino también rojas y amarillas. Esto se debe a que Mondrian descubrió en Nueva York la cinta adhesiva de color (hasta entonces, en Europa, la había usado negra). Ahora, al utilizarla en la realización de sus cuadros, y al no haber acabado la obra, las cintas han asumido el papel de la pintura. Por otro lado, al observar el cruce de las líneas de colores, el pintor quiso sacar partido del particular ritmo cromático que dichas cintas le posibilitaban, el cual equiparó con el ritmo, la alegría y diversión que encontró en la ciudad de los rascacielos y de las grandes avenidas organizadas en damero. PIET MONDRIAN New York City, 3 (inacabado), 1941 Óleo sobre lienzo. 117 x 110 cm Museo Thyssen-Bornemisza El propio Mondrian se definía como pintor “realista”, pues empleaba esta palabra en el sentido más profundo y con ella quería decir que él pintaba con formas y colores esenciales con el objetivo de penetrar en las leyes del orden y de la belleza presentes en la realidad visible.