ElPaís-130812

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Parecido al `98 pero con base diferente
Igual y distinto. La economía crece fuerte, el consumo también y hay grado inversor como en
1998. Los analistas coinciden en que la economía de Uruguay está mejor preparada para un
shock
FABIÁN TISCORNIA
Fuerte crecimiento económico y del consumo, riesgo país en niveles mínimos, grado inversor de la deuda
uruguaya. Ese es el escenario actual, pero también el de 1998 previo a que comenzaran los problemas que
derivaron en una furibunda crisis.
Sin embargo, analistas consultados por El País ven bases más sólidas de la economía que en aquel
entonces.
Los ciclos en economía siguen teniendo lugar y la bonanza de hoy puede estar incubando la crisis de
mañana. Algo de eso sucedió en 1998 cuando la economía creció 4,5%, el consumo privado lo hizo al 5,6%
(con récord en ventas de autos).
Al año siguiente devaluó Brasil y empezaron los problemas para la economía uruguaya, después un ajuste
fiscal que no fue el suficiente, previsiones oficiales optimistas para la situación, la crisis argentina, los
desfalcos bancarios y en 2002 Uruguay estaba sumido en una profunda crisis, solo cuatro años después de
uno de plena bonanza.
En 2012, la economía viene creciendo al 4,2% (en los 12 meses cerrados a marzo) y el consumo lo hace a
un ritmo mayor (7,2% en los 12 meses cerrados marzo). Al igual que en 1998 la deuda uruguaya cuenta
con grado inversor y el riesgo país apenas supera los 100 puntos básicos (esto último significa que Uruguay
por colocar deuda debe pagar una tasa de interés apenas un punto más alta que la que abona Estados
Unidos, cuya deuda es considerada la más segura del mundo).
Ahora, ¿es igual la situación económica a la de 1998 como para incubar los mismos problemas?
Seis economistas consultados por El País coinciden que el país está mejor preparado que en aquel entonces,
con menos vulnerabilidades y asignan baja probabilidad a una crisis como la de 2002. Aún así, advierten por
algunos riesgos y señalan que el país no es inmune a fuertes shocks del exterior aunque los pueda enfrentar
mejor que en el pasado.
"Hay algunas similitudes, en 1998 la economía mundial estaba viendo los primeros efectos de la crisis
asiática y hoy transitamos una economía internacional que recoge cada vez más los efectos de la crisis
financiera en los países desarrollados", afirmó el socio de Deloitte, Pablo Rosselli. "En ambos casos (1998 y
2012) la moneda (uruguaya) está apreciada frente al dólar y venimos de varios años de crecimiento
económico y del consumo", agregó.
Empero, hoy "el arreglo institucional económico es totalmente diferente en el arreglo de las políticas
económicas" aseguró el gerente del Departamento de Servicios Económicos de PwC, Ramón Pampín.
Para el economista jefe de la consultora KPMG, Marcelo Sibille "en 1998 había muchos más riesgos
macroeconómicos que hoy. Estábamos más expuestos al shock externo tanto desde el punto de vista
comercial como financiero. En lo comercial, nuestros destinos de exportación estaban más concentradas en
la región de lo que están hoy día. En lo financiero, nuestra dependencia del sector bancario con Argentina
(tanto en activos como en pasivos) también era mayor".
"Desde luego eso no quiere decir que hoy no haya riesgos, pero están más diversificados lo cual por
definición es bueno", agregó. Con esa visión, coincidió el economista Javier de Haedo. "La economía esta
más diversificada tanto en nivel de actividad como en exportaciones y la deuda pública" está mayormente
pesificada", dijo.
"A su vez, el crédito al sector privado es la mitad del que había entonces en términos del Producto y está
también más pesificado", agregó.
Para el economista de Oikos, Pablo Moya también en 1998 "las vulnerabilidades de la economía eran
mayores" por una "fuerte dependencia del Mercosur, baja diversificación de exportaciones, alta dolarización
de la economía en general y de la deuda en particular y debilidad del sistema financiero".
Es que en 1998, la mitad de las exportaciones de bienes estaban concentradas en el Mercosur y hoy el
bloque representa un tercio aproximadamente.
El director del Servicio de Perspectivas Económicas y Sociales de Equipos, Alejandro Cavallo apuntó a una
diferencia clave entre los `90 y ahora: el manejo cambiario.
"Antes teníamos un régimen de tipo de cambio fijo", recordó en el que el dólar se movía en bandas de
flotación con un techo y un piso. Cuando la moneda estadounidense se acercaba al piso, el gobierno salía a
comprar dólares y cuando se acercaba al techo los vendía. Eso permitía una baja controlada del peso porque
las bandas se iban corriendo.
"Ahora tenemos un régimen de tipo de cambio flexible. Esta diferencia hace que estemos mejor preparados
ante shocks externos de tipo real. La economía tiene ahora un mecanismo de ajuste rápido" que "no estaba
presente a fines de los `90, lo que produjo una crisis del balance de pagos, con fuerte pérdida de reservas y
que terminó en la devaluación del peso", apuntó.
Rosselli señaló que hoy "estamos mejor preparados" entre otras razones porque "el dólar flota
razonablemente y hay mucho menos rigidez cambiaria".
Del lado fiscal, si bien se podría tener un "resultado mejor" (el déficit era de 1,9% del Producto en los 12
meses cerrados a junio) "el posicionamiento en cuanto al perfil de la deuda es mucho más holgado" porque
los plazos de vencimiento son más largos y la dolarización "bajó sustancialmente", indicó.
A su juicio otros factores que hacen lucir a Uruguay mejor preparado que en 1998, son que el "crédito a las
familias está prácticamente en su totalidad en moneda nacional" mientras que "a fines de los `90 estaba
dolarizado" y que el "crecimiento económico no fue orientado exclusivamente al consumo interno y a la
demanda regional, cosa que sí ocurría en los `90".
Pampín también destacó que hoy hay "objetivos de inflación que intentan ubicar la inflación por debajo de
10%".
ALGUNOS RIESGOS. Más allá de que la economía es menos vulnerable, los analistas advierten que igual hay
riesgos pero asignan baja probabilidad a que se repita una crisis como la de 2002.
"No imagino una crisis como la de 2002. El frente bancario está fuera de discusión hoy día", dijo De Haedo y
marcó que "esta vez no habría rigidez cambiaria pero sí habría rigidez salarial y del mercado de trabajo"
además de que el "déficit fiscal está alto en cresta de la ola" y "Argentina sigue siendo principal cliente" si se
toman en cuenta las exportaciones de bienes, servicios y las inversiones.
"Es difícil asignarle un evento probabilistico (a una crisis como la de 2002), pero sería reducido", afirmó
Moya.
Para Sibille es "muy baja" la "probabilidad" de "un evento de crisis al estilo de la que tuvimos hace 10 años,
lo cual no quita que podamos transitar una fase recesiva (caída de la producción) en el corto plazo en caso
de que se agudicen los desequilibrios en Europa, y Brasil y Argentina ingresen a su vez en recesión".
Cavallo coincidió en que es "bajísima" la probabilidad de una crisis al estilo 2002, pero aún así advirtió sobre
tres riesgos. Uno de ellos es que "el mercado laboral presenta mayores rigideces que a fines de los `90" y
"puede ser un condicionante para que la economía ajuste en forma más natural ante un shock externo". La
rigidez está por aumentos "sistemáticos" de los salarios reales (descontada la suba de precios) que "no han
incluido mecanismos" como la "productividad".
Otro riesgo relacionado a este es que "la economía está fuertemente indexada" lo que "implica que, ante
aumentos de la inflación, será difícil disminuir la misma sin costos importantes", agregó. Además, si bien la
situación fiscal es mejor "no deja de ser un aspecto que implica riesgos ante una desaceleración", agregó.
Para Rosselli, el país está mejor pero "no es invulnerable" y si bien "importa contar con buenos fundamentos
económicos, también hay que ver cómo responden las políticas económicas cuando aparezcan problemas".
Al igual que otros economistas mencionó la rigidez salarial, pero dijo que la rigidez cambiaria y el alto grado
de dolarización de la deuda en 1998 era "mucho más pernicioso".
Concluyó que "una crisis de la magnitud de 2002 luce poco probable" pero recordó que la misma "no
apareció de un día para el otro".
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