En cierta ocasión me comentaron que alargarse agradeciendo un

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En cierta ocasión me comentaron que alargarse agradeciendo
un regalo podía dar la impresión de que uno era capaz de
satisfacer, con tantas palabras, la deuda contraída. En el caso
de la relación del IESE con Harvard esto sería imposible, por
lo que hoy me voy a limitar simplemente a enviarles mi más
cordial felicitación, valorando su apoyo con un solitario pero
muy rotundo: Gracias.
Para todos los que formamos el IESE, ha sido un honor poder compartir algunos eventos de
celebración de nuestros respectivos “cumpleaños” con tantos amigos de HBS.
La centenaria Harvard Business School es la escuela de Management de la Harvard University.
Esta universidad fue fundada sólo 16 años después de la llegada a Plymouth de los peregrinos
del Mayflower, lo que la convierte en la universidad decana de Estados Unidos (en 1986 celebró
su 350 cumpleaños). Harvard University inició su andadura en 1636, con sólo nueve alumnos y
un profesor. En la actualidad reúne a más de 18.000 estudiantes, ha “generado” más de cuarenta Premios Nobel y cuenta entre sus graduados con siete presidentes de Estados Unidos. El
octavo es Barack Obama, un graduado de la Harvard Law School.
En el IESE estamos orgullosos de contar con un nutrido grupo de doctores por la Harvard University de todas las generaciones: desde los profesores más veteranos, ya jubilados, como Josep
Faus, hasta doctoras más recientes como Julia Prats, pasando por el autor de estos apuntes.
Somos conscientes de la magnitud de la deuda que hemos contraído con la Harvard University,
un saldo que nos resulta siempre muy difícil de satisfacer. Los profesores de Harvard Business
School nos prestaron su apoyo, ilusión y conocimiento en el lanzamiento del MBA y decidieron acompañarnos de cerca, desde entonces. Devolver tanto es más que difícil. En mi caso, he
intentado desempeñar con diligencia distintas responsabilidades. En los ochenta, fui el presidente del Harvard Business School Club de Barcelona. Abandoné este puesto en 1986, cuando
fijé en Madrid mi residencia por razones profesionales y familiares. En el año 2000, fui elegido
presidente del Harvard Club de España, cargo que conservo hasta la actualidad.
He tenido y sigo manteniendo una relación muy estrecha con la universidad. Tuve el honor de
ser invitado a la toma de posición de la actual presidenta, Drew Faust. Conozco personalmente
a dos de sus antecesores: Derek Bok y Larry Summers. En la Asamblea de Antiguos Alumnos del
IESE tuvimos la fortuna de contar con la presencia y sabiduría del segundo. El profesor Summers
realizó un análisis profundo de las causas que originaron la crisis financiera en la que todavía
estamos sumergidos. Todos tomamos buena nota de sus observaciones, de gran utilidad para
preservar nuestro patrimonio personal.
El pasado mes de septiembre tuvo lugar en Madrid el encuentro anual de los presidentes de
todos los Harvard Clubs de Europa. Fue una reunión muy estimulante, en la que tuvimos la
fortuna de contar como ponente con el profesor Jorge Domínguez, vicepresidente (viceprovost)
de la Universidad para relaciones internacionales. La historia del IESE no podría entenderse sin el
apoyo de Harvard. Y, una vez más, este respaldo también ha sido evidente en la celebración de
nuestras bodas de oro.
Eduardo Ballarín
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