Jurisdiccin: Social

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Jurisdicción: Social
Recurso de Suplicación núm. 1198/2004.
Ponente: Ilmo. Sr. D. Juan José Rodríguez Ojeda
DESPIDO IMPROCEDENTE: opción entre indemnización y readmisión: persona a quien
corresponde: opción del trabajador: pactada en convenio colectivo: desestimación:
inaplicación a despidos no disciplinarios ni a determinados colectivos: extinción de
contratos temporales celebrados en fraude de ley: Ayuntamiento de Las Palmas.
El TSJ estima el recurso interpuesto por la entidad municipal demandada contra la
Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 7 de Las Palmas, de fecha 11-06-2004, dictada en
autos promovidos en reclamación de despido, que es revocada en el sentido reseñado en la
fundamentación jurídica.
En Las Palmas de Gran Canaria, a 2 de noviembre de 2005.
La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma de
Canarias formada por los Ilmos. Sres. D./Dña. Humberto Guadalupe Hernández Presidente,
D./Dña. Mª Jesús García Hernández y D./Dña. Juan José Rodríguez Ojeda (Ponente)
Magistrados, ha pronunciado
EN NOMBRE DEL REY
la siguiente
SENTENCIA
En el recurso de suplicación interpuesto por el Ayuntamiento de Telde contra sentencia de
fecha 11 de junio de 2004 dictada en los autos de juicio núm. 294/2004 en proceso sobre
DESPIDO, y entablado por D./Dña. Fátima contra Excmo. Ayuntamiento de las Palmas de
Gran Canaria.
El Ponente, el Ilmo./a Sr./a. D./Dña. Juan José Rodríguez Ojeda, quien expresa el criterio
de la Sala.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO La única instancia del proceso en curso se inició por demanda y terminó por
sentencia, cuya relación de hechos probados es la siguiente:
I.-La actora ha prestado sus servicios en la entidad demandada, con la categoría de peón,
antigüedad de 1 de octubre de 2002 y salario de 33,15 Euros/día, notificándosele por
escrito de fecha 14-03-2003 que su relación quedaba extinguida con fecha de 31 de marzo
de 2003 por vencimiento de contrato. Dicho contrato era eventual por circunstancias de la
producción con fecha de vencimiento de 31 de marzo de 2003.
II.-La actora interpuso reclamación previa ante la demandada y demanda de despido,
decidiendo la corporación demandada reintegrar a la trabajadora por medio de telegrama
del día 24 de septiembre de 2003. La readmisión se produjo alegando la entidad
demandada que no había finalizado el objeto del mismo, notificándose de nuevo a la actora
por la demandada que su relación quedaba extinguida con efectos del 31 de marzo de 2004.
III.-La actora no es ni ha sido en el año anterior a su cese representante legal o sindical de
los trabajadores.
IV.-En fecha 10-03-2004 la actora interpuso la preceptiva reclamación previa, sin efecto.
SEGUNDO La parte dispositiva de la Sentencia de instancia dice: Que estimando la
demanda interpuesta por Doña Fátima contra el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran
Canaria, debo declarar y declaro la IMPROCEDENCIA DEL DESPIDO de la actora,
condenando a la demandada a estar y pasar por esta declaración, y a que a elección de la
misma, la readmita en su puesto de trabajo en las mismas condiciones que regían con
anterioridad al despido, o bien la indemnice con la suma de 2.237,62 Euros, condenándola
igualmente y en todo caso a que le abone los salarios dejados de percibir desde la fecha del
despido; debiendo advertir que la opción señalada, habrá de efectuarse ante este Juzgado
de lo Social en el plazo de los CINCO DÍAS SIGUIENTES, desde la notificación de la
Sentencia.
TERCERO Frente a dicha resolución se interpuso el recurso de Suplicación, que fue
impugnado de contrario
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO La actora fue contratada el 1-10-2002 por el Servicio Municipal de Limpieza
Viaria del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria por medio de un contrato de
eventual por circunstancias de la producción hasta el 31-3-2003, que luego amplió hasta 313-2004 en que fue cesada. La actora demandó por despido y la sentencia de instancia
declara dicho cese como despido improcedente y concede la opción al trabajador con base
al art. 62 c) del vigente Convenio Colectivo ( LEG 2003, 4336) , aunque no estaba incluido
en el anexo de personal ni como fijo ni como eventual que hubiera consolidado ese derecho
a opción «ad personam».
Frente a la misma se alza el Ayuntamiento demandado mediante el presente recurso de
suplicación, articulado a través de un motivo de censura jurídica a fin de que, revocada la
de instancia declare que el derecho de opción corresponde a la empresa.
SEGUNDO Por el cauce del apartado c) del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral
( RCL 1995, 1144, 1563) denuncia el Ayuntamiento recurrente la infracción del artículo 56.1
del Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) , así como el art. 62 c) del Convenio
Colectivo de empresa Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria-Servicio Municipal de
Limpieza Viaria ( BOP 1-10-2003 [ LEG 2003, 4336] ) regulador de las relaciones entre las
partes y jurisprudencia del TS ( sentencias de 12-7-1994 [ RJ 1994, 7156] , 24-11-1995 [
RJ 1995, 8765] y 30-9-1996 [ RJ 1996, 8034] )
El tema a dilucidar se limita a determinar si corresponde a la actora, personal temporal
eventual del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria el derecho de opción en un
despido declarado improcedente como ha entendido la sentencia impugnada, o por el
contrario dicho derecho de opción corresponde al Ayuntamiento.
En principio el Tribunal Supremo en sentencias de 12 de julio de 1994, 24 de noviembre de
1995, 30 de septiembre de 1996, 20 de marzo de 1997 ( RJ 1997, 2598) y 11 de mayo de
1999 ( RJ 1999, 6732) estimó que la regla del Convenio Colectivo que concede al trabajador
la opción entre readmisión e indemnización en caso de despido improcedente, no puede
alcanzar a los empleados temporales cuyos contratos se transforman en por tiempo
indefinido por irregularidades sobrevenidas durante la vida de la relación contractual, sino
únicamente a los trabajadores contratados como fijos, correspondiendo por tanto la opción
a la empresa, además de que la contratación como fijo en las Administraciones Públicas
debe cumplir los requisitos establecidos en el art. 19 de la Ley 30/1984 de 2 de agosto (
RCL 1984, 2000, 2317, 2427) de Reforma de la Función Pública y concordantes constancia
del puesto en oferta pública de empleo, y cobertura del mismo en procedimiento que
garantice los principios de igualdad, mérito, capacidad y publicidad respecto a los posibles
candidatos a su ocupación.
Sin embargo el propio Tribunal Supremo en reciente sentencia de 26 de diciembre de 2000
( RJ 2001, 1877) en un tema de despido contra una Administración Pública de un trabajador
temporal, ha considerado que «el núcleo fundamental de la concreta cuestión reside en
determinar si un precepto de Convenio Colectivo que establezca en beneficio del
trabajador indebidamente despedido que la opción entre readmisión e indemnización a él le
corresponde ha de aplicarse de forma tal que, de optarse por la readmisión, esta
indefectiblemente ha de producirse en sus propios términos, sin posibilidad de sustituir la
no readmisión por una indemnización. Y en este punto, mientras que la sentencia recurrida
admite tal posibilidad, pues entiende que las causas de ejecución de la sentencia de despido
con readmisión en sus propios términos sólo puede darse en los casos del artículo 280 LPL (
RCL 1995, 1144, 1563) , la de contraste llega a la solución contraria, pues admite que se
trata de una mejora voluntariamente asumida por la empresa en Convenio y de esa forma se
incorpora como norma a los supuestos legales en que la readmisión ha de producirse en sus
propios términos».
«Así las cosas, el artículo 67.10 del referido Convenio Colectivo ( LPV 1997, 214) aplicable
establece que "al trabajador que sea objeto de despido como consecuencia de la comisión
de una falta disciplinaria, se le garantiza el derecho a reincorporarse en su puesto de
trabajo en los supuestos de que el despido sea declarado improcedente por la autoridad
laboral competente", y sobre esta base, la sentencia de la Sala de lo Social del TSJ del País
Vasco de 26 de junio de 1998 ( AS 1998, 3742) estableció la opción entre readmisión e
indemnización en favor del trabajador. El Convenio es por tanto aplicable y se trata ahora
de definir el alcance de la garantía de reincorporación al puesto de trabajo pactada».
El problema de la fuerza vinculante de los Convenios consagrada en el artículo 37.1 CE ( RCL
1978, 2836) y su relación con las normas de derecho necesario previstas en la Ley ha sido
abordada, entre otras, en la Sentencia del Tribunal Constitucional 58/1985, de 30 de abril
( RTC 1985, 58) , en el sentido de que en «... el complejo cuadro de interrelaciones
existentes entre estos dos tipos de normas... el mandato que el art. 37.1 CE formula a la
Ley de garantizar "la fuerza vinculante de los Convenios" no significa que esta fuerza venga
atribuida "ex lege". Antes al contrario, la misma emana de la Constitución, que garantiza
con carácter vinculante los Convenios, al tiempo que ordena garantizarla de manera
imperativa al legislador ordinario. La facultad que poseen "los representantes de los
trabajadores y empresarios" (art. 37.1 CE) de regular sus intereses recíprocos mediante la
negociación colectiva es una facultad no derivada de la Ley, sino propia que encuentra su
expresión jurídica en el texto constitucional».
«La norma del Convenio entonces, constituye una fuente de la relación de trabajo [artículo
3.1 b) y 82 del Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) ]. El pacto suscrito, el
compromiso adquirido por la Administración recurrida en el artículo 67.10 del Convenio, se
incorporó como norma a las relaciones entre quienes era aplicable y pasó a formar parte de
los derechos y obligaciones recíprocos. No se debe olvidar que si el Convenio contenía una
garantía como la que el discutido precepto describe, un claro beneficio para el trabajador,
éste se pactó en un conjunto indisoluble de derechos y obligaciones que probablemente
tuvo sus contrapartidas en otros aspectos del pacto para los trabajadores afectados. Por
ello, nada debe impedir que el derecho a la readmisión en su puesto de trabajo que se
concede al trabajador injustamente despedido, se añada a las previsiones establecidas en
la Ley, pues tal fue el compromiso que la empresa adquirió voluntariamente cuando firmó el
repetido Convenio Colectivo. En consecuencia, las previsiones del artículo 280 LPL pueden
ser aplicadas cuando las partes mutua y voluntariamente deciden que lo sean en
determinados supuestos, como en este caso. No se puede decir por un lado que se garantiza
el derecho a la readmisión del trabajador improcedentemente despedido y, por otro,
cuando ha de llevarse a cabo tal incorporación, invocar la imposibilidad de hacerlo y
amparase en la limitación de supuestos del precepto que expresamente se quiso incorporar,
aunque sea de forma indirecta, a las relaciones entre las partes firmantes del Convenio. Lo
contrario sería dejar en manos de una de las partes el cumplimiento de lo pactado, lo que
equivaldría en este caso a la desaparición real de la garantía, el vaciamiento de su contenido
y la desnaturalización total del pacto».
«Por lo tanto, la doctrina correcta es la que se contiene en la sentencia de contraste, que
es la que otorga al pacto colectivo en relación con el ejercicio de la opción por parte del
trabajador a favor de la readmisión cuando de despidos no ajustados a derecho se trata, la
interpretación correcta y en consecuencia, ha de estimarse el recurso, casar y anular la
sentencia recurrida y con arreglo a lo previsto en el artículo 226 de la Ley de
Procedimiento Laboral, resolver el debate planteado en suplicación estimando el recurso de
tal clase y declarando el derecho del actor a ser integrado en su puesto de trabajo en las
mismas condiciones que regían antes de producirse el despido, sin que sea posible sustituir
tal pronunciamiento por una indemnización sustitutoria, salvo, naturalmente, que las partes
llegaran a un acuerdo en tal sentido, aplicándose, en caso de que no se diese cumplimiento al
tal mandato, las previsiones contenidas en el artículo 282 de la Ley de Procedimiento
Laboral. A tal decisión no cabe oponer que la recurrida carece de puesto de trabajo de la
categoría del actor. Se trata de un tema éste no sometido a debate en la suplicación
derivada del despido, y en todo caso, sentado en la sentencia firme de la Sala de lo Social
del TSJ del País Vasco de 23 de noviembre de 1999 ( AS 1999, 6644) que el actor estaba
vinculado por una relación laboral de carácter indefinido y que fue objeto de un despido
disciplinario improcedente, lo que procede es restituirle a esa plaza de la que fue expulsado
injustamente, máxime cuando no hay constancia de que dicha plaza se haya amortizado en
legal forma».
Esta doctrina jurisprudencial se reitera en la sentencia del TS de 5 de octubre de 2001 (
RJ 2002, 1421) en el caso del despido efectuado por un Ayuntamiento, al manifestar que la
posición de esta Sala ante dicha cuestión podía ya deducirse de sus sentencias de 12-VII94 ( recurso 121/1994 [ RJ 1994, 7156] ), 24-XI-95 ( recurso 568/1995 [ RJ 1995, 8465]
), 30-IX-96 ( recurso 83/1996 [ RJ 1996, 8034] ) y 20-III-1997 ( recurso 3305/1996 [
RJ 1997, 2598] ), en las que se manifestó, indirectamente, a favor de la validez de los
pactos colectivos que, con valor normativo y vinculante, otorgan a los trabajadores el
derecho de opción inherente a los despidos improcedentes.
«Resulta evidente que, descartada la naturaleza de orden público procesal de las normas
que regulan la opción y proclamado su carácter sustantivo y de derecho mínimo necesario
mejorable a favor del trabajador, nada obsta para que, llegado el momento de la ejecución
de la sentencia de despido y hecha la opción a favor de la readmisión, pueda extenderse la
prevención que el legislador estableció en el art. 280.1 LPL para determinados supuestos representantes de los trabajadores y despidos nulos- a favor de un colectivo distinto de
trabajadores, cuando ha sido querido y pactado por los protagonistas de la negociación
colectiva».
«Así lo señala el Ministerio Fiscal en su informe final, y así lo ha declarado ya
expresamente esta Sala en su sentencia de 26-12-2000 ( recurso 61/2000 [ RJ 2001,
1877] ) en la que, tras recordar la fuerza vinculante de los convenios, añade: la norma del
Convenio entonces, constituye una fuente de la relación de trabajo [artículos 3.1 b) y 82
del Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) ]. El pacto suscrito por la
Administración recurrida en el Convenio -se trataba del "Convenio Colectivo de Colectivos
Laborales al servicio de la Administración de la Comunidad Autónoma de Euskadi"- se
incorporó como norma a las relaciones entre quienes era aplicable y pasó a formar parte de
los derechos y obligaciones recíprocos. No se debe olvidar que si el Convenio contenía una
garantía como la que el discutido precepto describe en claro beneficio para el trabajador,
éste se pactó en un conjunto indisoluble de derechos y obligaciones que probablemente
tuvo sus contrapartidas en otros aspectos del pacto para los trabajadores afectados. Por
ello, nada debe impedir que el derecho a la readmisión en su puesto de trabajo que se
concede al trabajador injustamente despedido, se añada a las previsiones establecidas en
la Ley, pues tal fue el compromiso que la empresa adquirió voluntariamente cuando firmó el
repetido Convenio Colectivo».
«En consecuencia, las previsiones del artículo 280 LPL pueden ser aplicadas cuando las
partes mutua y voluntariamente deciden que lo sean en determinados supuestos, como en
este caso. No se puede decir por un lado que se garantiza el derecho a la readmisión del
trabajador improcedentemente despedido y, por otro, cuando ha de llevarse a cabo tal
incorporación, invocar la imposibilidad de hacerlo y amparase en la limitación de supuestos
del precepto, que expresamente se quiso incorporar, aunque sea de forma indirecta, a las
relaciones entre las partes firmantes del Convenio. Lo contrario sería dejar en manos de
una de ellas el cumplimiento de lo pactado, lo que equivaldría en este caso a la desaparición
real de la garantía, el vaciamiento de su contenido y la desnaturalización total del pacto».
Este último criterio lo ha sustentado asimismo esta Sala del TSJ de Canarias en sentencia
de 26 de mayo de 2000 ( recurso 192 /2000 [ JUR 2000, 268151] ) estimando conforme a
la sentencia del TS de 11 de marzo de 1997 ( RJ 1997, 213) que es lícita la previsión
convencional entre indemnización o readmisión ya que ello no supone vulnerar norma alguna
de orden público.
TERCERO De lo expuesto se deduce sin ningún genero de duda que el Convenio Colectivo
puede regular el derecho de opción en los casos de despido, y por lo tanto para saberse si
el trabajador tiene o no ese derecho a opción habrá que acudir en cada caso al Convenio
Colectivo vigente a la fecha del despido para determinar si le cabe o no ese derecho de
opción o por el contrario habrá que atenerse a lo dispuesto en el art. 56.1 del ET ( RCL
1995, 997) que concede la opción a la empresa.
El art. 86 del Convenio Colectivo del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria-Servicio
Municipal de Limpieza Viaria anterior a octubre de 2003 disponía lo siguiente sobre el tema
del despido y la opción: «En los casos de despidos declarados por el Tribunal competente
improcedentes o nulos, será obligatorio para el Ayuntamiento la readmisión del trabajador
a su puesto de trabajo en idénticas condiciones, salvo que este opte por la indemnización
mediante acuerdo voluntario entre las partes, con el informe vinculante del Comité de
Empresa».
Sin embargo el art. 62 del nuevo Convenio Colectivo ( LEG 2003, 4336) en vigor desde 1-102003 dispone lo siguiente:
Garantía del puesto de trabajo:
a) derecho de opción: «Los trabajadores relacionados en el anexo adjunto, tendrán el
derecho a optar entre la indemnización o la readmisión en los supuestos de despido
disciplinario declarado improcedente por los tribunales, al haber consolidado este derecho
"ad personam" mientras se encuentre en vigor su contrato vigente a la firma del Convenio
Colectivo. A 31 de diciembre de cada año se procederá de manera conjunta entre el Comité
de Empresa y la Dirección del Servicio, a la actualización de la relación contenida en el
mencionado anexo».
b) perdida del derecho de opción
c) Contratos irregulares: En los supuestos de despido declarado improcedente por
irregularidades en la contratación, la opción entre la readmisión o la indemnización
corresponderá a la empresa».
Del nuevo contenido del Convenio de 2003 se aprecia que ahora al contrario de lo que
disponía el Convenio anterior, el derecho de opción solo se tiene en los supuestos de
despido disciplinario declarado improcedente, y exclusivamente tienen ese derecho por
consolidación «ad personam», el personal fijo o temporal que se relaciona en el anexo
adjunto. En el supuesto enjuiciado el actor no fue despedido por falta disciplinaria, sino por
expiración del termino del contrato, y además no figura siquiera en las listas de dicho
Anexo por lo que carece del derecho de opción. Al haber existido irregularidad en la
contratación del actor que lo ha sido con un contrato eventual que ha superado los 6 meses
con vulneración del art. 15.1 b) del ET, entraría en juego el apartado c) del art. 62 del
Convenio y la opción correspondería a la empresa, pues la contratación en este caso como
eventual para tanto tiempo sería irregular y por tanto el cese del trabajador solo cabe
calificarlo como despido improcedente, y el derecho de opción sería de la empresa. Aquí no
se está juzgando el primer cese del actor que luego en virtud de reclamación previa
aceptada por el Ayuntamiento fue readmitido, sino que se está juzgando el último cese de
fecha 23-11-2003.
En cualquier caso como se afirma en la sentencia de esta Sala de 30 de noviembre de 2004
recurso 848/2004 ( JUR 2005, 21308) si no fuera aplicable el apartado c) del art. 62 del
Convenio no por ello la opción correspondería al trabajador pues, según Convenio, a éste
solo le corresponde en los supuestos de despido disciplinario Y es que el caso que a nuestra
consideración se somete no se contempla en el Convenio y ha de ser resuelto aplicando la
regla general del art. 56 del Estatuto de los Trabajadores, conforme a la cual en los
supuestos de despido improcedente la opción corresponde a la empresa, cual asimismo ha
confirmado esta Sala en la sentencia del recurso 697/2004 ( AS 2004, 3906) .
Vistos los preceptos legales citados, sus concordantes y demás disposiciones de general y
pertinente aplicación.
FALLAMOS
Estimamos el recurso de suplicación interpuesto por el Ayuntamiento de las Palmas de Gran
Canaria contra la sentencia de fecha 11 de junio de 2004, del Juzgado de lo Social numero
7 de Las Palmas de Gran Canaria en procedimiento numero 294/2004 seguido a instancia de
DOÑA Fátima y con revocación parcial de la sentencia recurrida estimamos en parte la
demanda, y dejamos sin efecto por contraria a derecho la opción en favor del trabajador
que el fallo de la sentencia de instancia se contempla y declaramos que corresponde a la
empresa la opción ente readmisión o indemnización, condenando a las partes a estar y pasar
por el anterior pronunciamiento, con mantenimiento del resto del contenido del fallo.
Notifíquese este Sentencia a las partes y al Ministerio Fiscal de este Tribunal Superior de
Justicia.
ADVERTENCIAS LEGALES.
Contra esta Sentencia cabe recurso de casación para la unificación de doctrina ante la Sala
de lo Social del Tribunal Supremo, que necesariamente deberá prepararse por escrito
firmado por Letrado dirigido a esta Sala de lo Social y presentado dentro de los 10 días
hábiles siguientes al de su notificación.
Además, si el recurrente hubiere sido condenado en la sentencia, deberá acompañar, al
preparar el recurso, el justificante de haber ingresado en la cuenta de Depósitos y
Consignaciones abierta en el BANESTO cta. número 3537/0000661198/2004 a nombre de
esta Sala el importe de la condena, o bien aval bancario en el que expresamente se haga
constar la responsabilidad solidaria del avalista. Si la condena consistiere en constituir el
capital-coste de una pensión de Seguridad Social, el ingreso de éste habrá de hacerlo en la
Tesorería General de la Seguridad Social y una vez se determine por éstos su importe, lo
que se le comunicará por esta Sala.
El recurrente deberá acreditar mediante resguardo entregado en el Secretaría de la Sala
de lo Social del Tribunal Supremo al tiempo de la personación, la consignación de un
depósito de 300 euros en la entidad de crédito BANESTO c/c 24100000661198/2004,
Sala de lo Social del Tribunal Supremo.
Están exceptuados de hacer todos estos ingresos las Entidades Públicas, quiénes ya tengan
expresamente reconocido el beneficio de justicia gratuita o litigasen en razón a su
condición de trabajador o beneficiario del régimen público de la Seguridad Social (o como
sucesores suyos), aunque si la recurrente fuese una Entidad Gestora y hubiese sido
condenada al abono de una prestación de Seguridad Social de pago periódico, al anunciar el
recurso deberá acompañar certificación acreditativa de que comienza el abono de la misma
y que lo proseguirá puntualmente mientras dure su tramitación.
Una vez firme lo acordado, devuélvanse las actuaciones al Juzgado de lo Social de origen
para el oportuno cumplimiento.
Así, por esta nuestra sentencia, definitivamente juzgado, lo pronunciamos, mandamos y
firmamos.
PUBLICACIÓN.-Leída y publicada fue la anterior sentencia en el mismo día de su fecha por
el/la Ilmo. Sr./a. Magistrado/a Ponente que la suscribe, en la Sala de Audiencias de este
Tribunal. Doy fe.
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