BOLETIN INFORMATIVO Nº 3 DIAGNÓSTICO DEL SECTOR HORTÍCOLA DE LA VI REGIÓN DEL LIBERTADOR BERNARDO O’HIGGINS, PARTE I Víctor Escalona C. Ing. Agr. Dr. Pablo Alvarado V. Ing. Agr. M.S. Alejandra Machuca V. Ing. Agr. Tarcila Salazar S. Lic. Cs. Agr. Hernán Monardes M. Ing. Agr. Producción Tecnificada de Hortalizas en la VI Región del Libertador Bernardo O’Higgins INTRODUCCIÓN La VI Región del Libertador Bernardo O’Higgins, ocupa el segundo lugar en la producción hortícola nacional, teniendo un gran potencial por su cercanía con Santiago y otros importantes mercados nacionales. La región concentra al 51% de la superficie nacional de cebolla temprana y de guarda, el 50,3% de la superficie de melón, el 41,5% de la superficie de sandia, el 33% de la superficie de ajo, el 30% de la superficie de tomate industrial y el 17% de la superficie de tomate de consumo fresco, entre otras (INE, 2008). Estas cifras dejan de manifiesto la gran importancia hortícola de esta región. La producción hortícola en la VI región presenta una serie de problemas tecnológicos, que son en gran medida comunes también, con otras regiones del país y que se hacen evidentes al intentar pasar desde una horticultura artesanal a una actividad profesional y tecnificada. Uno de los principales objetivos del diagnóstico del sector hortícola de la VI región fue determinar las principales deficiencias con miras a superarlas. Contáctenos: Av. Capitán Antonio Millán 669, 2º piso, oficina 10. Rancagua. Región del Libertador Bernardo O´Higgins. Teléfono: 02-9785841 / 07-9790852 www.nodohorticola.cl - http://agromonia.uchile.cl Email: [email protected] La producción de hortalizas bajo un manejo tradicional, esta asociada a rendimientos a ese nivel, sin llegar a aprovechar el máximo potencial productivo de los nuevos materiales genéticos, manejados con modernas prácticas culturales los que superarían ampliamente los rendimientos actuales, y permitirían obtener una calidad óptima del producto final. 8 1 CONCLUSIÓN ANÁLISIS DEL SECTOR HORTÍCOLA La superficie hortícola de la VI región alcanza 13.086,28 hectáreas, lo que representa casi el 14% del total nacional destinado a este rubro (INE, 2008). En general los productores y técnicos manejan sus cultivos basándose en la experiencia personal y tradicional. Quedando de manifiesto la importancia de la capacitación en el uso de nuevas técnicas de cultivo para mejorar la eficiencia productiva. De esta forma se busca aumentar la rentabilidad y sustentabilidad del negocio hortícola. Es necesario mejorar la calidad de los productos agrícolas destinados al consumidor final con el propósito de incrementar el consumo de frutas y hortalizas a nivel nacional. Las hortalizas más cultivadas en la VI región y que son abordadas por el Nodo son: zapallo temprano y de guarda, cebolla de guarda, melón, sandia, tomate consumo fresco, ajo, tomate industrial y pimiento (Cuadro 1), las que en conjunto representan más del 70% del total de superficie destinada a hortalizas en la región. Cuadro 1. Superficie por especie hortícolas y sistemas de cultivo en la VI Región. REFERENCIAS Cátedra Horticultura. 2008. Universidad de Chile. INE, 2008. VII Censo Nacional Agropecuario y Forestal 2007. Disponible en: http://www.ine.cl/canales/chile_estadistico/censos_agropecuarios/censo_ agropecuario_07.php. Consultado: enero 2009. ODEPA, 1997. Estimación de la superficie, producción y rendimiento de hortalizas por especie, temporada agrícola 1995 -1996. Fuente: INE, 2008. En tanto, la superficie bajo plástico es insignificante o inexistente en la mayoría de las especies contempladas en el proyecto. En el caso del tomate de consumo fresco, la superficie bajo plástico equivale al 8,8% del total de la superficie destinada a este cultivo (Cuadro 1). La distribución de la superficie hortícola por provincias muestra una marcada concentración en las provincias de Cachapoal (66,3%) y Colchagua (30,5%). Mientras que la provincia Cardenal Caro abarca, un 3,1% del total regional (Figura 1). Las provincias Cachapoal y Colchagua, en conjunto concentran más del 96% de la superficie hortícola regional. Cardenal Caro 3% Cachapoal 66% Colchagua 31% Figura 1: Distribución de la superficie hortícola de la región de O’Higgins. Fuente: INE, 2008 2 7 DIAGNÓSTICO DEL SECTOR HORTÍCOLA DE LA VI REGIÓN De la observación del Cuadro 4, se aprecia que la mayor proporción de las explotaciones agropecuarias en la región de O’Higgins tiene una superficie inferior a las 10 hectáreas. De ahí la importancia de enfocar las actividades del Nodo a pequeños y medianos agricultores, siendo estos agricultores los que necesitan la capacitación para lograr un aumento en su productividad. Durante dos meses se realizó el diagnóstico del sector hortícola de la VI región el que consistió en visitas a grupos de agricultores interesados en participar en las actividades del Nodo, quienes fueron sometidos a un cuestionario estructurado. De la aplicación de este instrumento se obtuvo información relativa a prácticas de manejo utilizadas, fechas de siembra o transplante, preparación de suelo y cosecha, manejo de plagas y enfermedades, control de malezas, comercialización, entre otros. Se sostuvieron, además, reuniones con Técnicos e Ingenieros Agrónomos cuya misión es la prestación de servicios de asistencia técnica agronómica, donde se evaluaron y discutieron, los problemas y dificultades del sector. De este diagnóstico se destacan según las etapas del cultivo las siguientes deficiencias: Cuadro 4. Tamaño de explotaciones agropecuarias en la VI Región. Fuente: INE, 2008. Durante los primeros meses del proyecto se visitaron y encuestados 106 agricultores en las comunas de Quinta de Tilcoco, San Vicente de Tagua Tagua, Pichidegua, Las Cabras, Malloa, Rengo, Chimbarongo, Chépica y Santa Cruz. Planificación Del total de agricultores encuestados el 92% corresponden a pequeños agricultores (<1 a < 12 há) con una superficie promedio de 4,4 há, el 8% restante corresponden a medianos agricultores (12 a < 100 há) con una superficie promedio de 37 há. 4 5 Como primera actividad, antes de comenzar con cualquier cultivo hortícola se debe realizar la planificación del cultivo, donde se decidirá la especie y variedad, la fecha de siembra o transplante, de acuerdo al momento más oportuno para llegar a mercado o a la agroindustria, la densidad de plantas a utilizar, los distanciamientos de las hileras, sistema de riego, métodos de fertilización y control de las malezas. Con la información recopilada durante el diagnóstico se pudo determinar que existe una escasa planificación de los cultivos. En general los cultivos están basados en la experiencia personal y la tradición. Preparación de suelo La preparación de suelo se realiza en su mayoría en base a araduras y rastrajes, muchas veces sin lograr una buena preparación de cama de semillas o de raíces. Esta etapa es fundamental para lograr un buen establecimiento del cultivo al asegurar el abastecimiento de agua y nutrientes provenientes del suelo que son de vital importancia para la planta. Fertilización En general no se realiza análisis de suelo, por lo tanto se desconocen las necesidades nutritivas y la disponibilidad de los elementos en el suelo. Según nuestro diagnóstico es conocida por los agricultores la importancia de realizar este análisis, pero aún así por dinero, tiempo o desconocimiento de lugares y precios del análisis, no se practica. La fertilización se practica en base a experiencias anteriores o a recomendaciones de empresas de fertilizantes o de otros agricultores. Las parcializaciones se realizan a lo largo de la temporada sin tener en cuenta las necesidades del cultivo, lo que lleva a una sobre o sub fertilización. Plagas y enfermedades Existe un escaso monitoreo de plagas y enfermedades, las aplicaciones se realizan por calendario sin una previa evaluación en campo. Existe un mínimo conocimiento de las plagas y su daño, lo que dificulta su identificación y control. En general es el vendedor de las empresas de pesticidas quién determina el producto, momento y dosis a aplicar. Control de malezas En general se realiza un control químico de antes del establecimiento del cultivo, complementado con aplicaciones de herbicidas en postemergencia y control manual, la frecuencia de estas labores dependerá de la carga de malezas que se presente en el campo durante el desarrollo del cultivo. Agroquímicos Existe un desconocimiento de los ingredientes activos y modo de acción de los agroquímios disponibles en el mercado. En general los productos son recomendados por los vendedores, otros agricultores, vecinos o amigos. Cuando los productos hortícolas son destinados a un mercado en fresco las aplicaciones se realizan según los problemas en el campo (plagas, enfermedades o malezas). Sin embargo cuando existe un contrato con la agroindustria se suele seguir un calendario de aplicaciones, esté o no presente el problema. Los productos suelen aplicarse de manera incorrecta por una falta de calibración (uso de boquillas, dosificación de los equipos). Esto provoca un control deficiente obligando a practicar reiteradas aplicaciones. Otro factor que se desconoce es el pH del agua con la cual se prepara la solución, la mayoría de los agroquímicos reaccionan con aguas duras, esto quiere decir con un pH básico (cercano o superior a 7) la estabilidad del ingrediente activo es menor, lo que se traduce en un tratamiento menos efectivo. Con agua de pH entre 2 y 4, la estabilidad del ingrediente activo es mayor. En el caso de los adyuvantes, se desconoce el tipo de acción (surfactante, adherente, penetrante, etc.) y se usan sin distinción 1. 1 Comunicación personal. Jorge Lundstedt. 2009. Gerente técnico ASP Chile. En la provincia del Cachapoal la superficie destinada a hortalizas se distribuye en las comunas de Quinta de Tilcoco (20%), San Vicente (19%), Pichidegua (12%), Las Cabras (10%), Malloa (9%) y Rengo (8%) (Cuadro 2). Cuadro 2. Superficie sembrada o plantada con hortalizas por comuna en la provincia de Cachapoal, VI Región. Riego Los aspectos más importantes de cuidar al momento del riego son la profundidad alcanzada por el agua, caudal, tiempo y frecuencia de riego. Sin embargo estos aspectos no son considerados por la mayoría de los agricultores los que riegan en función de su experiencia. Existe escasa tecnología asociada al riego, dándose poca importancia a esta labor, a pesar de ser un factor determinante en la incidencia de hongos y malezas en el cultivo, ya que al presentarse exceso de agua se dan las condiciones necesarias para la proliferación de estos. Fuente: INE, 2008. En la provincia del Colchagua la superficie se distribuye en las comunas de Chimbarongo (33%), Chépica (22%), Santa Cruz (14%) y Palmilla (9%) (Cuadro 3). Cuadro 3. Superficie sembrada o plantada con hortalizas por comunas de provincia de Colchagua, VI Región. Fuente: INE, 2008. 6 3