Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, lanza un

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Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, lanza un manifiesto la noche
del 13 al 14 de septiembre de 1923 en el que pone fin a la Constitución de 1876.
Alfonso XIII le llama a Madrid y la misma noche del 14 le encarga formar gobierno. El
Golpe de Estado de Septiembre de 1923 se prolongará hasta finales de 1929.
Las causas, para Primo la justificación, pueden encontrarse en el deterioro del sistema
de alternancia bipartidista y sobre todo del partido dominante, el conservador. En el
periodo 1917-1923, la crisis del sistema es evidente pero hay una gran resistencia a
abandonarlo (entre 1912 y 1922 hubo 19 Jefes de Gobierno). Liberales y
conservadores se fragmentan. Una vez más, como en 1912, Maura se negó a formar
gobierno y no hay nadie más entre los conservadores con garantías. Alfonso XIII no se
decide a contar con Francesc Cambó, de la Lliga Regionalista.
Una segunda causa es que la clase dominante, (el capital), ve un obstáculo en la clase
política en su afán de someter a la clase trabajadora. Las huelgas en Barcelona, son
reprimidas no ya por medios policiales, sino con pistoleros a sueldo, hallando
respuesta similar en los sindicatos.
No es un régimen fascista el que establece Primo, sino más de carácter bonapartista;
no de clase, de oligarquía. La burguesía delega el poder político, a cambio de
mantener el económico, en el Dictador.
La dictadura tiene desde su gestación una base inestable. Se apoya en una clase
social, la burguesía industrial, que no defendía un modelo político, sino de beneficios
económicos. Se benefician burguesía
industrial y agraria del proteccionismo
económico y del intervencionismo
estatal, más la primera que la
segunda.
La aceptación del pronunciamiento por
la burguesía catalana, por la alta
burguesía, la burguesía financiera; el
apoyo de la Iglesia, de las clases
medias urbanas y sobre todo de las
rurales; el apoyo tácito de los
mauristas, y silencio de los demás
(sólo Santiago Alba mostró su oposición), la abstención y
después colaboración del Partido Socialista y UGT, no
fundamentan la situación, porque cada uno mira por sus
intereses, que no son los mismos.
CNT convoca una huelga general a la que se sumará
UGT. Pero el movimiento obrero ha sido duramente
castigado tras las jornadas revolucionarias de 1917; la
resistencia no es significativa.
La guerra inacabable de Marruecos es otro factor
decisivo. Primo de Rivera pasa de una postura proclive a
abandonar elProtectorado, adoptando una solución
política, a otra totalmente opuesta, de agresividad y
dominio por la fuerza de la zona norteafricana.
Si el manifiesto hablaba del carácter provisional de la
situación, de un breve paréntesis constitucional (porque
trata de dar soluciones a problemas muy concretos y
puntuales, sin más amplias miras: Marruecos, el
pistolerismo, la revolución obrera) los hechos lo
desmentirían bien pronto. El Directorio Militar inicia una labor progresiva de
destrucción de las instituciones: el Gobierno es sustituido por la Junta Militar, la
jurisdicción militar asume muchísimas competencias de la civil (se había declarado el
Estado de Guerra); se suspende el jurado, se disuelven los Ayuntamientos y
Diputaciones, se clausuran Senado y Congreso. Toda la estructura es sustituida por
nombramientos directos del Dictador: desde Alcaldes a Gobernadores Civiles (en
realidad, Militares, con ambas funciones hasta 1924). Se prohíbe la actividad de
partidos y sindicatos, se implanta la censura.
Represión del sindicalismo radical.
EL DICTADOR
Miguel Primo de Rivera nació en Cádiz el 8 de enero de 1870, sale como alférez de la
Academia Militar de Toledo con 18 años. Con su tío el General Fernando Primo de
Rivera, se va a Cuba y Manila. Hereda el título de Marqués de Estella de su tío. Por
méritos de guerra, ascendió a General a los 42 años.
Más que ideología, en el caso de Primo de Rivera hay que hablar de ideas. Era ante
todo, militar, honesto y falto de egoísmo, con sentido del deber. Estas características
hacen que, en un primer momento, el golpe de Estado sea acogido con cierta
esperanza incluso por el radical Lerroux, el escritor Blasco Ibáñezdesde el exilio o el
filósofo Ortega y Gasset. Duró poco la confianza.
Como político, lo improvisaba todo, pues sus conocimientos eran escasos; sin cultura,
pero con inteligencia natural. Voluntarista. Intuición, populismo, de gestos por encima
de las actitudes, paternalista,
benevolente, locuaz y extrovertido.
Según Tusell, mesiánico: eleva las
charlas de café a la categoría de
principio de gobierno. Gobernó a base
de "Notas de Inserción Obligatoria"
Despreciaba a los intelectuales, que le
mostraban una realidad más conflictiva
de lo que él quería ver. Moralista
social, de frágil memoria, se
contradecía con demasiada frecuencia.
FASES DE LA DICTADURA:
1.- Directorio Militar, desde septiembre
de 1923 hasta diciembre de 1925, en el que se sientan las bases de la dominación
dictatorial. Estaba formado por 9 generales y un contraalmirante. Tras su visita a Italia
en 1924, crea la Unión Patriótica, partido político único, en realidad apolítico y con el
fin de perpetuarse en el poder.
2.- El 3 de diciembre de 1925, el Directorio Militar es sustituido por un Directorio Civil,
entrando a formar parte del gobierno ministros no militares, como Calvo Sotelo o
Aunós; el primero fracasó en su intento de recorte de privilegios fiscales de las clases
altas y el segundo sentó las bases del sindicalismo vertical.
El acoso a Cataluña, ataque a la Mancomunidad, recortando sus funciones, provocan
la firme oposición de Cambó, colaborador antes, y la Lliga Regionalista. Medidas
provocadoras, como la prohibición del uso público del catalán, o del mismo baile de la
sardana. A las causas regionalistas de esta oposición hay que añadir causas
económicas, que suman al enfrentamiento a la burguesía industrial. También es
notable el ascenso del regionalismo de izquierdas, representado por Francesc Maciá.
Incidente, efímero pero con hondo calado, fue el complot protagonizado por Maciá en
1926. La figura de Maciá y su Estat Catalá salieron reforzados.
Parte del problema sindical lo había solucionado integrando a alguno de sus miembros
en las instituciones: la ejecutiva del PSOE acepta en 1924 que Largo Caballero
participe en el Consejo de Estado. La CNT, por su parte se radicaliza y la represión es
brutal.
El Directorio Civil sufre varios intentos golpistas, pronunciamientos al modo
decimonónico. El primero, la Sanjuanada (24 de junio de 1926), encabezada por
Romanones y Melquíades Álvarez en la parte civil y los generales Valeriano Weyler,
Aguilera y Batet en la militar. Sin apoyo popular ni base social, el intento de
restablecimiento de la legalidad constitucional no paso de ahí.
También tiene oposición dentro del Ejército. El conflicto de los artilleros, a causa de un
Real Decreto de 1926 que imposibilitaba los ascensos por méritos en Artillería e
Infantería, lo zanja con la disolución del Cuerpo de Artillería.
La heredada guerra de Marruecos, el informe Picasso, definitivamente enterrado. La
situación, estaba empeorando. Pero Abd-el-Krim comete el error de atacar los
intereses franceses. Petain y Primo de Rivera acuerdan coordinar las acciones y la
guerra empieza a dar un giro decisivo.
Amparado en el final victorioso en julio de 1927, Primo trata de consolidar la institución
dictatorial mediante la creación de la Asamblea Nacional Consultiva, que el Rey le
aprueba. Una institución que no sirvió absolutamente para nada y cuyo proyecto de
Constitución no era más que una fantasía.
3.- Desde julio de 1927 hasta el final del régimen, en enero de 1930. Mientras se
mantiene una situación económica favorable, Primo mantiene sus apoyos; su política
proteccionista, el apoyo al desarrollo industrial y el fomento de las obras públicas
(ferrocarriles, carreteras, desarrollo hidroeléctrico...)
A partir de 1927, el deterioro de la economía, el notable aumento del endeudamiento
del Estado, etc., hace que el Dictador se vea abandonado por los que le auparon, la
burguesía industrial y económica. El PSOE deja de colaborar y pasa a la oposición. A
finales de enero de 1929, hay un nuevo pronunciamiento encabezado por Sánchez
Guerra, este en principio de signo conservador, pero al que se unen hasta cenetistas;
también fracasa, pero se va minando el régimen. Contribuyen a ello las revueltas
estudiantiles que culmina con el cierre de la Universidad Central y ocasiona el que
notables catedráticos renuncien a sus Cátedras. Las huelgas y manifestaciones se
prolongan hasta finales de septiembre de aquel año, hasta que finalmente el gobierno
cede. A finales de 1929 y con una importante crisis económica que provoca la dimisión
de Calvo Sotelo, Primo de Rivera ha perdido casi todos sus apoyos. En un intento
desesperado, el Dictador envía una nota a todos los Capitanes Generales y altos
mandos de las Fuerzas de Seguridad pidiéndoles que proclamen si mantienen su
confianza en él. Es un nuevo golpe de estado nominal, lo que no gusta al Rey. Los
consultados manifiestan su adhesión al Rey y a la Corona, sin aludir al Dictador. El 30
de enero, en una nueva nota Miguel Primo de Rivera, pone punto final a su Dictadura,
"por motivos de salud". Abandona España para exiliarse en París, donde poco tiempo
después (el 17 de marzo) fallecería.
El General Dámaso Berenguer formaría el nuevo Gobierno, el de la llamada
"Dictablanda"
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