Casos particulares Permitiéndome una nueva licencia, quiero agrupar en este capítulo, a modo de miscelánea, determinados grupos de casos que, con ciertas características significativas, nos han supuesto algunos "quebraderos de cabeza". Inestabilidad multidireccional con presentación traumática Dentro de este apartado hemos analizado los tres casos mencionados en el apartado de "exploración de resaltes" como falsos "resultado negativo". Tras la revisión de los datos que obraban en nuestro poder, llegamos a la conclusión de que se trataba de pacientes en los que la inestabilidad fue desencadenada de forma traumática y produjo una lesión típica de Bankart, pero que presentaban una laxitud multidireccional inherente y asintomática, tal como define en su tipo II la clasificación de inestabilidad multidireccional de Pagnani y Warren.118 Por tanto, fueron “erróneamente” diagnosticados como unidireccionales en la exploración previa a la primera intervención. Una valoración más detallada de los signos de laxitud poliarticular y de hipermovilidad de ambos hombros, nos permitió evitar este tipo de "error diagnóstico" en diecisiete casos más de nuestra serie. Ello nos permite también asegurar, como ya han hecho otros autores,4,8,10,171 que se dan más casos de IM de los que inicialmente pudiéramos sospechar. Así, en la anamnesis de estos hombros sí bien el primer episodio es de tipo traumático, referirán otros episodios posteriores de subluxación o luxación con autorreducción o reducción espontánea; la presencia de signos de laxitud poliarticular y de hipermovilidad de ambos hombros serán, por tanto, los factores que nos harán sospechar que podemos hallamos ante uno de estos casos.68,69,171 Inestabilidad con presentación de subluxación traumática sin luxación previa En estos casos se produce únicamente una subluxación, que no requiere por tanto reducción y cuya consecuencia inmediata es que el paciente experimenta un grado de dolor y limitación que no considera XXXII inicialmente en su importancia real, retrasando por ello la demanda de atención y sin necesidad de solicitar atención urgente. Corresponderían al tipo II de la clasificación descrita por Burkhead y Rockwood175 y, como todos los casos en los que predominan los episodios de subluxación, cursan con una clínica insidiosa; 20,79,168,176 frecuentemente, se confunden con cuadros de dolor cervical o de carácter subacromial como uno de nuestros casos, ya comentado.109,168,171 Como se produce la circunstancia de que este tipo de inestabilidad multidireccional puede verse en todo tipo de pacientes (deportistas, trabajadores manuales, sedentarios), en ambos sexos y en todos los grupos de edad, 168,171 nuestro error diagnóstico nos puede inducir a considerar como “rentistas” a pacientes que, presentando esta patología, han sufrido accidentes de circulación o de carácter laboral en los cuales la intensidad del traumatismo inicial fue insuficiente para producir una luxación completa; la inestabilidad la produjo un mecanismo de golpe anterior o incluso el paciente no reconoce la sensación descrita de “salir - entrar” (grupo II de la clasificación de Rowe y Zarins).79 Análogas características clínicas presenta un determinado grupo de pacientes en los que el denominador común es su actividad deportiva; no refieren antecedente traumático y presentan un cuadro doloroso referido a los tendones del manguito rotador siendo la patología una inestabilidad secundaria a micro traumatismos de repetición. 177 Siendo característico de los jugadores de béisbol americano, hemos tenido ocasión de tratar esta patología en jugadores de balonmano y de hockey. También es una característica común de estos casos su mala respuesta al tratamiento de Rehabilitación.79,178 La presencia en el estudio de Resonancia de pequeñas lesiones de tipo Hill-Sachs o de alteraciones de la señal del rodete glenoideo nos podría hacer sospechar de estos casos. Recientemente, Zaslav describe una nueva prueba diagnóstica con el objetivo de diferenciar estos cuadros dolorosos con inestabilidad subyacente de los verdaderos cuadros dolorosos de “impingement” subacromial.179 Sin embargo, será probablemente la artroscopia la que nos confirme el verdadero diagnóstico de estos sutiles casos.20,75,123 Su tratamiento será, como se ha recomendado, el de la inestabilidad, 8,20 estando, sin embargo, contraindicada (o no indicada) la realización de una sección del ligamento coracoacromial como parte de un procedimiento de descompresión subacromial.180,181 Fracasos tras cirugía previa En los casos complejos de difícil valoración, como puede tratarse de aquellos que han sido previamente intervenidos o en los que la exploración XXXIII no es suficientemente relevante, aconsejamos completarla buscando la obtención de los resaltes con control del intensificador de imágenes. 71,75,76,171,182,183 Así mismo, la valoración del DHI nos confirmará la presencia de laxitud capsular residual y, como señalan diversos autores, el fracaso en la estabilización del componente antero-inferior o inferior.48,183-195 Lesión “pequeño Bankart” Quiero por último aludir a esta lesión a la que se refieren varios autores. Existe controversia entre ellos a la hora de establecer su carácter pronóstico: mientras Savoie obtiene buenos resultados en su tratamiento mediante su reinserción simple, 13,168 el resto de los autores señalan esta pequeña desinserción capsulolabral (entre las 3 y 4 h) como un factor de riesgo,35,36,46 ya que suele presentarse en los casos de inestabilidad multidireccional con presentación traumática a los que aludíamos al principio de esta sección y, que con frecuencia, presentan una laxitud multidireccional inherente y asintomática o alteraciones de la inserción capsular o de la diferenciación de los ligamentos glenohumerales. 153,171,196,197 El propio Savoie describe esta lesión como una desinserción aislada del ligamento glenohumeral medio producida por un mecanismo de hiperextensión súbita con el brazo en rotación neutra y abducción de 45 a 90º, o bien por microtraumatismo de repetición en actividades laborales o deportivas de “brazo armado” por encima de la cabeza. 168 En su serie, ya comentada, sus excelentes resultados podrían deberse a la ausencia de signos de laxitud asociados. Nuestra experiencia con esta lesión ha sido también desafortunada. Intervinimos tres de tales casos; se les practicó una reinserción por puntos transglenoideos y los tres presentaron una recidiva de la inestabilidad en cortos períodos de tiempo. Durante la reintervención de los mismos, encontramos amplios recesos capsulares anteroinferiores mientras que la reinserción del labrum había permanecido indemne, como demuestran las secuencias de esta antigua película que os presento. (vídeo 18) En los tres casos se demostraron signos de laxitud de ambos hombros y de laxitud poliarticular. XXXIV