X. Conclusión, Bibliografía.

Anuncio
X. Conclusión, Bibliografía.
FUENTE: PSIQUIATRIA.COM. 2005; 9(3)
Fernando Ruiz Rey.
Psiquiatra
Raleigh, NC. USA
PALABRAS CLAVE: Epistemología, Maturana, Cognición, Lenguaje, Mente, Psicología, Sistema autopoiético, Biología, Filosofía,
Construccionismo.
Conclusión
Primero que nada creo necesario hacer un comentario general acerca del estilo expositivo del Dr. Maturana,
porque tal vez contribuye, tanto al impacto, como a la incomprensión de los fundamentos de su teoría. La tesis se
mueve en un nivel abstracto, sin referencia a ninguna concretidad biológica, ni psicológica; por tanto, cuando se
usan términos propios de esas disciplinas, no tienen el significado habitual. Las definiciones de los conceptos
utilizados en la tesis son con frecuencia complicadas, a lo que es preciso agregar que las explicaciones en algunos
de sus trabajos, son abstrusas y pesadas, con aparente precisión en algunos segmentos, pero con un
alambicamiento confuso en otras secciones, esenciales para la comprensión cabal de la tesis propuesta.
Desgraciadamente, el autor no hace uso suficiente de ejemplos concretos para ilustrar debidamente el complejo y
abstracto material presentado. Estas características contribuyen a una falta de claridad en las bases
fundamentales de la tesis y disminuyen la vialidad y la comprensión coherente de la teoría.
Algunos críticos del autor, como Carlos Pérez (20), en un momento de exasperación, señala que en sus trabajos el
Dr. Maturana tiende a utilizar palabras de uso cotidiano, pero le asigna significados diferentes: la comunicación no
comunica, la percepción no percibe, el amor no es un sentimiento, el significado sólo es una correlación
conductual, el consenso es sólo correlación no destructiva, las emociones son sólo disposiciones conductuales.
Para Pérez, la proposición del Dr. Maturana: “es una teoría que está construida de manera ambigua y sibilina, y
puedo considerarla responsable de la popularidad confusa y paradójica que produce.” (20)
En verdad, es arduo leer los trabajos del Dr. Maturana, su estilo es en general, abstruso y retorcido; es frustrante
por dificultar la lectura y por carecer de explicaciones sencillas y satisfactorias. Muchas veces, da la impresión de
que el estilo escogido, esconde las inconsistencias de muchas de las ideas expuestas y, que tal vez intenta
impresionar al lector. Esta situación es lamentable si se pretende que se acepte una tesis que intenta explicar el
origen biológico del lenguaje y de las cogniciones en el ser humano, reduciendo las facultades mentales a una
emergencia de acoplamientos físico-químicos de sistemas con cerebro ‘lenguajeante’.
La sección biológica de la tesis del Dr. Maturana reposa en unos pocos procesos básicos que se asumen
fundacionales para el funcionamiento de la unidad sistémica. Entre estos supuestos encontramos: circularidad de
los procesos biológicos, acoplamiento estructural (físico-químicos) y plasticidad del sistema. Estos procesos
generan la acción de la unidad biológica, que en contacto recurrente con el sistema ambiental establecen una
correspondencia estructural y generan una conducta nueva; este fenómeno de ‘recursión’ es responsable de la
emergencia del lenguaje en la interactividad consensual realizada con congéneres. Con la aparición emergente del
lenguaje, proceso no satisfactoriamente explicado (paso de lo físico-químico a lo vivencial), se entra en el mundo
humano propiamente tal; de este ‘lenguajeo’ consensual emerge la conciencia y el observador gracias a
recursiones sobre los procesos realizados y, de este modo, se va construyendo el edificio de las cualidades
características del ser humano. El lenguaje asume así, en esta tesis, las características propias de lo humano, el
lenguajear ya no es sólo lenguaje, sino vida humana en su totalidad. El Dr. Maturana rechaza la existencia de
procesos mentales como tales, se limita más bien, a describir estados presentes de ‘distinciones’ realizadas por el
observador, visualizándose a sí mismo en interacción con los demás. El ser humano queda de este modo
encerrado en el lenguajeo, base constitutiva de su condición. Todo lo existente emerge en este lenguajeo
consensual. El Dr. Maturana evita referencias a una realidad objetiva independiente del observador, con lo que la
realidad y la verdad se construyen en el ámbito del lenguajeo. Las bases biológicas iniciales propuestas se
reducen ahora a meras explicaciones sin sustento ontológico. Se puede decir que la teoría biológica del Dr.
Maturana, se disuelve a sí misma en sus propias consecuencias. La circularidad de la tesis presentada es clara, y
nace como consecuencia de la incorporación en el método de análisis, del observador interpretado según los
términos de la tesis misma.
El Dr. Maturana revisa el método científico, pero el método que presenta, sólo se asemeja en apariencia al
método científico utilizado por las ciencias de la naturaleza. La peculiaridad de este método radica en la
incorporación de el observador que se observa a sí mismo y realiza los procesos de investigación científica. Pero
este observador se integra al método, interpretado desde la teoría que supuestamente se pretende comprobar.
Con esta concepción se genera una circularidad lógico-metodológica que invalida la tesis como una proposición
científica comprobable. Con esta maniobra se elimina el cotejo con la ‘realidad’ del mundo, para quedarse
encerrado en los principios de la tesis y comprobarse a sí misma; el cotejo con la ‘realidad’, aunque sea filtrado
por la interpretación humana es esencial a toda actividad científica. Una tesis presentada de la manera que lo
hace el autor es, simplemente, imposible de refutar empíricamente, no hay posibilidad de situarse en una
perspectiva distinta del observar ya interpretado; en otras palabras, la tesis no corresponde a una proposición
científica, sino a la presentación de una ideología a aceptar en nombre de la ciencia biológica.
La tesis presentada se podría considerar como una colosal hipótesis, abstracta, compleja, y con numerosas
inconsecuencias, que necesitaría reformularse en proposiciones concretas susceptibles de ser probadas
observacional y experimentalmente, sin incorporar un observador ya interpretado en favor de la hipótesis. Pero el
Dr. Maturana no lo considera así, escribe: “Por supuesto que la mayoría del trabajo en detalle está todavía por
hacer, pero el primer paso fundamental de definir la perspectiva desde donde mirar, se ha dado.” (4:66)
Corresponde a la ciencia biológica determinar si en verdad la perspectiva ofrecida por el Dr. Maturana es fructífera
en la comprensión y en la investigación de los procesos biológicos concretos. Con respecto a sus opiniones acerca
de la naturaleza del lenguaje, de la racionalidad, de la epistemología, de la axiología, etc., en una palabra, de la
antropología que presenta, escapa del terreno de las ciencias experimentales para caer de lleno en el campo de la
especulación filosófica.
La tesis del Dr. Maturana sólo se presenta con apariencia científica, pero constituye una pieza ideológica de
carácter filosófico que pretende dar cuenta de la vida humana y de la realidad que rodea al hombre. Nos
encontramos frente a una teoría circular, constreñida por una biología especulativa, que reduce la vida humana a
un lenguajeo que sólo puede hablar de si misma, proveniente de una evolución que no pasa de ser una posible
explicación lenguajeante, suspendida en la nada, aunque paradójicamente -y contradiciendo la ‘ontología’ de la
teoría- conectada a otros seres igualmente aislados; todo lo que ocurre en este ser es de su propia construcción,
afirma el biólogo: “Todo es responsabilidad humana.” (1;12:1) “...el observador se encuentra a sí mismo como la
fuente de toda realidad.” (6:5) En verdad, estas son desoladoras afirmaciones hiperbólicas. Tampoco es posible
considerar esta tesis como un modelo biológico (más bien filosófico) del ser humano, sin compromisos ontológicos
tradicionales, sólo como un modelo eficiente y coherente; porque las, inconsistencias y profundas insuficiencias
explicativas de la complejidad del fenómeno humano, no lo permiten.
La aplicación de conceptos de la teoría de los sistemas a los organismos biológicos, como unidades autónomas y
autoreferentes, es un interesante esfuerzo por superar la limitaciones de una biología materialista, mecanicista y
unidireccional que se mostró incapaz de compensar al “vitalismo” abandonado por el espíritu modernista ya varia
décadas atrás. La teoría de los sistemas ofrece nuevas avenidas para la comprensión e investigación de los
fenómenos biológicos, sin embargo, la aplicación reduccionista de estos conceptos para explicar el origen del
lenguaje, de las cogniciones y, básicamente, de la totalidad de la vida humana, constituye una distorsión
intelectual forzada que conduce claramente a un absurdo fracaso.
En este sentido es oportuno señalar que el Dr. Maturana refuerza sus especulaciones teóricas, aludiendo a
Berkeley y Wittgenstein (4:62) y recurriendo al uso de terminología filosófica, como: “el observador hace la
siguiente afirmación ontológica: La lógica de las descripciones es isomórfica a la lógica de las operaciones del
organismo que describe.” (2;47:60) [La emergencia del lenguaje y consciencia] “revelan los fundamentos
ontológicos del dominio físico de la existencia como un dominio cognitivo limitante.” (1;I) El término ontológico es
usado frecuentemente en algunos escritos del autor, reduciendo el sentido del término a elementos de su teoría
científica. Pero el Dr. Maturana no se limita sólo al uso de esta densa terminología, hace también afirmaciones un
tanto temerarias como: “Mucho de lo que he dicho ha sido intuitivamente aceptado por los filósofos desde la
antigüedad, pero hasta ahora nadie ha propuesto una explicación que pudiera mostrar la naturaleza biológica de
la naturaleza del fenómeno de la cognición y de la realidad.” (2;48:61). También escribe: “Muchas de las
conclusiones acerca de la auto-consciencia y del conocimiento que surgen de este modo de análisis [tesis del Dr.
Maturana] han sido propuestas de un modo u otro por científicos y filósofos desde su entendimiento intuitivo, pero
nunca, por lo que se, con un fundamento biológico y epistemológico adecuado”. (4:66)
Considerada entonces esta tesis del Dr. Humberto Maturana, como una pieza fundamentalmente de carácter
filosófico, merecería ser finamente analizada con el rigor propio de esa disciplina. Pero ese no es el propósito de
este trabajo. Sólo se ha mencionado en esta revisión, que el punto de partida del autor es la experiencia ordinaria
del ser humano -observador-, y que se centra en el aspecto subjetivo-operante de la experiencia de este
observador (capacidad lingüística), desdeñado el “objeto” de la experiencia y el “material” que opera; estos
aspectos fundamentales de la experiencia espontánea, constituyen el germen de lo “otro”, aquello que se vive
como ajeno al sí mismo. Basado en las operaciones del observador, el Dr. Maturana construye una teoría del
conocimiento y fabrica una realidad que deja afuera un aspecto fundamental de la experiencia vivida: lo otro, con
que operamos y vivimos; más aún, pone entre paréntesis cualquier realidad independiente del ser humano como
caos o simplemente inexistente. De este modo, la tesis se encapsula indefectiblemente.
Los escritos del Dr. Humberto Maturana rebasan su tesis acerca del origen biológico del lenguaje y de las
cogniciones, para entrar en el terreno de la teoría de los sistemas, de la cultura, de la psicología, de la educación
y de otros aspectos de la vida humana. (17,19,21,22) Estas incursiones no han constituido el interés primario de
esta revisión. El valor que esos trabajos e ideas puedan tener, debe juzgarse desde su propio contenido, basar
esa apreciación en conexión con la tesis aquí revisada, desmerecería el valor que puedan tener de suyo, aunque
se hagan en éllos alusiones a recursión y coordinación de coordinaciones de acciones, para darles la apariencia de
ser fenómenos factibles de ser explicados biológicamente. No obstante, es prudente tener presente que, si se es
fiel a la teoría presentada por el Dr. Maturana, las ‘explicaciones’ y elaboraciones conceptuales que se realizan en
estas incursiones, no son más que lenguajeo sin sustancia, cuyo valor y veracidad, sólo se miden por veleidosas
coherencias de la experiencia y posible consenso de la comunidad consensual lenguajeante.
Bibliografía
1 Maturana, Humberto R. Ontology of Observing. The Biological Foundations of Self Consciousness and the
Physical Domain of Existence.
www.inteco.cl/biology/ontology/ooo-cl.htm
2 Maturana, Humberto (1978). Biology of Language: The Epistemology of Reality. Chapter 2 in: Millar, George A.,
Lenneberg Elizabeth (Eds). Essays in Honor of Eric Lenneberg Psychology and Biology of Languaje and Thought:
Essay in Honor of Eric Lenneberg. New Cork: Academia Press, 1978 (pp 27-63). En Dr. Randall Whitaker. Archive
Edition:
www.enolagaia.com/M78BoL.html
3 Maturana, Humberto R (1978). Cognición. Originalmente publicada: Wahrnehmung und Kommunikation. Hejl,
Peter M., Wolfram K. Koch, and Geralhard Roth (Eds.) Frankfurt: Peter Lang, 1978, pp. 29-49.
www.enolagaia.com/M78bCog.html
4 Maturana, Humberto R. (!980). Biology of Cognition. As reprinted In Autopoiesis and Cognition: The Realization
of the Living. Dordecht: D. Reidel Publishing Co., 1980, pp 5-58
www.enolagaia.com/M70-80BoC.html
5 Maturana, Humberto, R Autopoiesis, Structural Coupling and Cognition.
(Draft).
www.isss.org/maturana.htm
6 Maturana H. Reality: The Search for Objectivity or the Quest for a
Compelling Argument.
http://www.univie.ac.at/constructivism/papers/maturana/88-reality.html
7 Maturana, HR (2001). Comments on Profesor Serani’s article. Biol. Res. V.34 n. 3-4 Santiago 2001
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-97602001000300006&lng=...
8 Kuhn TS (1970). The Structure of Scientific Revolutions. Third Edition. The University of Chicago Press. 1996
9 Maturana, Humberto; Mpodozis, Jorge; Letelier, Juan Carlos (1995). Brain. Language and the Origen of Human
Mental Functions. Biological Research 28: 15-26; también en:
www.enolagaia.com/MatMpo&Let(1995).html
10 Mpodozis J, Letelier JC, Maturana H. Nervous System as a Closed Neuronal Network: Behavioral and Cognitive
Cosequenes. From Natural to Artificial Computation. Ed. José Miras, Francisco Sandoval. Tambiém:
cipres.cec.uchile.cl/~jusaenz/NSCNNBCC.HTM
11 Maturana, Humberto R (1997). Metadesign
www.inteco.cl/articulos/metadesign.htm
12 Maturana H R & Varela F (1973). De máquinas y seres vivos. Santiago. Editorial Universitaria.
13 Maturana HR; Bunnell Pille. Biophere, Homosphere, and what has to do with Bussiness?
www.solonline.org/res/wp/maturana/index.html
14 Maturana, HR; Nisis de Rezepka, S. Human Awareness: Understandig the Biological Basis of Knowledge ad
Love in Education.
members.ozemail.com.au/~jcull/articles/arteduc.htm
15 Maturana, HR; Mpodozis, J. (2000)El origen de las especies por medio de la deriva natural. Rev. Chil. Hist. Nat.
V.73 n.2 Santiago jun 2000
www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716- 078X2000000200005&lng…
16 Maturana, Humberto R (1995). The Nature of Time.
www.inteco.cl/biology/nature.htm
17 Maturana, H; Dávila Ximena. Biología del Tao o el camino del amar.
http;//www.matriztica.org/htdocs/detalle.lasso?idp=195
18 Maturana, Humberto (2001). Teoría biológica del conocimiento: La mentira y el error (entrevista). Fritzgestalt
transpersonal.
www.fritzgestalt.com/buscamaturana.htm
19 Maturana, H. (2000). Conferencia de apertura de las Jornadas del Amor en Terapia.
www.institutgestalt.com/humberto_maturana_romesin.htm
20 Pérez Soto, Carlos (1994). A Propósito de la biología del conocimiento del profesor Humberto Maturana: Un
diálogo inconcluso.
sociologia.universidadarcis.cl/perez12.htm
21 Ruiz, Alfredo B & González, Fernando (1997). Las contribuciones de Humberto Maturana a las ciencias de la
complejidad y a la psicología.
www.inteco.cl/articulos/003/texto_esp.htm
22 Maturana, H; Vignolo, C. Conversando sobre educación. Revista Perspectivas. Vol.4, N2, 2001 (249-266)
www.perspectivas.cl/ArticulosVol4-N2/249-266%2005-H.pdf
Nota: Las citas de los textos escritos en inglés han sido traducidos por el autor de estos artículos.
Descargar