16 Asamblea ...

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16ta. Asamblea
Legislativa
5ta. Sesión
Ordinaria
CÁMARA DE REPRESENTANTES
P. de la C. 2630
INFORME POSITIVO
24 de junio de 2011
A LA CÁMARA DE REPRESENTANTES DE PUERTO RICO:
Vuestras Comisiones del Trabajo y Relaciones Laborales y de Salud de la Cámara
de Representantes de Puerto Rico, previo estudio y análisis recomiendan la aprobación
del Proyecto de la Cámara 2630, con las enmiendas contenidas en el entirillado
electrónico que acompaña este informe.
ALCANCE DE LA MEDIDA
El Proyecto de la Cámara 2630 tiene el propósito de establecer las escalas de salario a ser
aplicadas a los tecnólogos médicos que laboran en el sector privado en la jurisdicción
del Estado Libre Asociado de Puerto Rico; y para otros fines relacionados.
ANÁLISIS DE LA MEDIDA
Con la intención de hacer un análisis exhaustivo de la presente medida, las Comisiones
del Trabajo y Relaciones Laborales y de Salud celebraron vistas públicas, el 1 de marzo de
2011 y el 31 de mayo de 2011; también realizó una vista ejecutiva el 1 de junio de 2011,
durante las cuales se recibieron y evaluaron los memoriales explicativos de las siguientes
entidades que cuentan con el personal especializado y vasto conocimiento en el asunto de marras:

Departamento del Trabajo y Recursos Humanos, en adelante DTRH.

Asociación de Dueños de Laboratorios, en adelante Asociación.

Colegio de Tecnólogos Médicos de Puerto Rico, en adelante CTMPR.

Coalición de Tecnólogos Médicos y Amigos del Proyecto de la Cámara 2630, en
adelante Coalición.

Cooperativa de Dueños de Laboratorios Clínicos Privados de Puerto Rico.

Asociación Puertorriqueña de Dueños de Laboratorios Clínicos Privados, Inc.
Como parte del proceso de evaluar la medida en cuestión, la Comisión convocó a
una reunión ejecutiva en fecha de 1 de junio de 2011 para recibir información y el
testimonio de 18 profesionales de la tecnología médica que laboran en el sector privado.
Esta Honorable Comisión solicitó comentarios al Departamento de Salud y no
fueron sometidos.
En su memorial explicativo sometido a la Comisión, el DTRH expresó que ha
sido consistente y ha apoyado la necesaria intervención del Estado en la
Reglamentación y el establecimiento de normas y parámetros mínimos y básicos que
mejoren las condiciones de trabajo y la remuneración de los trabajadores de la salud. El
requerimiento urgente de garantizar y proveer los más altos niveles de calidad de los
servicios médicos, ha hecho necesario que la Asamblea Legislativa de Puerto Rico
atienda los reclamos salariales y de mejores condiciones de trabajo de los servidores del
campo de la salud. La experiencia nos ha demostrado que el libre mercado por si solo
no ha sido suficiente para mejorar las condiciones de empleo de los trabajadores,
incluyendo el área de los salarios. Muestra de lo anterior es que sin la intervención del
estado no se hubiera provisto para un salario mínimo para todos los trabajadores, ello
bajo los términos del salario mínimo federal, ni se hubieran atendido las serias
deficiencias salariales de los profesionales de la enfermería.
En las situaciones y
circunstancias apropiadas, y con el propósito de adelantar el interés público, el estado
ha aprobado medidas de tipo económico, tal y como la propuesta en el P. de la C. 2630.
El DTRH destacó en su memorial que durante la consideración del proyecto de
salario mínimo para personal de enfermería, puntualizaron, como parte de su ponencia
lo siguiente y citamos “… [ al ] no existir un organismo administrativo para revisar los
salarios y los beneficios marginales , la única forma de hacer esto actualmente es mediante la vía
legislativa … Hoy hay que legislar para hacer justicia a las enfermeras , mañana , la legislatura
tendrá que atender los reclamos juntos de justicia salarial y de mejores condiciones de empleo a
los técnicos de laboratorios , técnicos de rayos x , los dietistas , nutricionistas , los terapistas, los
técnicos dentales , los sicólogos
, etc. etc. etc.
. El esquema legal vigente ha cerrado
herméticamente la posibilidad de trabajar con flexibilidad y con agilidad administrativa
concerniente a la fijación de salarios.”
Menciona el DTRH que siempre ha luchado por la protección de los trabajadores,
por su bienestar social y económico en un balance con la creación de empleos y el
bienestar económico del pueblo de Puerto Rico. Y es que el salario de los trabajadores es
el equivalente a su bienestar de vida, es el fruto del esfuerzo en el trabajo y parte
esencial del engranaje económico para la industria en que trabaja y para la economía del
país.
El DTRH fue enérgico al expresar que cree firmemente en la protección de los
derechos de los trabajadores y en la necesidad de tomar medidas para mejorar la
calidad de vida de estos. Es la aspiración del DTRH que nuestra economía sea una de
vanguardia mundial y para lograr esos objetivos, urge a que los trabajadores tengan
trabajos y salarios gratificantes, dignos y de calidad. Toda iniciativa que promueva el
desarrollo económico tiene que a su vez promover el bienestar de los trabajadores.
Dicho lo anterior, las estadísticas de empleo y salarios por ocupación en Puerto
Rico, recopiladas por el Negociado de Estadísticas del DTRH contienen el salario en
distintas industrias en Puerto Rico. Particularmente destacaron que las estadísticas del
2008 para el renglón de la industria relacionada con el cuidado de la salud señalan que
los tecnólogos médicos tenían salario promedio de $13.62 por hora. El DTRH aclaró que
este estudio se realiza a través de una muestra, que luego se proyecta a la población
general. El DTRH entendió necesario hacer esta aclaración a la luz de conocer casos de
tecnólogos médicos que se encuentran recibiendo ingresos cercanos al salario mínimo
federal $7.25.
El DTRH incluyó, como parte de su memorial, un recuento del proceso para la
implantación de la Ley Núm. 27 de 20 de julio de 2005, la cual otorga un salario mínimo
a los profesionales de la enfermería en el sector privado. La Ley Núm. 27 antes citada,
similar al proyecto al que hoy hacemos referencia, establece que el patrono tiene que
demostrar un efecto adverso nefasto en su economía para que sea exento del
cumplimiento de la Ley. También se delegó al DTRH la facultad de reglamentar el
proceso de solicitudes para eximir del cumplimiento inmediato de la Ley.
El proceso de reglamentación de la Ley Núm. 27 del 20 de julio de 2005 comenzó
varios días después de que la misma fuera aprobada y creó un comité el cual redactó un
borrador de reglamento para la interpretación e implementación de la Ley antes
mencionada. El reglamento fue radicado el 1 de marzo de 2006, por lo cual tuvo
vigencia a partir del 1 de abril de 2006. El reglamento aprobado proveyó un periodo de
noventa (90) días a partir de su vigencia para que los patronos pudieran solicitar
exención del cumplimiento inmediato de la Ley. Ese plazo venció el 29 de junio de
2006.
En cuanto al proceso de exención se refiere, se nombró un comité por el entonces
Secretario, compuesto por (a) personal de la Oficina de Revisión de Salarios, Vacaciones
y Licencia por enfermedad y (b) el Negociado de Normas del Trabajo. Este Comité
evalúo todas las solicitudes recibidas, que ascendieron a 50. De las 50 solicitudes de
exención se aprobaron 17, esto es, un 34%. Estas instituciones pudieron demostrar que
el otorgar el aumento ocasionaría un efecto nefasto en las finanzas de la empresa. En
cuanto al total de enfermeras que laboran en las mencionadas instituciones que
solicitaron una extensión, alcanzo la cantidad de 3,365 enfermeras. Al presente, dado el
hecho de que el período cubierto por las exenciones ya ha transcurrido, todos los
profesionales de la enfermería a quienes les cobija la Ley Número 27 deben estar
beneficiándose de sus términos. Así las cosas, se ha cumplido con la intención
legislativa, ello sin haber significado o evidenciado un cierre masivo de instituciones
de salud ni un disloque operacional por motivo específico del aumento salarial
dispuesto en la misma. Esta Comisión reconoce la importancia que esta realidad se
establezca dado el hecho de que, como veremos más adelante, uno de los argumentos
esbozados por los opositores a la aprobación del P. de la C. 2630 es que el aumento
salarial de alguna manera redundaría en la debacle económica de los laboratorios
clínicos en nuestra jurisdicción.
El DTRH entiende que es importante tomar medidas que le permitan fiscalizar el
cumplimiento del sector privado con lo dispuesto en el proyecto que nos ocupa. En
virtud de ello, recomienda que se incluya en el P. de la C. 2630 la obligación, en lo que
al patrono se refiere, de mantener los archivos de nómina y hacerlos disponibles
mediante solicitud del DTRH para realizar las inspecciones necesarias para asegurar el
cumplimiento con los salarios mínimos establecidos.
La Asociación de Dueños de Laboratorios por su parte no endosa la medida. Sin
embargo, estuvo de acuerdo en que el tecnólogo médico constituye el pilar fundamental
de la red del cuidado de la salud y que la protección de la salud del pueblo es uno de los
intereses más apremiantes y constituye un ente esencial en el sistema.
Expuso que los laboratorios clínicos son una parte indispensable del diagnóstico
clínico pero que a pesar de que el 70% de la toma de decisiones médicas se hace
utilizando el análisis clínico, al laboratorio no se le ha dado la importancia que se merece
y no se ha valorado el esfuerzo que estos realizan.
La Asociación opinó que no existe insuficiencia de tecnólogos médicos que existe
exceso de laboratorios.
La Asociación entiende que el proyecto es detrimental para la industria.
La Asociación presentó una segunda ponencia en vista pública celebrada el 31 de
mayo de 2011. Dicha ponencia, en lo pertinente, expone varias razones que a su juicio
alegadamente impiden que los laboratorios clínicos cumplan con el salario mínimo a
establecerse mediante el P. de la C. 2630. Estas razones incluyen las siguientes:
1. Las tarifas que pagan las aseguradoras a los laboratorios clínicos son establecidos por
las aseguradoras. Conforme a la información brindada, las aseguradoras
alegadamente han reducido el pago a los laboratorios clínicos.
2. Ha ocurrido lo que denominan como una “autorización y proliferación de certificados de
necesidad y conveniencia para laboratorios clínicos”.
3. Una alegada reducción en el número de pruebas ordenadas
4. Aumentos en el costo de operación de los laboratorios.
Por su parte, la Cooperativa de Dueños de Laboratorios Clínicos Privados de
Puerto Rico también se opuso a la medida. En su ponencia, vertida en vista pública del
31 de mayo de 2011, la Cooperativa fundamentó su oposición en las siguientes
consideraciones:
1. La economía local se ha desacelerado desde los años sesenta.
2. La economía de Puerto Rico se ha mantenido en crecimiento negativo.
3. La economía de Puerto Rico compara negativamente con la de los Estados Unidos.
4. El salario del tecnólogo médico en Puerto Rico es adecuado al ubicarlo dentro del
contexto del salario promedio en Puerto Rico.
5. El salario del tecnólogo médico es comparable al de otros empleados de preparación
similar.
6. Existe un exceso en la oferta de tecnólogos médicos, por lo cual no se hace necesario
un aumento salarial para asegurar la disponibilidad de estos profesionales en nuestra
jurisdicción.
Por su parte, el CTMPR, endosó el Proyecto de la Cámara 2630.
El CTMPR, explicó que entre sus funciones se encuentra brindar educación
continua gratuita a todos sus colegiados, ofrecen servicios de salud y clínicas gratuitas a
la población, entre otros numerosos servicios. Por treinta y ocho años, su institución ha
promovido y defendido la profesión de la tecnología médica en el país en aras de
proteger la salud del pueblo puertorriqueño. Al igual que el Estado, creen firmemente
que la salud de nuestro pueblo está revestida del más alto grado de interés público y no
es una cuestión de negocios.
Indicó que el proyecto en cuestión va dirigido a establecer unas escalas salariales
justas y un mejoramiento significativo de las condiciones de trabajo a favor de la clase
profesional de los tecnólogos médicos que laboran en esta jurisdicción. De esta manera,
se asegura el acceso a la población a los servicios de análisis clínico vital y desacelera el
éxodo de estos profesionales a otras jurisdicciones. Son de opinión que este proyecto
persigue un noble objetivo que redunda en la protección de la salud pública.
Reseñó que el tecnólogo médico es el único profesional de la salud que está
autorizado por ley para llevar a cabo todos aquellos análisis de laboratorios clínicos con
miras a que la información obtenida pueda ser utilizada de manera confiable por la
clase médica, para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades y demás condiciones
de salud del paciente. En cada diagnóstico y tratamiento de enfermedades o
condiciones, en el control de calidad de productos y servicios, así como en la medicina
preventiva intervienen uno o más tecnólogos médicos. Así mismo, es el único
profesional de la salud autorizado por ley para preparar las unidades de sangre y otros
componentes sanguíneos tan necesarios para nuestras salas de emergencias y salas de
operaciones de los hospitales públicos y privados de Puerto Rico. Además de lo antes
dicho, las farmacéuticas, hospitales y laboratorios clínicos necesitan de tecnólogos
médicos para poder brindar un servicio de salud de excelencia al pueblo. Inclusive, la
calidad del agua, de los fármacos y el buen funcionamiento de los equipos para la
detección del uso de sustancias controladas y el alcohol dependen de la destreza y
aportación de estos profesionales. Afirman que los tecnólogos médicos son los ojos y
oídos del médico, de la industria en general y de la salud como pilar de la seguridad de
nuestro país.
Señaló que en términos de preparación académica, al aspirante y eventual
tecnólogo médico se le requiere un alto grado de rigurosidad. El aspirante tiene que ser
admitido a la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad concernida, la misma
facultad en la cual se prepara a los futuros doctores en medicina, dentistas,
farmacéuticos, químicos, físicos, etc. Sus estudios no quedan ahí. Luego de graduarse,
tiene que ser admitido al programa de tecnología médica para recibir la más estricta e
intensiva preparación teórica y práctica en el campo. Por último, debe revalidar el
examen de la Junta Examinadora de Tecnólogos Médicos o el examen de la “American
Society of Clinical Pathologists, Board of Registry” (ASCP) para luego tomar treinta y
seis (36) créditos de educaciones continuas cada tres (3) años. Por su preparación y
dominio de dos idiomas, los tecnólogos médicos de Puerto Rico son bien cotizados y
codiciados por los diversos mercados de los estados de la unión. Año tras año, decenas
de hospitales e industrias estadounidenses vienen a Puerto Rico a reclutarlos con
contratos bien remunerados y con incentivos inigualables para que se incorporen a la
fuerza laboral de los estados.
Manifestó que tal y como surge de la Exposición de Motivos del P. de C. 2630,
para el año 2007 el salario promedio del tecnólogo médico en los Estados Unidos era de
$24.87. En Puerto Rico era de $12.87. Según el Departamento del Trabajo Estatal, para
el 2008, ese salario por hora descendió a $12.55.
Según el Colegio de Tecnólogos
Médicos, el salario por hora es de $12.12. Otras estadísticas alarmantes fueron las
siguientes:
A. Para el 2003, los tecnólogos con menos de 4 años de experiencia componían el 32.9%
de la totalidad de ellos en esta jurisdicción. En el 2009, el por ciento se redujo al
11.14%.
B. Ha habido un marcado incremento en los tecnólogos con 20 o más años de
experiencia. Para el 2003, constituían el 13.49%. Ya en el 2009, la cifra prácticamente
se triplicó al 37.4%.
C. El salario actual por hora en la zona metropolitana es de $14.00. En la región Norte
es de $12.25. En el Sur es de $12.00 y en el Oeste $10.30. Para el año 2003, el salario
por hora era de $11.00, $9.25, $10.00 y $8.50, respectivamente.
Por tanto, el
incremento salarial por hora en los últimos seis (6) años ha sido de $3.10, $3.20, $2.00
y $1.80, respectivamente. Esto equivale a un aumento anual por hora de $0.47, $0.49,
$0.30 y $0.27 en ese orden.
D. Para el 2003, el 61.9% de los tecnólogos médicos en Puerto Rico se encontraban entre
las edades de 31-50 años. Ya en el 2009, ese promedio aumentó a un 64.0%.
Especificó que la situación antes descrita ha provocado que surjan circunstancias
que han puesto en precario la profesión de la tecnología médica y por consiguiente, la
salud del pueblo puertorriqueño. El éxodo actual de nuestros tecnólogos hacia otras
jurisdicciones de los Estados Unidos se ha convertido en una situación cotidiana. Las
solicitudes de tecnólogos médicos por vacantes sin cubrir aumentan y se perpetúan en
la prensa escrita y en los tablones de nuestro Colegio. Los restantes programas de
tecnología médica que aún funcionan tienen una constante merma anual de solicitudes
en sus matrículas. Una parte sustancial de los que están ejerciendo han optado por
continuar estudios en otras profesiones. La edad promedio del tecnólogo médico que
labora como tal se ha elevado a cuarenta y un (41) años cuando en el 2003, rondaba por
los treinta y nueve (39) años.
Afirmó que este proyecto que está ante la consideración de esta distinguida
Comisión ya tiene su precedente en la Ley Núm. 27 del 20 de junio de 2005, conocida
como la “Ley para Establecer un Salario Mínimo para los Profesionales de la Enfermería
en el Sector Privado” y la Ley Núm. 24 del 19 de julio de 2005, conocida como “Ley para
establecer las Escalas de Salario de Enfermeras en el Servicio Público”. Enfatizó que en
este momento son los mismos reclamos de justicia salarial que invocaban en aquel
momento sus hermanos y hermanas de la profesión de enfermería y que les motivó a
impulsar la aprobación de los aludidos estatutos, son los mismos reclamos de su clase
profesional.
Explicó que el Proyecto de la Cámara 2630 separa el sector privado del servicio
público y busca que se establezcan unas escalas salariales exclusivamente para ese
sector. Dos razones fundamentan esa división: Primero, porque los tecnólogos médicos
del sector privado son los más numerosos y los más castigados en términos de salarios.
Según las estadísticas antes mencionadas, la diferencia salarial entre el servicio público
y el sector privado es abismal: en base a la ponencia y los documentos brindados por el
Departamento de Salud, un tecnólogo médico que va a emplearse en el servicio público
tiene asignada una escala de retribución salarial de $2,356 - $3,416 mensuales. Durante
un periodo probatorio de seis a ocho meses, el tecnólogo médico I devenga $1,676-2,274;
tecnólogo médico II , $1,830 - $2,483; tecnólogo médico III , $2,014 - $2,851; tecnólogo
médico IV, $2,344 - $3,320; tecnólogo médico V, $2,471-$3,651 y finalmente el tecnólogo
médico VI, $2,604 - $3,848. Según el Departamento del Trabajo de Puerto Rico, para el
2007 el promedio se encontraba en $2,008. Las estadísticas del 2009 del Colegio indican
que el salario promedio se encuentra en $1,939 mensuales. Si excluimos la zona
metropolitana, los salarios se desglosan de la siguiente manera; $1,960 mensuales en la
zona norte, $1,920 mensuales en la zona sur y $1,648 mensuales en la zona oeste. Si
consideramos que el promedio de edad actual del tecnólogo médico en el sector privado
es de 41 años, con no menos de veinte (20) años de experiencia, podemos ver con
claridad el oscuro panorama salarial que estos profesionales de la salud han tenido que
enfrentar por décadas. Como cuestión de hecho, muchos de estos patronos tienen como
práctica no considerar los años de experiencia del tecnólogo médico al momento de
reclutarlos, y les ofrecen un salario estándar que a duras penas sobrepasa los $1,600
dólares mensuales. El segundo fundamento obedece a la precaria situación fiscal del Estado. El
Colegio reconoce que esta Legislatura, así como la Rama Ejecutiva, está realizando grandes
esfuerzos para cuadrar el déficit gubernamental. Aún cuando las escalas propuestas en el
Proyecto 2630 no harían mucha diferencia en la escala de retribución salarial del Departamento
de Salud, estamos consientes del impacto al fisco y que tal acción iría en contra de la política
gubernamental de emergencia que está llevando a cabo el Gobierno.
Enfatizó que el Colegio de Tecnólogos Médicos no obtiene beneficio económico
alguno ni tiene ningún otro interés que la búsqueda de la justicia salarial de la clase
profesional que representa, como una prueba fehaciente de lo genuino de su reclamo.
Su único beneficio es la satisfacción y estabilidad económica de nuestros ya maltrechos
colegiados.
En resumen, el P de la C 2630 es, a su entender, un proyecto atemperado a la
actualidad de hoy, gracias a las experiencias obreras de los enfermeros y enfermeras
que laboran en nuestra jurisdicción, y del insumo recibido por parte de los sectores a
favor y en contra en aquel entonces.
Destacó que el Colegio de Tecnólogos Médicos de Puerto Rico trabaja para todos.
Es por ello que reconoce la suma importancia de los laboratorios y hospitales como
talleres de trabajo profesional del tecnólogo médico en beneficio de la salud de los
ciudadanos, y la primera línea de servicios médicos para nuestro pueblo. Y es por ello
que sus esfuerzos no se han limitado a impulsar un proyecto de ley que establezca una
justicia salarial para los tecnólogos, sino también para que se logre la estabilidad
económica a largo plazo para los hospitales y laboratorios.
Finalmente, indicó que de no aprobarse el P. de C. 2630, se pondrá en
irremediable peligro la salud de nuestro pueblo. El Estado tiene la plena facultad y el
poder inherente de regular el comercio si éste funciona en perjuicio del interés público.
La salud pública esta revestida del más alto grado de interés público. Por tanto, apeló a
ese poder inherente del Estado de regular el comercio en aras de impedir el colapso de
los servicios de salud de Puerto Rico.
De otra parte, la Coalición “Tecnólogos Médicos y Amigos del Proyecto de la
Cámara 2630”, expuso que han sido parte integral de la lucha para que se apruebe una
ley que establezca unas escalas salariales justas para los tecnólogos médicos en Puerto
Rico, de acuerdo a su preparación y experiencia. Su grupo está compuesto de
tecnólogos médicos de todo Puerto Rico y de aquellos que emigraron a los Estados
Unidos en busca de mejores condiciones de trabajo. A través de su Coalición, han
hecho público las condiciones salariales deplorables en que se encuentra su profesión y
el peligro que esto representa para los servicios de salud de Puerto Rico. Entienden que
son un grupo representativo de los salarios que devengan por su trabajo. Y una vez más
están expresando su apoyo al Proyecto de la Cámara 2630.
Expuso que los tecnólogos médicos son los profesionales encargados de llevar a
cabo los análisis de laboratorios a los pacientes. Con los resultados de estos análisis, el
médico se encarga de identificar la enfermedad del paciente y darle el tratamiento
correcto. No todo el mundo puede llevar a cabo este trabajo. Para eso se prepara al
tecnólogo médico. La calidad y profesionalismo en los servicios que brindan es tan
buena que el mismo Departamento de Salud prohíbe que cualquier otra persona que no
sea tecnólogo médico, pueda realizar pruebas de laboratorio clínico. La reglamentación
de Puerto Rico en cuanto a este asunto es igual a estados grandes como Nueva York,
California, Minnesota, Pennsylvania y Florida, entre otros. Pero no ocurre así con los
salarios que nos pagan en Puerto Rico.
Revisaron la página del Departamento del Trabajo Federal (www.bls.gov). Los
datos que ofrece esa página les hacen pensar si debemos irnos o dejar la tecnología
médica:
Occupational Employment and Wages May 2009
29-2011 Medical and Clinical Laboratory Technologists
Perform complex medical laboratory tests for diagnosis, treatment, and prevention of
disease. May train or supervise staff.
National estimates for this occupation:
Employment estimate and mean wage estimates for this occupation:
Employment
(1)
Employmen
t
RSE (3)
Mean
hourly
wage
Mean
annual
wage (2)
Wage RSE (3)
166,860
1.1 %
$26.74
$55,620
0.3 %
Percentile wage estimates for this occupation:
Percentile
10%
Hourly Wage $18.05
Annual
Wage
$37,54
0
25%
50%
(Median
)
75%
90%
$22.02
$26.51
$31.27
$36.52
$45,81
0
$55,140
$65,05
$75,960
0
Sin embargo, cuando aparece el desglose por estado, Puerto Rico ofrece un
promedio de $14.38 la hora, donde aquellos que ganan $7.73 la hora superan el 10% de
los tecnólogos; los que ganan $10.58 la hora superan el 25%; los que ganan $13.31 por
hora el 50%; $16.78 la hora el 75% y los que ganan $21.45, superan el 90%. O sea, que en
Estados Unidos aquellos tecnólogos que ganan $18.05 la hora, aquí en Puerto Rico
superaría más del 75%. Estas estadísticas son de Mayo de 2009.
En el grupo, hay tecnólogos con 9 y 10 años de experiencia ganándose $9.25 la
hora. A esos efectos acompañaron un sin numero de talonarios.
Solicitaron a los legisladores que no visualicen este problema como una mera
disputa salarial.
El mejoramiento de las condiciones salariales de los tecnólogos
médicos de Puerto Rico es tan sólo el vehículo para que la cadena de servicios de salud
que se le brinda al pueblo se garantice y no se vea adversamente afectada. Es un
vehículo bien importante para el éxito del programa Mi Salud. Muchos pacientes se
acogieron a este programa y es obvio que se necesitarán más profesionales de la salud.
Estadísticas del Departamento del Trabajo de los Estados Unidos demuestra un
alza en cuanto al reclutamiento de los tecnólogos médicos en los 50 estados:
Projections Data
Change,
Projected
SOC Employment,
2008-18
Employment,
Code
2008
2018
Number Percent
29Clinical laboratory
328,100
373,600
45,600
14
technologists and technicians 2010
29Medical and clinical
172,400
193,000
20,500
12
laboratory technologists
2011
29Medical and clinical
155,600
180,700
25,000
16
laboratory technicians
2012
Occupational Title
Finalmente, destaca que el objetivo del proyecto es garantizar los servicios de
salud de los puertorriqueños. Las escalas salariales son el mecanismo para asegurar ese
objetivo. Opina que Puerto Rico no puede convertirse en una fábrica de profesionales
para los estados de la unión y que la tecnología médica no puede convertirse en un
trampolín para prepararse para otras profesiones. Acompañaron su ponencia con unas
500 firmas endosando la presente medida.
Esta Comisión tuvo la oportunidad de entrevistar a 18 tecnólogos médicos que
laboran en el sector privado, ello en vista ejecutiva realizada el 1 de junio del presente
año. La Comisión determinó que tal proceso se realizará protegiendo la identidad de los
deponentes y así evitar posibles represalias. Varios tecnólogos médicos, además de
vertir su testimonio, proveyeron a esta Comisión evidencia clara sobre su situación
salarial, que les aqueja. Conforme al testimonio recibido, se comprobó lo siguiente:
1. Existe una alta desproporción entre los salarios que se pagan en Puerto Rico y los
salarios que se pagan en los Estados Unidos. Se trajo evidencia a la Comisión de una
compañía que opera laboratorios en otras jurisdicciones de los Estados Unidos, y era
notable la diferencia entre los salarios que dicha compañía paga.
2. Existe también una diferencia, sin justificación razonable, entre los salarios del
tecnólogo médico que trabaja en el área metropolitana y los que trabajan en el resto
de nuestra jurisdicción dentro de la Isla específicamente en el área oeste. Ello a pesar
de que la labor del uno y del otro es igualmente esencial e importante y nuestra
extensión territorial es relativamente pequeña en comparación con otros países.
3. Es muy frecuente que un tecnólogo médico tenga que ostentar al menos dos trabajos
para poder satisfacer sus necesidades básicas. La mayoría de los tecnólogos médicos
que testificaron tenían que trabajar al menos 6 días a la semana para poder subsistir.
4.
La Comisión recibió testimonio de tecnólogos médicos con salarios por debajo de
$10.00 por hora, aún teniendo sobre 20 años de experiencia. Estos testimonios ponen
al descubierto un contraste marcado entre la publicación de los alegados salarios de
los tecnólogos médicos y la remuneración real que reciben algunos de estos
profesionales menores a las publicadas por entidades gubernamentales y privadas.
5. La importancia del tecnólogo médico en la operación diaria del laboratorio clínico.
Tal y como se ha descrito previamente, el tecnólogo médico tiene unas funciones que
le son brindadas por virtud de la ley y el reglamento. Sin embargo, en la realidad
del día a día, el tecnólogo médico realiza tareas y asume responsabilidades
adicionales de gran productividad.
Estos incluyen gestiones de facturación,
mantenimiento y reparación de equipo, trabajo secretarial, trabajo clerical y tareas de
limpieza, tales como recogido de desperdicios.
6. Varios de los tecnólogos médicos manifestaron estar a punto de emigrar a los
Estados Unidos por las condiciones de trabajo del tecnólogo médico en Puerto Rico.
Entendemos necesario repasar dos de los argumentos principales en contra de la
medida, ello a la luz de que la propia realidad los derrota, y de que el P. de la C. 2630
provee remedios adecuados para evitar efectos económicos adversos que, puedan, a su
vez, afectar los servicios de salud.
A.
La alegada proliferación de certificados de necesidad y conveniencia para
laboratorios clínicos- conforme a la posición esbozada por los opositores al P. de la C.
2630, la estabilidad económica de los laboratorios se ha visto afectada por la entrada de
laboratorios adicionales al mercado.
Esta entrada está condicionada a que el
Departamento de Salud apruebe el correspondiente certificado de necesidad y
conveniencia.
Esta Comisión debe partir de la premisa que la mayoría de los
proponentes de laboratorios clínicos realizan los correspondientes estudios de viabilidad
económica, además del análisis de necesidad y conveniencia previo a establecer la
facilidad.
Ciertamente, el cuadro económico descrito por los representantes de los
dueños de laboratorios clínicos no guarda relación con lo que ellos mismos describen
como una “autorización y proliferación descontrolada de certificados de necesidad y
conveniencia para laboratorios clínicos.” Tal y como señala la presentación de la
Cooperativa de Dueños de Laboratorios Clínicos Privados de Puerto Rico, entre los años
2005 y 2010, el número de laboratorios clínicos aumento de 833 a 876.
Inclusive,
conforme a la información recibida en vista pública, no refutada por los representantes
de los dueños de laboratorios clínicos, existen operadores de laboratorios privados en
Puerto Rico que son dueños de hasta 8 facilidades, habiéndose abierto varias en los
últimos cuatro años. Ciertamente no es congruente el acentuado interés en operar un
laboratorio clínico con las alegadas dificultades económicas expuestas.
Los
representantes de los dueños de laboratorio tuvieron amplia oportunidad para explicar
esta evidente contradicción, y no surge del expediente una justificación satisfactoria.
B.
La situación económica- Esta Comisión toma conocimiento de la situación
económica general de Puerto Rico. Sin embargo, también estamos conscientes de que no
todos los sectores económicos específicos se comportan igual, ni están similarmente
afectados. Hay determinados sectores de la economía que crecen aún en el ambiente
económico en el que nos encontramos, ello debido a la inelasticidad de la demanda del
servicio o producto que ofrecen. El sector de la salud es una de esas industrias. La
realidad demográfica de nuestra jurisdicción, caracterizada por el envejecimiento de la
población, sin lugar a dudas seguirá empujando un aumento en la demanda por
servicios médicos. Otros factores, tales como el aumento de fondos federales mediante
los programas de Medicare y Medicaid también contribuyen a ese crecimiento. No
podemos obviar el hecho irrefutable que el 70% de los diagnósticos realizados por los
profesionales de la medicina requieren de la intervención del laboratorio clínico. De
manera que mientras sigan siendo indispensables las pruebas realizadas en un
laboratorio clínico para realizar el diagnóstico, no ocurrirá una reducción en la
demanda por los servicios que allí se ofrecen. Los representantes de los dueños de
laboratorio no presentaron evidencia alguna que refute tal tendencia. Si bien es cierto
que las exposiciones de los opositores a la medida hicieron referencia a la situación
económica general de nuestra jurisdicción, y de los Estados Unidos, obviaron por
completo cualquier referencia o discusión sobre la realidad específica de la industria de
la salud.
No debemos pasar por alto que el P. de la C. 2630, en su artículo 5, provee un
mecanismo para eximir temporeramente del aumento salarial a aquellos laboratorios
clínicos que demuestren que dicho aumento tendría un efecto severo para las finanzas
de la empresa, tomando en consideración, entre otras cosas, los costos operacionales de
la empresa y la cantidad de empleados.
Por recomendaciones del Departamento del Trabajo y Recursos Humanos se hace
formar parte de esta medida una enmienda al P. de la C. 2630, a los fines de implementar
medidas de fiscalización que aumentarían las garantías de cumplimiento con la
intención legislativa del presente proyecto.
IMPACTO FISCAL
Las Comisiones del Trabajo y Relaciones Laborales y de Salud cumpliendo con el
Artículo 8 de la Ley Núm. 103 del 25 de mayo de 2006, “Ley para la Reforma Fiscal del
Gobierno del Estado Libre Asociado de Puerto Rico”, determinan que la aprobación de
esta medida no tendrá impacto fiscal sobre los presupuestos de las agencias,
departamentos, organismos, instrumentalidades o corporaciones públicas que amerite
certificación de la Oficina de Gerencia y Presupuesto. Dichas entidades están obligadas
por ley a separar partidas presupuestarias para las disposiciones del proyecto de ley
que analizamos, por lo que entendemos que la coordinación entre las agencias, que
ordenaría esta ley, no tiene un nuevo impacto fiscal.
CONCLUSIÓN Y RECOMENDACIÓN
Enfrentados con la necesidad histórica de hacerles justicia a los tecnólogos
médicos que laboran en el archipiélago de Puerto Rico entendemos inalterable la acción
de legislar para establecer un salario mínimo para estos profesionales, en pleno ejercicio
de nuestras facultades constitucionales delegadas en el Artículo III de nuestra Carta
Magna.
La ausencia de mecanismos administrativos que puedan satisfacer las
necesidades de revisar los salarios y beneficios marginales de esta clase trabajadora en
Puerto Rico, el desfase salarial entre las regiones de servicios de salud y el éxodo de
estos profesionales, nos llevan al descargue oportuno de las facultades legislativas
inherentes a esta Rama de Gobierno.
La pronta y afirmativa acción de esta Asamblea
Legislativa inequívocamente nos permitirá afianzar el acceso a los servicios de salud que
requieren nuestros constituyentes, mediante el mejoramiento de las condiciones de
trabajo de los tecnólogos médicos autorizados al ejercicio de esta profesión en Puerto
Rico.
Vuestras Comisiones del Trabajo y Relaciones Laborales y de Salud de la Cámara
de Representantes de Puerto Rico, entienden que el P. de la C. 2630 es una medida de
carácter reparador y de justicia social. De igual forma reconocemos que medidas como
las de marras históricamente han sido objeto de oposición, particularmente de aquellos
de quienes se exige que aporten en justicia al bienestar general. Ejemplos claros de ello
lo son la lucha para aprobar el salario mínimo federal, al igual que las constantes
objeciones a medidas similares a nivel estatal. Sin embargo, no podemos ni debemos
rehuir de la responsabilidad de tomar las decisiones necesarias para la protección del
bienestar de nuestro pueblo. Y de ello precisamente es que se trata el P. de la C. 2630.
Durante el proceso de evaluar el P. de la C. 2630 hemos tenido la oportunidad de
examinar detenidamente los argumentos a favor y en contra de la iniciativa. La justicia
salarial deseada en la presente medida requerirá irrefutablemente de la aportación y
desprendimiento de algunos sectores de nuestra sociedad en busca de un mayor balance
para quienes forman parte medular de los servicios de salud que prodigamos a toda
nuestra ciudadanía. Pero ello no es óbice para su aprobación. En ese sentido, provee un
aliciente a la economía al aumentar el poder adquisitivo de un grupo de profesionales,
en lugar de concentrar el mismo en un grupo reducido de personas y/o instituciones.
Esta pieza legislativa facilita el establecimiento de mayor uniformidad en la
remuneración justa para los tecnólogos médicos que laboran en todas las regiones de
servicios de salud en el archipiélago de Puerto Rico. Estos son los profesionales
autorizados por nuestro ordenamiento para realizar los análisis de laboratorios a la
ciudadanía, con los cuales los médicos definen la enfermedad de los pacientes y
determinan el tratamiento adecuado.
La salud de todos los hermanos y hermanas puertorriqueñas está revestida del
más alto interés público consagrado en la sección VII de nuestra Carta de Derechos. Los
tecnólogos médicos figuran como parte esencial del capital humano quienes se han
capacitado y especializado en la prevención, diagnóstico y tratamiento de las
enfermedades que aquejan a todos en Puerto Rico. El establecimiento de un salario
mínimo para los tecnólogos médicos mejora las condiciones de empleo y salario de éstos
profesionales y a su vez servirá de guía para proteger y preservar la salud del Pueblo.
Razón por la cual, se hace meritorio la satisfacción de estos profesionales de la salud en
su entorno laboral.
Vuestras Comisiones del Trabajo y Relaciones Laborales y de Salud entienden
que es meritorio hacer justicia a los miembros de esta clase toda vez que el trabajador que
se esfuerza diariamente por aportar al desarrollo económico, tiene que ser compensado justamente;
recordamos que el trabajador no tiene ganancias económicas por el esfuerzo de su trabajo que no
sea el salario que dignamente recibe.
Por todo lo antes expuesto, vuestras Comisiones del Trabajo y Relaciones Laborales y
de Salud de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, recomiendan la aprobación
del Proyecto de la Cámara 2630, con las enmiendas contenidas en el entirillado
electrónico que acompaña este informe.
Respetuosamente sometido,
ÁNGEL R. PEÑA RAMÍREZ
PRESIDENTE
COMISIÓN DEL TRABAJO Y
RELACIONES LABORALES
JOSÉ TORRES ZAMORA
PRESIDENTE
COMISIÓN DE SALUD
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