Ventana abierta Ciudad fundada sobre la Roca Para recordar: “Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” (Efesios 2:20). La ciudad de Barquisimeto fue fundada el 14 de Septiembre de 1552, por Juan de Villegas. Su penúltimo nombre fue “Nueva Segovia de Barquisimeto”, pero años más tarde pasa a ser “Barquisimeto”. Según el sitio web, simplementeveneciuela.blogspot.com, nuestra ciudad tuvo cuatro asentamientos: En 1552 cerca del río Buría; luego 1556 se mudó para los valles del Turbio hasta que Lope de Aguirre la incendió en 1561; su reconstrucción ocurrió 1562, 102 kilómetros más arriba y finalmente quedó ubicada en la altiplanicie, al norte del rio Turbio en 1563. Por desconocimiento, no todas las ciudades antiguas fueron construidas sobre terreno firme para resistir terremotos y los embates de la naturaleza. Por ejemplo en Barquisimeto, somos afectados por la falla tectónica de Boconó. Por ello, toda edificación debe ser construida con seguridad antisísmica en sus bases, vigas, columnas, y perennemente tenemos que estar preparados. Jesús dijo que el hombre que construye su casa (su vida) sobre la roca, es aquel que oye sus palabras y las practica, cuando vienen las inundaciones (problemas), soplan los vientos (falsas doctrinas y otras dificultades), no la pueden mover, porque está fundada sobre la roca (Lucas 6:48). En artículo anterior (No 553), “Lenguaje presidencial”, EL IMPULSO, 070916, mencionamos a un apóstol Pedro, que con sus palabras grotescas negó a Jesús, tres veces. Pero se arrepintió, colocó su fundamente en la Roca (Cristo) y se transformó en uno de los discípulos más ganadores de almas de su época y apenas fue un eslabón, una pequeña roca de la Iglesia cristiana naciente. Hay quienes sostienen que Pedro es la “Roca” (el fundamento) de la Iglesia Católica Romana. Pero no es así. Pedro no fue el primer Papa y por lo tanto, nadie podía, ni puede seguir al apóstol Pedro, como a Cristo. Por su parte, el apóstol Pablo, a quien le tocó “regañar” a Pedro (Gálatas 2:11-14), dijo: “Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” (Efesios 2:20). Y señaló: “Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo” (1 Corintios 3:11). En ese orden, Gaspar y May-Ellen Colón, citan a R. Stark, escritor del libro “Cities of God”, y dicen: “En el año 362 d.C., el emperador romano Juliano quiso reavivar el paganismo. Porque sostenía que el cristianismo se había apoderado del Imperio Romano… (Folleto 2016: “Papel de la Iglesia en la Comunidad”, p.125); pero espiritualmente fue así. En un libro revisado por Internet, de Louis De Wohl, “Fundada sobre roca: Breve historia de la Iglesia (Católica)”, p.58, menciona que San Agustín escribió el libro: La “Ciudad de Dios”, para contrarrestar la idea pagana que los cristianos habían destruido a Roma, pero si fue conquistada y saqueada en el año 401 d.C., por el rey Visigodo, Alarico, sin embargo, esa Roma tuvo su final en el 538 d.C. Pese a diferentes oposiciones y persecuciones a los cristianos, nuestro fundamento espiritual no debe ser colocado sobre un presidente, un Papa, una iglesia, un político o cualquier persona, sino en Cristo, el único Salvador del mundo; y junto a él llegaremos a ser como una ciudad fundada sobre la Roca. Eduardo Iván González González www.ventanabiertalmundo.com