ARTE DE ACCIÓN: “PERO TAMPOCO SOMOS CHAMANES”. SAGRARIO AZNAR ALMAZÓN Los motivos que me han llevado a elegir este tema han sido en primer lugar porque se trata de una obra que he ido manejando a lo largo del año, instrumento clave para desarrollar un estudio artístico sobre el arte de acción. En segundo lugar, considero, que el estudio de la historiografía contemporánea, y más en concreto del arte de acción o performance dentro de su dificultad, resulta muy interesante. Me centraré, en el estudio que Sagrario Aznar hace de la obra de Ana Mendieta como obra principal, y su relación y comparación con otros autores que también analizan la obra de dicha artista. LOS SESENTA Es necesario recordad lo que los años sesenta representaron para la historia de los Estados Unidos, para poder entender la obra de esta artista, así como la trayectoria de la historiografía actuante. En 1964 se promulgó la ley de derechos civiles en este país, se tuvo que forzar militarmente a la Universidad de Mississippi para que hubiese integración racial en sus aulas y muchos grupos de blancos sentían que se estaba perdiendo la seguridad y pureza racial en los Estados Unidos, lo cual hizo que aumentaran sucesos violentos en contra de las razas que comenzaban, por fin, a disfrutar de cierta igualdad. Junto a estos movimientos de derechos civiles y humanos, el movimiento de liberación de la mujer comenzó en estos años a hacerse escuchar y se produjo una declaración abierta de los antagonismos injustos entre los países de los llamados tercer y primer mundo. Este ambiente influyó considerablemente en lo que fue la formación artística y política de Ana Mendieta. LOS SETENTA Los años setenta fueron una época de aceptación de vanguardias y experimentalismo en el arte de Estados Unidos. Esta década vio el lícito uso de temas de desarrollo personal y autobiográfico en el arte a través de formas de expresión corporal, performance, instalaciones y vídeo. Lo que se denominó el “earth art” o “land art”, también definió el arte de los setenta, el cual promovió las obras realizadas fuera del estudio tradicional, al aire libre, utilizando elementos de la naturaleza en una forma de arte etéreo y realizado gracias al esfuerzo colaborativo y cooperativo, no sólo producto de la soledad artística. El número de mujeres creadoras también aumentó debido en parte al auge del movimiento feminista. Los grupos anteriormente excluidos de la esfera artística comenzaron a luchar por su representación, entre ellos estaba el grupo de mujeres de color al que pertenecía Ana Mendieta que lograron expresarse más libremente en los años ochenta. LA OBRA DE ANA MENDIETA La obra de Ana Mendieta, ha despertado una nueva atención internacional, primero en Estados Unidos, y más tarde en España, por lo que los estudios de la artista en nuestro país se han retrasado, ya que muchas obras literarias americanas han tenido que ser traducidas para poder llevar a cabo dichas investigaciones. La misma artista escribe uno de libros que hablan de su obra, tras la obtención de una beca en 1982 titulado Ana Mendieta. A Book of Works y editado tras su muerte en 1993. Jane Blocker escribió Where is Ana Mendieta? en 1999, donde se hace u recorrido de las obras más significativas de la artista, relacionándolas con elementos claves para entender su arte. Uno de los grandes análisis de la artista en español es el de Gloria Moure Ana Mendieta con textos de Donald Kuspit, Charles Merewether, Mary Sabatino, Ana Mendieta y Raquelín Mendieta. Se analizan a la vez temas como el cuerpo, la identidad y la evolución de la inscripción a la disolución en la obra de Mendieta, se incluyen valiosas fotografías de las obras y los performances de la autora, así como textos escritos personalmente por Ana Mendieta. Este es un libro clave, para conocer de primera mano la obra de la artista. Otro documento importante es el video que en 1987 Kate Horsfield, Nereyda García-Ferraz y Branda Millar realizaron sobre la obra de esta autora titulado Ana Mendieta. Fuego de tierra. En la cinta se incorpora una entrevista con la autora y sus propias filmaciones de sus trabajos como testimonio de la vitalidad y energía de esta mujer de extraordinario talento. María Ruido, realiza una extraordinaria obra en español titulada Ana Mendieta en el año 2002 que hace un estudio por toda la trayectoria de su obra, aportando valiosas imágenes de sus acciones. Sagrario Aznar, dentro de su libro titulado Arte de acción en el año 2000, incluye un estudio breve pero muy preciso sobre la obra de la artista. La obra de Ana Mendieta ha sido incluida en diversos ejemplares de estudios artísticos como el realizado por Daniel Marzona en Arte conceptual en el año 2005. LA NUEVA HISTORIOGRAFÍA Nos enfrentamos al el estudio de una historiografía muy reciente, que poco a poco va tomando un camino u otro. Los historiadores cuenta con fuentes primarias, como el video para analizar las obras y plasmar en sus estudios una información cercana al artista y verídica. Nos alejamos de presuponer cosas, y nos acercamos al artista para estudiar su obra. El estudio del arte contemporáneo, no sólo se encarga del análisis de obras artísticas, sino de todo el entorno social, cultural y político que rodea el desarrollo de dichas obras. El arte feminista, es el centro de investigación y relación de muchas obras realizadas por artistas de esta época, entre ellas Ana Mendieta. El feminismo como teoría crítica y práctica de transformación social ha dado lugar a un conjunto de estrategias de intervención en la esfera pública y de producción de visibilidad y saber. En los últimos años se han cuestionado los límites de la categoría de mujer como posible sujeto político de una revolución epistemológica y social. Las teorías feministas y contemporáneas han propuesto una definición performantiva de la identidad que subraya el carácter social y políticamente construido de los sexos, los géneros y las sexualidades. Estas prácticas críticas ponen en cuestión la concepción autónoma y universalista de la representación desenmascarando las estructuras de poder que la sustentan. No se trataría aquí de arte feminista entendido como la expresión de un sujeto sexual diverso que debe hacerse visible, sino más bien de entender el arte como una práctica de producción de subjetividad política y sexual. Surge de este modo un modelo radical para una posible historiografía del arte contemporáneo. Será el siglo XX el que contemple el gran adelanto de la historiografía del arte español, desarrollo en que participan nacionales y extranjeros. Francia, Estados Unidos, Alemania e Inglaterra han sido la cuna de los principales estudiosos. Aunque mi objeto de estudio se centra en la historiografía del performance. Según Eugeni Bonet “la historiografía del arte de acción o performance suele remontar sus orígenes a las primeras vanguardias artísticas del siglo XX. Es en este momento cuando se empiezan a hacer los primeros estudios, de una arte que no era bien recibido por todos los sectores… En España, el arte de acción mantiene un relieve propio, que además puede decirse que es bastante accidentado debido al estatuto un tanto marginal que los constriñe, constituyendo preponderadamente un recurso más, una faceta adicional en la que desenvolverse” Gracias a los críticos de arte, esta nueva forma de hacer arte, donde el objeto artístico en sí desaparece, fue aceptada poco a poco por la sociedad, así la historiografía del arte de acción, es la mediadora por así decirlo entre arte y espectador. Los estudios del arte de acción, no se centran únicamente en el estudio del artista y su acción. Ahora los límites de estudio artístico no existen, no hay límites ni fronteras concretas en las que basar los estudios de arte. La historiografía contemporánea, puede tomar diferentes vías de investigación, ya que las acciones o performances realizados por los artistas, incluyen diferentes disciplinas artísticas y culturales. La música, como el grupo Fluxus, la literatura, la poesía, el baile, la pintura, la utilización de las nuevas tecnologías, el teatro… La teatralidad es uno de los aspectos más estudiados del arte de acción, ya que los artistas estaban muy influenciados por el teatro, especialmente con la teoría de Antonin Artaud El arte y su doble, obra principal para comprender el estudio del arte de acción. Según Miguel Ángel Peidro: “La performance como lenguaje artístico tiene ya una historia o historiografía, en la que se presentan unos antecedentes, unos pioneros, unos mitos y podríamos decir que hasta un final, pues la Historia del Arte necesita de una sucesión de estilos o movimientos para los que constata un nacimiento, un apogeo y una muerte”1 Llegados a este momento, me parece adecuado mencionar una teoría extraída del libro de A. Danto Después del fin del arte: El fin del arte, para Danto no significa el fin de la práctica artística, no se ha terminado de hacer obras de arte, sino que lo que ha concluido es este tipo de relato artístico que se atrevía a juzgar el arte bueno del malo. El arte que se va a hacer después de este momento histórico será arte después del fin del arte, o mejor dicho como Danto lo ha definido arte posthistórico alrededor de 1964. En el momento en el que se afirma que “todo vale”, la historiografía no puede juzgar o al menos así lo piensa Danto que tipo de arte es bueno o malo, y yo creo que esta es una nueva corriente que los críticos de nuestra época han adoptado. Hacen crítica objetiva, cercana a la obra, separando casi siempre las pasiones o afinidades hacia ciertas prácticas artísticas. En este sentido, he decidido señalar la obra de Sagrario Aznar, que siendo un libro que analiza la trayectoria del arte de acción sobre todo en Estados Unidos y México, nunca deja del todo a cara descubierta su posición. 1 Miguel Ángel Prieto. El arte de Acción. Texto publicado en la página Web www.performancelogia.com El arte de acción es un fenómeno complejo dentro de la evolución del arte y como todas las tendencias que se asientan en la segunda mitad del siglo XX, tiene un doble movimiento, de continuidad y de ruptura con lo anterior. Yo creo que en este momento, estamos es un momento de ruptura total con lo anterior, de crítica y reivindicación de los valores perdidos. Los críticos tienen en este momento una labor muy importante como mediadores, para hacer llegar la información de nuestro nuevo arte a todos los sectores. Es gracias a ellos que el arte de acción puede llegar a ser conocido y estudiado. Una de las características del arte del siglo XX, ha sido poner en evidencia la colonización del pensamiento racional y su tiranía. La mayoría de producciones son consideradas una tomadura de pelo, son risibles y como máximo incomprensibles en su surgimiento mientras casi inmediatamente hay un mecanismo de elaboración y digestión que pasa a absorberlas y colocarlas en el museo y la historia, y es aquí donde la nueva historiografía juega un papel fundamental. El estudio del teatro o de la teatralidad en el arte de acción es una de las primeras fuentes que hay que abordar, a la hora de investigar sobre el arte de acción, puestos que estos artistas son herederos de las tradiciones teatrales. En las últimas cuatro décadas se han ido desarrollando diversas escuelas de estudio sobre fenómenos teatrales y “performativos”: - La teatrología - Los estudios de la teatralidad - La sociología del teatro - La antropología teatral - Los estudios de la representación - Los estudios etnodramáticos - La etnoescenología - Los estudios del performance Sin duda, estamos ante un abanico muy complejo y enriquecedor de metodologías: desde las propuestas por analizar el hecho escénico de forma interdisciplinaria e intercultural, hasta las reflexiones de Judith Butler sobre el performance del género, pasando por la sociología del teatro… Estas metodologías se diversifican en la medida que las artes escénicas confluyen en más disciplinas, y se acrecienta el interés por analizar la teatralidad y “performatividad” de las prácticas políticas, sociales y culturales de la vida cotidiana. Según Antonio Prieto Stambaugh: “Los estudios del performance, al igual que el etnodrama y la etnoescenología, surgen cuando los conceptos de “teatro” y “drama” se vuelven insuficientes para abarcar la complejidad de circunstancias representacionales en los escenarios y espacios públicos del mundo. El colapso de las fronteras entre disciplinas, así como entre vida y arte, es lo que obliga a buscar nuevas herramientas teóricas”2. Los estudios del performance no son propiamente una disciplina, incluso hay quienes los plantean como una anti-disciplina. Surgen rebelándose en contra del arte académico. La rebelión condujo a que este joven campo mirara hacia otros horizontes, de tal forma que se trata de un conjunto de teorías “inter”, es decir, interdisciplinaria e intercultural. En definitiva, los estudios del arte de acción cambian constantemente sus objetos de estudio, y es que abarcan cualquier tipo de actividad humana desde el rito hasta el juego, como hace Sagrario Aznar en su libro Arte de acción, hasta actuaciones de la vida cotidiana. Ya no se trata de investigar o analizar un objeto en sí, sino su “comportamiento”, es decir su dimensión performativa. Los estudios del performance surgen a partir de la necesidad de abrir campos de estudio que respondan a una realidad cada vez más compleja en el contexto de la “condición posmoderna”. Permiten el abordaje de nuevos fenómenos socio-culturales, el análisis de nuevas identidades. El performance además permite estudiar desde nuevos ángulos a los fenómenos socioculturales derivados de la globalización, la migración, la política, la violencia… Las teorías del performance están implicadas con estudios del comportamiento en antropología, actos del habla en la lingüística y construccionismo social en sociología. En conclusión, estas disciplinas nos permiten estudiar nuevos fenómenos culturales y políticos, analizar obras o actos que responden a la globalización, la migración, la emergencia de nuevas identidades. Se trata pues, de un campo emergente e intercultural, todavía hasta cierto punto marginal en el mundo académico. 2 Antonio Prieto Stambaugh. Los estudios del performance: una propuesta de simulacro crítico. Publicado en Cuadernos de investigación teatral, Centro Nacional de Investigación Teatral Rodolfo Usigli (CITRU). México, 2005. PERO TAMPOCO SOMOS CHAMANES. SAGRARIO AZNAR. Sagrario Aznar hace un breve análisis de la obra de Ana Mendieta en su libro Arte de Acción. Todo el libro es un análisis del arte de acción, un recorrido desde los años sesenta, para llegar al punto de tal y como lo conocemos hoy. Es un estudio del happening, la acción y la performance a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, que le sirven a Sagrario Aznar para analizar la nueva función del artista, ahora más próximo al papel de mediador que al de creador. En realidad, el arte de acción como práctica artística no es entendido por todos los sectores. Este libro a pesar de hacer un estudio científico, trata el tema de forma muy comprensible, no sólo para expertos de arte, sino para cualquier lector curioso. Tenemos que tener en cuenta, que es ahora cuando está surgiendo una verdadera historiografía del arte de acción. Existen varios modos de abordar el tema, bien haciendo un análisis de la obra individual de un artista, o haciendo un recorrido general, menos concreto, pero igual de interesante desde el punto de vista historiográfico. Quiero señalar, la labor tan importante que desempeñan editoriales, como la editorial Nerea que ha editado el libro, ya que se encarga de difundir estudios sobre arte de acción entre otros. Hay diferentes vías de investigación en el arte de acción, y por ello es para mí tan interesante el estudio historiográfico de esta obra. Es una función muy compleja la que los críticos asumen en esta nueva era, ya que se trata de unir diferentes estudios en uno sólo, para que la compresión de este arte sea factible. No es posible llevar a acabo un estudio del arte de acción, si no se recurre a las diferentes fuentes de otras áreas para realizar el estudio. Así Sagrario Aznar, en todo momento nos remite al estudio de diferentes disciplinas, como el teatro, el arte conceptual, la música… FUENTES Hay una libertad enorme a la hora de abordar este tema. Se recurren a todo tipo de fuentes, porque esta es la ventaja que tiene el estudio del arte de acción o performance. Las fuentes normalmente son primarias, es decir, al ser tan cercano cronológicamente el estudio y el desarrollo de dicho arte, las fuentes son de primera mano, ya que aunque en muchos casos se recurre a la bibliografía que existe sobre el tema, en ocasiones los propios escritores han sido testigos presénciales o incluso protagonistas de un evento o acción. Las fuentes, están al alcance de cualquiera. Si algo tiene de innovador e importante, es que la mayoría de estas acciones son filmadas o fotografiadas. Es gracias a ello, que hoy en día se pueden estudiar las acciones y happenings llevados a cabo durante los años sesenta y los setenta. En este caso Sagrario Aznar, recurre a acompañar su estudio de Ana Mendieta con fotografías, en muchos casos cedidas por los fotógrafos. En esta era contemporánea, las nuevas tecnologías asumen un papel de canalización y reconstrucción de la historia muy importante. Los historiadores son los encargados de juntar toda la información, y hacer una crítica completa y fiable. La bibliografía que utiliza Sagrario Aznar en general son libros americanos, ya que como hemos dicho anteriormente, fueron los críticos americanos, los primeros en realizar los estudios del arte de acción, ya que el gran auge se dio en los Estados Unidos. Recurre a los dos libros clásicos sobre el happening y el performance como el de A.Bronson y P.Gale Performance by Artists en 1979, y de Roselee Goldberg Performance Art de 1979. Otra de las fuentes claves que maneja Sagrario Aznar, es el libro de Antonin Artaud El teatro y su doble, ya que todos los artistas de acción están muy influenciados por el teatro propuesto por Artaud. Recurrir al uso de la fotografía como fuente para complementar su estudio de la obra de Mendieta, es clave. No hay mejor forma de explicar o ejemplificar un acto que mediante la imagen fotográfica. Lo más importante desde el punto de vista historiográfico, es que el uso de las fotografías en secuencias es utilizado como recurso por muchos autores. Este hecho es una vía de análisis interesante, ya no sólo desde el punto de vista de la historiografía, sino desde el punto de vista del estudio de las nuevas tecnologías como medio insustituible en el análisis del estudio de la performance. Sagrario Aznar, entre otras obras, analiza la acción de Ana Mendieta Muerte de un pollo, en 1972, y la mejor manera de hacer un estudio científico y bastante objetivo es complementarlo con las imágenes de secuencias que la misma artista mandó que hicieran mientras llevaba a cabo su obra. María Ruido cuando analiza la obra de Ana Mendieta evidentemente también recurre al análisis de sus obras mediante la fotografía, y también analiza la obra Muerte de un pollo mediante la secuencias de imágenes. Analiza sus obras no sólo a través de su propio conocimiento, sino que utiliza como vía de investigación el estudio de otros críticos, y como hemos dicho anteriormente casi siempre americanos. EL ESTUDIO DE LA OBRA DE ANA MENDIETA Lo primero que hace Sagrario Aznar es situar a la artista dentro del contexto histórico de su época. Para entender la obra de cualquier artista de acción es primordial, encajar su situación tanto personal como artística dentro de su entorno, porque generalmente, su obra es el reflejo de la reivindicación y protesta contra el mundo que les rodea. Sagrario Aznar, igual que otros autores que hablan de la artista, sitúa a la artista en el marco histórico y dentro de la corriente feminista en auge sobre los años en los que realiza Mendieta su obra. Si quisiera destacar, que entre otras cosas, considero que Aznar hace una buena crítica de la artista, por el hecho de ser realmente objetiva y no dejarse llevar en su crítica por su pasión por el arte feminista, que aunque ella como María Ruido la encasillan dentro de esta corriente, no es la única corriente que se puede atribuir a la artista, y tampoco sería objetivo encasillar e intentar justificar su trabajo a través de las parámetros marcados por el feminismo de los ochenta. Por medio de diferentes fuentes, la obra de Sagrario Aznar analiza, no sólo las acciones más importantes y que mayor crítica causó en la sociedad de su época, sino que se sirve del análisis artístico de Mendieta, para al mismo tiempo analizar hechos tan críticos en la sociedad contemporánea, como la violencia de género, la política, el racismo, en definitiva, que siendo una acumulación de datos, ejerce una fructífera asimilación en el lector, y lo que es más importante en el estudioso de arte, que se encuentra con una bibliografía reducida en español a la hora de abordar estos temas. Si que es cierto que la obra principal de Ana Mendieta se realiza en los años setenta y ochenta, y el libro de Sagrario Aznar fue publicado en el año 2000. Han tenido que pasar ciertos años, para que la obra de Mendieta sea estudiada con mayor importancia en el panorama español. El libro de Sagrario Aznar y María Ruido, es bastante similar en cuanto a la manera de tratar el tema, aunque la obra de María Ruido analiza completamente la trayectoria de Ana Mendieta, ambas incluyen como complemento de su crítica cartas escritas por la propia artista que hablan de su obra, y que mejor fuente y más cercana que la propia explicación de Ana Mendieta de lo que significa y contemplan sus acciones. De la lectura de varios libros sobre Ana Mendieta he extraído, que la manera de llevar a acabo las investigaciones sobre la autora, son bastante similares, ante las manos de los escritores artísticos, se abren un amplio abanico de posibilidades, que hacen que hoy en día la crítica de arte sea mucho más cercana al lector y mucho más explicativa. Los intereses de la autora del libro, no van más allá del empeño que la caracteriza por conseguir que el arte de acción sea conocido y estudiado, y que no caiga en el olvido. Es gracias a nosotros, que podemos dedicar nuestra labor a llevar a cabo trabajos de divulgación de un arte que siempre estará ahí. Está claro que la implicación es total por parte de Sagrario Aznar, no hace falta leer más que cuatro párrafos, para entender que sus escritos tienen un carácter de implicación y de concienciación del público. Realmente la nueva historiografía que surge, o al menos así lo entiendo yo, tienen una función, no sólo de conservar y hacer que las obras de los artistas perduren en el tiempo, sino una labor de concienciación, el arte es ahora el pretexto perfecto para analizar los factores más atormentadores de nuestra sociedad. Para concluir, quiero dejar notar que ya no se hace una crítica que marca estereotipos y que ni siquiera tiene validez para juzgar que es arte y que no, porque en la era del siglo XXI, como Danto afirmó ya en su época todo vale, y ya no son los críticos los que lo validan o no las obras de arte, sino nuestra propia sociedad la que lo decide, esa es nuestra labor. Raquel García Campillo [email protected] BIBLIOGRAFÍA - MOURE, GLORIA. Ana Mendieta. Catálogo de la exposición Centro Gallego de Arte Contemporáneo. Santiago de Compostela, 1996. - AZNAR ALMAZÁN, SAGRARIO. Arte de acción, Editorial Nerea. Donosita-San Sebastián, 2000. - CALVO SERRALLER, FRANCISCO y PORTÚS, JAVIER. Fuentes de la Historia del Arte II. Historia 16, Madrid, 2001. - BORRÁS GUALIS, GONZALO M. Cómo y qué investigar en historia del arte. Ediciones del Serbal, Barcelona, 2001. - RUIDO, MARÍA. Ana Mendieta. Editorial Nerea. Hondarribia (Guipúzcoa), 2002. - PRIETO, ANTONIO. En torno a los estudios de performance, la teatralidad y más. Curso “Globalización, Migración, Espacios Públicos y Performance”. CRIM, 2002. - MARZONA DANIEL. Arte conceptual. Taschen, Otterlo, Kröller-Müller Museum, 2005.