Cruz Roja Colombiana COMPILACIÓN DE LECTURAS SOBRE DESPLAZAMIENTO FORZADO I. DEFINICIONES BASICAS 1. Algunos conceptos sobre desplazados internos: Por otra parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), ha definido los desplazados internos como “personas que, como resultado de persecución, conflicto armado o violencia, se han visto obligadas a abandonar el lugar donde residen habitualmente y permanecen dentro de las 1 Ley 387 de 1997, Título 1, Artículo 1 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La ley 387 de 1997 establece que el desplazado es todo aquél que se haya visto forzado a abandonar su lugar de residencia “porque su vida, su integridad física, su seguridad o libertad personales han sido vulneradas o se encuentran directamente amenazadas, con ocasión de cualquiera de las siguientes situaciones: Conflicto armado interno, disturbios y tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de los Derechos Humanos, infracciones al Derecho Internacional Humanitario u otras circunstancias emanadas de las situaciones anteriores que puedan alterar o alteren drásticamente el orden público.”1 1 Cruz Roja Colombiana COMPILACIÓN DE LECTURAS SOBRE DESPLAZAMIENTO FORZADO I. DEFINICIONES BASICAS 1. Algunos conceptos sobre desplazados internos: Por otra parte, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), ha definido los desplazados internos como “personas que, como resultado de persecución, conflicto armado o violencia, se han visto obligadas a abandonar el lugar donde residen habitualmente y permanecen dentro de las 1 Ley 387 de 1997, Título 1, Artículo 1 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La ley 387 de 1997 establece que el desplazado es todo aquél que se haya visto forzado a abandonar su lugar de residencia “porque su vida, su integridad física, su seguridad o libertad personales han sido vulneradas o se encuentran directamente amenazadas, con ocasión de cualquiera de las siguientes situaciones: Conflicto armado interno, disturbios y tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de los Derechos Humanos, infracciones al Derecho Internacional Humanitario u otras circunstancias emanadas de las situaciones anteriores que puedan alterar o alteren drásticamente el orden público.”1 1 COMPILACION DE LECTURAS fronteras de su propio país.”2 Asimismo, señala el ACNUR, que el fenómeno de desplazamiento puede estar asociado o bien a conflictos armados especialmente visibles (Bosnia, Ruanda, Sri Lanka) como también a los llamados conflictos de “baja intensidad” o “guerra prolongada” como el caso colombiano. La violencia y el conflicto armado interno no son las únicas causas del desplazamiento interno, las Naciones Unidas mencionan en particular los desplazamientos producidos por desastres naturales, proyectos de desarrollo y planes de infraestructuras3. Sin embargo, el desplazamiento interno forzado es definido únicamente en función de causas violentas. De acuerdo al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), las personas desplazadas4 (o desplazados internos) son personas civiles que huyen de situaciones de violencia que ponen en riesgo su vida, su salud o su dignidad, sin llegar a atravesar las fronteras de su propio país. Se diferencian de los refugiados en que estos últimos atraviesan fronteras nacionales, estando protegidos por una rama del Derecho Internacional denominada Derecho de los Refugiados. En un conflicto armado, las personas desplazadas en el interior de su propio país están protegidas en virtud de las normas del derecho internacional humanitario, que confiere una amplia protección a la población civil. La finalidad de dichas normas es, en particular, proteger a las personas civiles contra los efectos de las hostilidades; por ejemplo, está prohibido atacarlas, aterrorizarlas, utilizar contra ellas el hambre como método de combate, así como destruir los bienes indispensables para su supervivencia. En un conflicto interno, las personas desplazadas están protegidas en virtud del artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra (véase P8) y del Protocolo II. 2 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 2 Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), “La situación de los refugiados en el mundo, 1997 – 1998. Un programa humanitario”, Barcelona: Icaria Editorial, 1997, p. 107 3 Ibíd. p. 110 4 Tomado de www.cicr.org Cruz Roja Colombiana En el derecho humanitario se prohíben los desplazamientos forzados de la población; son posibles, únicamente si son indispensables para garantizar la seguridad de la población, o por imperiosas razones militares. Además, la protección general que en el derecho humanitario se garantiza a la población civil debería poder limitar los desplazamientos. Desafortunadamente, esas normas han sido frecuentemente conculcadas en los conflictos recientes. Por ello, es más importante garantizar un mejor respeto de las disposiciones vigentes que elaborar nuevas disposiciones. En conclusión, las definiciones otorgadas por la normatividad vigente en Colombia, el CICR y el ACNUR, coinciden en identificar a los desplazados como personas que contra su voluntad deben abandonar su lugar de residencia para reubicarse en otra zona dentro del mismo país, las cuales por lo general se encuentran en centros urbanos. Adicionalmente, las causas de los desplazados para el abandono de sus tierras deben ser de naturaleza violenta o relacionadas con el conflicto armado, es decir, amenazas, masacres, asesinatos o violaciones a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario ocasionadas por los actores del conflicto, sean estos grupos paramilitares o de autodefensas, guerrillas o la Fuerza Pública, así como combates entre dos o más de las partes mencionadas. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Los refugiados se benefician, en primer lugar, de la protección que les confieren el derecho de los refugiados y el cometido del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Asimismo, están protegidos por el derecho internacional humanitario cuando son víctimas de un conflicto armado, cuando se encuentran en poder de la parte adversaria o se vean afectados por las hostilidades en el país de acogida. En el IV Convenio de Ginebra y en el Protocolo I se confiere una protección especial a los refugiados, en particular a los que se hallen en territorios ocupados. En el IV Convenio se estipula, asimismo, el principio de no rechazo, base del derecho de los refugiados. (basado en “Derecho internacional humanitario: Respuestas a sus preguntas”. CICR). 3 COMPILACION DE LECTURAS TIPOS DE DESPLAZAMIENTO5 DESPLAZAMEINTO NOCTURNO Las personas abandonan su lugar de residencia durante la noche por temor a combates y actos violentos y retornan en el día para trabajar. DESPLAZAMIENTO SEMIPERMANENTE Algunos miembros de la familia dejan su lugar de residencia mientras que los otros se quedan en este el mayor tiempo posible o regresan periódicamente para sembrar y cuidar sus cultivos. DESPLAZAMIENTO PERMANENTE Familias enteras dejan definitivamente o por un largo periodo de tiempo su lugar de origen por amenazas o temor a enfrentamientos en la zona. La condición de desplazado se pierde cuando “se logra la consolidación y estabilización socioeconómica, bien sea en su lugar de origen o en las zonas de reasentamiento.”6 2. Residentes7 4 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ En los artículos relativos a la asistencia a la población civil en Colombia, el término “residentes” hacer referencia a las personas civiles que, en base a las evaluaciones del CICR, necesitan alguna clase de asistencia humanitaria sin que se compruebe su desplazamiento, es decir, sin haber abandonado su lugar habitual de residencia. 5 Basado en ACNUR, Op. Cit. 6 Ley 387 de 1997, Título II, Capítulo 2, Sección 7, Artículo 18 7 www.cicr.org Cruz Roja Colombiana 3. Reubicados/retornados8 En los artículos relativos a la asistencia a la población civil en Colombia, el término “retornado” hace referencia a personas civiles que luego de haber huido con motivo del conflicto, regresan a su lugar de residencia habitual. El término “reubicados” se refiere a personas civiles que se instalan en forma definitiva en un lugar distinto a su lugar de origen. 4. Fases de la asistencia9 A fin de brindar la mejor asistencia humanitaria posible, el CICR divide la asistencia en momentos o fases. El CICR concentra su actividad en lo que se denomina fase de emergencia y que comprende, como máximo, los tres meses inmediatos posteriores al acontecimiento que motiva la intervención humanitaria. Existen básicamente tres momentos de la asistencia10: 1. Prevención: se dirige a prevenir las violaciones sistemáticas del derecho internacional humanitario por parte de los diferentes actores del conflicto. Comprende la difusión de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario entre la sociedad civil y los diferentes organismos estatales, especialmente la fuerza pública. 2. Acción de urgencia o emergencia: en esta fase se concentran los esfuerzos del CICR y se compone de las actividades de protección y asistencia hacia las comunidades y personas afectadas por el desplazamiento. 9 www.cicr.org 10 Véase Frédérique Prunera, “Personnes déplacées en Colombie et personnes d’origine colombienne cherchant refuge dans les pays voisins”, en Revista del Comité Internacional de la Cruz Roja, Septiembre de 2001, Vol. 83, No. 843 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 8 www.cicr.org 5 COMPILACION DE LECTURAS Aquí se distribuyen elementos básicos para la supervivencia, se entabla contacto con las comunidades con el fin de evaluar sus necesidades, se brinda apoyo sico-social y se adelanta un proceso de registro de las personas desplazadas. 3. Readaptación: esta fase es adelantada con las personas reubicadas y retornadas para garantizar sus condiciones de vida digna y promover proyectos de microinfraestructura en los lugares de retorno. 5. Casos individuales11 Casos de personas o familias individuales que espontáneamente se acercan a las oficinas del CICR y en algunas ciudades del país e las instalaciones de la Cruz Roja Colombiana, escapando de situaciones que ponen en riesgo su vida. Cada familia se somete a una entrevista confidencial que sirve para corroborar la veracidad de los motivos del desplazamiento. El CICR brinda asistencia en base a sus propios criterios de evaluación, y en ningún caso por un período superior a tres meses. 6. Casos masivos12 Poblaciones que se encuentran en una zona geográfica de recepción común, escapando de eventos clave de desplazamiento, como por ejemplo una masacre. Antes de entregar cualquier tipo de ayuda, es realizada una evaluación previa por parte del personal del CICR. El CICR asiste según sus propios criterios. Esta asistencia, como la individual, no cubre mas de tres meses, en casos excepcionales la ayuda es prorrogable tres meses más. 6 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 7. Zonas de expulsión 11 www.cicr.org 12 www.cicr.org Cruz Roja Colombiana 13 Véase CODHES, “Situación de conflicto y desplazamiento en las fronteras: el cerco se cierra”, Bogotá, julio de 2005 14 Para mayor información sobre la dinámica de expulsión por regiones véase Defensoría del Pueblo, Informe defensorial sobre el desplazamiento forzado por la violencia en Colombia, 2002 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Son aquellas regiones del país que se caracterizan por una alta intensidad del conflicto armado manifestado mediante combates entre la Fuerza Pública y los grupos armados ilegales, entre las guerrillas y los grupos paramilitares o por una fuerte presencia de organizaciones subversivas y especialmente paramilitares. Las principales zonas de expulsión en el país se encuentran ubicadas en el sur, nororiente y noroccidente del país. Durante el primer trimestre de 200513 el conflicto tuvo una profundización en el litoral pacífico, Nariño, Arauca, Putumayo y Chocó, debido a la confrontación guerrillas - paramilitares por el control de zonas estratégicas para el tráfico y producción de drogas ilícitas y a las amenazas reiteradas de estos grupos a la población civil. Ha continuado la crisis humanitaria en el nororiente del país y se ha expandido el conflicto hacia los departamentos de Amazonas, Putumayo, Vaupés, Vichada y Guanía, zonas que están siendo utilizadas principalmente por las FARC para la producción y comercialización de drogas ilícitas. Es importante señalar que la intensificación del conflicto en las zonas y departamentos fronterizos está generando cada día en mayor medida el desplazamiento de colombianos fuera del territorio nacional, especialmente hacia Panamá, Ecuador, Perú y Venezuela, creándose así un problema de refugiados internacionales.14 7 COMPILACION DE LECTURAS 8 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ DINÁMICA REGIONAL DEL CONFLICTO ARMADO INTERNO – SEGUNDO TRIMESTRE DE 200515 15 CODHES, “Situación de conflicto y desplazamiento en las fronteras: el cerco se cierra”, Bogotá, julio de 2005 Cruz Roja Colombiana 8. Zonas de recepción Las zonas receptoras son aquellas hacia las cuales converge un elevado flujo de desplazados por la violencia. Estas zonas son generalmente centros urbanos, entre los cuales los mayores receptores han sido tradicionalmente Bogotá y Medellín. Sin embargo, las poblaciones relativamente grandes aledañas a zonas de expulsión también se convierten en grandes receptores de población desplazada, como lo indican las siguientes tablas. DEPARTAMENTOS CON MAYORES INDICES DE RECEPCION DE PERSONAS DESPLAZADAS 1999 – 2005 16 1999 DEPARTAMENTO 1 2 3 4 5 Bolívar Bogotá Antioquia Santander Valle No. Personas Desplazadas 35.615 33.143 24.257 22.736 21.066 2000 1 2 3 4 5 Antioquia Bogotá Magdalena Bolívar Valle 16 Fuente: CODHES No. Personas Desplazadas 46.251 43.780 35.004 27.606 26.797 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ DEPARTAMENTO 9 COMPILACION DE LECTURAS 2001 DEPARTAMENTO 1 2 3 4 5 Antioquia Bogotá Cauca Bolívar Nariño No. Personas Desplazadas 56.094 53.520 31.392 23.334 19.176 2002 DEPARTAMENTO 1 2 3 4 5 Bogotá Magdalena Antioquia Norte de Santander Cesar No. Personas Desplazadas 51.737 37.509 37.139 36.319 29.544 2003 DEPARTAMENTO 1 2 3 4 5 Antioquia Caquetá Cundinamarca Bogotá Cesar No. Personas Desplazadas 27.831 14.117 13.329 13.074 12.493 2004 DEPARTAMENTO 1 2 3 4 5 Antioquia Bogotá Caquetá Valle Norte de Santander 10 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 2005 DEPARTAMENTO 1 2 3 4 5 Bogotá Valle Antioquia Cauca Meta No. Personas Desplazadas 40.832 31.491 21.271 15.180 12.663 No. Personas Desplazadas 19.545 16.338 11.870 10.036 9.085 Cruz Roja Colombiana 9. Grupos especialmente vulnerables Según el Informe del ACNUR sobre la situación de los Derechos Humanos en Colombia del año 2004, los grupos más vulnerables frente al desplazamiento forzado siguen siendo mujeres, niños, comunidades indígenas y negras, defensores de derechos humanos, incluyendo sindicalistas, organizaciones de mujeres y líderes sociales. En cuanto a comunidades étnicas y afrocolombianas, señala el ACNUR que las más afectadas durante el 2004 fueron desplazadas de las regiones del Eje Cafetero, Chocó, la Sierra Nevada de Santa Marta y las zonas en las cuales se desarrolla el Plan Patriota. Otro grupo que fue víctima de la migración forzosa fueron los periodistas y formadores de opinión. II. CAUSAS DEL DESPLAZAMIENTO Las causas del desplazamiento forzado en Colombia tienen su origen fundamentalmente en el conflicto armado interno. La mayoría de desplazados son obligados a dejar sus lugares de origen por amenazas directas, individuales o colectivas de los actores armados, o bien, por combates entre los grupos insurgentes y el ejército o entre los grupos paramilitares y guerrilleros. 17 Ana María Ibáñez y Carlos Eduardo Vélez, “Civil conflict and forced migrations: the micro determinants and the welfare losses of displacement in Colombia”, Bogotá: Universidad de los Andes, Docimento CEDE No. 35, Junio de 2005, p. 8 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ “Durante el 2001, los grupos paramilitares provocaron la mitad de las migraciones forzadas, mientras la guerrilla y la presencia simultánea de dos grupos armados causaron el 20% y 22 % respectivamente (RSS, 2002). Los grupos paramilitares no solo tienen la mayoría de la responsabilidad, sino que sus acciones también son más efectivas. Durante el 2001, los paramilitares causaron 599 eventos de desplazamiento que forzaron a 91.380 personas a salir de su lugar de origen, mientras tanto, la guerrilla provocó 570 eventos que terminaron con el desplazamiento de 36.217 personas (RSS, 2002).”17 11 COMPILACION DE LECTURAS La apropiación de tierras por parte de grupos armados ilegales y el narcotráfico ha ocasionado la pérdida de cuatro millones de hectáreas de tierra, esto es, cerca de un tercio del terreno productivo en Colombia.18 También a causa del conflicto armado, algunas familias dejan su lugar de origen para evitar el reclutamiento de sus hijos en los ejércitos ilegales. Una causa más reciente del desplazamiento está constituida por los programas de erradicación de cultivos ilícitos mediante la fumigación aérea que “destruye las propiedades de los campesinos, produce una caída temporal de sus ingresos y da origen a combates en la zona, exacerbando la violencia en la región. Se estima que 13.153 personas fueron desplazadas durante 1999 en departamentos productores de drogas.”19 III. POLITICA PUBLICA DEL DESPLAZAMIENTO FORZOSO EN COLOMBIA 1. Principios Rectores La Ley 387 de 199720 estableció los siguientes principios y derechos básicos para los desplazados: 1. Los desplazados forzados tienen derecho a solicitar y recibir ayuda internacional y ello genera un derecho correlativo de la comunidad internacional para brindar la ayuda humanitaria. 12 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 2. El desplazado forzado gozará de los derechos civiles fundamentales reconocidos internacionalmente. 18 19 20 Ibíd., p. 9 Ibíd. Ley 387 de 1997, Título I, Artículo 2 Cruz Roja Colombiana 3. El desplazado y/o desplazados forzados tienen derecho a no ser discriminados por su condición social de desplazados, motivo de raza, religión, opinión pública, lugar de origen o incapacidad física. 4. La familia del desplazado forzado deberá beneficiarse del derecho fundamental de reunificación familiar. 5. El desplazado forzado tiene derecho a acceder a soluciones definitivas a su situación. 6. El desplazado forzado tiene derecho al regreso a su lugar de origen. 7. Los colombianos tienen derecho a no ser desplazados forzadamente. 8. El desplazado y/o los desplazados forzados tienen el derecho a que su libertad de movimiento no sea sujeta a más restricciones que las previstas en la ley. 9. Es deber del Estado propiciar las condiciones que faciliten la convivencia entre los colombianos, la equidad y la justicia social. 2. Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia (SNAIPD) 21 Ley 387 de 1997, Título II, Artículo 4 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El SNAIPD fue creado por la Ley 387 de 1997 con el fin de atender a la población desplazada, garantizar la protección de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, fortalecer las zonas receptoras y expulsoras de desplazados internos, contribuir a la reincorporación de la población desplazada y coordinar los recursos necesarios para la atención a la población desplazada.21 13 COMPILACION DE LECTURAS 3. Consejo nacional para la atención integral a la población desplazada por la violencia El Consejo Nacional para la atención a la población desplazada se crea mediante la Ley 387 de 1997 y está conformado por un delegado del presidente, un consejero presidencial para el desplazamiento, el Ministro del Interior, el Ministro de Hacienda, el Ministro de Defensa, el Ministro de Salud, el Ministro de Agricultura, el Ministro de desarrollo Económico, el Director del Departamento Nacional de Planeación, el Defensor del Pueblo, un consejero presidencial para la política social, el Gerente de la Red de Solidaridad Social y el Alto Comisionado para la Paz.22 4. Los comités municipales, distritales y departamentales para la atención integral a la población desplazada por la violencia Con el fin de apoyar al SNAIPD, la Ley 387 de 1997 crea los comités departamentales, distritales y municipales que están conformados por el Gobernador o Alcalde, según sea el caso, el Comandante de la Brigada, el Comandante de la Policía Nacional, el Director del Servicio Seccional de Salud, el Director o Coordinador del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, un representante de la CRC, un representante de la Defensa Civil, un representante de la Iglesia y dos representantes de la población desplazada.23 14 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Estos comités deberán evaluar las necesidades de la población desplazada y tomar medidas para su asistencia, orientar jurídicamente a la población desplazada para la solución de los conflictos y proponer mecanismos tendientes a la prevención de situaciones de desplazamiento. 22 Ibíd., Artículo 6 23 Ibíd, Artículo 7 Cruz Roja Colombiana 5. Plan nacional para la atención integral a la población desplazada por la violencia Los objetivos de este plan, establecidos en la Ley 387 de 1997 son la identificación de las causas del desplazamiento, el diseño de mecanismos para prevenirlo, la adopción de medidas de acción humanitaria de emergencia, la búsqueda de condiciones para el retorno de la población a sus lugares de origen y la especial atención a los grupos vulnerables, es decir, mujeres, niños y comunidades negras e indígenas. 6. De la red nacional de información para la atención a la población desplazada por la violencia La red nacional de información fue creada con el fin de servir como apoyo al Plan Nacional que proporcionara a este último información que le permitiese identificar y evaluar de manera más rápida y eficiente las causas del desplazamiento y la consecuente adopción de medidas para contrarrestarlo. Esta red funciona mediante el establecimiento de puntos de información locales coordinados por la Cruz Roja Colombiana24, la Defensoría del Pueblo, la Iglesia y las organizaciones de desplazados. 7. Fondo nacional para la atención integral a la población desplazada por la violencia 24 La Cruz Roja Colombiana en aquellas seccionales en las que se tiene contratos con la Red de Solidaridad 25 Ley 387 de 1997, Título II, Capítulo III, Artículo 23 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La Ley 387 de 1997 creó este fondo con el fin de proporcionar recursos más o menos estables para la atención a la población desplazada en todas sus fases y para la operación de la red nacional de información. Los recursos del fondo provienen de25: 15 COMPILACION DE LECTURAS 1. Los recursos que se le asignen en el Presupuesto General de la Nación. 2. Las donaciones en dinero que ingresen directamente al Fondo, previa la incorporación al Presupuesto General de la Nación y las donaciones en especie legalmente aceptadas. 3. Los recursos de crédito que contrate la Nación para atender el objeto y funciones del Fondo, previa incorporación al Presupuesto General de la Nación. 4. Los aportes en dinero provenientes de la cooperación internacional, previa incorporación al Presupuesto General de la Nación. 5. Los demás bienes, derechos y recursos adjudicados, adquiridos o que adquiera a cualquier título de conformidad con la ley. 8. Sistemas de información y registro26 8.1. Sistema RUT. Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica 16 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Desde la fecha de su creación en 1997 ha incluido en sus bases de datos a 50.636 familias (247.189 personas). El RUT se encarga de realizar una caracterización sociodemográfica de la población desplazada que se acerca a las parroquias de todo el país a solicitar ayuda, en donde se les reparte un formato de encuesta. El alcance del RUT es amplio dada la extendida y tradicional presencia de la Iglesia Católica en todo el territorio nacional, sin embargo, en este registro se incluye solamente a aquellos que acudan a la Iglesia por sus propios medios. 26 CODHES, “Desplazamiento forzado interno en Colombia: el falso debate de las cifras”, Bogotá, Abril de 2005 Cruz Roja Colombiana 8.2. Sistema de información del CICR “Aunque no se considera una herramienta oficial de registro, el CICR ha desarrollado un sistema de información donde se almacenan los datos de todas las persona en situación de desplazamiento forzado que atiende en virtud del memorando de entendimiento suscrito entre este organismo y el gobierno colombiano.”27 Además, “el CICR viene sistematizando información de caracterización estadística tanto sobre las particularidades sociodemográficas de esta población, como de las circunstancias en medio de las cuales se produce el desplazamiento. Para los casos de desplazamiento masivo, la presencia del CICR en los lugares de expulsión garantiza información muy precisa sobre las condiciones en las que se encuentra la población que atiende, así como sobre el impacto del desplazamiento forzado en la población civil víctima de este delito.”28 La metodología utilizada por este sistema es la de la entrevista personalizada y la verificación de la información mediante visita domiciliaria, lo cual hace de el una base de datos muy confiable que incluye características sociodemográficas muy precisas sobre la población. 8.3. Sistema de información sobre derechos humanos y desplazamiento forzado (SISDHES) del CODHES 27 Ibíd., p. 4 28 Ibíd., p. 5 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ A partir de 1992 CODHES estableció un sistema estadístico de registro sobre la población desplazada internamente y, a partir de 1999 creó un sistema que da cuenta de la migración forzada trans-fronteriza. El SISDHES funciona mediante dos componentes: 17 COMPILACION DE LECTURAS a) Estimación por fuentes contrastadas que permite dimensionar la magnitud del desplazamiento forzado que se reporta en número de personas en situación de desplazamiento por trimestre tomando como referente el sitio de llegada de las personas en situación de desplazamiento. (Cifra de recepción). b) Caracterización sociodemográfica, que le permite al sistema dar cuenta de las principales características que reportan cada año tanto las familias y personas en situación de desplazamiento, como las circunstancias en medio de las cuales se producen los eventos de migración forzada: causas, autores, impactos socioeconómicos, zonas de expulsión y recorridos, entre otros. Este trabajo se lleva a cabo a partir de la aplicación de una encuesta nacional que toma como marco muestral los datos reportados en la fase de estimación por fuentes contrastadas.29 4.4. Sistema único de registro (SUR) de la Red de Solidaridad Social (RSS) “La RSS es la instancia de l Gobierno Nacional encargada de coordinar la respuesta pública a las personas en situación de desplazamiento y para ello debe articular la Red Nacional de Información para la atención a la población desplazada por la violencia, según lo establecido en la sección 2 –artículos 11 al 13– de la ley 387 de 1997.”30 18 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El SUR almacena la información de aquellas personas que presentan declaración ante la Procuraduría General, la Defensoría del Pueblo o las Personerías Municipales, quienes tienen un plazo máximo de un año para presentar dicha declaración. Sobre estas declaraciones, el personal del SUR realiza una valoración que 29 Ibíd., p. 6 30 Ibíd.., p. 8 Cruz Roja Colombiana verifica la veracidad de las mismas para proceder a incluir al desplazado en el sistema. 4.5. Factores de sub-registro en los sistemas de información31 RUT: No incorpora información de personas que no se acercan a las parroquias a solicitar apoyo. No se propone hacer un monitoreo de la magnitud del desplazamiento. CICR: No incorpora información sobre personas que no son atendidas por este organismo humanitario. Está focalizado principalmente en personas que se desplazan en éxodos o eventos masivos, que según los reportes oficiales constituyen apenas el 25% de las personas incluidas en el SUR. SISDHES: No cuenta con capacidad operativa para dar cubrimiento a todo el territorio nacional. Baja capacidad para cubrir la población que se desplaza en forma individual o unifamiliar. Está sujeto en forma prioritaria a la información inicial que reportan los medios de comunicación. SUR: 31 Se limita al reporte de personas en situación de desplazamiento que presentan declaración ante ministerio Ibíd., p. 16 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 19 COMPILACION DE LECTURAS público y son valoradas positivamente por funcionarios de la RSS. No incluye información de personas desplazadas por las operaciones de fumigación de cultivos de uso ilícito ni de aquellas que retornan el corto plazo. No siempre incluye información de personas atendidas por el CICR y valoradas como población desplazada por esta entidad. II. MARCO NORMATIVO 20 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 1. Leyes, decretos y documentos Documento CONPES 2804 de 1995 Define y desarrolla acciones de prevención, protección, atención humanitaria de emergencia y el acceso a los programas sociales del Gobierno. Define el concepto de desplazado interno. Establece un plazo máximo de 12 meses para que la población desplazada acceda a programas de atención al desplazamiento. Se definen las estrategias de: 1. Prevención, que incluye el Sistema de Información y Alerta Temprana, que permita “identificar riesgos, evaluar la magnitud del problema, tomar medidas inmediatas y formular alternativas de solución a los conflictos”, con la participación de entidades estatales y no estatales. Crea los Consejos de Seguridad Comunitarios, establece la difusión del Derecho Internacional Humanitario.2. Atención inmediata, que incluye el Programa de asistencia especial de emergencia, el cual proporciona principios en cuanto a asistencia y socorro a la población desplazada y alienta la creación y mantenimiento de organizaciones no gubernamentales y organismos humanitarios.3. Consolidación y estabilización socio-económica, que “comprende acciones y medidas de mediano y largo plazo con el propósito de generar condiciones de sostenibilidad económica y social para la población desplazada en el marco del retorno voluntario o el reasentamiento en otras zonas rurales o urbanas” e incluye el desarrollo de Cruz Roja Colombiana proyectos productivos dentro de los cuales se contempla el acceso al sistema nacional de reforma agraria y desarrollo rural campesino, los estímulos para el fomento de la microempresa y la comercialización de alimentos básicos. Crea el programa de atención social en educación, salud, vivienda, empleo y atención a personas de la tercera edad. Crea los programas de atención territorial y retorno. Ley 387 de 1997 Dictamina los principios rectores de la atención integral a la población desplazada. Crea el Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia (SNAIPD), el Consejo nacional para la atención integral a la población desplazada por la violencia, los comités municipales, distritales y departamentales para la atención integral a la población desplazada por la violencia, el Plan nacional para la atención integral a la población desplazada por la violencia, la red nacional de información para la atención a la población desplazada por la violencia y el Fondo nacional para la atención integral a la población desplazada por la violencia. Decreto 2569 de 2000 Reglamenta la Ley 387 de 1997. Establece las atribuciones de la Red de Solidaridad Social (RSS). Crea el Registro Único de Población Desplazada, a cargo de la RSS. Decreto 250 de 2005 “Por el cual se expide el Plan Nacional para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia”. Establece los principios rectores del Plan: enfoque diferencial, territorial, humanitario, restitutivo y de derechos. La responsabilidad compartida, cooperación y solidaridad, Integralidad, participación ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Ley 599 de 2000 Nuevo Código Penal. Aumenta la pena por genocidio, tortura, desaparición y desplazamiento forzado a un máximo de 30 años. Establece una multa de 1.000 a 2.000 SMLV a quien desplace forzadamente a población civil y establece la inhabilidad para el ejercicio de funciones públicas entre 10 y 20 años a quien incurra en este delito. Establece el desplazamiento forzado como circunstancia de agravación punitiva. Incluye un título especial sobre “Delitos contra personas y bienes protegidos por el derecho internacional humanitario” (Título II). 21 COMPILACION DE LECTURAS y control social y atención a la vulnerabilidad. Se establecen las fases de Prevención y Protección, Atención Humanitaria de Emergencia y Estabilización Socioeconómica, para cada una ellas, se contemplan acciones al menos para una de las siguientes cuatro Líneas Estratégicas: Acciones Humanitarias, Desarrollo Económico Local, Gestión Social y Hábitat. Establece el fortalecimiento del Comité Interinstitucional de Alertas Tempranas (CIAT). Dictamina la protección de los bienes civiles, la asistencia en aprovisionamiento de bienes fundamentales como alimentos a la población desplazada, fortalece el Programa Red de Seguridad Alimentaria (RESA) de la RSS . En cuanto a la acción de emergencia consolida la asistencia alimentaria, de albergues, en salud (así el desplazado no haya sido aun incluido en el Registro Único de Población Desplazada pero su declaración esté en proceso), se crean las Unidades de Atención y Orientación (UAO) en los municipios receptores, se crea el programa de capacitación y recalificación en la producción para la población desplazada a cargo del SENA, DANSOCIAL, FOMIPYME y con el apoyo de las Universidades públicas o privadas y las ONG. Establece la adjudicación de predios libres a los desplazados. 22 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 2. Sentencias de la corte constitucional SU-1150 de 2000 Acciones de tutela instauradas por la Regional de Antioquia de la Defensoría del Pueblo contra la Inspección 8B Municipal de Policía de Antioquia, el Ministerio del Interior, la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín.Se profiere orden de desalojo a un grupo de desplazados provenientes de los municipios de Mutatá, Chigorodó, Ituango, Dabeiba y otros, que se encontraban en terrenos fiscales a cargo de la entidad oficial descentralizada Corvide del Municipio de Medellín. Dicha orden sería cumplida por la Inspección 8B Municipal de la Policía de Antioquia. La Defensoría del Pueblo interpone una acción de tutela para impedir el lanzamiento de estas personas de los predios, pues según la Ley 387 de 1997, el Estado está en obligación de proveer albergue a las personas víctimas del desplazamiento forzado. Las sentencias son denegadas y en su revisión constitucional la Corte decide:1. Cruz Roja Colombiana T-1635 de 2000 Acción de tutela incoada por el Defensor del Pueblo, Regional de Bogotá, contra la Red de Solidaridad Social.Ante la ocupación pacífica de un grupo de desplazados de las instalaciones de la sede del Comité Internacional de la Cruz Roja en Bogotá, el Defensor del Pueblo interpone una tutela en la cual ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La revocación de la sentencia anterior y el aplazamiento del desalojo de los desplazados. 2. La reubicación de los desplazados en un plazo máximo de 3 meses a cargo del Presidente de la República.Las razones fundamentales esgrimidas por la Corte para su decisión fueron: - El desplazamiento forzado comporta obviamente una vulneración del derecho de los nacionales a escoger su lugar de domicilio, al igual que de su derecho al libre desarrollo de la personalidad. Asimismo, dado el ambiente intimidatorio que precede a los desplazamientos, estas personas ven conculcados sus derechos de expresión y de asociación.- La vulneración de los derechos citados implica la violación de distintos instrumentos internacionales de derechos humanos y de derecho internacional humanitario, tales como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención de los Derechos del Niño, la Convención sobre la Eliminación de toda Forma de Discriminación contra la Mujer, la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José, el artículo 3° Común de los Convenios de Ginebra y el Protocolo II Adicional a los Convenios de Ginebra.- Al Estado colombiano le corresponde velar por la suerte de las personas desplazadas.- Las personas desplazadas por la violencia se encuentran en un estado de debilidad que los hace merecedores de un tratamiento especial por parte del Estado. Ello significa que estas personas tienen el derecho de recibir asistencia en la situación de emergencia que enfrentan. Dadas las condiciones del Estado colombiano y la pobreza generalizada que registra el país, es claro que esa atención debe concentrarse en lo urgente y tener un carácter temporal. Sin embargo, como se ha visto, el Estado no ha respondido debidamente a las demandas de este creciente sector de la sociedad colombiana, a pesar de las disposiciones legales y administrativas que han sido expedidas. 23 COMPILACION DE LECTURAS 24 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ expone la situación de hacinamiento de estas personas, así como la falta de suministro de medicamentos y la falta de cupos escolares para los menores. Se pide a la RSS, en cumplimiento de los deberes del Estado y de acuerdo a la Ley 387 de 197, la reubicación de los desplazados.La Corte Constitucional decide que, “en razón de la omisión de las autoridades públicas competentes, han sido afectados los derechos constitucionales a la vida, en condiciones de dignidad, a la salud en conexión con ella, a la integridad personal, a la libre circulación dentro del territorio, a la igualdad real y efectiva, a una vivienda digna, al trabajo, y a la educación, particularmente en el caso de los niños” y ordena al Presidente de la República y a los Ministros de Hacienda y Crédito Público, de Salud, de Educación, de Trabajo y Seguridad Social, y al Director de la Red de Solidaridad Social, la reubicación de los desplazados en un plazo máximo de 30 días. T-098 de 2002 En el año de 1997, por presión de los grupos paramilitares, un gran número de habitantes de los municipios de Turbo, Bojayá, Carmen de Atrato, Rio Sucio, Apartadó, Cantón de San Pablo, El Carmen, Las Mercedes, El Bagre, Murrí, Chigorodó, Urabá, Vigia del Fuerte, se vieron obligados a abandonar viviendas, bienes y lugares de asentamiento y se trasladaron a la ciudad de Quibdó. Los demandantes consideran que se les han violado los siguientes derechos: el derecho a la vida y a la dignidad personal, el derecho al trabajo, el derecho a la igualdad, el derecho a la salud, el derecho a la vivienda digna, el derecho a la educación y el acceso a la tierra de los trabajadores agrarios. Por su parte, la Red de Solidaridad Social le informa al juez de primera instancia que cumplió con la atención humanitaria de emergencia ordenada en el artículo 15 de la ley 387/97, consistente en socorrerlos, asistirlos y protegerlos por tres meses prorrogables por otros tres meses.La Corte Constitucional considera que de acuerdo a la responsabilidad del Estado frente a la población desplazada “el grupo social de los desplazados, por su condición de indefensión merece la aplicación de las medidas a favor de los marginados y los débiles, de acuerdo con el artículo 13 de la Constitución Política, incisos 2° y 3° que permiten la igualdad como diferenciación, o sea la diferencia en- tre distintos.” Adicionalmente, considera que “en el presente caso, se está ante situaciones que afectan a menores de edad, que tienen derecho a un trato preferencial.” En cuanto al derecho a la vivienda establece también la Corte que si bien “se dispuso que momentáneamente se les permita a los desplazados ubicarse en Quibdó y ocupar un espacio público, esta determinación es razonable, pero no es la solución definitiva, que no es otra que la reubicación, para lo cual debe colaborar el INURBE y dentro de sus posibilidades presupuestales el Municipio de Quibdó.” En lo referente al derecho al trabajo la corte establece que se viola el primer inciso del Artículo 26 de la Constitución Política y que “La libertad de escoger profesión u oficio (CP art. 26) es un derecho fundamental reconocido a toda persona. Este involucra tanto la capacidad de optar por una ocupación como de practicarla sin más limitaciones que las establecidas en la Constitución y en la ley.” Además considera que “En el presente caso de los desplazados, se les afecta el oficio de agricultores porque por el desplazamiento forzado a la ciudad no pueden continuar desarrollando sus labores. Esto implica que se presenta una colisión entre las normas aplicables para la protección de los derechos de los desplazados. En efecto, el Estado debe proteger el derecho a la libertad de oficio y hacer cumplir el artículo 65 de la Carta sobre “fomento agropecuario, forestal y pesquero”, pero por otro lado esos agricultores no pueden volver a sus parcelas y el artículo 54 establece como obligación del Estado “propiciar la ubicación laboral de las personas en edad de trabajar”. Si el desplazado considera que corre peligro su vida al regresar, obviamente está sacrificando la libre elección de su trabajo pero eso no significa que quede desprotegido.” La Corte argumenta que la educación es un derecho fundamental y como tal debe ser garantizado por el Estado.De acuerdo a lo anterior la Corte Constitucional ordena al ICBF la distribución de subsidios alimentarios entre los menores de 7 años; al INURBE y la Alcaldía de Quibdó el otorgamiento de subsidios de vivienda; a la RSS y los Secretarios de Educación de Chocó y Quibdó la asignación de cupos escolares para los menores de 15 años de manera gratuita; a la RSS la inclusión de los desplazados en el SISBEN; a la RSS la inclusión de los desplazados en programas de capacitación con el SENA. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Cruz Roja Colombiana 25 26 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ COMPILACION DE LECTURAS T-025 de 2004 Acción de tutela instaurada por Abel Antonio Jaramillo, Adela Polanía Montaño, Agripina María Nuñez y otros contra la Red de Solidaridad Social, el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, el Ministerio de Protección Social, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Educación, el INURBE, el INCORA, el SENA, y otros.Los accionantes se encuentran ubicados actualmente en las siguientes capitales de departamento y municipios: Armenia, Barrancabermeja, Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Buenaventura, Calarcá, Cali, Florencia, Girón, Ibagué, Itagüí, Medellín, Neiva, Obando, Pasto, Pereira, Piedecuesta, Popayán, Riohacha, Taminango y Villavicencio. Salvo algunas excepciones, los tutelantes se encuentran inscritos en el Registro Único de Población Desplazada. Se trata de personas víctimas de desplazamiento forzado por hechos ocurridos en promedio hace más de un año y medio, la mayoría de los cuales recibieron algún tipo de ayuda humanitaria de emergencia durante los tres meses siguientes a su desplazamiento, pero ésta no llegó a todos y no siempre fue oportuna y completa.La Corte Constitucional considera que dadas “las condiciones de vulnerabilidad extrema en las cuales se encuentra la población desplazada, así como por la omisión reiterada de brindarle una protección oportuna y efectiva por parte de las distintas autoridades encargadas de su atención, se han violado tanto a los actores en el presente proceso, como a la población desplazada en general, sus derechos a una vida digna, a la integridad personal, a la igualdad, de petición, al trabajo, a la salud, a la seguridad social, a la educación, al mínimo vital y a la protección especial debida a las personas de la tercera edad, a la mujer cabeza de familia y a los niños (apartados 5 y 6). Esta violación ha venido ocurriendo de manera masiva, prolongada y reiterada y no es imputable a una única autoridad, sino que obedece a un problema estructural que afecta a toda la política de atención diseñada por el Estado, y a sus distintos componentes, en razón a la insuficiencia de recursos destinados a financiar dicha política y a la precaria capacidad institucional para implementarla.”La Corte establece mediante análisis jurisprudencial que los derechos fundamentales de los desplazados que tradicionalmente han sido protegidos son (i) en 3 ocasiones para proteger a la población desplazada contra actos de discriminación; (ii) en 5 eventos para proteger la vida e integridad personal; (iii) en 6 ocasiones para garantizar el acceso efectivo a los servicios de salud; (iv) en 5 casos para proteger el derecho al mínimo vital garantizando el acceso a los programas de restablecimiento económico; (v) en 2 eventos para proteger el derecho a la vivienda; (vi) en un caso para proteger la libertad de locomoción; (vii) en 9 ocasiones para garantizar el acceso al derecho a la educación; (viii) en 3 casos para proteger los derechos de los niños; (ix) en 2 casos para proteger el derecho a escoger su lugar de domicilio; (x) en 2 oportunidades para proteger el derecho al libre desarrollo de la personalidad; (xi) en 3 ocasiones para proteger el derecho al trabajo; (xii) en 3 eventos para garantizar el acceso a la ayuda humanitaria de emergencia; (xiii) en 3 casos para proteger el derecho de petición relacionado con la solicitud de acceso a alguno de los programas de atención a la población desplazada; y (xiv) en 7 ocasiones para evitar que la exigencia del registro como desplazado impidiera el acceso a los programas de ayuda.La Corte evalúa la Política Pública de Atención Integral a la Población Desplazada y concluye que a pesar de que esta “ha sido desarrollada normativamente desde el año 1997, según los informes aportados a este proceso, sus resultados no han logrado contrarrestar la situación de vulneración de los derechos constitucionales de la mayoría de la población desplazada.” Y además, “encuentra que los bajos resultados de la respuesta estatal, según los cuales no ha sido posible proteger integralmente los derechos de la población desplazada, se pueden explicar de acuerdo a dos problemas principales. (i) La precariedad de la capacidad institucional para implementar la política, y (ii), la asignación insuficiente de recursos.”La Corte Constitucional considera que el Estado y las Autoridades competentes están en la obligación de garantizar los derechos de la población desplazada y deben asignar los recursos necesarios para su efectiva aplicación. De acuerdo a lo anterior ordena al Consejo Nacional para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia que dentro de un plazo de 3 meses, adopte un programa de acción, con un cronograma preciso, encaminado a corregir las falencias en la capacidad ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Cruz Roja Colombiana 27 COMPILACION DE LECTURAS institucional; a la RSS la evaluación de la situación de los peticionarios y su inmediato acceso a las ayudas dispuestas, a entregar ayuda humanitaria, a brindar acceso a educación y salud a los menores de edad, al acceso a los programas de estabilización económica y de vivienda, al acceso a la salud y suministro de medicamentos. La política pública de atención a la población desplazada y la necesidad de incorporar un enfoque de derechos en su formulación y su ejecución32 Andrés Celis33 Resumen ejecutivo El escalamiento del conflicto y las señales de generalización de éste hacen prever un incremento del desplazamiento forzado en el país, situación que agudizaría la crisis humanitaria. El contexto de conflicto, la crisis financiera y fiscal, así como las limitaciones en materia de gobernabilidad, imponen severas restricciones a la ejecución de la política de atención a la población desplazada. 28 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La ausencia de marcos de referencia para la implementación de la respuesta estatal en materia de formulación de política genera contradicciones en la respuesta d e las instituciones y, en 32 Conferencia presentada en el II Seminario Internacional de Desplazamiento: implicaciones y retos para la gobernabilidad, la democracia y los derechos humanos, organizado por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIT) en Bogotá, el 4, 5 y 6 de Septiembre de 2002. ESTE DOCUMENTO ES RESPONSABILIDAD DEL AUTOR Y NO REFLEJA, NECESARIAMENTE, LA POSICON DEL ACNUR O DE LAS NACIONES UNIDAS 33 Oficial de la Oficina de Protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Colombia Cruz Roja Colombiana consecuencia, restringe la operación del Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada (SNAIPD) En el aspecto de implementación, no se ha reconocido el carácter instrumental de la política de atención en la protección de los derechos de la población desplazada. Los enfoques de la política, basados en muchos casos en fórmulas de políticas sociales, o de respuesta a emergencias, han restringido el ámbito de protección de esta población. El enfoque y el contenido de las políticas se presentan, en ocasiones, como una restricción más a las que imponen las crisis política y financiera. Así, la apelación de los afectados a mecanismos judiciales, para lograr la realización de sus derechos, es una señal clara de las limitaciones del sistema de atención y de la distancia entre el deber ser y el alcance de la política pública. Para simplificar, el enfoque de derechos de la política debería tender a buscar: (i) que las personas no sean desplazadas, es decir, a contrarrestar factores de riesgo y a limitar los factores de vulnerabilidad de la población en riesgo; (ii) garantizar el ejercicio de derechos y libertades durante el desplazamiento, lo que necesariamente implica la garantía de acceso a atención humanitaria oportuna y digna; y (iii) la reparación de los derechos, lo que significa administrar justicia, reparar o indemnizar los perjuicios causados y establecer garantías de no repetición de los hechos. Presentación La agudización y el cambio de dinámicas en el conflicto armado, al igual que la tendencia a un incremento sostenido del ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Es evidente que, en algunas circunstancias, las restricciones imponen la imposibilidad material de satisfacción de los objetivos planteados. Sin embargo, tales restricciones no pueden significar la renuncia a los objetivos. En una perspectiva de mediano y largo plazo, solamente un enfoque basado en derechos puede garantizar la sostenibilidad de los procesos y, en especial, el logro de condiciones de reconciliación en el escenario del posconflicto. 29 COMPILACION DE LECTURAS desplazamiento forzado por la violencia, obligan a revisar permanentemente el sentido y el alcance de las políticas públicas diseñadas para enfrentar la problemática de este fenómeno. En este documento se presenta una reflexión en torno ala necesidad de incorporar una visión de protección de derechos en el diseño de la política pública de atención a la población desplazada. Con este propósito se hace un abreve referencia al contexto sobre el cual se debe intervenir y a los consensos básicos que, al parecer, existen en materia del balances de los últimos cuatro años de ejecución de la política. Más adelante, se señalan algunas de las limitaciones básicas que tienen que afrontar los diseñadores y los ejecutores de las políticas en el contexto colombiano, para luego identificar las tensiones fundamentales entre el enfoque tradicional de la política pública y la protección de los derechos de la población desplazada. Finalmente, se presentan los avances que se han hecho en Colombia con respecto a la precisión del contenido de los derechos, a partir de los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos, de las Naciones Unidas, y del desarrollo de la jurisprudencia constitucional. 30 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 1. Elementos de contexto En el primer semestre de 2002, el desplazamiento forzado presentó un incremento marginal cercano al cien por ciento, con el cual se mantuvo la tendencia de crecimiento experimentada en el primer semestre del año 2001. la duplicación anual del problema es el reflejo del deterioro de las condiciones de bienestar y de seguridad en diferentes zonas del país. La herencia del frustrado proceso de diálogo con la guerrilla se traduce en la mayor disposición de la sociedad a asumir, por lo menos en forma temporal, el costo que representa el incremento del accionar armado como instrumento para encontrar la solución al conflicto. Tal disposición es una muestra de la radicalización de sectores de la sociedad ante la posibilidad de una salida Cruz Roja Colombiana negociada al conflicto armado. Sin embargo, no hay el correlato esperado de una mayor disposición a asumir y a atender la situación de aquellos sectores de población que, como consecuencia de la intensificación del conflicto, soportan un peso superior y sufren en forma directa las acciones de los grupos armados. La intensificación del conflicto está relacionada con el crecimiento de los grupos armados, que han más que doblado y triplicado su capacidad militar – medida en hombres armas –, en el caso de los grupos guerrilleros y de las autodefensas, respectivamente.34 La pérdida del respeto a la población civil no combatiente continúa siendo una constante en el conflicto colombiano y permite prever un incremento aún mayor del desplazamiento. Las acciones de los grupos armados señalan su decisión de buscar un mayor involucramiento de los civiles en el conflicto.35 Incluso, algunas de las medidas gubernamentales señalan el riesgo de que este involucramiento se generalice, lo que podría hacer diluir la frontera entre la población civil y los combatientes. Las estadísticas acerca de las causas de los desplazamientos muestran, sólo en forma parcial, las limitaciones que tienen que soportar las personas que finalmente toman la decisión de abandonar su lugar de residencia. Es así como estas cifras no registran situaciones que hoy se han convertido en prácticas comunes de los actores armados, como, por ejemplo, los bloqueos económicos en áreas aisladas y con escasa presencia efectiva de las instituciones estatales. En la actualidad, una de las principales causas del desplazamiento son los combates entre actores armados, que han adquirido una Defensoría del Pueblo. “Informe defensorial sobre el desplazamiento forzado por la violencia en Colombia”, abril de 2002 35 Las situaciones registradas en los límites entre Meta y Guaviare, a fines de julio son una muestra del cambio en la dinámica del conflicto y del tipo de afectación que se está generando sobre la población civil. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 34 31 COMPILACION DE LECTURAS connotación especial al involucrar el despliegue de grandes aparatos militares; sólo en agosto de 2002 se registraron más de diez enfrentamientos36 de estas características, que hicieron que la población se movilizara masivamente por el temor que le producía continuar en zonas asoladas por el accionar de los grupos enfrentados. El hecho de que la principal causa del desplazamiento sea la amenaza generalizada (54% 37 ) es un indicador claro de la percepción de la población acerca de las condiciones de seguridad y bienestar que existen en su lugar de residencia, de la generalización del conflicto y de lo que esto significa frente a la magnitud del problema. Más de la mitad de la población desplazada sale de su lugar de origen por el temor que le causa seguir residiendo allí. En este sentido, el temor deja de tener una connotación subjetiva para convertirse en un elemento objetivo que demuestra la imposibilidad de subsistir en un escenario dominado por las circunstancias del conflicto. 32 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La magnitud del problema del desplazamiento, la existencia de nuevos escenarios – de expulsión, así como de recepción de población – y la brecha entre las necesidades de la población desplazada y las políticas públicas formuladas, al igual que entre éstas y la cobertura actual del sistema de atención, demuestran el reto que enfrentan tanto el Estado como la sociedad y la necesidad de revisar el enfoque de las políticas hasta ahora implementadas. 36 Durante el mes de agosto se registraron enfrentamientos entre las FARC y las autodefensas en Valencia (Córdoba), Santa Rosa (Bolívar), Ituango y Yondó (Antioquia), Carmen del Atrato y Riosucio (Chocó), Valparaíso (Caquetá) y el Charco (Nariño), para citar sólo aquéllos recogidos por la prensa escrita en Bogotá. 37 Red de Solidaridad Social, Sistema de Estimación por Fuentes Contrastadas (SEFC). Presentación de Fernando Medellín en un seminario realizado en la Universidad Javeriana el 6 de agosto de 2002. Cruz Roja Colombiana 2. Algunos consensos propuestos ante la política de atención a la población desplazada38 La política de atención a la población desplazada por la violencia en el país se presenta en forma paradójica. De una parte, el marco normativo y de política es uno de los más avanzados dentro de contextos de conflicto armado interno. De otra parte, existe una amplia brecha entre éste y su implementación, lo que hace que, en términos de efectividad, el esquema nacional de atención se encuentra, en muchos casos, por debajo de los estándares. En términos de estructura, el Sistema Nacional de Atención a la Población Desplazada continúa careciendo de una visión sistémica: no hay coherencia ni coordinación en la acción de las diferentes instituciones d que lo componen, y las acciones que cada una de éstas ejecuta son diferentes, en términos del grado de compromiso y del esfuerzo que realizan. El Consejo Nacional de Atención a la Población Desplazada, por su parte, no ha generado el efecto integrador y diseñador para el cual fue concebido, pese a su esporádico funcionamiento durante 2001. 38 El contenido de este capítulo está basado, en gran parte, en el documento de “Balance de la política de atención al desplazamiento forzado interno en Colombia, 1999 – 2002”, elaborado por el ACNUR ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El traslado de competencias a la Red de Solidaridad Social – entidad que aporta la experiencia de más de doce años de trabajo con comunidades – robusteció la estructura de la atención, al pasar la coordinación del SNAIPD de una Consejería Presidencial, sin presencia en el territorio nacional, a un establecimiento público con delegaciones en todos los departamentos del país y en algunas subregiones. No obstante, el impacto de esta decisión se ha visto limitado por la concentración de las actividades en la instancia coordinadora, lo que ha significado congestión administrativa y mengua de los incentivos a los esfuerzos presupuestales e institucionales de otras agencias del Estado. 33 COMPILACION DE LECTURAS Las autoridades municipales han ido, en forma progresiva, avanzando en la asunción de responsabilidades. No obstante, la gestión local no ha alcanzado desarrollos estructurales, se carece de procesos de planificación que involucren recursos efectivos y que permitan articular la problemática del desplazamiento a la visión del desarrollo local. En este sentido, la distancia entre la visión del desarrollo local y la necesidad derivada de aquellos sectores de población expulsada o albergada, también en el ámbito local, es cada vez mayor. Pese a los mayores recursos que, en términos nominales, se han destinado a atender la problemática del desplazamiento, éstos resultan insuficientes. El déficit en la apropiación de recursos para la atención se ve agudizado tanto por la rigidez del sistema presupuestal colombiano como por la ineficiencia en algunas de las entidades que concurren en el SNAIPD. El avance más significativo se refleja en el aprendizaje institucional acumulado en la atención d e desplazamientos masivos, que ha permitido responder de mejor manera a estas situaciones de emergencia. La prestación d e atención humanitaria de emergencia, pro su parte, no ha logrado los mismos niveles de eficiencia en situaciones individuales y familiares. 3. Limitaciones para el éxito de la política 34 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ De manera objetiva, existen restricciones que impiden alcanzar los objetivos propuestos por la política, por lo que no se trata de cuestionar en forma irreflexiva la acción de las instituciones y los resultados de las políticas. El conflicto armado, además de ser la causa del desplazamiento, es la principal restricción para alcanzar el éxito de la política de atención y de otras políticas públicas. La ingobernabilidad, tanto política como fiscal, limita el campo de acción y la efectividad de las acciones del Estado. En un contexto caracterizado por la contracción de la acción del Estado, así como por la ocupación de determinados espacios dejados por éste, por parte de los actores Cruz Roja Colombiana armados, las posibilidades de lograr las metas definidas por las instituciones son significativamente menores. Los marcos teóricos en materia de políticas públicas no están concebidos para operar en escenarios tan adversos como el de estas características. El ejercicio de quien diseña este tipo de políticas consisten en tratar de adecuar una serie de lecciones de diferentes disciplinas y realidades a las necesidades del desplazamiento forzado. Es por eso que en la política de atención se conjugan fórmulas de sistemas de atención de desastres y de modelos de reasentamientos humanos con esquemas de atención humanitaria, y éstos, a su vez, con postulados de políticas sociales, en particular, con programas de asistencia social. Sin embargo, no se ha alcanzado a consolidar una política humanitaria que atienda, en realidad, la esencia del problema. Las lecciones de los últimos años muestran cómo los esfuerzos se han concentrado en importar fórmulas de políticas, como las señaladas, que han sido concebidas para desarrollarse en otro tipo de contextos. Así, para citar sólo algunos ejemplos, han sido una constante la aproximación coyuntural al problema – propia de los modelos de atención de desastres – ; la aplicación de mecanismos, filtros y trámites administrativos comunes en el diseño de políticas asistenciales cuyo fin es desestimular la demanda; o el desarrollo de modelos de reconversión laboral que intentan la integración urbana de la población con vocación campesina. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Al igual que en las formulaciones iniciales del Plan Colombia, las propuestas actuales en materia de atención al desplazamiento forzado por la violencia buscan abordar en forma estructural el problema, a partir de modelos de desarrollo regional. Sin embargo, queda sin absolver el problema de cómo garantizar niveles mínimos de control sobre factores relacionados con el conflicto, que nuevamente limitarán la contención y la atención del fenómeno del desplazamiento, al igual que las posibilidades de éxito de las propuestas de desarrollo. 35 COMPILACION DE LECTURAS Es evidente que ha existido una tensión entre los planes de desarrollo, los planes sectoriales y la evolución hacia la construcción de una política humanitaria, que parte de la carencia de ejercicios de diseño y de programación de la política a partir de enfoques poblacionales. Las miradas poblacionales, y en particular la del desplazamiento, han tenido que adaptarse a las estructuras y a los procedimientos de los sistemas sectoriales. El argumento que subyace a esta realidad es la necesidad de conservar el equilibrio en el desarrollo de los sectores respectivos para evitar, de esta manera, distorsiones en la ejecución de las políticas sectoriales. Al parecer, esta visión s e encuentra soportada en la capacidad – supuesta - de la oferta política sectorial de absorber la demanda específica poblacional. En consecuencia, la concepción del SNAIPD se presenta no como el ejercicio planificador dirigido a responder a una situación concreta derivada del conflicto, sino como la sumatoria de ofertas sectoriales que, bajo un objetivo común, está en capacidad de responder al problema del desplazamiento. 36 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Las fórmulas estipuladas en la Ley 387 de 1997 (Artículo 19) y en los documentos CONPES evidencian esta situación. En estos últimos, incluso, se estableció (Documento CONPES 2804 de 1995) que las entidades deberían desarrollar programas de atención, sin que esto significara un incremento en los recursos de la entidad correspondiente. Sólo en 1997 se señaló la necesidad de inscribir en el Banco de Proyectos de Inversión las nuevas actividades que serían emprendidas por las instituciones dentro de la respuesta al desplazamiento. La experiencia de los últimos cuatro años demuestra, en parte, las dificultades de avanzar en la ejecución de políticas cuando se carece de un marco participativo y claro de planificación. Además de haber dejado sin efectos prácticos el Decreto 173, que estableció el Plan Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada, en forma paralela se desarrollaron ejercicios de planificación por parte del Departamento Nacional de Planeación y de la Red de Solidaridad Social. Este último proceso, casi autárquico, careció de legitimidad dentro del conjunto de instituciones del SNAIPD, Cruz Roja Colombiana hecho que redundó en la ausencia de compromiso de éstas y en la tensión y el desgaste casi permanente en las relaciones interinstitucionales. En efecto, sólo en el último año de gobierno fue posible que las instituciones avanzaran, de manera concertada, en el diseño de políticas claramente destinadas a la atención de problemáticas específicas de la población desplazada. Es por eso que es tan difícil la comprensión de una política integral: porque para aproximarse a ella es necesario conjugar una serie de reglamentaciones sectoriales con multiplicidad de ofertas, procesos y procedimientos que hacen que la concepción de sistema se diluya, que la unidad de objetivos y criterios no sea clara y que, por lo tanto, la problemática no se derive tan sólo de la inoperancia del Consejo Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada. 4. Enfoque de derechos Si el conjunto de actores involucrados en la respuesta al problema del desplazamiento asimilara que el objeto de la política es, precisamente, la protección de los derechos de la población desplazada por la violencia, se limitaría, por lo menos, un buen número d e las dificultades señaladas. La visión de derechos implica tener presente que la razón de la política no es distinta a prevenir el desplazamiento (derecho a no ser desplazado), atender a la población desplazada – garantizándole el disfrute de sus derechos y libertades – y propiciar la reparación de sus derechos y su integración económica y social. El punto de partida de la política de atención a la población desplazada es la necesidad de recuperar el equilibrio y la igualdad de estas comunidades que se encuentran, como ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El sentido del SNAIPD es, en consecuencia, facilitar un esquema organizativo y funcional mediante el cual el Estado establece un marco institucional para atender a la población desplazada, para garantizar la protección de sus derechos y, en particular, para restablecer la igualdad resquebrajada por el hecho mismo del desplazamiento. 37 COMPILACION DE LECTURAS consecuencia del conflicto armado, en una situación de vulnerabilidad manifiesta, en los términos del Artículo 13 de la Constitución Política de Colombia. La formulación jurídica de la política genera una confusión en los operadores de la atención a la población desplazada. En efecto, estos confunden la Ley 387 de 1997 con los derechos de las personas que se encuentran en condición de desplazamiento. Los derechos de esta población no se derivan exclusivamente de esa ley. Si se careciera de este instrumento jurídico, las obligaciones del Estado con la comunidad desplazada serían las mismas y la única diferencia estribaría en la ausencia de un marco organizacional pre-establecido para el cumplimiento de esa función. La Ley 387 y los documentos de política son algunos de los instrumentos con los que cuenta el Estado para responder a una situación socialmente relevante – el desplazamiento –, pero no los únicos. Al perder la visión instrumental de la norma y de la política, el funcionario encargado de la respuesta al desplazamiento pierde de vista su sentido teleológico y, en el mejor de los casos, se apega al contenido literal de los instrumentos, lo que hace que estos elementos normativos operen, en ocasiones, como limitantes en la realización de los derechos de la población desplazada. 38 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El conjunto de derechos que el Estado pretende proteger a través de la política de atención a la población desplazada es el parámetro de ejecución de ésta, y es en ese conjunto derechos en donde se establece la unidad de objetivos y criterios que dan sentido y contenido al SNAIPD. Existe una tensión evidente entre el enfoque de derechos y la visión de la política pública. El primero, que es el escenario del deber ser, fija los términos bajo los cuales deben actuar la sociedad y el Estado. La segunda, que es el escenario del poder ser – la política –, busca responder en forma práctica, a partir del reconocimiento de las restricciones que le impone el contexto, al contenido del deber ser. Cruz Roja Colombiana Por encima de las limitaciones, la política pública, tanto en su diseño como en su ejecución, no debería hacer aún más onerosa la situación de los desplazados, ya de por sí pesada debido al mismo contexto. La carga que soportan los ciudadanos por factores como la agresión de los actores armados, las limitaciones en la respuesta estatal y la aún incipiente solidaridad social frente a su situación ya es exagerada; así, pues, el diseño y la ejecución de la política pública concebida para proteger sus derechos no debe convertirse en un mecanismo adicional de restricción de estos. Por supuesto, los mecanismos nacionales de protección de los derechos de la población desplazada involucran a estas instancias y requieren contar con herramientas jurídicas precisas para materializar la defensa de esos derechos. Las acciones de tutela y de cumplimiento tienen que operar como mecanismos ágiles de respuesta a la situación de crisis y emergencia de este sector de población, que, ante la inoperatividad de acciones ordinarias adelantadas en la jurisdicción civil y la contenciosa, no tiene alternativa diferente. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Es así que la irrenunciabilidad de los derechos d e esta población debe reiterarse siempre, pues en un escenario de conflicto caracterizado por la debilidad de las instituciones, la única defensa que le queda a la persona desplazada es la exigencia del respeto de sus derechos y la posibilidad de utilizar el sistema jurídico para lograr su efectividad. De allí la importancia de que existan, en el sistema jurídico y político, instituciones públicas y privadas que promuevan estos derechos, los hagan conocer de los sujetos de derecho y de los encargados de garantizar su protección, y actúen en función de defenderlos. Por la misma razón, es urgente defender el papel que puedan desarrollar los organismos no gubernamentales de derechos humanos, la Defensoría del Pueblo y las personerías municipales, que son algunos de los pocos espacios a los que la población desplazada puede apelar para buscar la protección de sus derechos y el restablecimiento de la igualdad. 39 COMPILACION DE LECTURAS El desconocimiento del significado de los instrumentos de defensa jurídica por parte del diseñador de política está plasmado en la redacción del Decreto 2569 de 2000, en el que se desconoció, en forma parcial y de facto, el sentido de la acción de cumplimiento. Además, al condicionar a la existencia de fondos en las instituciones la respuesta del Estado en la atención a la población desplazada, el contenido del derecho fue relativizado, cosa que hace inoperante el mecanismo jurídico concebido por el legislador para defender los derechos de estas personas. 40 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Para garantizar que las instituciones señaladas en la Ley 387 de 1997 observaran lo estipulado en esta norma, en el Artículo 33 se determinó que los desplazados y quienes asumieran su representación podrían acudir a la acción de cumplimiento, con el fin de lograr la satisfacción de las prestaciones señaladas en dicha ley. Sin embargo, para ser viable, esta acción requiere contar con la existencia de al apropiación presupuestal respectiva en la entidad correspondiente. Como se observa, el derecho de los desplazados queda condicionado suspensivamente a la voluntad política de unas instituciones ante las cuales se carece de instrumentos para buscar que, en efecto, realicen la programación presupuestal necesaria para atender a la población desplazada.39 El cuestionamiento de la acción de tutela, en general, y de su aplicación en defensa de los derechos de los desplazados, en particular, de entrada presenta una contradicción con el enfoque de derechos y parecería partir del supuesto de la infalibilidad del diseño y de la ejecución de la política. Las 93740 tutelas interpuestas por desplazados entre enero de 2001 y mayo de 2002, en contra de la Red de Solidaridad Social en su condición de entidad coordinadora del SNAIPD, son una evidencia de la insatisfacción de los sujetos de la política con los resultados de ésta. Este hecho, más que una amenaza a la estabilidad del sistema y que una carga, en términos de distorsión de política diseñada, debería ser visto por los diseñadores de política – que por lo general atienden a las señales del mercado – 39 Véase la Sentencia ACU 0080 de 2001, Consejo de Estado Cruz Roja Colombiana como una señal de la inoperancia y la inefectividad de las políticas implementadas. El contenido del mensaje enviado por el “mercado de atención” es que el producto entregado no satisface, en lo que respecta a calidad, oportunidad y cantidad, las expectativas ni las necesidades de los demandantes. Señal similar es la enviada a través de los procesos adelantados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: hay elementos de la política de atención a la población desplazada que impiden que ésta tenga éxito, por lo tanto, el SNAIPD no es infalible y, en esa medida, no se pueden restringir los mecanismos jurídicos de protección con el argumento de distorsión en su funcionamiento. Lo que el sistema político e institucional está reflejando con esta realidad es la importancia del papel de las instancias y de los instrumentos de defensa de los derechos que cumplen la labor de restablecer el equilibrio entre el poder ser – propio de la política pública – y el deber ser – esencia del enfoque de derechos –. En efecto, este equilibrio es roto permanentemente por la pérdida del norte en la ejecución de las políticas, generado por las angustias y las vicisitudes propias derivadas de la necesidad de administrar un servicio público en un escenario caracterizado por condiciones adversas para su funcionamiento. En lo que respecta a la igualdad, conviene reiterar que si bien el conflicto está generando una pérdida de bienestar generalizada en la sociedad, la distribución de las cargas que esta pérdida acarrea no es homogénea por el contrario, hay sectores de 40 ACNUR, “Balance de la política de atención al desplazamiento forzado interno en Colombia, 1999 – 2002”, Bogotá, agosto de 2002 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Ante la inexistencia de modelos de seguimiento y evaluación, la respuesta jurídica de los beneficiarios ante la actuación del Estado debería usarse como retroalimentación del SNAIPD, con el fin de reencauzar su operación en función de su objeto, que, como se ha dicho, no es otro que la protección de los derechos y de las libertades de la población desplazada por la violencia. 41 COMPILACION DE LECTURAS población que están soportando en mayor medida el peso del conflicto, e incluso algunos de éstos están atravesando una situación más gravosa porque previamente soportaban una desigualdad estructural en la “distribución inicial de bienes”. Esta circunstancia marca una diferencia fáctica con la situación de los que han sido denominados “pobres históricos”, que puede ser observada en al menos tres dimensiones (i) emergencia, debido al cambio súbito de su situación por la agresión de un tercero; (ii) jurídica, en el sentido de que, mientras en el caso de la población en condiciones de marginalidad y pobreza se presenta un estado de insatisfacción ante sus derechos económicos y sociales, tratándose de población desplazada existe, adicionalmente, una vulneración de derechos civiles y políticos, patentizada en la imposibilidad material del Estado de cumplir a cabalidad con su obligación de garantía y protección frente a terceros, e incluso de abstención, cuando ha sido su propia acción la causante del desplazamiento; y (iii) magnitud de la respuesta y materialización de la igualdad, que implica que se requiere, en efecto, una acción afirmativa encaminada al restablecimiento de los derechos de la población desplazada, diferenciada, según sus necesidades específicas, del resto de sectores de población. La materialización del deber de solidaridad social – consagrado en el Artículo 95 de la Constitución Política41 - debería expresarse en las valoraciones y las preferencias de la sociedad a partir de las que se podría determinar la forma de restablecer la igualdad quebrada por el hecho del desplazamiento y, en buscar, en consecuencia, la asignación de recursos suficientes para atender la grave crisis que afecta a la población desplazada. 42 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Hay aquí un elemento axiológico significativo que responde a la pregunta sobre lo que la sociedad está dispuesta a sacrificar en búsqueda de su bienestar. Existe la decisión – expresada por 41 Constitución Política de Colombia, Artículo 95: “(…) son deberes de la persona y el ciudadano: (…) 2. Obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas.” Cruz Roja Colombiana diferentes sectores e incluso ratificada por su posición electoral – de fortalecer la capacidad institucional para enfrentar, mediante el uso legítimo de la fuerza, a los actores armados ilegales que ponen en riesgo la estabilidad y el orden democrático. En consecuencia, los peligros implícitos en esta decisión deben equilibrarse con la disponibilidad de generar condiciones para proteger en forma efectiva a aquellos sectores de población que asumen un mayor gravamen por esta decisión. Ante la restricción presupuestal, debería definirse, con respecto a las opciones de inversión en otros campos, cuál es el monto que la sociedad está dispuesta a asignar para atender efectivamente el problema del desplazamiento. La restricción presupuestaria no puede ser asumida como un instrumento para liberar al Estado y a la sociedad de su responsabilidad con la población desplazada. En este contexto cobra significativa importancia la manifestación del Defensor del Pueblo, al expresar que (…) “ en este orden de ideas la situación es más compleja que la simple afirmación que el desplazamiento forzado de población supera la capacidad de respuesta del Estado. Antes de continuar acuñando esta afirmación es necesario fortalecer los programas ya diseñados y establecer los correctivos necesarios que dejen en evidencia que el esfuerzo del Estado en su conjunto – y no de unas pocas instituciones – en efecto ha sido rebosada por la realidad derivada del desplazamiento.”42 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Si se observa el caso de eventos de magnitudes catastróficas (v.g. terremoto en el Eje Cafetero), es claro que se establecieron mecanismos de financiamiento estructural para garantizar un flujo de recursos que permitieron atender el problema de la mejor manera. En consecuencia, la pregunta que se debe formular es si se está haciendo el máximo y el mejor esfuerzo para atender el problema del desplazamiento forzado, o si éste sigue siendo visto como coyuntural y marginal, y propio de sectores de población también marginales. 43 COMPILACION DE LECTURAS 5. La contradicción de la política: instrumento de realización de derechos que opera como restricción adicional Al observar la concepción y la ejecución de la política, es posible extraer una serie de ejemplos prácticos que demuestran cómo el mecanismo para hacer efectivos los derechos de la población desplazada termina por establecer limitaciones adicionales al disfrute de esos derechos. Como se señaló antes, algunas de estas limitaciones responden a fórmulas de políticas que se encuentran en los textos tradicionales de economía del sector público, las cuales resulta ilustrativo contrastar con derechos específicos de la población. Para facilitar la explicación del ejemplo, algunas de esas fórmulas serán relacionadas con derechos ordenados en cuatro grupos: (i) el derecho a la atención, (ii) el derecho a la igualdad, (iii) la garantía al ejercicio de los derechos y de las libertades mientras persista la situación de desplazamiento, y (iv) el derecho a la reparación. 44 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El principio de igualdad que la política de atención busca mantener debe reconocer las necesidades específicas de la población desplazada y, a partir de allí, establecer la oferta institucional de servicios. El esquema asumido ha partido de la visión contraria a ésta, al estructurar la política de atención con base en la oferta sectorial preestablecida. El derecho a la igualdad implica reconocer la forma diferencial como los distintos sectores de la población en situación de desplazamiento se ven afectados por el problema. Desde el punto de vista de la política, existe una asimetría de información. Las instituciones desconocen las necesidades específicas de cada uno de los individuos. Para superar el problema, la solución planteada por la política consiste en establecer prestaciones uniformes. Esta fórmula, además, facilita – en teoría – la administración del servicio, toda vez que permite superar las discusiones 42 Op. Cit., Defensoría del Pueblo, pág. 39 Cruz Roja Colombiana personalizada acerca de los montos de prestación esperados y ofrecidos. El problema de la solución es su aplicación exegética y restrictiva. De una parte, esto impide reconocer situaciones de evidente emergencia y debilidad, y de otra parte, no tiene en cuenta el sentido reparador de la acción estatal, que busca restablecer el derecho vulnerado e indemnizar al sujeto por la ineficiencia en el deber de protección del Estado. La prestación homogénea de la atención43, medida en salarios mínimos mensuales vigentes, o en kits de asistencia, atiende sólo parcialmente el problema de la reparación de los derechos vulnerados; además, su posibilidad de responder adecuadamente a la situación de crisis y emergencia está determinada por la relación entre la magnitud de la crisis y la de la respuesta. El procedimiento de acceso a la atención - que incluye filtro para identificar la demanda y turnos para recibir respuesta – opera como desincentivo, con el fin de evitar el consumo excesivo del servicio. Nuevamente se desconoce la situación de emergencia en que se encuentra el solicitante, la responsabilidad estatal 43 Decreto 2569 de 2000, T. VI y VII ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Algo similar ocurre con la limitación temporal establecida en la Ley 387 de 1997 (Artículo 15) y reiterada en el Decreto 2569 de 2000. en este caso, los supuestos de la política están dirigidos a limitar efectos perversos de la política, en particular el riesgo moral y la dependencia de la ayuda, a la vez que buscan contar con recursos que le permitan alcanzar una mayor cobertura. De nuevo, el sentido de la política entra en contradicción con el derecho a la atención, a la igualdad y a la reparación. La interpretación de la norma no debería negar las posibilidades de subsistencia de la población en condiciones dignas, si ésta, pese al paso del tiempo y de su esfuerzo individual para alcanzar la solución de sus problemas, carece de las condiciones objetivas para asumir su sustento por cuenta propia. 45 COMPILACION DE LECTURAS vinculada a su situación y las limitaciones que le impone el contexto con respecto a alternativas distintas de subsistencia. Esta barrera de entrada al servicio opera en sentido contrario al objeto de la norma e incrementa el nivel de vulnerabilidad de la población, de manera que el imperativo humanitario que inspira la atención de emergencia se desconoce. El incentivo al retorno, uno de los principales objetivos de la política, ha generado efectos perversos en ésta. Se han presentado mensajes contradictorios de agentes estatales que buscan un mejor, un mayor y más rápido resultado en la solución inicial de los problemas. Así, la limitación temporal de las ayudas se ha expresado como incentivo para propiciar una decisión más ágil de la población ante su opción de retornar, con lo que se mengua el sentido de libertad y voluntariedad de los retornos, expresado en el Artículo 16 de la Ley 387. 46 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Los modelos de oferta de subsidios en materia de tierras y de vivienda operan de la misma manera que los programas tradicionales de estos sectores. No se trata de desconocer los derechos económicos y sociales de sectores de población que durante años han esperado soluciones en la materia, pero tampoco se puede desconocer, en su implementación, que numerosas personas desplazadas han sido privadas en forma ilegítima y abrupta de sus propiedades, por lo cual se debe reconocer, una vez más, el sentido de reparación de los derechos implícito en la respuesta estatal frente al desplazamiento. En lo que respecta a identificar el tipo y el contenido de proyectos específicos que permitan la sostenibilidad de las acciones emprendidas por el ejecutor de políticas, la organización y la participación de los desplazados ha sido funcional. No ha sucedido mismo con el reconocimiento del derecho a la participación de la población, la cual no tiene acceso a escenarios de toma de decisión sobre el contenido de los programas y de las políticas. Incluso, la participación ha sido vista en ocasiones como problema para el avance en la política pública, en la mediad en que genera expectativas que pueden actuar como bumerán, o Cruz Roja Colombiana concentrar el problema, afectando la operación del sistema de atención. La referencia a los ejemplos anteriores pretende ilustrar las contradicciones entre la protección de los derechos de la población desplazada – objetivo y fin de la política – y la aplicación práctica de fórmulas propias de políticas públicas. Todo esto sin desconocer la legitimidad y la necesidad de buscar que, en el diseño y la implementación de las políticas, se intente superar los dilemas y los riesgos tradicionales que se presentan en la ejecución de políticas de asistencia social. En síntesis, el énfasis en hacer visible el contenido de los derechos pretende promover el ajuste de mecanismo, con e fin de evitar que la política se convierta en una restricción adicional a los derechos de los desplazados, hipótesis fundamental de este documento. 6. El contenido de los derechos Sin embargo, las dificultades en la aplicación de la ley y los vacíos dejados por ésta han propiciado la constante apelación de las personas desplazadas a los mecanismos judiciales para proteger sus derechos. Al especto, la Corte Constitucional ha efectuado la revisión de un número considerable de tutelas, que, además de proteger los derechos específicos de los accionantes, ha permitido desarrollar el marco nacional de protección y ha precisado el contenido de los derechos de las personas desplazadas. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ En sí mismos, los derechos de los desplazados se derivan de la Constitución y de las obligaciones adquiridas por el Estado a través de la suscripción de instrumentos en materia de derechos humanos y de Derecho Internacional Humanitario, mientras que la Ley 387 de 1997 es un instrumento que determina el modelo estructural y los procedimientos para la atención de la problemática del desplazamiento y establece una serie de prestaciones y de competencias a cargo de diferentes instituciones del Estado. 47 COMPILACION DE LECTURAS Las sentencias de la Corte han reiterado la compleja y múltiple violación de derechos44 que involucra el desplazamiento forzado de población y, en la medida en que éste afecta los derechos fundamentales de estos ciudadanos, ha considerado que la acción de tutela es el instrumento idóneo para su protección jurídica.45 La Corte ha reconocido el sentido y la necesidad de comprender que el fin de la política es restablecer la igualdad y la justicia para un sector de población que merece la acción decidida del Estado46 por su situación de vulnerabilidad manifiesta; así mismo, ha afirmado que la discriminación negativa constituye una violación de los derechos fundamentales de los desplazados y que, por lo tanto, éstos pueden exigir el derecho a la igualdad mediante la acción de tutela.47 La Corte, además, ha reconocido el carácter instrumental de las normas y del marco de políticas relacionadas con la atención a la población desplazada y, en ese sentido, ha reclamado una visión teleológica, encaminada a la protección de los derechos de estas personas. ha considerado el tribunal constitucional que “(…) lo que no debe hacerse es darle al régimen legal implementado para atender a los desplazados por el conflicto armado un enfoque exageradamente restrictivo, contrario a la protección que urgen los derechos fundamentales que están siendo vulnerados y ajenos a la atención que ellos merecen (…)”48 El desplazamiento forzado tiene su origen en la falla del deber de protección del Estado, en su imposibilidad de contrarrestar el accionar de terceros en contra de la población. Es por eso que, ante la ocurrencia del desplazamiento, el Estado debe “emplear rápidamente las medidas ejecutivas para que sean una realidad 48 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 44 Corte Constitucional, Véanse sentencias SU-1150 de 2000; T-1635 de 2000; T327 de 2001; T-098 de 2002; y T-215 de 2002 45 Corte Constitucional, Sentencia T-098 de 2002 46 Ibídem. 47 Corte Constitucional, Sentencia SU-1150 de 2000 48 Corte Constitucional, Sentencia T-098 de 2002 Cruz Roja Colombiana los derechos constitucionales y los principios rectores de los desplazamientos”49 No se trata, en consecuencia, de cualquier tipo de atención, sino que, por el contrario, ésta debe ser cualificada en términos de oportunidad y de dignidad.50 El marco de interpretación de las normas también ha sido desarrollado. La Corte ha señalado la necesidad de reconocer los parámetros establecidos en los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos. “(…) dado que reflejan y llenan las lagunas de lo establecido en tratados internacionales de derechos humanos (…) deben ser tenidos como parámetros para la creación normativa y la interpretación en el campo de la regulación del desplazamiento forzado y la atención de personas desplazadas por parte del Estado (…)”51 La Corte, además, le ha dado a los Principios Rectores un alcance superior, al considerarlos parte integrante del Bloque de Constitucionalidad “(…) la interpretación más favorable a la protección de los derechos humanos de los desplazados hace necesaria la aplicación de los principios rectores (…) los cuales hacen parte del cuerpo normativo supranacional que integra el bloque de constitucionalidad. En consecuencia, todos los funcionarios involucrados en la atención de los desplazados (…) deberán ajustar su conducta, además de las normas constitucionales a los previstos en los mencionados principios”52 Cualquier ejercicio hermenéutico deberá reconocer el sentido teleológico de la norma y buscar una interpretación sistémica, que, además, resulte ser la más favorable para el desplazado53. Los derechos y las necesidades de la población desplazada tienen prevalencia frente a oras acciones del Estado. En desarrollo de 50 Corte Constitucional, Sentencia T-327 de 2002 51 Corte Constitucional, Sentencia SU-1150 de 2000 52 Corte Constitucional, Sentencia T-327 de 2001 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 49 Ibídem. 49 COMPILACION DE LECTURAS este principio, el Consejo Nacional de Atención a la Población Desplazada promovió las órdenes humanitarias, cuyo objeto es que, ante situaciones de emergencia humanitaria, el Estado y la sociedad desplieguen en forma inmediata las acciones necesarias encaminadas a conjurarlas. En el actual gobierno, al parecer, no se le dará continuidad a la herramienta que constituyen las órdenes humanitarias. El marco preferente de aplicación de las normas a favor de los desplazados también fue reflejado por la Corte Constitucional, cuando señaló que el “(…) el gasto en el cuidado de los desplazados debe ser considerado, inclusive, como más perentorio que el gasto público social, al cual el Artículo 350 de la Constitución Política le asignó prioridad sobre los demás (…)”54 50 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Por otra parte, la Corte ha establecido lo que podría considerarse un manual de conducta para los funcionarios públicos encargados de ejecutad las políticas de atención a la población desplazada, quienes deben darle a ésta un trato digno, entender su situación de vulnerabilidad y aplicar el principio de la buena fe en su relación con ella.55 Adicionalmente, los derechos de la población desplazada van más allá de la atención, pues las personas afectadas por el desplazamiento tienen derecho a la verdad, lo que implica conocer la causa y el responsable de su desplazamiento; a la justicia, lo que conlleva la sanción de los responsables; y a la reparación de los derechos vulnerados por éstos.56 Como se observa, el Estado colombiano ha ido ajustado su marco jurídico en procura de garantizar la protección de los derechos de la población desplazada, marco que se erige como parámetro para el diseñador y el ejecutor de la política de atención, y que, de tenerse presente en el desarrollo de ésta, con seguridad permitirá 53 Ibidém. 54 Corte Constitucional, Sentencia SU-1150 de 2000 55 Corte Constitucional, Sentencia T-327 de 2001 56 Ibidén. Cruz Roja Colombiana alcanzar un mayor nivel de protección efectiva para los desplazados. Consideración final La situación por la que atraviesa el país, en general, y las necesidades de la población que sufre en forma directa las consecuencias del conflicto armado, en particular, obligan a que se avance en la configuración de una verdadera política humanitaria que garantice la atención oportuna y digna de la población desplazada. La reflexión que se presentó no pretende desconocer la necesidad de considerar e incorporar aspectos teóricos propios de las diferentes políticas públicas. Busca, más bien, a partir de hacer visibles las contradicciones entre la política de atención y un enfoque de derechos, mitigar las restricciones que se pueden generar al aplicarla. Es evidente que, en algunas circunstancias, las restricciones imponen la imposibilidad material de satisfacción de los objetivos planteados. Sin embargo, tales restricciones no pueden significar la renuncia a los objetivos. En una perspectiva de mediano y largo plazo, solamente un enfoque basado en derechos puede conseguir la sostenibilidad de los procesos y, en especial, el logro de condiciones de reconciliación en escenario del pos-conflicto. 1. Frédérique Prunera, “Personnes déplacées en Colombie et personnes d’origine colombienne cherchant refuge dans les pays voisins”, en Revista del Comité Internacional de la Cruz Roja, Septiembre de 2001, Vol. 83, No. 843 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ BIBLIOGRAFIA 51 COMPILACION DE LECTURAS 2. www.cicr.org 3. CODHES, “Situación de conflicto y desplazamiento en las fronteras: el cerco se cierra”, Bogotá, julio de 2005. 4. Ana María Ibáñez y Carlos Eduardo Vélez, “Civil conflict and forced migrations: the micro determinants and the welfare losses of displacement in Colombia”, Bogotá: Universidad de los Andes, Docimento CEDE No. 35, Junio de 2005, p. 8 5. El Tiempo, Septiembre 15 de 2005, Sección Justicia 6. La política pública de atención a la población desplazada y la necesidad de incorporar un enfoque de derechos en su formulación y ejecución. Andrés Celis. Conferencia presentada en el II Seminario Internacional de Desplazamiento: implicaciones y retos para la gobernabilidad, la democracia y los derechos humanos, organizado por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIT) en Bogotá, el 4, 5 y 6 de Septiembre de 2002. Oficial de la Oficina de Protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Colombia 7. Defensoría del Pueblo. “Informe Defensorial sobre el desplazamiento forzado por la violencia en Colombia”, abril de 2002. 52 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 8 Red de Solidaridad Social, Sistema de Estimación por Fuentes Contrastadas (SEFC). Presentación de Fernando Medellín en un seminario realizado en la Universidad Javeriana el 6 de agosto de 2002. 9. Balance de la política de atención al desplazamiento forzado interno en Colombia, 1999 – 2002 elaborado por el ACNUR. 10 Corte Constitucional, Véanse sentencias SU-1150 de 2000; T1635 de 2000; T-327 de 2001; T-098 de 2002; y T-215 de 2002. 11. El territorio como elemento fundamental de la resistencia al Cruz Roja Colombiana desplazamiento forzado de los pueblos indígenas de Colombia. Conferencia presentada en el II Seminario Internacional de Desplazamiento: implicaciones y retos para la gobernabilidad, la democracia y los derechos humanos, organizado por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIT) en Bogotá, el 4, 5 y 6 de Septiembre de 2002. 12. Jaime Enrique Arias. Cabildo Gobernador Organización indígena Kankuama Sierra Nevada de Santa Marta 13. GTD Grupo Temático de Desplazamiento, Informe, Agosto de 2001, 14. Defensoría Delegada para Indígenas y Minorías Étnicas, “Informe”, Julio de 2001 15. Organización Nacional Indígena de Colombia, “Informe de desplazamiento forzado en pueblos indígenas”, Mayo 2002. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 16. Una sociedad en medio del colapso. Jorge Rojas Rodríguez. Conferencia presentada en el II Seminario Internacional de Desplazamiento: implicaciones y retos para la gobernabilidad, la democracia y los derechos humanos, organizado por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIT) en Bogotá, el 4, 5 y 6 de Septiembre de 2002. Presidente de CODHES 53 54 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ COMPILACION DE LECTURAS Cruz Roja Colombiana PROTECCIÓN DE LA POBLACIÓN CIVIL EN LOS CONFLICTOS ARMADOS 1. El derecho internacional humanitario y la protección de las víctimas de la guerra Hans-Peter Gasser 1-11-1998 Hans-Peter Gasser es doctor en derecho, ha sido asesor jurídico del Comité Internacional de la Cruz Roja; actualmente, ocupa el cargo de redactor jefe de la Revista Internacional de la Cruz Roja. Índice 1. ¿Por qué es necesario el derecho internacional humanitario? 2. De Henry Dunant al derecho internacional humanitario actual 3. La sustancia de este derecho: imponer límites a la guerra 4. Distintos tipos de conflictos armados 5. Derecho humanitario y derechos humanos 6. Aplicación y control de la aplicación 1. ¿Por qué es necesario el derecho humanitario internacional? La guerra está prohibida. La Carta de las Naciones Unidas lo dice ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 7. Conclusión 55 COMPILACION DE LECTURAS claramente: es ilícito recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra otros Estados. Desde 1945, la guerra ya no constituye una manera aceptable de resolver las controversias entre Estados. Entonces, ¿por qué hablar de normas internacionales aplicables a los conflictos armados (por lo tanto, a la guerra) y a sus efectos, si en la Carta se prohíbe el uso de la fuerza en las relaciones internacionales? 56 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Tres respuestas de índole jurídica se pueden dar a esta pregunta, antes de llegar a una triste conclusión: En la Carta de las Naciones Unidas no se ha proscrito plenamente el recurso a la fuerza. De hecho, en el supuesto de hacer uso (lícito o ilícito) de la fuerza, los Estados conservan el derecho a defenderse, individual o colectivamente, contra los ataques que amenacen su independencia o su territorio. La prohibición de recurrir a la fuerza, enunciada en la Carta, no se aplica a los conflictos armados internos (o guerras civiles). En el capítulo VII de la Carta se autoriza a los Estados Miembros a hacer uso de la fuerza, en el marco de una acción colectiva, para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales. Por último (pero, no se trata de un argumento jurídico), aunque se prohíban en la Carta de las Naciones Unidas, sabemos perfectamente que las guerras siguen estallando. Los conflictos armados son una de las tristes realidades del mundo actual. La conclusión cae por su propio peso: es necesario disponer de normas internacionales que limiten los efectos de la guerra sobre las personas y los bienes, que protejan a algunos grupos de personas especialmente vulnerables. Tal es el objetivo del derecho Cruz Roja Colombiana internacional humanitario, cuya principal expresión son los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales de 1977; por otra parte, un amplio conjunto de normas de derecho consuetudinario es una importante fuente suplementaria de derecho. 2. De Henry Dunant al derecho internacional humanitario actual Horrorizado por lo que presenció en el campo de batalla de Solferino y por la agonía de tantos soldados heridos abandonados a su suerte, Henry Dunant sugirió que se actuara a dos niveles: instituir una organización para socorrer a los militares heridos: la Cruz Roja iba a ver la luz, y concertar un tratado internacional para garantizar la protección de los heridos en el campo de batalla: más tarde, se firmaría el primer Convenio de Ginebra. No nos ocuparemos aquí de la primera propuesta de Dunant, es decir, la Cruz Roja, cuya primera institución fue el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), fundado en Ginebra en 1863. Estudiaremos más bien la segunda sugerencia de Henry Dunant, o sea, la institución del derecho humanitario, su sustancia y algunos de los problemas que plantea su aplicación. No obstante, conviene subrayar en este punto que las normas jurídicas no pueden por sí solas resolver los verdaderos problemas causados por los conflictos armados. Asimismo, ninguna organización podría, por sí sola, encargarse de resolver los numerosos problemas que las guerras acarrean. Para que las víctimas de la ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Henry Dunant supuso que con ello se podría mitigar el sufrimiento engendrado por la guerra. Tan sólo mucho más tarde, en el ocaso de su vida, tomaría posición en favor de la prohibición de la propia guerra. 57 COMPILACION DE LECTURAS guerra gocen de una mejor protección es necesario, por una parte, el derecho internacional humanitario y, por otra, la acción de las partes en un conflicto armado, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la comunidad de Estados, las organizaciones no gubernamentales y todas las personas de buena voluntad. Tras este breve repaso a la historia y al desarrollo del derecho internacional humanitario, pasamos a estudiar su realidad actual. El primer tratado sobre la protección de las víctimas militares de la guerra fue elaborado y firmado en 1864 en Ginebra, a propuesta de Henry Dunant, durante una Conferencia Diplomática convocada por el Gobierno suizo en la que participaron los representantes de casi todos los Estados que existían entonces. En 1899, en La Haya, la protección internacional se extendió a los miembros de las fuerzas armadas en el mar, los enfermos y los náufragos; en 1929, los prisioneros de guerra fueron, a su vez, colocados bajo la protección del derecho de Ginebra. En 1949, se aprobaron los cuatro Convenios que siguen vigentes hoy. Cada uno se refiere a una categoría específica de personas que no participan, o han dejado de participar, en las hostilidades. I Convenio: para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña; II Convenio: para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar; 58 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ III Convenio: relativo al trato debido a los prisioneros de guerra; IV Convenio: relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra. Los Convenios de Ginebra son, sin lugar a dudas, un legado de la Segunda Guerra Mundial. Partiendo de la trágica experiencia Cruz Roja Colombiana adquirida durante ese conflicto, refuerzan considerablemente la protección jurídica de las víctimas de la guerra, especialmente de los civiles en poder del enemigo. Hoy en día, la práctica totalidad de los Estados son Partes en los Convenios de Ginebra de 1949, que han sido aceptados por el conjunto de la comunidad de naciones y han adquirido un verdadero carácter universal. Los diferentes tratados que constituyen lo que se denomina el “derecho de Ginebra” tienen por objeto la suerte que corren las personas que han dejado de combatir o que han caído en poder del enemigo. No imponen límites al modo en que pueden ser conducidas las operaciones militares. Mientras se desarrollaba el “derecho de Ginebra”, los Estados codificaron, paralelamente y en varias etapas, las normas internacionales que habrían de imponer límites a la conducción de las operaciones militares: el llamado “derecho de La Haya”, cuyo principal exponente son los distintos Convenios de La Haya de 1907, y cuya finalidad primordial consiste en limitar la guerra a ataques contra objetivos necesarios para el resultado de las operaciones militares. La población civil, por consiguiente, ha de ser protegida contra los ataques militares. Los nuevos Convenios de Ginebra de 1949 no desarrollaron las normas del “derecho de La Haya”. Soslayaron un problema fundamental en el derecho internacional humanitario: la protección de la población civil contra los efectos directos de las hostilidades (ataques contra la población civil, bombardeos “ciegos”, etc.). Aún no se había aprendido la lección de Coventry, Dresde, Estalingrado o Tokio. Con la descolonización el número de Estados se duplicó con creces; y nuevos tipos de conflicto, las guerras de liberación nacional, impusieron nuevas prioridades al derecho humanitario. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Además, si las nuevas tecnologías permitieron la fabricación de nuevas armas, es decir, de un nuevo potencial de destrucción, también brindaron nuevas técnicas para garantizar la protección de las víctimas de la guerra. 59 COMPILACION DE LECTURAS Por último, el permanente aumento de las guerras civiles y el frecuente recurso a las guerras de guerrilla demostraron la necesidad de reforzar la protección de las víctimas de los conflictos armados no internacionales. Para responder a estos retos, Suiza decidió convocar una Conferencia Diplomática en Ginebra. Entre 1974 y 1977, se elaboraron dos nuevos tratados de derecho internacional humanitario: los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra. Aprobados el 8 de junio de 1977, están, desde entonces, abiertos a la ratificación o a la adhesión de todos los Estados Partes en los Convenios de Ginebra de 1949. Hoy en día, los dos Protocolos adicionales (o al menos uno de ellos) vinculan a la inmensa mayoría de los Estados. El CICR no regatea esfuerzos para inducir a los Estados que aún no lo han hecho a adherirse a los Protocolos. 3. La sustancia de este derecho: imponer límites a la guerra 60 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El derecho internacional humanitario se ha convertido en un complejo conjunto de normas relativas a una gran variedad de problemas. No cabe duda de que los seis tratados principales (que contienen más de 600 artículos) y el denso entramado de normas consuetudinarias restringen el recurso a la violencia en tiempo de guerra. No obstante, tal abundancia de normas jurídicas no ha de hacernos olvidar que lo esencial del derecho humanitario se resume en algunos principios fundamentales: a) Las personas que no participan, o han dejado de participar, en las hostilidades han de ser respetadas, protegidas y tratadas con humanidad. Han de recibir la asistencia apropiada, sin discriminación alguna. b) Los combatientes capturados, y demás personas privadas de libertad, han de ser tratados con humanidad. Han de Cruz Roja Colombiana ser protegidos contra todo acto de violencia, en especial contra la tortura. Si se incoan diligencias judiciales contra ellos, han de gozar de las garantías fundamentales de un procedimiento reglamentario. c) En un conflicto armado, el derecho de las partes en conflicto a elegir los métodos o medios de hacer la guerra no es ilimitado. Queda prohibido causar males superfluos y heridas innecesarias. d) A fin de proteger a la población civil, las fuerzas armadas deberán distinguir, en todas las circunstancias, entre, por una parte, la población civil y los bienes civiles y, por otra, los objetivos militares. La población civil como tal, los civiles y los bienes civiles, no serán objeto de ataques militares. Estos principios expresan lo que la Corte Internacional de Justicia denominó (en el caso del Estrecho de Corfú) “consideraciones elementales de humanidad” y, más tarde, (en el caso de las actividades militares y paramilitares en Nicaragua y contra este país) los “principios generales del derecho humanitario”. Tales principios, como principios generales del derecho internacional, constituyen el fundamento de la protección que el derecho confiere a las víctimas de la guerra. Son de obligado cumplimiento en cualquier circunstancia y ninguna derogación puede ser autorizada. Aunque es cierto que los principios generales arriba mencionados se aplican a todo tipo de conflicto armado, dos conjuntos de normas específicas rigen, por una parte, los conflictos armados ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Otra idea fundamental ha de ser mencionada en este punto: las normas del derecho internacional se aplican a todos los conflictos armados, sean cuales fueren sus orígenes o sus causas. Estas normas han de respetarse en todas las circunstancias y con respecto a todas las personas que protegen, sin discriminación alguna. En el derecho humanitario moderno se prohíbe cualquier trato discriminatorio de las víctimas de la guerra basado en el concepto de “guerra justa”. 61 COMPILACION DE LECTURAS internacionales y, por otra, los conflictos armados no internacionales (las guerras civiles). 4. Distintos tipos de conflictos armados Los conflictos armados internacionales son conflictos que oponen a Estados. En los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 y su Protocolo adicional I se tratan ampliamente los problemas humanitarios relacionados con este tipo de conflicto. El conjunto de normas relativas a los prisioneros de guerra, su estatuto y el trato debido a éstos, se basa en la guerra entre Estados (III Convenio). En el IV Convenio se enuncian, especialmente, los derechos y las obligaciones de una Potencia ocupante, es decir, del Estado cuyas fuerzas armadas controlan, parcial o totalmente, el territorio de otro Estado. El Protocolo I tan sólo cubre los conflictos armados internacionales. 62 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Según el Protocolo I de 8 de junio de 1977, las guerras de liberación nacional también han de ser consideradas como conflictos de carácter internacional. Una guerra de liberación nacional es un conflicto en el que un pueblo en el ejercicio de su derecho a la autodeterminación lucha contra una potencia colonial. Hoy en día, la comunidad internacional acepta plenamente el concepto de derecho a la autodeterminación. No obstante, las conclusiones que se pueden extraer para las necesidades del derecho humanitario siguen suscitando controversia (en especial, en su aplicación a determinadas situaciones de conflicto). Basta con ojear los periódicos o el mapa del mundo para comprobar que los conflictos entre Estados son, hoy en día, más bien una excepción que la regla. La mayoría de los conflictos armados se desarrollan en el territorio de un único Estado: se trata de conflictos de carácter no internacional. Uno de los denominadores comunes de numerosos conflictos internos es la intervención de las fuerzas armadas de otro Estado, que acuden en apoyo del Gobierno o de los insurgentes. Cruz Roja Colombiana Las normas esenciales del derecho humanitario aplicable a los conflictos armados no internacionales son mucho más sencillas que las que rigen los conflictos internacionales. Tienen como fuente principal el artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949. En el mencionado artículo se insta a las Partes implicadas en un conflicto interno a respetar algunos principios fundamentales del comportamiento humanitario antes comentado. Es interesante destacar en este punto que el artículo 3 común a los Convenios es de obligado cumplimiento tanto para los Gobiernos como para los insurgentes, mas sin conferir a estos últimos un estatuto especial. El Protocolo adicional II de 1977 completa el artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra por cuanto contiene algunas disposiciones más específicas. Contribuye, por tanto, a reforzar la protección humanitaria en situaciones de conflicto armado interno. El Protocolo II tiene, no obstante, un ámbito de aplicación más restringido que el artículo 3 común, ya que es aplicable tan sólo si los insurgentes controlan una parte del territorio nacional. El artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra se refiere a los conflictos armados internos, es decir, aborda cuestiones relacionadas con los asuntos internos de los Estados. El modo de dirimir los problemas internos es, esencialmente, una de las prerrogativas de los Estados, por lo que la inclusión del artículo 3 común en los cuatro Convenios de Ginebra ha de ser considerada como un gran acontecimiento. Conviene no obstante recordar que un año antes, en 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Este documento se hizo eco del creciente interés que, a nivel internacional, suscitaba esta importante vertiente de los asuntos internos de los Estados. De hecho, las normas internacionales de protección de los derechos humanos obligan a los Estados a reconocer y a respetar algunos derechos fundamentales de la persona humana y a actuar de manera que no se menosprecien. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 5. Derecho humanitario y derechos humanos 63 COMPILACION DE LECTURAS Análogo cometido tiene el derecho humanitario en tiempo de conflicto armado. Insta a las partes en conflicto a respetar y preservar la vida y la dignidad de los soldados enemigos capturados o de los civiles que se hallan en su poder. ¿En qué difiere, entonces, el derecho humanitario de los derechos humanos? ¿Se trata, de hecho, del mismo derecho? 64 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Hay convergencia entre los objetivos de los derechos humanos y los del derecho humanitario. Tanto el derecho humanitario como los derechos humanos pretenden restringir el poder de las autoridades del Estado con objeto de salvaguardar los derechos fundamentales del individuo. Los tratados relativos a los derechos humanos (fundados en el derecho consuetudinario) alcanzan ampliamente estos objetivos, ya que cubren la práctica totalidad de los aspectos de la vida. Las normas que dictan han de ser aplicadas a todas las personas y han de respetarse en cualquier circunstancia (aunque se pueda suspender algunos derechos en situaciones de emergencia). Por su parte, el derecho humanitario tan sólo se aplica en tiempo de conflicto armado. Sus disposiciones se formulan atendiendo a las circunstancias especiales de la guerra. Sus normas no pueden ser derogadas en circunstancia alguna. En general, se aplican “a través de la línea del frente”, es decir, las fuerzas armadas han de respetar el derecho humanitario en sus relaciones con el enemigo (y no en sus relaciones con los nacionales de su propio país). No obstante, en caso de conflicto armado interno, la legislación sobre derechos humanos y el derecho humanitario se aplican simultáneamente. En otras palabras, el derecho humanitario constituye un conjunto “especializado” de normas que depende del derecho de los derechos humanos, adaptadas precisamente a los casos de conflicto armado. Algunas de estas disposiciones no tienen equivalencia en la legislación de los derechos humanos; tal es el caso, particularmente, de las normas que rigen la conducción de las hostilidades y el uso de las armas. Inversamente, el derecho de los derechos humanos cubre algunos ámbitos ajenos al derecho humanitario: los derechos políticos del individuo, por ejemplo. A pesar de los solapamientos, el derecho de los Cruz Roja Colombiana derechos humanos y el derecho humanitario siempre constituyen dos ramas distintas del derecho internacional público. 6. Aplicación y control de la aplicación Mientras que en un tratado de derecho humanitario tan sólo las Partes han de cumplir las obligaciones que impone, todos los Estados han de respetar las normas de derecho consuetudinario. Éste es, naturalmente, el caso de todas las normas de derecho internacional. En efecto, los Estados han de cumplir sus compromisos internacionales y adoptar todas las medidas necesarias para facilitar la aplicación del derecho. Si una parte incumple tal obligación, el Estado puede ser considerado responsable de las consecuencias de un acto ilícito. Instrucción a las fuerzas armadas y formación: el complejo conjunto de obligaciones dimanantes de los Convenios y de los Protocolos ha de ser trasladado a un lenguaje accesible para todos aquellos que han de respetar estas normas, en especial los miembros de las fuerzas armadas, en función de su graduación y de su cargo. Los buenos manuales de derecho humanitario han de desempeñar un papel decisivo, si queremos ampliar eficazmente los conocimientos que tienen los militares de este derecho. Escaso impacto tendrán normas mal comprendidas o desconocidas por quienes han de respetarlas. Legislación relativa a la aplicación del derecho humanitario a escala nacional: numerosas disposiciones de ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales solicitan de los Estados Partes que adopten determinadas medidas para garantizar el cumplimiento de sus compromisos. Algunas de estas medidas han de ser tomadas en tiempo de paz, otras en período de conflicto armado. Para no extendernos, tan sólo mencionaremos tres ejemplos: 65 COMPILACION DE LECTURAS los Convenios de Ginebra y de sus Protocolos adicionales exigen imperativamente a cada Estado Parte que dicte leyes, instrucciones y demás disposiciones para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones internacionales. En especial, las violaciones graves del derecho internacional humanitario (comúnmente llamadas “crímenes de guerra”) han de convertirse en crímenes punibles según el derecho penal nacional. Otro tanto sucede con cualquier abuso del emblema de la cruz roja o de la media luna roja. 66 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Acciones penales contra aquellas personas que pueden haber cometido una violación grave del derecho internacional humanitario: el Estado detentador de tal persona tiene la obligación de hacerla comparecer ante sus propios tribunales o de entregarla a otro Estado interesado en su enjuiciamiento. Algunas violaciones del derecho humanitario pueden igualmente ser juzgadas por un tribunal penal internacional. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ya ha creado dos instancias internacionales, los tribunales penales para ex Yugoslavia y para Ruanda. El 17 de julio de 1998, una Conferencia Diplomática convocada por las Naciones Unidas en Roma aprobó el Estatuto de la Corte Penal Internacional. Por primera vez en la historia, una corte internacional permanente tiene jurisdicción sobre los crímenes cometidos no sólo durante los conflictos armados internacionales, sino también durante los conflictos armados no internacionales. La jurisdicción de la Corte no afecta a la obligación que tienen los Estados Partes de entablar diligencias judiciales contra los criminales de guerra en los respectivos tribunales nacionales. En cuanto a la aplicación del derecho humanitario por las partes implicadas en un conflicto armado, es importante destacar que los Estados no están aislados, ya que pertenecen a la comunidad formada por el conjunto de Estados que se han adherido a los tratados humanitarios. Los Estados que no están implicados en un conflicto armado dado están en su derecho de querer asegurarse de que las partes en conflicto respetan los Convenios Cruz Roja Colombiana de Ginebra o los Protocolos a los que se hayan adherido. Podríamos, incluso, ir más lejos y afirmar que los Estados tienen la obligación de velar por que las partes en conflicto respeten estos tratados. En el artículo primero de los cuatro Convenios de Ginebra y del Protocolo I se respalda tal interpretación: “Las Altas Partes Contratantes se comprometen a respetar y a hacer respetar el presente Convenio en todas las circunstancias”. El mensaje parece claro, mas diríase que sus implicaciones políticas aún no han sido del todo comprendidas. La historia reciente demuestra que los Estados, por razones de variada índole, son reacios a designar Potencias protectoras. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), institución que goza de un estatuto particular, ha desempeñado, por tanto, ese cometido. Fundado en 1863 como institución caritativa, por exhortación de Henry Dunant, el CICR ha conservado con el paso de los años su carácter de institución privada, anclada en el derecho suizo, cuyo órgano supremo está compuesto por nacionales suizos. Así pues, el CICR no es una organización internacional cuyos miembros constituyentes son los Estados, como es el caso de la Organización de las Naciones Unidas o de la Organización Internacional del Trabajo. Por consiguiente, los Gobiernos no ejercen influencia directa alguna sobre las actividades del CICR. No obstante, el cometido del CICR tiene una índole internacional y su ámbito de acción cubre el mundo entero. El CICR actúa por medio de sus delegados. Los fondos que emplea proceden de contribuciones voluntarias realizadas por los Estados Partes en los Convenios de Ginebra, así como por las Sociedades Naciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y por donantes privados. Para destacar el cometido específico que ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Además, los Convenios exigen que cada parte implicada en un conflicto designe a un país tercero (neutral) como Potencia protectora. Una Potencia protectora es un Estado encargado de defender los intereses de una de las partes en el marco de sus relaciones con la otra parte en conflicto. Por consiguiente, las Potencias protectoras habrán de garantizar que los beligerantes cumplen con sus obligaciones de índole humanitaria. 67 COMPILACION DE LECTURAS desempeña el CICR, los Estados le han otorgado el estatuto de observador ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. No obstante, como institución de derecho privado, el CICR puede contribuir de forma sustancial a que las partes implicadas en un conflicto armado apliquen el derecho humanitario. Contrariamente a las Potencias protectoras, el CICR no actúa al dictado de una de las partes en conflicto. Actúa en su propio nombre, como intermediario neutral entre las fuerzas presentes. Su ámbito de acción es, igualmente, mucho más amplio que el de las Potencias protectoras. 68 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Además, en su relación con los Gobiernos, el CICR opta por la “diplomacia confidencial”. Esta política permite, fundamentalmente a sus delegados, expresarse, durante los contactos con los beligerantes, con la fuerza y la claridad que las circunstancias imponen. El CICR tan sólo se dirige públicamente a los Estados cuando no se han alcanzado, mediante las gestiones de índole confidencial, los objetivos perseguidos. Además de sus 125 años de existencia, el CICR ha adquirido una notable experiencia en convencer a los Estados, y a las demás partes implicadas en un conflicto armado, de que respeten el derecho humanitario tanto en los conflictos internacionales como en las guerras civiles. Según se estipula en los Convenios de Ginebra, las partes implicadas en un conflicto armado internacional han de aceptar que los delegados del CICR visiten todos los campamentos de prisioneros de guerra, todos los lugares en los que se hallan detenidos civiles de la nacionalidad enemiga, así como, en general, el conjunto del territorio ocupado. En otras circunstancias, cuando los delegados no disponen del mencionado derecho de acceso, el CICR puede ofrecer sus servicios a las partes en conflicto. En otras palabras, el CICR puede entablar negociaciones para que se le autorice a ejercer su mandato humanitario en el territorio de todas las partes beligerantes. Así sucede, en general, en los casos de conflicto armado no internacional. Cruz Roja Colombiana Asimismo, las partes implicadas en un conflicto armado han de autorizar las operaciones de socorro en favor de las personas necesitadas de asistencia, se trate de detenidos, de grupos de civiles especialmente vulnerables, de la población en general, incluso en los territorios ocupados. Los delegados del CICR garantizan que se preste la asistencia médica y la ayuda humanitaria en función de las necesidades y en el respeto de una estricta imparcialidad. El método empleado para comprobar que se respeta el derecho humanitario varía considerablemente con respecto a los procedimientos establecidos en los tratados de derechos humanos. En efecto, éstos fijan, normalmente, un sistema de demandas formales presentadas ante un órgano supranacional y, en algunos casos, ante un tribunal supranacional. Estas demandas pueden emanar de simples particulares o de los Estados. Contrastando con este sistema bien orquestado, el derecho humanitario recurre mucho más a procedimientos informales. Éstos no tienen como objetivo principal afirmar el derecho o reparar daños sino, más bien, convencer a los autores de infracciones de que modifiquen su conducta y con ello evitar nuevas violaciones, lo que redundará en beneficio de todas las personas afectadas por el conflicto. El derecho internacional humanitario tiene como objetivo limitar los sufrimientos engendrados por la guerra y mitigar sus efectos. Las normas que dicta son el resultado de un delicado equilibrio entre, por una parte, las exigencias del desarrollo de la guerra -la “necesidad militar”- y, por otra, las leyes de la humanidad. El derecho humanitario es una cuestión delicada, pero no admite concesiones. Este derecho ha de ser respetado en todas las circunstancias para garantizar la pervivencia de los valores de la humanidad y, a menudo, simplemente, para proteger vidas humanas. Cada uno de nosotros puede contribuir a que se comprenda mejor los objetivos primordiales y los principios fundamentales del derecho internacional humanitario y a facilitar ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 7. Conclusión 69 COMPILACION DE LECTURAS con ello un mayor respeto. El día en que todos los Estados y todas las partes implicadas en los conflictos armados respeten mejor el derecho humanitario será más fácil que haya un mundo más humano. 2. EL DIH sistema de Protección de la población civil en la conducción de hostilidades Dirección General de Doctrina y Protección Cruz Roja Colombiana En la evolución histórica del Derecho Internacional Humanitario (DIH), consuetudinariamente se acepta por parte de los combatientes no atacar la población civil no obstante el desarrollo tecnológico y armamentista e lo que concierne la implementación de armamentos de destrucción masiva y la modificación tradicional de tácticas y estrategias de guerra, han hecho que en el desarrollo histórico de la guerra la pirámide víctimas progresivamente presente a la población civil como la categoría de personas más vulnerable y de afectación directa en los conflictos armados actuales. 70 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Durante la primera guerra mundial se presentaron 1´374.000 víctimas de personas civiles y 8´418.000 combatientes, mientras que durante la segunda guerra mundial las víctimas civiles ascienden considerablemente a 34´305.000 mientras que las personas que tomaron participación directa en la confrontación armada fueron 19´933.000 1, posterior a la segunda guerra mundial se calculan que las víctimas civiles de los últimos conflicto armados equivalen entre el 85 y 90 % de las víctimas. 1 . GUISANDEZ GOMEZ, Javier. La protección de las víctimas en los conflictos armados de carácter no internacional. Derecho Internacional Humanitario, Cruz Roja Española. Pag, 448 Cruz Roja Colombiana Con base en lo anterior la comunidad internacional ha plasmado en el DIH un sistema de protección para la población civil y las personas civiles con el ánimo de garantizar la protección debida a la población civil y por extensión a sus bienes. 1-El Concepto: El DIH define Población Civil y Personas Civiles en el articulo 50 del PAI: “ Es persona civil cualquiera que no pertenezca a una de las categorías a que se refieren el articulo 4, A. 1), 2), 3), y 6) del tercer Convenio, y el articulo 43 del presente protocolo . En caso de dudas sobre la condición de una persona, se le considerara como civil.” “La población civil comprende a todas las personas civiles”. Se considera entonces población civil y personas civiles aquellas que no pertenecen a las Fuerzas Armadas, la presencia entre la población civil de personas cuya condición no responda a la definición de persona civil no priva a esa población de su calidad de civil.2 La protección de la Población civil originada del principio de inmunidad que posee en los conflictos armados el cual ha sido reconocido desde el Derecho Consuetudinario y que prohibe los ataques contra las personas civiles (ataques selectivos) y la 2 . Protocolo adicional I a los Convenios de Ginebra, articulo 50, núm. 1, 2 y 3. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Se considera entonces persona civil toda aquella que no sea parte de las Fuerzas Armadas es decir combatiente o persona que participa directamente de las hostilidades de acuerdo con el articulo 43, 1) y 2) y 3) del PAI; esta definición negativa del concepto de Población Civil elaborada a propósito en el DIH facilita la comprensión a las partes en conflictos por exclusión de quien es persona civil o en forma agrupada Población Civil, luego que, todo aquel que NO tome parte en las hostilidades se incluye en esta categoría. En el articulo 3 común de los Convenios de Ginebra de 1949 se establece “ las personas que no participan directamente de las Hostilidades...” Se refiere igualmente a las Personas Civiles. 71 COMPILACION DE LECTURAS población civil ataques masivos o generalizados), esta supeditada entonces a la no participación directa en el desarrollo de las hostilidades , corresponde a un deber con el fin de obtener los derechos y garantías concernidas en el DIH, serán personas protegidas “Salvo si, participación directamente en las hostilidades y mientras dure tal participación”. (PAI art. 51, PAII art. 13) En relación con la participación directa , esta se da si “implica una relación de causalidad adecuada entre el acto de participar y su resultado inmediato” (Comentario 4787) es decir relación causa efecto entre la participación realizada y el daño causado al adversario, por lo general se participa directamente en un conflicto armado realizando actos de hostilidades los cuales se definen como “Actos de guerra que por su índole o finalidad están destinados a atacar al personal y el material de las Fuerzas Armadas del adversario”, sin embargo, se estima que el término de hostilidades cubre igualmente los preparativos de una acción militar (Planeamiento, servicios de inteligencia - despliegue para el combate) y el retorno posterior al combate (repliegue) (C-4788) , en conclusión si un civil participa directamente de las hostilidades no se beneficia de ninguna protección mientras dure la participación directa. Las obligaciones emanadas del DIH en materia de protección para las personas que no participación directamente de las hostilidades consisten en que los miembros de las partes en conflictos deben abstenerse de atacar a los civiles y tomar las medidas preventivas de salvaguarda para la población civil, de donde surge la responsabilidad por acción u omisión en caso de infracciones al DIH. 72 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ En relación con las personas civiles, la población civil y sus bienes, encontramos una serie de medidas de orden jurídico preventivo, medidas de protección jurídica, sistema preventivo de carácter táctico y otras prohibiciones especiales, 3 3 . De acuerdo con el análisis de Francisco Alonso Pérez en : La protección de la Población Civil, en DIH, Cruz Roja Española, tema 13, pag. 335. Cruz Roja Colombiana 2- Medidas preventivas de orden jurídico: El DIH contempla una serie de medidas jurídicas para las partes en conflictos con el fin de prevenir daños y riesgos en la población civil, estas medidas tratan de disminuir el número de víctimas civiles en situaciones de conflictos armados y corresponden a ciertas zonas geográficas que ponen a la población por fuera del peligro de las operaciones militares sin perjuicio de las obligaciones y responsabilidades de las partes en conflicto en relación con la conducción de las hostilidades. Estas son : Zonas y localidades sanitarias, zonas y localidades sanitarias y de seguridad, zonas neutralizadas, zonas desmilitarizadas; Son zonas que tienen como fin proteger a los heridos, enfermos (de la población civil y personas puesta fuera de combate), niños, mujeres, entre otras personas protegidas. Para su implementación se requiere del acuerdo entre las partes. Pietro Verri define estas zonas en el Diccionario de DIH : Zona desmilitarizada: Zona que responde a las exigencias siguientes: a) se han evacuado de ella a los combatientes, las armas y los materiales; b) no se hace un uso hostil de las instalaciones o establecimientos militares fijos; c) ni las autoridades ni la población civil cometen dentro de ella actos de hostilidad; Es posible, no obstante, que las Fuerzas de Policía se estacionen en ella para mantener el orden. El procedimiento relativo a la creación, el reconocimiento y la determinación del signo distintivo ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ d) ha cesado en ella toda actividad relacionada con el esfuerzo militar. 73 COMPILACION DE LECTURAS de una zona desmilitarizada está regido por reglas detalladas. La noción de zona desmilitarizada se asemeja a la de zonas y localidades sanitarias, a la de zonas neutralizadas y a la de zonas y localidades sanitarias y de seguridad (cf. GP I, art. 60). Zonas neutralizadas: Zonas que pueden crearse en las regiones en donde se llevan a cabo combates y que son destinadas a proteger contra los efectos de las hostilidades, sin ninguna distinción, a los heridos y a los enfermos militares y civiles, así como a las personas civiles que no participan en las hostilidades y que no se dedican a ningún trabajo de índole militar. Tanto el reconocimiento como la identificación de las zonas neutralizadas deben ser objeto de un acuerdo entre las partes. La noción está muy relacionada con las instituciones jurídicas siguientes: zonas y localidades sanitarias; zonas y localidades sanitarias y de seguridad y zonas desmilitarizadas. (Cf. G IV art. 15). Zonas y localidades sanitarias: Zonas y localidades organizadas a fin de proteger de los efectos de la guerra a los heridos y enfermos de las Fuerzas Armadas, así como al personal encargado de la organización y de la administración de estas zonas y localidades y de los cuidados que han de darse a las personas que allí se encuentran agrupadas. Deben responder a las condiciones siguientes: 74 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ a) sólo representarán una pequeña parte del territorio controlado por la potencia que las halla designado; b) no deberán estar muy pobladas con respecto a sus posibilidades de alojamiento; c) estarán alejadas y desprovistas de cualquier objetivo militar y de toda importante instalación industrial o administrativa; Cruz Roja Colombiana d) no estarán en regiones que, muy probablemente, puedan tener importancia para la conducción de la guerra; e) las vías de comunicación y los medios de transporte que allí halla no se utilizarán para desplazamientos de personal o de material militar, ni siquiera en tránsito; f) no serán defendidas militarmente en ninguna circunstancia. Su reconocimiento deberá ser objeto de un acuerdo entre las partes. La noción de zonas y localidades sanitarias es cercana a las nociones siguientes: zonas y localidades sanitarias y de seguridad, zonas neutralizadas, zonas desmilitarizadas. Serán señaladas con signos distintivos apropiados. (Cf. G I art. 23 y Anexo 1) Zonas y localidades sanitarias y de seguridad: Zonas organizadas de manera tal que se pueda proteger contra los efectos de la guerra a los heridos, los enfermos, los inválidos, los ancianos, los niños menores de quince años, las mujeres embarazadas y las madres de niños de menos de siete años, así como a las personas consideradas para las zonas y localidades sanitarias. Deben responder a las mismas condiciones que estas últimas. Su reconocimiento debe ser objeto de un acuerdo entre las partes; están señaladas con signos distintivos apropiados. La noción debe relacionarse con las instituciones jurídicas siguientes: zonas y localidades sanitarias; zonas neutralizadas; zonas desmilitarizadas (cf. G IV art. 14, Anexo 1). Por lo general esta medidas pretenden disminuir los efectos de las hostilidades o los daños causados y sufrimientos superfluos, debido a que en muchas ocasiones es inevitable el sufrimiento de la Población Civil en las situaciones de conflicto armado el DIH y los DDHH poseen un núcleo común e irreductible para la protección del ser humano aun las situaciones mas criticas como ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 3- Medidas de protección jurídica 75 COMPILACION DE LECTURAS son los conflictos armados , estas normas fueron consagradas en el articulo 3 común, en el PAI art. 75 , y PAII art. 4,5,6 y constituyen el reconocimiento y mantenimiento de la vigencia de Derechos Humanos aun en las situaciones d conflicto armado. En estas normar se prohibe en cualquier momento y lugar realizar actos en contra de las garantías fundamentales de los individuos que no participen directamente de las hostilidades o que dejaron de participar de ellas, en resumen, tales como: Los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles , la tortura, y los suplicios. (protección del derecho a la vida, la dignidad y la integridad física) La toma de rehenes (protección de la libertad, ) Las condenas dictadas y las ejecuciones sumarias sin previo juicio ante un tribunal legítimamente constituido, con garantías judiciales reconocidas como indispensables para los pueblos civilizados ( garantía al debido proceso libertad, el tribunal deberá respetar los principios recocidos por el procedimiento judicial ordinario, se procurara evitar imponer la pena de muerte) En el articulo 75 del PA y, se prohibe incluso la amenaza de cometer estos actos. 4- Medidas preventivas de carácter táctico: 76 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Otras de las medidas preventivas del DIH para evitar sufrimientos y daños colaterales a la población civil son regulaciones humanitarias en la conducción de hostilidades o sistema preventivo de carácter táctico: “El derecho de los conflictos armados no es un obstáculo para la eficiencia militar. El derecho de la guerra y los principios tácticos Cruz Roja Colombiana son compatibles”4 Quien comanda una operación militar debe concentrase en lo esencial de la conducción de las operaciones, por eso el proceso en la toma de decisiones ha de ser un procedimiento rutinario táctico militar fundamentado en las reglas del DIH, en forma simplificada, veamos las responsabilidad táctica de los comandantes en función del DIH: Atacar solo objetivos militares Respetar a las personas y bienes que no contribuyen al esfuerzo Militar Recurrir a la Fuerza Necesaria para cumplir con la misión Militar. 4 Las operaciones militares se realizarán con un cuidado constante de preservar a la población civi, a las personas civiles y a los bienes de carácter civil. Quien preparan o deciden un ataque tiene la obligación de verificar que los objetivos que se pretender atacar no son personas civiles o bienes civiles. . CEES DE, Rover, Servir y Proteger. CICR pag. 111 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Lo anterior tiene una relación directa con los principios de distinción, proporcionalidad, protección, y limitación (Métodos y Medios), el articulo 48 del PAI, obliga a quien conduce una operación militar a “distinguir entre Población cicvil y Combatientes o personas que participan directamente de las hostilidades y entre bienes civiles y objetivos militares, los ataques a la población civil indiscriminados o selectivos constituyen infracción grave al DIH y por lo tanto crímenes de guerra (Art. 85 PAI, Art. 8,2,e,i Estatuto de Roma - CPI) . Estos principios del DIH regulan la táctica militar esto es, imponen limites en la utilización de la fuerza la cual debe desplegarse: con proporcionalidad, con distinción y protegiendo a la población civil de las acciones hostiles, por lo tanto, el DIH posee normas que le imponen ciertas precauciones de orden táctico a a quienes dirigen planean, conducen, y controlan un ataque (art. 57 PAI) : 77 COMPILACION DE LECTURAS Tomar las precauciones factibles en la elección de métodos y medios 5 Abstenerse de decidir un ataque cuando se prevé que causara incidentalmente muertos y heridos en la población civil, daños a bienes civiles o ambos casos. Suspender el ataque si se advierte que el objetivo no es militar o que goza de protección especial. 5- Otras prohibiciones especiales: El DIH prevé otras disposiciones en relación con la protección de la población civil relacionados de los efectos graves que pueden desencadenar operaciones de tipo militar entre otros: 78 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 5 Se prohibe atacar, sustraer, inutilizar bienes indispensables para la supervivencia de la población civil (Art. 54 PAI) Causar daños en el medio ambiente natural (art. 55 PAI) Se prohibe atacar: diques, presas, centrales nucleares de energía eléctrica, las cueles pueden desencadenar fuerzas peligrosa que causaran daños indiscriminados que pueden afectar a la población civil y sus bienes. Impone obligación de asistir a los heridos, enfermos, náufragos, desplazados; en general personas protegidas que incluyen a civiles afectados. . En el DIH existen métodos y medios prohibidos y restringidos entre otros: Métodos Prohibidos: No dar Cuartel, la perfidia, Hambruna a la población civil., el terror. Medios Prohibidos: Minas antipersons, armas láser cegadoras, modificación de municiones, municiones de fragmentos no localisables con Rayos X), este tema fue tratado en el manual y de formación de Instructores CRC) Impone la obligación de realizar acciones humanitarias de tipo material y asistencial que disminuyan el impacto de las hostilidades en la población civil. En el CG IV artículos 23, 55, 59,60, 61 y 62 es brinda garantías para satisfacer necesidades básicas y esenciales de la población civil , estas normas son complementadas en el PAI art. 68 al 71, igualmente el PAII articulo 18, 2 se contempla la posibilidad (Con el consentimiento de la Alta Parte Contratante) de emprender acciones de socorro en favor de la Población Civil, de carácter exclusivamente humanitario e imparcial y realizadas sin distinción de carácter desfavorable. Las acciones de socorro (acciones humanitarias ) nacionales e internacionales encaminadas a reducir el efecto y consecuencias de los conflictos armados está en concordancia con la carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración de principios sobre la organización de socorros a la Población Civil en casos de desastres (resolución XXVI de la XXI Conferencia Internacional de la Cruz Roja ) la cual deberá aplicarse en situaciones de conflicto armado y las partes en conflictos deberán facilitar su aplicación. El DIH establece acciones de apoyo a la población civil a través de los servicios de protección civil ; que cumplen tareas humanitarias como: Evacuación , refugios, sistemas de alarmas, salvamento y rescate, primeros auxilios, control de incendios, apoyo logístico a emergencias, servicios funerarios, entre otras), las personas que conforman estos organismos civiles y sus misiones son protegidas por el DIH inclusive en territorios ocupados por potencias extranjeras. La protección de los organismos de Protección Civil cesarán solo si sus acciones perjudican al adversario contribuyendo al esfuerzo militar. 6- Medidas de protección de discriminación positiva para grupos vulnerables de la población civil. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Cruz Roja Colombiana 79 COMPILACION DE LECTURAS El concepto de población civil o la categoría consagrada en el DIH esta elaborada para comprender una agrupación de personas civiles, ese marco conceptual lo podemos discriminar , en este caso por sub categorías tomando como referencia variables como la edad, el sexo, estado de salud o problemas coyunturales que generan grupos altamente vulnerables y que en la historia de los conflictos armados han tenido mayores niveles de afectación directa. En estas sub categorías podemos encontrar: Niños, mujeres, civiles en situación de desplazamiento, ancianos, civiles heridos enfermos y náufragos , civiles privados de la libertad entre otras. De acuerdo con el propósito de está ponencia se presenta un resumen de las normas del DIH que han sido elaboradas para especificar la protección debida a personas civiles de grupos vulnerables como los niñas y niñas, mujeres y civiles en situación de desplazamiento, no obstante el resto de categorías serán desarrolladas en otros módulos de acuerdo con la organización de los ejes temáticos. 80 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 6.1 . Niños : Hay que recordar que el DIH confiere una protección general a la población civil “No serán objeto de ataques.. ” El DIH no muestra preferencia por alguna categoría de personas, los niños y niñas que no combaten (que no participar directamente de las hostilidades) están cubiertos por esta protección las cuales fueron descritas en las Medidas de Protección Jurídica, desarrolladas en esta lección. Con el propósito de especificar ciertas garantías el DIH contiene normas de discriminación positiva en relación con las niñas y niños en las situaciones de conflicto armado (Interno o Internacional ) sin desconocer la legislación interna de carácter protectora en relación con los niños y de tratados de DDHH que contienen normas de protección especial para la infancia. como la Convención sobre los derechos del niño, la carta internacional de Derechos Humanos entre otros) que favorecen la protección de niños y niñas. Cruz Roja Colombiana El número de niños reclutados por la fuerzas o que se alistan voluntariamente en grupos armados aumenta paulatinamente, no obstante las prohibiciones del DIH, en relación con el reclutamiento de menores “ Las partes en conflicto tomarán todas las medidas posibles para que los niños menores de 15 años no participen directamente de las hostilidades, especialmente absteniéndose de reclutarlos para las Fuerzas Armadas..” PAI art. 77,2) en el PAII art. 4, 3, c, se consagra igual disposición “los niños menores de 15 años no serán reclutados en las fuerzas o grupos Armados y no se permitirá que participen en las hostilidades..” Esta prohibición protege a los niños del reclutamiento y de la participación directa en las hostilidades lo que pondría al niño o la niña en graves riesgos contra su vida , la integridad física, y la libertad, el niño no solo pone en riesgo los derechos mencionados anteriormente sino que por su personalidad en ocasiones inmadura e impulsiva pone en riesgo a personas protegidas que están en su ámbito de acción. No obstante si son capturados seguirán recibiendo la protección especial debida, consagrada en el DIH. Igualmente el Protocolo facultativo 2000 de la convención de los derechos del niño (art. 1,2,3 y 4) obliga a un Estado parte, tomar las medidas legislativas para prohibir y sancionar el reclutamiento de los menores de 18 años en sus fuerzas armadas y el reclutamiento voluntario u obligatorio y toda utilización de menores de 18 años en los grupos armados que no sean las Fuerzas Armadas de un Estado. Siendo esta última una norma mas favorable (limite de edad) que el mismo DIH. El CGIV se estipula la atención especial del niño y la niña, este principio se enuncia en el PI adicional “ Los niños serán objeto de un respeto especial y se les protegerá contra cualquier forma de atentado al pudor . Las partes en ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ A continuación presentamos un resumen general de las normas del DIH que brindan protección específicas a esta sub categoría de personas protegidas en situaciones de conflicto armado. 81 COMPILACION DE LECTURAS conflicto les proporcionarán los cuidados y la ayuda que necesiten, por su edad o por cualquier otra razón” En caso de conflicto armado interno este principio se aplica igualmente. “ Se proporcionaran a los niños los cuidados y la ayuda que necesiten y en particular...” La protección especial del niño en Conflictos armados de indole internacional y conflictos armados internos se pueden resumir en : Protección de cualquier forma de atentado contra el pudor. Educación, entorno cultural e incluida la educación la religiosa. Reunión oportuna con los padres o familiares, Primordial en caso de evacuación hacia un lugar seguro, regulación para traslado y evacuación a zonas especiales e identificacion del niño o niña. Cuidado, asistencia médica, prioridad de socorros y entrega de víveres Internamiento en lugares diferentes de los adultos. La participación directa en las hostilidades El reclutamiento de niños menores de 15 años. Que pierdan la calidad de niños si son capturados La pena de muerte a menores de 18 años en el momento de la infracción. 82 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 6.2. Mujeres En los conflictos armados pasados y actuales las mujeres han sido uno de los grupos de la población civil mas afectados , corren riesgos adicionales por su condición de mujer como la violencia Cruz Roja Colombiana sexual, desplazamientos, viudez, desapariciones entre otras. El DIH contiene normas de protección general y confiere normas especificas que confieren una protección especial. El DIH contiene todo un sistema de protección general, las mujeres igualmente se benefician de ese sistema : Si son combatientes o participan directamente de las hostilidades se benefician de la protección general de la regulación de métodos y medios prohibidos en la conducción de hostilidades, si son capturadas se benefician de las garantías fundamentales para las personas privadas de la libertad o el estatuto de prisioneras de guerra, si son heridas, están enfermas o naufragas se benefician de las disposiciones del DIH para esta categoría de personas protegidas y si no participan de las hostilidades son personas civiles por lo cual estarán protegidas por las normas vistas anteriormente relacionadas con este tema en el desarrollo de esta lección. Las mujeres que no toman parte en el desarrollo de las hostilidades o que dejaron de participar en ellas tiene derechos a recibir un trato humano (garantías fundamentales), están protegidas contra tratos abusivos y los efectos de los combates. Tiene derecho al respeto de su vida, la integridad física, a no ser la torturadas o que se cometan actos de violencia en su contra. Están espacialmente protegidas contra los atentados a su honor, en particular contra actos de violación, prostitución forzada, y contra cualquier acto o atentado al pudor. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ En materia de protección especial debido a las particularidades que tiene como mujeres, el DIH en los cuatro convenios de ginebra y los protocolos adicionales brindan las siguientes garantías: 83 COMPILACION DE LECTURAS En caso de internamiento tienen derecho a estar en locales de aseo y dormitorios separadas de los hombres y de ser custodiadas por mujeres. Trato y protección especial en caso de embarazo o que se encuentre lactando. Las anteriores disposiciones se encuentran el CGIV art 27. 2 ; el PAI arts 75 y 76; y en el PAII art 4-2-e, 5-2-a, 6-4) 6.3. Población civil en situación de desplazamiento 84 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Existen fenómenos similares en relación con el desplazamiento de personas civiles, cuando huyen de su país son denominados refugiados, cuando no atraviesan las fronteras nacionales se les considera personas desplazadas, en el DIH el problema se planteo en 1949 , el IV Convenio de Ginebra establece normas de protección contra las deportaciones, traslados y evacuaciones de personas civiles en territorios ocupados (Conflicto Armado Internacional), a través de las Naciones Unidas se da un desarrollo de derecho con el fin de proteger a los refugiados, en 1951 se aprobó la Convención de las Naciones Unidades sobre el Estatuto de los Refugiados, de conformidad con el articulo 1 de la mencionada convención, el termino refugiado, se aplica a toda persona que “.(..) debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre por fuera del país de su nacionalidad y que no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país; o, que careciendo de nacionalidad o hallandose, a consecuencia, a consecuencia de tales acontecimientos, fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera regresar a él. “ En la Convención de la OUA (Organización de las Unidad Africana) y en la Declaración de Cartagena (1984) se amplia la definición para incluir a las personas que huyen a causa de situaciones que perturban el orden público, como son los conflictos armados o los disturbios. Cruz Roja Colombiana Los refugiados se benefician en primer lugar de la protección conferida por el Derecho de los Refugiados y el cometido del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para refugiados ) , igualmente el DIH los protege en situaciones de conflicto armado internacional, como se menciono anteriormente en CGIV y el PAI se confiere protección especial a los refugiados, en particular a los que se encuentran en territorios ocupados, y se consagra el principio de no rechazo, base del derecho de los refugiados. En situaciones de conflicto armado de carácter no internacional, actualmente el problema plantea mayor gravedad, se presentan desplazamientos forzados de grupos étnicos nacionales opuestos al gobierno central, redistribución de zonas geográficas entre otras, provocan crisis humanitarias severas en la población civil desplazada desde el punto de vista económico, social, cultural, educativo, político, en fin una serie de dimensiones que derivan otros problemas y que afectan derechos fundamentales del ser humano para vivir con dignidad y mínimos vitales esenciales para su supervivencia y desarrollo en la esfera política, cultural y social. En conflictos armados internos, el PAII art. 17 prohibe el desplazamiento forzado, como elemento importante e indispensable para la protección de la población civil “no se podrá ordenar el desplazamiento de la Población Civil por razones relacionadas con el conflicto ..., lo anterior a reserva de dos circunstancias de excepción: La segunda, por razones militares imperiosas (4); basado en el principio de necesidad militar , la cual debe ser sometida a un cuidados examen por parte de quien ordena el desplazamiento, el termino imperiosa, reduce el mínimo los casos en que se podría efectuar el desplazamiento. En tal caso, el desplazamiento se debe ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La primera, por razones de medidas preventiva de protección de las personas civiles cuando corren graves peligros inminentes por el desarrollo de las hostilidades, en este caso no se puede prohibir el desplazamiento, prima la seguridad de la población civil. 85 COMPILACION DE LECTURAS efectuar bajo condiciones satisfactoria de seguridad, alojamiento, alimentación, salubridad e higiene. Los desplazados se benefician de varias ramas del Derecho Positivo, principalmente del derecho nacional o doméstico, (en Colombia la ley 387 de 1997 y el decreto reglamentario 2569 de 2000) que brinda garantías para la asistencia humanitaria de emergencia y a la estabilización socio económica de la población en situación de desplazamiento), el Derecho de los Derechos Humanos (en lo que cocieren el derecho a al educación, la vivienda, el trabajo, a la vida en familia, y otros derechos de protección de la integridad física y la dignidad humana entre otros), y en situación de conflicto armado de carácter no internacional por el DIH como se menciono anteriormente. 86 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Cabe recordar que en Colombia, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Sociedad Nacional de la Cruz Roja Colombiana, han desplegado ingentes esfuerzos en la prevención del desplazamiento forzado (Difusión del DIH) y en la asistencia material de carácter humanitario desde la década de los años ochenta con el fin de mitigar el impacto social y económico de la población civil desplazada por la situación de conflicto armado. Cruz Roja Colombiana MUJERES Y GUERRA 1. LA MUJER, LOS DERECHOS HUMANOS Y EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO 30-09-1998 Revista Internacional de la Cruz Roja No 147, septiembre de 1998, pp. 453-467 por Judith Gardam La mujer, los derechos humanos y el derecho internacional humanitario Durante los últimos 50 años, la evolución de los principios de los que forman parte los derechos humanos ha tenido importantes repercusiones en el derecho internacional humanitario y en el derecho internacional en general [1]. En los últimos años, el movimiento en favor del reconocimiento de la igualdad de derechos de las mujeres ha ejercido, con cierto resultado, su propia influencia en los derechos humanos [2]. En 1979, por ejemplo, la comunidad internacional aprobó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la . V. por ejemplo, A. H. Robertson, «Humanitarian law and human rights», en C. Swinarski (ed.), Studies and essays on international humanitarian law and Red Cross principles in honour of Jean Pictet, CICR/Martinus Nijhoff, Ginebra/La Haya, 1984, p. 793. 2 . Para tener una visión general de los logros del último decenio, véase C. Chinkin, «Feminist interventions in international law: Reflections on the past and strategies for the future», Adelaide Law Review, vol. 19, 1997, pp. 15-18. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 1 87 COMPILACION DE LECTURAS Mujer, de la que son Partes actualmente 155 Estados. Se está examinando la aprobación de un protocolo facultativo en el que se prevería la posibilidad de presentar quejas ante la Comisión para esa Convención. Las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales han centrado cada vez más su atención en los derechos humanos de la mujer y, como resultado, hay una amplia gama de estudios, informes y recomendaciones sobre varios aspectos de la cuestión. Así pues, el tema de la mujer es un punto firmemente establecido en el orden del día internacional de los derechos humanos. Sin embargo, muchos de los sufrimientos humanos en el mundo de hoy tienen lugar en el marco de situaciones de conflicto armado, en las que se suspende la mayor parte de los derechos humanos, y a las personas les queda como única protección fiable la que les ofrece el derecho internacional humanitario [3]. En tales situaciones, las mujeres son las principales víctimas [4]. Por otra parte, actualmente hay pruebas de que las mujeres viven los conflictos de forma diferente que los hombres [5], fenómeno confirmado por quienes trabajan sobre el terreno. Esta experiencia específica, aunque sus efectos difieran mucho de una cultura a otra dependiendo del papel de la mujer en cada sociedad, está relacionada con la particular vulnerabilidad de este grupo cuando se desencadena un conflicto armado. La guerra exacerba las 3 . Para ahondar en el examen de la situación por lo que respecta a los derechos humanos en tiempo de conflicto armado, véase Y. Dinstein, «Human rights in armed conflict: International humanitarian law» en T. Meron (ed.), Human rights in international law: legal and policy issues, vol. 2, Clarendon Press, Oxford, p. 345. 88 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 4 . V. la declaración de Renée Guisan, jefa de la delegación del CICR en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing, y el párr. 136 de la Plataforma de Acción de Beijing en Fourth World Conference on Women, Action for Equality, Development and Peace, Beijing Declaration and Platform for Action, UN Doc. A/Conf.177/20 (1995) (en adelante Plataforma de Acción de Beijing). 5 . Ibíd. y v. Harvard Study Team, Health and Welfare en Iraq after the Gulf crisis, capítulo 9, 1991. Cruz Roja Colombiana desigualdades que existen de forma diferente y en distinto grado en todas las sociedades, y las mujeres son el 70 por ciento de la población mundial que vive en situación de pobreza [6]. Además, se encuentran generalmente en situación de desventaja por lo que atañe a la educación y tienen mucha menos movilidad que los hombres debido a su papel tradicional de tener que estar al servicio de otros [7]. Quizás más importante es el hecho de que las mujeres están generalmente excluidas del acceso a las estructuras de poder y de la participación en la toma de decisiones en relación con los conflictos armados. Así pues, no pueden hacer oír su voz cuando se trata de explicar las dificultades particulares con que tropiezan en situaciones de conflicto armado y, por otra parte, carecen de autoridad para recomendar una determinada acción preventiva. Dada esta situación, en este artículo se examina la medida en que influyen para el derecho internacional humanitario tanto la atención de que son objeto los derechos humanos de la mujer como los avances logrados por lo que respecta a la protección de la mujer en el marco de los derechos humanos. Como veremos, esta influencia apunta, ante todo, a los progresos realizados por lo que respecta a la criminalización y el castigo de la violencia sexual contra las mujeres durante los conflictos armados. Por lo tanto, cabe examinar más detenidamente la cuestión de la mujer, los conflictos armados y el derecho internacional humanitario. Las disposiciones del derecho de los conflictos armados relativas a la mujer cuando se aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos 6 . La feminización de la pobreza fue un ámbito clave de preocupación en la Conferencia de Beijing, v. Plataforma de Acción, párrs. 47 y 48. 7 . V. CICR (ed.), Women and war, 1995. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ En algunos de los primeros documentos del derecho de los conflictos armados, sólo ocasionalmente se hace referencia a la protección de la mujer. Por ejemplo, en el artículo XLVII del Código 89 COMPILACION DE LECTURAS Lieber se sanciona la violación de los habitantes de un país hostil [8] . Sin embargo, hasta hace poco tiempo, no se tomaba muy en serio la práctica de la violencia sexual contra las mujeres. La práctica de la violación no figuraba entre los crímenes de guerra enumerados por el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, a pesar de la gran incidencia de casos de violencia sexual durante la Segunda Guerra Mundial. En los autos de procesamiento ante el Tribunal de Tokio figuraban acusaciones de actos de violación y algunos mandos fueron condenados por no haber logrado garantizar el cumplimiento de la ley por parte de sus subordinados. Además, aunque en los estatutos de los tribunales nacionales de las potencias ocupantes establecidos para juzgar delitos cometidos en Alemania figuraba la práctica de la violación como un crimen de guerra, no se incoó proceso alguno sobre la base de ese delito [9]. Sin embargo, generalmente se consideraban las prácticas de violación y de violencia sexual contra las mujeres como un aspecto inevitable de los conflictos armados y raramente se procesaba [10]. Los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 [11], que cuando fueron aprobados eran los principales instrumentos para la protección 8 . V., por ejemplo, el art. XLIV del Código Lieber; Instructions for the government of armies of the United States in the field, General Orders No. 100, April 24, 1863, reproducido en L. Friedman, The laws of war: A documentary history, 1972, p. 158. 9 . V. Control Council Law, n 10 de 1945, Control Council for Germany, Official gazette, 31 de enero de 1946, reproducido en Friedman, ibíd. p. 908. 10 . V. como referencia general C. Chinkin, «Rape and sexual abuse of women in international law», European Journal of International Law, 1994, p. 326. 90 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 11 . Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña; Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar; Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo al trato debido a los prisioneros de guerra; Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra (en adelante IV Convenio de Ginebra). Para una descripción general del sistema del derecho internacional humanitario en relación con la mujer, véase M. Tabory, «The status of women in humanitarian law»; Yoram Dinstein (ed.), International law at a time of perplexity, 1989, p. 941; y F. Krill, «Protección de la mujer en el derecho internacional humanitario», RICR, nº. 72, noviembre-diciembre de 1985, p. 367. Cruz Roja Colombiana de las víctimas de los conflictos armados (y que con sus dos Protocolos [12] de 1977 lo siguen siendo actualmente), contienen 19 disposiciones específicamente relativas a la mujer. Su alcance es algo limitado y la finalidad de muchas de esas disposiciones es de hecho proteger a los niños [13]. En su conjunto, el objetivo de los Convenios es prestar una protección especial a las mujeres encintas, las madres lactantes y las madres en general y presentar la cuestión de la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia sexual en tiempo de conflicto armado. Es muy significativo que, en el párrafo 2 del artículo 27 del IV Convenio de Ginebra figure la primera disposición específicamente referente a la práctica de la violación; se estipula que «las mujeres serán especialmente protegidas contra todo atentado a su honor y, en particular, contra la violación, la prostitución forzada y todo atentado a su pudor». Aunque este artículo es un reconocimiento esperado desde hacía tiempo de que la práctica de la violación en tiempo de conflicto armado es inaceptable, no se reconoce el alcance ni la gravedad de esa práctica, dado que esta disposición no se incluye en la categoría de infracciones graves del derecho internacional humanitario (de conformidad con esta categoría, los Estados están obligados a buscar y castigar a las personas que no observen determinadas disposiciones de los Convenios). El párrafo 2 del artículo 27 también ha sido objeto de críticas sobre la base de que, como en muchas otras disposiciones relativas a las mujeres, se clasifican los actos de violación como atentados al honor de las víctimas y no se refleja, así, la gravedad del delito de violencia sexual [14]. Aparte de la protección estipulada en esos artículos, que es 13. V. arts. 50 y 132 del IV Convenio de Ginebra. 14. V. J. Gardam, «Women and the law of armed conflict», International and Comparative Law Quarterly, vol. 46, 1997, p. 74. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 12. Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales (Protocolo I), del 8 de junio de 1977 y Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional (Protocolo II), del 8 de junio de 1977. 91 COMPILACION DE LECTURAS claramente válida en los límites de su ámbito de aplicación, no hay ninguna indicación clara en las disposiciones de los Convenios de Ginebra de que las dificultades con que tropiezan las mujeres en situaciones de conflicto armado son específicas y plantean cuestiones más amplias que su papel de madres y como víctimas de la violencia sexual. ¿En qué medida influyó el movimiento de los derechos humanos en la formulación de las disposiciones relativas a las mujeres de los Protocolos de 1977? 92 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El movimiento para obtener avances en el derecho internacional humanitario, que culminó con la aprobación de los Protocolos de 1977 por parte de los Estados, debe mucho a los progresos en el ámbito de los derechos humanos. Gerald Draper escribió que el derecho de los conflictos armados «había llegado peligrosamente a un punto de casi estancamiento cuando se produjo el impacto del movimiento en favor de un régimen de derechos humanos» [15] . Ya en 1956, el CICR había ultimado un proyecto de normas para limitar los peligros que corría la población civil en tiempo de guerra. No se tomó decisión alguna por lo que respecta a esas normas. La cuestión de la revisión del derecho de los conflictos armados fue archivada por la comunidad internacional hasta que los trabajos sobre derechos humanos en tiempo de paz emprendidos por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y la Asamblea General de las Naciones Unidas comenzaron a extenderse lógicamente a la preocupación por los derechos humanos en situaciones de guerra. La Conferencia Internacional de Derechos Humanos, celebrada en Teherán, el año 1968, puede considerarse como un momento decisivo a este respecto [16]. El resultado de esas iniciativas fue la aprobación de los dos Protocolos de 1977, que tienen un sabor inconfundible a 15. V. G.I.A.D. Draper, «Human rights and the law of war», Virginia Journal of International Law, vol. 12, 1972, p. 336. 16. V. la resolución XXIII, «Los derechos humanos en los conflictos armados», aprobada por la Conferencia Internacional de Derechos Humanos, Teherán, 12 de mayo de 1968. Cruz Roja Colombiana derechos humanos. En los Protocolos se fusionaron los respectivos principios de los así llamados derecho de La Haya y derecho de Ginebra, y están centrados en la protección debida a las personas civiles [17]. ¿Qué enfoque se adopta en los Protocolos por lo que atañe a las mujeres víctimas de los conflictos armados? ¿Se incluye en la importancia dada a la protección, que fue el puntal de las negociaciones que culminaron con la aprobación de esos instrumentos, y que refleja en el texto final, el reconocimiento de las dificultades específicas con que tropiezan las mujeres de conflicto armado? En su conjunto, el enfoque en relación con la mujer permanece inalterado en las disposiciones de los Protocolos. Lo importante sigue siendo la protección de las mujeres encintas y de las madres. Por lo que atañe a la violencia sexual, el artículo 76 del Protocolo I contiene la importante y amplia disposición específicamente dedicada a la protección de las mujeres contra la violación, aunque no se considere esa práctica como una infracción grave. Ni en los trabajos preparatorios ni en las propias disposiciones, se reconocen los otros problemas específicos que a las mujeres se plantean en situaciones de conflicto armado. Mujeres y derechos humanos 17. V. como indicación general, J.G. Gardam, Non-combatant immunity as a norm of international humanitarian law, Martinus Nijhoff Publishers, Dordrecht/Boston/Londres, 1993. 18. V., por ejemplo, C. Baunch, «Women’s rights as human rights: Towards a revision of human rights», Human Rights Quarterly, vol. 12, 1990, p. 486; y H. Charlesworth, «What are women’s human rights?, in R. Cook (eds.), Human rights of women: National and international perspectives, 1994, p. 58. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Sería falaz describir el cuerpo de derechos humanos en vigor como un régimen satisfactorio desde la perspectiva de la mujer. Los especialistas han demostrado de forma convincente las limitaciones de este derecho, en el que no se tiene debidamente en cuenta la realidad de la experiencia de vida de las mujeres [18]. 93 COMPILACION DE LECTURAS Sin embargo, en el contexto de los derechos humanos, más bien que en el del derecho internacional es donde se han obtenido mayores progresos por lo que respecta al reconocimiento de las necesidades de las mujeres, que hasta entonces se habían ignorado, así como por lo que atañe a la tentativa de responder a esas necesidades [19]. Esta atención prestada a los derechos humanos de la mujer ha tenido consecuencias importantes para el derecho humanitario. El hecho de que la violencia contra las mujeres y dado que las estrategias para reprimirla hayan sido el centro de atención para gran parte de los trabajos de los organismos de derechos humanos concernidos por este grupo ha inducido a hacer un examen de la cuestión en el marco de los conflictos armados, ámbito en el que tiene lugar gran parte de las violencias contra las mujeres. ¿Cuáles han sido los resultados de estos trabajos? En la declaración y el Programa de Acción de Viena (1993), aprobados por la Conferencia de las Naciones Unidas de Derechos Humanos, se ratifica que «las violaciones de los derechos humanos de la mujer en situaciones de conflicto armado constituyen violaciones de los principios fundamentales de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario» y que todos los delitos de ese tipo requieren «una respuesta especialmente eficaz» [20]. En el Programa de Acción también se destaca que «la igualdad de condición de la mujer y sus derechos humanos» deben integrarse en las principales actividades de todo el sistema de las Naciones Unidas» y «asegurarse de que en las actividades de derechos humanos de las Naciones Unidas se traten periódicamente las violaciones de los derechos humanos de la mujer» [21]. 19 . V. Chinkin, supra (n. 2). 94 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 20 . V. art. 38 de la Declaración y Programa de Acción de Viena, Doc. NU A/ CONF.157/24 (parte 1), 13 de octubre de 1993. 21 . Si se desea saber lo que significa «integrarse en las principales actividades» de las Naciones Unidas, véase ACNUR, Policy on refugee women and UNHCR, Guidelines on the protection of refugee women,1991, pp. 5-7. Si se desea una reseña de las iniciativas tomadas para alcanzar este fin, véase como ejemplo general, A. Gallagher, «Ending the marginalization, Strategies for incorporating women into the United Nations human rights system», Human Rights Quarterly, vol. 19, 1997, p. 283. Cruz Roja Colombiana Este creciente movimiento para buscar soluciones en cuanto al problema favoreció la aprobación de la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer por la Asamblea General en diciembre de 1993. En la Declaración se reconoce expresamente que las mujeres en situaciones de conflicto armado «son particularmente vulnerables a la violencia» [22]. Otro importante avance por lo que respecta a la mujer y los derechos humanos durante los conflictos armados fue el nombramiento de relatores especiales con mandatos que abarcan ciertos aspectos de la experiencia de las mujeres en situaciones de conflicto armado. En 1994, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas designó a la señora Radhika Coomaraswamy como relatora especial sobre la violencia contra la mujer, con un mandato que abarcaba las situaciones de conflicto armado. En enero de 1998, la relatora especial presentó su informe al respecto, en el que dice que, a nivel internacional, los Convenios de Ginebra «deben evaluarse y revisarse para incorporar nuevas normas sobre la violencia contra la mujer en caso de conflicto armado» [23]. Por otra parte, en 1995, la Subcomisión de las Naciones Unidas de Prevención de Discriminación y Protección a las Minorías designó a Linda Chávez como relatora especial sobre la situación relativa a la violación sistemática, la esclavitud sexual y las prácticas análogas a la esclavitud durante los conflictos armados [24]. La IV Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer celebrada en Beijing, el año 1995, reconoció la gravedad de las 22 . Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, UN GA/Res/ 48/104, 20 de diciembre de 1993, preámbulo, párr. 7 y art. 2. 24 . V. Informe preliminar de la Relatora Especial sobre la situación relativa a la violación sistemática, la esclavitud sexual y las prácticas análogas a la esclavitud durante los conflictos armados, UN Doc. E/CN.4/Sub.2/1996/26, 16 de julio de 1996. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 23 . V. R. Coomaraswamy, Informe de la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, con inclusión de sus causas y consecuencias, UN Doc. E/CN.4/1998/54. 95 COMPILACION DE LECTURAS situaciones de conflicto armado y su influencia en la vida de las mujeres. La Declaración de Beijing se remite a la determinación de los Estados participantes de «garantizar el respeto del derecho internacional, incluido el derecho humanitario, a fin de proteger a las mujeres y las niñas en particular». La Plataforma de Acción de la Conferencia consideró la cuestión de las mujeres y los conflictos armados como uno de los 12 ámbitos decisivos de especial preocupación, con respecto a los cuales deben adoptar medidas estratégicas los Estados miembros, la comunidad internacional y la sociedad civil. Un objetivo estratégico formulado por la Plataforma es «incrementar la participación de la mujer en la solución de los conflictos a niveles de adopción de decisiones y proteger a las mujeres que viven en situaciones de conflictos armados o de otra índole o bajo ocupación extranjera». 96 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Así pues, el procedimiento para determinar las dificultades especiales con que tropiezan las mujeres y demostrar que en el derecho no se reconocen esas dificultades está considerablemente más avanzado en el marco de los organismos de derechos humanos que en las organizaciones únicamente dedicadas a los conflictos armados. Por supuesto, para que su valor sea duradero, es necesario que los planes de acción, las recomendaciones y las propuestas sean aplicados. Los progresos son lentos, conllevando, a veces, mucho desaliento [25]. Sin embargo se perciben signos positivos. Es particularmente importante en este contexto la muy eficaz labor a nivel de base del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados por lo que respecta alas mujeres refugiadas [26]. 25 26 . V. Chinkin, supra (n. 2). . V. UNHCR, Policy on refugee women, supra (n. 21) y UNHCR, Sexual violence against refugees: Guidelines on prevention and response, 1995. Cruz Roja Colombiana Todos estos esfuerzos, aunque por su propia naturaleza abren nuevos caminos, se han centrado casi exclusivamente en la violencia sexual [27]. Y se ha ignorado gran parte del contexto más amplio del problema. Sin embargo, una excepción patente a esta estricta visión la encontramos, por ejemplo, en la labor del Consejo Económico y Social, particularmente en relación con las mujeres y los niños palestinos en los territorios ocupados [28]. Las repercusiones sobre el derecho internacional humanitario de los avances en el marco de los derechos humanos de la mujer No cabe la menor duda de que el trabajo de las organizaciones de derechos humanos ha tenido una considerable repercusión en el enfoque adoptado para la protección de las mujeres en tiempo de conflicto armado. En este contexto, en los últimos años, puede discernirse un cambio de orientación en la labor del CICR. La protección de las mujeres víctimas de los conflictos siempre ha formado parte del cometido del CICR. Sin embargo, tradicionalmente, las mujeres han sido incluidas en la categoría general de personas civiles o en la categoría aparte de «mujeres y niños». Y esto ha sido así aunque las necesidades de esas diversas categorías de víctimas no sean idénticas. A lo largo de los años, el CICR ha participado activamente en tentativas de atenuar los horrores de los conflictos por lo que atañe a las mujeres. Cabe destacar, por ejemplo, los esfuerzos, durante 28 . V., por ejemplo, E/RES/1991 del 30 de mayo de 1991; E/RES/1992/16 del 30 de julio de 1992; E/RES/1993/15 del 27 de julio de 1993; y E/RES/1995/30 del 25 de julio de 1995. V. también las resoluciones del ECOSOC relativas a la mujer y a los niños en Namibia, y a las mujeres y los niños víctimas del apartheid. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 27 . V., por ejemplo, Human Rights Watch (Helsinki Watch), War crimes in BosniaHerzegovina, 1993, pp. 18, 163-186; Informe final de la Commisión of Experts establecida en virtud de la resolución 780 del Consejo de Seguridad,UN Doc.S/ 1994/674 (examen de la cuestión de la violación y violencia sexual en los párrs 58-60 y 232-253); Human Rights Watch, Global report on women’s human rights, 1995 (párrs. 100-138 en relación con la violencia sexual contra las mujeres refugiadas y desplazadas); Human Rights Watch, Shattered lives: Sexual violence during Rwandan genocide and its aftermath, 1996. 97 COMPILACION DE LECTURAS la Segunda Guerra Mundial, por garantizar un trato justo a las mujeres prisioneras de guerra [29]. En el período de postguerra, el CICR también realizó esfuerzos, aunque esporádicos, para garantizar a las mujeres un trato humano en diversas situaciones de conflicto [30]. Sin embargo, por lo que respecta a la violencia sexual —la forma más común de violencia de que son víctimas las mujeres en una situación de conflicto— el silencio era ensordecedor, a pesar de la espantosa realidad de esa práctica en todos los conflictos armados. La invisibilidad de las mujeres y la violencia sexual rápidamente llegaron a su término con los acontecimientos que tuvieron lugar durante el conflicto armado en ex Yugoslavia, Aunque la violencia sexual contra las mujeres haya figurado en el orden del día de los organismos de derechos humanos durante varios años, fue este conflicto el que galvanizó a la comunidad internacional y dio lugar al más significativo avance del derecho humanitario, atribuible a la cada vez mayor importancia dada a los derechos humanos de la mujer: la inclusión de la práctica de la violación en la categoría de infracciones graves. 98 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ En 1993, como respuesta al descubrimiento de infracciones generalizadas contra el derecho internacional humanitario en ex Yugoslavia, particularmente la violación y muchas otras formas de violencia sexual contra las mujeres, el Consejo de Seguridad estableció el Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia con objeto de enjuiciar a las personas responsables de tales actos. Uno de los problemas que había que resolver era el del lugar de la práctica de la violación en los estatutos de ese Tribunal. En 1992, refiriéndose a lo que era una infracción grave contra el derecho humanitario, el CICR declaró que la frase común en los Convenios de Ginebra y sus Protocolos (para evitar la confusión con lo de «común» creo que sería mejor decir: «las disposiciones sobre las 29. V. Krill, supra (n. 11), p. 356. 30. Ibíd., p. 357. Cruz Roja Colombiana infracciones graves del artículo 147 del IV Convenio de Ginebra....»), «el hecho de causar deliberadamente grandes sufrimientos o de atentar gravemente contra la integridad física o la salud» incluye claramente no sólo la violación, sino también cualquier otro atentado contra la dignidad de la mujer [31]. Esto reforzó el argumento que prevalecía en la Comisión de Expertos establecida por el Consejo de Seguridad para examinar la cuestión del establecimiento del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia, a saber, que, aunque la violación y otras formas de agresión sexual no se denominaban específicamente infracciones graves en los Convenios y los Protocolos, son «torturas o tratos inhumanos» y actos que «deliberadamente causan grandes sufrimientos o atentan gravemente contra la integridad física o la salud» y son, en consecuencia, sancionables como infracciones graves en virtud de los Convenios [32]. Sin embargo, en los estatutos del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia, la práctica de la violación sólo es sancionable como crimen de lesa humanidad y, para que se la considere como tal, debe estar dirigida contra la población civil en su conjunto: que ese acto tenga lugar sobre una base individual no era suficiente. Pero la práctica de la Oficina del fiscal siempre ha sido de acusar a los autores de violencias sexuales por crímenes de guerra y violaciones graves [33]. 31. ICRC, Update on Aide-memoire of 3 December 1992 (memorándum del 3 de diciembre de 1992). Ésta era una opinión compartida por algunos Estados; v. T. Meron, «Rape as a crime under international humanitarian law», American Journal of International Law, vol. 87, 1993, p. 427. 32. V. Informe final de la Comisión de Expertos establecida en virtud de la resolución 780 del Consejo de Seguridad, supra, (n. 27). 33. V. R. Coomaraswamy, supra (n. 23). ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Aunque el valor de precedente del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia esté limitado por su origen como medida del Consejo de Seguridad y por su alcance geográfico, el efecto normativo de este tipo de iniciativas tiene un alcance mucho más generalizado. Así pues, será difícil en adelante argumentar que 99 COMPILACION DE LECTURAS las prácticas de violación y las diversas formas de violencia sexual contra las mujeres cometidas en situaciones de conflicto armado internacional no son infracciones graves de las normas de los tratados. Es éste un importante avance del derecho humanitario y puede atribuirse al cada vez mayor reconocimiento de que los derechos humanos de la mujer requieren el procesamiento de los delitos de violencia sexual cometidos en el marco de los conflictos armados. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Sin embargo, en cuanto al caso del conflicto de Rwanda, se han expresado dudas por lo que respecta a si la experiencia yugoslava apunta a un cambio de dirección duradero en relación con la larga tradición de silencio y de inacción por lo que atañe a la violencia sexual contra la mujer en los conflictos armados. Tras escuchar el testimonio de mujeres acerca del grado de violencia sexual de que fueron objeto en el conflicto de Rwanda, la relatora especial sobre la violencia contra la mujer dijo: «es absolutamente horrendo que el primer auto de procesamiento por violencia sexual en el Tribunal Penal Internacional para Rwanda haya sido dictado sólo en agosto de 1997, y ello gracias a la fuerte presión internacional de grupos de mujeres» [34]. 100 A pesar de estas reservas, la criminalización de la violencia sexual contra las mujeres en los conflictos armados internos en virtud de los estatutos del Tribunal Penal Internacional para Rwanda es un importante progreso, y es el resultado, en gran parte, de los esfuerzos de militantes y especialistas de derechos humanos. Tradicionalmente, en el derecho internacional humanitario se ha hecho una distinción entre conflictos armados internacionales y conflictos internos, centrándose en los primeros. Sin embargo, al trazarse nuevamente las fronteras de los derechos humanos, se ha incluido la aplicación de los derechos humanos de la mujer y la influencia de este enfoque se ejerce actualmente sobre el derecho humanitario. Toda consideración de la violencia contra la mujer abarca naturalmente tanto los conflictos internacionales como los conflictos internos sin distinción (división que está cada vez más 34. Ibíd. Cruz Roja Colombiana fuera de lugar en cualquier contexto). Los estatutos del Tribunal Penal Internacional para Rwanda reflejan este punto de vista al prever el castigo de la práctica de violación como crimen de lesa humanidad y al poner esa práctica bajo la jurisdicción del tribunal, dado que, junto con la prostitución forzosa y el atentado contra el pudor, se la designa específicamente como crimen de conformidad con el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra. Las violaciones del artículo 3, el así llamado «minicódigo» para los conflictos internos, tradicionalmente no se han considerado como crímenes de guerra constitutivos. 35. V. Prosecutor v Tadic, Decision on the Prosecutor’s motion requesting protective measures for victims and witnesses, UN Doc. IT-94-1-T (10 de agosto de 1995). V. también, C.Chinkin, «Due process and witness anonymity», American Journal of International law, vol. 91, 1997, p. 75. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Los progresos en el derecho humanitario con respecto a la aplicación de las disposiciones que protegen a la mujer contra la violencia sexual tienen su origen en el conflicto de Yugoslavia y la práctica del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia. Desde hace tiempo se reconoce que, para ser eficaz en el contexto de los derechos humanos de la mujer, todo régimen de aplicación de las prohibiciones de violencia sexual en los conflictos armados debe incluir reformas de procedimiento. Este punto de vista está poco a poco siendo objeto de mayor aceptación por parte de la comunidad internacional y se han realizado algunos avances al tener en cuenta las preocupaciones específicas de las mujeres en relación con el procesamiento de los delitos sexuales. Cuestiones como el anonimato de los testigos y de las víctimas en las acciones penales por violencia sexual y la prestación de apoyo y servicios de asesoría se han planteado en el marco del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia [35]. Pero, estos cambios no han sido aceptados de buena gana. Por ejemplo, se habla de incompatibilidad entre las solicitudes de un juicio justo y la 101 COMPILACION DE LECTURAS protección de las mujeres como víctimas y testigos [36]. Sin embargo, no hay necesariamente incompatibilidad entre estas dos cuestiones: lo que se pide es un equilibrio adecuado entre las dos [37]. También se reconoce la importancia de que haya un equilibrio de género en la composición de los tribunales encargados de controlar la aplicación y en su personal de apoyo. El examen a fondo de la cuestión de la violencia sexual contra las mujeres en los conflictos armados que llevan a cabo los grupos de derechos humanos ha dado lugar a la nueva percepción de que de esos actos deben ocuparse los principales organismos encargados de la aplicación del derecho internacional humanitario. Durante las negociaciones relativas al proyecto de estatutos para el tribunal penal internacional permanente se examinó la posibilidad de incluir diversas formas de violencia sexual contra las mujeres en la definición de crímenes de guerra, así como entre las infracciones graves contra el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra. Otras cuestiones que preocupan a las mujeres en relación con el procedimiento de aplicación en general también fueron examinadas en ese contexto: equilibrio de género en la composición de ese tribunal, protección de los testigos y de las víctimas, estudio de los delitos de violencia sexual. En su reunión de marzo de 1988, la Comisión de la condición jurídica y social de la mujer exhortó a los Estados a que apoyasen estas iniciativas en relación con el futuro tribunal penal internacional permanente. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Es cada vez mayor el reconocimiento por parte del CICR de que la situación de las mujeres en los conflictos armados plantea, para el derecho humanitario, problemas específicos. El año 1993, en la Declaración Final de la Conferencia Internacional para la Protección de las Víctimas de la Guerra se dio un grito de alarma ante «el gran aumento de actos de violencia sexual dirigidos particularmente contra las mujeres y los niños» y se reafirmó «que 102 36. V. Monroe Leigh, «The Yugooslav Tribunal: Use of unnamed witnesses against accused», American Journal of International Law, vol. 90, 1996, p. 235. 37. Chinkin, supra (n. 35), pp. 78-79. Cruz Roja Colombiana tales actos son infracciones graves contra el derecho internacional humanitario» [38]. En 1995, la XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja aprobó por consenso una resolución en la que se aborda por separado la cuestión de la violencia sexual contra las mujeres [39] y se condenan estas prácticas, reafirmando que los actos de violación sexual en la conducción de los conflictos armados es un crimen de guerra y se ponen de relieve la importancia de la aplicación de medidas pertinentes y la necesidad de impartir formación adecuada a las personas que actúan en esos procesos. Además, hay un creciente reconocimiento de la índole más amplia del problema, que antes no aparecía claramente en la labor de los organismos de derechos humanos. Por ejemplo, en recientes publicaciones del CICR, se destaca que los conflictos armados exacerban las desigualdades que ya existen de diferentes formas y en diversos grados en todas las sociedades [40]. Conclusión 38. Declaración Final de la Conferencia Internacional para la Protección de las Víctimas de la Guerra, apartado 3 del párr. I, reproducida en la RICR, nº. 119, septiembre-octubre de 1993, pp. 398 y 399. 39. Párrafo B de la Resolución 2, reproducida en RICR, nº. 133, enero-febrero de 1996, p. 65. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La cuestión de la mujer y los derechos humanos, que ha estado al margen de los derechos humanos durante años, está mereciendo un respeto cada vez mayor como ámbito de preocupación aparte en la actual orientación del derecho internacional. Por otra parte, aunque los derechos humanos de la mujer se encuentran más bien en una fase de desarrollo tanto desde el punto de vista del marco como del fondo, cada año que pasa permite discernir una elaboración más afinada de sus principios orientadores. Sin embargo, el nuevo interés que merecen los derechos humanos de la mujer y las repercusiones, aunque de poca monta, que ha tenido esta cuestión en el derecho humanitario no han dado lugar a un reconocimiento general de la necesidad de que los derechos 103 COMPILACION DE LECTURAS humanos de la mujer ocupen un lugar especial en el derecho internacional humanitario. No obstante, se trata sólo de una cuestión de tiempo. Esperamos que ese reconocimiento, cuando llegue, irá acompañado de un nuevo examen del derecho humanitario para el que se tenga en cuenta la experiencia real de las mujeres en situaciones de conflicto armado. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Judith Gardam es miembro del profesorado del Departamento de Derecho de la Universidad de Adelaida, Australia. Es profesora de derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario. Original : inglés 104 Cruz Roja Colombiana 2. PROTECCIÓN DEBIDA A LAS MUJERES EN LOS CONFLICTOS ARMADOS 15-09-1995 Informe Tomado de “La protección de la población civil en período de conflicto armado 1. Introducción 2. Protección de las mujeres en le derecho internacional humanitario 2.1 Principios: no discriminación y deber de diferenciación 2.2 Protección específica de las mujeres en el derecho internacional humanitario 2.2.1 Normas aplicables en tiempo de conflicto armado internacional a) Protección como mujer contra todo atentato a su dignidad b) Protección como madre o futura madre 3. Actividades del CICR, de la Federación Internacional y de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja 4. Recomendaciones ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 2.2.2 Normas aplicables en tiempo de conflicto armado no internacional 105 COMPILACION DE LECTURAS 1. INTRODUCCIÓN Las mujeres se ven afectadas por todos los males que soporta la población civil en tiempo de conflicto armado: violaciones del derecho internacional humanitario cuando están en poder del enemigo: ejecuciones sumarias, tortura, internamiento arbitrario, traslados forzados, toma de rehenes e intimidación. Efectos directos o indirectos de las hostilidades: bombardeos, a menudo indiscriminados, hambruna, epidemias... Junto con los niños, las mujeres forman la mayoría de la población civil, a menudo desplazada o refugiada. El papel de la mujeres se transforma frecuentemente, dada la ausencia del esposo. La mujer debe asumir, las más de las veces, crecientes responsabilidades con respecto a sus hijos o a sus ancianos padres, convirtiéndose en la única y última garante de la unidad familiar. Las mujeres encintas, las parturientas o las madres lactantes son particularmente vulnerables a causa de su situación. En período de conflicto armado, su tasa de mortalidad se incrementa en alarmantes proporciones. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Son también, con aterradora frecuencia, las víctimas de infracciones específicas y graves contra el derecho internacional humanitario, como la violación, en todas sus formas (violación, prostitución forzada, explotación sexual, fecundación forzada). En todas las guerras, se atenta contra sus derechos fundamentales de manera esporádica e incontrolada, debido a la negligencia culpable de los jefes de fuerzas o de grupos armados. Pero tales actos de barbarie se han cometido también de manera repetida, incluso sistemática y, en algunas situaciones, las mujeres se convierten en el verdadero objetivo de los hombres armados cuya intención es, mediante esas prácticas, aterrorizar, humillar o destruir a comunidades enteras. 106 Frente a ello, en el derecho internacional humanitario, por el que se protege prioritariamente a los más vulnerables, se confiere a las mujeres una protección especial que los Estados tienen el deber de respetar y hacer respetar. Cruz Roja Colombiana 2. PROTECCIÓN DE LAS MUJERES EN EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO 2.1 Principios: no discriminación y deber de diferenciación El principio fundamental por el que se rigen los derechos de que se benefician las mujeres en tiempo de conflicto armado es el de la no discriminación. Hombres y mujeres civiles tienen derechos iguales. (Convenio IV, artículo 27, párr. 1; Protocolo I, artículo 75, párr. 1). Pero, para garantizar a las mujeres el disfrute de derechos equivalentes a los de los hombres, hay que prestarles, a veces, una protección especial, teniendo en cuenta sus especificidades fisiológicas y psicológicas, su gran vulnerabilidad en ciertas circunstancias, sus necesidades, etc. Hay, en derecho internacional humanitario, un deber de diferenciación; incumbe a los Estados Partes en los Convenios de Ginebra y, por ende, a todos los combatientes conferir a las mujeres un respeto particular. La protección especial que los Estados han de otorgar a las mujeres, y particularmente a algunas categorías de ellas, se añade a la protección general debida al conjunto de la población civil. 2.2 Protección específica de las mujeres en el derecho internacional humanitario Las mujeres son protegidas, de manera general como mujeres, contra todo atentado a su integridad física y a su dignidad. Otras disposiciones del derecho humanitario tienden a garantizar, por su mediación, la protección del hijo que va a nacer o de corta edad. Mediante la protección de mujeres encintas, parturientas o lactantes o madres de niños pequeños, se salvaguarda, pues, la maternidad y la unidad familiar. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 2.2.1 Normas aplicables en tiempo de conflicto armado internacional 107 COMPILACION DE LECTURAS a) Protección como mujer contra todo atentado a su dignidad Todas las mujeres son protegidas contra todo atentado a su honor, en particular la violación, la prostitución forzada y cualquier forma de atentado al pudor (IV Convenio, art.27, párr.2; Protocolo I, art. 75, párr.2 y art. 76, párr.1). Las mujeres internadas, detenidas o arrestadas por razones relacionadas con el conflicto armado deben ser alojadas en locales separados de los ocupados por los hombres, salvo en los casos en que deba preservarse la unidad familiar. Su vigilancia inmediata estará a cargo de mujeres (IV Convenio, art. 76, párr. 4; Protocolo I, art. 75, párr.5). Deberán beneficiarse, en todo caso, de dormitorios e instalaciones sanitarias separados (IV Convenio, art. 85, párr.4). Una mujer internada solo podrá ser registrada por una mujer (IV Convenio, art. 97, párr.4). Para las penas disciplinarias se deberá tener en cuenta el sexo de la persona castigada (IV Convenio, art. 119, párr.2). b) Protección como madre o futura madre * Protección contra los efectos de las hostilidades ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Las mujeres encintas o parturientas, las madres de niños de corta edad y las madres lactantes se benefician, especialmente, de algunas medidas que se insta encarecidamente a los Estados a tomar para garantizar la protección de las personas civiles contra los efectos, directos o indirectos, de las hostilidades: 108 se insta encarecidamente a las partes en un conflicto a concertar acuerdos locales para evacuar de las zonas de conflicto a las categorías de personas más vulnerables, en- Cruz Roja Colombiana tre ellas las mujeres encintas y las parturientas (IV Convenio, art. 17); se insta encarecidamente a las partes en conflicto a concertar, ya en tiempo de paz, acuerdos con miras a designar zonas y localidades sanitarias y de seguridad, lejos de las posibles zonas de combate, para prestar cobijo a los más vulnerables, incluidas las mujeres encintas y las madres de niños menores de siete años (IV Convenio, art. 14, párr.1); las mujeres encintas, las parturientas y las madres lactantes son las beneficiarias prioritarias de los envíos de socorros. Esta prioridad es una obligación que se impone a todas las personas encargadas de la distribución de los socorros (IV Convenio, art. 23, párr.1; Protocolo I, art. 70, párr.1); Las madres o las futuras madres arrestadas, detenidas o internadas por razones relacionadas con un conflicto armado se benefician de normas de protección específicas: las autoridades detenedoras atenderán con prioridad absoluta los casos de mujeres encintas y de madres de niños de corta edad a su cargo (Protocolo I, art. 76, párr.2); las mujeres encintas o parturientas recibirán suplementos de alimentación proporcionados según sus necesidades fisiológicas (IV Convenio, art. 89, párr.5); esas mismas personas serán admitidas en todo establecimiento calificado para su tratamiento (hospitales, maternidades, etc.) y recibirán asistencia, que no será inferior a la que se presta al conjunto de la población (IV Convenio, art. 91, párr.2); ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ * Protección de las personas arrestadas, detenidas o internadas 109 COMPILACION DE LECTURAS en cuanto al traslado de los internados, las parturientas no serán trasladadas mientras su estado de salud no corra peligro a causa del viaje, a no ser que lo requiera imperativamente su seguridad (IV Convenio, art. 127, párr.3); se insta encarecidamente a las autoridades detenedoras a concertar acuerdos con la parte adversaria, en los que se prevean la liberación, la repatriación, el regreso al lugar de domicilio o la hospitalización en país neutral de las mujeres encintas y de las madres con bebés lactantes y niños de corta edad (IV Convenio, art. 132, párr.2); no podrá ejecutarse la pena de muerte contra las mujeres encintas o las madres de niños de corta edad. Se recomienda, por lo demás, que no se dicte tal sentencia contra ellas (Protocolo I, art. 76, párr.3). * Medidas preferenciales Las medidas preferenciales son las disposiciones promulgadas en los países en guerra en favor de personas cuya vulnerabilidad justifique una solicitud especial. Por ejemplo: vales suplementarios de alimentación, facilidades para la asistencia médica, asistencia social especial, dispensa de ciertos trabajos, etc. Con respecto a los extranjeros en el territorio de una parte en conflicto, las mujeres encintas y las madres de niños menores de siete años se beneficiarán de todo trato preferencial, en la misma medida que los nacionales del Estado concernido (IV Convenio, art. 38, párr.5) ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 110 En territorio ocupado, la potencia ocupante tiene la obligación de no entorpecer la aplicación de las medidas preferenciales por lo que atañe a la nutrición, a la asistencia médica y a la protección contra los efectos de la guerra, que hayan podido adoptarse en favor de las mujeres encintas y de los niños de corta edad (IV Convenio, art. 50, párr.4). Cruz Roja Colombiana 2.2.2 Normas aplicables en tiempo de conflicto armado no internacional El principio de no discriminación y la protección especial debida a las mujeres son válidos en las situaciones de conflicto armado, tanto internacional como no internacional (Convenios I a IV, art. 3, párr.1; Protocolo II, art. 2, párr.1). Las normas son menos pormenorizadas, pero los principios que deben respetarse son idénticos: las mujeres son específicamente protegidas contra la violación, la prostitución forzada y cualquier forma de atentado al pudor (Protocolo II, art. 4, párr.2); las mujeres internadas, detenidas o arrestadas por razones relacionadas con el conflicto armado serán custodiadas en locales separados de los ocupados por los hombres y su vigilancia inmediata estará a cargo de mujeres (Protocolo II, art. 5 párr.2); No se ejecutará la pena de muerte contra las mujeres encintas y las madres de niños de corta edad (Protocolo II, art. 6, párr.4). ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Por último, las mujeres que no participen directamente en las hostilidades serán, en todas las circunstancias, tratadas con humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable fundada en el sexo o en cualquier otra consideración (IV Convenio, art. 3, párr.1). 111 COMPILACION DE LECTURAS 3. ACTIVIDADES DEL CICR, DE LA FEDERACIÓN INTERNACIONAL Y DE LAS SOCIEDADES NACIONALES DE LA CRUZ ROJA O DE LA MEDIA LUNA ROJA El principio de imparcialidad obliga al CICR a privilegiar a las víctimas de la guerra que tienen necesidades más urgentes. En virtud del derecho internacional humanitario, la protección especial que se presta a las mujeres ocupa un lugar importante en las acciones de protección y de asistencia del CICR. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Protección de la población civil 112 Rememoración a los Estados, por vía diplomática o mediante llamamiento público, de sus obligaciones relativas a la inmunidad general de que se benefician las personas civiles, así como a la protección especial debida a las mujeres. Cometido de intermediario neutral para obtener acuerdos de tregua y de evacuación de las personas vulnerables en las zonas asediadas, incluidas las parturientas. Supervisión de esas evacuaciones. Cometido de intermediario neutral en la concertación de acuerdos relativos a la designación de zonas y localidades sanitarias y de seguridad. Gestión de esas zonas. Gestiones en caso de alegación, comprobada por los delegados del CICR, de malos tratos infligidos a las mujeres durante operaciones militares o de mantenimiento del orden. Protección de las personas arrestadas, detenidas o internadas Control de las condiciones de detención, mediante reiteradas visitas de los delegados del CICR y sus entrevistas sin testigos con las mujeres detenidas o Cruz Roja Colombiana internadas. Protección contra los malos tratos durante la detención. Gestiones en caso de alegaciones, comprobadas por los delegados del CICR durante sus visitas, de malos tratos infligidos a las mujeres en cautiverio o durante los interrogatorios. Supervisión de las raciones alimentarias y de la asistencia médica proporcionadas a las mujeres encintas. Control del traslado de mujeres internadas a punto de dar a luz a establecimientos especializados. Repatriación anticipada de algunas mujeres (mujeres encintas, madres lactantes o con niños de corta edad), prisioneras de guerra, detenidas o internadas civiles. Apoyo financiero a las mujeres de detenidos para las visitas al lugar de detención y, a veces, para mantener a la familia. Socorros: suministro, en las zonas asediadas o que son objeto de un bloqueo y en los campamentos de personas desplazadas, de medicamentos, alimentos y otros artículos indispensables para la supervivencia. Las mujeres encintas, las parturientas, las madres lactantes y los niños son los beneficiarios prioritarios de las distribuciones. Programas de asistencia a las viudas de guerra. Suministro de alimentos, jabón, material de cocina, tiendas de campaña, mantas, etc. Programas de rehabilitación agrícola y veterinaria de urgencia. En varias sociedades, las mujeres se encargan de trabajar la tierra o cuidar el ganado. Son, pues, las principales interlocutoras del CICR y las primeras beneficiarias de estos programas. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Asistencia 113 COMPILACION DE LECTURAS Higiene pública: construcción de pozos que permitan a las mujeres, en algunos lugares del mundo, evitar hacer viajes demasiado largos, y a veces peligrosos, para ir a buscar agua potable. Asistencia médica: las mujeres son las interlocutoras prioritarias del CICR por lo que respecta a las cuestiones relativas a la salud de los hijos. El CICR ha realizado, además, programas de vacunación de mujeres que estaban para dar a luz, con objeto de prevenir el tétanos neonatal. Asimismo, garantiza con frecuencia el suministro de suplementos de yodo a las mujeres encintas para luchar contra algunas enfermedades de niños por nacer, como el cretinismo. A fin de mejorar la situación de las personas más vulnerables, la Federación Internacional y las Sociedades Nacionales prestan particular atención a las necesidades de esas mujeres, que representan el mayor porcentaje de los más vulnerables en todo el mundo. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La cambiante naturaleza de los conflictos, tanto internos como internacionales, surte un efecto cada vez más importante para la población civil, causando la desintegración de las estructuras sociales y económicas y pudiendo dar paso a la total destrucción de las infraestructuras básicas de salud, de suministro de agua y de saneamiento. Las consecuencias físicas y psicológicas para mujeres y niños son totalmente desproporcionadas. En particular, las jóvenes son, a menudo, el blanco de violencia y de explotación sexuales en el marco de conflictos armados. 114 Millones de mujeres sufren como consecuencia del círculo vicioso de la pobreza y de la discriminación y tienden a ser las que más sufren en tiempo de conflicto armado, en parte por las desigualdades ya existentes por lo que atañe a su sexo en los ámbitos de la alfabetización, la salud y los ingresos. Así pues, es indispensable intensificar los esfuerzos para prevenir y reducir los factores particulares que aumentan la vulnerabilidad específica de las mujeres en tiempo de guerra y en las situaciones conflictivas. Cruz Roja Colombiana Las necesidades y los cometidos de las mujeres tienen que incorporarse, a largo plazo, en todas las actividades de desarrollo, de socorro de urgencia y de rehabilitación. La Secretaría de la Federación Internacional promueve una amplia gama de programas centrados en las necesidades específicas de las mujeres, como víctimas o personas vulnerables. El objetivo es: a) mejora del acceso a la asistencia de salud, incluidos la planificación familiar, los servicios relacionados con las enfermedades sexualmente transmisibles y el apoyo psicosocial; b) agua potable y buenas condiciones de saneamiento; c) aumento de las posibilidades de formación profesional permitiendo el acceso al crédito y a un oficio generador de ingresos; d) mejora de la alfabetización para las mujeres y Las cuestiones relativas al sexo, incluidas las referencias específicas a la protección especial y las necesidades de asistencia de las mujeres refugiadas y las jóvenes víctimas de la guerra, son parte de la formación de los delegados y de los colaboradores de las Sociedades Nacionales. La Federación Internacional ha reconocido también la importancia de contar con personal femenino en el terreno, particularmente para tratar directamente los casos especiales, como las víctimas de violación y las mujeres con determinados antecedentes socioculturales. Muchas Sociedades Nacionales han establecido centros de coordinación para abordar cuestiones relativas a las mujeres, así como para realizar y apoyar programas destinados a mejorar la situación de ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ e) promoción de actividades en la comunidad - tanto hombres como mujeres , incluidos los que tienen cargos influyentes, así como la juventud -, a fin de reforzar el respeto mutuo y favorecer prácticas más positivas. 115 COMPILACION DE LECTURAS las mujeres adversamente afectadas por la guerra y por otras situaciones de conflicto. 4. RECOMENDACIONES Es indispensable poner de relieve las violencias de índole sexual infligidas a las mujeres y que, con indignante frecuencia, se pasan por alto. La violación, en todas sus formas y sea cual fuere su denominación (prostitución forzada, esclavitud sexual, fecundación forzada...), ha sido, a lo largo de la historia, un acto que lleva la marca de la impunidad. Ahora bien, cuando se comete en el marco de un conflicto armado, se trata de un crimen de guerra que los Estados tienen el deber legal y moral de reprimir. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La violación tiene, sin duda, consecuencias irremediables para la víctima superviviente; consecuencias físicas y fisiológicas, en primer lugar: la víctima se ve afectada en lo más profundo de su intimidad y en su capacidad de dar a luz. Luego, consecuencias sociales: en muchas sociedades, la víctima es repudiada y descartada, a veces, de la familia, viéndose en la incapacidad de encontrar esposo o incluso trabajo. Hay que tomar en consideración también la perspectiva del nacimiento de un hijo como dolorosa consecuencia del trauma sufrido, así como el desarrollo del embarazo, las condiciones del alumbramiento, incluso de un aborto, la responsabilidad de criar a un hijo y las difíciles relaciones que podrían establecerse posteriormente entre él y su madre. 116 Es, pues, necesario resaltar la necesidad de que los Estados hagan cesar las violaciones sexuales infligidas a las mujeres, mediante la represión penal en particular, tal como tienen el deber de hacerlo con respecto a cualquier otra infracción contra derecho internacional humanitario. Seguidamente, es menester garantizar una asistencia a las víctimas supervivientes de agresiones sexuales, teniendo en cuenta la índole y las consecuencias específicas de tales exacciones contra esas personas. Cruz Roja Colombiana ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Por último, como telón de fondo, es necesario dar a conocer a la población civil y a las fuerzas armadas las normas de derecho relativas a la protección especial debida a las mujeres en tiempo de conflicto armado, contribuyendo así a consolidar el principio del respeto de la dignidad de las mujeres que prevalece en todas las culturas. 117 COMPILACION DE LECTURAS fronteras de su propio país.”2 Asimismo, señala el ACNUR, que el fenómeno de desplazamiento puede estar asociado o bien a conflictos armados especialmente visibles (Bosnia, Ruanda, Sri Lanka) como también a los llamados conflictos de “baja intensidad” o “guerra prolongada” como el caso colombiano. La violencia y el conflicto armado interno no son las únicas causas del desplazamiento interno, las Naciones Unidas mencionan en particular los desplazamientos producidos por desastres naturales, proyectos de desarrollo y planes de infraestructuras3. Sin embargo, el desplazamiento interno forzado es definido únicamente en función de causas violentas. De acuerdo al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), las personas desplazadas4 (o desplazados internos) son personas civiles que huyen de situaciones de violencia que ponen en riesgo su vida, su salud o su dignidad, sin llegar a atravesar las fronteras de su propio país. Se diferencian de los refugiados en que estos últimos atraviesan fronteras nacionales, estando protegidos por una rama del Derecho Internacional denominada Derecho de los Refugiados. En un conflicto armado, las personas desplazadas en el interior de su propio país están protegidas en virtud de las normas del derecho internacional humanitario, que confiere una amplia protección a la población civil. La finalidad de dichas normas es, en particular, proteger a las personas civiles contra los efectos de las hostilidades; por ejemplo, está prohibido atacarlas, aterrorizarlas, utilizar contra ellas el hambre como método de combate, así como destruir los bienes indispensables para su supervivencia. En un conflicto interno, las personas desplazadas están protegidas en virtud del artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra (véase P8) y del Protocolo II. 2 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 2 Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), “La situación de los refugiados en el mundo, 1997 – 1998. Un programa humanitario”, Barcelona: Icaria Editorial, 1997, p. 107 3 Ibíd. p. 110 4 Tomado de www.cicr.org Cruz Roja Colombiana En el derecho humanitario se prohíben los desplazamientos forzados de la población; son posibles, únicamente si son indispensables para garantizar la seguridad de la población, o por imperiosas razones militares. Además, la protección general que en el derecho humanitario se garantiza a la población civil debería poder limitar los desplazamientos. Desafortunadamente, esas normas han sido frecuentemente conculcadas en los conflictos recientes. Por ello, es más importante garantizar un mejor respeto de las disposiciones vigentes que elaborar nuevas disposiciones. En conclusión, las definiciones otorgadas por la normatividad vigente en Colombia, el CICR y el ACNUR, coinciden en identificar a los desplazados como personas que contra su voluntad deben abandonar su lugar de residencia para reubicarse en otra zona dentro del mismo país, las cuales por lo general se encuentran en centros urbanos. Adicionalmente, las causas de los desplazados para el abandono de sus tierras deben ser de naturaleza violenta o relacionadas con el conflicto armado, es decir, amenazas, masacres, asesinatos o violaciones a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario ocasionadas por los actores del conflicto, sean estos grupos paramilitares o de autodefensas, guerrillas o la Fuerza Pública, así como combates entre dos o más de las partes mencionadas. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Los refugiados se benefician, en primer lugar, de la protección que les confieren el derecho de los refugiados y el cometido del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Asimismo, están protegidos por el derecho internacional humanitario cuando son víctimas de un conflicto armado, cuando se encuentran en poder de la parte adversaria o se vean afectados por las hostilidades en el país de acogida. En el IV Convenio de Ginebra y en el Protocolo I se confiere una protección especial a los refugiados, en particular a los que se hallen en territorios ocupados. En el IV Convenio se estipula, asimismo, el principio de no rechazo, base del derecho de los refugiados. (basado en “Derecho internacional humanitario: Respuestas a sus preguntas”. CICR). 3 COMPILACION DE LECTURAS TIPOS DE DESPLAZAMIENTO5 DESPLAZAMEINTO NOCTURNO Las personas abandonan su lugar de residencia durante la noche por temor a combates y actos violentos y retornan en el día para trabajar. DESPLAZAMIENTO SEMIPERMANENTE Algunos miembros de la familia dejan su lugar de residencia mientras que los otros se quedan en este el mayor tiempo posible o regresan periódicamente para sembrar y cuidar sus cultivos. DESPLAZAMIENTO PERMANENTE Familias enteras dejan definitivamente o por un largo periodo de tiempo su lugar de origen por amenazas o temor a enfrentamientos en la zona. La condición de desplazado se pierde cuando “se logra la consolidación y estabilización socioeconómica, bien sea en su lugar de origen o en las zonas de reasentamiento.”6 2. Residentes7 4 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ En los artículos relativos a la asistencia a la población civil en Colombia, el término “residentes” hacer referencia a las personas civiles que, en base a las evaluaciones del CICR, necesitan alguna clase de asistencia humanitaria sin que se compruebe su desplazamiento, es decir, sin haber abandonado su lugar habitual de residencia. 5 Basado en ACNUR, Op. Cit. 6 Ley 387 de 1997, Título II, Capítulo 2, Sección 7, Artículo 18 7 www.cicr.org Cruz Roja Colombiana 3. Reubicados/retornados8 En los artículos relativos a la asistencia a la población civil en Colombia, el término “retornado” hace referencia a personas civiles que luego de haber huido con motivo del conflicto, regresan a su lugar de residencia habitual. El término “reubicados” se refiere a personas civiles que se instalan en forma definitiva en un lugar distinto a su lugar de origen. 4. Fases de la asistencia9 A fin de brindar la mejor asistencia humanitaria posible, el CICR divide la asistencia en momentos o fases. El CICR concentra su actividad en lo que se denomina fase de emergencia y que comprende, como máximo, los tres meses inmediatos posteriores al acontecimiento que motiva la intervención humanitaria. Existen básicamente tres momentos de la asistencia10: 1. Prevención: se dirige a prevenir las violaciones sistemáticas del derecho internacional humanitario por parte de los diferentes actores del conflicto. Comprende la difusión de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario entre la sociedad civil y los diferentes organismos estatales, especialmente la fuerza pública. 2. Acción de urgencia o emergencia: en esta fase se concentran los esfuerzos del CICR y se compone de las actividades de protección y asistencia hacia las comunidades y personas afectadas por el desplazamiento. 9 www.cicr.org 10 Véase Frédérique Prunera, “Personnes déplacées en Colombie et personnes d’origine colombienne cherchant refuge dans les pays voisins”, en Revista del Comité Internacional de la Cruz Roja, Septiembre de 2001, Vol. 83, No. 843 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 8 www.cicr.org 5 COMPILACION DE LECTURAS Aquí se distribuyen elementos básicos para la supervivencia, se entabla contacto con las comunidades con el fin de evaluar sus necesidades, se brinda apoyo sico-social y se adelanta un proceso de registro de las personas desplazadas. 3. Readaptación: esta fase es adelantada con las personas reubicadas y retornadas para garantizar sus condiciones de vida digna y promover proyectos de microinfraestructura en los lugares de retorno. 5. Casos individuales11 Casos de personas o familias individuales que espontáneamente se acercan a las oficinas del CICR y en algunas ciudades del país e las instalaciones de la Cruz Roja Colombiana, escapando de situaciones que ponen en riesgo su vida. Cada familia se somete a una entrevista confidencial que sirve para corroborar la veracidad de los motivos del desplazamiento. El CICR brinda asistencia en base a sus propios criterios de evaluación, y en ningún caso por un período superior a tres meses. 6. Casos masivos12 Poblaciones que se encuentran en una zona geográfica de recepción común, escapando de eventos clave de desplazamiento, como por ejemplo una masacre. Antes de entregar cualquier tipo de ayuda, es realizada una evaluación previa por parte del personal del CICR. El CICR asiste según sus propios criterios. Esta asistencia, como la individual, no cubre mas de tres meses, en casos excepcionales la ayuda es prorrogable tres meses más. 6 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 7. Zonas de expulsión 11 www.cicr.org 12 www.cicr.org Cruz Roja Colombiana 13 Véase CODHES, “Situación de conflicto y desplazamiento en las fronteras: el cerco se cierra”, Bogotá, julio de 2005 14 Para mayor información sobre la dinámica de expulsión por regiones véase Defensoría del Pueblo, Informe defensorial sobre el desplazamiento forzado por la violencia en Colombia, 2002 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Son aquellas regiones del país que se caracterizan por una alta intensidad del conflicto armado manifestado mediante combates entre la Fuerza Pública y los grupos armados ilegales, entre las guerrillas y los grupos paramilitares o por una fuerte presencia de organizaciones subversivas y especialmente paramilitares. Las principales zonas de expulsión en el país se encuentran ubicadas en el sur, nororiente y noroccidente del país. Durante el primer trimestre de 200513 el conflicto tuvo una profundización en el litoral pacífico, Nariño, Arauca, Putumayo y Chocó, debido a la confrontación guerrillas - paramilitares por el control de zonas estratégicas para el tráfico y producción de drogas ilícitas y a las amenazas reiteradas de estos grupos a la población civil. Ha continuado la crisis humanitaria en el nororiente del país y se ha expandido el conflicto hacia los departamentos de Amazonas, Putumayo, Vaupés, Vichada y Guanía, zonas que están siendo utilizadas principalmente por las FARC para la producción y comercialización de drogas ilícitas. Es importante señalar que la intensificación del conflicto en las zonas y departamentos fronterizos está generando cada día en mayor medida el desplazamiento de colombianos fuera del territorio nacional, especialmente hacia Panamá, Ecuador, Perú y Venezuela, creándose así un problema de refugiados internacionales.14 7 COMPILACION DE LECTURAS 8 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ DINÁMICA REGIONAL DEL CONFLICTO ARMADO INTERNO – SEGUNDO TRIMESTRE DE 200515 15 CODHES, “Situación de conflicto y desplazamiento en las fronteras: el cerco se cierra”, Bogotá, julio de 2005 Cruz Roja Colombiana 8. Zonas de recepción Las zonas receptoras son aquellas hacia las cuales converge un elevado flujo de desplazados por la violencia. Estas zonas son generalmente centros urbanos, entre los cuales los mayores receptores han sido tradicionalmente Bogotá y Medellín. Sin embargo, las poblaciones relativamente grandes aledañas a zonas de expulsión también se convierten en grandes receptores de población desplazada, como lo indican las siguientes tablas. DEPARTAMENTOS CON MAYORES INDICES DE RECEPCION DE PERSONAS DESPLAZADAS 1999 – 2005 16 1999 DEPARTAMENTO 1 2 3 4 5 Bolívar Bogotá Antioquia Santander Valle No. Personas Desplazadas 35.615 33.143 24.257 22.736 21.066 2000 1 2 3 4 5 Antioquia Bogotá Magdalena Bolívar Valle 16 Fuente: CODHES No. Personas Desplazadas 46.251 43.780 35.004 27.606 26.797 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ DEPARTAMENTO 9 COMPILACION DE LECTURAS 2001 DEPARTAMENTO 1 2 3 4 5 Antioquia Bogotá Cauca Bolívar Nariño No. Personas Desplazadas 56.094 53.520 31.392 23.334 19.176 2002 DEPARTAMENTO 1 2 3 4 5 Bogotá Magdalena Antioquia Norte de Santander Cesar No. Personas Desplazadas 51.737 37.509 37.139 36.319 29.544 2003 DEPARTAMENTO 1 2 3 4 5 Antioquia Caquetá Cundinamarca Bogotá Cesar No. Personas Desplazadas 27.831 14.117 13.329 13.074 12.493 2004 DEPARTAMENTO 1 2 3 4 5 Antioquia Bogotá Caquetá Valle Norte de Santander 10 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 2005 DEPARTAMENTO 1 2 3 4 5 Bogotá Valle Antioquia Cauca Meta No. Personas Desplazadas 40.832 31.491 21.271 15.180 12.663 No. Personas Desplazadas 19.545 16.338 11.870 10.036 9.085 Cruz Roja Colombiana 9. Grupos especialmente vulnerables Según el Informe del ACNUR sobre la situación de los Derechos Humanos en Colombia del año 2004, los grupos más vulnerables frente al desplazamiento forzado siguen siendo mujeres, niños, comunidades indígenas y negras, defensores de derechos humanos, incluyendo sindicalistas, organizaciones de mujeres y líderes sociales. En cuanto a comunidades étnicas y afrocolombianas, señala el ACNUR que las más afectadas durante el 2004 fueron desplazadas de las regiones del Eje Cafetero, Chocó, la Sierra Nevada de Santa Marta y las zonas en las cuales se desarrolla el Plan Patriota. Otro grupo que fue víctima de la migración forzosa fueron los periodistas y formadores de opinión. II. CAUSAS DEL DESPLAZAMIENTO Las causas del desplazamiento forzado en Colombia tienen su origen fundamentalmente en el conflicto armado interno. La mayoría de desplazados son obligados a dejar sus lugares de origen por amenazas directas, individuales o colectivas de los actores armados, o bien, por combates entre los grupos insurgentes y el ejército o entre los grupos paramilitares y guerrilleros. 17 Ana María Ibáñez y Carlos Eduardo Vélez, “Civil conflict and forced migrations: the micro determinants and the welfare losses of displacement in Colombia”, Bogotá: Universidad de los Andes, Docimento CEDE No. 35, Junio de 2005, p. 8 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ “Durante el 2001, los grupos paramilitares provocaron la mitad de las migraciones forzadas, mientras la guerrilla y la presencia simultánea de dos grupos armados causaron el 20% y 22 % respectivamente (RSS, 2002). Los grupos paramilitares no solo tienen la mayoría de la responsabilidad, sino que sus acciones también son más efectivas. Durante el 2001, los paramilitares causaron 599 eventos de desplazamiento que forzaron a 91.380 personas a salir de su lugar de origen, mientras tanto, la guerrilla provocó 570 eventos que terminaron con el desplazamiento de 36.217 personas (RSS, 2002).”17 11 COMPILACION DE LECTURAS La apropiación de tierras por parte de grupos armados ilegales y el narcotráfico ha ocasionado la pérdida de cuatro millones de hectáreas de tierra, esto es, cerca de un tercio del terreno productivo en Colombia.18 También a causa del conflicto armado, algunas familias dejan su lugar de origen para evitar el reclutamiento de sus hijos en los ejércitos ilegales. Una causa más reciente del desplazamiento está constituida por los programas de erradicación de cultivos ilícitos mediante la fumigación aérea que “destruye las propiedades de los campesinos, produce una caída temporal de sus ingresos y da origen a combates en la zona, exacerbando la violencia en la región. Se estima que 13.153 personas fueron desplazadas durante 1999 en departamentos productores de drogas.”19 III. POLITICA PUBLICA DEL DESPLAZAMIENTO FORZOSO EN COLOMBIA 1. Principios Rectores La Ley 387 de 199720 estableció los siguientes principios y derechos básicos para los desplazados: 1. Los desplazados forzados tienen derecho a solicitar y recibir ayuda internacional y ello genera un derecho correlativo de la comunidad internacional para brindar la ayuda humanitaria. 12 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 2. El desplazado forzado gozará de los derechos civiles fundamentales reconocidos internacionalmente. 18 19 20 Ibíd., p. 9 Ibíd. Ley 387 de 1997, Título I, Artículo 2 Cruz Roja Colombiana 3. El desplazado y/o desplazados forzados tienen derecho a no ser discriminados por su condición social de desplazados, motivo de raza, religión, opinión pública, lugar de origen o incapacidad física. 4. La familia del desplazado forzado deberá beneficiarse del derecho fundamental de reunificación familiar. 5. El desplazado forzado tiene derecho a acceder a soluciones definitivas a su situación. 6. El desplazado forzado tiene derecho al regreso a su lugar de origen. 7. Los colombianos tienen derecho a no ser desplazados forzadamente. 8. El desplazado y/o los desplazados forzados tienen el derecho a que su libertad de movimiento no sea sujeta a más restricciones que las previstas en la ley. 9. Es deber del Estado propiciar las condiciones que faciliten la convivencia entre los colombianos, la equidad y la justicia social. 2. Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia (SNAIPD) 21 Ley 387 de 1997, Título II, Artículo 4 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El SNAIPD fue creado por la Ley 387 de 1997 con el fin de atender a la población desplazada, garantizar la protección de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, fortalecer las zonas receptoras y expulsoras de desplazados internos, contribuir a la reincorporación de la población desplazada y coordinar los recursos necesarios para la atención a la población desplazada.21 13 COMPILACION DE LECTURAS 3. Consejo nacional para la atención integral a la población desplazada por la violencia El Consejo Nacional para la atención a la población desplazada se crea mediante la Ley 387 de 1997 y está conformado por un delegado del presidente, un consejero presidencial para el desplazamiento, el Ministro del Interior, el Ministro de Hacienda, el Ministro de Defensa, el Ministro de Salud, el Ministro de Agricultura, el Ministro de desarrollo Económico, el Director del Departamento Nacional de Planeación, el Defensor del Pueblo, un consejero presidencial para la política social, el Gerente de la Red de Solidaridad Social y el Alto Comisionado para la Paz.22 4. Los comités municipales, distritales y departamentales para la atención integral a la población desplazada por la violencia Con el fin de apoyar al SNAIPD, la Ley 387 de 1997 crea los comités departamentales, distritales y municipales que están conformados por el Gobernador o Alcalde, según sea el caso, el Comandante de la Brigada, el Comandante de la Policía Nacional, el Director del Servicio Seccional de Salud, el Director o Coordinador del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, un representante de la CRC, un representante de la Defensa Civil, un representante de la Iglesia y dos representantes de la población desplazada.23 14 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Estos comités deberán evaluar las necesidades de la población desplazada y tomar medidas para su asistencia, orientar jurídicamente a la población desplazada para la solución de los conflictos y proponer mecanismos tendientes a la prevención de situaciones de desplazamiento. 22 Ibíd., Artículo 6 23 Ibíd, Artículo 7 Cruz Roja Colombiana 5. Plan nacional para la atención integral a la población desplazada por la violencia Los objetivos de este plan, establecidos en la Ley 387 de 1997 son la identificación de las causas del desplazamiento, el diseño de mecanismos para prevenirlo, la adopción de medidas de acción humanitaria de emergencia, la búsqueda de condiciones para el retorno de la población a sus lugares de origen y la especial atención a los grupos vulnerables, es decir, mujeres, niños y comunidades negras e indígenas. 6. De la red nacional de información para la atención a la población desplazada por la violencia La red nacional de información fue creada con el fin de servir como apoyo al Plan Nacional que proporcionara a este último información que le permitiese identificar y evaluar de manera más rápida y eficiente las causas del desplazamiento y la consecuente adopción de medidas para contrarrestarlo. Esta red funciona mediante el establecimiento de puntos de información locales coordinados por la Cruz Roja Colombiana24, la Defensoría del Pueblo, la Iglesia y las organizaciones de desplazados. 7. Fondo nacional para la atención integral a la población desplazada por la violencia 24 La Cruz Roja Colombiana en aquellas seccionales en las que se tiene contratos con la Red de Solidaridad 25 Ley 387 de 1997, Título II, Capítulo III, Artículo 23 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La Ley 387 de 1997 creó este fondo con el fin de proporcionar recursos más o menos estables para la atención a la población desplazada en todas sus fases y para la operación de la red nacional de información. Los recursos del fondo provienen de25: 15 COMPILACION DE LECTURAS 1. Los recursos que se le asignen en el Presupuesto General de la Nación. 2. Las donaciones en dinero que ingresen directamente al Fondo, previa la incorporación al Presupuesto General de la Nación y las donaciones en especie legalmente aceptadas. 3. Los recursos de crédito que contrate la Nación para atender el objeto y funciones del Fondo, previa incorporación al Presupuesto General de la Nación. 4. Los aportes en dinero provenientes de la cooperación internacional, previa incorporación al Presupuesto General de la Nación. 5. Los demás bienes, derechos y recursos adjudicados, adquiridos o que adquiera a cualquier título de conformidad con la ley. 8. Sistemas de información y registro26 8.1. Sistema RUT. Conferencia Episcopal de la Iglesia Católica 16 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Desde la fecha de su creación en 1997 ha incluido en sus bases de datos a 50.636 familias (247.189 personas). El RUT se encarga de realizar una caracterización sociodemográfica de la población desplazada que se acerca a las parroquias de todo el país a solicitar ayuda, en donde se les reparte un formato de encuesta. El alcance del RUT es amplio dada la extendida y tradicional presencia de la Iglesia Católica en todo el territorio nacional, sin embargo, en este registro se incluye solamente a aquellos que acudan a la Iglesia por sus propios medios. 26 CODHES, “Desplazamiento forzado interno en Colombia: el falso debate de las cifras”, Bogotá, Abril de 2005 Cruz Roja Colombiana 8.2. Sistema de información del CICR “Aunque no se considera una herramienta oficial de registro, el CICR ha desarrollado un sistema de información donde se almacenan los datos de todas las persona en situación de desplazamiento forzado que atiende en virtud del memorando de entendimiento suscrito entre este organismo y el gobierno colombiano.”27 Además, “el CICR viene sistematizando información de caracterización estadística tanto sobre las particularidades sociodemográficas de esta población, como de las circunstancias en medio de las cuales se produce el desplazamiento. Para los casos de desplazamiento masivo, la presencia del CICR en los lugares de expulsión garantiza información muy precisa sobre las condiciones en las que se encuentra la población que atiende, así como sobre el impacto del desplazamiento forzado en la población civil víctima de este delito.”28 La metodología utilizada por este sistema es la de la entrevista personalizada y la verificación de la información mediante visita domiciliaria, lo cual hace de el una base de datos muy confiable que incluye características sociodemográficas muy precisas sobre la población. 8.3. Sistema de información sobre derechos humanos y desplazamiento forzado (SISDHES) del CODHES 27 Ibíd., p. 4 28 Ibíd., p. 5 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ A partir de 1992 CODHES estableció un sistema estadístico de registro sobre la población desplazada internamente y, a partir de 1999 creó un sistema que da cuenta de la migración forzada trans-fronteriza. El SISDHES funciona mediante dos componentes: 17 COMPILACION DE LECTURAS a) Estimación por fuentes contrastadas que permite dimensionar la magnitud del desplazamiento forzado que se reporta en número de personas en situación de desplazamiento por trimestre tomando como referente el sitio de llegada de las personas en situación de desplazamiento. (Cifra de recepción). b) Caracterización sociodemográfica, que le permite al sistema dar cuenta de las principales características que reportan cada año tanto las familias y personas en situación de desplazamiento, como las circunstancias en medio de las cuales se producen los eventos de migración forzada: causas, autores, impactos socioeconómicos, zonas de expulsión y recorridos, entre otros. Este trabajo se lleva a cabo a partir de la aplicación de una encuesta nacional que toma como marco muestral los datos reportados en la fase de estimación por fuentes contrastadas.29 4.4. Sistema único de registro (SUR) de la Red de Solidaridad Social (RSS) “La RSS es la instancia de l Gobierno Nacional encargada de coordinar la respuesta pública a las personas en situación de desplazamiento y para ello debe articular la Red Nacional de Información para la atención a la población desplazada por la violencia, según lo establecido en la sección 2 –artículos 11 al 13– de la ley 387 de 1997.”30 18 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El SUR almacena la información de aquellas personas que presentan declaración ante la Procuraduría General, la Defensoría del Pueblo o las Personerías Municipales, quienes tienen un plazo máximo de un año para presentar dicha declaración. Sobre estas declaraciones, el personal del SUR realiza una valoración que 29 Ibíd., p. 6 30 Ibíd.., p. 8 Cruz Roja Colombiana verifica la veracidad de las mismas para proceder a incluir al desplazado en el sistema. 4.5. Factores de sub-registro en los sistemas de información31 RUT: No incorpora información de personas que no se acercan a las parroquias a solicitar apoyo. No se propone hacer un monitoreo de la magnitud del desplazamiento. CICR: No incorpora información sobre personas que no son atendidas por este organismo humanitario. Está focalizado principalmente en personas que se desplazan en éxodos o eventos masivos, que según los reportes oficiales constituyen apenas el 25% de las personas incluidas en el SUR. SISDHES: No cuenta con capacidad operativa para dar cubrimiento a todo el territorio nacional. Baja capacidad para cubrir la población que se desplaza en forma individual o unifamiliar. Está sujeto en forma prioritaria a la información inicial que reportan los medios de comunicación. SUR: 31 Se limita al reporte de personas en situación de desplazamiento que presentan declaración ante ministerio Ibíd., p. 16 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 19 COMPILACION DE LECTURAS público y son valoradas positivamente por funcionarios de la RSS. No incluye información de personas desplazadas por las operaciones de fumigación de cultivos de uso ilícito ni de aquellas que retornan el corto plazo. No siempre incluye información de personas atendidas por el CICR y valoradas como población desplazada por esta entidad. II. MARCO NORMATIVO 20 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 1. Leyes, decretos y documentos Documento CONPES 2804 de 1995 Define y desarrolla acciones de prevención, protección, atención humanitaria de emergencia y el acceso a los programas sociales del Gobierno. Define el concepto de desplazado interno. Establece un plazo máximo de 12 meses para que la población desplazada acceda a programas de atención al desplazamiento. Se definen las estrategias de: 1. Prevención, que incluye el Sistema de Información y Alerta Temprana, que permita “identificar riesgos, evaluar la magnitud del problema, tomar medidas inmediatas y formular alternativas de solución a los conflictos”, con la participación de entidades estatales y no estatales. Crea los Consejos de Seguridad Comunitarios, establece la difusión del Derecho Internacional Humanitario.2. Atención inmediata, que incluye el Programa de asistencia especial de emergencia, el cual proporciona principios en cuanto a asistencia y socorro a la población desplazada y alienta la creación y mantenimiento de organizaciones no gubernamentales y organismos humanitarios.3. Consolidación y estabilización socio-económica, que “comprende acciones y medidas de mediano y largo plazo con el propósito de generar condiciones de sostenibilidad económica y social para la población desplazada en el marco del retorno voluntario o el reasentamiento en otras zonas rurales o urbanas” e incluye el desarrollo de Cruz Roja Colombiana proyectos productivos dentro de los cuales se contempla el acceso al sistema nacional de reforma agraria y desarrollo rural campesino, los estímulos para el fomento de la microempresa y la comercialización de alimentos básicos. Crea el programa de atención social en educación, salud, vivienda, empleo y atención a personas de la tercera edad. Crea los programas de atención territorial y retorno. Ley 387 de 1997 Dictamina los principios rectores de la atención integral a la población desplazada. Crea el Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia (SNAIPD), el Consejo nacional para la atención integral a la población desplazada por la violencia, los comités municipales, distritales y departamentales para la atención integral a la población desplazada por la violencia, el Plan nacional para la atención integral a la población desplazada por la violencia, la red nacional de información para la atención a la población desplazada por la violencia y el Fondo nacional para la atención integral a la población desplazada por la violencia. Decreto 2569 de 2000 Reglamenta la Ley 387 de 1997. Establece las atribuciones de la Red de Solidaridad Social (RSS). Crea el Registro Único de Población Desplazada, a cargo de la RSS. Decreto 250 de 2005 “Por el cual se expide el Plan Nacional para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia”. Establece los principios rectores del Plan: enfoque diferencial, territorial, humanitario, restitutivo y de derechos. La responsabilidad compartida, cooperación y solidaridad, Integralidad, participación ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Ley 599 de 2000 Nuevo Código Penal. Aumenta la pena por genocidio, tortura, desaparición y desplazamiento forzado a un máximo de 30 años. Establece una multa de 1.000 a 2.000 SMLV a quien desplace forzadamente a población civil y establece la inhabilidad para el ejercicio de funciones públicas entre 10 y 20 años a quien incurra en este delito. Establece el desplazamiento forzado como circunstancia de agravación punitiva. Incluye un título especial sobre “Delitos contra personas y bienes protegidos por el derecho internacional humanitario” (Título II). 21 COMPILACION DE LECTURAS y control social y atención a la vulnerabilidad. Se establecen las fases de Prevención y Protección, Atención Humanitaria de Emergencia y Estabilización Socioeconómica, para cada una ellas, se contemplan acciones al menos para una de las siguientes cuatro Líneas Estratégicas: Acciones Humanitarias, Desarrollo Económico Local, Gestión Social y Hábitat. Establece el fortalecimiento del Comité Interinstitucional de Alertas Tempranas (CIAT). Dictamina la protección de los bienes civiles, la asistencia en aprovisionamiento de bienes fundamentales como alimentos a la población desplazada, fortalece el Programa Red de Seguridad Alimentaria (RESA) de la RSS . En cuanto a la acción de emergencia consolida la asistencia alimentaria, de albergues, en salud (así el desplazado no haya sido aun incluido en el Registro Único de Población Desplazada pero su declaración esté en proceso), se crean las Unidades de Atención y Orientación (UAO) en los municipios receptores, se crea el programa de capacitación y recalificación en la producción para la población desplazada a cargo del SENA, DANSOCIAL, FOMIPYME y con el apoyo de las Universidades públicas o privadas y las ONG. Establece la adjudicación de predios libres a los desplazados. 22 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 2. Sentencias de la corte constitucional SU-1150 de 2000 Acciones de tutela instauradas por la Regional de Antioquia de la Defensoría del Pueblo contra la Inspección 8B Municipal de Policía de Antioquia, el Ministerio del Interior, la Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín.Se profiere orden de desalojo a un grupo de desplazados provenientes de los municipios de Mutatá, Chigorodó, Ituango, Dabeiba y otros, que se encontraban en terrenos fiscales a cargo de la entidad oficial descentralizada Corvide del Municipio de Medellín. Dicha orden sería cumplida por la Inspección 8B Municipal de la Policía de Antioquia. La Defensoría del Pueblo interpone una acción de tutela para impedir el lanzamiento de estas personas de los predios, pues según la Ley 387 de 1997, el Estado está en obligación de proveer albergue a las personas víctimas del desplazamiento forzado. Las sentencias son denegadas y en su revisión constitucional la Corte decide:1. Cruz Roja Colombiana T-1635 de 2000 Acción de tutela incoada por el Defensor del Pueblo, Regional de Bogotá, contra la Red de Solidaridad Social.Ante la ocupación pacífica de un grupo de desplazados de las instalaciones de la sede del Comité Internacional de la Cruz Roja en Bogotá, el Defensor del Pueblo interpone una tutela en la cual ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La revocación de la sentencia anterior y el aplazamiento del desalojo de los desplazados. 2. La reubicación de los desplazados en un plazo máximo de 3 meses a cargo del Presidente de la República.Las razones fundamentales esgrimidas por la Corte para su decisión fueron: - El desplazamiento forzado comporta obviamente una vulneración del derecho de los nacionales a escoger su lugar de domicilio, al igual que de su derecho al libre desarrollo de la personalidad. Asimismo, dado el ambiente intimidatorio que precede a los desplazamientos, estas personas ven conculcados sus derechos de expresión y de asociación.- La vulneración de los derechos citados implica la violación de distintos instrumentos internacionales de derechos humanos y de derecho internacional humanitario, tales como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, la Convención de los Derechos del Niño, la Convención sobre la Eliminación de toda Forma de Discriminación contra la Mujer, la Convención Americana sobre Derechos Humanos o Pacto de San José, el artículo 3° Común de los Convenios de Ginebra y el Protocolo II Adicional a los Convenios de Ginebra.- Al Estado colombiano le corresponde velar por la suerte de las personas desplazadas.- Las personas desplazadas por la violencia se encuentran en un estado de debilidad que los hace merecedores de un tratamiento especial por parte del Estado. Ello significa que estas personas tienen el derecho de recibir asistencia en la situación de emergencia que enfrentan. Dadas las condiciones del Estado colombiano y la pobreza generalizada que registra el país, es claro que esa atención debe concentrarse en lo urgente y tener un carácter temporal. Sin embargo, como se ha visto, el Estado no ha respondido debidamente a las demandas de este creciente sector de la sociedad colombiana, a pesar de las disposiciones legales y administrativas que han sido expedidas. 23 COMPILACION DE LECTURAS 24 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ expone la situación de hacinamiento de estas personas, así como la falta de suministro de medicamentos y la falta de cupos escolares para los menores. Se pide a la RSS, en cumplimiento de los deberes del Estado y de acuerdo a la Ley 387 de 197, la reubicación de los desplazados.La Corte Constitucional decide que, “en razón de la omisión de las autoridades públicas competentes, han sido afectados los derechos constitucionales a la vida, en condiciones de dignidad, a la salud en conexión con ella, a la integridad personal, a la libre circulación dentro del territorio, a la igualdad real y efectiva, a una vivienda digna, al trabajo, y a la educación, particularmente en el caso de los niños” y ordena al Presidente de la República y a los Ministros de Hacienda y Crédito Público, de Salud, de Educación, de Trabajo y Seguridad Social, y al Director de la Red de Solidaridad Social, la reubicación de los desplazados en un plazo máximo de 30 días. T-098 de 2002 En el año de 1997, por presión de los grupos paramilitares, un gran número de habitantes de los municipios de Turbo, Bojayá, Carmen de Atrato, Rio Sucio, Apartadó, Cantón de San Pablo, El Carmen, Las Mercedes, El Bagre, Murrí, Chigorodó, Urabá, Vigia del Fuerte, se vieron obligados a abandonar viviendas, bienes y lugares de asentamiento y se trasladaron a la ciudad de Quibdó. Los demandantes consideran que se les han violado los siguientes derechos: el derecho a la vida y a la dignidad personal, el derecho al trabajo, el derecho a la igualdad, el derecho a la salud, el derecho a la vivienda digna, el derecho a la educación y el acceso a la tierra de los trabajadores agrarios. Por su parte, la Red de Solidaridad Social le informa al juez de primera instancia que cumplió con la atención humanitaria de emergencia ordenada en el artículo 15 de la ley 387/97, consistente en socorrerlos, asistirlos y protegerlos por tres meses prorrogables por otros tres meses.La Corte Constitucional considera que de acuerdo a la responsabilidad del Estado frente a la población desplazada “el grupo social de los desplazados, por su condición de indefensión merece la aplicación de las medidas a favor de los marginados y los débiles, de acuerdo con el artículo 13 de la Constitución Política, incisos 2° y 3° que permiten la igualdad como diferenciación, o sea la diferencia en- tre distintos.” Adicionalmente, considera que “en el presente caso, se está ante situaciones que afectan a menores de edad, que tienen derecho a un trato preferencial.” En cuanto al derecho a la vivienda establece también la Corte que si bien “se dispuso que momentáneamente se les permita a los desplazados ubicarse en Quibdó y ocupar un espacio público, esta determinación es razonable, pero no es la solución definitiva, que no es otra que la reubicación, para lo cual debe colaborar el INURBE y dentro de sus posibilidades presupuestales el Municipio de Quibdó.” En lo referente al derecho al trabajo la corte establece que se viola el primer inciso del Artículo 26 de la Constitución Política y que “La libertad de escoger profesión u oficio (CP art. 26) es un derecho fundamental reconocido a toda persona. Este involucra tanto la capacidad de optar por una ocupación como de practicarla sin más limitaciones que las establecidas en la Constitución y en la ley.” Además considera que “En el presente caso de los desplazados, se les afecta el oficio de agricultores porque por el desplazamiento forzado a la ciudad no pueden continuar desarrollando sus labores. Esto implica que se presenta una colisión entre las normas aplicables para la protección de los derechos de los desplazados. En efecto, el Estado debe proteger el derecho a la libertad de oficio y hacer cumplir el artículo 65 de la Carta sobre “fomento agropecuario, forestal y pesquero”, pero por otro lado esos agricultores no pueden volver a sus parcelas y el artículo 54 establece como obligación del Estado “propiciar la ubicación laboral de las personas en edad de trabajar”. Si el desplazado considera que corre peligro su vida al regresar, obviamente está sacrificando la libre elección de su trabajo pero eso no significa que quede desprotegido.” La Corte argumenta que la educación es un derecho fundamental y como tal debe ser garantizado por el Estado.De acuerdo a lo anterior la Corte Constitucional ordena al ICBF la distribución de subsidios alimentarios entre los menores de 7 años; al INURBE y la Alcaldía de Quibdó el otorgamiento de subsidios de vivienda; a la RSS y los Secretarios de Educación de Chocó y Quibdó la asignación de cupos escolares para los menores de 15 años de manera gratuita; a la RSS la inclusión de los desplazados en el SISBEN; a la RSS la inclusión de los desplazados en programas de capacitación con el SENA. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Cruz Roja Colombiana 25 26 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ COMPILACION DE LECTURAS T-025 de 2004 Acción de tutela instaurada por Abel Antonio Jaramillo, Adela Polanía Montaño, Agripina María Nuñez y otros contra la Red de Solidaridad Social, el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, el Ministerio de Protección Social, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Educación, el INURBE, el INCORA, el SENA, y otros.Los accionantes se encuentran ubicados actualmente en las siguientes capitales de departamento y municipios: Armenia, Barrancabermeja, Barranquilla, Bogotá, Bucaramanga, Buenaventura, Calarcá, Cali, Florencia, Girón, Ibagué, Itagüí, Medellín, Neiva, Obando, Pasto, Pereira, Piedecuesta, Popayán, Riohacha, Taminango y Villavicencio. Salvo algunas excepciones, los tutelantes se encuentran inscritos en el Registro Único de Población Desplazada. Se trata de personas víctimas de desplazamiento forzado por hechos ocurridos en promedio hace más de un año y medio, la mayoría de los cuales recibieron algún tipo de ayuda humanitaria de emergencia durante los tres meses siguientes a su desplazamiento, pero ésta no llegó a todos y no siempre fue oportuna y completa.La Corte Constitucional considera que dadas “las condiciones de vulnerabilidad extrema en las cuales se encuentra la población desplazada, así como por la omisión reiterada de brindarle una protección oportuna y efectiva por parte de las distintas autoridades encargadas de su atención, se han violado tanto a los actores en el presente proceso, como a la población desplazada en general, sus derechos a una vida digna, a la integridad personal, a la igualdad, de petición, al trabajo, a la salud, a la seguridad social, a la educación, al mínimo vital y a la protección especial debida a las personas de la tercera edad, a la mujer cabeza de familia y a los niños (apartados 5 y 6). Esta violación ha venido ocurriendo de manera masiva, prolongada y reiterada y no es imputable a una única autoridad, sino que obedece a un problema estructural que afecta a toda la política de atención diseñada por el Estado, y a sus distintos componentes, en razón a la insuficiencia de recursos destinados a financiar dicha política y a la precaria capacidad institucional para implementarla.”La Corte establece mediante análisis jurisprudencial que los derechos fundamentales de los desplazados que tradicionalmente han sido protegidos son (i) en 3 ocasiones para proteger a la población desplazada contra actos de discriminación; (ii) en 5 eventos para proteger la vida e integridad personal; (iii) en 6 ocasiones para garantizar el acceso efectivo a los servicios de salud; (iv) en 5 casos para proteger el derecho al mínimo vital garantizando el acceso a los programas de restablecimiento económico; (v) en 2 eventos para proteger el derecho a la vivienda; (vi) en un caso para proteger la libertad de locomoción; (vii) en 9 ocasiones para garantizar el acceso al derecho a la educación; (viii) en 3 casos para proteger los derechos de los niños; (ix) en 2 casos para proteger el derecho a escoger su lugar de domicilio; (x) en 2 oportunidades para proteger el derecho al libre desarrollo de la personalidad; (xi) en 3 ocasiones para proteger el derecho al trabajo; (xii) en 3 eventos para garantizar el acceso a la ayuda humanitaria de emergencia; (xiii) en 3 casos para proteger el derecho de petición relacionado con la solicitud de acceso a alguno de los programas de atención a la población desplazada; y (xiv) en 7 ocasiones para evitar que la exigencia del registro como desplazado impidiera el acceso a los programas de ayuda.La Corte evalúa la Política Pública de Atención Integral a la Población Desplazada y concluye que a pesar de que esta “ha sido desarrollada normativamente desde el año 1997, según los informes aportados a este proceso, sus resultados no han logrado contrarrestar la situación de vulneración de los derechos constitucionales de la mayoría de la población desplazada.” Y además, “encuentra que los bajos resultados de la respuesta estatal, según los cuales no ha sido posible proteger integralmente los derechos de la población desplazada, se pueden explicar de acuerdo a dos problemas principales. (i) La precariedad de la capacidad institucional para implementar la política, y (ii), la asignación insuficiente de recursos.”La Corte Constitucional considera que el Estado y las Autoridades competentes están en la obligación de garantizar los derechos de la población desplazada y deben asignar los recursos necesarios para su efectiva aplicación. De acuerdo a lo anterior ordena al Consejo Nacional para la Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia que dentro de un plazo de 3 meses, adopte un programa de acción, con un cronograma preciso, encaminado a corregir las falencias en la capacidad ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Cruz Roja Colombiana 27 COMPILACION DE LECTURAS institucional; a la RSS la evaluación de la situación de los peticionarios y su inmediato acceso a las ayudas dispuestas, a entregar ayuda humanitaria, a brindar acceso a educación y salud a los menores de edad, al acceso a los programas de estabilización económica y de vivienda, al acceso a la salud y suministro de medicamentos. La política pública de atención a la población desplazada y la necesidad de incorporar un enfoque de derechos en su formulación y su ejecución32 Andrés Celis33 Resumen ejecutivo El escalamiento del conflicto y las señales de generalización de éste hacen prever un incremento del desplazamiento forzado en el país, situación que agudizaría la crisis humanitaria. El contexto de conflicto, la crisis financiera y fiscal, así como las limitaciones en materia de gobernabilidad, imponen severas restricciones a la ejecución de la política de atención a la población desplazada. 28 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La ausencia de marcos de referencia para la implementación de la respuesta estatal en materia de formulación de política genera contradicciones en la respuesta d e las instituciones y, en 32 Conferencia presentada en el II Seminario Internacional de Desplazamiento: implicaciones y retos para la gobernabilidad, la democracia y los derechos humanos, organizado por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIT) en Bogotá, el 4, 5 y 6 de Septiembre de 2002. ESTE DOCUMENTO ES RESPONSABILIDAD DEL AUTOR Y NO REFLEJA, NECESARIAMENTE, LA POSICON DEL ACNUR O DE LAS NACIONES UNIDAS 33 Oficial de la Oficina de Protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Colombia Cruz Roja Colombiana consecuencia, restringe la operación del Sistema Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada (SNAIPD) En el aspecto de implementación, no se ha reconocido el carácter instrumental de la política de atención en la protección de los derechos de la población desplazada. Los enfoques de la política, basados en muchos casos en fórmulas de políticas sociales, o de respuesta a emergencias, han restringido el ámbito de protección de esta población. El enfoque y el contenido de las políticas se presentan, en ocasiones, como una restricción más a las que imponen las crisis política y financiera. Así, la apelación de los afectados a mecanismos judiciales, para lograr la realización de sus derechos, es una señal clara de las limitaciones del sistema de atención y de la distancia entre el deber ser y el alcance de la política pública. Para simplificar, el enfoque de derechos de la política debería tender a buscar: (i) que las personas no sean desplazadas, es decir, a contrarrestar factores de riesgo y a limitar los factores de vulnerabilidad de la población en riesgo; (ii) garantizar el ejercicio de derechos y libertades durante el desplazamiento, lo que necesariamente implica la garantía de acceso a atención humanitaria oportuna y digna; y (iii) la reparación de los derechos, lo que significa administrar justicia, reparar o indemnizar los perjuicios causados y establecer garantías de no repetición de los hechos. Presentación La agudización y el cambio de dinámicas en el conflicto armado, al igual que la tendencia a un incremento sostenido del ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Es evidente que, en algunas circunstancias, las restricciones imponen la imposibilidad material de satisfacción de los objetivos planteados. Sin embargo, tales restricciones no pueden significar la renuncia a los objetivos. En una perspectiva de mediano y largo plazo, solamente un enfoque basado en derechos puede garantizar la sostenibilidad de los procesos y, en especial, el logro de condiciones de reconciliación en el escenario del posconflicto. 29 COMPILACION DE LECTURAS desplazamiento forzado por la violencia, obligan a revisar permanentemente el sentido y el alcance de las políticas públicas diseñadas para enfrentar la problemática de este fenómeno. En este documento se presenta una reflexión en torno ala necesidad de incorporar una visión de protección de derechos en el diseño de la política pública de atención a la población desplazada. Con este propósito se hace un abreve referencia al contexto sobre el cual se debe intervenir y a los consensos básicos que, al parecer, existen en materia del balances de los últimos cuatro años de ejecución de la política. Más adelante, se señalan algunas de las limitaciones básicas que tienen que afrontar los diseñadores y los ejecutores de las políticas en el contexto colombiano, para luego identificar las tensiones fundamentales entre el enfoque tradicional de la política pública y la protección de los derechos de la población desplazada. Finalmente, se presentan los avances que se han hecho en Colombia con respecto a la precisión del contenido de los derechos, a partir de los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos, de las Naciones Unidas, y del desarrollo de la jurisprudencia constitucional. 30 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 1. Elementos de contexto En el primer semestre de 2002, el desplazamiento forzado presentó un incremento marginal cercano al cien por ciento, con el cual se mantuvo la tendencia de crecimiento experimentada en el primer semestre del año 2001. la duplicación anual del problema es el reflejo del deterioro de las condiciones de bienestar y de seguridad en diferentes zonas del país. La herencia del frustrado proceso de diálogo con la guerrilla se traduce en la mayor disposición de la sociedad a asumir, por lo menos en forma temporal, el costo que representa el incremento del accionar armado como instrumento para encontrar la solución al conflicto. Tal disposición es una muestra de la radicalización de sectores de la sociedad ante la posibilidad de una salida Cruz Roja Colombiana negociada al conflicto armado. Sin embargo, no hay el correlato esperado de una mayor disposición a asumir y a atender la situación de aquellos sectores de población que, como consecuencia de la intensificación del conflicto, soportan un peso superior y sufren en forma directa las acciones de los grupos armados. La intensificación del conflicto está relacionada con el crecimiento de los grupos armados, que han más que doblado y triplicado su capacidad militar – medida en hombres armas –, en el caso de los grupos guerrilleros y de las autodefensas, respectivamente.34 La pérdida del respeto a la población civil no combatiente continúa siendo una constante en el conflicto colombiano y permite prever un incremento aún mayor del desplazamiento. Las acciones de los grupos armados señalan su decisión de buscar un mayor involucramiento de los civiles en el conflicto.35 Incluso, algunas de las medidas gubernamentales señalan el riesgo de que este involucramiento se generalice, lo que podría hacer diluir la frontera entre la población civil y los combatientes. Las estadísticas acerca de las causas de los desplazamientos muestran, sólo en forma parcial, las limitaciones que tienen que soportar las personas que finalmente toman la decisión de abandonar su lugar de residencia. Es así como estas cifras no registran situaciones que hoy se han convertido en prácticas comunes de los actores armados, como, por ejemplo, los bloqueos económicos en áreas aisladas y con escasa presencia efectiva de las instituciones estatales. En la actualidad, una de las principales causas del desplazamiento son los combates entre actores armados, que han adquirido una Defensoría del Pueblo. “Informe defensorial sobre el desplazamiento forzado por la violencia en Colombia”, abril de 2002 35 Las situaciones registradas en los límites entre Meta y Guaviare, a fines de julio son una muestra del cambio en la dinámica del conflicto y del tipo de afectación que se está generando sobre la población civil. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 34 31 COMPILACION DE LECTURAS connotación especial al involucrar el despliegue de grandes aparatos militares; sólo en agosto de 2002 se registraron más de diez enfrentamientos36 de estas características, que hicieron que la población se movilizara masivamente por el temor que le producía continuar en zonas asoladas por el accionar de los grupos enfrentados. El hecho de que la principal causa del desplazamiento sea la amenaza generalizada (54% 37 ) es un indicador claro de la percepción de la población acerca de las condiciones de seguridad y bienestar que existen en su lugar de residencia, de la generalización del conflicto y de lo que esto significa frente a la magnitud del problema. Más de la mitad de la población desplazada sale de su lugar de origen por el temor que le causa seguir residiendo allí. En este sentido, el temor deja de tener una connotación subjetiva para convertirse en un elemento objetivo que demuestra la imposibilidad de subsistir en un escenario dominado por las circunstancias del conflicto. 32 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La magnitud del problema del desplazamiento, la existencia de nuevos escenarios – de expulsión, así como de recepción de población – y la brecha entre las necesidades de la población desplazada y las políticas públicas formuladas, al igual que entre éstas y la cobertura actual del sistema de atención, demuestran el reto que enfrentan tanto el Estado como la sociedad y la necesidad de revisar el enfoque de las políticas hasta ahora implementadas. 36 Durante el mes de agosto se registraron enfrentamientos entre las FARC y las autodefensas en Valencia (Córdoba), Santa Rosa (Bolívar), Ituango y Yondó (Antioquia), Carmen del Atrato y Riosucio (Chocó), Valparaíso (Caquetá) y el Charco (Nariño), para citar sólo aquéllos recogidos por la prensa escrita en Bogotá. 37 Red de Solidaridad Social, Sistema de Estimación por Fuentes Contrastadas (SEFC). Presentación de Fernando Medellín en un seminario realizado en la Universidad Javeriana el 6 de agosto de 2002. Cruz Roja Colombiana 2. Algunos consensos propuestos ante la política de atención a la población desplazada38 La política de atención a la población desplazada por la violencia en el país se presenta en forma paradójica. De una parte, el marco normativo y de política es uno de los más avanzados dentro de contextos de conflicto armado interno. De otra parte, existe una amplia brecha entre éste y su implementación, lo que hace que, en términos de efectividad, el esquema nacional de atención se encuentra, en muchos casos, por debajo de los estándares. En términos de estructura, el Sistema Nacional de Atención a la Población Desplazada continúa careciendo de una visión sistémica: no hay coherencia ni coordinación en la acción de las diferentes instituciones d que lo componen, y las acciones que cada una de éstas ejecuta son diferentes, en términos del grado de compromiso y del esfuerzo que realizan. El Consejo Nacional de Atención a la Población Desplazada, por su parte, no ha generado el efecto integrador y diseñador para el cual fue concebido, pese a su esporádico funcionamiento durante 2001. 38 El contenido de este capítulo está basado, en gran parte, en el documento de “Balance de la política de atención al desplazamiento forzado interno en Colombia, 1999 – 2002”, elaborado por el ACNUR ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El traslado de competencias a la Red de Solidaridad Social – entidad que aporta la experiencia de más de doce años de trabajo con comunidades – robusteció la estructura de la atención, al pasar la coordinación del SNAIPD de una Consejería Presidencial, sin presencia en el territorio nacional, a un establecimiento público con delegaciones en todos los departamentos del país y en algunas subregiones. No obstante, el impacto de esta decisión se ha visto limitado por la concentración de las actividades en la instancia coordinadora, lo que ha significado congestión administrativa y mengua de los incentivos a los esfuerzos presupuestales e institucionales de otras agencias del Estado. 33 COMPILACION DE LECTURAS Las autoridades municipales han ido, en forma progresiva, avanzando en la asunción de responsabilidades. No obstante, la gestión local no ha alcanzado desarrollos estructurales, se carece de procesos de planificación que involucren recursos efectivos y que permitan articular la problemática del desplazamiento a la visión del desarrollo local. En este sentido, la distancia entre la visión del desarrollo local y la necesidad derivada de aquellos sectores de población expulsada o albergada, también en el ámbito local, es cada vez mayor. Pese a los mayores recursos que, en términos nominales, se han destinado a atender la problemática del desplazamiento, éstos resultan insuficientes. El déficit en la apropiación de recursos para la atención se ve agudizado tanto por la rigidez del sistema presupuestal colombiano como por la ineficiencia en algunas de las entidades que concurren en el SNAIPD. El avance más significativo se refleja en el aprendizaje institucional acumulado en la atención d e desplazamientos masivos, que ha permitido responder de mejor manera a estas situaciones de emergencia. La prestación d e atención humanitaria de emergencia, pro su parte, no ha logrado los mismos niveles de eficiencia en situaciones individuales y familiares. 3. Limitaciones para el éxito de la política 34 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ De manera objetiva, existen restricciones que impiden alcanzar los objetivos propuestos por la política, por lo que no se trata de cuestionar en forma irreflexiva la acción de las instituciones y los resultados de las políticas. El conflicto armado, además de ser la causa del desplazamiento, es la principal restricción para alcanzar el éxito de la política de atención y de otras políticas públicas. La ingobernabilidad, tanto política como fiscal, limita el campo de acción y la efectividad de las acciones del Estado. En un contexto caracterizado por la contracción de la acción del Estado, así como por la ocupación de determinados espacios dejados por éste, por parte de los actores Cruz Roja Colombiana armados, las posibilidades de lograr las metas definidas por las instituciones son significativamente menores. Los marcos teóricos en materia de políticas públicas no están concebidos para operar en escenarios tan adversos como el de estas características. El ejercicio de quien diseña este tipo de políticas consisten en tratar de adecuar una serie de lecciones de diferentes disciplinas y realidades a las necesidades del desplazamiento forzado. Es por eso que en la política de atención se conjugan fórmulas de sistemas de atención de desastres y de modelos de reasentamientos humanos con esquemas de atención humanitaria, y éstos, a su vez, con postulados de políticas sociales, en particular, con programas de asistencia social. Sin embargo, no se ha alcanzado a consolidar una política humanitaria que atienda, en realidad, la esencia del problema. Las lecciones de los últimos años muestran cómo los esfuerzos se han concentrado en importar fórmulas de políticas, como las señaladas, que han sido concebidas para desarrollarse en otro tipo de contextos. Así, para citar sólo algunos ejemplos, han sido una constante la aproximación coyuntural al problema – propia de los modelos de atención de desastres – ; la aplicación de mecanismos, filtros y trámites administrativos comunes en el diseño de políticas asistenciales cuyo fin es desestimular la demanda; o el desarrollo de modelos de reconversión laboral que intentan la integración urbana de la población con vocación campesina. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Al igual que en las formulaciones iniciales del Plan Colombia, las propuestas actuales en materia de atención al desplazamiento forzado por la violencia buscan abordar en forma estructural el problema, a partir de modelos de desarrollo regional. Sin embargo, queda sin absolver el problema de cómo garantizar niveles mínimos de control sobre factores relacionados con el conflicto, que nuevamente limitarán la contención y la atención del fenómeno del desplazamiento, al igual que las posibilidades de éxito de las propuestas de desarrollo. 35 COMPILACION DE LECTURAS Es evidente que ha existido una tensión entre los planes de desarrollo, los planes sectoriales y la evolución hacia la construcción de una política humanitaria, que parte de la carencia de ejercicios de diseño y de programación de la política a partir de enfoques poblacionales. Las miradas poblacionales, y en particular la del desplazamiento, han tenido que adaptarse a las estructuras y a los procedimientos de los sistemas sectoriales. El argumento que subyace a esta realidad es la necesidad de conservar el equilibrio en el desarrollo de los sectores respectivos para evitar, de esta manera, distorsiones en la ejecución de las políticas sectoriales. Al parecer, esta visión s e encuentra soportada en la capacidad – supuesta - de la oferta política sectorial de absorber la demanda específica poblacional. En consecuencia, la concepción del SNAIPD se presenta no como el ejercicio planificador dirigido a responder a una situación concreta derivada del conflicto, sino como la sumatoria de ofertas sectoriales que, bajo un objetivo común, está en capacidad de responder al problema del desplazamiento. 36 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Las fórmulas estipuladas en la Ley 387 de 1997 (Artículo 19) y en los documentos CONPES evidencian esta situación. En estos últimos, incluso, se estableció (Documento CONPES 2804 de 1995) que las entidades deberían desarrollar programas de atención, sin que esto significara un incremento en los recursos de la entidad correspondiente. Sólo en 1997 se señaló la necesidad de inscribir en el Banco de Proyectos de Inversión las nuevas actividades que serían emprendidas por las instituciones dentro de la respuesta al desplazamiento. La experiencia de los últimos cuatro años demuestra, en parte, las dificultades de avanzar en la ejecución de políticas cuando se carece de un marco participativo y claro de planificación. Además de haber dejado sin efectos prácticos el Decreto 173, que estableció el Plan Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada, en forma paralela se desarrollaron ejercicios de planificación por parte del Departamento Nacional de Planeación y de la Red de Solidaridad Social. Este último proceso, casi autárquico, careció de legitimidad dentro del conjunto de instituciones del SNAIPD, Cruz Roja Colombiana hecho que redundó en la ausencia de compromiso de éstas y en la tensión y el desgaste casi permanente en las relaciones interinstitucionales. En efecto, sólo en el último año de gobierno fue posible que las instituciones avanzaran, de manera concertada, en el diseño de políticas claramente destinadas a la atención de problemáticas específicas de la población desplazada. Es por eso que es tan difícil la comprensión de una política integral: porque para aproximarse a ella es necesario conjugar una serie de reglamentaciones sectoriales con multiplicidad de ofertas, procesos y procedimientos que hacen que la concepción de sistema se diluya, que la unidad de objetivos y criterios no sea clara y que, por lo tanto, la problemática no se derive tan sólo de la inoperancia del Consejo Nacional de Atención Integral a la Población Desplazada. 4. Enfoque de derechos Si el conjunto de actores involucrados en la respuesta al problema del desplazamiento asimilara que el objeto de la política es, precisamente, la protección de los derechos de la población desplazada por la violencia, se limitaría, por lo menos, un buen número d e las dificultades señaladas. La visión de derechos implica tener presente que la razón de la política no es distinta a prevenir el desplazamiento (derecho a no ser desplazado), atender a la población desplazada – garantizándole el disfrute de sus derechos y libertades – y propiciar la reparación de sus derechos y su integración económica y social. El punto de partida de la política de atención a la población desplazada es la necesidad de recuperar el equilibrio y la igualdad de estas comunidades que se encuentran, como ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El sentido del SNAIPD es, en consecuencia, facilitar un esquema organizativo y funcional mediante el cual el Estado establece un marco institucional para atender a la población desplazada, para garantizar la protección de sus derechos y, en particular, para restablecer la igualdad resquebrajada por el hecho mismo del desplazamiento. 37 COMPILACION DE LECTURAS consecuencia del conflicto armado, en una situación de vulnerabilidad manifiesta, en los términos del Artículo 13 de la Constitución Política de Colombia. La formulación jurídica de la política genera una confusión en los operadores de la atención a la población desplazada. En efecto, estos confunden la Ley 387 de 1997 con los derechos de las personas que se encuentran en condición de desplazamiento. Los derechos de esta población no se derivan exclusivamente de esa ley. Si se careciera de este instrumento jurídico, las obligaciones del Estado con la comunidad desplazada serían las mismas y la única diferencia estribaría en la ausencia de un marco organizacional pre-establecido para el cumplimiento de esa función. La Ley 387 y los documentos de política son algunos de los instrumentos con los que cuenta el Estado para responder a una situación socialmente relevante – el desplazamiento –, pero no los únicos. Al perder la visión instrumental de la norma y de la política, el funcionario encargado de la respuesta al desplazamiento pierde de vista su sentido teleológico y, en el mejor de los casos, se apega al contenido literal de los instrumentos, lo que hace que estos elementos normativos operen, en ocasiones, como limitantes en la realización de los derechos de la población desplazada. 38 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El conjunto de derechos que el Estado pretende proteger a través de la política de atención a la población desplazada es el parámetro de ejecución de ésta, y es en ese conjunto derechos en donde se establece la unidad de objetivos y criterios que dan sentido y contenido al SNAIPD. Existe una tensión evidente entre el enfoque de derechos y la visión de la política pública. El primero, que es el escenario del deber ser, fija los términos bajo los cuales deben actuar la sociedad y el Estado. La segunda, que es el escenario del poder ser – la política –, busca responder en forma práctica, a partir del reconocimiento de las restricciones que le impone el contexto, al contenido del deber ser. Cruz Roja Colombiana Por encima de las limitaciones, la política pública, tanto en su diseño como en su ejecución, no debería hacer aún más onerosa la situación de los desplazados, ya de por sí pesada debido al mismo contexto. La carga que soportan los ciudadanos por factores como la agresión de los actores armados, las limitaciones en la respuesta estatal y la aún incipiente solidaridad social frente a su situación ya es exagerada; así, pues, el diseño y la ejecución de la política pública concebida para proteger sus derechos no debe convertirse en un mecanismo adicional de restricción de estos. Por supuesto, los mecanismos nacionales de protección de los derechos de la población desplazada involucran a estas instancias y requieren contar con herramientas jurídicas precisas para materializar la defensa de esos derechos. Las acciones de tutela y de cumplimiento tienen que operar como mecanismos ágiles de respuesta a la situación de crisis y emergencia de este sector de población, que, ante la inoperatividad de acciones ordinarias adelantadas en la jurisdicción civil y la contenciosa, no tiene alternativa diferente. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Es así que la irrenunciabilidad de los derechos d e esta población debe reiterarse siempre, pues en un escenario de conflicto caracterizado por la debilidad de las instituciones, la única defensa que le queda a la persona desplazada es la exigencia del respeto de sus derechos y la posibilidad de utilizar el sistema jurídico para lograr su efectividad. De allí la importancia de que existan, en el sistema jurídico y político, instituciones públicas y privadas que promuevan estos derechos, los hagan conocer de los sujetos de derecho y de los encargados de garantizar su protección, y actúen en función de defenderlos. Por la misma razón, es urgente defender el papel que puedan desarrollar los organismos no gubernamentales de derechos humanos, la Defensoría del Pueblo y las personerías municipales, que son algunos de los pocos espacios a los que la población desplazada puede apelar para buscar la protección de sus derechos y el restablecimiento de la igualdad. 39 COMPILACION DE LECTURAS El desconocimiento del significado de los instrumentos de defensa jurídica por parte del diseñador de política está plasmado en la redacción del Decreto 2569 de 2000, en el que se desconoció, en forma parcial y de facto, el sentido de la acción de cumplimiento. Además, al condicionar a la existencia de fondos en las instituciones la respuesta del Estado en la atención a la población desplazada, el contenido del derecho fue relativizado, cosa que hace inoperante el mecanismo jurídico concebido por el legislador para defender los derechos de estas personas. 40 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Para garantizar que las instituciones señaladas en la Ley 387 de 1997 observaran lo estipulado en esta norma, en el Artículo 33 se determinó que los desplazados y quienes asumieran su representación podrían acudir a la acción de cumplimiento, con el fin de lograr la satisfacción de las prestaciones señaladas en dicha ley. Sin embargo, para ser viable, esta acción requiere contar con la existencia de al apropiación presupuestal respectiva en la entidad correspondiente. Como se observa, el derecho de los desplazados queda condicionado suspensivamente a la voluntad política de unas instituciones ante las cuales se carece de instrumentos para buscar que, en efecto, realicen la programación presupuestal necesaria para atender a la población desplazada.39 El cuestionamiento de la acción de tutela, en general, y de su aplicación en defensa de los derechos de los desplazados, en particular, de entrada presenta una contradicción con el enfoque de derechos y parecería partir del supuesto de la infalibilidad del diseño y de la ejecución de la política. Las 93740 tutelas interpuestas por desplazados entre enero de 2001 y mayo de 2002, en contra de la Red de Solidaridad Social en su condición de entidad coordinadora del SNAIPD, son una evidencia de la insatisfacción de los sujetos de la política con los resultados de ésta. Este hecho, más que una amenaza a la estabilidad del sistema y que una carga, en términos de distorsión de política diseñada, debería ser visto por los diseñadores de política – que por lo general atienden a las señales del mercado – 39 Véase la Sentencia ACU 0080 de 2001, Consejo de Estado Cruz Roja Colombiana como una señal de la inoperancia y la inefectividad de las políticas implementadas. El contenido del mensaje enviado por el “mercado de atención” es que el producto entregado no satisface, en lo que respecta a calidad, oportunidad y cantidad, las expectativas ni las necesidades de los demandantes. Señal similar es la enviada a través de los procesos adelantados ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: hay elementos de la política de atención a la población desplazada que impiden que ésta tenga éxito, por lo tanto, el SNAIPD no es infalible y, en esa medida, no se pueden restringir los mecanismos jurídicos de protección con el argumento de distorsión en su funcionamiento. Lo que el sistema político e institucional está reflejando con esta realidad es la importancia del papel de las instancias y de los instrumentos de defensa de los derechos que cumplen la labor de restablecer el equilibrio entre el poder ser – propio de la política pública – y el deber ser – esencia del enfoque de derechos –. En efecto, este equilibrio es roto permanentemente por la pérdida del norte en la ejecución de las políticas, generado por las angustias y las vicisitudes propias derivadas de la necesidad de administrar un servicio público en un escenario caracterizado por condiciones adversas para su funcionamiento. En lo que respecta a la igualdad, conviene reiterar que si bien el conflicto está generando una pérdida de bienestar generalizada en la sociedad, la distribución de las cargas que esta pérdida acarrea no es homogénea por el contrario, hay sectores de 40 ACNUR, “Balance de la política de atención al desplazamiento forzado interno en Colombia, 1999 – 2002”, Bogotá, agosto de 2002 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Ante la inexistencia de modelos de seguimiento y evaluación, la respuesta jurídica de los beneficiarios ante la actuación del Estado debería usarse como retroalimentación del SNAIPD, con el fin de reencauzar su operación en función de su objeto, que, como se ha dicho, no es otro que la protección de los derechos y de las libertades de la población desplazada por la violencia. 41 COMPILACION DE LECTURAS población que están soportando en mayor medida el peso del conflicto, e incluso algunos de éstos están atravesando una situación más gravosa porque previamente soportaban una desigualdad estructural en la “distribución inicial de bienes”. Esta circunstancia marca una diferencia fáctica con la situación de los que han sido denominados “pobres históricos”, que puede ser observada en al menos tres dimensiones (i) emergencia, debido al cambio súbito de su situación por la agresión de un tercero; (ii) jurídica, en el sentido de que, mientras en el caso de la población en condiciones de marginalidad y pobreza se presenta un estado de insatisfacción ante sus derechos económicos y sociales, tratándose de población desplazada existe, adicionalmente, una vulneración de derechos civiles y políticos, patentizada en la imposibilidad material del Estado de cumplir a cabalidad con su obligación de garantía y protección frente a terceros, e incluso de abstención, cuando ha sido su propia acción la causante del desplazamiento; y (iii) magnitud de la respuesta y materialización de la igualdad, que implica que se requiere, en efecto, una acción afirmativa encaminada al restablecimiento de los derechos de la población desplazada, diferenciada, según sus necesidades específicas, del resto de sectores de población. La materialización del deber de solidaridad social – consagrado en el Artículo 95 de la Constitución Política41 - debería expresarse en las valoraciones y las preferencias de la sociedad a partir de las que se podría determinar la forma de restablecer la igualdad quebrada por el hecho del desplazamiento y, en buscar, en consecuencia, la asignación de recursos suficientes para atender la grave crisis que afecta a la población desplazada. 42 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Hay aquí un elemento axiológico significativo que responde a la pregunta sobre lo que la sociedad está dispuesta a sacrificar en búsqueda de su bienestar. Existe la decisión – expresada por 41 Constitución Política de Colombia, Artículo 95: “(…) son deberes de la persona y el ciudadano: (…) 2. Obrar conforme al principio de solidaridad social, respondiendo con acciones humanitarias ante situaciones que pongan en peligro la vida o la salud de las personas.” Cruz Roja Colombiana diferentes sectores e incluso ratificada por su posición electoral – de fortalecer la capacidad institucional para enfrentar, mediante el uso legítimo de la fuerza, a los actores armados ilegales que ponen en riesgo la estabilidad y el orden democrático. En consecuencia, los peligros implícitos en esta decisión deben equilibrarse con la disponibilidad de generar condiciones para proteger en forma efectiva a aquellos sectores de población que asumen un mayor gravamen por esta decisión. Ante la restricción presupuestal, debería definirse, con respecto a las opciones de inversión en otros campos, cuál es el monto que la sociedad está dispuesta a asignar para atender efectivamente el problema del desplazamiento. La restricción presupuestaria no puede ser asumida como un instrumento para liberar al Estado y a la sociedad de su responsabilidad con la población desplazada. En este contexto cobra significativa importancia la manifestación del Defensor del Pueblo, al expresar que (…) “ en este orden de ideas la situación es más compleja que la simple afirmación que el desplazamiento forzado de población supera la capacidad de respuesta del Estado. Antes de continuar acuñando esta afirmación es necesario fortalecer los programas ya diseñados y establecer los correctivos necesarios que dejen en evidencia que el esfuerzo del Estado en su conjunto – y no de unas pocas instituciones – en efecto ha sido rebosada por la realidad derivada del desplazamiento.”42 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Si se observa el caso de eventos de magnitudes catastróficas (v.g. terremoto en el Eje Cafetero), es claro que se establecieron mecanismos de financiamiento estructural para garantizar un flujo de recursos que permitieron atender el problema de la mejor manera. En consecuencia, la pregunta que se debe formular es si se está haciendo el máximo y el mejor esfuerzo para atender el problema del desplazamiento forzado, o si éste sigue siendo visto como coyuntural y marginal, y propio de sectores de población también marginales. 43 COMPILACION DE LECTURAS 5. La contradicción de la política: instrumento de realización de derechos que opera como restricción adicional Al observar la concepción y la ejecución de la política, es posible extraer una serie de ejemplos prácticos que demuestran cómo el mecanismo para hacer efectivos los derechos de la población desplazada termina por establecer limitaciones adicionales al disfrute de esos derechos. Como se señaló antes, algunas de estas limitaciones responden a fórmulas de políticas que se encuentran en los textos tradicionales de economía del sector público, las cuales resulta ilustrativo contrastar con derechos específicos de la población. Para facilitar la explicación del ejemplo, algunas de esas fórmulas serán relacionadas con derechos ordenados en cuatro grupos: (i) el derecho a la atención, (ii) el derecho a la igualdad, (iii) la garantía al ejercicio de los derechos y de las libertades mientras persista la situación de desplazamiento, y (iv) el derecho a la reparación. 44 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El principio de igualdad que la política de atención busca mantener debe reconocer las necesidades específicas de la población desplazada y, a partir de allí, establecer la oferta institucional de servicios. El esquema asumido ha partido de la visión contraria a ésta, al estructurar la política de atención con base en la oferta sectorial preestablecida. El derecho a la igualdad implica reconocer la forma diferencial como los distintos sectores de la población en situación de desplazamiento se ven afectados por el problema. Desde el punto de vista de la política, existe una asimetría de información. Las instituciones desconocen las necesidades específicas de cada uno de los individuos. Para superar el problema, la solución planteada por la política consiste en establecer prestaciones uniformes. Esta fórmula, además, facilita – en teoría – la administración del servicio, toda vez que permite superar las discusiones 42 Op. Cit., Defensoría del Pueblo, pág. 39 Cruz Roja Colombiana personalizada acerca de los montos de prestación esperados y ofrecidos. El problema de la solución es su aplicación exegética y restrictiva. De una parte, esto impide reconocer situaciones de evidente emergencia y debilidad, y de otra parte, no tiene en cuenta el sentido reparador de la acción estatal, que busca restablecer el derecho vulnerado e indemnizar al sujeto por la ineficiencia en el deber de protección del Estado. La prestación homogénea de la atención43, medida en salarios mínimos mensuales vigentes, o en kits de asistencia, atiende sólo parcialmente el problema de la reparación de los derechos vulnerados; además, su posibilidad de responder adecuadamente a la situación de crisis y emergencia está determinada por la relación entre la magnitud de la crisis y la de la respuesta. El procedimiento de acceso a la atención - que incluye filtro para identificar la demanda y turnos para recibir respuesta – opera como desincentivo, con el fin de evitar el consumo excesivo del servicio. Nuevamente se desconoce la situación de emergencia en que se encuentra el solicitante, la responsabilidad estatal 43 Decreto 2569 de 2000, T. VI y VII ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Algo similar ocurre con la limitación temporal establecida en la Ley 387 de 1997 (Artículo 15) y reiterada en el Decreto 2569 de 2000. en este caso, los supuestos de la política están dirigidos a limitar efectos perversos de la política, en particular el riesgo moral y la dependencia de la ayuda, a la vez que buscan contar con recursos que le permitan alcanzar una mayor cobertura. De nuevo, el sentido de la política entra en contradicción con el derecho a la atención, a la igualdad y a la reparación. La interpretación de la norma no debería negar las posibilidades de subsistencia de la población en condiciones dignas, si ésta, pese al paso del tiempo y de su esfuerzo individual para alcanzar la solución de sus problemas, carece de las condiciones objetivas para asumir su sustento por cuenta propia. 45 COMPILACION DE LECTURAS vinculada a su situación y las limitaciones que le impone el contexto con respecto a alternativas distintas de subsistencia. Esta barrera de entrada al servicio opera en sentido contrario al objeto de la norma e incrementa el nivel de vulnerabilidad de la población, de manera que el imperativo humanitario que inspira la atención de emergencia se desconoce. El incentivo al retorno, uno de los principales objetivos de la política, ha generado efectos perversos en ésta. Se han presentado mensajes contradictorios de agentes estatales que buscan un mejor, un mayor y más rápido resultado en la solución inicial de los problemas. Así, la limitación temporal de las ayudas se ha expresado como incentivo para propiciar una decisión más ágil de la población ante su opción de retornar, con lo que se mengua el sentido de libertad y voluntariedad de los retornos, expresado en el Artículo 16 de la Ley 387. 46 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Los modelos de oferta de subsidios en materia de tierras y de vivienda operan de la misma manera que los programas tradicionales de estos sectores. No se trata de desconocer los derechos económicos y sociales de sectores de población que durante años han esperado soluciones en la materia, pero tampoco se puede desconocer, en su implementación, que numerosas personas desplazadas han sido privadas en forma ilegítima y abrupta de sus propiedades, por lo cual se debe reconocer, una vez más, el sentido de reparación de los derechos implícito en la respuesta estatal frente al desplazamiento. En lo que respecta a identificar el tipo y el contenido de proyectos específicos que permitan la sostenibilidad de las acciones emprendidas por el ejecutor de políticas, la organización y la participación de los desplazados ha sido funcional. No ha sucedido mismo con el reconocimiento del derecho a la participación de la población, la cual no tiene acceso a escenarios de toma de decisión sobre el contenido de los programas y de las políticas. Incluso, la participación ha sido vista en ocasiones como problema para el avance en la política pública, en la mediad en que genera expectativas que pueden actuar como bumerán, o Cruz Roja Colombiana concentrar el problema, afectando la operación del sistema de atención. La referencia a los ejemplos anteriores pretende ilustrar las contradicciones entre la protección de los derechos de la población desplazada – objetivo y fin de la política – y la aplicación práctica de fórmulas propias de políticas públicas. Todo esto sin desconocer la legitimidad y la necesidad de buscar que, en el diseño y la implementación de las políticas, se intente superar los dilemas y los riesgos tradicionales que se presentan en la ejecución de políticas de asistencia social. En síntesis, el énfasis en hacer visible el contenido de los derechos pretende promover el ajuste de mecanismo, con e fin de evitar que la política se convierta en una restricción adicional a los derechos de los desplazados, hipótesis fundamental de este documento. 6. El contenido de los derechos Sin embargo, las dificultades en la aplicación de la ley y los vacíos dejados por ésta han propiciado la constante apelación de las personas desplazadas a los mecanismos judiciales para proteger sus derechos. Al especto, la Corte Constitucional ha efectuado la revisión de un número considerable de tutelas, que, además de proteger los derechos específicos de los accionantes, ha permitido desarrollar el marco nacional de protección y ha precisado el contenido de los derechos de las personas desplazadas. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ En sí mismos, los derechos de los desplazados se derivan de la Constitución y de las obligaciones adquiridas por el Estado a través de la suscripción de instrumentos en materia de derechos humanos y de Derecho Internacional Humanitario, mientras que la Ley 387 de 1997 es un instrumento que determina el modelo estructural y los procedimientos para la atención de la problemática del desplazamiento y establece una serie de prestaciones y de competencias a cargo de diferentes instituciones del Estado. 47 COMPILACION DE LECTURAS Las sentencias de la Corte han reiterado la compleja y múltiple violación de derechos44 que involucra el desplazamiento forzado de población y, en la medida en que éste afecta los derechos fundamentales de estos ciudadanos, ha considerado que la acción de tutela es el instrumento idóneo para su protección jurídica.45 La Corte ha reconocido el sentido y la necesidad de comprender que el fin de la política es restablecer la igualdad y la justicia para un sector de población que merece la acción decidida del Estado46 por su situación de vulnerabilidad manifiesta; así mismo, ha afirmado que la discriminación negativa constituye una violación de los derechos fundamentales de los desplazados y que, por lo tanto, éstos pueden exigir el derecho a la igualdad mediante la acción de tutela.47 La Corte, además, ha reconocido el carácter instrumental de las normas y del marco de políticas relacionadas con la atención a la población desplazada y, en ese sentido, ha reclamado una visión teleológica, encaminada a la protección de los derechos de estas personas. ha considerado el tribunal constitucional que “(…) lo que no debe hacerse es darle al régimen legal implementado para atender a los desplazados por el conflicto armado un enfoque exageradamente restrictivo, contrario a la protección que urgen los derechos fundamentales que están siendo vulnerados y ajenos a la atención que ellos merecen (…)”48 El desplazamiento forzado tiene su origen en la falla del deber de protección del Estado, en su imposibilidad de contrarrestar el accionar de terceros en contra de la población. Es por eso que, ante la ocurrencia del desplazamiento, el Estado debe “emplear rápidamente las medidas ejecutivas para que sean una realidad 48 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 44 Corte Constitucional, Véanse sentencias SU-1150 de 2000; T-1635 de 2000; T327 de 2001; T-098 de 2002; y T-215 de 2002 45 Corte Constitucional, Sentencia T-098 de 2002 46 Ibídem. 47 Corte Constitucional, Sentencia SU-1150 de 2000 48 Corte Constitucional, Sentencia T-098 de 2002 Cruz Roja Colombiana los derechos constitucionales y los principios rectores de los desplazamientos”49 No se trata, en consecuencia, de cualquier tipo de atención, sino que, por el contrario, ésta debe ser cualificada en términos de oportunidad y de dignidad.50 El marco de interpretación de las normas también ha sido desarrollado. La Corte ha señalado la necesidad de reconocer los parámetros establecidos en los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos. “(…) dado que reflejan y llenan las lagunas de lo establecido en tratados internacionales de derechos humanos (…) deben ser tenidos como parámetros para la creación normativa y la interpretación en el campo de la regulación del desplazamiento forzado y la atención de personas desplazadas por parte del Estado (…)”51 La Corte, además, le ha dado a los Principios Rectores un alcance superior, al considerarlos parte integrante del Bloque de Constitucionalidad “(…) la interpretación más favorable a la protección de los derechos humanos de los desplazados hace necesaria la aplicación de los principios rectores (…) los cuales hacen parte del cuerpo normativo supranacional que integra el bloque de constitucionalidad. En consecuencia, todos los funcionarios involucrados en la atención de los desplazados (…) deberán ajustar su conducta, además de las normas constitucionales a los previstos en los mencionados principios”52 Cualquier ejercicio hermenéutico deberá reconocer el sentido teleológico de la norma y buscar una interpretación sistémica, que, además, resulte ser la más favorable para el desplazado53. Los derechos y las necesidades de la población desplazada tienen prevalencia frente a oras acciones del Estado. En desarrollo de 50 Corte Constitucional, Sentencia T-327 de 2002 51 Corte Constitucional, Sentencia SU-1150 de 2000 52 Corte Constitucional, Sentencia T-327 de 2001 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 49 Ibídem. 49 COMPILACION DE LECTURAS este principio, el Consejo Nacional de Atención a la Población Desplazada promovió las órdenes humanitarias, cuyo objeto es que, ante situaciones de emergencia humanitaria, el Estado y la sociedad desplieguen en forma inmediata las acciones necesarias encaminadas a conjurarlas. En el actual gobierno, al parecer, no se le dará continuidad a la herramienta que constituyen las órdenes humanitarias. El marco preferente de aplicación de las normas a favor de los desplazados también fue reflejado por la Corte Constitucional, cuando señaló que el “(…) el gasto en el cuidado de los desplazados debe ser considerado, inclusive, como más perentorio que el gasto público social, al cual el Artículo 350 de la Constitución Política le asignó prioridad sobre los demás (…)”54 50 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Por otra parte, la Corte ha establecido lo que podría considerarse un manual de conducta para los funcionarios públicos encargados de ejecutad las políticas de atención a la población desplazada, quienes deben darle a ésta un trato digno, entender su situación de vulnerabilidad y aplicar el principio de la buena fe en su relación con ella.55 Adicionalmente, los derechos de la población desplazada van más allá de la atención, pues las personas afectadas por el desplazamiento tienen derecho a la verdad, lo que implica conocer la causa y el responsable de su desplazamiento; a la justicia, lo que conlleva la sanción de los responsables; y a la reparación de los derechos vulnerados por éstos.56 Como se observa, el Estado colombiano ha ido ajustado su marco jurídico en procura de garantizar la protección de los derechos de la población desplazada, marco que se erige como parámetro para el diseñador y el ejecutor de la política de atención, y que, de tenerse presente en el desarrollo de ésta, con seguridad permitirá 53 Ibidém. 54 Corte Constitucional, Sentencia SU-1150 de 2000 55 Corte Constitucional, Sentencia T-327 de 2001 56 Ibidén. Cruz Roja Colombiana alcanzar un mayor nivel de protección efectiva para los desplazados. Consideración final La situación por la que atraviesa el país, en general, y las necesidades de la población que sufre en forma directa las consecuencias del conflicto armado, en particular, obligan a que se avance en la configuración de una verdadera política humanitaria que garantice la atención oportuna y digna de la población desplazada. La reflexión que se presentó no pretende desconocer la necesidad de considerar e incorporar aspectos teóricos propios de las diferentes políticas públicas. Busca, más bien, a partir de hacer visibles las contradicciones entre la política de atención y un enfoque de derechos, mitigar las restricciones que se pueden generar al aplicarla. Es evidente que, en algunas circunstancias, las restricciones imponen la imposibilidad material de satisfacción de los objetivos planteados. Sin embargo, tales restricciones no pueden significar la renuncia a los objetivos. En una perspectiva de mediano y largo plazo, solamente un enfoque basado en derechos puede conseguir la sostenibilidad de los procesos y, en especial, el logro de condiciones de reconciliación en escenario del pos-conflicto. 1. Frédérique Prunera, “Personnes déplacées en Colombie et personnes d’origine colombienne cherchant refuge dans les pays voisins”, en Revista del Comité Internacional de la Cruz Roja, Septiembre de 2001, Vol. 83, No. 843 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ BIBLIOGRAFIA 51 COMPILACION DE LECTURAS 2. www.cicr.org 3. CODHES, “Situación de conflicto y desplazamiento en las fronteras: el cerco se cierra”, Bogotá, julio de 2005. 4. Ana María Ibáñez y Carlos Eduardo Vélez, “Civil conflict and forced migrations: the micro determinants and the welfare losses of displacement in Colombia”, Bogotá: Universidad de los Andes, Docimento CEDE No. 35, Junio de 2005, p. 8 5. El Tiempo, Septiembre 15 de 2005, Sección Justicia 6. La política pública de atención a la población desplazada y la necesidad de incorporar un enfoque de derechos en su formulación y ejecución. Andrés Celis. Conferencia presentada en el II Seminario Internacional de Desplazamiento: implicaciones y retos para la gobernabilidad, la democracia y los derechos humanos, organizado por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIT) en Bogotá, el 4, 5 y 6 de Septiembre de 2002. Oficial de la Oficina de Protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Colombia 7. Defensoría del Pueblo. “Informe Defensorial sobre el desplazamiento forzado por la violencia en Colombia”, abril de 2002. 52 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 8 Red de Solidaridad Social, Sistema de Estimación por Fuentes Contrastadas (SEFC). Presentación de Fernando Medellín en un seminario realizado en la Universidad Javeriana el 6 de agosto de 2002. 9. Balance de la política de atención al desplazamiento forzado interno en Colombia, 1999 – 2002 elaborado por el ACNUR. 10 Corte Constitucional, Véanse sentencias SU-1150 de 2000; T1635 de 2000; T-327 de 2001; T-098 de 2002; y T-215 de 2002. 11. El territorio como elemento fundamental de la resistencia al Cruz Roja Colombiana desplazamiento forzado de los pueblos indígenas de Colombia. Conferencia presentada en el II Seminario Internacional de Desplazamiento: implicaciones y retos para la gobernabilidad, la democracia y los derechos humanos, organizado por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIT) en Bogotá, el 4, 5 y 6 de Septiembre de 2002. 12. Jaime Enrique Arias. Cabildo Gobernador Organización indígena Kankuama Sierra Nevada de Santa Marta 13. GTD Grupo Temático de Desplazamiento, Informe, Agosto de 2001, 14. Defensoría Delegada para Indígenas y Minorías Étnicas, “Informe”, Julio de 2001 15. Organización Nacional Indígena de Colombia, “Informe de desplazamiento forzado en pueblos indígenas”, Mayo 2002. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 16. Una sociedad en medio del colapso. Jorge Rojas Rodríguez. Conferencia presentada en el II Seminario Internacional de Desplazamiento: implicaciones y retos para la gobernabilidad, la democracia y los derechos humanos, organizado por la Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIT) en Bogotá, el 4, 5 y 6 de Septiembre de 2002. Presidente de CODHES 53 54 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ COMPILACION DE LECTURAS Cruz Roja Colombiana PROTECCIÓN DE LA POBLACIÓN CIVIL EN LOS CONFLICTOS ARMADOS 1. El derecho internacional humanitario y la protección de las víctimas de la guerra Hans-Peter Gasser 1-11-1998 Hans-Peter Gasser es doctor en derecho, ha sido asesor jurídico del Comité Internacional de la Cruz Roja; actualmente, ocupa el cargo de redactor jefe de la Revista Internacional de la Cruz Roja. Índice 1. ¿Por qué es necesario el derecho internacional humanitario? 2. De Henry Dunant al derecho internacional humanitario actual 3. La sustancia de este derecho: imponer límites a la guerra 4. Distintos tipos de conflictos armados 5. Derecho humanitario y derechos humanos 6. Aplicación y control de la aplicación 1. ¿Por qué es necesario el derecho humanitario internacional? La guerra está prohibida. La Carta de las Naciones Unidas lo dice ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 7. Conclusión 55 COMPILACION DE LECTURAS claramente: es ilícito recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra otros Estados. Desde 1945, la guerra ya no constituye una manera aceptable de resolver las controversias entre Estados. Entonces, ¿por qué hablar de normas internacionales aplicables a los conflictos armados (por lo tanto, a la guerra) y a sus efectos, si en la Carta se prohíbe el uso de la fuerza en las relaciones internacionales? 56 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Tres respuestas de índole jurídica se pueden dar a esta pregunta, antes de llegar a una triste conclusión: En la Carta de las Naciones Unidas no se ha proscrito plenamente el recurso a la fuerza. De hecho, en el supuesto de hacer uso (lícito o ilícito) de la fuerza, los Estados conservan el derecho a defenderse, individual o colectivamente, contra los ataques que amenacen su independencia o su territorio. La prohibición de recurrir a la fuerza, enunciada en la Carta, no se aplica a los conflictos armados internos (o guerras civiles). En el capítulo VII de la Carta se autoriza a los Estados Miembros a hacer uso de la fuerza, en el marco de una acción colectiva, para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales. Por último (pero, no se trata de un argumento jurídico), aunque se prohíban en la Carta de las Naciones Unidas, sabemos perfectamente que las guerras siguen estallando. Los conflictos armados son una de las tristes realidades del mundo actual. La conclusión cae por su propio peso: es necesario disponer de normas internacionales que limiten los efectos de la guerra sobre las personas y los bienes, que protejan a algunos grupos de personas especialmente vulnerables. Tal es el objetivo del derecho Cruz Roja Colombiana internacional humanitario, cuya principal expresión son los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales de 1977; por otra parte, un amplio conjunto de normas de derecho consuetudinario es una importante fuente suplementaria de derecho. 2. De Henry Dunant al derecho internacional humanitario actual Horrorizado por lo que presenció en el campo de batalla de Solferino y por la agonía de tantos soldados heridos abandonados a su suerte, Henry Dunant sugirió que se actuara a dos niveles: instituir una organización para socorrer a los militares heridos: la Cruz Roja iba a ver la luz, y concertar un tratado internacional para garantizar la protección de los heridos en el campo de batalla: más tarde, se firmaría el primer Convenio de Ginebra. No nos ocuparemos aquí de la primera propuesta de Dunant, es decir, la Cruz Roja, cuya primera institución fue el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), fundado en Ginebra en 1863. Estudiaremos más bien la segunda sugerencia de Henry Dunant, o sea, la institución del derecho humanitario, su sustancia y algunos de los problemas que plantea su aplicación. No obstante, conviene subrayar en este punto que las normas jurídicas no pueden por sí solas resolver los verdaderos problemas causados por los conflictos armados. Asimismo, ninguna organización podría, por sí sola, encargarse de resolver los numerosos problemas que las guerras acarrean. Para que las víctimas de la ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Henry Dunant supuso que con ello se podría mitigar el sufrimiento engendrado por la guerra. Tan sólo mucho más tarde, en el ocaso de su vida, tomaría posición en favor de la prohibición de la propia guerra. 57 COMPILACION DE LECTURAS guerra gocen de una mejor protección es necesario, por una parte, el derecho internacional humanitario y, por otra, la acción de las partes en un conflicto armado, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la comunidad de Estados, las organizaciones no gubernamentales y todas las personas de buena voluntad. Tras este breve repaso a la historia y al desarrollo del derecho internacional humanitario, pasamos a estudiar su realidad actual. El primer tratado sobre la protección de las víctimas militares de la guerra fue elaborado y firmado en 1864 en Ginebra, a propuesta de Henry Dunant, durante una Conferencia Diplomática convocada por el Gobierno suizo en la que participaron los representantes de casi todos los Estados que existían entonces. En 1899, en La Haya, la protección internacional se extendió a los miembros de las fuerzas armadas en el mar, los enfermos y los náufragos; en 1929, los prisioneros de guerra fueron, a su vez, colocados bajo la protección del derecho de Ginebra. En 1949, se aprobaron los cuatro Convenios que siguen vigentes hoy. Cada uno se refiere a una categoría específica de personas que no participan, o han dejado de participar, en las hostilidades. I Convenio: para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña; II Convenio: para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar; 58 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ III Convenio: relativo al trato debido a los prisioneros de guerra; IV Convenio: relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra. Los Convenios de Ginebra son, sin lugar a dudas, un legado de la Segunda Guerra Mundial. Partiendo de la trágica experiencia Cruz Roja Colombiana adquirida durante ese conflicto, refuerzan considerablemente la protección jurídica de las víctimas de la guerra, especialmente de los civiles en poder del enemigo. Hoy en día, la práctica totalidad de los Estados son Partes en los Convenios de Ginebra de 1949, que han sido aceptados por el conjunto de la comunidad de naciones y han adquirido un verdadero carácter universal. Los diferentes tratados que constituyen lo que se denomina el “derecho de Ginebra” tienen por objeto la suerte que corren las personas que han dejado de combatir o que han caído en poder del enemigo. No imponen límites al modo en que pueden ser conducidas las operaciones militares. Mientras se desarrollaba el “derecho de Ginebra”, los Estados codificaron, paralelamente y en varias etapas, las normas internacionales que habrían de imponer límites a la conducción de las operaciones militares: el llamado “derecho de La Haya”, cuyo principal exponente son los distintos Convenios de La Haya de 1907, y cuya finalidad primordial consiste en limitar la guerra a ataques contra objetivos necesarios para el resultado de las operaciones militares. La población civil, por consiguiente, ha de ser protegida contra los ataques militares. Los nuevos Convenios de Ginebra de 1949 no desarrollaron las normas del “derecho de La Haya”. Soslayaron un problema fundamental en el derecho internacional humanitario: la protección de la población civil contra los efectos directos de las hostilidades (ataques contra la población civil, bombardeos “ciegos”, etc.). Aún no se había aprendido la lección de Coventry, Dresde, Estalingrado o Tokio. Con la descolonización el número de Estados se duplicó con creces; y nuevos tipos de conflicto, las guerras de liberación nacional, impusieron nuevas prioridades al derecho humanitario. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Además, si las nuevas tecnologías permitieron la fabricación de nuevas armas, es decir, de un nuevo potencial de destrucción, también brindaron nuevas técnicas para garantizar la protección de las víctimas de la guerra. 59 COMPILACION DE LECTURAS Por último, el permanente aumento de las guerras civiles y el frecuente recurso a las guerras de guerrilla demostraron la necesidad de reforzar la protección de las víctimas de los conflictos armados no internacionales. Para responder a estos retos, Suiza decidió convocar una Conferencia Diplomática en Ginebra. Entre 1974 y 1977, se elaboraron dos nuevos tratados de derecho internacional humanitario: los Protocolos adicionales a los Convenios de Ginebra. Aprobados el 8 de junio de 1977, están, desde entonces, abiertos a la ratificación o a la adhesión de todos los Estados Partes en los Convenios de Ginebra de 1949. Hoy en día, los dos Protocolos adicionales (o al menos uno de ellos) vinculan a la inmensa mayoría de los Estados. El CICR no regatea esfuerzos para inducir a los Estados que aún no lo han hecho a adherirse a los Protocolos. 3. La sustancia de este derecho: imponer límites a la guerra 60 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El derecho internacional humanitario se ha convertido en un complejo conjunto de normas relativas a una gran variedad de problemas. No cabe duda de que los seis tratados principales (que contienen más de 600 artículos) y el denso entramado de normas consuetudinarias restringen el recurso a la violencia en tiempo de guerra. No obstante, tal abundancia de normas jurídicas no ha de hacernos olvidar que lo esencial del derecho humanitario se resume en algunos principios fundamentales: a) Las personas que no participan, o han dejado de participar, en las hostilidades han de ser respetadas, protegidas y tratadas con humanidad. Han de recibir la asistencia apropiada, sin discriminación alguna. b) Los combatientes capturados, y demás personas privadas de libertad, han de ser tratados con humanidad. Han de Cruz Roja Colombiana ser protegidos contra todo acto de violencia, en especial contra la tortura. Si se incoan diligencias judiciales contra ellos, han de gozar de las garantías fundamentales de un procedimiento reglamentario. c) En un conflicto armado, el derecho de las partes en conflicto a elegir los métodos o medios de hacer la guerra no es ilimitado. Queda prohibido causar males superfluos y heridas innecesarias. d) A fin de proteger a la población civil, las fuerzas armadas deberán distinguir, en todas las circunstancias, entre, por una parte, la población civil y los bienes civiles y, por otra, los objetivos militares. La población civil como tal, los civiles y los bienes civiles, no serán objeto de ataques militares. Estos principios expresan lo que la Corte Internacional de Justicia denominó (en el caso del Estrecho de Corfú) “consideraciones elementales de humanidad” y, más tarde, (en el caso de las actividades militares y paramilitares en Nicaragua y contra este país) los “principios generales del derecho humanitario”. Tales principios, como principios generales del derecho internacional, constituyen el fundamento de la protección que el derecho confiere a las víctimas de la guerra. Son de obligado cumplimiento en cualquier circunstancia y ninguna derogación puede ser autorizada. Aunque es cierto que los principios generales arriba mencionados se aplican a todo tipo de conflicto armado, dos conjuntos de normas específicas rigen, por una parte, los conflictos armados ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Otra idea fundamental ha de ser mencionada en este punto: las normas del derecho internacional se aplican a todos los conflictos armados, sean cuales fueren sus orígenes o sus causas. Estas normas han de respetarse en todas las circunstancias y con respecto a todas las personas que protegen, sin discriminación alguna. En el derecho humanitario moderno se prohíbe cualquier trato discriminatorio de las víctimas de la guerra basado en el concepto de “guerra justa”. 61 COMPILACION DE LECTURAS internacionales y, por otra, los conflictos armados no internacionales (las guerras civiles). 4. Distintos tipos de conflictos armados Los conflictos armados internacionales son conflictos que oponen a Estados. En los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 y su Protocolo adicional I se tratan ampliamente los problemas humanitarios relacionados con este tipo de conflicto. El conjunto de normas relativas a los prisioneros de guerra, su estatuto y el trato debido a éstos, se basa en la guerra entre Estados (III Convenio). En el IV Convenio se enuncian, especialmente, los derechos y las obligaciones de una Potencia ocupante, es decir, del Estado cuyas fuerzas armadas controlan, parcial o totalmente, el territorio de otro Estado. El Protocolo I tan sólo cubre los conflictos armados internacionales. 62 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Según el Protocolo I de 8 de junio de 1977, las guerras de liberación nacional también han de ser consideradas como conflictos de carácter internacional. Una guerra de liberación nacional es un conflicto en el que un pueblo en el ejercicio de su derecho a la autodeterminación lucha contra una potencia colonial. Hoy en día, la comunidad internacional acepta plenamente el concepto de derecho a la autodeterminación. No obstante, las conclusiones que se pueden extraer para las necesidades del derecho humanitario siguen suscitando controversia (en especial, en su aplicación a determinadas situaciones de conflicto). Basta con ojear los periódicos o el mapa del mundo para comprobar que los conflictos entre Estados son, hoy en día, más bien una excepción que la regla. La mayoría de los conflictos armados se desarrollan en el territorio de un único Estado: se trata de conflictos de carácter no internacional. Uno de los denominadores comunes de numerosos conflictos internos es la intervención de las fuerzas armadas de otro Estado, que acuden en apoyo del Gobierno o de los insurgentes. Cruz Roja Colombiana Las normas esenciales del derecho humanitario aplicable a los conflictos armados no internacionales son mucho más sencillas que las que rigen los conflictos internacionales. Tienen como fuente principal el artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra de 1949. En el mencionado artículo se insta a las Partes implicadas en un conflicto interno a respetar algunos principios fundamentales del comportamiento humanitario antes comentado. Es interesante destacar en este punto que el artículo 3 común a los Convenios es de obligado cumplimiento tanto para los Gobiernos como para los insurgentes, mas sin conferir a estos últimos un estatuto especial. El Protocolo adicional II de 1977 completa el artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra por cuanto contiene algunas disposiciones más específicas. Contribuye, por tanto, a reforzar la protección humanitaria en situaciones de conflicto armado interno. El Protocolo II tiene, no obstante, un ámbito de aplicación más restringido que el artículo 3 común, ya que es aplicable tan sólo si los insurgentes controlan una parte del territorio nacional. El artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra se refiere a los conflictos armados internos, es decir, aborda cuestiones relacionadas con los asuntos internos de los Estados. El modo de dirimir los problemas internos es, esencialmente, una de las prerrogativas de los Estados, por lo que la inclusión del artículo 3 común en los cuatro Convenios de Ginebra ha de ser considerada como un gran acontecimiento. Conviene no obstante recordar que un año antes, en 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos. Este documento se hizo eco del creciente interés que, a nivel internacional, suscitaba esta importante vertiente de los asuntos internos de los Estados. De hecho, las normas internacionales de protección de los derechos humanos obligan a los Estados a reconocer y a respetar algunos derechos fundamentales de la persona humana y a actuar de manera que no se menosprecien. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 5. Derecho humanitario y derechos humanos 63 COMPILACION DE LECTURAS Análogo cometido tiene el derecho humanitario en tiempo de conflicto armado. Insta a las partes en conflicto a respetar y preservar la vida y la dignidad de los soldados enemigos capturados o de los civiles que se hallan en su poder. ¿En qué difiere, entonces, el derecho humanitario de los derechos humanos? ¿Se trata, de hecho, del mismo derecho? 64 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Hay convergencia entre los objetivos de los derechos humanos y los del derecho humanitario. Tanto el derecho humanitario como los derechos humanos pretenden restringir el poder de las autoridades del Estado con objeto de salvaguardar los derechos fundamentales del individuo. Los tratados relativos a los derechos humanos (fundados en el derecho consuetudinario) alcanzan ampliamente estos objetivos, ya que cubren la práctica totalidad de los aspectos de la vida. Las normas que dictan han de ser aplicadas a todas las personas y han de respetarse en cualquier circunstancia (aunque se pueda suspender algunos derechos en situaciones de emergencia). Por su parte, el derecho humanitario tan sólo se aplica en tiempo de conflicto armado. Sus disposiciones se formulan atendiendo a las circunstancias especiales de la guerra. Sus normas no pueden ser derogadas en circunstancia alguna. En general, se aplican “a través de la línea del frente”, es decir, las fuerzas armadas han de respetar el derecho humanitario en sus relaciones con el enemigo (y no en sus relaciones con los nacionales de su propio país). No obstante, en caso de conflicto armado interno, la legislación sobre derechos humanos y el derecho humanitario se aplican simultáneamente. En otras palabras, el derecho humanitario constituye un conjunto “especializado” de normas que depende del derecho de los derechos humanos, adaptadas precisamente a los casos de conflicto armado. Algunas de estas disposiciones no tienen equivalencia en la legislación de los derechos humanos; tal es el caso, particularmente, de las normas que rigen la conducción de las hostilidades y el uso de las armas. Inversamente, el derecho de los derechos humanos cubre algunos ámbitos ajenos al derecho humanitario: los derechos políticos del individuo, por ejemplo. A pesar de los solapamientos, el derecho de los Cruz Roja Colombiana derechos humanos y el derecho humanitario siempre constituyen dos ramas distintas del derecho internacional público. 6. Aplicación y control de la aplicación Mientras que en un tratado de derecho humanitario tan sólo las Partes han de cumplir las obligaciones que impone, todos los Estados han de respetar las normas de derecho consuetudinario. Éste es, naturalmente, el caso de todas las normas de derecho internacional. En efecto, los Estados han de cumplir sus compromisos internacionales y adoptar todas las medidas necesarias para facilitar la aplicación del derecho. Si una parte incumple tal obligación, el Estado puede ser considerado responsable de las consecuencias de un acto ilícito. Instrucción a las fuerzas armadas y formación: el complejo conjunto de obligaciones dimanantes de los Convenios y de los Protocolos ha de ser trasladado a un lenguaje accesible para todos aquellos que han de respetar estas normas, en especial los miembros de las fuerzas armadas, en función de su graduación y de su cargo. Los buenos manuales de derecho humanitario han de desempeñar un papel decisivo, si queremos ampliar eficazmente los conocimientos que tienen los militares de este derecho. Escaso impacto tendrán normas mal comprendidas o desconocidas por quienes han de respetarlas. Legislación relativa a la aplicación del derecho humanitario a escala nacional: numerosas disposiciones de ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Los Convenios de Ginebra y sus Protocolos adicionales solicitan de los Estados Partes que adopten determinadas medidas para garantizar el cumplimiento de sus compromisos. Algunas de estas medidas han de ser tomadas en tiempo de paz, otras en período de conflicto armado. Para no extendernos, tan sólo mencionaremos tres ejemplos: 65 COMPILACION DE LECTURAS los Convenios de Ginebra y de sus Protocolos adicionales exigen imperativamente a cada Estado Parte que dicte leyes, instrucciones y demás disposiciones para garantizar el cumplimiento de sus obligaciones internacionales. En especial, las violaciones graves del derecho internacional humanitario (comúnmente llamadas “crímenes de guerra”) han de convertirse en crímenes punibles según el derecho penal nacional. Otro tanto sucede con cualquier abuso del emblema de la cruz roja o de la media luna roja. 66 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Acciones penales contra aquellas personas que pueden haber cometido una violación grave del derecho internacional humanitario: el Estado detentador de tal persona tiene la obligación de hacerla comparecer ante sus propios tribunales o de entregarla a otro Estado interesado en su enjuiciamiento. Algunas violaciones del derecho humanitario pueden igualmente ser juzgadas por un tribunal penal internacional. El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ya ha creado dos instancias internacionales, los tribunales penales para ex Yugoslavia y para Ruanda. El 17 de julio de 1998, una Conferencia Diplomática convocada por las Naciones Unidas en Roma aprobó el Estatuto de la Corte Penal Internacional. Por primera vez en la historia, una corte internacional permanente tiene jurisdicción sobre los crímenes cometidos no sólo durante los conflictos armados internacionales, sino también durante los conflictos armados no internacionales. La jurisdicción de la Corte no afecta a la obligación que tienen los Estados Partes de entablar diligencias judiciales contra los criminales de guerra en los respectivos tribunales nacionales. En cuanto a la aplicación del derecho humanitario por las partes implicadas en un conflicto armado, es importante destacar que los Estados no están aislados, ya que pertenecen a la comunidad formada por el conjunto de Estados que se han adherido a los tratados humanitarios. Los Estados que no están implicados en un conflicto armado dado están en su derecho de querer asegurarse de que las partes en conflicto respetan los Convenios Cruz Roja Colombiana de Ginebra o los Protocolos a los que se hayan adherido. Podríamos, incluso, ir más lejos y afirmar que los Estados tienen la obligación de velar por que las partes en conflicto respeten estos tratados. En el artículo primero de los cuatro Convenios de Ginebra y del Protocolo I se respalda tal interpretación: “Las Altas Partes Contratantes se comprometen a respetar y a hacer respetar el presente Convenio en todas las circunstancias”. El mensaje parece claro, mas diríase que sus implicaciones políticas aún no han sido del todo comprendidas. La historia reciente demuestra que los Estados, por razones de variada índole, son reacios a designar Potencias protectoras. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), institución que goza de un estatuto particular, ha desempeñado, por tanto, ese cometido. Fundado en 1863 como institución caritativa, por exhortación de Henry Dunant, el CICR ha conservado con el paso de los años su carácter de institución privada, anclada en el derecho suizo, cuyo órgano supremo está compuesto por nacionales suizos. Así pues, el CICR no es una organización internacional cuyos miembros constituyentes son los Estados, como es el caso de la Organización de las Naciones Unidas o de la Organización Internacional del Trabajo. Por consiguiente, los Gobiernos no ejercen influencia directa alguna sobre las actividades del CICR. No obstante, el cometido del CICR tiene una índole internacional y su ámbito de acción cubre el mundo entero. El CICR actúa por medio de sus delegados. Los fondos que emplea proceden de contribuciones voluntarias realizadas por los Estados Partes en los Convenios de Ginebra, así como por las Sociedades Naciones de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y por donantes privados. Para destacar el cometido específico que ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Además, los Convenios exigen que cada parte implicada en un conflicto designe a un país tercero (neutral) como Potencia protectora. Una Potencia protectora es un Estado encargado de defender los intereses de una de las partes en el marco de sus relaciones con la otra parte en conflicto. Por consiguiente, las Potencias protectoras habrán de garantizar que los beligerantes cumplen con sus obligaciones de índole humanitaria. 67 COMPILACION DE LECTURAS desempeña el CICR, los Estados le han otorgado el estatuto de observador ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. No obstante, como institución de derecho privado, el CICR puede contribuir de forma sustancial a que las partes implicadas en un conflicto armado apliquen el derecho humanitario. Contrariamente a las Potencias protectoras, el CICR no actúa al dictado de una de las partes en conflicto. Actúa en su propio nombre, como intermediario neutral entre las fuerzas presentes. Su ámbito de acción es, igualmente, mucho más amplio que el de las Potencias protectoras. 68 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Además, en su relación con los Gobiernos, el CICR opta por la “diplomacia confidencial”. Esta política permite, fundamentalmente a sus delegados, expresarse, durante los contactos con los beligerantes, con la fuerza y la claridad que las circunstancias imponen. El CICR tan sólo se dirige públicamente a los Estados cuando no se han alcanzado, mediante las gestiones de índole confidencial, los objetivos perseguidos. Además de sus 125 años de existencia, el CICR ha adquirido una notable experiencia en convencer a los Estados, y a las demás partes implicadas en un conflicto armado, de que respeten el derecho humanitario tanto en los conflictos internacionales como en las guerras civiles. Según se estipula en los Convenios de Ginebra, las partes implicadas en un conflicto armado internacional han de aceptar que los delegados del CICR visiten todos los campamentos de prisioneros de guerra, todos los lugares en los que se hallan detenidos civiles de la nacionalidad enemiga, así como, en general, el conjunto del territorio ocupado. En otras circunstancias, cuando los delegados no disponen del mencionado derecho de acceso, el CICR puede ofrecer sus servicios a las partes en conflicto. En otras palabras, el CICR puede entablar negociaciones para que se le autorice a ejercer su mandato humanitario en el territorio de todas las partes beligerantes. Así sucede, en general, en los casos de conflicto armado no internacional. Cruz Roja Colombiana Asimismo, las partes implicadas en un conflicto armado han de autorizar las operaciones de socorro en favor de las personas necesitadas de asistencia, se trate de detenidos, de grupos de civiles especialmente vulnerables, de la población en general, incluso en los territorios ocupados. Los delegados del CICR garantizan que se preste la asistencia médica y la ayuda humanitaria en función de las necesidades y en el respeto de una estricta imparcialidad. El método empleado para comprobar que se respeta el derecho humanitario varía considerablemente con respecto a los procedimientos establecidos en los tratados de derechos humanos. En efecto, éstos fijan, normalmente, un sistema de demandas formales presentadas ante un órgano supranacional y, en algunos casos, ante un tribunal supranacional. Estas demandas pueden emanar de simples particulares o de los Estados. Contrastando con este sistema bien orquestado, el derecho humanitario recurre mucho más a procedimientos informales. Éstos no tienen como objetivo principal afirmar el derecho o reparar daños sino, más bien, convencer a los autores de infracciones de que modifiquen su conducta y con ello evitar nuevas violaciones, lo que redundará en beneficio de todas las personas afectadas por el conflicto. El derecho internacional humanitario tiene como objetivo limitar los sufrimientos engendrados por la guerra y mitigar sus efectos. Las normas que dicta son el resultado de un delicado equilibrio entre, por una parte, las exigencias del desarrollo de la guerra -la “necesidad militar”- y, por otra, las leyes de la humanidad. El derecho humanitario es una cuestión delicada, pero no admite concesiones. Este derecho ha de ser respetado en todas las circunstancias para garantizar la pervivencia de los valores de la humanidad y, a menudo, simplemente, para proteger vidas humanas. Cada uno de nosotros puede contribuir a que se comprenda mejor los objetivos primordiales y los principios fundamentales del derecho internacional humanitario y a facilitar ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 7. Conclusión 69 COMPILACION DE LECTURAS con ello un mayor respeto. El día en que todos los Estados y todas las partes implicadas en los conflictos armados respeten mejor el derecho humanitario será más fácil que haya un mundo más humano. 2. EL DIH sistema de Protección de la población civil en la conducción de hostilidades Dirección General de Doctrina y Protección Cruz Roja Colombiana En la evolución histórica del Derecho Internacional Humanitario (DIH), consuetudinariamente se acepta por parte de los combatientes no atacar la población civil no obstante el desarrollo tecnológico y armamentista e lo que concierne la implementación de armamentos de destrucción masiva y la modificación tradicional de tácticas y estrategias de guerra, han hecho que en el desarrollo histórico de la guerra la pirámide víctimas progresivamente presente a la población civil como la categoría de personas más vulnerable y de afectación directa en los conflictos armados actuales. 70 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Durante la primera guerra mundial se presentaron 1´374.000 víctimas de personas civiles y 8´418.000 combatientes, mientras que durante la segunda guerra mundial las víctimas civiles ascienden considerablemente a 34´305.000 mientras que las personas que tomaron participación directa en la confrontación armada fueron 19´933.000 1, posterior a la segunda guerra mundial se calculan que las víctimas civiles de los últimos conflicto armados equivalen entre el 85 y 90 % de las víctimas. 1 . GUISANDEZ GOMEZ, Javier. La protección de las víctimas en los conflictos armados de carácter no internacional. Derecho Internacional Humanitario, Cruz Roja Española. Pag, 448 Cruz Roja Colombiana Con base en lo anterior la comunidad internacional ha plasmado en el DIH un sistema de protección para la población civil y las personas civiles con el ánimo de garantizar la protección debida a la población civil y por extensión a sus bienes. 1-El Concepto: El DIH define Población Civil y Personas Civiles en el articulo 50 del PAI: “ Es persona civil cualquiera que no pertenezca a una de las categorías a que se refieren el articulo 4, A. 1), 2), 3), y 6) del tercer Convenio, y el articulo 43 del presente protocolo . En caso de dudas sobre la condición de una persona, se le considerara como civil.” “La población civil comprende a todas las personas civiles”. Se considera entonces población civil y personas civiles aquellas que no pertenecen a las Fuerzas Armadas, la presencia entre la población civil de personas cuya condición no responda a la definición de persona civil no priva a esa población de su calidad de civil.2 La protección de la Población civil originada del principio de inmunidad que posee en los conflictos armados el cual ha sido reconocido desde el Derecho Consuetudinario y que prohibe los ataques contra las personas civiles (ataques selectivos) y la 2 . Protocolo adicional I a los Convenios de Ginebra, articulo 50, núm. 1, 2 y 3. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Se considera entonces persona civil toda aquella que no sea parte de las Fuerzas Armadas es decir combatiente o persona que participa directamente de las hostilidades de acuerdo con el articulo 43, 1) y 2) y 3) del PAI; esta definición negativa del concepto de Población Civil elaborada a propósito en el DIH facilita la comprensión a las partes en conflictos por exclusión de quien es persona civil o en forma agrupada Población Civil, luego que, todo aquel que NO tome parte en las hostilidades se incluye en esta categoría. En el articulo 3 común de los Convenios de Ginebra de 1949 se establece “ las personas que no participan directamente de las Hostilidades...” Se refiere igualmente a las Personas Civiles. 71 COMPILACION DE LECTURAS población civil ataques masivos o generalizados), esta supeditada entonces a la no participación directa en el desarrollo de las hostilidades , corresponde a un deber con el fin de obtener los derechos y garantías concernidas en el DIH, serán personas protegidas “Salvo si, participación directamente en las hostilidades y mientras dure tal participación”. (PAI art. 51, PAII art. 13) En relación con la participación directa , esta se da si “implica una relación de causalidad adecuada entre el acto de participar y su resultado inmediato” (Comentario 4787) es decir relación causa efecto entre la participación realizada y el daño causado al adversario, por lo general se participa directamente en un conflicto armado realizando actos de hostilidades los cuales se definen como “Actos de guerra que por su índole o finalidad están destinados a atacar al personal y el material de las Fuerzas Armadas del adversario”, sin embargo, se estima que el término de hostilidades cubre igualmente los preparativos de una acción militar (Planeamiento, servicios de inteligencia - despliegue para el combate) y el retorno posterior al combate (repliegue) (C-4788) , en conclusión si un civil participa directamente de las hostilidades no se beneficia de ninguna protección mientras dure la participación directa. Las obligaciones emanadas del DIH en materia de protección para las personas que no participación directamente de las hostilidades consisten en que los miembros de las partes en conflictos deben abstenerse de atacar a los civiles y tomar las medidas preventivas de salvaguarda para la población civil, de donde surge la responsabilidad por acción u omisión en caso de infracciones al DIH. 72 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ En relación con las personas civiles, la población civil y sus bienes, encontramos una serie de medidas de orden jurídico preventivo, medidas de protección jurídica, sistema preventivo de carácter táctico y otras prohibiciones especiales, 3 3 . De acuerdo con el análisis de Francisco Alonso Pérez en : La protección de la Población Civil, en DIH, Cruz Roja Española, tema 13, pag. 335. Cruz Roja Colombiana 2- Medidas preventivas de orden jurídico: El DIH contempla una serie de medidas jurídicas para las partes en conflictos con el fin de prevenir daños y riesgos en la población civil, estas medidas tratan de disminuir el número de víctimas civiles en situaciones de conflictos armados y corresponden a ciertas zonas geográficas que ponen a la población por fuera del peligro de las operaciones militares sin perjuicio de las obligaciones y responsabilidades de las partes en conflicto en relación con la conducción de las hostilidades. Estas son : Zonas y localidades sanitarias, zonas y localidades sanitarias y de seguridad, zonas neutralizadas, zonas desmilitarizadas; Son zonas que tienen como fin proteger a los heridos, enfermos (de la población civil y personas puesta fuera de combate), niños, mujeres, entre otras personas protegidas. Para su implementación se requiere del acuerdo entre las partes. Pietro Verri define estas zonas en el Diccionario de DIH : Zona desmilitarizada: Zona que responde a las exigencias siguientes: a) se han evacuado de ella a los combatientes, las armas y los materiales; b) no se hace un uso hostil de las instalaciones o establecimientos militares fijos; c) ni las autoridades ni la población civil cometen dentro de ella actos de hostilidad; Es posible, no obstante, que las Fuerzas de Policía se estacionen en ella para mantener el orden. El procedimiento relativo a la creación, el reconocimiento y la determinación del signo distintivo ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ d) ha cesado en ella toda actividad relacionada con el esfuerzo militar. 73 COMPILACION DE LECTURAS de una zona desmilitarizada está regido por reglas detalladas. La noción de zona desmilitarizada se asemeja a la de zonas y localidades sanitarias, a la de zonas neutralizadas y a la de zonas y localidades sanitarias y de seguridad (cf. GP I, art. 60). Zonas neutralizadas: Zonas que pueden crearse en las regiones en donde se llevan a cabo combates y que son destinadas a proteger contra los efectos de las hostilidades, sin ninguna distinción, a los heridos y a los enfermos militares y civiles, así como a las personas civiles que no participan en las hostilidades y que no se dedican a ningún trabajo de índole militar. Tanto el reconocimiento como la identificación de las zonas neutralizadas deben ser objeto de un acuerdo entre las partes. La noción está muy relacionada con las instituciones jurídicas siguientes: zonas y localidades sanitarias; zonas y localidades sanitarias y de seguridad y zonas desmilitarizadas. (Cf. G IV art. 15). Zonas y localidades sanitarias: Zonas y localidades organizadas a fin de proteger de los efectos de la guerra a los heridos y enfermos de las Fuerzas Armadas, así como al personal encargado de la organización y de la administración de estas zonas y localidades y de los cuidados que han de darse a las personas que allí se encuentran agrupadas. Deben responder a las condiciones siguientes: 74 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ a) sólo representarán una pequeña parte del territorio controlado por la potencia que las halla designado; b) no deberán estar muy pobladas con respecto a sus posibilidades de alojamiento; c) estarán alejadas y desprovistas de cualquier objetivo militar y de toda importante instalación industrial o administrativa; Cruz Roja Colombiana d) no estarán en regiones que, muy probablemente, puedan tener importancia para la conducción de la guerra; e) las vías de comunicación y los medios de transporte que allí halla no se utilizarán para desplazamientos de personal o de material militar, ni siquiera en tránsito; f) no serán defendidas militarmente en ninguna circunstancia. Su reconocimiento deberá ser objeto de un acuerdo entre las partes. La noción de zonas y localidades sanitarias es cercana a las nociones siguientes: zonas y localidades sanitarias y de seguridad, zonas neutralizadas, zonas desmilitarizadas. Serán señaladas con signos distintivos apropiados. (Cf. G I art. 23 y Anexo 1) Zonas y localidades sanitarias y de seguridad: Zonas organizadas de manera tal que se pueda proteger contra los efectos de la guerra a los heridos, los enfermos, los inválidos, los ancianos, los niños menores de quince años, las mujeres embarazadas y las madres de niños de menos de siete años, así como a las personas consideradas para las zonas y localidades sanitarias. Deben responder a las mismas condiciones que estas últimas. Su reconocimiento debe ser objeto de un acuerdo entre las partes; están señaladas con signos distintivos apropiados. La noción debe relacionarse con las instituciones jurídicas siguientes: zonas y localidades sanitarias; zonas neutralizadas; zonas desmilitarizadas (cf. G IV art. 14, Anexo 1). Por lo general esta medidas pretenden disminuir los efectos de las hostilidades o los daños causados y sufrimientos superfluos, debido a que en muchas ocasiones es inevitable el sufrimiento de la Población Civil en las situaciones de conflicto armado el DIH y los DDHH poseen un núcleo común e irreductible para la protección del ser humano aun las situaciones mas criticas como ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 3- Medidas de protección jurídica 75 COMPILACION DE LECTURAS son los conflictos armados , estas normas fueron consagradas en el articulo 3 común, en el PAI art. 75 , y PAII art. 4,5,6 y constituyen el reconocimiento y mantenimiento de la vigencia de Derechos Humanos aun en las situaciones d conflicto armado. En estas normar se prohibe en cualquier momento y lugar realizar actos en contra de las garantías fundamentales de los individuos que no participen directamente de las hostilidades o que dejaron de participar de ellas, en resumen, tales como: Los atentados contra la vida y la integridad corporal, especialmente el homicidio en todas sus formas, las mutilaciones, los tratos crueles , la tortura, y los suplicios. (protección del derecho a la vida, la dignidad y la integridad física) La toma de rehenes (protección de la libertad, ) Las condenas dictadas y las ejecuciones sumarias sin previo juicio ante un tribunal legítimamente constituido, con garantías judiciales reconocidas como indispensables para los pueblos civilizados ( garantía al debido proceso libertad, el tribunal deberá respetar los principios recocidos por el procedimiento judicial ordinario, se procurara evitar imponer la pena de muerte) En el articulo 75 del PA y, se prohibe incluso la amenaza de cometer estos actos. 4- Medidas preventivas de carácter táctico: 76 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Otras de las medidas preventivas del DIH para evitar sufrimientos y daños colaterales a la población civil son regulaciones humanitarias en la conducción de hostilidades o sistema preventivo de carácter táctico: “El derecho de los conflictos armados no es un obstáculo para la eficiencia militar. El derecho de la guerra y los principios tácticos Cruz Roja Colombiana son compatibles”4 Quien comanda una operación militar debe concentrase en lo esencial de la conducción de las operaciones, por eso el proceso en la toma de decisiones ha de ser un procedimiento rutinario táctico militar fundamentado en las reglas del DIH, en forma simplificada, veamos las responsabilidad táctica de los comandantes en función del DIH: Atacar solo objetivos militares Respetar a las personas y bienes que no contribuyen al esfuerzo Militar Recurrir a la Fuerza Necesaria para cumplir con la misión Militar. 4 Las operaciones militares se realizarán con un cuidado constante de preservar a la población civi, a las personas civiles y a los bienes de carácter civil. Quien preparan o deciden un ataque tiene la obligación de verificar que los objetivos que se pretender atacar no son personas civiles o bienes civiles. . CEES DE, Rover, Servir y Proteger. CICR pag. 111 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Lo anterior tiene una relación directa con los principios de distinción, proporcionalidad, protección, y limitación (Métodos y Medios), el articulo 48 del PAI, obliga a quien conduce una operación militar a “distinguir entre Población cicvil y Combatientes o personas que participan directamente de las hostilidades y entre bienes civiles y objetivos militares, los ataques a la población civil indiscriminados o selectivos constituyen infracción grave al DIH y por lo tanto crímenes de guerra (Art. 85 PAI, Art. 8,2,e,i Estatuto de Roma - CPI) . Estos principios del DIH regulan la táctica militar esto es, imponen limites en la utilización de la fuerza la cual debe desplegarse: con proporcionalidad, con distinción y protegiendo a la población civil de las acciones hostiles, por lo tanto, el DIH posee normas que le imponen ciertas precauciones de orden táctico a a quienes dirigen planean, conducen, y controlan un ataque (art. 57 PAI) : 77 COMPILACION DE LECTURAS Tomar las precauciones factibles en la elección de métodos y medios 5 Abstenerse de decidir un ataque cuando se prevé que causara incidentalmente muertos y heridos en la población civil, daños a bienes civiles o ambos casos. Suspender el ataque si se advierte que el objetivo no es militar o que goza de protección especial. 5- Otras prohibiciones especiales: El DIH prevé otras disposiciones en relación con la protección de la población civil relacionados de los efectos graves que pueden desencadenar operaciones de tipo militar entre otros: 78 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 5 Se prohibe atacar, sustraer, inutilizar bienes indispensables para la supervivencia de la población civil (Art. 54 PAI) Causar daños en el medio ambiente natural (art. 55 PAI) Se prohibe atacar: diques, presas, centrales nucleares de energía eléctrica, las cueles pueden desencadenar fuerzas peligrosa que causaran daños indiscriminados que pueden afectar a la población civil y sus bienes. Impone obligación de asistir a los heridos, enfermos, náufragos, desplazados; en general personas protegidas que incluyen a civiles afectados. . En el DIH existen métodos y medios prohibidos y restringidos entre otros: Métodos Prohibidos: No dar Cuartel, la perfidia, Hambruna a la población civil., el terror. Medios Prohibidos: Minas antipersons, armas láser cegadoras, modificación de municiones, municiones de fragmentos no localisables con Rayos X), este tema fue tratado en el manual y de formación de Instructores CRC) Impone la obligación de realizar acciones humanitarias de tipo material y asistencial que disminuyan el impacto de las hostilidades en la población civil. En el CG IV artículos 23, 55, 59,60, 61 y 62 es brinda garantías para satisfacer necesidades básicas y esenciales de la población civil , estas normas son complementadas en el PAI art. 68 al 71, igualmente el PAII articulo 18, 2 se contempla la posibilidad (Con el consentimiento de la Alta Parte Contratante) de emprender acciones de socorro en favor de la Población Civil, de carácter exclusivamente humanitario e imparcial y realizadas sin distinción de carácter desfavorable. Las acciones de socorro (acciones humanitarias ) nacionales e internacionales encaminadas a reducir el efecto y consecuencias de los conflictos armados está en concordancia con la carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Declaración de principios sobre la organización de socorros a la Población Civil en casos de desastres (resolución XXVI de la XXI Conferencia Internacional de la Cruz Roja ) la cual deberá aplicarse en situaciones de conflicto armado y las partes en conflictos deberán facilitar su aplicación. El DIH establece acciones de apoyo a la población civil a través de los servicios de protección civil ; que cumplen tareas humanitarias como: Evacuación , refugios, sistemas de alarmas, salvamento y rescate, primeros auxilios, control de incendios, apoyo logístico a emergencias, servicios funerarios, entre otras), las personas que conforman estos organismos civiles y sus misiones son protegidas por el DIH inclusive en territorios ocupados por potencias extranjeras. La protección de los organismos de Protección Civil cesarán solo si sus acciones perjudican al adversario contribuyendo al esfuerzo militar. 6- Medidas de protección de discriminación positiva para grupos vulnerables de la población civil. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Cruz Roja Colombiana 79 COMPILACION DE LECTURAS El concepto de población civil o la categoría consagrada en el DIH esta elaborada para comprender una agrupación de personas civiles, ese marco conceptual lo podemos discriminar , en este caso por sub categorías tomando como referencia variables como la edad, el sexo, estado de salud o problemas coyunturales que generan grupos altamente vulnerables y que en la historia de los conflictos armados han tenido mayores niveles de afectación directa. En estas sub categorías podemos encontrar: Niños, mujeres, civiles en situación de desplazamiento, ancianos, civiles heridos enfermos y náufragos , civiles privados de la libertad entre otras. De acuerdo con el propósito de está ponencia se presenta un resumen de las normas del DIH que han sido elaboradas para especificar la protección debida a personas civiles de grupos vulnerables como los niñas y niñas, mujeres y civiles en situación de desplazamiento, no obstante el resto de categorías serán desarrolladas en otros módulos de acuerdo con la organización de los ejes temáticos. 80 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 6.1 . Niños : Hay que recordar que el DIH confiere una protección general a la población civil “No serán objeto de ataques.. ” El DIH no muestra preferencia por alguna categoría de personas, los niños y niñas que no combaten (que no participar directamente de las hostilidades) están cubiertos por esta protección las cuales fueron descritas en las Medidas de Protección Jurídica, desarrolladas en esta lección. Con el propósito de especificar ciertas garantías el DIH contiene normas de discriminación positiva en relación con las niñas y niños en las situaciones de conflicto armado (Interno o Internacional ) sin desconocer la legislación interna de carácter protectora en relación con los niños y de tratados de DDHH que contienen normas de protección especial para la infancia. como la Convención sobre los derechos del niño, la carta internacional de Derechos Humanos entre otros) que favorecen la protección de niños y niñas. Cruz Roja Colombiana El número de niños reclutados por la fuerzas o que se alistan voluntariamente en grupos armados aumenta paulatinamente, no obstante las prohibiciones del DIH, en relación con el reclutamiento de menores “ Las partes en conflicto tomarán todas las medidas posibles para que los niños menores de 15 años no participen directamente de las hostilidades, especialmente absteniéndose de reclutarlos para las Fuerzas Armadas..” PAI art. 77,2) en el PAII art. 4, 3, c, se consagra igual disposición “los niños menores de 15 años no serán reclutados en las fuerzas o grupos Armados y no se permitirá que participen en las hostilidades..” Esta prohibición protege a los niños del reclutamiento y de la participación directa en las hostilidades lo que pondría al niño o la niña en graves riesgos contra su vida , la integridad física, y la libertad, el niño no solo pone en riesgo los derechos mencionados anteriormente sino que por su personalidad en ocasiones inmadura e impulsiva pone en riesgo a personas protegidas que están en su ámbito de acción. No obstante si son capturados seguirán recibiendo la protección especial debida, consagrada en el DIH. Igualmente el Protocolo facultativo 2000 de la convención de los derechos del niño (art. 1,2,3 y 4) obliga a un Estado parte, tomar las medidas legislativas para prohibir y sancionar el reclutamiento de los menores de 18 años en sus fuerzas armadas y el reclutamiento voluntario u obligatorio y toda utilización de menores de 18 años en los grupos armados que no sean las Fuerzas Armadas de un Estado. Siendo esta última una norma mas favorable (limite de edad) que el mismo DIH. El CGIV se estipula la atención especial del niño y la niña, este principio se enuncia en el PI adicional “ Los niños serán objeto de un respeto especial y se les protegerá contra cualquier forma de atentado al pudor . Las partes en ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ A continuación presentamos un resumen general de las normas del DIH que brindan protección específicas a esta sub categoría de personas protegidas en situaciones de conflicto armado. 81 COMPILACION DE LECTURAS conflicto les proporcionarán los cuidados y la ayuda que necesiten, por su edad o por cualquier otra razón” En caso de conflicto armado interno este principio se aplica igualmente. “ Se proporcionaran a los niños los cuidados y la ayuda que necesiten y en particular...” La protección especial del niño en Conflictos armados de indole internacional y conflictos armados internos se pueden resumir en : Protección de cualquier forma de atentado contra el pudor. Educación, entorno cultural e incluida la educación la religiosa. Reunión oportuna con los padres o familiares, Primordial en caso de evacuación hacia un lugar seguro, regulación para traslado y evacuación a zonas especiales e identificacion del niño o niña. Cuidado, asistencia médica, prioridad de socorros y entrega de víveres Internamiento en lugares diferentes de los adultos. La participación directa en las hostilidades El reclutamiento de niños menores de 15 años. Que pierdan la calidad de niños si son capturados La pena de muerte a menores de 18 años en el momento de la infracción. 82 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 6.2. Mujeres En los conflictos armados pasados y actuales las mujeres han sido uno de los grupos de la población civil mas afectados , corren riesgos adicionales por su condición de mujer como la violencia Cruz Roja Colombiana sexual, desplazamientos, viudez, desapariciones entre otras. El DIH contiene normas de protección general y confiere normas especificas que confieren una protección especial. El DIH contiene todo un sistema de protección general, las mujeres igualmente se benefician de ese sistema : Si son combatientes o participan directamente de las hostilidades se benefician de la protección general de la regulación de métodos y medios prohibidos en la conducción de hostilidades, si son capturadas se benefician de las garantías fundamentales para las personas privadas de la libertad o el estatuto de prisioneras de guerra, si son heridas, están enfermas o naufragas se benefician de las disposiciones del DIH para esta categoría de personas protegidas y si no participan de las hostilidades son personas civiles por lo cual estarán protegidas por las normas vistas anteriormente relacionadas con este tema en el desarrollo de esta lección. Las mujeres que no toman parte en el desarrollo de las hostilidades o que dejaron de participar en ellas tiene derechos a recibir un trato humano (garantías fundamentales), están protegidas contra tratos abusivos y los efectos de los combates. Tiene derecho al respeto de su vida, la integridad física, a no ser la torturadas o que se cometan actos de violencia en su contra. Están espacialmente protegidas contra los atentados a su honor, en particular contra actos de violación, prostitución forzada, y contra cualquier acto o atentado al pudor. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ En materia de protección especial debido a las particularidades que tiene como mujeres, el DIH en los cuatro convenios de ginebra y los protocolos adicionales brindan las siguientes garantías: 83 COMPILACION DE LECTURAS En caso de internamiento tienen derecho a estar en locales de aseo y dormitorios separadas de los hombres y de ser custodiadas por mujeres. Trato y protección especial en caso de embarazo o que se encuentre lactando. Las anteriores disposiciones se encuentran el CGIV art 27. 2 ; el PAI arts 75 y 76; y en el PAII art 4-2-e, 5-2-a, 6-4) 6.3. Población civil en situación de desplazamiento 84 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Existen fenómenos similares en relación con el desplazamiento de personas civiles, cuando huyen de su país son denominados refugiados, cuando no atraviesan las fronteras nacionales se les considera personas desplazadas, en el DIH el problema se planteo en 1949 , el IV Convenio de Ginebra establece normas de protección contra las deportaciones, traslados y evacuaciones de personas civiles en territorios ocupados (Conflicto Armado Internacional), a través de las Naciones Unidas se da un desarrollo de derecho con el fin de proteger a los refugiados, en 1951 se aprobó la Convención de las Naciones Unidades sobre el Estatuto de los Refugiados, de conformidad con el articulo 1 de la mencionada convención, el termino refugiado, se aplica a toda persona que “.(..) debido a fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre por fuera del país de su nacionalidad y que no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país; o, que careciendo de nacionalidad o hallandose, a consecuencia, a consecuencia de tales acontecimientos, fuera del país donde antes tuviera su residencia habitual, no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera regresar a él. “ En la Convención de la OUA (Organización de las Unidad Africana) y en la Declaración de Cartagena (1984) se amplia la definición para incluir a las personas que huyen a causa de situaciones que perturban el orden público, como son los conflictos armados o los disturbios. Cruz Roja Colombiana Los refugiados se benefician en primer lugar de la protección conferida por el Derecho de los Refugiados y el cometido del ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para refugiados ) , igualmente el DIH los protege en situaciones de conflicto armado internacional, como se menciono anteriormente en CGIV y el PAI se confiere protección especial a los refugiados, en particular a los que se encuentran en territorios ocupados, y se consagra el principio de no rechazo, base del derecho de los refugiados. En situaciones de conflicto armado de carácter no internacional, actualmente el problema plantea mayor gravedad, se presentan desplazamientos forzados de grupos étnicos nacionales opuestos al gobierno central, redistribución de zonas geográficas entre otras, provocan crisis humanitarias severas en la población civil desplazada desde el punto de vista económico, social, cultural, educativo, político, en fin una serie de dimensiones que derivan otros problemas y que afectan derechos fundamentales del ser humano para vivir con dignidad y mínimos vitales esenciales para su supervivencia y desarrollo en la esfera política, cultural y social. En conflictos armados internos, el PAII art. 17 prohibe el desplazamiento forzado, como elemento importante e indispensable para la protección de la población civil “no se podrá ordenar el desplazamiento de la Población Civil por razones relacionadas con el conflicto ..., lo anterior a reserva de dos circunstancias de excepción: La segunda, por razones militares imperiosas (4); basado en el principio de necesidad militar , la cual debe ser sometida a un cuidados examen por parte de quien ordena el desplazamiento, el termino imperiosa, reduce el mínimo los casos en que se podría efectuar el desplazamiento. En tal caso, el desplazamiento se debe ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La primera, por razones de medidas preventiva de protección de las personas civiles cuando corren graves peligros inminentes por el desarrollo de las hostilidades, en este caso no se puede prohibir el desplazamiento, prima la seguridad de la población civil. 85 COMPILACION DE LECTURAS efectuar bajo condiciones satisfactoria de seguridad, alojamiento, alimentación, salubridad e higiene. Los desplazados se benefician de varias ramas del Derecho Positivo, principalmente del derecho nacional o doméstico, (en Colombia la ley 387 de 1997 y el decreto reglamentario 2569 de 2000) que brinda garantías para la asistencia humanitaria de emergencia y a la estabilización socio económica de la población en situación de desplazamiento), el Derecho de los Derechos Humanos (en lo que cocieren el derecho a al educación, la vivienda, el trabajo, a la vida en familia, y otros derechos de protección de la integridad física y la dignidad humana entre otros), y en situación de conflicto armado de carácter no internacional por el DIH como se menciono anteriormente. 86 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Cabe recordar que en Colombia, el Comité Internacional de la Cruz Roja y la Sociedad Nacional de la Cruz Roja Colombiana, han desplegado ingentes esfuerzos en la prevención del desplazamiento forzado (Difusión del DIH) y en la asistencia material de carácter humanitario desde la década de los años ochenta con el fin de mitigar el impacto social y económico de la población civil desplazada por la situación de conflicto armado. Cruz Roja Colombiana MUJERES Y GUERRA 1. LA MUJER, LOS DERECHOS HUMANOS Y EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO 30-09-1998 Revista Internacional de la Cruz Roja No 147, septiembre de 1998, pp. 453-467 por Judith Gardam La mujer, los derechos humanos y el derecho internacional humanitario Durante los últimos 50 años, la evolución de los principios de los que forman parte los derechos humanos ha tenido importantes repercusiones en el derecho internacional humanitario y en el derecho internacional en general [1]. En los últimos años, el movimiento en favor del reconocimiento de la igualdad de derechos de las mujeres ha ejercido, con cierto resultado, su propia influencia en los derechos humanos [2]. En 1979, por ejemplo, la comunidad internacional aprobó la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la . V. por ejemplo, A. H. Robertson, «Humanitarian law and human rights», en C. Swinarski (ed.), Studies and essays on international humanitarian law and Red Cross principles in honour of Jean Pictet, CICR/Martinus Nijhoff, Ginebra/La Haya, 1984, p. 793. 2 . Para tener una visión general de los logros del último decenio, véase C. Chinkin, «Feminist interventions in international law: Reflections on the past and strategies for the future», Adelaide Law Review, vol. 19, 1997, pp. 15-18. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 1 87 COMPILACION DE LECTURAS Mujer, de la que son Partes actualmente 155 Estados. Se está examinando la aprobación de un protocolo facultativo en el que se prevería la posibilidad de presentar quejas ante la Comisión para esa Convención. Las organizaciones gubernamentales y no gubernamentales han centrado cada vez más su atención en los derechos humanos de la mujer y, como resultado, hay una amplia gama de estudios, informes y recomendaciones sobre varios aspectos de la cuestión. Así pues, el tema de la mujer es un punto firmemente establecido en el orden del día internacional de los derechos humanos. Sin embargo, muchos de los sufrimientos humanos en el mundo de hoy tienen lugar en el marco de situaciones de conflicto armado, en las que se suspende la mayor parte de los derechos humanos, y a las personas les queda como única protección fiable la que les ofrece el derecho internacional humanitario [3]. En tales situaciones, las mujeres son las principales víctimas [4]. Por otra parte, actualmente hay pruebas de que las mujeres viven los conflictos de forma diferente que los hombres [5], fenómeno confirmado por quienes trabajan sobre el terreno. Esta experiencia específica, aunque sus efectos difieran mucho de una cultura a otra dependiendo del papel de la mujer en cada sociedad, está relacionada con la particular vulnerabilidad de este grupo cuando se desencadena un conflicto armado. La guerra exacerba las 3 . Para ahondar en el examen de la situación por lo que respecta a los derechos humanos en tiempo de conflicto armado, véase Y. Dinstein, «Human rights in armed conflict: International humanitarian law» en T. Meron (ed.), Human rights in international law: legal and policy issues, vol. 2, Clarendon Press, Oxford, p. 345. 88 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 4 . V. la declaración de Renée Guisan, jefa de la delegación del CICR en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, Beijing, y el párr. 136 de la Plataforma de Acción de Beijing en Fourth World Conference on Women, Action for Equality, Development and Peace, Beijing Declaration and Platform for Action, UN Doc. A/Conf.177/20 (1995) (en adelante Plataforma de Acción de Beijing). 5 . Ibíd. y v. Harvard Study Team, Health and Welfare en Iraq after the Gulf crisis, capítulo 9, 1991. Cruz Roja Colombiana desigualdades que existen de forma diferente y en distinto grado en todas las sociedades, y las mujeres son el 70 por ciento de la población mundial que vive en situación de pobreza [6]. Además, se encuentran generalmente en situación de desventaja por lo que atañe a la educación y tienen mucha menos movilidad que los hombres debido a su papel tradicional de tener que estar al servicio de otros [7]. Quizás más importante es el hecho de que las mujeres están generalmente excluidas del acceso a las estructuras de poder y de la participación en la toma de decisiones en relación con los conflictos armados. Así pues, no pueden hacer oír su voz cuando se trata de explicar las dificultades particulares con que tropiezan en situaciones de conflicto armado y, por otra parte, carecen de autoridad para recomendar una determinada acción preventiva. Dada esta situación, en este artículo se examina la medida en que influyen para el derecho internacional humanitario tanto la atención de que son objeto los derechos humanos de la mujer como los avances logrados por lo que respecta a la protección de la mujer en el marco de los derechos humanos. Como veremos, esta influencia apunta, ante todo, a los progresos realizados por lo que respecta a la criminalización y el castigo de la violencia sexual contra las mujeres durante los conflictos armados. Por lo tanto, cabe examinar más detenidamente la cuestión de la mujer, los conflictos armados y el derecho internacional humanitario. Las disposiciones del derecho de los conflictos armados relativas a la mujer cuando se aprobó la Declaración Universal de Derechos Humanos 6 . La feminización de la pobreza fue un ámbito clave de preocupación en la Conferencia de Beijing, v. Plataforma de Acción, párrs. 47 y 48. 7 . V. CICR (ed.), Women and war, 1995. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ En algunos de los primeros documentos del derecho de los conflictos armados, sólo ocasionalmente se hace referencia a la protección de la mujer. Por ejemplo, en el artículo XLVII del Código 89 COMPILACION DE LECTURAS Lieber se sanciona la violación de los habitantes de un país hostil [8] . Sin embargo, hasta hace poco tiempo, no se tomaba muy en serio la práctica de la violencia sexual contra las mujeres. La práctica de la violación no figuraba entre los crímenes de guerra enumerados por el Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, a pesar de la gran incidencia de casos de violencia sexual durante la Segunda Guerra Mundial. En los autos de procesamiento ante el Tribunal de Tokio figuraban acusaciones de actos de violación y algunos mandos fueron condenados por no haber logrado garantizar el cumplimiento de la ley por parte de sus subordinados. Además, aunque en los estatutos de los tribunales nacionales de las potencias ocupantes establecidos para juzgar delitos cometidos en Alemania figuraba la práctica de la violación como un crimen de guerra, no se incoó proceso alguno sobre la base de ese delito [9]. Sin embargo, generalmente se consideraban las prácticas de violación y de violencia sexual contra las mujeres como un aspecto inevitable de los conflictos armados y raramente se procesaba [10]. Los cuatro Convenios de Ginebra de 1949 [11], que cuando fueron aprobados eran los principales instrumentos para la protección 8 . V., por ejemplo, el art. XLIV del Código Lieber; Instructions for the government of armies of the United States in the field, General Orders No. 100, April 24, 1863, reproducido en L. Friedman, The laws of war: A documentary history, 1972, p. 158. 9 . V. Control Council Law, n 10 de 1945, Control Council for Germany, Official gazette, 31 de enero de 1946, reproducido en Friedman, ibíd. p. 908. 10 . V. como referencia general C. Chinkin, «Rape and sexual abuse of women in international law», European Journal of International Law, 1994, p. 326. 90 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 11 . Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para aliviar la suerte que corren los heridos y los enfermos de las fuerzas armadas en campaña; Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 para aliviar la suerte que corren los heridos, los enfermos y los náufragos de las fuerzas armadas en el mar; Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo al trato debido a los prisioneros de guerra; Convenio de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección debida a las personas civiles en tiempo de guerra (en adelante IV Convenio de Ginebra). Para una descripción general del sistema del derecho internacional humanitario en relación con la mujer, véase M. Tabory, «The status of women in humanitarian law»; Yoram Dinstein (ed.), International law at a time of perplexity, 1989, p. 941; y F. Krill, «Protección de la mujer en el derecho internacional humanitario», RICR, nº. 72, noviembre-diciembre de 1985, p. 367. Cruz Roja Colombiana de las víctimas de los conflictos armados (y que con sus dos Protocolos [12] de 1977 lo siguen siendo actualmente), contienen 19 disposiciones específicamente relativas a la mujer. Su alcance es algo limitado y la finalidad de muchas de esas disposiciones es de hecho proteger a los niños [13]. En su conjunto, el objetivo de los Convenios es prestar una protección especial a las mujeres encintas, las madres lactantes y las madres en general y presentar la cuestión de la vulnerabilidad de las mujeres ante la violencia sexual en tiempo de conflicto armado. Es muy significativo que, en el párrafo 2 del artículo 27 del IV Convenio de Ginebra figure la primera disposición específicamente referente a la práctica de la violación; se estipula que «las mujeres serán especialmente protegidas contra todo atentado a su honor y, en particular, contra la violación, la prostitución forzada y todo atentado a su pudor». Aunque este artículo es un reconocimiento esperado desde hacía tiempo de que la práctica de la violación en tiempo de conflicto armado es inaceptable, no se reconoce el alcance ni la gravedad de esa práctica, dado que esta disposición no se incluye en la categoría de infracciones graves del derecho internacional humanitario (de conformidad con esta categoría, los Estados están obligados a buscar y castigar a las personas que no observen determinadas disposiciones de los Convenios). El párrafo 2 del artículo 27 también ha sido objeto de críticas sobre la base de que, como en muchas otras disposiciones relativas a las mujeres, se clasifican los actos de violación como atentados al honor de las víctimas y no se refleja, así, la gravedad del delito de violencia sexual [14]. Aparte de la protección estipulada en esos artículos, que es 13. V. arts. 50 y 132 del IV Convenio de Ginebra. 14. V. J. Gardam, «Women and the law of armed conflict», International and Comparative Law Quarterly, vol. 46, 1997, p. 74. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 12. Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados internacionales (Protocolo I), del 8 de junio de 1977 y Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la protección de las víctimas de los conflictos armados sin carácter internacional (Protocolo II), del 8 de junio de 1977. 91 COMPILACION DE LECTURAS claramente válida en los límites de su ámbito de aplicación, no hay ninguna indicación clara en las disposiciones de los Convenios de Ginebra de que las dificultades con que tropiezan las mujeres en situaciones de conflicto armado son específicas y plantean cuestiones más amplias que su papel de madres y como víctimas de la violencia sexual. ¿En qué medida influyó el movimiento de los derechos humanos en la formulación de las disposiciones relativas a las mujeres de los Protocolos de 1977? 92 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ El movimiento para obtener avances en el derecho internacional humanitario, que culminó con la aprobación de los Protocolos de 1977 por parte de los Estados, debe mucho a los progresos en el ámbito de los derechos humanos. Gerald Draper escribió que el derecho de los conflictos armados «había llegado peligrosamente a un punto de casi estancamiento cuando se produjo el impacto del movimiento en favor de un régimen de derechos humanos» [15] . Ya en 1956, el CICR había ultimado un proyecto de normas para limitar los peligros que corría la población civil en tiempo de guerra. No se tomó decisión alguna por lo que respecta a esas normas. La cuestión de la revisión del derecho de los conflictos armados fue archivada por la comunidad internacional hasta que los trabajos sobre derechos humanos en tiempo de paz emprendidos por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y la Asamblea General de las Naciones Unidas comenzaron a extenderse lógicamente a la preocupación por los derechos humanos en situaciones de guerra. La Conferencia Internacional de Derechos Humanos, celebrada en Teherán, el año 1968, puede considerarse como un momento decisivo a este respecto [16]. El resultado de esas iniciativas fue la aprobación de los dos Protocolos de 1977, que tienen un sabor inconfundible a 15. V. G.I.A.D. Draper, «Human rights and the law of war», Virginia Journal of International Law, vol. 12, 1972, p. 336. 16. V. la resolución XXIII, «Los derechos humanos en los conflictos armados», aprobada por la Conferencia Internacional de Derechos Humanos, Teherán, 12 de mayo de 1968. Cruz Roja Colombiana derechos humanos. En los Protocolos se fusionaron los respectivos principios de los así llamados derecho de La Haya y derecho de Ginebra, y están centrados en la protección debida a las personas civiles [17]. ¿Qué enfoque se adopta en los Protocolos por lo que atañe a las mujeres víctimas de los conflictos armados? ¿Se incluye en la importancia dada a la protección, que fue el puntal de las negociaciones que culminaron con la aprobación de esos instrumentos, y que refleja en el texto final, el reconocimiento de las dificultades específicas con que tropiezan las mujeres de conflicto armado? En su conjunto, el enfoque en relación con la mujer permanece inalterado en las disposiciones de los Protocolos. Lo importante sigue siendo la protección de las mujeres encintas y de las madres. Por lo que atañe a la violencia sexual, el artículo 76 del Protocolo I contiene la importante y amplia disposición específicamente dedicada a la protección de las mujeres contra la violación, aunque no se considere esa práctica como una infracción grave. Ni en los trabajos preparatorios ni en las propias disposiciones, se reconocen los otros problemas específicos que a las mujeres se plantean en situaciones de conflicto armado. Mujeres y derechos humanos 17. V. como indicación general, J.G. Gardam, Non-combatant immunity as a norm of international humanitarian law, Martinus Nijhoff Publishers, Dordrecht/Boston/Londres, 1993. 18. V., por ejemplo, C. Baunch, «Women’s rights as human rights: Towards a revision of human rights», Human Rights Quarterly, vol. 12, 1990, p. 486; y H. Charlesworth, «What are women’s human rights?, in R. Cook (eds.), Human rights of women: National and international perspectives, 1994, p. 58. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Sería falaz describir el cuerpo de derechos humanos en vigor como un régimen satisfactorio desde la perspectiva de la mujer. Los especialistas han demostrado de forma convincente las limitaciones de este derecho, en el que no se tiene debidamente en cuenta la realidad de la experiencia de vida de las mujeres [18]. 93 COMPILACION DE LECTURAS Sin embargo, en el contexto de los derechos humanos, más bien que en el del derecho internacional es donde se han obtenido mayores progresos por lo que respecta al reconocimiento de las necesidades de las mujeres, que hasta entonces se habían ignorado, así como por lo que atañe a la tentativa de responder a esas necesidades [19]. Esta atención prestada a los derechos humanos de la mujer ha tenido consecuencias importantes para el derecho humanitario. El hecho de que la violencia contra las mujeres y dado que las estrategias para reprimirla hayan sido el centro de atención para gran parte de los trabajos de los organismos de derechos humanos concernidos por este grupo ha inducido a hacer un examen de la cuestión en el marco de los conflictos armados, ámbito en el que tiene lugar gran parte de las violencias contra las mujeres. ¿Cuáles han sido los resultados de estos trabajos? En la declaración y el Programa de Acción de Viena (1993), aprobados por la Conferencia de las Naciones Unidas de Derechos Humanos, se ratifica que «las violaciones de los derechos humanos de la mujer en situaciones de conflicto armado constituyen violaciones de los principios fundamentales de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario» y que todos los delitos de ese tipo requieren «una respuesta especialmente eficaz» [20]. En el Programa de Acción también se destaca que «la igualdad de condición de la mujer y sus derechos humanos» deben integrarse en las principales actividades de todo el sistema de las Naciones Unidas» y «asegurarse de que en las actividades de derechos humanos de las Naciones Unidas se traten periódicamente las violaciones de los derechos humanos de la mujer» [21]. 19 . V. Chinkin, supra (n. 2). 94 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 20 . V. art. 38 de la Declaración y Programa de Acción de Viena, Doc. NU A/ CONF.157/24 (parte 1), 13 de octubre de 1993. 21 . Si se desea saber lo que significa «integrarse en las principales actividades» de las Naciones Unidas, véase ACNUR, Policy on refugee women and UNHCR, Guidelines on the protection of refugee women,1991, pp. 5-7. Si se desea una reseña de las iniciativas tomadas para alcanzar este fin, véase como ejemplo general, A. Gallagher, «Ending the marginalization, Strategies for incorporating women into the United Nations human rights system», Human Rights Quarterly, vol. 19, 1997, p. 283. Cruz Roja Colombiana Este creciente movimiento para buscar soluciones en cuanto al problema favoreció la aprobación de la Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer por la Asamblea General en diciembre de 1993. En la Declaración se reconoce expresamente que las mujeres en situaciones de conflicto armado «son particularmente vulnerables a la violencia» [22]. Otro importante avance por lo que respecta a la mujer y los derechos humanos durante los conflictos armados fue el nombramiento de relatores especiales con mandatos que abarcan ciertos aspectos de la experiencia de las mujeres en situaciones de conflicto armado. En 1994, la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas designó a la señora Radhika Coomaraswamy como relatora especial sobre la violencia contra la mujer, con un mandato que abarcaba las situaciones de conflicto armado. En enero de 1998, la relatora especial presentó su informe al respecto, en el que dice que, a nivel internacional, los Convenios de Ginebra «deben evaluarse y revisarse para incorporar nuevas normas sobre la violencia contra la mujer en caso de conflicto armado» [23]. Por otra parte, en 1995, la Subcomisión de las Naciones Unidas de Prevención de Discriminación y Protección a las Minorías designó a Linda Chávez como relatora especial sobre la situación relativa a la violación sistemática, la esclavitud sexual y las prácticas análogas a la esclavitud durante los conflictos armados [24]. La IV Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer celebrada en Beijing, el año 1995, reconoció la gravedad de las 22 . Declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, UN GA/Res/ 48/104, 20 de diciembre de 1993, preámbulo, párr. 7 y art. 2. 24 . V. Informe preliminar de la Relatora Especial sobre la situación relativa a la violación sistemática, la esclavitud sexual y las prácticas análogas a la esclavitud durante los conflictos armados, UN Doc. E/CN.4/Sub.2/1996/26, 16 de julio de 1996. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 23 . V. R. Coomaraswamy, Informe de la Relatora Especial sobre la violencia contra la mujer, con inclusión de sus causas y consecuencias, UN Doc. E/CN.4/1998/54. 95 COMPILACION DE LECTURAS situaciones de conflicto armado y su influencia en la vida de las mujeres. La Declaración de Beijing se remite a la determinación de los Estados participantes de «garantizar el respeto del derecho internacional, incluido el derecho humanitario, a fin de proteger a las mujeres y las niñas en particular». La Plataforma de Acción de la Conferencia consideró la cuestión de las mujeres y los conflictos armados como uno de los 12 ámbitos decisivos de especial preocupación, con respecto a los cuales deben adoptar medidas estratégicas los Estados miembros, la comunidad internacional y la sociedad civil. Un objetivo estratégico formulado por la Plataforma es «incrementar la participación de la mujer en la solución de los conflictos a niveles de adopción de decisiones y proteger a las mujeres que viven en situaciones de conflictos armados o de otra índole o bajo ocupación extranjera». 96 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Así pues, el procedimiento para determinar las dificultades especiales con que tropiezan las mujeres y demostrar que en el derecho no se reconocen esas dificultades está considerablemente más avanzado en el marco de los organismos de derechos humanos que en las organizaciones únicamente dedicadas a los conflictos armados. Por supuesto, para que su valor sea duradero, es necesario que los planes de acción, las recomendaciones y las propuestas sean aplicados. Los progresos son lentos, conllevando, a veces, mucho desaliento [25]. Sin embargo se perciben signos positivos. Es particularmente importante en este contexto la muy eficaz labor a nivel de base del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados por lo que respecta alas mujeres refugiadas [26]. 25 26 . V. Chinkin, supra (n. 2). . V. UNHCR, Policy on refugee women, supra (n. 21) y UNHCR, Sexual violence against refugees: Guidelines on prevention and response, 1995. Cruz Roja Colombiana Todos estos esfuerzos, aunque por su propia naturaleza abren nuevos caminos, se han centrado casi exclusivamente en la violencia sexual [27]. Y se ha ignorado gran parte del contexto más amplio del problema. Sin embargo, una excepción patente a esta estricta visión la encontramos, por ejemplo, en la labor del Consejo Económico y Social, particularmente en relación con las mujeres y los niños palestinos en los territorios ocupados [28]. Las repercusiones sobre el derecho internacional humanitario de los avances en el marco de los derechos humanos de la mujer No cabe la menor duda de que el trabajo de las organizaciones de derechos humanos ha tenido una considerable repercusión en el enfoque adoptado para la protección de las mujeres en tiempo de conflicto armado. En este contexto, en los últimos años, puede discernirse un cambio de orientación en la labor del CICR. La protección de las mujeres víctimas de los conflictos siempre ha formado parte del cometido del CICR. Sin embargo, tradicionalmente, las mujeres han sido incluidas en la categoría general de personas civiles o en la categoría aparte de «mujeres y niños». Y esto ha sido así aunque las necesidades de esas diversas categorías de víctimas no sean idénticas. A lo largo de los años, el CICR ha participado activamente en tentativas de atenuar los horrores de los conflictos por lo que atañe a las mujeres. Cabe destacar, por ejemplo, los esfuerzos, durante 28 . V., por ejemplo, E/RES/1991 del 30 de mayo de 1991; E/RES/1992/16 del 30 de julio de 1992; E/RES/1993/15 del 27 de julio de 1993; y E/RES/1995/30 del 25 de julio de 1995. V. también las resoluciones del ECOSOC relativas a la mujer y a los niños en Namibia, y a las mujeres y los niños víctimas del apartheid. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 27 . V., por ejemplo, Human Rights Watch (Helsinki Watch), War crimes in BosniaHerzegovina, 1993, pp. 18, 163-186; Informe final de la Commisión of Experts establecida en virtud de la resolución 780 del Consejo de Seguridad,UN Doc.S/ 1994/674 (examen de la cuestión de la violación y violencia sexual en los párrs 58-60 y 232-253); Human Rights Watch, Global report on women’s human rights, 1995 (párrs. 100-138 en relación con la violencia sexual contra las mujeres refugiadas y desplazadas); Human Rights Watch, Shattered lives: Sexual violence during Rwandan genocide and its aftermath, 1996. 97 COMPILACION DE LECTURAS la Segunda Guerra Mundial, por garantizar un trato justo a las mujeres prisioneras de guerra [29]. En el período de postguerra, el CICR también realizó esfuerzos, aunque esporádicos, para garantizar a las mujeres un trato humano en diversas situaciones de conflicto [30]. Sin embargo, por lo que respecta a la violencia sexual —la forma más común de violencia de que son víctimas las mujeres en una situación de conflicto— el silencio era ensordecedor, a pesar de la espantosa realidad de esa práctica en todos los conflictos armados. La invisibilidad de las mujeres y la violencia sexual rápidamente llegaron a su término con los acontecimientos que tuvieron lugar durante el conflicto armado en ex Yugoslavia, Aunque la violencia sexual contra las mujeres haya figurado en el orden del día de los organismos de derechos humanos durante varios años, fue este conflicto el que galvanizó a la comunidad internacional y dio lugar al más significativo avance del derecho humanitario, atribuible a la cada vez mayor importancia dada a los derechos humanos de la mujer: la inclusión de la práctica de la violación en la categoría de infracciones graves. 98 ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ En 1993, como respuesta al descubrimiento de infracciones generalizadas contra el derecho internacional humanitario en ex Yugoslavia, particularmente la violación y muchas otras formas de violencia sexual contra las mujeres, el Consejo de Seguridad estableció el Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia con objeto de enjuiciar a las personas responsables de tales actos. Uno de los problemas que había que resolver era el del lugar de la práctica de la violación en los estatutos de ese Tribunal. En 1992, refiriéndose a lo que era una infracción grave contra el derecho humanitario, el CICR declaró que la frase común en los Convenios de Ginebra y sus Protocolos (para evitar la confusión con lo de «común» creo que sería mejor decir: «las disposiciones sobre las 29. V. Krill, supra (n. 11), p. 356. 30. Ibíd., p. 357. Cruz Roja Colombiana infracciones graves del artículo 147 del IV Convenio de Ginebra....»), «el hecho de causar deliberadamente grandes sufrimientos o de atentar gravemente contra la integridad física o la salud» incluye claramente no sólo la violación, sino también cualquier otro atentado contra la dignidad de la mujer [31]. Esto reforzó el argumento que prevalecía en la Comisión de Expertos establecida por el Consejo de Seguridad para examinar la cuestión del establecimiento del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia, a saber, que, aunque la violación y otras formas de agresión sexual no se denominaban específicamente infracciones graves en los Convenios y los Protocolos, son «torturas o tratos inhumanos» y actos que «deliberadamente causan grandes sufrimientos o atentan gravemente contra la integridad física o la salud» y son, en consecuencia, sancionables como infracciones graves en virtud de los Convenios [32]. Sin embargo, en los estatutos del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia, la práctica de la violación sólo es sancionable como crimen de lesa humanidad y, para que se la considere como tal, debe estar dirigida contra la población civil en su conjunto: que ese acto tenga lugar sobre una base individual no era suficiente. Pero la práctica de la Oficina del fiscal siempre ha sido de acusar a los autores de violencias sexuales por crímenes de guerra y violaciones graves [33]. 31. ICRC, Update on Aide-memoire of 3 December 1992 (memorándum del 3 de diciembre de 1992). Ésta era una opinión compartida por algunos Estados; v. T. Meron, «Rape as a crime under international humanitarian law», American Journal of International Law, vol. 87, 1993, p. 427. 32. V. Informe final de la Comisión de Expertos establecida en virtud de la resolución 780 del Consejo de Seguridad, supra, (n. 27). 33. V. R. Coomaraswamy, supra (n. 23). ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Aunque el valor de precedente del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia esté limitado por su origen como medida del Consejo de Seguridad y por su alcance geográfico, el efecto normativo de este tipo de iniciativas tiene un alcance mucho más generalizado. Así pues, será difícil en adelante argumentar que 99 COMPILACION DE LECTURAS las prácticas de violación y las diversas formas de violencia sexual contra las mujeres cometidas en situaciones de conflicto armado internacional no son infracciones graves de las normas de los tratados. Es éste un importante avance del derecho humanitario y puede atribuirse al cada vez mayor reconocimiento de que los derechos humanos de la mujer requieren el procesamiento de los delitos de violencia sexual cometidos en el marco de los conflictos armados. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Sin embargo, en cuanto al caso del conflicto de Rwanda, se han expresado dudas por lo que respecta a si la experiencia yugoslava apunta a un cambio de dirección duradero en relación con la larga tradición de silencio y de inacción por lo que atañe a la violencia sexual contra la mujer en los conflictos armados. Tras escuchar el testimonio de mujeres acerca del grado de violencia sexual de que fueron objeto en el conflicto de Rwanda, la relatora especial sobre la violencia contra la mujer dijo: «es absolutamente horrendo que el primer auto de procesamiento por violencia sexual en el Tribunal Penal Internacional para Rwanda haya sido dictado sólo en agosto de 1997, y ello gracias a la fuerte presión internacional de grupos de mujeres» [34]. 100 A pesar de estas reservas, la criminalización de la violencia sexual contra las mujeres en los conflictos armados internos en virtud de los estatutos del Tribunal Penal Internacional para Rwanda es un importante progreso, y es el resultado, en gran parte, de los esfuerzos de militantes y especialistas de derechos humanos. Tradicionalmente, en el derecho internacional humanitario se ha hecho una distinción entre conflictos armados internacionales y conflictos internos, centrándose en los primeros. Sin embargo, al trazarse nuevamente las fronteras de los derechos humanos, se ha incluido la aplicación de los derechos humanos de la mujer y la influencia de este enfoque se ejerce actualmente sobre el derecho humanitario. Toda consideración de la violencia contra la mujer abarca naturalmente tanto los conflictos internacionales como los conflictos internos sin distinción (división que está cada vez más 34. Ibíd. Cruz Roja Colombiana fuera de lugar en cualquier contexto). Los estatutos del Tribunal Penal Internacional para Rwanda reflejan este punto de vista al prever el castigo de la práctica de violación como crimen de lesa humanidad y al poner esa práctica bajo la jurisdicción del tribunal, dado que, junto con la prostitución forzosa y el atentado contra el pudor, se la designa específicamente como crimen de conformidad con el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra. Las violaciones del artículo 3, el así llamado «minicódigo» para los conflictos internos, tradicionalmente no se han considerado como crímenes de guerra constitutivos. 35. V. Prosecutor v Tadic, Decision on the Prosecutor’s motion requesting protective measures for victims and witnesses, UN Doc. IT-94-1-T (10 de agosto de 1995). V. también, C.Chinkin, «Due process and witness anonymity», American Journal of International law, vol. 91, 1997, p. 75. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Los progresos en el derecho humanitario con respecto a la aplicación de las disposiciones que protegen a la mujer contra la violencia sexual tienen su origen en el conflicto de Yugoslavia y la práctica del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia. Desde hace tiempo se reconoce que, para ser eficaz en el contexto de los derechos humanos de la mujer, todo régimen de aplicación de las prohibiciones de violencia sexual en los conflictos armados debe incluir reformas de procedimiento. Este punto de vista está poco a poco siendo objeto de mayor aceptación por parte de la comunidad internacional y se han realizado algunos avances al tener en cuenta las preocupaciones específicas de las mujeres en relación con el procesamiento de los delitos sexuales. Cuestiones como el anonimato de los testigos y de las víctimas en las acciones penales por violencia sexual y la prestación de apoyo y servicios de asesoría se han planteado en el marco del Tribunal Penal Internacional para ex Yugoslavia [35]. Pero, estos cambios no han sido aceptados de buena gana. Por ejemplo, se habla de incompatibilidad entre las solicitudes de un juicio justo y la 101 COMPILACION DE LECTURAS protección de las mujeres como víctimas y testigos [36]. Sin embargo, no hay necesariamente incompatibilidad entre estas dos cuestiones: lo que se pide es un equilibrio adecuado entre las dos [37]. También se reconoce la importancia de que haya un equilibrio de género en la composición de los tribunales encargados de controlar la aplicación y en su personal de apoyo. El examen a fondo de la cuestión de la violencia sexual contra las mujeres en los conflictos armados que llevan a cabo los grupos de derechos humanos ha dado lugar a la nueva percepción de que de esos actos deben ocuparse los principales organismos encargados de la aplicación del derecho internacional humanitario. Durante las negociaciones relativas al proyecto de estatutos para el tribunal penal internacional permanente se examinó la posibilidad de incluir diversas formas de violencia sexual contra las mujeres en la definición de crímenes de guerra, así como entre las infracciones graves contra el artículo 3 común a los Convenios de Ginebra. Otras cuestiones que preocupan a las mujeres en relación con el procedimiento de aplicación en general también fueron examinadas en ese contexto: equilibrio de género en la composición de ese tribunal, protección de los testigos y de las víctimas, estudio de los delitos de violencia sexual. En su reunión de marzo de 1988, la Comisión de la condición jurídica y social de la mujer exhortó a los Estados a que apoyasen estas iniciativas en relación con el futuro tribunal penal internacional permanente. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Es cada vez mayor el reconocimiento por parte del CICR de que la situación de las mujeres en los conflictos armados plantea, para el derecho humanitario, problemas específicos. El año 1993, en la Declaración Final de la Conferencia Internacional para la Protección de las Víctimas de la Guerra se dio un grito de alarma ante «el gran aumento de actos de violencia sexual dirigidos particularmente contra las mujeres y los niños» y se reafirmó «que 102 36. V. Monroe Leigh, «The Yugooslav Tribunal: Use of unnamed witnesses against accused», American Journal of International Law, vol. 90, 1996, p. 235. 37. Chinkin, supra (n. 35), pp. 78-79. Cruz Roja Colombiana tales actos son infracciones graves contra el derecho internacional humanitario» [38]. En 1995, la XXVI Conferencia Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja aprobó por consenso una resolución en la que se aborda por separado la cuestión de la violencia sexual contra las mujeres [39] y se condenan estas prácticas, reafirmando que los actos de violación sexual en la conducción de los conflictos armados es un crimen de guerra y se ponen de relieve la importancia de la aplicación de medidas pertinentes y la necesidad de impartir formación adecuada a las personas que actúan en esos procesos. Además, hay un creciente reconocimiento de la índole más amplia del problema, que antes no aparecía claramente en la labor de los organismos de derechos humanos. Por ejemplo, en recientes publicaciones del CICR, se destaca que los conflictos armados exacerban las desigualdades que ya existen de diferentes formas y en diversos grados en todas las sociedades [40]. Conclusión 38. Declaración Final de la Conferencia Internacional para la Protección de las Víctimas de la Guerra, apartado 3 del párr. I, reproducida en la RICR, nº. 119, septiembre-octubre de 1993, pp. 398 y 399. 39. Párrafo B de la Resolución 2, reproducida en RICR, nº. 133, enero-febrero de 1996, p. 65. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La cuestión de la mujer y los derechos humanos, que ha estado al margen de los derechos humanos durante años, está mereciendo un respeto cada vez mayor como ámbito de preocupación aparte en la actual orientación del derecho internacional. Por otra parte, aunque los derechos humanos de la mujer se encuentran más bien en una fase de desarrollo tanto desde el punto de vista del marco como del fondo, cada año que pasa permite discernir una elaboración más afinada de sus principios orientadores. Sin embargo, el nuevo interés que merecen los derechos humanos de la mujer y las repercusiones, aunque de poca monta, que ha tenido esta cuestión en el derecho humanitario no han dado lugar a un reconocimiento general de la necesidad de que los derechos 103 COMPILACION DE LECTURAS humanos de la mujer ocupen un lugar especial en el derecho internacional humanitario. No obstante, se trata sólo de una cuestión de tiempo. Esperamos que ese reconocimiento, cuando llegue, irá acompañado de un nuevo examen del derecho humanitario para el que se tenga en cuenta la experiencia real de las mujeres en situaciones de conflicto armado. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Judith Gardam es miembro del profesorado del Departamento de Derecho de la Universidad de Adelaida, Australia. Es profesora de derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario. Original : inglés 104 Cruz Roja Colombiana 2. PROTECCIÓN DEBIDA A LAS MUJERES EN LOS CONFLICTOS ARMADOS 15-09-1995 Informe Tomado de “La protección de la población civil en período de conflicto armado 1. Introducción 2. Protección de las mujeres en le derecho internacional humanitario 2.1 Principios: no discriminación y deber de diferenciación 2.2 Protección específica de las mujeres en el derecho internacional humanitario 2.2.1 Normas aplicables en tiempo de conflicto armado internacional a) Protección como mujer contra todo atentato a su dignidad b) Protección como madre o futura madre 3. Actividades del CICR, de la Federación Internacional y de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja 4. Recomendaciones ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 2.2.2 Normas aplicables en tiempo de conflicto armado no internacional 105 COMPILACION DE LECTURAS 1. INTRODUCCIÓN Las mujeres se ven afectadas por todos los males que soporta la población civil en tiempo de conflicto armado: violaciones del derecho internacional humanitario cuando están en poder del enemigo: ejecuciones sumarias, tortura, internamiento arbitrario, traslados forzados, toma de rehenes e intimidación. Efectos directos o indirectos de las hostilidades: bombardeos, a menudo indiscriminados, hambruna, epidemias... Junto con los niños, las mujeres forman la mayoría de la población civil, a menudo desplazada o refugiada. El papel de la mujeres se transforma frecuentemente, dada la ausencia del esposo. La mujer debe asumir, las más de las veces, crecientes responsabilidades con respecto a sus hijos o a sus ancianos padres, convirtiéndose en la única y última garante de la unidad familiar. Las mujeres encintas, las parturientas o las madres lactantes son particularmente vulnerables a causa de su situación. En período de conflicto armado, su tasa de mortalidad se incrementa en alarmantes proporciones. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Son también, con aterradora frecuencia, las víctimas de infracciones específicas y graves contra el derecho internacional humanitario, como la violación, en todas sus formas (violación, prostitución forzada, explotación sexual, fecundación forzada). En todas las guerras, se atenta contra sus derechos fundamentales de manera esporádica e incontrolada, debido a la negligencia culpable de los jefes de fuerzas o de grupos armados. Pero tales actos de barbarie se han cometido también de manera repetida, incluso sistemática y, en algunas situaciones, las mujeres se convierten en el verdadero objetivo de los hombres armados cuya intención es, mediante esas prácticas, aterrorizar, humillar o destruir a comunidades enteras. 106 Frente a ello, en el derecho internacional humanitario, por el que se protege prioritariamente a los más vulnerables, se confiere a las mujeres una protección especial que los Estados tienen el deber de respetar y hacer respetar. Cruz Roja Colombiana 2. PROTECCIÓN DE LAS MUJERES EN EL DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO 2.1 Principios: no discriminación y deber de diferenciación El principio fundamental por el que se rigen los derechos de que se benefician las mujeres en tiempo de conflicto armado es el de la no discriminación. Hombres y mujeres civiles tienen derechos iguales. (Convenio IV, artículo 27, párr. 1; Protocolo I, artículo 75, párr. 1). Pero, para garantizar a las mujeres el disfrute de derechos equivalentes a los de los hombres, hay que prestarles, a veces, una protección especial, teniendo en cuenta sus especificidades fisiológicas y psicológicas, su gran vulnerabilidad en ciertas circunstancias, sus necesidades, etc. Hay, en derecho internacional humanitario, un deber de diferenciación; incumbe a los Estados Partes en los Convenios de Ginebra y, por ende, a todos los combatientes conferir a las mujeres un respeto particular. La protección especial que los Estados han de otorgar a las mujeres, y particularmente a algunas categorías de ellas, se añade a la protección general debida al conjunto de la población civil. 2.2 Protección específica de las mujeres en el derecho internacional humanitario Las mujeres son protegidas, de manera general como mujeres, contra todo atentado a su integridad física y a su dignidad. Otras disposiciones del derecho humanitario tienden a garantizar, por su mediación, la protección del hijo que va a nacer o de corta edad. Mediante la protección de mujeres encintas, parturientas o lactantes o madres de niños pequeños, se salvaguarda, pues, la maternidad y la unidad familiar. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 2.2.1 Normas aplicables en tiempo de conflicto armado internacional 107 COMPILACION DE LECTURAS a) Protección como mujer contra todo atentado a su dignidad Todas las mujeres son protegidas contra todo atentado a su honor, en particular la violación, la prostitución forzada y cualquier forma de atentado al pudor (IV Convenio, art.27, párr.2; Protocolo I, art. 75, párr.2 y art. 76, párr.1). Las mujeres internadas, detenidas o arrestadas por razones relacionadas con el conflicto armado deben ser alojadas en locales separados de los ocupados por los hombres, salvo en los casos en que deba preservarse la unidad familiar. Su vigilancia inmediata estará a cargo de mujeres (IV Convenio, art. 76, párr. 4; Protocolo I, art. 75, párr.5). Deberán beneficiarse, en todo caso, de dormitorios e instalaciones sanitarias separados (IV Convenio, art. 85, párr.4). Una mujer internada solo podrá ser registrada por una mujer (IV Convenio, art. 97, párr.4). Para las penas disciplinarias se deberá tener en cuenta el sexo de la persona castigada (IV Convenio, art. 119, párr.2). b) Protección como madre o futura madre * Protección contra los efectos de las hostilidades ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Las mujeres encintas o parturientas, las madres de niños de corta edad y las madres lactantes se benefician, especialmente, de algunas medidas que se insta encarecidamente a los Estados a tomar para garantizar la protección de las personas civiles contra los efectos, directos o indirectos, de las hostilidades: 108 se insta encarecidamente a las partes en un conflicto a concertar acuerdos locales para evacuar de las zonas de conflicto a las categorías de personas más vulnerables, en- Cruz Roja Colombiana tre ellas las mujeres encintas y las parturientas (IV Convenio, art. 17); se insta encarecidamente a las partes en conflicto a concertar, ya en tiempo de paz, acuerdos con miras a designar zonas y localidades sanitarias y de seguridad, lejos de las posibles zonas de combate, para prestar cobijo a los más vulnerables, incluidas las mujeres encintas y las madres de niños menores de siete años (IV Convenio, art. 14, párr.1); las mujeres encintas, las parturientas y las madres lactantes son las beneficiarias prioritarias de los envíos de socorros. Esta prioridad es una obligación que se impone a todas las personas encargadas de la distribución de los socorros (IV Convenio, art. 23, párr.1; Protocolo I, art. 70, párr.1); Las madres o las futuras madres arrestadas, detenidas o internadas por razones relacionadas con un conflicto armado se benefician de normas de protección específicas: las autoridades detenedoras atenderán con prioridad absoluta los casos de mujeres encintas y de madres de niños de corta edad a su cargo (Protocolo I, art. 76, párr.2); las mujeres encintas o parturientas recibirán suplementos de alimentación proporcionados según sus necesidades fisiológicas (IV Convenio, art. 89, párr.5); esas mismas personas serán admitidas en todo establecimiento calificado para su tratamiento (hospitales, maternidades, etc.) y recibirán asistencia, que no será inferior a la que se presta al conjunto de la población (IV Convenio, art. 91, párr.2); ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ * Protección de las personas arrestadas, detenidas o internadas 109 COMPILACION DE LECTURAS en cuanto al traslado de los internados, las parturientas no serán trasladadas mientras su estado de salud no corra peligro a causa del viaje, a no ser que lo requiera imperativamente su seguridad (IV Convenio, art. 127, párr.3); se insta encarecidamente a las autoridades detenedoras a concertar acuerdos con la parte adversaria, en los que se prevean la liberación, la repatriación, el regreso al lugar de domicilio o la hospitalización en país neutral de las mujeres encintas y de las madres con bebés lactantes y niños de corta edad (IV Convenio, art. 132, párr.2); no podrá ejecutarse la pena de muerte contra las mujeres encintas o las madres de niños de corta edad. Se recomienda, por lo demás, que no se dicte tal sentencia contra ellas (Protocolo I, art. 76, párr.3). * Medidas preferenciales Las medidas preferenciales son las disposiciones promulgadas en los países en guerra en favor de personas cuya vulnerabilidad justifique una solicitud especial. Por ejemplo: vales suplementarios de alimentación, facilidades para la asistencia médica, asistencia social especial, dispensa de ciertos trabajos, etc. Con respecto a los extranjeros en el territorio de una parte en conflicto, las mujeres encintas y las madres de niños menores de siete años se beneficiarán de todo trato preferencial, en la misma medida que los nacionales del Estado concernido (IV Convenio, art. 38, párr.5) ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ 110 En territorio ocupado, la potencia ocupante tiene la obligación de no entorpecer la aplicación de las medidas preferenciales por lo que atañe a la nutrición, a la asistencia médica y a la protección contra los efectos de la guerra, que hayan podido adoptarse en favor de las mujeres encintas y de los niños de corta edad (IV Convenio, art. 50, párr.4). Cruz Roja Colombiana 2.2.2 Normas aplicables en tiempo de conflicto armado no internacional El principio de no discriminación y la protección especial debida a las mujeres son válidos en las situaciones de conflicto armado, tanto internacional como no internacional (Convenios I a IV, art. 3, párr.1; Protocolo II, art. 2, párr.1). Las normas son menos pormenorizadas, pero los principios que deben respetarse son idénticos: las mujeres son específicamente protegidas contra la violación, la prostitución forzada y cualquier forma de atentado al pudor (Protocolo II, art. 4, párr.2); las mujeres internadas, detenidas o arrestadas por razones relacionadas con el conflicto armado serán custodiadas en locales separados de los ocupados por los hombres y su vigilancia inmediata estará a cargo de mujeres (Protocolo II, art. 5 párr.2); No se ejecutará la pena de muerte contra las mujeres encintas y las madres de niños de corta edad (Protocolo II, art. 6, párr.4). ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Por último, las mujeres que no participen directamente en las hostilidades serán, en todas las circunstancias, tratadas con humanidad, sin distinción alguna de índole desfavorable fundada en el sexo o en cualquier otra consideración (IV Convenio, art. 3, párr.1). 111 COMPILACION DE LECTURAS 3. ACTIVIDADES DEL CICR, DE LA FEDERACIÓN INTERNACIONAL Y DE LAS SOCIEDADES NACIONALES DE LA CRUZ ROJA O DE LA MEDIA LUNA ROJA El principio de imparcialidad obliga al CICR a privilegiar a las víctimas de la guerra que tienen necesidades más urgentes. En virtud del derecho internacional humanitario, la protección especial que se presta a las mujeres ocupa un lugar importante en las acciones de protección y de asistencia del CICR. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Protección de la población civil 112 Rememoración a los Estados, por vía diplomática o mediante llamamiento público, de sus obligaciones relativas a la inmunidad general de que se benefician las personas civiles, así como a la protección especial debida a las mujeres. Cometido de intermediario neutral para obtener acuerdos de tregua y de evacuación de las personas vulnerables en las zonas asediadas, incluidas las parturientas. Supervisión de esas evacuaciones. Cometido de intermediario neutral en la concertación de acuerdos relativos a la designación de zonas y localidades sanitarias y de seguridad. Gestión de esas zonas. Gestiones en caso de alegación, comprobada por los delegados del CICR, de malos tratos infligidos a las mujeres durante operaciones militares o de mantenimiento del orden. Protección de las personas arrestadas, detenidas o internadas Control de las condiciones de detención, mediante reiteradas visitas de los delegados del CICR y sus entrevistas sin testigos con las mujeres detenidas o Cruz Roja Colombiana internadas. Protección contra los malos tratos durante la detención. Gestiones en caso de alegaciones, comprobadas por los delegados del CICR durante sus visitas, de malos tratos infligidos a las mujeres en cautiverio o durante los interrogatorios. Supervisión de las raciones alimentarias y de la asistencia médica proporcionadas a las mujeres encintas. Control del traslado de mujeres internadas a punto de dar a luz a establecimientos especializados. Repatriación anticipada de algunas mujeres (mujeres encintas, madres lactantes o con niños de corta edad), prisioneras de guerra, detenidas o internadas civiles. Apoyo financiero a las mujeres de detenidos para las visitas al lugar de detención y, a veces, para mantener a la familia. Socorros: suministro, en las zonas asediadas o que son objeto de un bloqueo y en los campamentos de personas desplazadas, de medicamentos, alimentos y otros artículos indispensables para la supervivencia. Las mujeres encintas, las parturientas, las madres lactantes y los niños son los beneficiarios prioritarios de las distribuciones. Programas de asistencia a las viudas de guerra. Suministro de alimentos, jabón, material de cocina, tiendas de campaña, mantas, etc. Programas de rehabilitación agrícola y veterinaria de urgencia. En varias sociedades, las mujeres se encargan de trabajar la tierra o cuidar el ganado. Son, pues, las principales interlocutoras del CICR y las primeras beneficiarias de estos programas. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Asistencia 113 COMPILACION DE LECTURAS Higiene pública: construcción de pozos que permitan a las mujeres, en algunos lugares del mundo, evitar hacer viajes demasiado largos, y a veces peligrosos, para ir a buscar agua potable. Asistencia médica: las mujeres son las interlocutoras prioritarias del CICR por lo que respecta a las cuestiones relativas a la salud de los hijos. El CICR ha realizado, además, programas de vacunación de mujeres que estaban para dar a luz, con objeto de prevenir el tétanos neonatal. Asimismo, garantiza con frecuencia el suministro de suplementos de yodo a las mujeres encintas para luchar contra algunas enfermedades de niños por nacer, como el cretinismo. A fin de mejorar la situación de las personas más vulnerables, la Federación Internacional y las Sociedades Nacionales prestan particular atención a las necesidades de esas mujeres, que representan el mayor porcentaje de los más vulnerables en todo el mundo. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La cambiante naturaleza de los conflictos, tanto internos como internacionales, surte un efecto cada vez más importante para la población civil, causando la desintegración de las estructuras sociales y económicas y pudiendo dar paso a la total destrucción de las infraestructuras básicas de salud, de suministro de agua y de saneamiento. Las consecuencias físicas y psicológicas para mujeres y niños son totalmente desproporcionadas. En particular, las jóvenes son, a menudo, el blanco de violencia y de explotación sexuales en el marco de conflictos armados. 114 Millones de mujeres sufren como consecuencia del círculo vicioso de la pobreza y de la discriminación y tienden a ser las que más sufren en tiempo de conflicto armado, en parte por las desigualdades ya existentes por lo que atañe a su sexo en los ámbitos de la alfabetización, la salud y los ingresos. Así pues, es indispensable intensificar los esfuerzos para prevenir y reducir los factores particulares que aumentan la vulnerabilidad específica de las mujeres en tiempo de guerra y en las situaciones conflictivas. Cruz Roja Colombiana Las necesidades y los cometidos de las mujeres tienen que incorporarse, a largo plazo, en todas las actividades de desarrollo, de socorro de urgencia y de rehabilitación. La Secretaría de la Federación Internacional promueve una amplia gama de programas centrados en las necesidades específicas de las mujeres, como víctimas o personas vulnerables. El objetivo es: a) mejora del acceso a la asistencia de salud, incluidos la planificación familiar, los servicios relacionados con las enfermedades sexualmente transmisibles y el apoyo psicosocial; b) agua potable y buenas condiciones de saneamiento; c) aumento de las posibilidades de formación profesional permitiendo el acceso al crédito y a un oficio generador de ingresos; d) mejora de la alfabetización para las mujeres y Las cuestiones relativas al sexo, incluidas las referencias específicas a la protección especial y las necesidades de asistencia de las mujeres refugiadas y las jóvenes víctimas de la guerra, son parte de la formación de los delegados y de los colaboradores de las Sociedades Nacionales. La Federación Internacional ha reconocido también la importancia de contar con personal femenino en el terreno, particularmente para tratar directamente los casos especiales, como las víctimas de violación y las mujeres con determinados antecedentes socioculturales. Muchas Sociedades Nacionales han establecido centros de coordinación para abordar cuestiones relativas a las mujeres, así como para realizar y apoyar programas destinados a mejorar la situación de ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ e) promoción de actividades en la comunidad - tanto hombres como mujeres , incluidos los que tienen cargos influyentes, así como la juventud -, a fin de reforzar el respeto mutuo y favorecer prácticas más positivas. 115 COMPILACION DE LECTURAS las mujeres adversamente afectadas por la guerra y por otras situaciones de conflicto. 4. RECOMENDACIONES Es indispensable poner de relieve las violencias de índole sexual infligidas a las mujeres y que, con indignante frecuencia, se pasan por alto. La violación, en todas sus formas y sea cual fuere su denominación (prostitución forzada, esclavitud sexual, fecundación forzada...), ha sido, a lo largo de la historia, un acto que lleva la marca de la impunidad. Ahora bien, cuando se comete en el marco de un conflicto armado, se trata de un crimen de guerra que los Estados tienen el deber legal y moral de reprimir. ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ La violación tiene, sin duda, consecuencias irremediables para la víctima superviviente; consecuencias físicas y fisiológicas, en primer lugar: la víctima se ve afectada en lo más profundo de su intimidad y en su capacidad de dar a luz. Luego, consecuencias sociales: en muchas sociedades, la víctima es repudiada y descartada, a veces, de la familia, viéndose en la incapacidad de encontrar esposo o incluso trabajo. Hay que tomar en consideración también la perspectiva del nacimiento de un hijo como dolorosa consecuencia del trauma sufrido, así como el desarrollo del embarazo, las condiciones del alumbramiento, incluso de un aborto, la responsabilidad de criar a un hijo y las difíciles relaciones que podrían establecerse posteriormente entre él y su madre. 116 Es, pues, necesario resaltar la necesidad de que los Estados hagan cesar las violaciones sexuales infligidas a las mujeres, mediante la represión penal en particular, tal como tienen el deber de hacerlo con respecto a cualquier otra infracción contra derecho internacional humanitario. Seguidamente, es menester garantizar una asistencia a las víctimas supervivientes de agresiones sexuales, teniendo en cuenta la índole y las consecuencias específicas de tales exacciones contra esas personas. Cruz Roja Colombiana ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ ○ Por último, como telón de fondo, es necesario dar a conocer a la población civil y a las fuerzas armadas las normas de derecho relativas a la protección especial debida a las mujeres en tiempo de conflicto armado, contribuyendo así a consolidar el principio del respeto de la dignidad de las mujeres que prevalece en todas las culturas. 117