EEUU.- Un experto canadiense opina que la guerra preventiva de Bush puede traer consecuencias "catastróficas" para EEUU MADRID, 21 Ene. (EUROPA PRESS) El experto canadiense en estudios estratégicos y diplomáticos Charles-Philippe David considera que la estrategia de guerra preventiva puesta en marcha en septiembre de 2002 por la administración estadounidense de George W. Bush supone un "peligro para el futuro del Derecho Internacional", carece de justificación jurídica, tiene como principal objetivo dar a Estados Unidos "más libertad jurídica" para actuar militarmente y puede acarrear consecuencias "catastróficas" para Washington, en particular en Irak. La "principal contribución de Bush" a la situación internacional de seguridad "ha sido la guerra preventiva", afirmó el profesor canadiense, quien hoy presentó en Madrid su libro 'La guerra y la paz. Enfoque contemporáneo sobre la seguridad y la estrategia', publicado por Icaria y patrocinado por la Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (FRIDE). Esta estrategia, afirmó, parte de una "interpretación abusiva" de la cláusula de legítima defensa, ya que, a juicio de los juristas --citados por el autor-- "puede ser aplicada hasta el infinito". "Eso es lo que hace el Gobierno de Bush", aseveró David, quien advirtió de que con esta doctrina, tal como fue formulada en el documento de estrategia de seguridad nacional de Bush de septiembre de 2002, "Estados Unidos desea disponer de más libertad jurídica para poder reaccionar rápida o anticipadamente". Según el experto canadiense --profesor de Ciencias Políticas, titular de Cátedra RaoulDandurand en estudios estratégicos y diplomáticos y director del Observatorio sobre Estados Unidos de la Universidad de Québec, en Montreal--, la Administración norteamericana hace uso de esta doctrina de guerra preventiva "sin que se justifique por la respuesta a un ataque o a la inminencia demostrable de tal ataque". "Las guerras preventivas son siempre sospechosas, ya que están fuera del Derecho Internacional y no respetan los criterios de la guerra justa", como la legitimidad, la proporcionalidad o el emplea de la fuerza como último recurso, prosiguió. "El responsable de la guerra preventiva se transforma él mismo en un 'injusto agresor'", aseveró. "La guerra preventiva, tal como fue formulada por el Gobierno de Bush, anuncia inflexiones peligrosas para el futuro del Derecho Internacional", advirtió. En su libro, el profesor canadiense recuerda otros casos de utilización de la guerra preventiva por parte de otros países, "sea por oportunismo o por voluntad de expansión", que se convirtieron "para los Estados que las comenzaron en catastróficas". Es el caso de la ofensiva israelí y francobritánica contra Egipto en 1956, de Japón contra Estados Unidos en 1941 o de la invasión de Irán por Irak en 1980. "Una idéntica suerte podría correr Estados Unidos en Irak", advirtió Charles-Philippe David. DERECHO INTERNACIONAL En opinión de Charles-Philippe David, "la paz no puede existir sin la contribución esencial del Derecho". "La lucha contra el terrorismo no se puede ganar sin la legitimidad y sin la aplicación de las normas del Derecho Internacional", prosiguió. Después de cinco años, lamentó, estas normas han sido debilitadas "e ignoradas por la superpotencia estadounidense en nombre de la guerra". Según el experto, la lucha internacional contra el terrorismo es el precio "en el plano de la seguridad por una globalización acrecentada" y supone un "menoscabo de la construcción de una comunidad internacional, que demostró ser casi inexistente en 2003 con ocasión de las decisiones que rodearon la intervención legal estadounidense en Irak". "La aspiración de desarrollar una sociedad internacional ha chocado, como ya ocurrió otras veces, con las veleidades de la potencia hegemónica, que confunde erróneamente terrorismo no estatal, el de Al Qaeda, con Estado calificado de canalla, Irak", se lee en el libro. ARMAS DE DESTRUCCIÓN MASIVA David considera que el armamento nuclear "globalmente será menos temible en el futuro, aunque todo Estado potencial y nuevamente proliferador será sometido a una vigilancia muy particular y sujeto a severas sanciones". A su juicio, "es más bien del demonio de las armas bacteriológicas y químicas del que, a la larga, habrá que temer su proliferación", puesto que "la privatización y la transnacionalización de la violencia acrecentarán seguramente la disponibilidad y la facilidad de empleo de estas armas". "El terrorismo bacteriológico, químico y nuclear representará el panorama más temido por unos o un simple espectro para otros", pero, sin duda, "alimentará la creciente preocupación por la seguridad", manifestó. En todo caso, según David, la consecución de la paz pasa por el desarrollo de "propuestas innovadoras" en materia de lo que denominó "microdesarme", un campo en el que los resultados hasta ahora han sido "decepcionantes". "La conclusión de muchos tratados se hace esperar, en particular los que conciernen a las armas ligeras, mientras que se respetan cada vez menos las convenciones, por ejemplo, la relativa a los niños soldados", denunció.