Imagen en radiofrecuencia del cúmulo Plckg285.0, tomada con el telescopio ATCA en Australia. Las observaciones fueron relalizadas por Giulia Macario y Melanie Johnston-Hollit, la reducción de los datos y reconstrucción de la imagen por Gerardo Martínez Avilés. Cúmulos de galaxias: la gravedad a gran escala Gerardo Martínez Avilés La fuerza de gravedad juega un papel muy importante en las numerosas maneras en que la materia del universo se organiza. En las estrellas, por ejemplo, la fuerza de gravedad dirigida hacia el centro y producida por sus enormes masas, por un lado, y la presión generada hacia el exterior por el calor de las reacciones nucleares que ocurren en su interior, por el otro, encuentran un equilibrio que las mantiene como estructuras estables. A su vez, estrellas, polvo interestelar, planetas, gases y materia oscura se encuentran unidos por la fuerza de gravedad en enormes estructuras conocidas como galaxias. La Vía Láctea forma parte, junto con otras galaxias, de una estructura mayor que se conoce como Grupo Local. Pero esta tendencia a la acumulación de objetos, todos unidos por la gravedad, alcanza su máxima expresión cuando se organiza en estructuras conocidas como cúmulos de galaxias. Estos interesantes objetos son las estructuras más grandes Cúmulos de galaxias: la gravedad a gran escala / CIENCIORAMA 1 en el universo que pueden mantenerse unidas por la fuerza de gravedad. Fig.1 La galaxia de Andrómeda es una galaxia espiral muy cercana a la Vía Láctea. Los astrónomos no pueden tener fotografías de nuestra propia galaxia, pero se cree que su estructura es muy similar a la de nuestra vecina. http://apod.nasa.gov/apod/ap061126.html Un poco de historia de galaxias y nebulosas Hace poco más de 200 años, los astrónomos Charles Messier y William Herschel produjeron, cada uno por su propia cuenta, los primeros catálogos de unos objetos celestes que en siglo XVIII fueron conocidos como nebulosas. Estos objetos, a diferencia de las estrellas, no se ven en el cielo como puntos definidos sino como objetos nebulosos o difusos. En aquel entonces no estaba claro si se trataba de cometas, nubes de gas o quizás objetos como nuestra propia galaxia. Sin conocer muy bien la naturaleza de las nebulosas, Messier y Herschel compilaron dos catálogos sobre estos cuerpos que han sido de gran utilidad inclusive hasta nuestros días. Esto podemos verlo en el nombre de muchas galaxias; por ejemplo, Andrómeda, también conocida como M31, o como el objeto número 31 del catálogo de Messier. Otro nombre para Andrómeda es NGC 224, pues corresponde al objeto 224 del New General Catalogue (nuevo catálogo general), el catálogo de nebulosas que comenzó William Herschel y fue terminado por su hijo John Herschel. A principios del siglo XX, la fiebre por las nebulosas llego a su clímax en el momento conocido entre los astrónomos como “el gran debate” por la “batalla” entre los Cúmulos de galaxias: la gravedad a gran escala / CIENCIORAMA 2 astrónomos Harlow Shapley y Hebert Curtis. El primero argumentaba que no existía nada más allá de los límites de la Vía Láctea, lo cual implicaba que las nebulosas pertenecen a nuestra galaxia. El segundo aseveraba que las nebulosas estaban fuera de los límites de nuestra galaxia y que se trataba de galaxias como la nuestra. Un poco antes, en 1914, el astrónomo Vesto Slipher del observatorio Lowell en Estados Unidos, descubrió que la luz de algunas nebulosas se mostraba un poco más roja, lo cual se interpretó como el posible alejamiento de dichos objetos con respecto a nuestra galaxia. Esto implicaba que esas nebulosas no podían estar ligadas gravitacionalmente a la Vía Láctea. El punto final al debate lo puso un tercero, Edwin Hubble, quien descubrió la existencia de estrellas variables en algunas nebulosas. Las estrellas variables son las que cambian su brillo de manera periódica en el tiempo y pueden ser utilizadas para medir distancias en el universo. Con ellas Hubble pudo demostrar que estas nebulosas se encuentran a enormes distancias, más allá de la Vía Láctea. Hoy sabemos, gracias al trabajo de todos estos y otros astrónomos, que las nebulosas son en realidad galaxias como la nuestra, y que las galaxias son agrupaciones de millones de estrellas, materia obscura, polvo, nubes, gas, planetas y otros cuerpos menores, todos unidos por la fuerza de gravedad. Fig. 2. Los objetos que se muestran fueron publicados por W. Herschel en 1811 en la prestigiosa revista científica Philosophical Transactions, de la Real Sociedad de Londres. Aquí aparecen diferentes tipos de nebulosas que fueron observadas y dibujadas por Herschel. Hoy sabemos que éstas corresponden a galaxias. (http://www.hao.ucar.edu/education/img/nebular.jpg) Cúmulos de galaxias y algo más... Desde el momento de la conformación de los catálogos de Herschel y Messier, quedó claro que las galaxias no se encontraban distribuidas uniformemente en el cielo, sino que Cúmulos de galaxias: la gravedad a gran escala / CIENCIORAMA 3 tienden a agruparse y distribuirse en grupos o cúmulos. Por ejemplo Herschel describió el cúmulo de Coma de la siguiente manera: “esa notable colección de varios cientos de nebulosas que se observan en lo que he llamado el estrato de nebulosas de Coma Berenices”. De igual manera Messier menciona una notable concentración de nebulosas en la constelación de Virgo. Hoy sabemos que esa concentración es un cúmulo y lo llamamos el cúmulo de Virgo. Fig. 3. En un mapa del cielo donde cada punto representa una galaxia podemos ver que hay regiones donde los puntos tienden a aglomerarse. Estos “grumos” son cúmulos de galaxias. La zona media del mapa que no muestra galaxias corresponde al plano de la Vía Láctea. En esta zona el material presente en nuestra propia galaxia impide observar lo que hay detrás. (Imagen: http://www.astr.ua.edu/keel/galaxies/clusters.html) Los cúmulos de galaxias pueden contener desde unas 50 galaxias, hasta varios miles de ellas moviéndose dentro del campo gravitacional del cúmulo. En 1933, el astrónomo Fritz Zwicky calculó la masa que debía poseer un cúmulo de galaxias midiendo la velocidad con que se mueve cada una dentro del campo gravitacional. Siguiendo las leyes de Newton a mayor velocidad promedio de las galaxias, mayor debe ser el potencial gravitacional, y por lo tanto mayor deberá ser la masa del cúmulo. Estos resultados sorprendieron a Zwicky ya que la masa que poseen los cúmulos rebasa por al menos 100 veces la calculada para la suma de las masas individuales de las galaxias observadas. Durante algún tiempo esto se conoció como el “problema de la masa faltante”. Este dilema fue el primero en indicar la existencia de lo que hoy conocemos como materia Cúmulos de galaxias: la gravedad a gran escala / CIENCIORAMA 4 oscura (ver “Materia oscura en el Universo” en Cienciorama). Al paso de los años, más y mejores observaciones de cúmulos de galaxias confirmaron el problema de la masa faltante. La materia oscura no emite luz visible y sólo se manifiesta por sus efectos gravitacionales sobre otros objetos que sí pueden ser observados. Su composición sigue siendo un misterio para los astrónomos. El primer gran catálogo de cúmulos de galaxias fue realizado por el astrónomo estadounidense George Abell en 1950. Para su conformación Abell utilizó fotografías de todo el hemisferio norte tomadas desde el Observatorio Palomar, en California. Al principio el catálogo contaba con 2,712 cúmulos galácticos, pero las nuevas versiones, que incluyen todo el cielo y no sólo el hemisferio norte, alcanzan los 4,073 cúmulos. Es común encontrar nombres de cúmulos como Abell 2,218, que corresponde al objeto 2,218 del catálogo de Abell. Este catálogo es un tanto restrictivo en cuanto a las condiciones que debe tener un cúmulo para ser catalogado como tal, por ejemplo su riqueza. Esto quiere decir que el cúmulo debe poseer al menos 50 galaxias con tres de ellas de mayor brillo que una cierta magnitud. Si se consideran otros criterios para clasificarlos, encontraremos que el número de cúmulos asciende a alrededor de 10,000. Fig.4. Lentes gravitacionales. Las enormes masas de los cúmulos de galaxias generan un hermoso y útil fenómeno astronómico: lentes gravitacionales. La curvatura del espacio-tiempo generada por la gravedad de los cúmulos hace que la luz proveniente de un objeto lejano que pase por un cúmulo, se curve de manera caprichosa y llegue así un tiempo después a un observador en la Tierra. En la imagen Cúmulos de galaxias: la gravedad a gran escala / CIENCIORAMA 5 tomada por el telescopio espacial Hubble del cúmulo Abell 2,218, se pueden ver segmentos de arcos de luz provenientes de galaxias lejanas alineadas con el cúmulo. El estudio de las lentes gravitacionales puede darnos mucha información, tanto sobre el cúmulo como sobre los objetos que se encuentran detras. http://universe-beauty.com/Space-photos/Earth-from-space/Galaxies-Gravitational-lensing5485p.html/(mode)/search/(keyword)/abell+2218+gravitational+lens Los objetos más grandes permitidos por la gravedad Los cúmulos de galaxias son las estructuras más grandes que se encuentran ligadas gravitacionalmente. Esto se debe a dos razones: la primera resulta del hecho de que el Universo no es estático, sino que se encuentra en expansión. El siglo XX fue escenario del nacimiento de la cosmología moderna, gracias a la aparición de la teoría de la relatividad general de Albert Einstein (ver “1905 y el rompimiento einsteniano: relatividad” en Cienciorama), el desarrollo de los modelos cosmológicos de Alexander Friedmann, George Lemaitre, William de Sitter y las observaciones de Slipher y Hubble. Desde el punto de vista observacional sabemos que la enorme mayoría de las galaxias se alejan unas de otras. La luz que nos llega de esas galaxias se encuentra desplazada hacia mayores longitudes de onda, dado que la expansión del universo “estira” las ondas de luz que viajan en el espacio en expansión. A mayor distancia, mayor es el estiramiento de la longitud de onda. Este fenómeno se conoce como “corrimiento al rojo” y es uno de los descubrimientos de mayor importancia dentro de la cosmología moderna. Fig 5. Una onda luminosa de longitud corta corresponde a luz de color azul. Al expandirse el espacio, la onda se estira junto con él, generando una onda de longitud mayor y volviéndose luz roja. http://www2.astro.psu.edu/users/cpalma/astro1h/class28.html ¿Cómo afecta la expansión del universo a la formación de los cúmulos? Sabemos que la gravedad es la fuerza que mantiene unidas las galaxias en los cúmulos y también sabemos que esta fuerza decrece mientras más alejados se encuentren los objetos que se atraen Cúmulos de galaxias: la gravedad a gran escala / CIENCIORAMA 6 entre sí. O dicho más precisamente, la fuerza de gravedad o atracción entre dos cuerpos es inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa En el caso de los cúmulos de galaxias, la gravedad tiende a mantener unidas a las galaxias más cercanas entre sí, donde la fuerza es suficiente para vencer a la expansión del espacio. Cualquier galaxia más allá de los límites del cúmulo es arrastrada por la expansión cósmica, y la gravedad no puede mantenerla unida al cúmulo. La segunda razón por la que no existen estructuras unidas gravitacionalmente más grandes que los cúmulos de galaxias es que el tiempo de formación de un cúmulo es del orden de la edad del universo; es decir, de decenas de miles de millones de años. Cualquier estructura de mayor tamaño necesitaría un tiempo mayor que la edad del cosmos para formarse, y por lo tanto debería ser más vieja que el universo mismo. Recientemente se ha descubierto que la gravedad puede actuar a escalas aún mayores, uniendo a los cúmulos de galaxias en estructuras llamadas supercúmulos, sin embargo no se cuenta aún con una definición precisa de lo que se requiere para reconocer un supercúmulo. Fig. 6. Las flechas azules muestran la dirección de la fuerza de gravedad que ejercen las galaxias, gas y materia obscura hacia el centro del cúmulo del que forman parte. Las flechas rojas muestran la acción de la expansión cósmica, que arrastra consigo a las galaxias que no están gravitacionalmente unidas al cúmulo. Imagen: http://genesis1.asu.fedu/0308046.pdf Cúmulos de galaxias: la gravedad a gran escala / CIENCIORAMA 7 Emisión en rayos X En 1970 se logró arrojar nueva luz al conocimiento de los cúmulos de galaxias. El satélite Uhuru, lanzado desde Kenia, permitió a un grupo de astrónomos del instituto American Science and Engeneering en Massachusetts, Estados Unidos, observar rayos x provenientes del espacio, imposibles de detectar desde la superficie de la Tierra dado que son reflejados por la atmósfera. Los investigadores, bajo la dirección de los astrónomos Edwin Kellogg y Herbert Gurskyl, apuntaron el satélite hacia los cúmulos de Virgo y Coma. Las observaciones mostraron la existencia de una enorme cantidad de gas muy tenue y muy caliente (¡alrededor de 25 millones de grados centígrados!) que emitía rayos x. Los cálculos matemáticos realizados posteriormente condujeron a saber que la masa en forma de gas de los cúmulos era mayor que toda la materia contenida en las galaxias de cada cúmulo. Sin embargo, la cantidad de gas es insuficiente para dar cuenta de la masa que se requiere para mantener unidos a los cúmulos. Actualmente los números nos dicen que alrededor del 80% de la masa de un cúmulo se encuentra en forma de materia obscura, un 15% en forma de gas y sólo un 5% en forma de galaxias. Es por ello que algunos astrónomos como Patrick Henry, Ulrich Briel y Hans Boeringer del Observatorio Astrofísico Smithsoniano, han dicho que el término “cúmulo de galaxias” es impreciso. Ellos conciben a los cúmulos como enormes bolas de materia obscura y gas, en donde las galaxias se encuentran esparcidas como las semillas en una sandía. El avance en el estudio de los cúmulos con rayos x se ha nutrido de observaciones de los satélites ROSAT, del Observatorio de Rayos-x Einstein y del satélite CHANDRA, que siguen dando información sobre lo que hay en el interior de los cúmulos. Fig. 7. ¿La Vía Láctea está en un cúmulo? Las galaxias tienden a agruparse en forma de cúmulos, pero curiosamente nuestra propia galaxia no se encuentra en uno. Las observaciones muestran que la Vía Láctea pertenece a un grupo de unas 35 galaxias que se conoce como Grupo Local. A él pertenecen Cúmulos de galaxias: la gravedad a gran escala / CIENCIORAMA 8 también Andrómeda, las Nubes de Magallanes y algunas decenas de galaxias espirales y enanas. El Grupo Local no tiene una cantidad suficiente de galaxias para ser considerado un cúmulo. Se ha observado que la enorme mayoría de las galaxias que componen a los cúmulos son galaxias elípticas, que no tienen forma de disco ni brazos espirales, y sus estrellas tienden a ser más rojas que las de las galaxias espirales. Las galaxias espirales como la nuestra son más bien raras en los cúmulos. http://es.wikipedia.org/wiki/V%C3%ADa_L%C3%A1ctea#mediaviewer/File:360degree_Panorama_of_the_Southern_Sky_edit.jpg Puentes entre la astrofísica y la cosmología Estudiar un cúmulo de galaxias es lo más parecido a estudiar al universo como si estuviéramos fuera de él, puesto que contienen galaxias de varios tipos, estrellas, gas y materia obscura, elementos muestra de lo que sabemos que hay en el Universo. La escala siguiente de los cúmulos es la estructura del universo a gran escala. Aquí las cosas ya no se encuentran unidas entre sí por la fuerza de gravedad, lo que domina su evolución es la expansión cósmica. No obstante, el estudio de los cúmulos de galaxias nos puede dar mucha información de cómo ha sido tal evolución. Una característica muy útil de los cúmulos de galaxias es que pueden ser observados a enormes distancias. Mientras más lejos vemos en el espacio también vemos más lejos hacia atrás en el tiempo, porque la luz tarda más tiempo en llegar a nosotros desde donde fue emitida. Por lo tanto, al observar cúmulos lejanos observamos también una muestra del pasado del cosmos. En el año 2005, un grupo de investigación internacional conocido como el Consorcio de Virgo, realizó una serie de simulaciones computacionales a gran escala de la evolución del Universo, a la que se llamó simulación Millenium. Para llevarlas a cabo se utilizaron distintos parámetros cosmológicos como las cantidades de masa y materia obscura, así como la constante cosmológica que es el número que rige la tasa de expansión del universo. La investigación arrojó una serie de resultados sobre la historia evolutiva del cosmos. En particular, el número de cúmulos de galaxias que se espera observar a diferentes distancias varía dependiendo de los valores de estos parámetros. Ahora falta comparar las observaciones de la cantidad de cúmulos con los resultados de las simulaciones para poder elegir los valores más precisos de los parámetros cosmológicos. Cúmulos de galaxias: la gravedad a gran escala / CIENCIORAMA 9 Fig. 8. Simulación Millenium del Universo a gran escala. Cada uno de los objetos amarillos más brillantes corresponde a un cúmulo de galaxias. http://www.redshift-live.com/de/magazine/articles/Astronomie/18745-Kosmologie-2.html En la actualidad los cúmulos de galaxias son un campo muy fecundo de la investigación en astrofísica y quienes nos dedicamos a estudiarlos no tenemos duda sobre el excepcional cúmulo de secretos que aún esconden y que esperamos develar algún día. Bibliografia: Biviano, Andrea, 200 years of sciece with Galaxy Clusters, IAP 2000 Meeting, Paris 2000 Feretti, L, Merging Processes in Galaxy Clusters, Kluwer Academic Publishers 2002. Harriason, Edwiard, Cosmology, 2da edicion, Cambridge University press 2000. Henry, Patrick, Briel, Ulrich & Boeringer Hans, The evolution of Galaxy Clusters, Scientific American, diciembre 1998. Cúmulos de galaxias: la gravedad a gran escala / CIENCIORAMA 10