Sólo los locos y los economistas creen en el crecimiento sin fin

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Sólo los locos y los economistas creen en el
crecimiento sin fin
Justin Hyatt
Tomado de www.othernews.com
A partir de la segunda mitad del siglo XX, el crecimiento económico se
transformó en un objetivo evidente de las políticas públicas y el producto
interno bruto pasó a ser el índice más importante para medir la actividad
económica.
Esta fue la premisa subyacente de la Cuarta Conferencia Internacional sobre
Decrecimiento para la Sostenibilidad Ecológica y la Equidad Social, celebrada
en la ciudad alemana de Leipzig este mes, que hizo un balance del movimiento
del “decrecimiento”, cuyo objetivo es desacreditar el dogma del crecimiento y
abogar por un replanteamiento fundamental de los conceptos y las prácticas
económicas convencionales.
Muchos seguidores del movimiento, que argumentan que “toda persona que
piense que el crecimiento puede continuar indefinidamente o está loca o es
economista”, basan su filosofía en un libro de 1972, “Los límites del
crecimiento”, de Donella Meadows y otros autores, que analiza los resultados
de una simulación por computadora de un crecimiento económico y
demográfico exponencial, con recursos finitos.
La conferencia de Leipzig fue la cuarta de su tipo, después de París (2008),
Barcelona (2010) y Venecia (2012), pero la mayor de todas, con unos 3.000
participantes. Se organizaron cientos de talleres, debates y películas o
presentaciones de científicos, investigadores, activistas y miembros de
organizaciones no gubernamentales que se reunieron para discutir el
decrecimiento económico, la sostenibilidad y las iniciativas ambientales.
El reconocido economista ecuatoriano Alberto Acosta, quien fuera presidente
de la Asamblea Nacional Constituyente de Ecuador en el bienio de 2007-2008,
dijo a los participantes que en China, que se presenta como un caso próspero
de crecimiento económico, 75 por ciento de esa expansión beneficia solo a 10
por ciento de la población, mientras que los enormes centros urbanos chinos
están tan contaminados que incluso el gobierno quiere construir ciudades
ecológicas.
Acosta, quien desarrolló la iniciativa Yasuní-ITT, un plan para renunciar a la
explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní, argumenta que el
“extractivismo” es una de las prácticas más dañinas vinculadas al capitalismo
tardío, ya que se extraen cada vez más recursos naturales no renovables de la
tierra y se pierden para siempre, a la vez que producen enormes cantidades de
emisiones nocivas.
Para contrarrestar el extractivismo, Acosta aboga por el “buen vivir”, que se
basa en el “sumak kawsay” o vida plena de los pueblos quechuas andinos, una
manera de vivir basada en la comunidad, con equilibrio ecológico y sensibilidad
cultural.
Para el griego Giorgos Kallis, un investigador ambiental y profesor de la
Universidad de Barcelona, el decrecimiento tiene que proporcionar espacio
para la acción crítica y para reconfigurar el desarrollo desde abajo, en el intento
de dedicarle menos tiempo a la economía capitalista y más a la economía de
cuidados.
Cuando se le preguntó si el concepto de decrecimiento no era demasiado
radical o incómodo, Kallis dijo: “Sí, tal vez el decrecimiento no caiga bien, pero
ese es precisamente el punto, que no caiga bien. Es hora de hacer que este
mensaje sea relevante”.
La activista social y escritora canadiense Naomi Klein, conocida principalmente
por su libro “No logo: el poder de las marcas”, que para muchos se convirtió en
un manifiesto del movimiento contra la globalización empresarial, estuvo
presente en la conferencia por Skype para decirles a los participantes que el
cambio radical en la política y el paisaje físico es la única posibilidad real de
escapar al desastre.
Las estrategias reformistas no bastan, advirtió Klein.
Uno de los principales defensores del movimiento del decrecimiento es el
holandés Francois Schneider, uno de los primeros activistas que lo impulsaron
con un recorrido en burro de un año por Francia, en 2006. Schneider también
fundó la asociación académica Investigación y Decrecimiento.
“El cambio sistémico implica a segmentos enteros de la sociedad”, dijo
Schneider a IPS. “No se trata solo de una pequeña parte y tampoco esperamos
que una decisión del Parlamento Europeo lo cambie todo. El diálogo es la
clave. Y presentando muchas propuestas diferentes”, añadió.
Tomando el ejemplo del transporte y la movilidad explicó que es inútil encarar
la transformación de este elemento en forma aislada porque “el transporte está
vinculado a la energía y la publicidad está ligada a la industria del automóvil”.
Vijay Pratap, activista indio del movimiento juvenil socialista y miembro de
Diálogos del Sur de Asia sobre la Democracia Ecológica, reclamó la inclusión
de las mayorías marginadas en el movimiento por el decrecimiento. “Salvo que
iniciemos los procesos para que puedan convertirse en líderes de su propia
liberación, no podrá existir una sociedad postcrecimiento real”, advirtió.
Aunque quedó satisfecho con lo que consideró un enfoque muy igualitario y
democrático de la organización de la conferencia, Pratap señaló que se debería
asegurar la inclusión de “aquellos que no hablan inglés, no saben navegar las
redes sociales por Internet y no tienen acceso a los organismos donantes
filantrópicos internacionales”.
Según Pratap, que participó como organizador en el encuentro del Foro Social
Mundial en Bombay en 2004, esa fue una gran lección aprendida en esa
ocasión.
Lucía Ortiz, directora del programa de Amigos de la Tierra Internacional y
activa en los movimientos sociales de Brasil, no tuvo pelos en la lengua cuando
proclamó en Leipzig que “el decrecimiento es la bala para desmantelar la
ideología del crecimiento”.
La próxima conferencia, que tendrá lugar en 2016, tendrá mucho más éxito que
la de este año, aseguró Kallis.
Al comentar sobre el incremento de la participación de París en 2008, cuando
asistieron unos pocos cientos de personas, a los 3.000 de Leipzig este año,
bromeó: “A este ritmo, dentro de 20 años, vamos a tener a todo el mundo en la
conferencia.”
Editado por Phil Harris / Traducido por Álvaro Queiruga
Edición N° 00418 – Semana del 26 de Septiembre al 2 de Octubre – 2014
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