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INTERPRETACIONES PLATÓNICAS DEL JARDÍN.
ALGUNOS EJEMPLOS DE LA EMBLEMÁTICA
Francisco Fonseca Martín
Universidad del País Vasco
En los textos de Platón aparece en algunas ocasiones la metáfora del jardín, se
menciona el jardín de Zeus y el de Eros. Queremos entender por qué Platón recurrió a tal imagen y qué significa.
Para entenderlo buscamos en los textos de Platón, y también, especialmente a
los de Plotino (s.III d.C.) y Ficino (s.XV) que desglosaron algunos de los textos
que citamos y atendieron la cuestión con detenimiento.
Respecto a quien es Zeus, y qué simboliza, lo más próximo que encontramos a
una definición del estatus de Zeus lo hallamos en el Filebo de Platón, cuando dice:
«en la naturaleza de Zeus hay un alma de rey y un intelecto de rey»1. En Fedro lo
denomina: «poderoso señor de los cielos, conduciendo su alado carro, marcha en
cabeza, ordenándolo todo y de todo ocupándose»2.
Vemos que Zeus parece regentar el lugar más alto de la jerarquía entre los dioses3, y representa el más elevado grado del saber.
Plotino, cuando estudió las definiciones de Platón respecto a Zeus dedujo que:
«Zeus ha de ser idéntico a la Inteligencia, mientras que Afrodita, que es su hija, nacida de él y con él habrá de ser identificada con el Alma(…) Afrodita se identificará
con el alma de Zeus»4.
Platón se refería del siguiente modo al nacimiento de Afrodita: «Cuando nació
Afrodita, los dioses celebraron un banquete y, entre otros, estaba también Poros, el
hijo de Metis. (…) Poros embriagado de —pues aún no había vino— entró en el
jardín de Zeus y entorpecido por la embriaguez se durmió. (..) Poros se acostó a
su lado y concibió a Eros»5.
De modo que por un lado Zeus, representa la Inteligencia, conoce la verdad
porque la contempla directamente de las ideas supracelestiales6. Por otro lado esa
misma inteligencia conocedora de la verdad, —que es única, según el sistema
platónico— genera (en la mente de los hombres) el deseo de conocimiento, que
aparece figurado por Afrodita.
Respecto al jardín de Zeus y Eros
Como hemos visto, según el texto de Platón, Afrodita nació en el jardín de
Zeus, y el jardín ¿qué simboliza? Platón es escueto al respecto, pero Plotino se
1
Platon, Filebo, 30d. Es interesante notar que las atribuciones de Zeus son regias o directoras, son
las atribuciones con las que los reyes quieren hacerse ver.
2
Platon, Fedro, 246e.
3
Platon, Fedro.: «Le siguen un tropel de dioses y démones ordenados en once filas…» 247a.
4
Plotino, Enéadas, III (Trat.III 5) 8,10-20
5
Plotino, El Banquete, 203b.
6
Zeus contempla al Uno, y además actúa sobre el mundo.
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extiende en ello y lo explica del siguiente modo:
…todo jardín es un engalanamiento y un lujo de riqueza. Más la finca de Zeus está
engalanada con una razón, y su lujo son las galas transmitidas al Alma por la Inteligencia
en sí. ¿O qué otra cosa puede ser el jardín de Zeus sino sus estatuas y sus galas? Y sus galas
y sus adornos ¿qué pueden ser sino las razones emanadas de él? Y el conjunto de razones
es Poros, la profusión y la riqueza de cosas bellas hechas ya patentes.Y en esto consigue
el embriagarse de néctar. Porque ¿qué es el néctar para los dioses sino lo que la divinidad
toma? Ahora bien, lo que toma la divinidad sita bajo la Inteligencia es una razón. (…) la
Razón es prole de la Inteligencia7.
Ficino se lo explica del siguiente modo: «Por el jardín de Júpiter se entiende la
fecundidad de la vida angélica, en la cual cuando desciende Poro, o sea, el rayo de
Dios, unido a Penia, esto es, la indigencia que antes había en éste, crea el amor»8.
De todo ello podemos deducir que el jardín se nos presenta, sobre todo como
algo grato y fecundo, esa fecundidad no es otra que la inteligencia, que a su vez
engendra el deseo de verdad, y este deseo es una forma de amor. Dicho de otra
manera es inherente a la inteligencia el amor, porque nada da frutos más jugosos
y provechosos que el descubrimiento de la verdad, que es una forma de amor, la
más elevada9.
Hay que entender el nacimiento de
Afrodita en el jardín de Zeus, como un
fruto de ese jardín fecundo, y el jardín
como una metáfora de los dones de la
inteligencia. El Uno se prodigó10 para
comunicar al mundo sublunar, es decir
a las cosas y a los hombres su «divina
influencia», Ficino incluso dijo que el
amor nació (en el jardín de Júpiter),
«engendrado a la sombra de la vida,
puesto que el deseo de entender nace
inmediatamente después del vigor de
la vida»11. Afirmando así que vivir verdaderamente significa buscar el saber,
desear la verdad. Aunque la sola razón
resulta insuficiente para alcanzarla; en
ocasiones, los que se aplican intensamente a tal búsqueda, alcanzan un temporal éxtasis místico que les permite
Fig. 1. Saavedra Fajardo, emblema LIII
vislumbrarla, y es ésta, precisamente, la
más plena actividad de la inteligencia.
Plotino, Enéadas, Madrid, III (Trat.III 5)9, 5-20.
Ficino, De Amore, cap.VII.
9
En el sistema platónico este estadio es el más elevado, la mayor aspiración de los hombres sería
alcanzar, hasta donde les sea posible, algo de esta verdad.
10
Garcia Gual, 1997, p. 339-359. La prodigalidad del Uno es un acto de amor, pues es estable e
inmutable, de nada carece.
11
Ficino, De Amore, cap.VII.
7
8
Interpretaciones platónicas del jardín…
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Fig. 2. Nuñez de Cepeda, emblema VIII
Y, ¿cómo entender el jardín en el que suele aparecer Eros? Los Eros o amores,
son hijos de Afrodita; pues cada forma de la belleza despierta o engendra uno de
esos amores. Esa multitud Eros o de deseos que la belleza despierta, deseos que
mueven el mundo, que generan la actividad del mundo y que constituyen el estímulo de la vida, suelen aparecer representados en los jardines, pues sugieren la idea
de fertilidad, prodigalidad y abundancia. Aunque, como sabemos, dentro de esos
deseos hay una distinción entre los más terrenales, los dirigidos a la belleza de los
cuerpos, y, otros —considerados por los platónicos más elevados, y finalidad última
de todo saber— los que buscan la belleza de lo imperecedero, o el conocimiento
de la verdad. Aplicarse a la búsqueda de este conocimiento, sería la manifestación
del amor más elevado.
En síntesis, el jardín de Zeus aparece en los textos platónicos para explicar el
nacimiento de Afrodita, de ellos se deduce que representa o dan idea de la fecundidad de la inteligencia, de los bienes que pueden derivarse de tal saber, y el
saber finalmente es quien «marcha guiándolo todo y ocupándose de todo»12, según
entendía el platonismo, aplicando a Zeus, como hemos visto, atribuciones regias.
Es decir, saber y gobernar pretenden ir estrechamente unidos, dando a entender
que de un saber se deriva un gobernar que somete a un orden13. Así, no es raro
que para referirse al buen-estado, obra de los buenos gobernantes, se utilizara la
metáfora del jardín, (recuerdo del jardín de Zeus).Y desde luego el jardín, recuerdo
también del paraíso14 — que en su origen etimológico significa terreno cercado, o
acotado— daba idea de un orden amable y deseable, frente a lo que quedara fueFedro, 247a.
El mundo de las ideas constituye una totalidad dinámica y viviente.
14
La palabra ‘paraíso’ en su origen contenía la idea de terreno acotado, diferenciado.
12
13
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ra de ese orden15. De modo que entre
las notas más destacadas que nos ofrece
la metáfora mencionada, destacamos: el
orden, la fertilidad y el placer.
Ejemplos de lo dicho los encontramos en los emblemas. El jardín como
alegoría del estado sometido a la autoridad del príncipe lo vemos, entre otros, en
Saavedra Fajardo16, en la Empresa LIII,
Custodiunt non carput (En ellos ejercitan
su avaricia) (Fig. 1). Las estatuas que flanquean su entrada aluden a los ministros
como custodios y administradores.
El diseño de los jardines de los reyes
también sugería la idea de lo dominado
por la autoridad, en muchos de ellos,
como el de Aranjuez, podemos observar un diseño jerárquico, organizado en
Fig. 3. La Academia según Ripa
torno a puntos focales: el palacio y las
fuentes17, pretendiendo recordar el orden del universo.
El jardín como alegoría de la iglesia lo hallamos en numerosos emblemas, pues
esta institución fue establecida por Cristo, y responde al plan gobernador de Dios.
En la obra de Núñez de Cepeda18, entre otros, recogemos varios ejemplos: en la
empresa VIII, Evertas si avertas (trastornarás si te apartas) (Fig. 2). El jardín cercado
alegoriza la iglesia. En este caso defiende una permanencia del orden. En los emblemas del jardín, se hace énfasis en el orden, no en la fertilidad.
El jardín también aparece como atributo de las Academias en los emblemas.
Ripa presenta así una alegoría de la Academia (Fig. 3), pues las academias o liceos,
desde la antigüedad, solían incluir jardines (Fig. 4), era algo característico. Por otra
parte ya hemos visto que el jardín alegoriza, además del orden, los pródigos bienes
que se derivan del saber19, de ahí que no es raro que también en las academias
actuara la misma metáfora.
15
En los emblemas especialmente, que obligan a una imagen esquemática y efectiva, se subraya el
cercado del jardín.
16
Saavedra Fajardo, Idea de un Principe Politico Christiano, p. 422.
17
Erasmo, Educación del Príncipe cristiano, p. 274: «Consideraba que el príncipe cristiano «es una
fuente pública donde todos van a beber».
18
Núñez de Cepeda, Empresas sacras, p. 146.
19
El lugar destinado a pensar o dialogar era con frecuencia el jardín que debía acompañar en el
gozo cuando, gracias al estudio y al deseo de verdad, se alcanzaba eso que Platón llamaba: furor divinus
o bello frenesí del poeta. La revelación de la verdad que venía después de arduo estudio y entrega debía
despertar eso que Ficino llamaba estado de beatitud temporal. Quizá por ello se acompañara en los emblemas de la academia el jardín como algo característico de éstas.
En realidad parece divino este lugar, de modo que si en el curso de mi exposición voy siendo arrebatado por las
musas no te maravilles. Fedro, 238c.
…la cuarta forma de locura, aquella que se da cuando alguien contempla la belleza de este mundo, y , recordando la verdadera, le salen alas, y, así alado le entran deseos de alzar el vuelo… Fedro, 249d.
Interpretaciones platónicas del jardín…
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Fig. 4. Grabado de Jan Sadeler, S. XVI
Bibliografía
Erasmo, Educación del Príncipe cristiano, Obras
escogidas, edic. de L. Riber, Madrid,
Aguilar, 1964.
Ficino, M, De Amore, Madrid, Tecnos, 1986.
García Gual, C. Historia de la Filosofía Antigua, Madrid: Trotta, 1997, pp. 339-59.
Platón, Filebo. Madrid, Gredos, 1992, 30d
— Fedro. Madrid, Gredos, 1982, 246e.
— El Banquete. Madrid, Gredos, 1989.
Plotino, Enéadas, Madrid, Gredos, 1985,
Saavedra Fajardo, D., Idea de un principe politico christiano, representada en cien empre-
sas...Monaco, Enrico, 1640, ed. digital
de la Wolfenbüttler Digitale Bibliothek,
Permalink: http://diglib.hab.de/drucke/sf-211/start.htm
Núñez de Cepeda, Fco., Idea de el Buen
Pastor: copiada por los SS. doctores representada en empresas sacras: con avisos espirituales, morales, politicos, y economicos para
el govierno de un príncipe eclesiastico .../
compuesta por el padre Francisco Nuñez de
Cepeda de la Compañia de Jesus, Lion, a
costa de Anisson y Posuel, 1682.
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