COMUNICACIÓN FOTONONSTOP Una aproximación a lo más significativo de esta comunicación “invisible” El Product Placement, ese gran desconocido (I) Suele existir una visión simplista y equivocada de lo que es el Product Placement. En este artículo, a través del cine, sus películas y protagonistas (el guión, los actores, directores y, en especial, las propias marcas –Nike, Coca-Cola, BMW, BMX o Ferrari, entre otras-) esta fórmula se pone en su sitio. José Antonio Martín González, Profesor y coordinador de prácticas del Master en Marketing Promocional de la Universidad Complutense, y experto en Comunicación Integral | 36 36 AUTOR: MARTÍN GONZÁLEZ, José Antonio TÍTULO: Una aproximación a lo más significativo de esta comunicación “invisible”. El Product Placement, ese gran desconocido (I) FUENTE: “MK Marketing+Ventas”, Nº 218 Noviembre de 2006. Pág. 36 DESCRIPTORES: • Cine • Comunicación • Marca • Product placement • Televisión RESUMEN: Hace ya tiempo que, para muchos sectores, la comunicación cautiva, que giraba en torno a una gran campaña de publicidad, con importantes o ligeros aditamentos de otras formas de comunicación, ha dejado de existir. En este artículo se habla de una de estas últimas, el Product Placement. Películas de la talla de “Sucedió una noche”, “Un tranvía llamado deseo”, “E.T.”, “Forrest Gump” o “Blade Runner”, y muchas otras, le sirven al autor para dejar claro cómo se hace un Product Placement intachable. www.marketingmk.com egún cuentan las buenas lenguas, fue en 1970 cuando Coca-Cola rompió los esquemas de la comunicación publicitaria existente, presentando un spot que asociaba el consumo del producto, no a alguna característica del mismo, sino a un arrebato de felicidad, a una abstracción. Su claim era “It´s the real thing”, traducido aquí por “La chispa de la vida” Acababa de iniciarse la comunicación emocional, la cual se ha ido consolidando a través de unas trasformaciones que han configurado un especial diseño del mercado, y han precipitado una revolución en las estrategias de comunicación de las marcas y sus productos. Y la primera trasformación ha residido en la propia evolución de la sociedad. Una asentada morfología adquirida por la implantación de un nuevo sistema de influencia individual, que ha desembocado en una sociedad más despersonalizada pero que, como sistema de defensa, otorga más valor a lo personal y al ideal particular. La segunda trasformación se sitúa en un momento más claro y preciso: en noviembre de 1989, con la caída del Muro de Berlín. Fue entonces cuando los mercados entendieron que se abrían nuevos territorios para conquistar al suprimirse las barreras que los condicionaban. Fue la fecha que, entre otras cosas, marcó el inicio de la globalización. La tercera, también con mes y año, se produce en enero de 1992; el momento que se define como la puesta a punto de la nueva revolución gerencial. Económicamente se manifiesta cuando Microsoft, con una facturación de tan sólo 2.000 millones de dólares, cotizó en Bolsa por encima de la General Motors, con 125.000 millones. Era la demostración de que el ingenio cotizaba por encima de lo tangible y que, en el valor de las empresas, iba a ser más importante su capacidad de adaptación y potencial creativo. El resultado fue la configuración de un mercado donde se impuso el concepto del “cliente es el rey”, pero cuidando y atendiendo a tres prioritarias condiciones: S ✔ GESTIÓN ENTRE INFORMACIÓN Y REALIDAD: la necesidad de saber interpretar la inmediatez de los datos de hoy y su gestión para trasformarlos en valores para el mañana. Nº 218 • Noviembre de 2006 Los actores y maestros principales del Product siempre son el cine y la televisión ✔ RAPIDEZ DE RESPUESTA: la implantación de sistemas empresariales capaces de acortar el tiempo entre las demandas del mercado y las decisiones de la compañía. ✔ PRIORIDAD A LA IMAGINACIÓN: la incentivación y libertad para saber leer los deseos del mercado aunque, de una manera consciente, éste no los demande (lo ocurrido con la revolución digital o el nuevo ámbito del ocio). Y, por supuesto, los cambios en las formas y modos de la ciencia de la comunicación. De toda la comunicación: desde la gerencial, hasta la estricta de Marketing. Pero como una cosa es decirlo y otra es saber o poder hacerlo, ante la ausencia de ideas, se fue a la cantidad. Y así ocurrió que a principios del año 2000, en el mercado norteamericano existían 80 grupos más de referencias de productos que 10 años antes. Una incesante aceleración que, durante el pasado año, ha provocado la aparición de más de 1.200 nuevos tipos de teléfonos móviles, 320 variedades de yogur, 910 modelos de automóviles, 1.520 diseños de calzado,... lo que significa que hace ya tiempo, para muchos sectores, los “mercados cautivos” han dejado de existir, al igual que la comunicación cautiva: aquella que giraba en torno a una gran campaña de publicidad, con importantes o ligeros aditamentos de otras formas de comunicación. Y todo porque hemos entrado en la era de las emociones y lo que no se active a través de ellas, tiende a convertirse en imitable y de nulo beneficio. Porque lo que ahora se valora es lo subjetivo, el sentimiento hacia la marca, su lovemark entendido como algo diferente y personal. Lo conocido como la ciencia del dreamketing. Por eso, lo esencial es saber proponer valores que sean el resultado de una específica combinación de bienes tangibles y percepciones intangibles, con la particularidad de que 37 | COMUNICACIÓN El Product es una manera distinta y distintiva de modificar o incentivar valores de una marca o producto a través de su asociación con situaciones ficticias la comunicación tenga la cualidad de crearlos y transformarlos. Y hemos dicho comunicación, no solo publicidad; lo que significa que cualquier plan de comunicación no puede basarse en la respuesta de una única disciplina, sino en una adecuada mezcla de ellas. Y ahí es donde el Product Placement puede, y debe, desarrollar su particular dosis de eficacia. Pero ¿qué es el Product Placement? Se trata de una forma de comunicación persuasiva de masas basada en la percepción inconsciente de unos mensajes. Éstos, insertos en unos contenidos específicos, son portadores de valores aceptados previamente por el receptor. El Product Placement utiliza la proyección de sentimientos hacia una persona o situación, integrándose de manera natural en un proceso que lo asocia con el valor de los atributos percibidos. Representa una manera distinta y distintiva de modificar o incentivar valores de una marca o producto a través de su asociación con situaciones ficticias, en principio, ajenas a él. Las plataformas de contenido para este tipo de comunicación van desde la radio, el teatro, la literatura, o la música, hasta los videoclips, videojuegos o CD’s interactivos. Pero, por supuesto, los actores y maestros principales del Product siempre son el cine y la televisión. Y sobre estos medios vamos a centrar nuestra atención, porque entendiendo su funcionamiento se llega a comprender el de todos los demás. Pero antes, una importante aclaración: desde la perspectiva que aquí nos ocupa, el cine y la televisión resultan ser medios claramente distintos, aún siendo ambos audiovi- | 38 suales. Porque si al primero “vamos” y la televisión “viene” a nosotros, la valoración de sus contenidos tiene que ser distinta, pues es diferente la predisposición al medio. Aunque también veamos cine por la tele. Para entendernos mejor: los medios siguen teniendo temperatura. Al menos eso decía Mc Luhan. Y en este caso el cine sigue siendo caliente, porque “involucra”, y la televisión fría, porque se consume “desde fuera”, aunque estemos en casa. El cine hay que entenderlo como un ritual con una dosis única de guión, estética y tratamiento, que se vive a solas y se disfruta en el tiempo. Es un acontecimiento personal que mantiene una vigencia atemporal. La televisión, en cambio, suele disfrutarse en el imperio de lo doméstico cuando se acude a la cita grupal (el momento mágico que permite la reunión alrededor de la hoguera). Representa lo cotidiano, lo temporal, lo intrascendente, y por eso sus efectos finalizan en el mismo instante en que la apagamos. Como consecuencia, en cine el Product debe utilizarse con planificaciones persistentes y más largas en tiempo, que permitan realizar cambios de imagen más lentos, pero más seguros. No tiene mucho sentido si su presencia queda limitada a un solo momento y circunstancia; a no ser que se utilice como justificación de otras acciones, como es el caso de los multitudinarios lanzamientos de las grandes producciones, donde el Product se integra en un paquete de acciones específicas de Marketing. En cambio, la televisión, por su consumo instantáneo, exige al Product mayor integración, a la vez que un número mínimo y cercano de apariciones. Es decir, una mayor presencia y cotidianeidad, sin ser preciso llegar a las forzadas y multitudinarias apariciones de “envases” que en algunas series españolas llegan a provocar la sonrisa, neutralizando con ello parte de su valor diferencial. Nº 218 • Noviembre de 2006 COMUNICACIÓN En cine el Product debe utilizarse con planificaciones persistentes y más largas en el tiempo, que permitan realizar cambios de imagen más lentos pero seguros En conclusión: el cine para cambios o reforzamientos de imagen, y la televisión para lo más instantáneo, para la información precisa o la incentivación del consumo puntual. Su específica realidad Centrándonos ahora en los orígenes del lo que, sin querer, comenzó a ser el Product, uno de los primeros momentos donde se percibe una notoria influencia de estas ficticias tramas sociales se da en la película “Sucedió una noche” (1934), cuando, en una de sus escenas centrales, Clark Gable se despoja de su camisa mostrando su torso desnudo. Y es ahí, en ese preciso momento, cuando comienza a pensarse en algo que, en la actualidad, se conoce como Product Placement. Todo porque dicha escena provocó un conflicto comercial en el sector de la ropa interior, por el acusado descenso que produjo en sus ventas. Por ello, años más tarde, Brando tuvo que “recuperar” la imagen con 121 minutos de pura exhibición de camiseta, aunque en este caso bastante sudada. La película era el éxito de Elía Kazan, “Un tranvía llamado deseo”, una obra de Tennessee Williams recuperada del mundo del teatro. Y de esta manera la paradoja persuasiva de los “con camiseta” y los “descamisetados” funcionó. Y en los dos casos con ÓSCAR. Y esto ocurre porque la copia social es un fenómeno integrador que nos permite abstraernos de la realidad. Porque las estrellas y sus circunstancias fascinan y siguiéndolas nos sustraemos a nuestras carencias, nos sentimos sublimados, y nos proyectamos haciendo zapping con nuestra personalidad. Estilos de vida, situaciones aspiracionales, dramas que nos liberan momentáneamente de la praxis,... “¿A que no sabes una cosa? Bogart nunca se siente inseguro. Si quiero llegar lejos ¿en quién voy a fijarme?, ¿en mi dentista?. Bogart es la imagen perfecta”... (Woody Allen, en “Sueños de un seductor”). Y conocida y reconocida su función reparadora, metámonos en el tema. En un clásico del Product placement como “E.T.”, siempre se ha recordado el rechazo de la compañía Mars para situar sus chocolatinas M&M´s en un momento significativo de la película, propuesta que sí aprovechó su competidor Hershey´s con Reece´s Pieces. Y esta circunstancia y un puntual apoyo de publicidad, hizo que este producto aumentase sus ventas en más de un 60 por 100. Hasta aquí, lo más conocido. | 40 Nº 218 • Noviembre de 2006 Con el Product Placement la marca o producto aparecen sin competencia, pudiendo estar, además, reforzados por la situación de uso Resulta, sin embargo, peculiar que raramente se mencione el mejor Product de esta película y que no fue, por cierto, el de las chocolatinas, los caramelos, la Coca-Cola, ni incluso la cerveza (esa con la que “E.T”. se coge una monumental cogorza ¿lo recuerdan?), sino el de la innovación de la bicicleta como concepto de aventura –más allá del tiempo libre o el paseo-, que en esta película se realizó a través de las BMX, y que en nuestro país obtuvo, además, su efecto potenciador con “Verano Azul”. Una estrategia similar, la de E.T., a la desarrollada en la inolvidable película de ”Vacaciones en Roma”. La de presentar la Vespa desde un nuevo valor social: como objeto distintivo y vehículo de seducción. En otra producción, en “La Roca”, después de una investigación sobre qué Product se había percibido, se citaron marcas de bebidas, tabaco, los Beatles, incluso la visita a Alcatraz como estímulo turístico..., y, sin embargo, no se mencionó el protagonista de una de las escenas más dinámicas y representativas de la película. Circunstancia que no ocurre en “Naúfrago”, donde un barbudo Tom Hanks nos da la “vara” con la pelota “Wilson”, hasta llegar a hacer de ella el icono de la amistad, la esperanza y, por supuesto, del triunfo. Un Product continuo, de más de dos horas, sobre una de las marcas deportivas más populares en Estados Unidos. Pues bien, esto que compartimos y que a veces en un nivel consciente no somos capaces de puntualizar, es el efecto de un buen uso del Product Placement. Nº 218 • Noviembre de 2006 En “La Roca”, el Product residió en la escena central del destrozo de San Francisco (incluido el mítico tranvía) como resultado de la persecución que un flamante Ferrari Cabrio amarillo realiza, detrás del paradigma del automóvil norteamericano “duro” por excelencia: un Hummer. Unas secuencias que muestran su versatilidad de uso y su alto nivel de seguridad, incluso también frente a los resistentes coches de la Policía. Casualmente el mismo concepto, pero con Ferrari rojo, desarrollado en “Esencia de Mujer”. Todo para demostrar la conducción fácil y la seguridad de los productos en una marca de automóviles que, tal vez, pueda contener cierta imagen “de vulnerabilidad” en algunos de sus modelos más representativos. Pues bien, aquí el Product lo que intenta es desmitificar esas negativas percepciones, misión que con otro tipo de comunicación resultaría difícil desarrollar. En los casos de Nike también se evidencia una coordinada estrategia de marca que utiliza la técnica del Product para fijar un posicionamiento paralelo al establecido a través de la publicidad del mítico Jordan. Por ello, en “Forrest Gump”, la marca sigue situándose como una marca de triunfadores por su actitud ante la vida con independencia de cualquier determinante físico o social. Es decir, hace la marca más cercana y accesible, sin por ello erosionar su imagen elitista. De esta manera Nike se permite, por elevación, invadir huecos más universales de mercado, desclasificándose en principio de la dicotomía hombre-mujer en litigio entre otras marcas. COMUNICACIÓN La televisión, por su consumo instantáneo, exige al Product mayor integración, a la vez que un número mínimo y cercano de apariciones Sin embargo, años más tarde y habiendo alcanzado parte del objetivo anterior, Nike amplia nuevamente su posicionamiento y se introduce en esta reciente dicotomía. La película es “¿En qué piensan las mujeres?”, donde todo el staff directivo de la compañía –el que aprueba la campaña a la agencia de publicidad de Mel Gibson-, está compuesto de mujeres. Además de la propia campaña que trataba sobre unas zapatillas exclusivas para la mujer y que, como en el caso de “Forrest Gump”, más tarde se pudieron adquirir en los dealers o distribuidores de la marca. En conclusión, Primero: Lo que necesitamos, expresado con ideas y con objetivos claros. Después: Determinar el contexto, dando prioridad a los significados por encima del guión, de los actores y de las presuntas audiencias. Porque la correspondencia entre los valores es lo que fabrica el significado, y éste, el tejido sobre el que tenemos que actuar. Y éste es el orden. Porque finalmente va a ser la superposición de los significados sobre las creencias sociales de nuestros públicos, los que van a determinar el grado de implicación y convencimiento que podemos obtener. Y a partir de ahí, nuestra marca. Su valor de mercado Se concreta en: 1) ALTA CREDIBILIDAD: Se consigue la afinidad de la audiencia al quedar directamente asociado a valores del guión, de los actores,... previamente aceptados. 2) EXCLUSIVIDAD: La marca o producto aparecen sin competencia pudiendo estar, además, reforzados por la situación de uso. 3) DIFERENCIACIÓN: Contamos con la afinidad psicológica de la audiencia que nos está viendo en su serie o película preferida. Se dota al producto de unas características que se convierten en propias, por la activación del modelo de convencimiento más eficaz: la participación inconsciente en el valor de los mensajes. 4) RENTABILIDAD: En cine, además de compartir el valor cultural del medio, se tiene la posibilidad de llegar a audiencias muy afines y definidas. En televisión, además, a una notable cuantificación de éstas. La aplicación En “Forrest Gump”, Nike continúa situándose como una marca de triunfadores por su actitud ante la vida con independencia de cualquier determinante físico o social. Es decir, hace la marca más cercana y accesible, sin por ello erosionar su imagen elitista. | 42 La propia sicología de los cuentos de hadas establece una sencilla clasificación de los mitos y se recrea, a su vez, en las tribulaciones mentales que el ser humano debate durante su vida. Y, por posible coincidencia, también el cine y la televisión se llenan de mitos y del devenir de esos conflictos humanos. Nº 218 • Noviembre de 2006 COMUNICACIÓN En "Naúfrago" hay un Product continuo, de más de dos horas, sobre una de las marcas deportivas más populares en Estados Unidos, Wilson Entre el cuento y el cine, algunos interpretan los vuelos de “Peter Pan” como una evocación a los viajes astrales, otros recuerdan “Casablanca” como una obra de propaganda antinazi, con el tiempo transformada en una gran historia de amor y de renuncia sentimental; y “Philadelphia”, lógicamente, como un golpe moral encima de la mesa, para denunciar la marginación de las personas con SIDA,... pero, por encima de toda estas ideas, quedan siempre los recuerdos puntuales en forma de flash back. Y una manera de entenderlo la demuestra Coca-Cola en “Blade Runner”. Clasificada como una de las mejores películas de ciencia-ficción de todos los tiempos, en 1982 Ridley Scott plantea una historia que puede entenderse como un argumento mitológico o religioso. La rebelión de los hombres sobre los dioses a través de la creación de la vida artificial, o la narración cristológica en donde un representativo cyborg asume la condición de redentor de una sociedad, situada en Los Ángeles del 2019. En “Blade Runner” el Product Placement es sólo una referencia en los primeros minutos, eso sí, muy singular, y que es lo que al final permanece: las imágenes de un neón de Coca-Cola. El rasgo identitario en la secuencia justa y el momento adecuado. | 44 Pero, además de su mensaje, lo que al final permanece son las imágenes de un neón de Coca-Cola. El rasgo identitario en la secuencia justa y el momento adecuado. El icono que nos identifica con la historia. La nuestra y la de la película. Esto es Product Placement. Sólo una referencia en los primeros minutos, eso sí, destacando por su singularidad. Una situación del progreso, con sus peculiares situaciones. Y al final, la moraleja, la solución. Porque la siguiente parte del truco es que las entrevistas, reportajes y noticias de prensa hagan destacar esta escena. Es decir, que no necesariamente hace falta ver la película para percibir su mensaje. Por eso, después de bastante tiempo, la escena sigue contando dividendos. Otro tratamiento se da en “Forrest Gump”, donde la inteligencia emocional y un absoluto realce de los valores americanos colaboran con Nike al establecer un atractivo sentido de progreso social y sueño americano. La interminable carrera representa a Nike, y ésta, a América. Es este caso manipulación, oportunidad y constancia. En otro sentido tenemos los transgresores de la ley “admirados”, los traviesos que se oponen al orden establecido, lo que a nosotros posiblemente nos gustaría hacer. Dennis Hopper en “Waterworld”, Michael Douglas en “Instinto Básico”, o Al Pacino en “Esencia de Mujer” representan los mismos rebeldes permitidos y cercanos, identificados con su Marlboro y Jack Daniel´s. Pero eso sí, en “Waterworld” el Marlboro de la cuadrilla de Hopper era especial. Con un envase de aluminio que lo protege de la humedad y que se vende exclusivamente en los estados sureños del país. ¡Faltaría más, en una película donde el mundo está formado de agua! BMW opta por la presentación de sus nuevos modelos en producciones de acción o evasión, desclasificándose así de su imagen Nº 218 • Noviembre de 2006 COMUNICACIÓN Porque si uno ya no tiene mucho que perder, puede enseñar sus intimidades a la sociedad. Al menos, para entretenerla. Después de eso el camino ya quedaba despejado para penetrar en la denuncia cruda de “Los lunes al sol”. Y, a partir de ahí, vía libre al tema, incluso en las series de televisión. La ubicación en el plan de comunicación En la televisión es necesaria una mayor presencia y cotidianeidad, sin ser preciso llegar a las forzadas y multitudinarias apariciones de “envases” que en algunas series españolas llegan a provocar la sonrisa, neutralizando con ello parte del valor diferencial del Product Placement. formal, como demuestra Bruce Willis en “El último Boy Scout”, o los anglosajones tribales de “Shopping”. En este caso, planificación, mucha coherencia y constancia. También se puede utilizar el Product como creación de plataformas para la comunicación o de nuevas corrientes de opinión. Son casos como los imaginarios mundos creados por “Harry Potter”, “El Señor de los Anillos” o “Las Guerras de las Galaxias”, para continuar con las piezas musicales de “El Guardaespaldas”, “Titanic” o, más recientemente, “La vida es bella”, “Al otro lado de la cama”, “Los chicos del coro” o “Volver”. Y, por último, existe la oportunidad, pero entendida al revés: cuando el mundo del cine o de la televisión requieren de una imagen de marca para, de un solo “vistazo”, dar carácter y sentido a sus historias. Es el caso de Bigas Luna con Rolex en “Huevos de oro”, de Almodóvar con Chanel en “Tacones Lejanos”,... Por consiguiente, la identificación con la realidad debe entenderse en un conocimiento no sólo transversal, sino también longitudinal. Estamos obligados a conocer la validez de las ideas, pero también las implicaciones que provocan. Todo depende del tipo de filtro que se le aplique y de la estructura de valores que conforman cada guión. Casi nadie trataba el paro y menos el industrializado. Hasta que apareció “Full Monty”. Cercana e incluso provocando sonrisas a las personas que lo padecen, pero sin renunciar a su moraleja. | 46 Los campos de acción de todo Plan de Comunicación Integral se dividen en tres grandes áreas: la Comunicación Interna, la Comunicación Social y la Comunicación de Marketing. La primera se corresponde con un específico mundo de la empresa, y tiene como objetivo mejorar el rendimiento y la motivación de los miembros de ésta y sus más cercanos colaboradores, a través de una comunicación específica de cercanía, confidencialidad y valor de empresa. Es un tipo de comunicación en el que no vamos a entrar, por quedar alejado de nuestros fines y porque aquí el Product únicamente puede tener valor como noticia o preferencia informativa. La segunda, la Comunicación Social, es toda aquella que se realiza para facilitar el desenvolvimiento social de la compañía, conjuntamente con sus marcas y productos. Se refiere a los tipos de acciones realizados con la intencionalidad de crear “ambientes amigables” a favor de nuestras acciones, en cualquier tipo de públicos (desde los institucionales, hasta los de consumo), y que se potenciarán con las acciones propias de la Comunicación del Marketing. En este ámbito el Product Placement se aplica para ampliar los items de percepción de la marca (IBM, Coca-Cola,...), para relacionar a ésta con “beneficios” no utilizados explícitamente en la publicidad (Nike, Marlboro,...)., como “enlace” para asociar la marca a un campo específico de interés social (como hace Chevignon hacia la cultura del cine), o dirigir costumbres de moda hacia tendencias específicas (la estrategia a largo plazo de Levi´s, con la trilogía de Indiana Jones, que socializó el tejido “chino” y que posteriormente comercializó con Docker´s). Por último, la Comunicación de Marketing está directamente dirigida a la incentivación del consumo de los productos y aquí la publicidad ha sido, hasta no hace mucho, su principal activo. Pero la complejidad de Nº 218 • Noviembre de 2006 www.marketingmk.com los mercados ha obligado a desarrollar otras técnicas, agrupadas en el epígrafe below the line, que tratan de dirigir al consumidor desde el momento en que queda convencido por la publicidad, hasta el puntual de la compra o, incluso, más allá. Esto ha originado que la parte económica que domina la inversión en comunicación haya quedado claramente inclinada hacia los denominados medios “no convencionales”, entre los que se sitúa el Product. Y en esta división ¿dónde se sitúa el Product Placement? Pues de manera evidente en funciones correspondientes al segundo y tercer nivel, y que pueden responder a: 1. La utilización de percepciones diferentes, pero complementarias a las provocadas con la publicidad, para fijar posicionamientos paralelos que eliminen frenos de percepción en el consumo de los productos. 2. La de “fabricar” productos que potencien el negocio de la empresa (caso del merchandising de “La guerra de las galaxias”, la moda “Matrix”,...). Productos extensiones de línea o de nueva creación. 3. La de aumentar la notoriedad del producto en los mismos términos y valores que utiliza la publicidad. Pero sea cual sea el contexto en el que se utilice el Product Placement es necesario, además, considerar que: ✔ Para realizar posicionamientos “paralelos” el medio indicado debe ser cine, con una notable constancia en el tiempo. ✔ Para incentivar directamente el consumo cualquier medio es factible, especialmente en los productos de baja involucración (low involvement) y los “commodities”, por ser los más influenciables. Pero en estos casos, tal vez, televisión se convierta en el medio ideal para el Product. Y puntualizar que en este contexto el término involucración hace referencia a la cantidad de tiempo, energía mental, compromiso social y dinero (esfuerzo), que estaríamos dispuestos a gastarnos en la compra de ese producto. ✔ Y por último, los productos de “high involvement” tienen más efectividad dentro del Nº 218 • Noviembre de 2006 Product cuando tienden a aumentar la notoriedad de marca o como justificación para realizar acciones de otras parcelas del below the line, por lo que el cine debe de ser su medio. Unas primeras conclusiones Esperamos que haya quedado claro que el Product no es Publicidad, ni Patrocinio, ni below the line,... es simplemente eso, Product Placement, con todas sus diferencias y ventajas. Un medio con unas cualidades distintas y distintivas, con un específico poder de convencimiento que ninguna otra disciplina de comunicación puede desarrollar. Y que su correcto uso exige una clara función, un adecuado conocimiento y una pormenorizada planificación. Por ello el Product debe siempre formar parte del Plan. Ese “plan global” que sepa atender tanto a lo general, como a lo particular. A lo efímero, como a lo permanente. Que dirija y cuide al consumidor, desde la curiosidad hasta la compra y fidelización. Entretanto, todo debe quedar sometido a la Comunicación, a “nuestra” comunicación. Y así cada especialidad tendrá que hacer su función en cada momento preciso. Desde la Publicidad al Marketing con Causa, desde la Promoción al Product Placement, desde el Patrocinio hasta el Marketing de Experiencias. Esto implica que hay que aprender a convivir en este ambiente y saber transitar desde la Comunicación Social hasta la específica del Marketing. Y dentro de ésta, saber otorgar especial atención a cada parte de ella. Conocer no sólo el valor específico del llamado above the line, sino también saber explicar y utilizar correctamente cada función de ese otro “cajón de sastre” extrañamente llamado below the line (a qué línea se refieren ¿me pregunto siempre?). Y ahí, y por méritos propios, siempre deberá estar el Product Placement. Y después de haber intentado aclarar las esenciales características del Product, pero conscientes de que quedan sombras, en un próximo artículo vamos a continuar con ello. Hasta entonces. Buenas noches y buena suerte. ● 47 47 |