¿CÓMO LOGRAR UNA ECONOMÍA COMPETITIVA, CONECTADA Y RESPETUOSA CON EL MEDIO AMBIENTE? La Unión Europea necesita profundas reformas estructurales e, incluso, culturales encaminadas a premiar el esfuerzo. Tenemos que reconocer que no alcanzaremos el objetivo de la Agenda de Lisboa de superar a Estados Unidos en competitividad en el corto plazo. La mejor forma de que los ciudadanos europeos asuman su responsabilidad medioambiental y contribuyan a mejorar la productividad de la Unión (a través de las empresas u organizaciones para las que trabajen) es que comprendan que sus esfuerzos repercutirán positivamente sobre ellos mismos. Esto solo se conseguirá con un esfuerzo continuado en el tiempo de el conjunto de países miembros unidos bajo la Unión Europea. Mientras llevamos esta profunda reforma mediante los sistemas educativos y los medios de comunicación, es importante que los cargos políticos (especialmente, a nivel nacional y comunitario) sean modelo de estas conductas. Los recientes esfuerzos de la UE promotores de las energías renovables y de lucha contra el cambio climático son un buen ejemplo de la actitud que se debe fomentar. En estos ámbitos, las autoridades deben confiar en los técnicos e ingenieros especialistas en la materia energética, pues son quienes están mejor preparaos para evaluar el potencial y los riesgos de las energías alternativas. ¿CÓMO FOMENTAR LA INNOVACIÓN Y LA CREATIVIDAD? Se puede fomentar la innovación y la creatividad de diversas formas. Las más efectivas a corto plazo probablemente sean de corte económico y pueden ser simples ayudas en forma de financiación o convocatorias de concursos que premien la innovación y la creatividad en diversos ámbitos. Para que la innovación y la creatividad sirvan al propósito de mejorar la competitividad europea, es importante que el esfuerzo innovador se dirija a actividades productivas en un sentido económico-social. Es de suma importancia establecer un sistema de incentivos en función de resultados con el fin de que la innovación y la creatividad se destinen a mejorar la calidad de vida de los europeos. De nuevo, a largo plazo interviene la educación. Las tareas por las que el estudiante es evaluado deberían ir encaminadas a desarrollar las destrezas que necesitará como trabajador, precisamente, para contribuir a la mejora de productividad y competitividad que buscamos. ¿CÓMO MEJORAR LA EDUCACIÓN EN EUROPA? Los educadores deben concienciarse de que la mayoría de sus alumnos no serán académicos. Los planes de estudios deben diseñarse para preparar profesionales capaces de aportar valor al mercado laboral y a la sociedad europea. De este tipo de preparación se benefician los estudiantes, que encontrarán un trabajo con el que ganarse la vida y la sociedad, pues los educandos podrán contribuir a la productividad nacional y comunitaria. Por tanto, la educación debe tomar un enfoque práctico, no ignorando los contenidos teóricos, sino aprovechándolos para contribuir a la sociedad. Es especialmente importante que esta mentalidad, que ya recoge el Plan de Bolonia, se traslade ahora a los educadores y los alumnos. Los sistemas educativos deben premiar a los alumnos en función de su capacidad y disposición a mejorar la sociedad. Las preguntas que los profesores se deben hacer al evaluar a sus alumnos son: ¿contrataría a este alumno?, ¿puede aportar este alumno algo a una empresa, a una entidad pública, a la sociedad…? ¿CÓMO POTENCIAR EL PAPEL DEL CIUDADANO Y EVITAR LA EXCLUSIÓN SOCIAL EN TIEMPOS DE CRISIS? De la participación de los ciudadanos depende toda democracia. Por eso es importante promocionar la participación social y política, no solo a nivel comunitario, sino a niveles menores, nacional, regional y local. Las vías más adecuadas pueden ser la educación y el ejemplo de los cargos y entes públicos. Convocatorias como esta, que invitan al ciudadano a participar en la Comunidad Europea, no solo con un "sí" o un "no", sino con sus opiniones personales son grandes alicientes. Precisamente los periodos de crisis deben alentar más que nunca la participación ciudadana y lo mejor que se puede hacer para evitar la exclusión social en el futuro es educar a los jóvenes europeos en la solidaridad. En el corto plazo, quizá lo más importante sea luchar contra el paro, pues las personas que estén paradas durante largo tiempo representan un fracaso para la inclusión social. La Unión Europea debe preocuparse por reactivar a estos profesionales incentivándoles a adquirir una formación complementaria y que les ayude a diferenciarse en el mercado laboral. ¿CÓMO CREAR UNA AGENDA DIGITAL EUROPEA PARA LOGRAR UNA INTEGRACIÓN REAL? La Estrategia de Granada deberá responder, especialmente, a cuatro objetivos: el acceso universal a Internet, la seguridad en Internet, la reducción de costes y los derechos de autor. En cuanto al acceso universal, la inclusión de todos los ciudadanos en la sociedad electrónica servirá para optimizar nuestro derecho a la libertad de información, como informadores, comentaristas y lectores. Además, el uso de internet supone una mejora de la calidad de vida pues permite el disfrute del arte, de las compras sin desplazamiento y de los servicios innovadores que ofrece la red. Para que la prestación de servicios, ya sean gratuitos o comerciales, alcance su potencial, las Administraciones deberán procurar un entorno seguro que merezca la confianza que los internautas demuestran cada vez que introducen datos personales (nombre, correo electrónico, tarjetas de crédito…) en distintos sitios web. La persecución de los delitos en Internet es especialmente complicada y requiere la coordinación de todos los países miembros e, incluso, una cooperación extracomunitaria. El uso de internet significa para las empresas y las administraciones públicas una reducción de costes importante y una nueva área de negocio que, si es bien aprovechada, permitirá a las empresas europeas mejorar su competitividad frente a otros países y incluso a reducir los déficit públicos, que en algunos de los países miembros actualmente están lejos del objetivo del 3% de la Estrategia de Lisboa. Por último, se debe hallar una solución al problema de la piratería, encontrando el equilibrio entre la protección de los derechos de autor, que incentivan la creación, y los beneficios de la libre distribución digital, que incentiva el consumo de las diversas formas artísticas. Manuel Panizo Vanbossel