LOS VIRUS SON ORGANISMOS ACELULARES Tanto por su estructura como por su ciclo vital, los virus no se pueden considerar seres celulares. Todos los virus son organismos acelulares (carecen de organización celular), constituidos por un fragmento de un ácido nucleicos rodeado por una cubierta proteica, que pueden alternar entre un estado extracelular inerte y un estado intracelular activo. Por otra parte, y pese a que algunos autores no los consideran organismos vivos, pues no presentan las funciones de nutrición y relación, se trata de elementos vivos capaces de replicarse independientemente, aunque para ello precisan de la maquinaria metabólica de una célula, que recibe el nombre de hospedados Los virus son, por tanto, parásitos intracelulares obligados. En función del hospedador que parasitan, los virus se clasifican en tres grandes grupos: virus bacterianos (también denominados bacteriófagos), virus vegetales y virus animales. En general, los virus se caracterizan por su pequeño tamaño (entre 0,02 y 0,3 µm de diámetro) y su simplicidad estructural. Algunas bacterias, como los micoplasmas, tienen un tamaño semejante al de los virus más grandes, como el virus de la viruela (0,3 pm). Estructura y composición de los virus La partícula vírica o virión está constituida por un fragmento de ácido nucleico encerrado en una cubierta proteica o cápsida. Algunos virus presentan, además, una envoltura membranosa, compuesta por una bicapa lipídica procedente de la célula hospedadora parasitada y asociada a proteínas víricas. Estos virus se denominan virus con envoltura, en contraposición a los virus desnudos, que carecen de ella (figura ) El ácido nucleico de los virus puede ser ADN o ARN, mono o bicatenario (se han descrito también familias de virus con ARN bicatenario). En la mayoría de los virus, la información genética puede estar almacenada en una única molécula lineal o circular, o bien en distintos fragmentos, como sucede en el virus de la gripe El ácido nucleico de algunos virus contiene información genética para la síntesis de enzimas (ARN o ADN polimerasas) implicadas en su proceso de replicación, o para la transcripción de ARN mensajeros que codifican para la síntesis de proteínas víricas (proteínas estructurales de la cápsida, o proteínas implicadas en la maduración de las partículas víricas o en la lisis de la célula hospedadora). En algunas partículas víricas, ciertas proteínas pueden encapsidarse en el virión junto con el ácido nucleico y actuar en los primeros pasos de la infección, destruyendo, por ejemplo, la pared o la membrana de la célula hospedadora. Todos los representantes de una familia de virus animales, vegetales o bacterianos tienen siempre el mismo tipo de ácido nucleico. La cápsida está formada por capsómeros, unidades estructurales constituidas por una o varias subunidades proteicas denominadas protómeros. Las proteínas de la cápsida se organizan regularmente alrededor del ácido nucleico, de manera que la nucleocápsida (cápsida + ácido nucleico) presenta una simetría determinada que caracteriza la morfología del virión. Se distinguen así: virus con simetría helicoidal, virus con simetría icosaédrica y virus complejos. Virus con simetría helicoidal. Son virus alargados (con forma de varilla), en los que los capsómeros, por lo general con un solo tipo de proteína, se disponen helicoidalmente alrededor del ácido nucleico. Un ejemplo típico es el virus del mosaico del tabaco. • Virus con simetría icosaédrica. Poseen una estructura poliédrica, compuesta por 20 caras triangulares en las que los capsómeros están formados por cinco o seis subunidades proteicas. Ejemplos ilustrativos de cápsida icosaédrica son el virus de la hepatitis A o el de la polio. • Virus complejos. Son virus constituidos por varias partes, con formas y simetrías diversas. Algunos virus bacterianos, por ejemplo, están integrados por cabezas con simetría icosaédrica y colas con simetría helicoidal. . Ciertos virus vegetales, como el virus del mosaico de la coliflor, son multisegmentados, es decir, constan de varios fragmentos de ácido nucleico encapsidados en distintas partículas, asociadas, todas ellas necesarias para la infección. Clasificación de los virus Ciclo biológico: multiplicación vírica En estado extracelular, los virus son inertes e incapaces de reproducirse, por lo que el ciclo de multiplicación tiene lugar cuando el virión penetra en el interior de una célula hospedadora y utiliza la maquinaria replicativa de ésta para generar nuevas partículas víricas. Este proceso recibe el nombre de ciclo lítico. Algunos virus, sin embargo, penetran en las células hospedadoras y permanecen en ellas sin producir nuevas partículas víricas completas; estos virus siguen un ciclo lisogénico. 4.1. Ciclo lítico En todos los ciclos líticos de multiplicación viral se pueden distinguir unas etapas comunes; entrada de los virus en la célula hospedadora, replicación y síntesis de los. componentes virales, maduración y liberación. Entrada de los virus en la célula hospedadora La penetración del virus en el interior de la célula debe ir precedida, en la mayoría de los casos, por una adsorción específica, que implica el reconocimiento y la unión de las proteínas de la cápsida o la envoltura del virus a receptores específicos de la célula hospedadora. Sin embargo, ciertos virus, sobre todo vegetales, no se fijan a sitios específicos de la célula, sino que penetran directamente a través de heridas mecánicas o por la acción de artrópodos transmisores, sobre todo insectos. La siguiente fase, común a todos los virus, es la penetración. En el caso de los bacteriófagos y ciertos virus animales, el ácido nucleico viral penetra por inyección, mientras que en el resto lo hace por medio de procesos de endocitosis. Los virus envueltos pueden penetrar por fusión de su envoltura con la membrana plasmática de la célula. Posteriormente, en los virus en los que la nucleocápsida penetra en la célula hospedadora, el ácido nucleico se libera en el citoplasma mediante la rotura de la cápsida (descapsidación). Replicación y síntesis de los componentes virales Tras liberarse el ácido nucleico en el citoplasma de la célula hospedadora. se produce la replicación (ver UNIDAD 20) de los componentes virales, para lo cual el virus utiliza la maquinaria biosintética del hospedador y las enzimas codificadas en su propio genoma que intervienen en los procesos de replicación, como las ARN polimerasas virales. Esta etapa cumple dos funciones principales: • Síntesis de proteínas del virus (proteínas de replicación, proteínas estructurales de la cápsida y proteínas que intervienen en el proceso de maduración y liberación): puede desarrollarse en una o dos fases (temprana y tardía) y siempre se produce en el citoplasma de la célula hospedadora. • Replicación del ácido nucleico viral: puede ocurrir en el citoplasma (virus bacterianos y virus animales y vegetales con ARN, excepto alguno; casos especiales, por ejemplo, los retrovirus como el virus del sida) o bien en el núcleo de la célula hospedadora (virus animales y vegetales con ADN, también con algunas excepciones). Los retrovirus poseen dos copias idénticas de ARN monocatenario, que se replican de manera inusual a través de una forma intermedia de ADN bicatenario. Este proceso se lleva a cabo mediante una enzima clave, la retrotranscriptasa o transcriptasa inversa, que dirige la síntesis de ADN a partir de ARN y posee una importancia extraordinaria en la manipulación genética La ARN polimerasa es una enzima que Comete errores de lectura con una frecuencia mayor que la ADN polimerasa, por lo que la variabilidad de los virus con ARN como material genético es más elevada. Maduración Una vez sintetizados los componentes de los nuevos yiriones, las cápsidas se ensamblan con el ácido nucleico. Algunos virus, como el de la gripe, presentan el genoma fragmentado. En las infecciones múltiples, fragmentos víricos procedentes de partículas diferentes pueden encapsidarse y originar cepas con nuevas características. Estos «saltos», junto con la elevada capacidad de mutación de los virus con ARN, son los responsables de la dificultad para combatir este tipo de enfermedades. Liberación Cuando el ciclo de multiplicación finaliza, los nuevos viriones salen de la célula, bien provocando la lisis de ésta o lentamente por gemación. Durante la fase de liberación, los virus envueltos adquieren su membrana a partir de la membrana de la célula hospedadora, tras insertar en ella proteínas específicas codificadas por el genoma viral. Si se representa gráficamente el número de partículas víricas infectivas (unidades formadoras de placas o calvas, UFP) con respecto al tiempo, se obtiene una gráfica como la de la figura 15.14., en la que durante los períodos de penetración y replicación no se detectan nuevas partículas infectivas, que se generan de forma «explosiva» cuando se produce la lisis de la célula hospedadora. 4.2. Ciclo lisogénico La mayoría de los virus bacterianos o bacteriófagos son virulentos, es decir, siguen un ciclo lítico. Sin embargo, los virus denominados atemperados, como el fago lambda (X.) que infecta a Escherichia coli, pueden incorporar también su ácido nucleico al genoma del hospedador, replicándose con él (estado de profago), sin que se produzca la síntesis de los componentes virales y la liberación de la progenie viral. Sólo ciertos agentes inductores, que por lo general son agentes físicos o químicos que dañan el ADN, provocan la liberación del ácido nucleico del virus, que seguirá entonces un ciclo lítico (figura 15.13.). Algunos virus atemperados en estado lisogénico son capaces de expresar ciertos genes y producir proteínas que pueden conferir nuevas propiedades a las bacterias hospedadoras. Por ejemplo, la toxina diftérica de la bacteria Corynebacterium ciíphteríae (agente de la difteria) está codificada por los genes de un profago. 4.3. Ciclo del virus del sida. El virus del SIDA o VIH (Virus de Inmunodeficiencia humana) fue aislado por primera vez en 1983 por Luc Montagnier. Esta formado por: -Un cápsida trococónica formada por unas proteínas llamadas P24. -El genoma vírico, como retrovirus que es, esta formado por ARN, concretamente por dos cadenas de ARN que se encuentran ligadas cada una de ellas a una enzima, la transcriptasa inversa o retrotranscriptasa que cataliza la formación de ADN a partir del ARN vírico. En el interior de la cápsida también hay unas enzimas llamadas integrasas. -Una envoltura esférica que rodea a la cápsida, la cual esta formada por una capa interna de proteínas (proteínas P17) y una bicapa lipídica externa a la que se asocian distintas proteínas que se proyectan hacia fuera (las proteínas GP41 y las GP120). Ciclo del El VIH El VIH utiliza como célula hospedadora para reproducirse, sobre todo a los linfocitos T4. •El virus se fija mediante las proteínas de la envoltura a los receptores CD4 de los linfocitos T4. •A continuación se fusiona la envoltura del virus con la membrana del linfocito y se libera dentro del mismo la nucleocápsida vírica. •Se desintegra la cápsida y queda libre el ARN vírico y las retrotranscriptasa. •Por acción de la transcriptasa inversa se sintetiza a partir de cada ARN vírico una molécula de ADN bicatenario del genoma vírico. El proceso ocurre de la siguiente manera: primero utiliza como patrón el ARN vírico y sintetiza una cadena de ADN formándose una molécula mixta de ADN-ARN y posteriormente se degrada la cadena de ARN y se sintetiza la otra cadena del ADN formándose la molécula bicatenaria de ADN vírico. •Las moléculas bicatenarias de ADN vírico entran en el núcleo del linfocito y por acción de la integrasa, se integran en el ADN del linfocito (provirus) permaneciendo en estado de inactividad. •Posteriormente se expresa el ADN vírico formándose: ARN vírico (genoma) y ARNm vírico que se traducirá en el citoplasma del linfocito dando las diferentes proteínas víricas. •Ensamblaje de los componentes víricos formándose nuevas partículas víricas, las cuales se separan por gemación del linfocito, al hacerlo se rodean de una parte de la membrana que constituirá la envoltura membranosa. •Los linfocitos T4 terminan muriendo produciéndose la inmunodeficiencia. Virus animales y vegetales Entre los virus animales y vegetales, la infección vírica puede ocasionar la destrucción de la célula hospedadora (infección lítica) o alteraciones citológicas y de crecimiento en procesos en los que las partículas son liberadas lentamente por gemación (infección persistente). Se han descrito también casos en los que los virus animales pueden permanecer latentes (infección latente) .en ciertas células del organismo (la multiplicación es entonces inapreciable) y se reactivan en presencia de diversos estímulos. En ocasiones, la latencia puede deberse a la integración del ácido nucleico del virus en el genoma del hospedador (provirus). En estado de provirus se pueden producir o no partículas víricas» a diferencia de lo que ocurre con los profagos bacterianos. Algunos virus animales tienen la capacidad de transformar las células hospedadoras en células cancerosas: (virus oncogénicos). Casi todos los virus anímales relacionados con la transformación celular y el cáncer son virus con ADN, como los herpesvirus o el virus de la hepatitis B, con excepción de los retrovirus, que presentan ARM. Los virus vegetales provocan infecciones cuyos síntomas visibles comprenden desde mosaicos (alternancia de zonas normales y cloróticas), moteados y anillos necróticos, hasta alteraciones en los brotes o en el desarrollo de la planta. Un mismo virus puede producir síntomas distintos en diversas especies susceptibles. Origen de los virus La sencillez estructural de los virus permitió considerarlos durante mucho tiempo como «precélulas», es decir, organismos en las primeras etapas de la evolución biológica. Algunas hipótesis actuales, sin embargo, sostienen que los virus, parásitos intracelulares obligados, podrían ser restos evolutivos de microorganismos parásitos celulares muy sencillos que, tras perder su complejidad al adaptarse al parasitismo, conservaron únicamente la información esencial para su replicación. Otros científicos opinan que los virus se han originado a partir de elementos génicos de las células hospedadoras, que en el curso de la evolución alcanzaron su independencia replicativa de la célula inicial. Los virus constituirían un ejemplo de evolución «hacia atrás», desde organismos más complejos a entidades más simples. No podemos olvidar, por último, la aparición de virus nuevos, algunos de ellos originados por cambios genéticos p por la transferencia a otros hospedadores (como sucede, por ejemplo, con el, virus del sida en los seres humanos. que según se cree procede de un retrovirus que infecta a los chimpancés), ni el descubrimiento de virus desconocidos hasta ahora que, probablemente, ya existían hace mucho tiempo, pero cuya sintomatología podría confundirse con la de otros tipos, como, por ejemplo, el virus de la hepatitis C. Otras formas acelulares infecciosas. Existen otras formas acelulares que actúan como agentes infecciosos, inicialmente fueron identificados como virus aunque hoy se sabe que difieren de ellos, estos son: los viroides y los priones. •Viroides. Son los agentes infecciosos más pequeños que se conocen. Fueron descubiertos en 1967 por Diener. Son parásitos exclusivos de plantas superiores a las que causan enfermedades. Están formados por pequeñas moléculas de ARN monocatenario y circular, carecen de recubrimiento proteico. •Priones. Los priones fueron descubiertos en 1982 por Prusiner. Son pequeñas partículas proteicas infecciosas, formadas por la modificación de una proteína normal. Inicialmente se creía que eran virus muy pequeños que tardaban mucho en replicarse, hoy algunos científicos aun mantienen esta hipótesis. A la proteína celular normal se la llama proteína del prión (PrPc) y se denomina prión a la proteína modificada (PrPsc). Los priones se multiplican convirtiendo las proteínas normales en infecciosas, modificando únicamente su estructura. Producen unas enfermedades neurodegenerativas que afectan a los mamíferos entre ellos al hombre y que suelen ser mortales, se denominan de forma general encefalopatías subagudas espongiformes transmisibles, entre ellas destacan: enfermedad de las vacas locas, tembladera ovina y enfermedad de Creutzfeldt-Jakob.