Nos encontramos en plena batalla contra el Ébola. Dentro de una guerra que se inicia en los años setenta, lo primero es ubicarnos contra el enemigo. Se trata de un virus en su sentido más clásico, pues es de ADN (mientras que los retrovirus son de ARN) y posee cápside y recubrimiento (mientras que un viroide no). Se le considera un filovirus por su estructura filamentosa, es relativamente pequeño, como casi todos los virus, con un tamaño de unos 7-8 Kilobases. Cada base supone un par de bases nitrogenadas de ADN. Al virus le acompañan un grupo de 7 proteínas, que le ayudan a ingresar en la célula y replicarse. Una de ellas libera un grupo de enzimas que cortan el material genético del ébola y lo pegan en el núcleo de ADN de la célula del sujeto infectado. Cuando se replica la célula copia todo el material y el virus se replica también, creciendo en el interior del organismo. Científicos de todo el mundo trabajan en contra de estos mecanismos de propagación y la Universidad de Granada ha recibido una subvención para que biólogos, bioquímicos y biofísicos trabajen en una cura. En el departamento de Química Física han recibido unas líneas celulares y la proteína del ébola para diseñar anticuerpos que puedan afectar a la proteína vírica y no a las humanas, de este modo no podría liberar las enzimas que le hacen introducirse en el núcleo. Si la inversión en I+D hubiera sido más fuerte en este país igual se habría obtenido antes o se dispondrían de mejores medios, pues no tenemos ningún laboratorio donde trabajar con el virus. Aquí un vídeo donde vemos el comportamiento del virus https://www.youtube.com/watch?v=AS1KW6fmRpI