Manifiesto a la Opinión Pública En relación al proyecto de Código Orgánico Monetario y Financiero que con carácter económico urgente se discute en la Asamblea Nacional, el Comité Empresarial Ecuatoriano y los gremios adherentes sentimos el deber de compartir con la ciudadanía preocupaciones de interés general. Consideramos que la previsibilidad normativa, como factor determinante para el desarrollo productivo, demanda que las regulaciones se construyan en conjunto entre los actores públicos y privados. En este caso, la propuesta que reforma integralmente la institucionalidad, regulación, y controles del Sistema Financiero Nacional, de Valores y Seguros, responde exclusivamente a la visión del sector público (según consta en los propios considerandos del proyecto) y no integra a todos los actores del Sistema, incluidas las contrapartes privadas y comunitarias (economía popular y solidaria), y los usuarios que, como personas naturales y jurídicas a través de sus depósitos y ahorros, constituyen su principal sostén. Debatir un proyecto extenso y de tantas implicaciones en el plazo previsto, no es la forma aconsejable de construir una política pública que brinde seguridad y confianza. Observamos con preocupación que existen temas que podrían generar efectos contraproducentes : La reforma del precepto constitucional de Sistema de “orden público” por un servicio de orden público “de potestad del Estado” genera un amplio margen de discrecionalidad a los reguladores. Las amplias atribuciones entregadas a la nueva Junta de Política y Regulación Monetaria y Financiera no guardan un balance con la inmunidad entregada a sus miembros, hecho que contraviene lo prescrito en los artículos 11, 233 y 309 de la Constitución sobre la responsabilidad de actuación de los funcionarios públicos. La potencial discrecionalidad en el manejo de temas eminentemente técnicos tales como: los recursos que administra el Banco Central (Depósito del Sector Público No Financiero y Reservas Bancarias) a través de la eliminación de sus balances; el otorgamiento de crédito, sin considerar los riesgos inherentes a la recuperación de cartera; la administración de divisas para dirigir la orientación del comercio exterior; y, además, la emisión de dinero electrónico sin precisar su alcance y mecanismos de conversión monetaria. Las regulaciones a las operaciones crediticias que realicen las empresas no financieras en cuanto a exigir parámetros de liquidez, de solvencia, endeudamiento o inclusive de activos en el exterior; en la medida en que dichas empresas no intermedian con dinero del público sino con fondos propios. Hacerlo limitaría el apalancamiento en proveedores de las actividades productivas, que es connatural a su operación. La excesiva regulación al Sistema financiero alejándose de las realidades del mercado puede provocar distorsiones en la economía y por tanto generará señales negativas para el desarrollo del aparato productivo. Consideramos que el proyecto no aborda temas fundamentales como la promoción de la competencia en el mercado de capitales, generando condiciones para atraer banca y además inversión extranjera, abaratando el costo del dinero, facilitando un mayor acceso al crédito de parte de actores que tienen una disposición limitada. En momentos que el principal objetivo del país es el Cambio de la Matriz Productiva, la alianza público-privada se torna imperativa para la pretendida transformación económica. En este marco la concertación es indispensable y una herramienta clave en esta meta compartida como es el Código Orgánico Monetario y Financiero, no puede ni debe quedar al margen.