SALA CIVIL AUTO SUPREMO N° 2 Sucre, 4 de enero de 2006

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200601-Sala Civil-1-002
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SALA CIVIL
AUTO SUPREMO N° 2 Sucre, 4 de enero de 2006
DISTRITO : Cochabamba PROCESO: Ordinario sobre divorcio absoluto
PARTES : Agripina Guzmán Paredes de Soliz c/ Alberto Soliz Carrillo
MINISTRA RELATORA: Dra. Emilse Ardaya Gutiérrez
VISTOS: El recurso de casación interpuesto a fs. 211-214 por Agripina Guzmán Paredes de
Soliz contra el auto de vista de fs. 208, pronunciado el 11 de Mayo de 2005, por la Sala Civil
Segunda de la R. Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba, en el ordinario sobre
divorcio absoluto, seguido por la recurrente contra Alberto Soliz Carrillo, los antecedentes
procesales, y
CONSIDERANDO: El auto de vista de fs. 208, con la disidencia de la Presidenta de la Sala
Civil Segunda, revoca la sentencia de 13 de febrero de 2003, y declara improbada la demanda
de fs. 7, probadas las excepciones de fs. 16, en consecuencia declara subsistente el vínculo
matrimonial de los esposos Agripina Guzmán Paredes y Alberto Soliz Carrillo y deja sin efecto
todas las medidas provisionales adoptadas a partir de la ejecutoria de esta resolución.
Contra la resolución de vista, la demandante recurre de casación en el fondo y acusa
infracción de los arts. 1283 del Código Civil, 371, 397, 476 del Código de Procedimiento Civil y
art. 130-4) del Código de Familia. Refiere que los hechos demandados consistente en los
malos tratos físicos, psicológicos y sevicias, han sido ampliamente probados por la literal
presentada a fs. 23, 24 y 25, de ahí que no se ha tomado en cuenta lo dispuesto por los arts.
1287, 1289, 1296 y 1130 del Código Civil.
Finalmente señala que el tribunal ad quem, ha ignorado el art. 1330 del sustantivo civil en el
análisis de las atestaciones de cargo de fs. 105 y 106, haciendo una interpretación sesgada
de las mismas, sacando las declaraciones fuera de contexto.
CONSIDERANDO: De la revisión de obrados en función al recurso interpuesto, este Tribunal
Supremo encuentra que el tribunal ad quem a tiempo de pronunciar su resolución de vista no
valoró correctamente la abundante prueba de cargo presentada por la actora y que demuestra
los malos tratos físicos que le diera su esposo Alberto Soliz, justificando de esta manera la
causal prevista por el art. 130-4) del Código de Familia, sobre la que basó su demanda
desvinculatoria.
En efecto, la resolución de vista impugnada refiere que la actora en su demanda señala que el
día 16 de febrero de 2003 al promediar las 21:00 horas, su esposo Alberto Soliz Carrillo le dio
golpes de puño, le torció la mano y jaló de las trenzas, profiriendo epítetos irreproducibles, por
lo que demanda acción de divorcio al amparo de la causal 4) del art. 130 del Código de
Familia. Que sin embargo -sostiene el tribunal de alzada-, la actora no ha producido prueba
concluyente que demuestre la causal invocada y que "si bien el Certificado Médico Forense
de fs. 25 acredita que sufrió "agresión física el día 16 de febrero de 2003" con
diagnóstico: "policontusión en: cráneo, antebrazo izquierdo", con impedimento de 7
http://juris.poderjudicial.gov.bo/jurisprudencia/civil/civil-I/as200621002.htm
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días y conforme la certificación de fs. 24 sentó denuncia contra su esposo en la Brigada
de Protección a la Familia, empero no existe prueba que demuestre e indique como
autor de las agresiones físicas y verbales a su esposo Alberto Soliz Carrillo". Señala
también que "el testigo de cargo Juan Julio Lora Aróstegui, que los conoce de vista a
los contendientes dice que "mas o menos en la fecha 16 de febrero de este año yo vi
que los esposos Guzmán- Soliz discutían en una tienda, ya que el señor le agredía
verbalmente", agregando que este testigo no conoce nada sobre agresiones físicas.
Este Tribunal Supremo extraña que la Corte de alzada, no obstante relacionar la prueba
aportada por la actora, no encuentre la concatenación entre el Certificado Médico Forense de
fs. 25 y la denuncia cursante a fs. 24, las que guardan íntima relación, habida cuenta que las
lesiones físicas corporales sufridas por la demandante y que fueron comprobadas por el
médico forense, fueron atribuidas al demandado según se evidencia por la denuncia referida,
corroborada por las declaraciones de los testigos de cargo Juan Julio Lora Aróstegui y Félix
Arratia Pereira que cursan de fs. 105 a 106. A ello también se suma el Certificado Médico
Legal de fs. 23 de fecha 19 de febrero de 1980, acredita que la actora Agripina Guzmán
Paredes ha sido víctima de lesiones con un impedimento de 5 días.
Esta falta de valoración de la prueba por parte del tribunal de alzada, llevó a éste a revocar la
sentencia y disponer se mantenga el vínculo matrimonial entre los esposos contendientes,
disposición judicial que pone en peligro la integridad física de la esposa, no obstante que
corresponde al órgano jurisdiccional velar porque cese todo acto de violencia contra la mujer,
cuando éstos fueren comprobados, como ocurre en el caso de autos.
Por lo expuesto, corresponde al Tribunal Supremo censurar la resolución recurrida por haber
incurrido en la previsión del art. 253-3) del Código de Procedimiento Civil, siendo por ende de
aplicación los arts. 271-4) y 274 del mismo adjetivo.
POR TANTO: La Sala Civil de la Excma. Corte Suprema de Justicia de la Nación, con la
concurrencia de la Dra. Rosario Canedo Justiniano, Ministra de la Sala Penal Segunda,
convocada al efecto, CASA la resolución de vista y deliberando en el fondo mantiene la
sentencia de fs. 150 a 153, sin responsabilidad por ser excusable.
MINISTRA RELATORA: Dra. Emilse Ardaya Gutiérrez.
Regístrese y devuélvase.
Firmado : Dra. Emilse Ardaya Gutiérrez.
Dr. Armando Villafuerte Claros.
Dra. Rosario Canedo Justiniano.
Proveído : Sucre, 4 de enero de 2006.
Dra. Patricia Parada Loras.
Secretaria de Cámara de la Sala Civil.
http://juris.poderjudicial.gov.bo/jurisprudencia/civil/civil-I/as200621002.htm
7/27/2009
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