JURISDICCIÓN CONCURRENTE Y JURISDICCIÓN AUXILIAR EN

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JURISDICCIÓN CONCURRENTE Y JURISDICCIÓN AUXILIAR EN
MATERIA DE AMPARO
1. Concepto de Jurisdicción. 1.1 Jurisdicción Concurrente. 1.2 Jurisdicción
Auxiliar. 1.3 Diferencia entre Jurisdicción Concurrente y Jurisdicción
Auxiliar. 2. Caso Concreto.
1. Concepto de Jurisdicción
Antes de adentrarse al tema de jurisdicción concurrente y jurisdicción auxiliar en
materia de amparo, considero pertinente abordar el concepto de jurisdicción.
Así pues, desde el punto de vista etimológico, jurisdicción deriva de dos raíces
latinas: ius que significa derecho y dicere que se traduce como decir o declarar, unidas
conforman la locución latina iurisdictio-iurisdictiones, que significa declarar, mostrar
el derecho; poder que tienen los jueces y tribunales para juzgar y hacer ejecutar lo
juzgado.1 Por tanto, la jurisdicción en sentido amplio, designa a la función de
administrar justicia para impedir la autodefensa violenta de los intereses particulares.
Al respecto, Giuseppe Chiovenda define a la jurisdicción como "la función del
Estado que tiene por fin la actuación de la voluntad concreta de la ley mediante la
substitución, por la actividad de los órganos jurisdiccionales, de la actividad de los
particulares o de otros órganos públicos, sea al afirmar la existencia de la voluntad de
la ley sea al hacerla prácticamente efectiva".2
Del análisis de la definición se deduce que:
a) La jurisdicción es una función pública;
b) El objeto de la jurisdicción es la actuación de la voluntad concreta de la ley; y
1
Real Academia Española. Diccionario de la Lengua española, vigésima segunda edición, en
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=jurisdicción (septiembre 28, 2009).
2
CHIOVENDA Giuseppe. Istituzioni di Diritto Processuale Civile (Curso de Derecho Procesal Civil),
México: Harla, 1997. 195 p.
4
c) La esencia del concepto radica en que la jurisdicción la concibe como la
sustitución de la voluntad de las partes en conflicto por la actividad pública del
Juez.
Jaime Guasp por su parte, la define como "la función específica estatal por la cual
el poder público satisface pretensiones."3
Como elementos de esta definición se pueden señalar los siguientes:
1. La jurisdicción es una función que tiende a la satisfacción de pretensiones.
Dejarlas insatisfechas atenta contra la paz y la justicia de la comunidad.
2. El concepto interesa tanto al Derecho Político, como al Derecho Procesal. Para
el primero, la jurisdicción es una función pública que ejercita el Estado a través
de los órganos correspondientes, ello explica su inclusión en nuestra Carta
Magna. Para el segundo, la jurisdicción es un requisito del proceso cuya falta
impide entrar en el examen de fondo de la pretensión formulada. Faltando ésta
no puede practicarse válidamente ninguna de las restantes actividades
procesales.
Dicho lo anterior, se señala que la jurisdicción comprende las etapas de la notio,
que es la facultad de conocer los asuntos o cuestiones atribuidos a los órganos
judiciales; la vocatio, consistente en citar a las partes para que comparezcan a
defenderse en juicio y realizar todo tipo de notificaciones y llamamientos; iudicium, que
es la potestad para decidir o fallar el asunto planteado, dictando la sentencia respectiva,
poniendo fin al litigio o causa; y el imperium que comprende la coertio y la executio,
que es la potestad de usar la fuerza pública para hacer efectivos sus mandatos y
providencias o ejecutar sus resoluciones o decisiones judiciales. 4
Por tanto, la principal característica de la jurisdicción es resolver los conflictos
jurídicos, ya sean individuales o colectivos que le sean planteados a los órganos que
3
COLOMBO Campbell, Juan. La Jurisdicción en el Derecho Chileno, Anales de la Facultad de
Derecho,
Cuarta
Época.
Vol.
VIII-Año
1968
No.
8.
En
http://www.analesderecho.uchile.cl/CDA/an_der_completa/0,1363,SCID%253D2554%2526ISID%253D
210,00.html (Septiembre 28, 2009).
4
Cfr. IBÁÑEZ Frochan, Manuel. La Jurisdicción, Buenos Aires: Astrea, 1972. 28p.
5
tienen a su cargo dicha función, contribuyendo de este modo, con la seguridad jurídica y
la realización de la justicia.
1.1 Jurisdicción Concurrente
El artículo 37 de la ley de Amparo establece la llamada jurisdicción concurrente y
dispone que:
La violación de las garantías de los artículos 16, en materia penal, 19 y 20
fracciones I, VIII y X, párrafos primero y segundo de la Constitución Federal, podrá
reclamarse ante el Juez de Distrito que corresponda o ante el superior del tribunal que
haya cometido la violación.
Es necesario citar que el señalado precepto es erróneo, pues expresa lo dispuesto
en la fracción XII del artículo 107 constitucional, la cual ya ha sido modificada sin que
el referido artículo 37 de la Ley de Amparo se haya adaptado al nuevo contenido de la
disposición constitucional que ordena en su primer párrafo que:
XII.- La violación de las garantías de los artículos 16, en materia penal, 19 y 20
se reclamará ante el superior del tribunal que la cometa, o ante el juez de distrito
o tribunal unitario de circuito que corresponda, pudiéndose recurrir, en uno y
otro caso, las resoluciones que se pronuncien, en los términos prescritos por la
fracción VIII.
(Reformado mediante decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el
31 de diciembre de 1994).
Los cambios son los siguientes: el competente para conocer del amparo indirecto
contra actos de un Tribunal Unitario de Circuito ya no es el Juez de Distrito, sino otro
Tribunal Unitario de Circuito; por ello se tuvo que aludir a éste en la citada fracción
constitucional; se amplió la posibilidad de la jurisdicción concurrente a todas las
fracciones del artículo 20 constitucional, no sólo a la I, VIII y X como aún aparece en la
actual Ley de Amparo.5
5
GUDIÑO Pelayo, José de Jesús. Introducción al Amparo Mexicano, 3ª ed. México: Limusa, 2005. 5253 pp.
6
Ahora bien, ambos dispositivos legales al referir que el amparo indirecto puede
tramitarse ante el superior del tribunal que haya cometido la violación; infieren que los
tribunales judiciales de los Estados tienen jurisdicción para conocer de todo un juicio de
amparo, desde la presentación de la demanda hasta el dictado de la sentencia e incluso
para su ejecución, constituyendo de este modo al llamado “Amparo de la Justicia
Local.”
Éste, como los preceptos legales lo indican, se promueve ante el superior
jerárquico de la autoridad responsable, de tal manera que si la aludida es el Juez de
Primera Instancia Penal, será el Tribunal Superior de Justicia quien conozca de la
demanda de amparo; en tanto que si la autoridad responsable es un Juez de Cuantía
Menor, conocerá del amparo el Juez de Primera Instancia.
Sin embargo, cabe hacer mención que la jurisdicción concurrente en el juicio de
amparo, por la que los tribunales de los Estados pueden conocer de un juicio de
garantías, en la actualidad es obsoleta, pues salvo contadas excepciones, no se
promueven demandas de amparo ante los tribunales del fuero común y cuando se ha
llegado a promover alguna, la justicia federal, equivocadamente, ha negado la existencia
constitucional de tal institución. 6
Una de las razones por las que no se recurre al juicio de amparo ante los
tribunales locales es por el desconocimiento general de la referida figura, la cual suele
confundirse con la jurisdicción auxiliar en materia de amparo, la cual será tratada
posteriormente.
Algunos juristas refieren y así lo han hecho saber a través de diversas iniciativas,
que los motivos para que se estableciera la competencia en favor de los tribunales del
fuero común, fue facilitar al gobernado su acceso al amparo judicial, proporcionando en
consecuencia más tribunales de amparo, así como la sustitución del recurso de
apelación. Así pues, pugnan por que se modifique tanto la Fracción XII del artículo 107
constitucional, como el artículo 37 de la Ley de Amparo, conteniendo la redacción de
6
Cfr. RUIZ Martínez, Ismael. La acción de Amparo. México: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez,
2003. 40 p.
7
que las violaciones a las garantías que éstos refieren se reclamen únicamente ante el
superior del tribunal que la cometa.
Con esto, la promoción del juicio de amparo por violación a las garantías
contenidas en los artículos 16 en materia penal, 19 y 20 constitucionales, cometidas por
los órganos jurisdiccionales de las entidades federativas, necesariamente se tendrían que
realizar ante los tribunales de los Estados; y si fue cometida por un órgano
jurisdiccional federal, ante el Tribunal Unitario de Circuito cuando el acto reclamado
derivara de un Juez de Distrito.
Otros, entre los que destacan el ilustre Burgoa, proponen derogar a los preceptos
antes citados, eliminando de esta forma a la jurisdicción concurrente, argumentando su
inoperancia, así como el hecho de que se convierta a los tribunales judiciales del orden
común en tribunales de amparo.7
Como se puede observar, existen diversas posturas en cuanto a la jurisdicción
concurrente, sin embargo considero que no se deben reformar o derogar los preceptos ya
referidos en relación a la multicitada figura en materia penal, toda vez que no sólo se
establecen los tribunales del fuero común como autoridades competentes, sino que de
acuerdo a dichos preceptos, son aptos para conocer del amparo indirecto tanto los
superiores jerárquicos del tribunal que cometa la violación a las garantías individuales
ya señaladas, como el Juez de Distrito, o bien el Tribunal Unitario de Circuito,
cualquiera a elección del promovente. Es decir, el quejoso tiene una amplia gama de
posibilidades para interponer el amparo indirecto.
Respecto a otras materias, como la mercantil, puede aseverarse que la
jurisdicción concurrente sólo existe en la letra de nuestra Carta Magna, toda vez que
aquella se instaura como una competencia ordinaria para los tribunales locales a
consecuencia de la negativa de las autoridades federales para recibir, conocer y resolver
las demandas que le son presentadas constituyéndose como meros revisores de las
actuaciones de los tribunales locales; trastocando de este modo, lo dispuesto por la
fracción I del artículo 104 constitucional.
7
Ibídem.
8
1.2 Jurisdicción Auxiliar
La Jurisdicción auxiliar se define como, la facultad que se otorga a los jueces de primera
instancia para que, en los sitios en donde no haya Juez de Distrito, reciban la demanda
de amparo ordenando mantener las cosas en el estado en que se encuentren por el
término de 72 horas, e indicando que se rindan al Juez de Distrito competente los
informes respectivos; para que sin más demora se remitan a éste, tanto la demanda
original como sus anexos.
Los artículos 38, 39 y 40 de la Ley de Amparo establecen los casos en los que
procede la jurisdicción auxiliar en el amparo indirecto, circunscribiéndose como ya fue
mencionado a las siguientes actuaciones:
1) Facultad para recibir la demanda de amparo;
2) Facultad para ordenar que se mantengan las cosas en el estado en que se
encuentren. Esta facultad se concreta únicamente a los actos que importen
peligro de privación de la vida, ataques a la libertad personal fuera de
procedimiento judicial, deportación o destierro, o de alguno de los actos
prohibidos por el artículo 22 constitucional.
3) Facultad para ordenar que se rindan al Juez de Distrito los informes respectivos
(previos y Justificados).
Así pues, derivado de lo anterior se puede decir que la participación de las
autoridades judiciales locales está restringida a unos cuantos actos procesales. Esta
característica es la que la diferencía de la jurisdicción concurrente, toda vez que aquella
otorga todas las facultades a las autoridades locales para conocer y resolver sobre la
controversia.
La jurisdicción auxiliar en cuanto al amparo indirecto, que es competencia del
Juez de Distrito, sólo tiene lugar en casos excepcionales, pero respecto al amparo
directo, se dice que ésta opera en todos los casos, toda vez que el artículo 44 de la
aludida ley dispone:
9
El amparo contra sentencias definitivas o laudos, sea que la violación se cometa
durante el procedimiento o en la sentencia misma, o contra resoluciones que pongan fin
al juicio, se promoverá por conducto de la autoridad responsable, la que procederá en
los términos señalados en los artículos 167, 168 y 169 de esta ley.
Como consecuencia de la citada disposición, el dispositivo 163 de la mima ley
ordena:
La demanda de amparo contra una sentencia definitiva, laudo o resolución que
ponga fin al juicio, dictado por tribunales judiciales, administrativos o del trabajo,
deberá presentarse por conducto de la autoridad responsable que lo emitió…
De lo anterior se deduce que la jurisdicción auxiliar, en amparo directo, opera en
todos los casos y tiene gran trascendencia, no es excepcional como sucede en el amparo
indirecto.
1.3 Diferencia entre Jurisdicción Concurrente y Jurisdicción Auxiliar
En el punto anterior se mencionó que la diferencia principal entre la jurisdicción
concurrente y la jurisdicción auxiliar radica en que en la primera, los tribunales del
fuero común conocen de todo el procedimiento y en la segunda, los jueces de primera
instancia sólo se concretan a algunas etapas del proceso.
Robustece lo anterior la tesis jurisprudencial cuyo rubro y contenido es el
siguiente:
“COMPETENCIA CONCURRENTE. EL GOBERNADO TIENE LA
OPCIÓN DE PRESENTAR SU DEMANDA DE AMPARO ANTE EL
JUEZ DE DISTRITO, O BIEN, ANTE EL SUPERIOR JERÁRQUICO
DE LA AUTORIDAD QUE EMITIÓ EL ACTO RECLAMADO, POR
VIOLACIÓN A LAS GARANTÍAS DE LOS ARTÍCULOS 16, EN
MATERIA PENAL, 19 Y 20, APARTADO A, FRACCIONES I, VIII Y
X, PÁRRAFOS PRIMERO Y SEGUNDO, DE LA CARTA MAGNA,
CUANDO AMBAS AUTORIDADES RESIDAN EN EL MISMO
LUGAR. De lo dispuesto en los artículos 107, fracción XII, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 37 de la Ley de
Amparo, que establecen la denominada competencia concurrente, al señalar
que podrá reclamarse la violación a las garantías de los artículos 16, en
materia penal, 19 y 20, apartado A, fracciones I, VIII y X, párrafos primero y
segundo, de la Ley Fundamental, ante el superior del tribunal que la cometa, o
10
ante el Juez de Distrito, se desprende que conceden al gobernado la facultad
de optar, para la defensa de las mencionadas garantías, entre presentar su
demanda de amparo ante el superior jerárquico de la autoridad responsable o
ante el Juez de Distrito, sin que sea obstáculo para ejercer dicha opción, el
hecho de que residan en el mismo lugar, pues tanto la Norma Fundamental
como la Ley de Amparo facultan al gobernado para elegir el órgano al cual ha
de acudir, con la única limitante de que se trate de violación a las señaladas
garantías constitucionales. No es óbice para la anterior conclusión lo dispuesto
en el artículo 38 de la Ley Reglamentaria de los Artículos 103 y 107
Constitucionales que señala un supuesto distinto, consistente en la
competencia auxiliar, la cual opera en los casos de urgencia de petición de
amparo que ameritan la pronta intervención de la Justicia Federal, cuando en
el lugar en que se ejecuten o traten de ejecutarse los actos reclamados no
resida un Juez de Distrito, pues en la competencia concurrente a que se
refiere el mencionado artículo 37, quien conoce es el superior de la
autoridad del tribunal que cometió la violación reclamada y su
intervención es exhaustiva, esto es, tiene completa competencia en cuanto
al conocimiento integral del amparo, con la única limitante de que se esté
en el caso de transgresión a las garantías contenidas en los artículos 16, en
materia penal, 19 y 20, apartado A, fracciones I, VIII y X, párrafos
primero y segundo, de la Constitución Federal, quedando a elección del
gobernado acudir a la autoridad judicial federal, o bien, al superior
jerárquico del tribunal o Juez que haya cometido la violación, en tanto
que en la competencia auxiliar quien conoce de la demanda de amparo es
un Juez de primera instancia, cuya injerencia está supeditada a que no
resida Juez de Distrito en el lugar en el que se ejecute o trate de
ejecutarse el acto, y su intervención es meramente de auxilio, esto es, se
reduce a coadyuvar, mediante la preparación del juicio respectivo
(recepción de la demanda y otorgamiento de la suspensión provisional del
acto reclamado), a los Jueces de Distrito, en los lugares que, como ya se
mencionó, éstos no tengan su residencia, por lo que su competencia es
parcial.
Contradicción de tesis 99/2001-PS. Entre las sustentadas por el Primer
Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo Circuito y el entonces Tribunal
Colegiado del Vigésimo Segundo Circuito (actualmente Primer Tribunal
Colegiado del mismo circuito). 4 de septiembre de 2002. Unanimidad de
cuatro votos. Ausente: Humberto Román Palacios. Ponente: Juan N. Silva
Meza. Secretaria: Guadalupe Robles Denetro.
Tesis de jurisprudencia 61/2002. Aprobada por la Primera Sala de este Alto
Tribunal, en sesión de cuatro de septiembre de dos mil dos, por unanimidad de
cuatro votos de los señores Ministros: presidente Juan N. Silva Meza,
Juventino V. Castro y Castro, José de Jesús Gudiño Pelayo y Olga Sánchez
Cordero de García Villegas. Ausente: Humberto Román Palacios.”8
2. Caso Concreto
A través de la ejecutoria de la anterior tesis jurisprudencial, se puede obtener un caso
concreto de jurisdicción concurrente, el cual se transcribe a continuación:
8
Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época. Tomo
XVI, Noviembre de 2002. 24 p. Tesis de Jurisprudencia.
11
Respecto a esta figura, el Primer Tribunal Colegiado del Décimo Séptimo
Circuito, al resolver con fecha veintiuno de junio de dos mil uno el toca de la
improcedencia en revisión número 38/2001, interpuesto por el autorizado del quejoso,
determinó:
"QUINTO. Son esencialmente fundados los anteriores motivos de
inconformidad. Así es, el quejoso, ahora recurrente ... promovió en
jurisdicción concurrente juicio de amparo, reclamando del Juez Séptimo Penal
del Distrito Judicial Morelos el auto de formal prisión que dictó en su contra
por considerarlo probable responsable en la comisión del delito de homicidio
en grado de tentativa en perjuicio de César Othón Rubio. Por resolución de
catorce de mayo del año en curso, el Magistrado de la Primera Sala Penal del
Supremo Tribunal de Justicia del Estado se negó a admitir la demanda de
amparo apuntando los siguientes argumentos: „1) En primer término, porque
no se surte jurisdicción concurrente para esta Sala, dado que esa especial
competencia tiene como motivación la de salvaguardar la seguridad jurídica y
personal del agraviado, cuando no esté a su inmediato alcance acudir ante los
tribunales de la Federación, a los que corresponde de manera nata la facultad
de conocer del juicio de garantías. Hipótesis que no se actualiza cuando, como
en el caso, es un hecho notorio que por la residencia de las autoridades
señaladas como responsables se cuenta también con tres Jueces de Distrito
con jurisdicción y competencia para abocarse al conocimiento de la referida
demanda (foja 8 frente y vuelta). 2) Porque en el caso, para esta Sala no se
surte jurisdicción concurrente con los tribunales del Poder Judicial de la
Federación, toda vez que el quejoso reclama violación a las garantías que
establece el artículo 14 constitucional, siendo que los superiores del tribunal
que haya cometido la violación, de conformidad con los citados artículos 107,
fracción XII, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y
37 de la Ley de Amparo, sólo pueden conocer de juicios de garantías cuando
se trate de violación de las establecidas en los artículos 16, en materia penal,
19 y 20, fracciones I, VIII y X, párrafos primero y segundo, de la Constitución
Federal, pero no cuando se señala como transgredido el artículo 14 de esta
última, como sucede en la especie (foja 9)‟. Lo anteriormente considerado por
el Magistrado de la Primera Sala Penal, como bien lo alega la parte recurrente,
no es correcto, por las razones siguientes: El artículo 107, fracción XII, primer
párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
establece: (se transcribe). A su vez, el artículo 37 de la Ley de Amparo
dispone: (se transcribe). Ahora bien, como se desprende de los dispositivos
transcritos, no es correcto lo apuntado por el Magistrado de la Primera Sala
Penal del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, en el sentido de que la
jurisdicción concurrente únicamente pueda ejercitarla el particular gobernado
cuando no esté a su alcance acudir ante los tribunales de la Federación
competentes para conocer de la demanda de amparo respectiva, pues ni la
fracción XII del artículo 107 constitucional, ni su correlativo de la Ley de
Amparo (artículo 37) hacen distinción en tal sentido, pues la única limitante
que se tiene para acudir en demanda de la protección constitucional en
jurisdicción concurrente, ante el superior del tribunal que cometió la
violación, es que se reclamen infracciones a los artículos 16, en materia penal,
19 y 20, fracciones I, VIII y X, párrafos primero y segundo, de la citada Ley
Fundamental; fuera de estos casos, no es posible acudir ante el citado superior
en demanda de la protección constitucional; sin que en la especie tenga
aplicación el artículo 38 de la Ley de Amparo, a que se hace mención en la
tesis del Tribunal Colegiado que se citó en la (sic) recurrida, toda vez que
dicho precepto se refiere a la figura de la competencia auxiliar que tienen los
Jueces de primera instancia (no el superior de la responsable), para recibir
demandas de amparo y decretar la suspensión de los efectos del acto
12
reclamado, imponiendo como obligación a dichos resolutores de remitir la
demanda de garantías al Juez de Distrito para que sea éste el que se aboque a
su tramitación y resolución; empero, en tratándose de la jurisdicción
concurrente, el superior del tribunal responsable está facultado no sólo para
recibir la demanda de garantías, sino también para tramitar el juicio en los
términos establecidos por la ley de la materia y dictar la resolución que
corresponda; de ahí que no tenga aplicación al caso a estudio el precitado
artículo 38 de la Ley de Amparo. Por tanto, la posibilidad que tiene el
particular de acudir ante el superior del tribunal responsable, en los casos
específicos a que aluden los artículos 107, fracción XII, constitucional y 37 de
la Ley de Amparo, en ninguna forma se ve limitada por la circunstancia de
que el agraviado tenga a su inmediato alcance acudir ante los tribunales de la
Federación a presentar su demanda de garantías, como lo estimó el
Magistrado de la Primera Sala Penal del Supremo Tribunal de Justicia del
Estado, en la resolución impugnada. Por otra parte, también resulta
desacertado el diverso argumento apuntado por el Magistrado responsable
para desechar la demanda de garantías y que fue el consistente en que el
quejoso aquí recurrente reclamó violaciones al artículo 14 constitucional; se
dice que no es correcto tal argumento, habida cuenta de que basta apreciar el
capítulo de actos reclamados de la demanda de garantías, para advertir que el
inconforme ... reclamó del Juez Séptimo Penal del Distrito Judicial Morelos,
el auto de formal prisión que en su contra dictó por considerarlo probable
responsable del delito de homicidio en grado de tentativa en perjuicio de
César Othón Alvídrez Rubio, esto es, el presente asunto encuadra en uno de
los casos específicos a que se refiere la fracción XII del artículo 107
constitucional y 37 de la Ley de Amparo, por cuanto que se reclaman
violaciones al artículo 19 de la citada Ley Fundamental; y si bien es cierto que
el quejoso en cuestión, en su demanda de garantías adujo como violado
también el artículo 14 constitucional, junto con el 16, ello no debe tenerse
como determinante para estimar que la demanda de amparo no debió
ejercitarse a través de la jurisdicción concurrente, porque el artículo 14 no está
contemplado en los supuestos a que alude el artículo 37 de la Ley de Amparo,
pues debe entenderse que la infracción a dicho dispositivo constitucional se
hace valer en función de que la autoridad responsable, para dictar el acto
reclamado, debe respetar las formalidades esenciales del procedimiento.
Similar criterio sostiene, en lo conducente, el Tribunal Colegiado en Materia
Penal del Séptimo Circuito, en la tesis que aparece publicada en la página 496,
Tomo IX, correspondiente al mes de abril de milnovecientos noventa y nueve,
que dice: „AUTO DE FORMAL PRISIÓN. DEBEN OBSERVARSE LAS
FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO.‟ (se transcribe).
En tales condiciones, es de concluirse que la resolución recurrida se apartó del
contenido del artículo 37 de la Ley de Amparo y, por tanto, procede revocar la
resolución impugnada y ordenar a dicha autoridad que, de no existir motivo
notorio y manifiesto de improcedencia o causa de aclaración, admita a trámite
la demanda de garantías."9
Como puede observarse, el Magistrado de la Primera Sala Penal del Supremo
Tribunal de Justicia del Estado, debió haber admitido y resuelto sobre el juicio de
garantías interpuesto por el quejoso y que sin embargo, éste fue desestimado por
confundir a la jurisdicción concurrente con la jurisdicción auxiliar.
9
Criterio obtenido de la ejecutoria de contradicción de tesis 99/2001-ps. entre las sustentadas por el
Primer Tribunal Colegiado del décimo séptimo Circuito y el entonces Tribunal Colegiado del vigésimo
segundo Circuito (actualmente Primer Tribunal Colegiado del mismo Circuito).
13
Derivado de lo anterior, considero necesario promover dicha figura ante la
autoridad y los justiciables; es decir, deben actualizarse los conocimientos en torno a las
disposiciones de nuestra Constitución y no derogarse por la ignorancia de su existencia.
Así, se facilitará el acceso al amparo y por ende, a la realización de la justicia, logrando
que ésta sí sea pronta y expedita.
14
CONCLUSIONES
PRIMERA. Respecto a la jurisdicción concurrente, los tribunales judiciales de los
Estados tienen jurisdicción para conocer de todo un juicio de amparo, desde la
presentación de la demanda, hasta el dictado de la sentencia e incluso para su
ejecución, siempre y cuando se reclame la violación a los artículos 16 en materia
penal, 19 y 20 constitucionales. Constituyendo con esto, el denominado Amparo de
la justicia Local, fundada en los artículos 107 Fracción XII constitucional y 37 de la
Ley de Amparo.
SEGUNDA. El artículo 37 de la Ley de Amparo resulta anacrónico respecto a la
Fracción XII del artículo 107 constitucional, toda vez que aquel no se ha adecuado
conforme la redacción del dispositivo constitucional.
TERCERA. La diferencia entre jurisdicción concurrente y jurisdicción auxiliar,
estriba en que la primera faculta a la autoridad del fuero común para conocer y
resolver de la controversia; y la segunda, sólo se ciñe a algunas etapas del proceso.
CUARTA. Con frecuencia, la jurisdicción concurrente es confundida con la
jurisdicción auxiliar provocando en consecuencia, que se diga que la primera es
obsoleta.
15
BIBLIOGRAFÍA
DOCTRINA

CHIOVENDA Giuseppe. Istituzioni di Diritto Processuale Civile (Curso de
Derecho Procesal Civil), México: Harla, 1997.

GUDIÑO Pelayo, José de Jesús. Introducción al Amparo Mexicano, 3ª ed.
México: Limusa, 2005.

IBÁÑEZ Frochan, Manuel. La Jurisdicción, Buenos Aires: Astrea, 1972.

RUIZ Martínez, Ismael. La acción de Amparo. México: Universidad Autónoma
de Ciudad Juárez, 2003.
LEGISLACIÓN

Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. México: ISEF, 2009.

Ley de Amparo, Reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos. México: ISEF, 2009.
JURISPRUDENCIA

Instancia: Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su
Gaceta, Novena Época. Tomo XVI, Noviembre de 2002. 24 p. Tesis de
Jurisprudencia.
FUENTES CIBERNÉTICAS

COLOMBO Campbell, Juan. La Jurisdicción en el Derecho Chileno, Anales de
la Facultad de Derecho, Cuarta Época. Vol. VIII-Año 1968 No. 8. En
http://www.analesderecho.uchile.cl/CDA/an_der_completa/0,1363,SCID%253D
2554%2526ISID%253D210,00.html (Septiembre 28, 2009).

Real Academia Española. Diccionario de la Lengua española, vigésima
segunda
edición,
en
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=jurisdicción
(septiembre 28, 2009).
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