Mindfulness Mente-Corazón. Sesión 9. Autocompasión Bienvenida: Bienvenidos a Mindfulness Mente-Corazón, un espacio donde entrenar tu atención consciente y donde aprender a abrir el corazón a la felicidad. El tema de hoy La sesión de hoy va a estar centrada en la compasión, especialmente en la que nos podemos dedicar a nosotros mismos, es decir la Autocompasión. Para podernos abrir a experimentar la felicidad va a ser muy importante que desarrollemos la compasión en nosotros. Pero no hay que entender la compasión como sentir “lástima” por alguien. Hay un matiz muy importante: cuando veo a alguien que sufre y siento miedo porque eso me pueda pasar a mí, entonces es lástima. Sin embargo cuando veo a alguien que sufre y siento amor y conexión por ese ser, entonces es compasión. La compasión existe cuando caemos en la cuenta de que esa persona que sufre y nosotros somos iguales, que tú puedes sufrir de la misma manera, que también eres débil. “Acompañar en el sentimiento” es una expresión que habla de la compasión. Es darse cuenta que el sentimiento del otro también es el tuyo y abrirse a ello, sintiendo amor por esa persona, por ese ser. Al experimentar esa conexión con el otro, esa unión, la compasión te lleva a actuar preguntándote ¿qué necesita esta persona? Por que la compasión va ligada a hacer lo posible por aliviar el dolor de esa persona. No hay compasión sin acción. Y esta acción es completamente desinteresada: hacemos algo por el bienestar de los demás. Por eso cada día, al finalizar dedicamos el beneficio de nuestra meditación, de nuestra práctica para otras personas. Cuando puedes ver que sufres por algún motivo, cuando observas que una parte de ti se siente mal y necesita atención, cuidado, cariño… puedes observar eso con amor y hacer algo para aliviar el dolor. Eso es autocompasión. A menudo hacemos cosas y nos reprendemos internamente: “soy tont@”, “me lo tengo merecido”, “no valgo para nada”, “no voy a ser capaz”… Esta es una voz crítica que nos juzga y nos hace sentir culpables o acomplejados. La voz de la autocompasión es todo lo contrario: es de aceptación incondicional, de apoyo, de cariño. 1 No hay que confundirla con auto-compadecerse que sería tener lástima de uno mismo y acabar exagerando la magnitud de tu sufrimiento para autoconvencerte de lo terrible que es y para llamar la atención de alguien que pueda apiadarse de ti. Meditación Atención a las emociones perturbadoras y mensajes reconfortantes Evocar una emoción perturbadora, o una situación reciente, o una sensación física actual perturbadora, de incomodidad, de disconfort. Dejar surgir una voz de alguien muy sabio, alguien muy amoroso y compasivo. Alguien que sabe exactamente cómo te sientes. Alguien que te quiere y que sabe exactamente lo que necesitas oír. Meditación interpersonal Meditación compasiva: Bondad amorosa (Metta) Para la semana La semana anterior: Avanzar en la meditación (por lo menos 10 minutos al día). Si es posible sentados mejor. Observa los hechos positivos, hermosos, buenos que te rodean en tu día a día: tanto los que puedas hacer tú como los que veas a tu alrededor. Utiliza las cuentas para tenerlos presentes. Anota los más relevantes. Practica la determinación en tu práctica meditativa. Esta semana: Avanzar en la meditación (por lo menos 10 minutos al día). Si es posible sentados mejor. Observa los hechos positivos, hermosos, buenos que te rodean en tu día a día: tanto los que puedas hacer tú como los que veas a tu alrededor. Utiliza las cuentas para tenerlos presentes. Anota los más relevantes. Observa cuando te sientes mal o a disgusto. Haz una parada por la noche para decirte lo que necesitas oír, la compañía que necesitas tener. Frase de Jiddu Krishnamurti Puede que sea inteligente en sus estudios, en su trabajo, que sea capaz de argumentar de manera muy astuta y razonable, pero eso no es inteligencia. La inteligencia va junto con el amor y la compasión, y como individuo, no puede alcanzar esa inteligencia. La compasión no es suya o mía, al contrario del pensamiento que es suyo y mío. Cuando hay inteligencia no existe el "yo" ni el 2 "usted", y esa inteligencia no subsiste en su mente o en su corazón; esa inteligencia, que es suprema, está en todas partes. Esa es la inteligencia que mueve la tierra, los cielos y las estrellas, porque eso es compasión. Un poema de Derek Walcott Llegará el día en que, exultante, te vas a saludar a ti mismo al llegar a tu propia puerta, en tu propio espejo, y cada uno sonreirá a la bienvenida del otro, y dirá, siéntate aquí. Come. Otra vez amarás al extraño que fuiste para ti. Dale vino. Dale pan. Devuélvele el corazón a tu corazón, a ese extraño que te ha amado toda tu vida, a quien ignoraste por otro, y que te conoce de memoria. Baja las cartas de amor de los estantes, las fotos, las notas desesperadas, arranca tu propia imagen del espejo. Siéntate. Haz con tu vida un festín. 3