LA CABEZA HUMANA. PROPORCIONES. Ya en el antiguo Egipto y

Morfología
LA CABEZA
HUMANA.
PROPORCIONES.
Ya en el antiguo Egipto y en la Grecia clásica el artista investigaba para hallar un
módulo que le permitiera formular el canon o regla de proporción de la figura humana.
Se llama módulo armónico a la medida de unidad empleada a partir de un elemento o
parte del cuerpo humano.
El primer canon lo aplicó el escultor Policleto, nacido en Sicione en el 480 a. C. que
llevó a su escultura reglas deducidas de las observaciones naturales y elaboradas e
idealizadas mediante la geometría. Este canon era de 7 cabezas y ½ que duró un siglo.
Lisipo en cambio utilizó un canon de 8 cabezas, obteniendo mayor estilización.
La unidad de medida. En el arte se utiliza la cabeza como unidad de medida desde la
corona hasta la barbilla. La cabeza es profunda, siendo la distancia de la parte
posterior a la anterior igual a la longitud desde la corona hasta el extremo de la
barbilla. La mano casi alcanza a cubrir el rostro desde la barbilla hasta la frente.
Las proporciones ideales o estandarizadas del cuerpo humano son una cosa y la
realidad otra muy distinta. Casi ninguna persona responde al “modelo estándar”. El
estándar consiste en dividir el rostro en tres partes iguales para medirlo: de la
coronilla a la ceja, de la ceja al extremo de la nariz y del extremo de la nariz a la
barbilla. Entre los ojos hay aproximadamente el ancho de un ojo.
Muchos artistas han prescindido de las reglas, pero el principiante debe comenzar con
las proporciones estandarizadas para observar después las variaciones naturales antes
de ejercer su derecho a la expresión artística.
Cráneo.
El cráneo es usado profusamente como la unidad de medida para el cuerpo. Se
compone de 28 huesos (ocho de los cuales forman la parte del cráneo que protege al
cerebro) y catorce huesos faciales que protegen los órganos de los sentidos. Todos
estos huesos están conectados por suturas, a excepción del maxilar inferior, la
mandíbula. Ésta tiene forma de herradura. Si esta curvatura de la boca se pierde en
un dibujo de esta zona, la boca no estará adecuadamente integrada a la superficie
curva del rostro. Es importante recordar que la mandíbula es una de las partes
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móviles del cuerpo. Comprender esta movilidad es importante cuando se desea recrear
un rostro que exprese una profunda emoción.
Los ojos también pueden contribuir a la expresión facial y es frecuente las fallas en
su representación. El globo ocular es esférico. Aunque el iris se proyecta ligeramente
hacia fuera, se le puede ver afectando la curva del párpado, que sigue estrechamente
la forma del ojo.
La parte posterior del cráneo, si se mira desde arriba es ligeramente ovalada, pero
visto desde atrás su forma es casi esférica.
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Ángulos faciales.
La cara, considerada en general, tiene mucho interés cuando según los individuos y las
razas, se compara su desarrollo con el cráneo. En general cuanto más sale hacia
delante el esqueleto de la cara, menos desarrollado está el cráneo (la frente). El
artista holandés de mediados del siglo XVIII, Camper realizó estudios sobre lo que
denominó el ángulo facial. Este ángulo queda determinado por dos planos (en una
cabeza dibujada de perfil, por dos líneas); uno horizontal, que va desde el conducto
auditivo externo a la espina nasal situada en el borde inferior del orificio de las fosas
nasales. El otro más o menos oblicuo abajo a arriba y atrás, es tangente por debajo de
la prominencia de los dientes incisivos, y por arriba a la parte más saliente de la
frente.
En la actualidad el ángulo facial se mide con el goniómetro facial de Jacquart; difiere
del empleado por Camper en que el plano inferior u horizontal pasa hacia delante no
por la espina nasal, sino por la prominencia de los incisivos.
Siguiendo a Camper, el ángulo facial nunca llega a ser igual a un ángulo recto, pero se
aproxima a él, en los tipos más armónicos de la raza blanca. Sólo por una exageración,
con la cual trataron de idealizar el perfil del rostro humano, aumentando la amplitud
de la frente, es que los antiguos, dieron a las cabezas de los dioses y de los héroes un
ángulo facial de 900 .Las figuras manifiestan un decrecimiento del ángulo facial, a
medida que de la raza blanca se pasa a las razas amarilla y negra.
Para Camper:”El ángulo que forma la línea facial varía de 70 a 80 grados en la especie
humana”.
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