¿Qué tan importante es el empaque?

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¿Qué tan
importante es
el empaque?
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¿Qué
tan
importante
es
el
empaque?
Si bien para todos es claro que el
empaque
es
indispensable
un
del
elemento
producto,
en
muchos casos se considera un
simple accesorio necesario pero
no siempre se le da la importancia
que merece.
Desde
una
perspectiva
meramente funcional, el empaque
debe
tener
la
capacidad
de
contener y proteger el producto
durante todo su camino desde su producción, con el fin de que llegue intacto a
manos del consumidor. De allí que sus características principales estén
orientadas a “defenderlo” de todos los factores que puedan alterar de alguna
manera sus características y propiedades, tanto durante su transporte como en
el momento de su almacenamiento y exhibición.
Sin embargo, el empaque cumple un papel muy importante y mucho más
amplio de lo que parece. En especial en lo que tiene que ver con su promoción
y con la venta misma.
A continuación, se resumen algunas características fundamentales que se
deben considerar a la hora de diseñar un empaque para un producto, más allá
del cumplimiento de los requisitos básicos mencionados:
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•
Facilidad de manipulación y almacenaje: el transporte
y el
almacenamiento son dos aspectos críticos a los que necesariamente son
sometidos los productos materiales. En ellos, los riesgos de deterioro son altos
y el empaque, como mínimo, debe estar diseñado para proteger el producto de
éstos. Pero además el empaque debe facilitar su manipulación (carga y
descarga) y su disposición adecuada y eficiente durante su almacenaje. Un
empaque difícil de manejar puede generar sobrecostos en la manipulación del
producto o en su almacenamiento.
•
Facilidad de uso: desde el momento en el que el cliente adquiere un
producto
su
interacción
directa
es
principalmente
con
el
empaque.
Dependiendo de su diseño, éste puede obstaculizar o facilitar su uso. Este
aspecto es tan importante que incluso el cliente puede elegir un producto
frente a otro en función de la facilidad de uso que permite su empaque.
•
Atractivo: el primer contacto que tiene el producto con su consumidor
potencial es su aspecto externo, su empaque. Éste debe ser capaz de atraer y,
de alguna manera, “seducir” al cliente. También debe tener la capacidad de
transmitir
las
características
propias
del
producto
(calidad,
seguridad,
funcionalidad, durabilidad, etc.). Dicho de otro modo, si el empaque no está
bien alineado con el producto y no logra reflejar y realzar sus características,
se convertirá en un factor negativo a la hora de la decisión de compra por
parte del consumidor, lo cual puede dar al traste con toda la inversión que se
haga en una campaña de mercadeo.
Esto es muy importante si tenemos en cuenta que se estima que alrededor del
70% de las decisiones de compra se toman en el punto de venta, en función
del precio, la imagen de la marca y la apariencia del producto.
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•
Facilidad de reciclaje: cada vez existe mayor preocupación por el
cuidado del planeta. Así que un aspecto importante que está siendo tenido en
cuenta por un número creciente de consumidores es el impacto ambiental de
los productos que se consumen. La facilidad que tiene un empaque de ser
reciclado está comenzando a ser tenido en cuenta como criterio de compra de
un producto.
En síntesis, el asunto del empaque de los productos ha dejado de ser un
aspecto accesorio y secundario. Cada vez adquiere mayor importancia desde
los puntos de vista del mercadeo y la comercialización. Por ello debe abordarse
con mucho criterio técnico. Es un asunto para el que hay que dedicar tiempo y
conocimiento, pues el empaque puede llegar a ser determinante para la
conquista del mercado.
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