HERÁCLITO

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H
eráclito de Éfeso, fue un filósofo griego
que vivió entre los años 540 a.C. y 470
a.C. en la ya desaparecida ciudad de
Éfeso; Heráclito fue apodado el Oscuro por su
carácter enigmático. Procedía de una antigua
familia aristocrática, sus ideas políticas fueron
contrarias a la democracia de corte ateniense
y formó, quizá, parte del reducido grupo, integrado por nobles principalmente, que simpatizaba con el rey de Persia Darío, a cuyos dominios pertenecía Éfeso, contra la voluntad de la
mayoría de sus ciudadanos.
La oscuridad de Heráclito ha quedado caricaturizada en la leyenda acerca de su muerte: enfermo de hidropesía (acumulación de líquido en los
tejidos del organismo), preguntaba enigmáticamente
a los médicos si podrían de
la lluvia hacer sequía; como
los médicos no le entendían,
se enterró en estiércol en la
suposición de que el calor
de éste absorbería las humedades, lo que provocó su
muerte; la causa de su enfermedad podría haber sido
su retiro en el monte, donde
se alimentaba de hierbas,
movido por su misantropía
(actitud psicológica caracterizada por una aversión
general hacia la especie humana).
Las enseñanzas de Heráclito, quedaron recogidas en una obra titulada De la naturaleza, que
trataba del universo, la política y la teología,
pero lo que ha llegado hasta nosotros de su
doctrina se encuentra en forma fragmentaria y
sus fuentes son citas, referencias y comentarios de otros autores.
Algunos de estos fragmentos presentan, sin
embargo, la apariencia de aforismos completos, lo cual apoya la idea de que su estilo de
pensamiento fue oracular. Ello ha dado pie, incluso, a formular la hipótesis de que Heráclito
no escribió, en realidad, ningún texto, sino que
sus enseñanzas fueron exclusivamente orales,
y que fueron sus discípulos los encargados de
reunir lo esencial de ellas en forma de sentencias.
LAS IDEAS
DE HERÁCLITO
HE
RÁ
CLI
TO
Heráclito incorporó a la
noción de “ser” de sus predecesores el concepto de “devenir” o flujo, al que consideró una
realidad básica subyacente a todas las
cosas, incluso a las más estables en apariencia: Una persona no puede bañarse en el mismo río dos veces porque, el agua con que se
baña la primera vez no será la misma cuando
lo haga por segunda vez, ya que todo estaá
en continuo movimiento y cambio, entonces
cuando desciendo al río por
segunda vez, ni yo ni el río
somos los mismos.
Heráclito también señaló el
hecho de que el mundo está
caracterizado por constantes contradicciones:
Si no tuviéramos nunca enfermedades, no entenderíamos lo que es estar sano. Si
no tuviéramos nunca hambre, no sabríamos apreciar
estar saciados. Si no hubiera nunca guerra, no sabríamos valorar la paz, y si no
hubiera nunca invierno, no
nos daríamos cuenta de la
primavera.
Tanto el bien, como el mal, tienen un lugar necesario en el Todo y si no hubiera un constante
juego entre los contrastes, el mundo dejaría de
existir.
Heráclito opinaba que tiene que haber una especie de “razón universal” que dirige todo lo
que sucede en la naturaleza. Esta razón universal es algo común para todos y por la cual
todos tienen que guiarse. Y sin embargo la mayoría vive según su propia razón.
Consideraba el fuego como la sustancia primordial o principio que, a través de la condensación y rarefacción, crea los fenómenos del
mundo sensible.
JUDITH RODRÍGUEZ,
MOISÉS PÉREZ
VERÓNICA RODRÍGUEZ
PorTales
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