214 EL MUSEO MEXICANO.—TOMO III. distancia horizontal debe

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E L MUSEO MEXICANO.—TOMO I I I .
distancia horizontal debe comunicarse con una lebreles, que le condujo de EspaKa el arzobispo
cueva que ecsiste desde época anterior á la con- Montúfar, los que progresaron de tal modo,
quista, y que tiene una boca ó entrada de 6¿ va- que bastaron sus crias para estender la raza en
ras de altura frente á los arcos que están en el todo el vireinato ; pero no fué tan próspera la
camino de Chapoltepec á la Tlaspana. La cue- suerte de dos soldados que se destinaron al cuiva tiene una profundidad de 90 varas. El pro- dado de los perros. Habiendo amanecido el
yecto era elevar por medio de una bomba el uno de ellos ahorcado del mas grueso ahuehueagua de los arcos hasta el sitio de la cueva, cu- te, se puso al otro inmediatamente en prisión, y
ya diferencia de altura solo es de 7 varas, y des- aunque negaba haber tenido parte en la muerte
pués por medio de otra subirla á las 23 que de su camarada, comenzaba ya á sufrir el tortiene de altura el barreno."
mento cuando se presentó una carta del difunto,
Después de la independencia Chapoltepec ha que original consta en el proceso, y dice así:
figurado en diversas ocasiones como fortaleza " Señora Francisca Padilla: vos no me querer,
militar, y el recuerdo de su heroica defensa por no sé porqué: yo os he dado cuanto he podido
Infanzón, aun está fresco en nuestra memoria. haber; mas Pero Juanes púsome en mal como
La belleza del sitio y su inmediación á la ca- lo hizo con el alférez Santillana que me persipital, lo han conservado como punto predilecto gue y dice me matar. Yo por él é por vos lo
de recreo; sus árboles frondosos han servido de voy á facer antes en tan mal acomodamiento, y
dosel en los festines; la yerba de su suelo se os voto por vida de Dios que lo fago mañana, dia
ha hollado por la planta de la beldad: al canto de vuestro santo, si desde hoy hasta entonces
de sus aves se ha mezclado la harmonía de las non contestáredes de buen gracejo á—Lorenzo
músicas del baile; y templo de amor y de pla- Camargo." Justificada con este documento la
ceres, casi no hay mexicano á quien su vista no inocencia del supuesto reo, fué puesto en liescite mil recuerdos y tiernas afecciones.
bertad."
Durante un dilatado periodo, el palacio queLa otra anécdota tiene para mí un intcre?
dó abandonado, y aquel sitio, en donde según particular; está unida á los mas tiernos recuerla espresion del Sr. Pacheco (16) se ostenta la dos de mi infancia; vive entre las hermosas páecsuberancia de la tierra caliente, fué un para- ginas de mi niñez, y posee ese atavío poético
ge que no llamó la atención del gobierno.
con que la sensibilidad sabe embellecer loa
En 1826 se proyectó y comenzó á ponerse sucesos mas insignificantes que se relacionan
por obra el establecimiento de un jardin botá- de cualquier modo con esa época pasagera de
nico, del que hoy ecsiste un esqueleto, sin duda inocencia y de felicidad.
para que el ridículo no diera el aire de apócriEra el alio de 1824, vivia con mis padres en
fa á la historia de este jardin.
un pequeño molino que colinda con el bosque
El Sr. D. Tadeo Ortiz proponía á Chapol- de Chapoltepec, conocido por el nombre de Mo~
tepec para el establecimiento de una escuela lino del rey, ahora del Salvador.
militar á imitación de la politécnica de FranEn una calurosa siesta del mes de Febrero,
cia (17),
interrumpió nuestros juegos infantiles el trán13 Sr. Pacheco en el interesante opúsculo sito de un animal que nos pareció un mastín, y
citado amplificó y dio otro giro mas grandioso era una loba; se precipitó á una humilde fuená aquel pensamiento. Por fin hoy ecsiste en tecilla que está en frente de la habitación, llenó
Chapoltepec el colegio militar, traslación debi- las aguas con la espuma que arrojaba, y después
da al Escmo. Sr. D. José María Tornel y al Sr. rugiendo sordamente, salvó las tapias del asoD. Pedro García Conde.
leadero del trigo, y se perdió en lo mas intrinEntre las anécdotas mas ó menos verosímiles cado del bosque.
é interesantes que se cuentan de Chapoltepec,
Entonces este lugar se hallaba en un comnos ha parecido que no seria inoportuno trasla- pleto abandono; su único custodio era D. Ignadar las siguientes, que tienen el carácter de his- cio González, que residía allí en unión de su
tóricas. Una es tomada del escrito de Galvan numerosa familia.
citado; de la otra fuimos casi testigos presen-,
Reinaba un silencio solemne: en el corredor
cíales.
del palacio que ve al oriente, estaba una ancia"La amenidad del sitio, su seguridad y la idea na calentándose al sol, varias niñas jugaban en
de los parques y cazas de fieras tan estendido derredor suyo, y sus gritos de gozo y el canto
en aquel siglo (el XVI) hizo que el virey D. do los pájaros eran los únicos ecos que vibraLuis Velasco pusiese en el bosque dos perros ban en aquella soledad.
Repentinamente trepando furiosa por las rocas
apareció la fiera enmedio de aquella escena
(16) México embellecido.
(17) México considerado como nación independíen- patriarcal, con los ojos brillantes, la boca espute, pag. 131mosa y la cola azotando sus hijares; contempló
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