HUMANISMO – RENACIMIENTO // REFORMA

Anuncio
HUMANISMO – RENACIMIENTO // REFORMA -­‐ CONTRARREFORMA El Humanismo es una nueva manera de pensar que nace en Italia en el s XV y se extendió por toda Europa en los primeros años del s XVI. Frente a la mentalidad medieval que situaba a Dios como centro de todas las cosas (teocentrismo) ahora es el hombre el centro del mundo y medida de todas las cosas (antropocentrismo). Por ello se le llamó humanismo y por ello tiene como principal característica la exaltación del ser humano, al que consideran el único ser dotado con razón y libertad. No debe interpretarse esto como una negación de lo divino, sino como un cambio de mentalidad, fueron muchos los humanistas que unieron los valores cristianos con la nueva mentalidad de la época, como Erasmo de Rotterdam. “Es la posesión de la razón la que hace al hombre. Si los árboles y las bestias salvajes crecen, los hombres, creedme, se moldean. Los hombres que antiguamente vivían en bosques, guiados por meras necesidades y deseos naturales […] eran más bien bestias salvajes que hombres. Porque la razón, rasgo de humanidad, sobra allí donde todo lo domina el instinto. […] La naturaleza, al daros un hijo, os ofrece una criatura ruda a la que, por vuestra parte, debéis moldear para que se convierta en un hombre verdadero. Si este modelado se descuida, seguiréis teniendo un animal; si por el contrario, se realiza seria y sabiamente, tendréis lo que puede resultar un ser semejante a Dios. “ El lenguaje y las formas medievales ya no servían, por ello se busco inspiración en el mundo greco-­‐latino, el mundo clásico del que se tradujeron multitud de obras y estudios. De ese mundo clásico se adoptó también el interés por las ciencias y el progreso técnico que promovió el espíritu científico basado en la observación y la experimentación. Curiosamente, no se adoptaron ni el latín ni el griego como lenguas de comunicación, el humanismo utilizó las lenguas vernáculas como medio de transmisión del saber, favoreciendo así una mayor difusión. Un gran avance en este camino fue la traducción de la Biblia a estas lenguas, la llamada Biblia vernácula. La rápida difusión de esta nueva forma de pensar se vio favorecida por la invención de la imprenta, que aumentó el número de lectores, la aparición de las Academias en las que se reúnen los eruditos para el intercambio de ideas la traducción de los libros y conocimientos. Además nacen ahora las Universidades. El Renacimiento es un período histórico, una nueva concepción artística que se inició en Italia a comienzos del s XV (Quattrocento) y alcanzó su plenitud y se extendió por Europa en el s XVI (Cinquecento). Basado en el humanismo, se inspira en la antigüedad clásica, la naturaleza y el ser humano. Al ser el hombre la obra más perfecta de Dios buscan en sus obras la belleza ideal, y al considerarlo como un todo armónico, se preocupan por la naturaleza en la que vive y la anatomía que lo forma. El arte deja de ser exclusivamente religioso y aparecen nuevos temas “profanos”, como los retratos o la mitología. Además, los artistas dejan de ser artesanos anónimos y gozan de prestigio y reconocimiento social. En arquitectura se recuperan las columnas y órdenes clásicos, con arcos de medio punto y cúpulas con linterna. En el Quattrocento destaca Brunelleschi, autor de la Cúpula de Santa María dei Fiori, en Florencia, prototipo de las cúpulas renacentistas. En el Cinquecento sobresale Miguel Angel, constructor de la gran cúpula de la Basílica de San Pedro del Vaticano. En la escultura el principal centro de interés es el cuerpo humano y su mayor referencia el mundo de la antigüedad clásica. Aunque se siguen trabajando temas bíblicos, son más frecuentes los temas mitológicos en los que aparece el desnudo y el retrato. El material más utilizado es el mármol, pero también el bronce. En el s XV destacan Donatello, con su David y Ghiberti con las puertas del paraíso. En el s XVI la gran figura es Miguel Ángel, quien además de la proporción de las figuras, logra expresar los sentimientos. La pintura estuvo condicionada por la voluntad de reflejar la realidad de la manera más fiel posible, por ello utilizaron la perspectiva y la sustitución de los fondos dorados por paisajes y construcciones arquitectónicas reales. LA REFORMA A finales de la Edad Media muchos sectores sociales estaban molestos con el proceder de la Iglesia debido al lujo exagerado en el que vivía la alta jerarquía, la escasa cultura de muchos de sus miembros, la relajación en las buenas costumbres del clero y la compraventa de cargos eclesiásticos. Algunos humanistas, como Erasmo de Rotterdam criticaron esta situación y defendieron una religiosidad más íntima. Pero, cuando se generalizó la venta de bulas e indulgencias para alcanzar el perdón de los pecados, el malestar se acentuó, desencadenando el enfrentamiento en 1517. Cuando Martín Lutero viaja a Roma en 1510 y conoce la decadencia en la que vive la Iglesia, comienza con sus críticas. En 1517 publica sus 95 tesis , en las que niega el valor de las indulgencias y propone una nueva religiosidad. La Reforma propuesta por Lutero se basa en tres principios fundamentales: la salvación por la fe y no por las obras, el sacerdocio universal ya que cada creyente puede interpretar las escrituras y; la autoridad de la Biblia. Además niega la autoridad del papa y la jerarquía eclesiástica, reduce el número de sacramentos y elimina el culto a los santos. Esta nueva doctrina, conocida como luteranismo o protestantismo, se extendió rápidamente por Alemania y el norte de Europa, recibiendo el apoyo de los príncipes alemanes, que deseaban reforzar su autoridad sobre la Iglesia y el emperador. Lejos de mantener una unidad, los “reformados” siguieron caminos diferentes en cada lugar, dando lugar a una gran variedad de doctrinas, como el Calvinismo en Suiza, los hugonotes en Francia o, los presbiterianos en Escocia. En Inglaterra, Enrique VIII instaura el anglicanismo, cuando el papa Clemente VII le niega la anulación de su primer matrimonio. LA CONTRARREFORMA La rápida expansión del luteranismo provocó la reacción de la Iglesia católica, que se materializó en dos vías de actuación: la persecución de los protestantes y la reforma interna de la Iglesia. Para luchar contra los protestantes se creó la Congragación del Santo Oficio o Inquisición romana, un tribunal eclesiástico que perseguía a los que se desviaban del dogma oficial y, la Congregación del Índice, que publicaba la lista de libros prohibidos por ser contrarios a la doctrina católica. Para reformar la Iglesia se convocó en 1545 el Concilio de Trento, con el objetivo de corregir los errores y defender los dogmas de la fe católica. Al Concilio asistieron las más altas autoridades de la iglesia y algunos monarcas como Carlos I, que veía en peligro la unidad de su imperio. El Concilio mostró una gran voluntad de reformar la Iglesia y sus dogmas. Para reformar la disciplina eclesiástica se prohibió la venta de indulgencias, se crearon seminarios para garantizar la correcta formación del clero y se obligó a los sacerdotes a llevar una vida ejemplar y a guardar el celibato. En cuanto a los dogmas, se reafirmaron los siete sacramentos, el carácter sagrado de la misa, el culto a la Virgen y los santos y se afirmó que la única interpretación válida de la Biblia Vulgata es la de San Jerónimo. También se proclamó que la fe es importante, pero que la salvación también debe conseguirse con las buenas obras. Para garantizar la instrucción correcta, se instauró el catecismo, en el que se recogen las creencias fundamentales de la Iglesia. Para difundir el nuevo espíritu religioso, se reformaron muchas de las órdenes religiosas ya existentes, como la orden del Carmelo reformada por Santa Teresa de Jesús y, se fundaron otras nuevas, como la Compañía de Jesús (jesuitas) que depende directamente del papa. Además se fomentó la predicación, la confesión y especialmente la enseñanza, dando lugar a la fundación de numerosos colegios por todo el mundo. 
Descargar