REIVINDICACIÓN DE LAS VENTANAS DE LA ARQUITECTURA HISPANOMUSULMANA Y MUDÉJAR. POST SCRIPTUM 2 DEL TRATADO DE ARQUITECTURA, II, III, IV (Parte Primera) Basilio Pavón Maldonado RESUMEN Estudio y muestrario de las ventanas en general de la arquitectura hispanomusulmana de las dos España que permite dar una nueva visión de la especialidad. Este estudio tiene diez capítulos y un apéndice con introducción sobre origen y evolución de los diferentes tipos de ventanas. ABSTRACT Assertion of the windows in the Muslim Spanish and Mudejar architecture. Post Scriptum 2 of the Tratado de arquitectura hispanomusulmana, II, III, IV. Research of windows with long illustration in general of the Islamic Spanish architecture in both Spain wich allows for a new vision of the speciality. The study has ten sections and an appendix with introduction about the origins of the different windows of the monuments in al-Andalus. Figura A. 1, del Manuscrito árabe Bayad wa Riyat de la Biblioteca Apostólica Vaticana, s. XIII; 2, el pendón de San Fernando, Sevilla, con escudo de león, castillo y ventana geminada; 3, pintura mural del siglo XIII-.XIV de muro del Convento de la Concepción Francisca de Toledo; 4, de una de las pinturas de la Sala de Justicia del Palacio de Los Leones de la Alhambra, s, XIV; 5, fotografía de la actualidad con ventana de dos arcos gemelos y mujer asomándose a un jardín de la Alhambra; 6, miniatura de las Cantigas, s. XIII: mujeres asomándose a ventanas de arcos gemelos lobulados; 7, fotografía actual con una ventana granadina árabe con vista de la ciudad. La ventana en la arquitectura residencial árabe es mas coqueta o femenina que masculina, aunque los arcos geminados figuran como icono mayestático en el sitial del trono de los palacios nazaríes. El entendido o estudioso de la arquitectura árabe en la Península Ibérica deberá perdonar las líneas que siguen escritas para el público en general entresacadas del libro Ciudades hispanomusulmanas de L. Torres Balbás: “El falso ajimez”, donde aclara que M. Gómez-Moreno insistió en la tesis de su padre definiendo el ajimez como saledizo ante una ventana, como balcón cerrado con celosías, para asomarse las mujeres sin ser vistas (Iglesias mozárabes). El mismo significado defendido por José Gestoso (Curiosidades antiguas sevillanas). Si bien el Diccionario de Autoridades, de la Real Academia Española (1726) da para ajimez una doble significación, la anticuada de “saledizo” y la de “ventana arqueada dividida en el centro por una columna”. Este último significado es el que ha predominado hasta nuestros días que como dice Torres Balbás será largo y difícil desterrar. La palabra ajimez deriva del árabe al-simasa (la ventana). Es pues la ventana de dos arcos gemelos con parteluz hoy también llamada bífora la que privada del nombre ajimez va figurar con carácter casi protagonista en el presente trabajo. Sobre el verdadero ajimez nos ilustra la figura 1: 1, 2, ajimeces modernos de Toledo con celosías; 3, una de las célebres masrabiyyat-s de calles actuales de El Cairo. Respecto a celosías de gran uso en ventanas de edificios hispanomusulmanes y mudéjares está el modelo (4) de la Alhambra, celosías de galerías de patios, como el del Fonduk de Tetuán de Fez (5), el 6 del convento de Santa Isabel la Real de Toledo. Dicho lo precedente confieso no conocer libro o artículo que se ocupe de manera monográfica de las ventanas de la arquitectura árabe del Islam Occidental, sólo tratadas de manera parcial en mi Tratado, III y IV, y Arquitectura islámica y mudéjar en Huelva y su provincia (1996) lo que me obliga a hacer hincapié en estos dos extremos: la ausencia de trabajo especializado del tema justifica la omisión de bibliografía inherente a todo trabajo de interés científico y en segundo lugar la oportunidad de dar una imagen de la arquitectura residencial y religiosa vistas a través de sus ventanas en bastantes casos si cabe más expresivas en su concepción estructural y decorativa que las mismas puertas o portadas monumentales de los edificios, sobre todo la ventana con dos arcos de herradura o lobulados, ventana de dos arcos gemelos con parteluz mal llamada ajimez, cuyas imagen llegó a penetrar en nuestras miniaturas medievales ya desde la ilustraciones de los Beatos mozárabes (ver figura A de la cabeza del presente trabajo). Para bibligrafía en general remito a mi Tratado, III, IV. Figura 1. Ajimeces y celosías de madera. SOBRE EL ARCO DE HERRADURA DE LAS PUERTAS Y VENTANAS Su formación explicitada en la figura 2, una síntesis del tema a través de los ejemplos más representativos. 1, la herradura de puerta del templo visigodo de San Juan de Baños, según Camps Cazorla; tiene rosca de extradós, lo mismo que el arco de puerta de Santa Eulalia de Bóveda (Lugo) (2), dibujo de Camps Cazorla, tenida por construcción del siglo III-IV, el primer arco de herradura conocido de la Península Ibérica, descontadas las estelas funerarias. Ya en el dominio árabe la portada interior de la puerta de los Deanes (3), en el patio de la mezquita aljama de Córdoba del siglo IX, esta vez el arco enjarjado o sea con el dovelaje incompleto, las dovelas no convergentes de los costados llamadas jarjas con la típica cuña en la cima. El arco 4, de Madinat al-Zahra, tiene extradós ultrasemicircular abrazando dovelas e impostas; lo mismo que el arco 3-1 esta vez con dovelaje convergente completo y recuadro o marco del alfiz, lo mismo los arranques de éste que los del extradós situados en la línea base de las impostas, en el siglo Figura 2. El arco de herradura árabe.. siglo X casi nunca por encima. Este corolario parece que no se cumple en el arco (6) de la puerta del castillo califal de Gormaz donde el alfiz se forma por dos anchas calles verticales y otra horizontal inaugurada en Madinat al-Zahra y en ventana del alminar de abd al-Rahman III de la mezquita aljama de Córdoba (7, según Camps Cazorla). En los arcos de la fachada meridional del patio de la aljama de Córdoba las verticales del alfiz y el extradós arrancan de la base de impostas (8) (9), no así en el arco (9-1) del acueducto califal de Madinat al-Zahra, dibujo según Velásquez Bosco. Nos queda la ventana de uno o dos arcos enmarcados por el alfiz cuyos arranques de este y del extradós enseñan una línea de ligazón horizontal, muy al uso de la arquitectura mozárabe, según se irá viendo (5). En realidad en la Roma antigua no falta esta solución (A). Respecto al arco de herradura enjarjado (3), su origen puede verse en el arco (11) de medio punto, romano de Cartago, otro caso en la Puerta del Mayordomo de Toledo, del que derivará por ejemplo el arco (10) de la puerta de San Miguel de la mezquita aljama de Córdoba. Un arco excepcional es el de ventana única del alminar de la mezquita granadina de San José (s, XI) (12). No siempre los alminares enseñan ventadas de trazas omeyas o hispanomusulmanas, a veces un sencillo hueco rectangular las sustituye, en el alminar de la mezquita del Salvador de Toledo (fig. 3, 1, 3) (s. IX-X), alminar mezquita de la zona de Medina Sidonia (2) (s. X) y el mismo alminar antes citado granadino (3-1). No faltan sencillas saeteras como ventanas en ciertas arquitecturas religiosas del Norte de África, alminar de la mezquita de la Qal´a de los Bannu Hammad de Argelia (4) (B) y ribat de Monastir, y ejemplos hispanos en (5) (6) (7) del alminar sevillano de Cuatohabitas, (8) (9) (11) (12) (13) (15) de iglesias mudéjares toledanas; (10) alminar de Hasan de Rabat, (14), iglesia mudéjar de Sevilla, (16) alminar marroquí; el alminar (A) de la mezquita califal de Santa Clara de Córdoba. La figura 31 da ventana vista por dentro del alminar del Salvador de Toledo. Figura 3. Ventanucos y saeteras de alminares y torres mudéjares. Figura 3-1. Ventana, vista interior de ventana del alminar toledano de El Salvador de Toledo. Además del arco de herradura la arquitectura hispanomusulmana en puertas y ventanas o simples arquerías empleó el arco lobulado sobre cuyo origen y evolución hasta su presencia en Córdoba habla con claridad la figura 3-2 sacada de mi Tratado IV: A, B, C, D, arcos de Oriente; arquillos decorativos de la mezquita aljama de Córdoba (1) (2) (3). Sobre la teoría de que el arco lobulado pudo venir de concha o venera goda según estimación de G. Marçais y Torres Balbás valen los ejemplos (4) (5); traza de arco lobulado de al-Zahra (6) además de (7) y (7-1); vistas interiores de puertas de la mezquita aljama de Córdoba (8) (9), según Camps Cazorla; de baños de la Plaza de los Mártires de Córdoba el (10); arquería de los pies de la etapa de Almanzor de la aljama cordobesa (11) y nueva puerta (12) vista por el exterior, de Córdoba (angrelado por debajo de la moldura del extradós). El llamado arco de mitra de forma triangular, figura 3-3: arco de triunfo de Volúbilis (1); de palacio omeya oriental (2); puerta de Bagdad en Raqqa (3); arquería superior de la iglesia goda de San Fructuoso de Montelius (4); ejemplo del ribat de Monastir de Túnez (5) y fachada de mezquita del siglo X de Susa (6); esquemas de arquitectura bizantina (7); ventana vista por el exterior de cúpula de qubba de la mezquita aljama de Córdoba (8) y vista interior de ventana de la misma mezquita (9). El uso habitual en al-Andalus desde el siglo XI del arco mixtilíneo obliga a dar la figura 3-4. Arco de lóbulos con intromisión de ángulo o ángulos rectos presente en la Aljafería de Zaragoza (A, 3) y (B, 1, 2, 10); ejemplos mudéjares (C) (D). Sus orígenes en El Cairo fatimi (A, 1), mezquita Zaytuna de Túnez (A-2) y alminar de la mezquita de Sfax, estos ejemplos reflejados en los cinco dibujos de arcos intercalados. Figuras 3-2 y 3-3. Arcos lobulados y de mitra. Figura 3-4. Arcos mixtilíneos. En los apartados B y C origen en la Aljaferia y evolución de este tipo de arco en la arquitectura hispanomusulmana y la mudéjar. CELOSIAS DE LAS VENTANAS De uso ya en la mezquita damascena del siglo VIII (715) (fig. 4, 1).En la Península Ibérica característico ejemplo de la mezquita aljama de Córdoba, portada exterior (fig. 4, 2). De la figura 4-1: 1, iglesia visigoda de San Miguel de Lino y de San Salvador de Valdediós (2). Otra celosía goda aparecida en Córdoba (3). En lo árabe no se conocen ventanas de herradura con celosía completa; son ventanas rectangulares cobijadas o abrazadas por arcos decorativos de herradura o lobulados: 4, 5, 6, 7, B, 8, todos los ejemplos de Figura 4. Celosía de las mezquitas de Damasco y de Córdoba. la mezquita aljama de Córdoba (para celosías califales, K. Brisch, 1961, y Tratado, III) . El esquema (A) es representativo del lugar que corresponde a la celosía en la fachada oriental de Almanzor de la mezquita cordobesa. El hábito de las celosías cundió a raíz del siglo XI en los palacios con ejemplos multitudinarios sobre todo en la arquitectura nazarí y la mudéjar (9) (10) (11). Figura 4-1. Celosías hispanas pre-islámicas, 1, 2, 3; cordobesas del siglo X, 4, 5, 6, 7, A, B, 8; celosías granadinas de la etapa nazarí, 9, 10, 11. LAS VENTANAS DE LA CÚPULAS DE LAS QUBBAS HISPANOMUSULMANAS A. Mezquita aljama de Córdoba. Empezando por las bóvedas o cúpulas con trompas de la mezquita aljama de Córdoba implantadas por el califa Al-Hakam II. Tres cúpulas de nervios cruzados de delante del mihrab en zona de la maqsura, las laterales o de compañía de semejante traza, distinta la central y la de los pies de la nave central o Capilla de Villaviciosa junto a la cual se ubica la Capilla Real, mudéjar, ambas semejantes por el trazado geométrico de sus nervios. FIGURAS 5 y 5-1. Traza estrellada de ocho puntas obtenida por el cruce de ochos arcos paralelos dos a dos, cada arco abraza dos apuntados, dibujo de descendencia goda (A) con paralelo en decoración, publicada por A. Lézine, de las mezquitas de Ifriqiya del siglo IX (B). La convergencia de dos arcos se acentúa con la presencia de dos columnillas, ocho pares, Fig. 5. Ventanas de la qubba de delante del mihrab, Mezquita aljama de Córdoba. entre las cuales se dibuja arco de herradura, propiamente ventana decorativa, con celosía de mármol sólo en la parte del medio punto casi siempre de trazado geométrico renovadas algunas en época moderna. La estampa de estas ejemplares ventanas en (2) (4), correspondientes a fachaditas de las trompas de los ángulos y de los restantes frentes las estampas (3) (5) siempre priorizada la herradura, el lobulado de compañía de tres y cinco lóbulos de menor escala. La simetría en la ubicación de todas ellas en el cuerpo de la linterna es proverbial. En síntesis, el dibujo (6) enseña una reinterpretación de otro de Gómez Moreno en el que se combina la parte exterior de la ventana con arco de mitra (señalada con punteado) y el dibujo interior señalado por trama de líneas verticales. Sobre la parte exterior de estas ventanas a nivel de los tejados ver figura 7 (1, 2, 3, 4, 5). Por consecuencia de lo descrito de la bóveda ante-mihrab se puede decir que las ventanas, siguiendo un principio bizantino forman parte del casquete de la bóveda baída de la estructura en el que va incrustado el capulín gallonado de la clave. Los nervios son independientes de la plementería, al igual que las bóvedas laterales, un principio que no se cumple en las bóvedas de las mezquitas de Qayrawan y de la Zaytuna de Túnez más acordes estos casos, según L. Golvin y A.Lézine, con la construcción bizantina en que arcos y plementeria forma parte de un mismo armazón. La espectacularidad de la bóveda puede equipararse aunque a tres siglos de distancia con la gran cúpula iraní de masgid-i Gami de Isfahan (fig. 5-1): la belleza y animación de la trompas por dentro y por fuera, cuatro ventanas abierta en el tambor en lugar de ocho cordobesas, cuatro trompas y arco de estrellas iguales dos a dos y en el intradós de la semiesfera estrella dibujada de cinco puntas. Figura 5-1. Masgid-i Gami, Isfahan. Fig. 5-2. Modelos de bóvedas post Córdoba. 6. 1, 2, 3, 4, 5, Qubba de al-Barudiyyin de Marrakech. La perla de la arquitectura almorávide. Para H. Terrasse era mausoleo, planta rectangular, como la Capilla Real de Córdoba y el mausoleo de la Rawda de la Alhambra, la cúpula de base cuadrada, cuatro y tres ventanas al exterior por cada uno de sus frentes, innovación en el acople de dos ventanas por cada trompa y presencia de ventana con arco mixtilíneo. La FIGURA 5-2 puede darnos algunas secuelas aunque lejanas de la bóveda del mihrab en estudio. Indiscutible su impacto en Qubbatt al-Barudiyyin de Marrakech (2) esta vez sin ventanas implicadas en la trama geométrica. La imitación en la Sala de los Abecerrajes del palacio de los Leones de la Alhambra (3) (4) es ciertamente más exótica a la vez que engañosa: la estrella reflejada al exterior, de viejo uso oriental, y el juego de trompas entre arcos muy rebajados de la base cupular, igual que la bóveda de Dos Hermanas del mismo palacio, ambas estructuras equiparables a la cúpula de mezquita iraní de Veramin (1322) (5): trompas rebajadas aunque las ocho ventanas, como en las dos piezas nazaríes se mantienen en su sitio, en éstas 16 ventanas de medio punto en el tambor muy implicadas en el abovedamiento, como en Córdoba. En las dos qubbas alhambreñas figura friso o tira lisa entre la bóveda y las trompas modalidad antes reflejada en la Capilla de la Asunción de las Huelgas de Burgos (sin ventanas). Excusado decir que en la Alhambra todas las ventanas de sus edificios son de medio punto., veinte en cada una de las descritas del Palacio de los Leones. Figura 6. Bóveda lateral de delante del mihrab, mezquita aljama de Córdoba del siglo X, 1, 4. FIGURA 6. Una de las bóvedas laterales, la del oste, de la maqsura de la mezquita aljama de Córdoba (fig. 7, 3 y 3-1 vista de la linterna con un segundo cuerpo). Estructura de bóveda estrellada con ocho nervios independientes de herradura paralelos, cada arco de herradura abraza a tres apuntados, la que más éxito tuvo en el arte hispanomusulmán. Como en la bóveda anterior las ventanas celosías se entrometen en la estructura parabólica de la cubierta esta vez ventanas vistas por el interior de arcos de cinco lóbulos abrazando rosca de herradura de la base, la celosía propiamente dicha cubriendo solo los tres lóbulos superiores, aunque al exterior el arco lobulado es sustituido por el medio punto. La consecución de este tipo de bóveda podría ser explicado a partir de un tipo de media naranja de la arquitectura sículonormando de Palermo, concretamente una de las cúpulas de San Clotario (2) a la que he sobrepuesto la trama estrellada cordobesa (3); respecto a las ventanas difieren por el número, cuatro en Palermo y ocho en Córdoba. En esta destaca al exterior el cuerpo octogonal del casquete de la clave del interior (fig. 7, 3); también es novedoso en la Córdoba califal como se ha visto que los arcos lobulados de las ventanas del interior al exterior se traducen en arcos de medio punto, característica reiterada en la pseudo cúpula de la Capilla de Villaviciosa. Creo que en la bóveda cordobesa que nos ocupa y en la de la Martorana de Palermo (7) (la de abajo de color en la figura) se aplicó el mismo principio bizantino referido al ventanaje: cuatro ventanas de medio punto sobre las trompas. En la sacristía de la iglesia de San Pablo de Córdoba se replicó la bóveda lateral de la maqsura de la aljama de la ciudad (5) (6) añadiéndose una linterna en la clave esta vez con ventanaje propio, a imitación de la cupulilla central de la mezquita toledana del Cristo de la Luz de Toledo y es muy probable que lo mismo se diera en la clave de la cúpula nervada de la Capilla de Belén de esa ciudad estudiada por Calvo Capilla.. FIGURA 6-1. Pseudo bóveda de la qubba instalada en el arranque de la nave central de la mezquita aljama de Córdoba (A) (B) (C): bóveda de planta cuadrada, sin trompas, con ocho nervios entrelazados que determinan 16 plementos cortejando el cuadrado central priorizado por bovedilla de doce gallones apoyada en cuatro trompas planas. Inédita la ocurrencia de colocar diferentes bovedillas en cada uno de los dieciséis plementos con posterior secuela en mezquita toledana del Cristo de la Luz. Esta vez las ventanas, dieciséis, dispuestas rítmicamente según el esquema (D): ventanas sencillas de herradura y de tres lóbulos (1) (2) (E) con dovelaje completo y extradós, reiteradas en los altos de la mezquita toledana de las Tornerías en sus líneas generales. Este tipo de bóveda nervada con el número de sus ventanas fue imitada en la Capilla Real justo a la izquierda de la de Villaviciosa (F) (G) (H) (I) (J). Las ventanas de arco lobulado, todas iguales, al exterior se traducen en arcos de herradura con dovelaje pintado y alfices individualizados (F). En la figura 7, la vista de los tejados de la mezquita con la Capilla Real identificada con el número 3, con el número 2 parte del exterior de la qubba de Villaviciosa. La fotografía (3) según reproducción de Marfil Ruiz . Fig. 6-1, Cúpula falsa de la Capilla de Villaviciosa de Córdoba. Figura 7. Vista de los tejados y ventanas con celosía de las qubbas de delante del mihrab (1, 2, 3, 3-1, 4, 5); el 6 dibujo de planta de Ewert); A, vista de pájaro de la mezquita aljama de Susa; 7, de la Gran Mezquita de Qayrawan. Las fotografías 3 y 4 de Marfil Ruiz. B. Mezquitas de Ifriqiya. Muy estudiadas por diversos e ilustres especialistas franceses e ingleses, sobresalen las cúpulas trompeadas, esta vez trompas con gallones, de las mezquitas aljamas de Fig. 8. Cúpulas tunecinas: Gran Mezquita de Qayrawan, 1, 2, 3, 4; de la Zaytuna de Túnez, 5, 6, 7; mezquita de Susa, 8. Qayrawan (fig. 8, 1, 2, 3, 4) y Túnez (5) (6) (7). Para la de Susa, el dibujo (8) del interior de la cúpula primera de la nave central (fig. 7, A). Las linternas de Qayrawan y de Susa al exterior enseñan octógonos de lados ligeramente curvos, la primera con ventana por cada lado y claraboya lobulada centrada en el primer tambor cuadrado; los tragaluces eliminados en el oratorio de Susa (8). La Zaytuna de Túnez en cambio se acerca a la estructura de cúpulas entre circulares y poligonales de la Antigüedad que al decir de A. Lézine, apoyándose en testimonio de alBakri, debieron existir aún en Cartago en el siglo X. Como en las precedentes se mantienen los dos cuerpos de la linterna, esta vez la ventana (7) dibujada con medio punto trasdosado y con dovelas bicolor convergentes y en el interior cocha o venera como cobijo de luz rectangular. Este tipo de ventanas lleva a iconografía parecida muy anterior, en al-Andalus dos ejemplos, (A) de piedra goda de Lisboa, (B) fragmento de concha encontrada en el subsuelo de la mezquita aljama de Córdoba que bien pudiera tener por destino la cumbre de ventana con celosía de fachada de la mezquita aljama de Córdoba del siglo IX (E). Ya del siglo X es el marco de ventana o alacena de Madinat al-Zahra (C) repetido el icono (D) del mihrab de la Gran Mezquita de Qayrawan. L. Golvin y A. Lézine ya demostraron que los nervios de los gallones de las mezquitas ifriqíes estudiadas a diferencia de los nervios de la bóvedas andalusíes no eran independientes sino que formaban parte de armazón de nervio y gallón según receta bizantina estudiada por Cyril Mango. En la figura 9, Bab Lalla Rihana de la Gran Mezquita de Qayrawan, erigida al parecer en el siglo XIII, sus arcos de abajo decorados con yeserías hispanomusulmanas de esa centuria. Tiene cúpula gallonada con cuatro trompas (2), sólo con luz la ventana que da al patio del oratorio, ventanas de arcos abocinados, reiterada esta estructura en Susa, Qahwat l-Qubba (3). Del tambor de la cúpula de Bab Lalla Rihana es la arquería decorativa exterior (1), nueve arcos de herradura trasdosados con coronamiento de almenas denticuladas, por estas, los arcos de herradura con trasdós y el número 9 de arcos parece evidente su parecido con el remate del alminar de Abd al-Rahman III de la mezquita aljama de Córdoba (ver fig.12). La Fig. 9. Cúpulas de la Gran Mezquita de Qayrawan, 1, 2, 3, 4, 5, 7, 10; restitución del palacio de la Cuba de Palermo, 6; de San Cataldo de la misma ciudad, 9. tal torre sin embargo muy distante del alminar del siglo IX de Qayrawan (4) cuya cúpula de la qubba superior deja ver por fachada cinco ventanitas abierta solo la central. Aunque completamente rehecha en el siglo XIX la cúpula de los pies de la nave central de la gran mezquita qayrwaní (5) (6) (7) seguramente siguiendo el modelo aglabí del siglo IX, toda su estructura poco diferiría de la cúpula actual de delante del mihrab aglabí. La novedad de la tal cubierta por el interior radica en las ocho trompillas planas con columnilla colgada en medio. El modelo de cúpula aglabí de Túnez pasó a Palermo con reflejo de ello en hipotética restitución de la cubierta central del palacio de la Cuba (8). Otro modelo de cúpula palermitana lo vimos en la iglesia de San Cataldo (9), aparte de la Martonana de la figura 6. Por último muy expresivo es el parentesco entre el anillo y trompas las bóveda qairwani (6) (7) y la estructura cupular del interior de la Puerta de las Armas de la Alhambra (10). C. Cubiertas de las qubbas nazaríes y mudéjares. Las ventanas de medio punto las vimos ya generalizadas al exterior de las cúpulas de la mezquita aljama de Córdoba. Serán prácticamente inevitables en el registro sobre el arco de mihrab de mezquitas norteafricanas de todo el siglo XII y de los siguientes en paralelo con lo acaecido en la Granada nazarí en esas mismas fechas. Las qubbas de palacios granadinos empiezan a verse en el siglo XIII, son estructuras sencillas de planta cuadrada y de gran altura coronados arriba sus cuatro costados por cinco obligadas ventanas de medio punto, figura 10: A, del Cuarto Real de Santo Domingo con un primer cuerpo cúbico y remate de otro de menor base con tejadillo propio, prácticamente la linterna con sus veinte ventanitas; abajo, en el primer cuerpo, en el frente que da a la calle las ventanas-camarines de honor, la del centro priorizada en latitud y altura, con arcos gemelos, como sitial que era de personaje dueño de la residencia. Es el mismo esquema del Salón del trono del Palacio de Comares de la Alhambra (1) (2) (3), sólo que aquí el trío de arcos ventanas-camarines tiene encima dos ventanitas con celosías, todo ello bien reflejado al exterior de torrequbba (1). Otra qubba interesante ya de estilo mudéjar, es la Sala-Qubba de Justicia del Alcázar de Sevilla (4) erigida al parecer por Alfonso XI coetáneo del nazarí Yusuf I, autor de Comares. Aquí por primera vez en este tipo de edificio se ve sobre el arco de la entrada de la sala tres ventanitas de medio punto con celosías, y arriba tres ventanas mayores por lado que vistas por el interior reflejan vistosa programación en yesería de ventanas efectivas y pares de ventanas ciegas, todas con interesantes y novedosas celosías (7). Veinte ventanas tienen arriba cada una de las tres qubbas que componen la Sala de Justicia del Palacio de los Leones de la Ahambra (8). Y como apéndice de este singular Fig. 10. Ventanas de las qubbas nazaríes. palacio las linternas de la salas-qubbas de Dos Hermanas y de los Abencerrajes, octogonal la primera con dos ventanas por lado, la otra estrellada con una ventana en cada lado de los ocho picos, en suma en ambos casos dieciséis ventanas (B) (C). Interesante por su ubicación y engañosa funcionalidad es la llama Puerta de la Rawda pegada al Palacio de los Leones (5), la única qubba conocida nazarí que enseña tres ventanas de medio punto por lado del cuadrado de la planta. Obsérvese que estas ventanas se sitúan por debajo de las trompas de aristas en que apoya la cúpula de dieciséis gallones, émula de la que existe en el interior de la Puerta de las Armas de la ciudad palatina, son las mismas tres ventanas de la sala-qubba del alcázar sevillano antes analizada. En la figura 11 la hermosa estampa del palacete del Partal de la Alhambra, con cuarenta y dos ventanas, el mismo esquema de Comares de tres ventanas-camarines de honor abajo y el quinteto de arcos con celosías de encima por linterna. En la torreta de segundo piso de la derecha dos dependencias con ventanaje propio, trifora y bífora respectivamente en todos sus frentes (3) (4); en el costado visto en la figura uno de los ventanillos que dan luz a diminuta habitación en alto con preciosa bovedilla de mocárabes, llamada el Observatorio (3) (4), Todas estas ventanas a diferencia de las de la qubba van recuadradas por alfices rehundidos que descienden hasta la base del vano, algunas de ellas con dintel visto de madera de descarga o protección (5) siguiendo ejemplos detectados en la arquitectura hispanomusulmana anterior (2, esquemas 1, 2, 3, 4, 5: mezquita aljama de Córdoba, mezquita del Cristo de la Luz, ventana magrebí, ventana del castillo-palacio de Galiana de Toledo y ventanas de la qubba del Partal). Por último, resta referirme a la qubba llamada “Capilla Dorada” del palacio mudéjar de Tordesillas de la figura 11 (6) (7) (8) (9). Por debajo de la media naranja apoyada en cuatro trompas de aristas se abre una ventana de medio punto vista por el interior, cuatro ventanas, entre trompas; al exterior la ventana presentan mayor gala decorativa, un arco de medio punto dibujado dentro de alfiz rehundido que da cobijo a la ventana propiamente dicha con curioso arquillo conopial del 11. El Partal la Alhambra, tipo que se ve en la torre de la iglesia de San Fig. Sebastián de de Toledo (A).1, 3, 4; qubba o “Capilla Dorada” de los palacios de Tordesillas (6, 7, 8, 9). ESTETICA, FUNCIÓN, NÚMERO Y CLASIFICACIÓN DE ARCOS DE LAS VENTANAS EN MEZQUITAS Y PALACIOS Como un aparte a modo de introducción adelanto como cabeza de este apartado clasificador el friso o registro de un número no determinado o fijo de arcos de ventanas o nichos no necesariamente de medio punto, registros que siguiendo tradición preislámica van coronado puertas de edificios laicos o religiosos (fig. 12). 1, portada de anfiteatro romano de Burdeos; 2, portada del palacio de Split; 3, Puerta de Bagdad en Raqqa; 4, registro de portada de iglesia mudéjar de San Andrés de Toledo; 5, como caso excepcional cinco arcos efectivos de entrada al pórtico del llamado “Salón Rico” de Madinat al-Zahra, los mismos del palacio de Sabra Mansuriyya (9); 6, registro de ventanas decorativas que coronaba una de las puertas de la mezquita aljama de Madinat al-Zahra; 7, registro del frente principal de Bab al-Rihana de la Gran Mezquita de Qayrawan; 8, 11, arquería de ventanas ciegas de la sinagoga de Santa María la Blanca de Toledo; 10, cuatro arcos de herradura de la torre de la iglesia mudéjar de San Nicolás de Madrid. La especificidad de estas arquerías es la igualdad de todos los arcos, sin priorizar el central, exceptuado el caso de Burdeos, tipología que vino a instalarse como registro obligado sobre el arco de entrada de mezquitas omeyas de Córdoba e imitaciones mudéjares muy posteriores además de coronamiento del arco de mihrab en toda la trayectoria de la arquitectura religiosa de al-Andalus. Fig. 12 Sobre el número indeterminado o no fijo de arcos o nichos en palacios y edificios religiosos. Registro de arcos de torres mudéjares con arcos decorativos de número no fijo. Torre de la iglesia de Erustes (Toledo). A. Triple arco priorizado el central en latitud y a veces en altura. FIGURA 13. 1, 2, 3, iglesia goda de San Fructuoso de Montelius, Portugal, según “Primicias de arte cristiano español” de Gómez-Moreno; 4, entrada a la nave central de la mezquita de Damasco, s. VIII (según foto de Rivoira); 5 ventanas del palacio de Aquisgrán; 6, del anfiteatro romano de Burdeos, 7, ventana de San Tirso de Oviedo. Fig. 13. Los tres arcos con el central priorizado. FIGURAS 14 y 15. 1, estela funeraria del Museo Arqueológico de León, s. II, III, según el padre Fita; 2, puerta romana de honor del Norte de África; 3, entrada de la mezquita aljama de Mahdiya (Túnez) simulando arco triunfal romano copiado de la región, según A. Lézine; 4, registro superior de tres arcos sobre el arco del mihrab, Gran Mezquita de Qayrawan; 5, fachada de la nave central de esta mezquita, rehecha a partir del siglo XIII; 6, registro sobre la puerta de la qubba de los pies de la mezquita aljama Zaytuna de Túnez; 7, pisos segundo y tercero del alminar de la Gran Mezquita de Qayrawan Fig, 14. Arcos y ventanas de la Antigüedad, 1, 2; Gran Mezquita de Qayrawan, 3, 4, 5, 7; fachada de la Zaytuna de Túnez, 6; mezquita de las Tres Puertas de Qayrawan, 8. Fig. 15. Fachada de la qubba del patio, mezquita Zaytuna, 1; arco mixtilíneo del alminar de la mezquita de Sfax, A-1; arcos mixtilíneos africanos, A; portada de puertas de la Gran mezquita de Qayrawan, 2; iglesia de la Trinidad de Palermo, 3; arcos del palacio de Uhaydir 4. a partir del siglo XIII el superior; 8, fachada de la mezquita de las Tres Puertas de Qayrawan, s. IX. FIGURA 15. 1, qubba y su fachada de arcos de los pies de la Zaytuna de Túnez; la ventanas con arcos mixtilíneos (A), importados de El Cairo, también presentes en el segundo cuerpo del alminar de la mezquita aljama de Sfax (A-1); 2 registro de una de las puertas de ladrillo del patio de la Gran Mezquita de Qayrawan; los tres arcos de la foto (3) son de la entrada de la iglesia de la Trinidad de Palermo, s. XII. En (4) portada del palacio de Uhaydir. obsérvese que los arcos tunecinos enseñan como común característica muy generalizada presencia de moldura de extradós (5) (6) con reflejo en algunas ventanas excepcionalmente de herradura de la Zisa de Palermo (7). El triple arco con el central priorizado tuvo amplia acogida en los costados menores de patios madrazas, zawiyyas e incluso casas del norte de África a partir del siglo XII, XIII, no detectada esta tipología en ventanas del otro lado del Estrecho. FIGURA 16 , 1, patio de la zawiyya de la Chella de Rabat; 2, patio de la zawiyya de de Nussak, Salé; 3, casa de Belyunes, Ceuta; en Córdoba casa mudéjar de la Campana (4), y el 5 de portada de la Puerta Vieja de Bisagra de Toledo. En la Granada nazarí se impone por razones del ceremonial palatino en las ventanas-camarines del testero de las qubbas regias empezando por el Cuarto Real de Santo Domingo, salón regio del Palacio de Comares Fig. 16. Presencia de trío de arcos priorizado el central en zawiyyas africanas (1, 2) y viviendas (3, 4, 4-1); fachada de la Puerta Vieja de Bisagra de Toledo, 5. Fig. 17. Trío de arcos priorizado el central en la Alhambra y El Generalife, 1, 2, 5, 6, 6-1, 7; Cuarto Real de Santo Domingo, 4. Fig. 18. El Partal, 1; patio de la Casa de Zafra de Granada, 2; Sala de Justicia del Alcázar de Sevilla, 3; templetes del Patio de los Leones, 4. de Comares (fig. 17,1); en el pórtico del Cuarto Dorado, casa alta aneja a la Qubba de los Abencerrajes (2) y pabellón norte del Generalife; aquí los tres arcos priorizado el central se da en la entrada del maylis (5) (6) (6-1), reiterado el mismo esquema en los templetes del Patio de los Leones (fig. 18, 4) y entradas a la Sala de Justicia..También la qubba del Partal mantiene la trilogía en la ventanas-camarines (fig. 18, 1) reiterada en la Salaqubba de Justicia mudéjar del Alcázar de Sevilla (3) sobre cuyas ventanas de lo alto ya me ocupé en páginas anteriores. Ejemplo muy representativo en Granada son los pórticos de la Casa de Zafra (fig. 18, 2). La honorabilidad del arco central frente a los dos de compañía del la trilogía que nos ocupa cabe ser explicada por la diferencia social de los personajes que se instalan o instalaban en ellos: en la figura 19, la imagen (1) de un monarca de gran tamaño acompañados de dos servidores de escala más reducida (estampa de la Capilla Palatina de Palermo, s. XII); en el dibujo (2) se escenifica personaje asistidos por dos servidores con espadas de tamaño más pequeño (pinturas árabes de casa del Partal de la Alhambra). Fig. 19. Jerarquía de personajes llevada al tamaño de las figuras. B. Tres arcos iguales o tribelón de descendencia bizantina. FIGURA 20. 1, estela de la Antigüedad de tres arcos iguales insinuadas roscas de herradura; 2, estela del Museo de Braganza; 3, ventana de San Miguel de Linio insinuada la rosca de herradura; 4, piedra hallada en la mezquita-iglesia de Santa María de Ronda; 5, ventana de la iglesia asturiana de San Salvador de Valdediós, ésta con recuadro de alfiz; 6, miniatura de la Biblioteca de El Escorial con el título de “ciudad de Toledo”; 7, testero de la nave central de la iglesia mozárabe de San Miguel de Escalada, arco de herradura de influencia cordobesa. Fig. 20. Evolución de los tres arcos iguales a partir de estelas romanas y otros ejemplos preislámicos. FIGURAS 21, 22, 23, 24 En la arquitectura hispanomusulmana, el tribelón se impone en toda Madinat al-Zahra y en la mezquita aljama de Córdoba, incluido el alminar de abd al-Rahman III con ventanas triples (5,según restitución de Félix Hernández). En la nave central del llamado “Salón Rico” de al-Zahra (7) figuran los tres arcos iguales (1, según restitución de Félix Hernández, año 1963), siguiendo tradición bizantina patente en iglesias de Fig. 21. El trío o tribelon bizantino en la Córdoba califal, Fig. 22. El trío o tribelón bizantino en la Córdoba califal; 7, de la mezquita del Cristo de la Luz de Toledo. Constantinopla (A). En el “Palacio Oriental” de esta ciudad palatina se detecta en la nave central dos parejas de la trilogía de arcos (2) (3, restitución hipotética de Velásquez Bosco). Otro ejemplo restituido en la imagen (4). La misma trilogía presente a la entrada de la qubba central de delante del mihrab de la mezquita aljama de Córdoba (6) (8). Siguiendo con la trilogía a nivel del suelo como probable se daría en los tres pórticos del patio reformado por Abd al-Rahman III que una reforma cristiana suplantó entre el siglo XV y el XVI por la imagen (1) (2) de la FIGURA 22: tiene tres arcos de medio punto con alfices individualizados que pudieron existir en los primitivo así como en los pórticos de la mezquita aljama de Madinat al-Zahra, según restitución de B. Pavón (3) (4) (5). Tres arcos de fábrica de ladrillo con extradós y alfices individualizados pueden verse en una de las fachadas de la mezquita toledana del Cristo de la Luz (7), además de pila de la época de Almanzor, tres arcos decorativos de tres lóbulos con alfices individualizados (8). La FIGURA 23 es harto interesante: 1, portada de San Esteban de la mezquita aljama de Córdoba, la trilogía de las tres entradas, falsas las laterales, secundada por los tres arcos de herradura de falsas ventanas que coronan la entrada principal. Esta trilogía que ha llegado sin la guarnición del obligado alfiz se repite por pares superpuestos en dos de los frentes del alminar de Abd al-Rahman III (2) (4). Sus características, muy repetidas en los triples arcos de al-Zahra. Aquéllas son arcos de herradura de dovelaje completo, cinta resaltada de extradoses que arrancan en la línea de la base inferior de las impostas en la que descansan las calles verticales del alfiz común que recuadra el tribelón. Este programar dovelas, alfiz y extradós repetido en la puerta `principal del castillo califal de Gormaz, deal-Hakam II (3) pero con la diferencia, patente también en el arco central del acueducto de Madinat al-Zahra, de que tanto el extradós como el alfiz arrancan de la línea superior de impostas, no la inferior. El tribelón se mantiene vigente en los palacios hispanomusulmanes del siglo XI-XII (6, del Patio del Yeso del Alcázar de Sevilla), palacio de la alcazaba de Málaga (7) y castillo de Jaén y finaliza con réplicas mudéjares instaladas en el Salón de Embajadores del Patio de las Doncellas del alcázar sevillano (5) (8) (9) y FIGURA 24. La trilogía sevillana tiene por novedad los tres arcos de herradura de las ventanas de encima, doblados sus extradoses, la herradura efectiva sin jambas, sin duda imitando esas mismas roscas de alacenas del “Salón Rico” de Madinat al-Zahra. El tipo de qubba de Las Doncellas con doce arcos iguales se dio en patio de crucero de palacio del siglo XII Fig. 23. Trío de arcos o tribelon bizantino en la Córdoba islámica, 1, 2, 3, 4; Málaga, 6; Sevilla, 7, 8. Fig. 24. Sevilla, continuación, 1, 1-1, A, B-1 2, 3, 4. rescatado por Navarro Palazón (D) y tumba almohade dde Ceuta descrita por Al-Ansari €, también más posterior en palacio del sultán Salih en la isla de El Rodah (1241), según publicación de John D. Hoag (C). Los alfices de la trilogía sevillana y la de la alcazaba malagueña siguen arrancando de la línea base de impostas. FIGURAS 25 y 26. En la primera figura doy ventanas con tres arcos iguales los laterales: 1, de los altos de la mezquita toledana de las Tornerías; 2, tres arcos de herradura iguales de ladrillo, enjarjados, de la Capilla de Belén del convento toledano de Santa fe, según restitución de Calvo Capilla quien da esta otra (2-1) en desacuerdo con el canon que venía practicándose en Córdoba desde el siglo X. La tal portada repetida en otros dos frentes (2-2) tiene vano efectivo sólo en el centro, imitando los vanos ya comentados de los dos cuerpos superiores del alminar de la Gran Mezquita de Qayrawan. Los tres arcos por ventanas, ciegos o calados, siguen viéndose en el alminarmihrab de la mezquita de Tinmall (3), frentes del alminar de la mezquita de Hasan de Rabat (4), imitados en el mausoleo de Abu-l- Hasan de la Chella de Rabat (4-1). En la arquitectura mudéjar el (5) de la Capilla Dorada de Tordesillas, como imitación muy libre de las arquerías lobulada de la mezquita aljama de Córdoba del siglo X; del castillo-palacio de Galiana de Toledo la ventana (6) muy similar de los tres arcos de ventana central de la fachada del palacio mudéjar de Pedro I del alcázar sevillano (5-1); el 8 de casa toledana. Otro tribelón por ventana se da en el alminar de la catedral de Amalfi (7). FIGURA 26. 1, nueva de Rabat; mente del alminar de Rat (1); tres ventanas ya de medio punto de la fachada del mihrab de la Qarawiyyin de Fez, reformado (2); 3, los tres arcos del alminar-mihrab de la mezquita de Tinmall; 4, trilogía sobre el arco del mihrab de la Kutibiyya; 5, excepcionalmente trilogía sobre los arcos de puertas de la muralla de Niebla; este caso de fachada religiosa en edificio laico solamente repetido en una de las puertas del ribat de Monastir (Túnez) que veremos más adelante. 6, ventanas típicas de portadas de palacios mudéjares sevillanos; 7, ventanas de la portada del mirador de Lindaraja de la Alhambra; 8, testero de la sinagoga toledana de El Tránsito; 9, tres arcos agrupados por cada arco de abajo, iglesia mudéjar de San Román de Toledo; 10, mirador sobre pórtico del Patio de los Leones de la Alhambra; 11, portada Fig. 25. Trío de arcos o tribelon bizantino: Toledo, 1, 2, 21, 2-2, 6, 8; Marrakech, 3; Rabat, 4, 4-1; Tordesillas, 5; Sevilla, 5-1; Amalfi, 7. Fig. 26. Trío de arcos o tribelon bizantino: 1, Rabat; la Qarawiyyin de Fez, 2; mezquita de Tinmall, 3, 4; Sevilla, 6, 12, 14; Niebla, 5; la Alhambra, 7, 10; Toledo, 8, 9; Córdoba, 11. mudéjar de la Puerta del Perdón del patio, mezquita aljama de Córdoba; 12, de jamba interior del arco de entrada, Sala-Qubba de Justicia del Alcázar de Sevilla; 14, portada con ventanas rectangulares a los lados, palacio de Olea de Sevilla. Ultimamos este apartado de tres arcos iguales con estampa de la gran portada del palacio sasánida de Ptesifon, en la arquería a ras del suelo se repite arco de medio punto remontado por tres ventanitas decorativas que en definitiva es el mismo programa de la entrada (4) del ribat de Monastir (Túnez) (fig. 27), con cuatro falsas ventanas arriba, traspasadas sin duda de la arquitectura religiosa aglabi y zirí. En este sentido, por lo que se refiere a la arquitectura residencial del Norte de África es la primera portada de este tipo sin que se conozca en al-Andalus el mismo caso en palacios hasta del siglo XII, solamente como se vio en las puertas de la muralla de Niebla, s. XII. Del mimbar aglabí (s. IX), Gran Mezquita de Qayrawan. Fig. 27. Palacio sasánida de Ptesifon, 1, 2, 3: arco coronado de trío de arcos decorativos; puerta del ribat de Monastir de Túnez, 4. C. Ventanas con dos arcos gemelos o falso ajimez. Orígenes y evolución. Córdoba, Toledo, arquitectura mozárabe y mezquita de Ibn Tulun. Es el tipo de ventana más habitual en la arquitectura residencial árabe y mudéjar de España, la ventana por excelencia de nuestra edad Media, la de las dos España de la Reconquista, reproducida o divulgada en la figura A de este trabajo a través de miniaturas y pinturas murales medievales. En sus inicios los arcos enseñan ya roscas de herradura. FIGURAS 28 y 29. Los orígenes vistos en estelas funerarias antiguas (1) (2); estampas de Beatos mozárabes (3), piedra goda aprovechada en castillo portugués (4); ventana goda aparecida en Córdoba publicada por M. Gómez-Moreno (5), tiene a modo de extradós de cinta hendida que enlaza por la base con las misma cintas que funcionan como recuadro o alfiz de los dos arcos. Estela tardorromana de Palencia (6); arcos gemelos con extradós y cintas de alfiz común visto en la pieza (6-1), procede de la iglesia goda de San Ginés de Toledo. Arqueta marfil tenida por goda de la Colección Pitcairn del Museo de Pensilvania (6-2); arcos gemelos de mármol del Museo de Mérida, muy marcado el extradós con cinta o soga (7); arcos de ventanas de San Salvador de Valdediós (8 (9); arcos gemelos del exterior de San Fructuoso de Montelius, Portugal (8-1, según publicación de Félix Hernández); arcos asturianos de herradura de Santianés de Pravia (10); de una estela funeraria (10-1); ventana geminada árabe del alminar de San Juan de Córdoba (11); ventana con alfiz muy marcado común sin enlace con extradós inexistente, iglesia mozárabe de San Miguel de Escalada (12). FIGURA 29. Beatos mozárabes (1), arcos gemelos de herradura dentro de gran arco de medio punto (1); Torre Scriptorum de Tabara (2). Comentario del Apocalipsis de San Beato de Liébana (copia hechas en el Monasterio de San Salvador de Liébana, Zamora, 968.970. Archivo Histórico Nacional); escena de las Cantigas de Alfonso X el Sabio, s. XIII: gran arco de herradura con arcos gemelos y parteluz dentro, más propio de ventana que de puertas. Fig. 28. Origen y evolución de arcos gemelos de herradura. Fig. 29. Ilustraciones de miniaturas medievales. Fig. 29-1. Mosaico de la Roca de Jerusalén, 1; fachada de mezquita de Susa, 2; alminar de la Qal`a de los Bannu Hammad de Argelia, 3, dos ventanas superiores, 3; del patio de la mezquita de Damasco, 4; de Beato de de Valcavado, A, B. Fig. 30. Alminar de San Juan de Córdoba, 1, 1-1; alminar de Santiago de Córdoba, 2: mezquita aljama de Córdoba, s. X, 3, 4. FIGURAS 29-1, 30, 30-1. Al esquema anterior de los arcos de herradura de las Cantigas se adelanta notoriamente la estampa de mosaico de la Qubba de la Roca de Jerusalén de arte bizantino (1) con la que entramos de lleno en la arquitectura islámica de Occidente. Fachada de la mezquita de Sidi ´Ali al ´Ammar, s. X, de Susa: dos nichos-ventanas sobre los arcos de herradura laterales de la portada (2). En la Qal´a de los Bannu Hammad de Argelia, s. XI-XII, su alminar dividido en tres calles, la central encabezada arriba con dos arcos gemelos cobijados por arco abocinado de mayor escala (3, dibujos de A. Lézine). En el patio de la mezquita de Damasco por cada arco del pórtico se superpone una ventana de dos arcos de medio punto con parteluz (4). A y B representaciones simbólicas mozárabes de iglesias, Beato de Valcavado; la segunda muy a tono con las portadas de la mezquita aljama de Córdoba y con la portada (2) de Susa de esta misma figura. La FIGURA 30 nos lleva a Córdoba omeya: ventana del alminar de la mezquita de San Juan (1): arcos geminados sin extradós ni alfiz a media altura en cada uno de sus frentes perfectamente nivelados, sólo una ventana abierta (1-1), modelo de ventanas de torres primerizas toledanas y del alminar de Ibn Tulun de el Cairo. Arcos enjarjados con dovela clave de piedra y dos de ladrillo por cada arco. En la antigua iglesia de Santiago de la ciudad se Fig. 30-1. Ventana cegada del alminar de Santa Clara de Córdoba. conserva parte del alminar con ventana de arcos geminados, enjarjados (2) como los arcos de San Juan el que por remate tuvo registro de arquillos ciegos con capitelillos y fustes ochavados de tradición goda (5). Y en la mezquita aljama de Córdoba del siglo X varios ejemplos de arcos geminados de herradura con dovelas luego revestidos con enchapado siguiendo tradición omeya inaugurada en Madinat al-Zahra (3) (4) (ver acabado de estos arcos en la figura 36. FIGURAS 31 y 32. Con estas figuras nos adentramos en la verdadera génesis de la ventana de arcos gemelos con parteluz a partir del arte visigodo. Inicio este periplo con la ventanas de San Ginés de Toledo (1) divulgado por dibujos no exactamente fieles al modelo (3). El verdadero dibujo de San Ginés es el (2) muy interesante como introductor de la ventana árabe: tiene extradós de cinta lisa que en los costados de la pieza ligan directamente en horizontal con la cinta del alfiz común. Simplemente esta fórmula de extradós- alfiz es una conquista de la arquitectura goda como umbral de arcos hispanomusulmanes y mozárabes que veremos a continuación. En parte esta solución se deja ver en ventana de San Salvador de Valdediós (4). Esto de una parte por lo que se refiere a la ligazón de extradós y alfiz. De otra, en la pieza toledana el extradós se ciñe a los arcos efectivos de herradura sin trascendencia en lo árabe, lo cual nos lleva a considerar el extradós en regla propio de arcos de adovelados, según vemos en la puerta de San Juan de Baños (5): la moldura del extradós es ultrasemicircular y arranca de la línea superior de impostas, cual algunos ejemplos más anteriores, en arco de Santa Fig. 31. Ventana de la iglesia visigoda de San Ginés de Toledo, 1, 2, 3; extradós de arcos preislámicos. Fig. 32. Arquitectura hispanomusulmana. Arcos gemelos de Córdoba, 1, 2, 3, 5; alminar de Zaragoza, 5; fachada del mihrab, mezquita de Tremecén, 6; torre de Santa María de Ripoll, 7. Eulalia de Bóveda del siglo III (10), en el teatro romano de Mérida el arco (6) y arco interior de la puerta del Alcázar de Sevilla en Carmona (7).Todavía otro ejemplo ya árabe de época aglabí en la Gran Mezquita de Qayrawan (9, según A. Lézine). Otros casos de extradoses en tres arcos romanos (8). Tenemos pues ya definido el arco con extradós como cierre superior de las dovelas de arco principal de una parte, de otra parte la ligazón de extradós y alfiz en línea con las impostas, visto en el arco de San Ginés de Toledo. FIGURA 32. Ya dentro de la arquitectura hispanomusulmana al-Zahra nos deja ver dos arcos gemelos de herradura, reconstruidos por Félix Hernández (1963) (1) que sin duda tenía alfiz común y su correspondientes extradós según vemos en la portada (2) de la fachada oriental de la mezquita aljama de Córdoba; me refiero tanto a portada central como a los arcos gemelos sobre las puertas laterales tapiadas cuya definición es la siguiente: arco de herradura con extradós descentrado, propio del siglo X (no del IX), las cintas del recuadro del alfiz arrancan de la línea inferior de impostas, al igual que el extradós, lo mismo les ocurre a los dos arcos gemelos de ventanas de los laterales. Con ello acabamos de definir el arco de herradura de puertas y ventanas árabes de la segunda mitad del siglo X correspondientes a los edificios cordobeses de Abd al-Rahman III y al-Hakam II. En esos arcos la ligazón horizontal de extradós y alfiz de San Ginés de Toledo brilla por su ausencia, sobre lo que volveré más adelante. En este punto nos encaramos con el gran alminar que hizo construir el primer califa a los pies del patio por él reformado de la mezquita aljama de Córdoba, año 951. Consta que la fachada sur del patio la rehizo en 958. Este alminar según dibujo restituido en base a información fidedigna por Félix Hernández (3), frente meridional del mismo, enseña en esta cara y la opuestas (5) parejas de arcos gemelos de herradura con extradós y alfiz común, la unidad ventana de arcos gemelos trasdosados y con alfiz reiterada en el alminar de la mezquita aljama de Zaragoza (4), cuya restitución a cargo de A. Almagro Gorbea da la imagen de los arcos gemelos vistos de la fachada oriental de la mezquita cordobesa, con la novedad de que el alfiz se dibuja como ancha calle vertical y horizontal que como se verá es más propio de arcos triples o ventana trifora que veremos luego. Ahora bien, falta saber qué credibilidad tiene el trazado tanto de Félix Hernández como de Almagro Gorbea, si los testigos en que se basan tales reproducciones son auténticos o engañosos. Hago un pequeña digresión para trasladarme a la figura 33, con el dibujo (14) del alminar cordobés, a la izquierda del mismo superpuesto doy pareja de arcos, A y B, el de arriba extraído del alminar de Félix Hernández: tiene extradós y alfiz pero la ligazón de San Ginés de Toledo se queda muy por encima de la línea superior de las impostas, irregularidad a todas luces impropia del arte califal de Córdoba puesto que hemos quedado en que la verdadera solución de ese tiempo es la pareja de arcos de debajo (B), solución adoptada por Almagro en Zaragoza: extradós y alfiz con arranque en la línea inferior de impostas. Este litigio se complica viendo la figura 34, un dibujo divulgado del que se dice ser autor Félix Hernández cuando en él en lugar de los diez arquillos del registro más superior del primer cuerpo de la torre del dibujo anterior se dan nueve arquillos, y los arcos gemelos se dibujan correctamente. Volviendo al alminar zaragozano es evidente que todo su enmarque en lo que se refiere al alfiz de anchas calles y la tira decorativa de encima tiene cierto grado de credibilidad a la vista de la fachada del mihrab de la mezquita almorávide de Tremecén (fig. 32, 6). Y respecto a ventanas de arcos gemelos con parteluz traer aquí el torre de Santa María de Ripoll, s. X-XI, como probable reflejo del gran alminar cordobés. Fig. 33. Alfices y extradós, fórmula de San Gines de Toledo y mozárabe, A, B, 1, 2, 3, 13, 15, 16; fórmula cordobesa, X, 4, 5, 6,7, 8, 9, 10, 11, 12, 14. FIGURA 33. En ella adelanto una verdadera síntesis o conclusión referida esta vez a la ligazón en horizontal de extradós y alfiz de San Ginés de Toledo que tiene un especial predicamento precisamente en esa ciudad quizá a través de ejemplos del siglo XI. Dejo por supuesto que el extradós de moldura como cierre del dovelaje proviene de la Córdoba árabe. En las torres, con verdadera imagen de alminares árabes, de San Bartolomé (1) (B) y de Santiago del Arrabal (2) (A) la solución de enlace es clara, estampa típicamente califal pero con el añadido del enlace de San Ginés. Respecto a la posición de las ventanas a media altura repetida en los cuatro frentes, tres decorativas o tabicadas y una sola con arcos de luz abierta es tema ya comentado en el alminar de San Juan de Córdoba y el gran alminar de Abd al- Rahman III y que veremos también en el alminar de la mezquita cairota de Ibn Tulun. Otro arco toledano esta vez de la arquitectura residencial de puerta sita en casa de la Plazeta del Seco (3). Se trata del mismo caso de arcos único o gemelos de herradura de la arquitectura mozárabe del Norte de la Península (13) (15), San Miguel de Escalada) (16, de Santiago de Peñalba, 916). Este tipo de arco o arcos nunca se han dado en la Córdoba emiral ni en la califal. Veamos esta otra trayectoria de la figura 33, 4, 5, Puerta de San Esteban de la mezquita aljama de Córdoba del siglo IX. Hoy y desde hace muchos años el arranque de extradós y de moldura de alfiz se realiza en una piedra moderna dispuestas en horizontal en el mismo nivel de las impostas, piedra producto de una de las muchas restauraciones ejercida en esta portada (X). Camps Cazorla no reparó en su dibujo de la puerta (5) en este detalle y la piedra falsa fue tomada por buena, cuando la solución correcta es la que se ve en la puerta (6) de la mezquita cordobesa del siglo X. Es la solución haciendo hincapié en el no enlace de extradós y alfiz de un arco de al-Zahra (7), otra de hornacina de mármol de esta misma ciudad palatina (8) de donde se puede pasar a Ifriqiya con dos puertas significativas, la (9) del patio de la gran mezquita de Susa y la (10) de ventana de la llamada Biblioteca del testero de la Gran Mezquita de Qayrawan, en mi criterio fruto los dos casos de influjo cordobés llevado a cabo entre el siglo X y el XI. Además de las ventanas de triple arco que vimos en el alminar de Abd al-Rahman III (12). Y es de observar que la misma solución afectó al arco de mihrab de supuesta mezquita zaragozana de Fig. 34. Solución de alfiz y extradós idónea cordobesa, alminar de la mezquita aljama de Córdoba. Malejan (11) que sería un reflejo del arco-mihrab del oratorio de la aljafería de Zaragoza, restaurado en los últimos años con la solución toledana de San Ginés (fig. 45, 3, 4). FIGURAS 35, 36 y 37. Como conformación de la solución de no enlace de extradós y alfiz en la mezquita cordobesa reunimos los arcos (4), “Puerta del Chocolate” de alHakam II, (5) de la fachada occidental de este califa; en (1) y (2) la solución del arco del mihrab de la mezquita, reiterada en (3) de arquillos gemelos de la fachada oriental de Fig. 35. Solución cordobesa idónea de extradós y alfiz. Mezquita aljama de córdoba, 1, 2, 3, 4, 5, 6 (7, de al-Zahra); arcos de medio punto entrelazados, A, visigodo; arcos de Córdoba, B. Fig. 36. Puerta de San Esteban, mezquita aljama de Córdoba, 1, 2; ventana de la misma mezquita, fachada oriental, 3; mezquita de las Tornerías de Toledo, 4; mármol de al-Zahra, 5. Almanzor a la que pertenece el arco (6). De mármoles de al-Zahra son los arranques de arcos (7) en lo que no se puede ver si el epígrafe en cúfico quedaba por encima o por debajo de las impostas. A propósito de los arcos de herradura entrelazados del registro superior de la “Puerta del Chocolate”, en realidad ventanal decorativo, expresamos su origen visigodo en la piedra (A) aparecida en el pueblo toledano de Almonacid, los arcos de medio punto, también paredes de estanque cordobés del siglo X (B) y arquería de palacio de Ziri en Achir, Argelia, del siglo X. FIGURA 36. l ejemplo reiterado de la Puerta de San Esteban de Córdoba (1) (2); arcos gemelos de ventana de la fachada oriental de la mezquita; mármol ya comentado de hornacina de al-Zahra (5); arcos gemelos de los altos de la mezquita toledana de las Tornerías (4), esta vez el alfiz desciende hasta la base de los soporte de los arcos. En (6) la caída del extradós de puerta de la mezquita de Mahdiya (Túnez.). FIGURA 37. Ejemplo muy peculiar de arco de una de las puertas laterales de la fachada de la calle de la mezquita del Cristo de la Luz de Toledo. A diferencia de los arcos de herradura califales hasta ahora tratados, todo el dovelaje, incluida impostas queda rebajado ligeramente con respecto a las enjutas; el alfiz baja hasta la base de impostas y el extradós arranca de la línea superior de las mismas. Este tipo de rebaje visto antes en una de las puertas de la mezquita de Santa Clara de Córdoba y en puerta de la ciudad-fortaleza de Vascos (Toledo). Resucitará en arcos del alminar cairota de la mezquita de Ibn Tulun que vemos a continuación. Fig. 37. Arco de puerta de la fachada de la calle, mezquita del Cristo de la Luz de Toledo. FIGURA 38. Mezquita de Ibn Tulun de el Cairo. Alminar, ya estudiado y clasificado por M. Gómez-Moreno y Félix Hernández. En primer lugar una de las puertas del puente del patio (1), arco con dovelaje completo, molduras del extradós y del alfiz con arranque en la línea superior de las impostas, influencia cordobesa clara entre el siglo X y el XI estudiada por los comentados autores, notoriamente semejante al arco de la ventana de la Biblioteca de la Gran Mezquita de Qayrawan. Al igual que los alminares hispanomusulmanes, ventanas de arcos de herradura gemelos ubicadas en El Cairo una por cada frente y a la misa altura, solamente una ventana abierta. Dos de ellas tienen el frente del dovelaje rebajado (tipo A de Santa Clara de Córdoba) y la moldura del alfiz desciende hasta la base de impostas; el enlace horizontal tipo toledano o mozárabe de las rosca rebajada del extradós y del alfiz queda desdibujada en la ventana SE, tal vez ligero apéndice horizontal por debajo de impostas. La ventana superior noroeste carece de revestimiento de molduras. Fig. 38. A, arco de puerta, mezquita de Santa Clara de Córdoba; las ventanas de arcos gemelos de la mezquita de Ibn Tulun de El Cairo. D. Soluciones postcalifales de arco, extradós y alfiz de ventanas. FIGURAS 39, 40, 41, 41-1. Para el caso toledano ocho ejemplos representados en (1), de iglesia de San Miguel el Alto de Toledo; 2, arco de Casa de las Bulas Viejas; 3 ventana cegada de la torre de San Andrés; 4, de los arcos de la iglesia mudéjar de San Román; 5, fuera de Toledo, ventana del castillo de Buitrago; 6, torre de la iglesia de Bartolomé; una de las fachadas interiores de la Puerta Vieja de Bisagra; 8, supuesto arco de casa de las Bulas Viejas, probablemente imitación moderna con modelo local árabe; Fig. 39.. Solución toledana de extradós y alfiz, 1, 2, 3, 4, 5, 6. Fig. 40. Arcos con la solución extradós y alfiz unidos por encima de la línea superior de impostas, ejemplos granadinos. 9, capilla de San Lorenzo. La solución enlace toledano de San Ginés aunque esta vez con arranque en la línea superior de impostas se ve en ejemplos tunecinos de las etapa hafsí (10) (11) (13) con modelo antiguo en arco de la mi´da de la Gran Mezquita de Qayrawan (12). FIGURA 40. La misma solución interpretada en puertas nazaríes de Granada (1) (2) (3) (4, mihrab de la madraza) (6, puerta de Bibarrambla) (9, puerta de las atarazanas de Málaga). De puerta de Túnez la (5, Bab Yedid, según Daoulatli); en Guadalajara una de la puertas de Santa María de la Fuente (7); y 8 de torre de la Magdalena de Jaén. FIGURA 41. A la llegada del siglo XII, dominación almohade y almorávide, el arco de cualquier tipo se dibuja dentro de alfiz rebajado o rehundido sin moldura, siguiendo el modelo califal de puerta de la mezquita de Santas Justa y Rufina de Toledo (1) y puerta vieja del Alcázar de Sevilla (2). En estos casos siempre lo mismo en puertas que en ventanas el rebaje del alfiz se inicia en la línea base de impostas, según norma califal: 3, puerta del alminar de la mezquita de Hasan de Rabat; 4, 8, ventanas de la Giralda; 5, puerta Monaita de Granada; 6, de arcos del patio de los Naranjos, mezquita aljama almhade de Sevilla; 7, ventana de la torre de Santa María de Granada de Niebla; 9, alminar de la mezquita de Cuatrohabitas de Sevilla; 10, ventanas del segundo cuerpo de la mezquita de la Kutubiya de Marrakech.; el (11) ventana de torre antigua de San Cristóbal de Toledo y también de ésta ciudad ventana de ábside con la novedad de incluir un ojo de buey de ocho lóbulos muy propio de la iglesia de Santiago del Arrabal (12); el (13) es del alminar- mihrab de la mezquita de Tinmall. FIGURA 41-1. Sobre ventanas tipo califal de Córdoba (1) (2) con superposición de arco-dintel, con modelo en puerta de Bisagra Vieja de Toledo (3) prácticamente nada se sabe en al-Andalus y el arte mudéjar de ventanas de semejante trazado, se da el caso de portillo del castillo árabe de Trujillo (A) y en Túnez ventanas del primer cuerpo del alminar de la Gran Mezquita de Qayrawan (4), en su muro de qibla como vimos la llamada ventana de la Biblioteca (5) cuyo arco, alfiz, extradós y almenas de la parte superior en el criterio de Lézine figuraron como arco de mihrab de la primitiva mezquita del siglo VIII. Fig.41-1. Superposición de arco y dintel en puertas y ventanas, mezquita aljama de Córdoba, 1, 2; Puerta Vieja de Bisagra de Toledo, 3; arco del castillo de Trujillo (Cáceres), A; ventana de alminar de la Gran Mezquita de Qayrawan, 4; supuesta ventana de la Biblioteca, Gran Mezquita de Qayrawan, 5; puerta-ventana de la torre de Tormos (Huesca), 6. Fig. 41. Arcos con alfiz rehundido arrancando de la línea inferior de impostas, solución tipo almohade. D. Toledo a partir del siglo X. La ventana con dos arcos gemelos se inicia en la ciudad en la mezquita del Cristo de la luz (FIGURA 42, 1, 2. Para verlo hay que ir a la parte alta de sus nueve compartimentos abovedados a estilo califal de Córdoba. Las dos secciones, de Gómez-Moreno y Ch. Ewert respectivamente (3) (3-1) referidas al tramo central de los nueve bovedillas del oratorio (1) (5) (8) permiten ver por debajo del cuerpo de las trompas dos arcos gemelos, de una parte trilobulados enfrentados, de otra arcos de herradura también enfrentados (5) (8) (9) (el 10, interpretación libre según Villaamil). Inédita en este tipo de ventanas es la superposición de arcos de tres lóbulos y de herradura (3-1) (6), modalidad que derivada sin duda de las pseudo ventanas de la linterna central de la maqsura de la mezquita aljama de Córdoba (fig. 43, A, B) se instala en la ciudad del Tajo siguiendo las siguientes variantes dentro del esquema común de dos líneas de impostas de diferente nivel , a y b: 1, de fachada exterior de la mezquita del Cristo de la Luz, de la misma el (2) sacado del interior del oratorio; 3, torre de San Bartolomé; 4, registro superior de la fachada de San Andrés. Trasladándonos a Andalucía cabe subrayar la puerta antigua de la muralla del Alcázar de Sevilla (5); por descendiente de la superposición toledana en la Giralda (6) (8); 9, 10, ventanas de torres mudéjares sevillanas; Las ventanas (7) del alminar del siglo XII del ribat de Tit (Marruecos). Pero en el Cristo de la Luz he eludido la luz que entra de la calle al cupulín del centro del oratorio mediante cuatro pares de saeteras (fig. 42, 7) que al interior revisten traza más decorativa de tres lóbulos (fig. 42, A, B). En otros tramos de la mezquita toledana se dan ventana única de tres lóbulos y ventana de dos arcos gemelos también de tres lóbulos (ver secciones, 3 y 3-1). Fig. 42. Las ventanas de la mezquita del Cristo de la Luz de Toledo. Fig. 43. Arco duplicado con impostas a distinto nivel, fórmula cordobesa y toledana. Ventanas de la mezquita aljama de Córdoba, A, B; ejemplos toledanos, 1, 2, 3, 4, y sus derivados: árabes sevillanos, 5, 6, 8, (10, Omnium Sanctorum), (9, Castilleja de Talhara, Benacazon, Sevilla), (11, Santo Domingo de Daroca) Respecto a la superposición de la herradura y arco polilobulado que hemos visto en la fachada toledana de San Andrés de la figura anterior adelanto un breve inventario iniciado en la mezquita aljama de Córdoba (FIGURA 43-1): 1, 2, arco de la entrada a la Capilla de Villaviciosa (los dibujos 2 y 2-1, de Camps Cazorla y L. Golvin respectivamente). Esta modalidad con las impostas en un mismo nivel alcanza a la arquitectura almohade del siglo XII, 3, puerta de Rabat; en Toledo puertas de la iglesias mudéjares desde el siglo XIII (4) y ventanas de la torre de San Román (5). Luego se impone el arco de herradura apuntado, iniciado en San Andrés, cobijado por arco de cinco y más lóbulos en ventanas: se inicia en el alminar almohade de la Kutubiya de Marrakech (6) modelo del mudéjar toledano a partir del siglo XII y XIII (8) (9) (11) (12); de torre mudéjar de Sevilla, la de San Pedro, el (8) y del mudéjar aragonés un arco de la iglesia de San Juan de Daroca (10). Arcos mudéjares de S. Felipe, Carmona. Fig. 43-1. Tipos de superposición de arco de herradura y arco lobulado. Mezquita aljama de Córdoba, 1, 2, ejemplo almohade, 3, 6; ventanas mudéjares, 5, 7, 8, 9, 10 11, 12. Fig. 43-2. Mezquita de las Tornerías de Toledo. FIGURA 43-2. Dedicada a la mezquita toledana de las Tornerías cuya planta deriva de la de nueve compartimentos abovedados del Cristo de la Luz. Fechada ésta en 999 la de las Tornerías que la imita además de la planta en el trazado y juego de ventanas interiores en mi criterio puede fecharse en el siglo XI, es decir, oratorio sin patio, de antes de la conquista cristiana de la ciudad en 1085. Menos el tramo central los ocho restantes se cubren con bóvedas baídas de tradición toledana (vistas en fortalezas y luego en iglesias con sus torres). La cúpula del tramo central destaca en altura (2) (según interpretación de J. Amador de los Ríos), con traza de dos parejas de arcos cruzados en el centro, esquema iniciado en una de las bovedillas del Cristo de la Luz. Pero la innovación básica de este oratorio es la ubicación de las ventanas ciegas un tanto caprichosa aunque siguiendo las directriz del Cristo de la Luz, de arcos de herradura y de tres lóbulos con dovelaje completo y extradós de estilo califal (4) (5) (6), éstas, por triplicado, ya desaparecidas, cubrían los espacios entre los dos pares de nervios de la bóveda (A), por encima de tres rectángulos lisos (4). Y en los tímpanos de la demás bóvedas se dejan ver aún ventanas ciegas de estuco de un o dos arcos de herradura extradosados y con dovelas con la novedad de que el alfiz desciende hasta la misma base de la ventana (7), una modalidad que pasa a la arquitectura religiosa mudéjar de la ciudad. FIGURA 44. No han llegado ventanas auténticas de dos arcos gemelos de herradura con parteluz en el último siglo de dominación árabe de la ciudad toledana, anterior a 1085, fecha de la conquista cristiana; nada en la arquitectura residencial de la que nos hemos de contentar con linajudas viviendas con puertas de dos arcos. En la presente figura restos de la Casa del Temple (1), más enteros arcos de la Calle Núñez de Arce (2) de trazas aún muy califales; de ese mismo siglo XI Fig.44. Arcos gemelos del siglo XI. Toledo, 1, 2, 3 (4, del siglo XIII), 5; de la alcazaba de Málaga. pudiera ser otra pareja de arcos ultrasemicirculares localizada en vivienda del Solarejo, 7, cerca de la mezquita de las Tornerías (5) y tal ver vez de finales del siglo XII o principios del XIII patio de vivienda de trazas árabes con arcos gemelos de herradura, dentro del Convento de Santa Clara la Real (3) (4). Fuera de Toledo subrayar los arcos gemelos del castillo de Jaén y de lóbulos de palacio de la alcazaba de Málaga (6). E. Marca Superior: Tudela y Zaragoza. En estos últimos años se ha completado bastante el conocimiento que teníamos de la mezquita aljama de la madina de Tudela, fundada por Amrús en los inicios del siglo IX: planta del oratorio y patio con alminar de planta cuadrada ubicado en el muro norte, siguiendo las directrices marcadas en la mezquita aljama de Madinat al-Zahra. Tal vez de esa torre navarra serían las ventanas 1 y 2 de la FIGURA 45, incluido en una de ellas el capitelillo (A) de parteluz. Este caso resucita la ya vieja duda de si efectivamente la ventana de arcos de herradura de San Ginés de Toledo era de torre de la iglesia visigoda de este lugar o de un simple muro del templo, la primera tesis acariciada por Rodrigo Amador de los Ríos. Yo creo que en ambos casos los arcos de herradura gemelos eran de alminares. Respecto a Zaragoza ya nos ocupamos de la ventana de arcos gemelos del alminar de la mezquita aljama de la ciudad del siglo X sita en la Seo o de reformas llevadas a cabo en la siguiente centuria, arco de trazado califal al pleno (ver figura 32, 4). De la Aljafería árabe sólo han llegado arcos gemelos de cinco lóbulos instalados en las enjutas de arquerías entrelazadas de las salas de honor del palacio hudí (5), y ventanas de las mismas trazas en la parte alta rozando con la base de la cúpula al parecer de nervios cruzados, una pareja de arcos por cada lado del ochavo del singular oratorio (6). Por lo demás incidiré en la traza del arco de herradura de la entrada al nicho del mihrab, en sus dos versiones, antes de la restauración (3) y después de la restauración (4), estampas que nos trasladan a la FIGURA 33, inquisitorial por lo que se refiere al verdadero trazado de extradós y de alfiz y de su ligazón en el nivel inferior de la línea de impostas. Es indiscutible que el arco zaragozano (3) deja sin resolver el Fig. 45, Mezquita mayor de Tudela, 1, 2, A; Aljaferia de Zaragoza, 3, 4, 5, 6. Fig. 46. A, de mezquita de Maleján (Zaragoza), A; arco del mihrab, oratorio de la Aljafería, B (publicado en Arte aragonés, 8. problema y que el arco restaurado (4) da la solución toledana-mozárabe de la figura antedicha, cuando la realidad es que todo el arco aljafereño responde perfectamente a las características de arcos califales de Córdoba a las que por otra parte se ajusta el arco de la mezquita de Maleján (Zaragoza) estudiada por Cabañero (FIGURA 46, A). F. Estelas funerarias del cementerio árabe de Ronda. FIGURA 46. En los cementerios de al-Andalus eran habituales estelas de piedra colocadas en la cabecera de las tumbas dentro o fuera de las qubbas o mausoleos abovedados (5). Estelas que por lo general lucían uno, dos o tres arcos de herradura, al viejo estilo tardorromano, paleocristiano e incluso el visigodo. Ejemplos muy claros de ello lo dan las estelas rondeñas (1) (2) (3) (4) que publiqué en la revista Awraq, algunas de ellas con registro superior de almenillas de dientes agudos evidenciándose con ello sin duda el carácter sacro de esta iconografía como extraída de los arcos de mihrab-s de mezquitas hispanomusulmanas de cierta categoría.. G. Las ventanas de la arquitectura sículo-normanda de Palermo. Figs. 47 Ventanas de Palermo; la 10 de El Cairo; la ventana 5 de la“Martorana”; 3, de palacio palermitano: trama de arcos de medio punto entrelazados al estilo hispanomusulmán con ventanas de dos arcos y oculo encima intercaladas el conjunto de la imagen inédita en España. Fig. 48. La torre de la “Martorana” de Palermo y torre de la catedral de Cefalú. La doble influencia de la arquitectura bizantina y la árabe derivada de los edificios de Ifriqiya en la que cuenta también presencia del arte cairota de la etapa fatimí puede reconocerse en la FIGURAS 47 y 48. Palacios y viviendas de linaje de Palermo del siglo XII dan ejemplos de ventanas de arcos gemelos, triples a veces, por derivación de la influencia bizantina, y arco geminados con oculo u ojo de buey encima, iconografía que veremos en la Giralda de Sevilla. Ventanas palatinas son (1), (2) (3) (4) y de la arquitectura religiosa (5) (6) (8) (9); de mausoleo de El Cairo el (10).. Respecto a las torres de iglesias clásicas son la de la “Martorana” (FIGURA 48, 1) y la de la catedral de Monreale ( 3) de cuya engañosa influencia en la Giralda caben todo tipo de criterios. Lo que es cierto es que en Palermo no se ve superposición de arcos con impostas de distinto nivel de Toledo y de la Giralda., tampoco en El Cairo (FIGURA 49, 4. madraza de Qala´un) ni en ventanas aragonesas como la de la iglesia de San Miguel de Zaragoza (5). Las ventanas de arcos geminados palermitanos bien pudieron derivar de iglesias bizantinas como la de San Teodoro de Atenas, s. XI (1) sin descartar probable influjo hispano a la vista de templos como el de San Pablo de Peñafiel (Valladolid (2) en este caso los arcos geminados con rosca ultrasemicircular prácticamente inexistente en Palermo si exceptuamos una ventana ciega del palacio de la Zisa (fig. 15, 7). El abuso del abocinado de los arcos de Palermo derivado de lo bizantino aunque existe también la vía hispana del románico de ladrillo (fig. 49, 3). Fig. 49. Iglesia bizantina de San Teodoro, s. XII), Atenas, 1; iglesia de San Pablo de Peñafiel, 2; ventana de la madraza de Qala´un, El Cairo, 4; ventana de San Miguel, Zaragoza, 5; esquema en planta de ábside mudéjar con ventanas de arquivoltas.