UN VIATGE A L’ESTRANGER Me fascinaba mucho la primera vez que fui a la capital de Japón, Tokio. Todo era diferente porque todas las publicidades en las calles estaban escritas en japonés. Íbamos en mini autobús, de unos diez sajeros el chofer y el guía, llegamos a una placita con muchos monumentos. Ya que nos sobraba tiempo, el guía nos soltó y dijo que volviéramos al autobús al cabo de media hora. Me entusiasmé tanto haciendo fotos que no me di cuenta de la hora, y era bien pasada la media hora cuando fui a buscar el autobús. Pasé más de una hora, dando vueltas en busca del autobús, no sabía qué hacer, no me acordaba del nombre de mi hotel ni su dirección, además no podía leer lo que ponía en las calles. Intenté calmarme y concentrarme en lo que podía hacer. Cogí un periódico en una papelera y escribí “socorro estoy perdido” en inglés, me senté en una esquina enseñando a todo el mundo mi mensaje. Ya no me acuerdo cuánto tiempo estuve en aquella esquina, cuando una señora mayor me cogió del brazo y me llevó a una jefatura de policía. TONY LLORICO Varem agafar el cotxe que ens portava a l’aeroport, amb les dues maletes al portaequipatges i vam arribar al Prat a dos quarts d’onze del matí, vam tenir un vol agradable de quatre hores en destinació Londres. Allà vam baixar de l’avió i vam agafar el metro fins al barri de Earlscourt on teníem l’hotel, que per cert era de pakistanesos, com quasibé tots els del barri. Després de deixar les maletes a l’habitació ens vam dirigir al centre de Londres, on hi havia Piccadilly Circus, aquells edificis amb propaganda per exemple de Sanyo. És obligat anar a Hyde Park, que és el parc pulmó verd de la ciutat, és molt maco i està molt ben cuidat. Al voltant hi havia tot de quadres exposats amb els seus artistes al costat, que els tenien per vendre. El menjar típic de Londres es Fish and Chips, que és peix amb patates, però no gaire bo. Nosaltres menjàvem al xinès o al Mc Donalds, o també ens vam menjar una paella a un restaurant espanyol que hi havia vora del nostre hotel. Anàvem a tot arreu caminant o bé amb el típic bus vermell de dos pisos, però havíem de tenir molta cura al creuar el carrer perquè condueixen per l’esquerra. Un dia vam voler anar a l’estadi de Wembley, allà on el Barça va guanyar la primera copa d’Europa (encara l’estadi vell) vam anar en metro, que no és gaire complicat, ja que està al nord de Londres, a dotze parades de Ealrscourt. Com era l’any 1992, ja sabeu que hi havia les olimpíades, vam veure des de l’hotel la cerimònia d’obertura, i ens va agradar molt. També vam anar al Palau de Buckingham a veure el canvi de guàrdia de la policia anglesa, estava ple de turistes i hi havia un home que ho explicava tot a tothom. També vam veure el Big Ben, el símbol per excellència de Londres, i el pont que estava en construcció. Llavors no hi havia la roda que hi ha avui en dia i des d’ on es pot veure la ciutat des de les alçades. ROSA V. Una colla d’amics i amigues vam decidir viatjar a Venècia, el viatge el vam fer amb avió, entre nosaltres hi havia un noi i una noia que pujaven a l’avió per primera vegada i ens van dir que els feia por, els vam tranquillitzar dient-los que no passava res, però també els vam dir que podia passar que caigués l’avió per una averia o pel que fos, cosa que no era freqüent en un viatge no gaire llarg, però tot pot ser, per tant no van quedar massa tranquils. Vam pujar tota la colla a l’avió, ells tenien por, l’ hostessa llavors quan estàvem asseguts va començar a explicar què s’havia de fer en cas que ens haguéssim de tirar en paracaigudes si hi havia una averia. Els dos de la colla que no hi havien anat mai es posaren a tremolar, els diguérem que això ho feien sempre precaució, que per es tranquillitzessin, però la noia va vomitar, el noi no. Vam fer el viatge amb avió i no va passar res, quan vam arribar a Venecia, van respirar a fons i els va passar la por. A Venecia vam veure el Carnestoltes i ens ho vam passar molt bé. Quan vam tornar de Venecia el noi i la noia ja no tenien por d’anar en avió, tot va anar bé . MARIA FUSTÉ Cogí el equipaje justo y me fui a ver el rally de Portugal. Las experiencias que he tenido acompañado últimamente no me han ido muy bien; cuando empezaba a ir a las carreras con 14 años sí, pero estas últimas ya con 35 no han sido de gran goce. Subí al avión en El Prat y en dos horas ya estaba en tierras portuguesas. Lo primero que hice fue alquilar un coche y recorrí el trayecto que iban a hacer en el rally, me lo pasé muy bien y el GPS me funcionó a la perfección. Cogí habitación en un hotel que estaba cerca del primer tramo, para verlos a todos, no me quería perder la pasada de todos los coches favoritos, ya que algunos, por rotura de motor o por salida de carretera, abandonaban pronto. Visto el primer tramo me fui al cuarto, al ecuador de la etapa. Vi dos tramos más por la tarde. Fui a dormir a otro hotel cerca del primer tramo del segundo día de rally. Carlos Sáinz y Luís Moya volaron en la tierra de Portugal y llegaron el último día de rally con ventaja suficiente para no tener que pagar por salida o una rotura de alguna pieza. Ví el pódium final. Estuve un día más en Portugal haciendo turismo y volví al trabajo. Como he dicho al principio, la experiencia de ir solo me ha enseñado mucho. También he hecho amistades con gente española que se han desplazado a ver el rally. Espero tener otros días libres en mi trabajo para poder asistir a ver otro evento del motor de carácter mundial. JUAN CARLOS G. P. Mi amigo y yo conocimos a una inglesa en Lloret. Se hizo muy amiga nuestra. Nos invitó a Londres. Así que fuimos para allí, yo ya había cogido el avión para ir a Ibiza. Una vez allí, nuestra amiga nos llevó a todos los sitios turísticos: el Palacio de Buckingham, la torre Big Ben e incluso un museo de cine. Una vez fuimos a la disco Ministery of Sound, en la entrada había dos negros de dos metros y musculosos que según a quién lo cacheaban de arriba abajo. Una vez dentro había uno vendiendo éxtasis. Pero no fuimos mucho de fiesta, fuimos más de ruta turística A la inglesa le regalemos un cartón de Winston y se puso muy contenta, allí el tabaco valía el doble que aquí. JOSE Se preparó para viajar, lo tenía todo preparado: el pasaporte, el visado, la medicación pertinente. La sabana africana le esperaba, era un largo viaje de España a Marruecos y de Marruecos a Zaire en avión. Él tenía los billetes bien preparados para pasar la aduana fronteriza del Congo, donde promete la hierba espesa y esponjosa. Se encontró un león y se le comió un brazo, haciendo safari perdió una pierna con un cocodrilo, y volvió a España con otra clara opinión de la vida PATRICIO JUAN Mi padre y su mujer van mucho a Francia y yo he ido solo una vez. Sé que es muy bonito pues hay muchas conchas y la playa es plana, yo fui una vez con la prima de mi padre que es francesa, y fuimos a un supermercado y allí compramos de todo y luego nos fuimos a casa, en casa de mi prima hay una anécdota, pues tienen dos comedores y son muy grandes. Mi prima es rubia y tiene dos hijos pequeños y dos mayores. Fuimos en tren pues el avión me da mucho miedo, allí se pasa muy bien. Yo no he vuelto más pero un verano o invierno, que mi padre va todo el año, iré otra vez TERESA Cuando tenia 14 años fuimos al Pirineo y subí en bicicleta el puerto del Portilló que conectaba con Francia, la gente francesa o española que bajaba el puerto se paraba para verme subir. Luego todo era bajada y la aduana. Paramos en Luchon y todo era muy bonito, con jardines y parques y todo de flores. Y volvimos en coche SALVADOR RICO PEÑA