RELACIONES DE VECINDAD I Los propietarios de fincas confrontantes (que se toquen una con la otra) tienen, por ley, ciertas limitaciones para que el uso de la finca no perjudique al propietario de la finca del lado. Este principio es aplicable a fincas rústicas de conreo como plantaciones de árboles, pero también a fincas urbanas, como chalés vecinos, ya que se regula la pared o valla entre ambas, la distancia entre árboles o el lugar donde se puede construir una piscina. Estas normas están establecidas, en Catalunya, dentro de nuestro Código Civil. Vale la pena darle un vistazo dado que regula situaciones que no son nada extrañas y que son desconocidas por casi todo el mundo. Vallas medianeras entre patios. Los propietarios de patios, huertos, jardines o solares confrontantes (vecinos), tienen derecho a construir una pared medianera para que sirva de valla o de separación entre las fincas. Esta valla tendrá una altura máxima de dos metros y cogerá la mitad de su grosor en cada una de las fincas. Por lo tanto, ninguno de los vecinos podrá negarse, ya que estamos ante una medianera forzosa, y la valla será de ambos propietarios. No obstante, se trata sólo de un derecho, de modo que si los vecinos acuerdan construir cada uno su valla dentro de su finca, no habrá valla medianera. Vallas no medianeras entre fincas. Así como en el caso anterior hemos dicho que la valla es forzosamente medianera si lo quiere uno de los vecinos, si en vez de instalar una pared cierra su finca con árboles, arbustos vivos, cañas o telas metálicas hasta la altura máxima de dos metros, estos cierres sólo serán medianeros si lo pactan los propietarios de las dos fincas. Por lo tanto, la diferencia es que en el caso de medianera forzosa estamos hablando de paredes consistentes, de obra, mientras que no habrá medianera forzosa cuando se trate de vallas de especies vegetales o bien de telas metálicas. Tabique pluvial. Es bastante comuna la consulta que se nos hace sobre si es posible levantar una pared que toque la del edificio vecino, para construir, por ejemplo, en el límite del terreno de una casa. Efectivamente, no hay ningún problema legal para levantar una pared o cualquier estructura y adosarla a la pared vecina, siempre que la construyamos sólidamente y no perjudique la del vecino. Lógicamente esta pared no podrá coger terreno de la finca vecina, con lo cual damos por supuesto que el edificio vecino llega hasta el límite de su finca y nosotros construiremos igualmente hasta el límite de la nuestra. En las calles de nuestras ciudades y pueblos es también común el caso de un edificio más alto que el del vecino. Para proteger del agua y del frío de la fachada lateral del edificio de más altura, vemos que se adosa una especie de protección o tabique exterior (muchas veces con el nombre impreso de la empresa que lo ha hecho). El problema es que este elemento o tabique exterior invade el vuelo o proyección vertical del edificio vecino más bajo, la cual cosa era fuente de conflictos. El Código Civil de Catalunya finalmente estableció que es legal instalar este tabique, siempre que tenga un grosor máximo de treinta centímetros, el cual tendrá que ser derrocado por los propietarios de la finca más alta cuando los vecinos levanten la edificación que lo hagan innecesario. Distancia de plantaciones. Los propietarios de fincas destinadas a conreos o plantaciones tienen que plantar los arbustos o árboles a una distancia mínima del deslinde (límite entre las dos fincas) de un metro en el caso de arbustos y de dos metros en el caso de árboles. Sin embargo, para pedir el arranque de los arbustos o árboles sólo hay el plazo de tres años, de modo que pasado este tiempo el propietario que ha plantado podrá negarse si no se le ha reclamado antes.