A C U E R D O

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A C U E R D O
En la ciudad de La Plata, a 30 de marzo de
2010,
habiéndose
dispuesto
siguiente
en
el
establecido,
Acuerdo
orden
de
2078,
votación:
de
que
conformidad
deberá
doctores
con
lo
observarse
Kogan,
el
Genoud,
Pettigiani, de Lázzari, Hitters, Negri, Soria, se reúnen
los
señores
jueces
de
la
Suprema
Corte
de
Justicia
en
acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en
la causa C. 101.912, "S. , M. M. contra Clínica Privada del
Diagnóstico Las Flores S.A. y otros. Daños y perjuicios".
A N T E C E D E N T E S
La Sala I de la Cámara de Apelación en lo
Civil y Comercial del Departamento Judicial de Lomas de
Zamora confirmó la sentencia de primera instancia que había
hecho
lugar
a
la
demanda
de
daños
y
perjuicios
(fs.
677/683).
Se interpuso, por la demandada Obra Social
para
Empleados
de
Comercio
y
Actividades
Civiles
(O.S.E.C.A.C.), recurso extraordinario de inaplicabilidad
de ley (fs. 689/694).
Dictada
la
providencia
de
autos
y
encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia,
la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente
C U E S T I Ó N
¿Es
fundado
el
recurso
extraordinario
de
inapli-cabilidad de ley?
V O T A C I Ó N
A
la
cuestión
planteada,
la
señora
Jueza
doctora Kogan dijo:
1. La Cámara de Apelación hizo lugar a la
demanda de daños y perjuicios deducida por M. M. S. contra
E. B. y O.S.E.C.A.C. (fs. 677/683).
En lo que interesa destacar, consideró que
la relación entre la obra social y la clínica, en cuanto a
la atención del asociado, es de carácter contractual.
La modalidad elegida por la obra social para
el cumplimiento de su obligación de prestar cobertura al
afiliado
-a
través
de
la
puesta
a
disposición
de
determinados sanatorios-, torna incuestionable el deber de
responder ante el incumplimiento de dichos establecimientos
de las obligaciones que le incumben en la atención del
enfermo.
Por
el
hecho
de
que
las
obras
sociales
ofrezcan a sus afiliados la facultad de elegir la clínica
dentro
de
una
lista
cerrada,
hace
que
nazca
la
responsabilidad por los actos dolosos o culposos de los
médicos
individualmente
y
tácita
de
seguridad
por
la
eficacia del servicio de salud.
2. Contra este pronunciamiento, la demandada
interpuso recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley,
por
el
que
denuncia
la
violación
de
la
doctrina
legal
emanada de la causa Ac. 58.354 (sent. del 21-IV-1998, in re
"Acosta, Graciela A. c/ Manuele, Alberto y otros. Daños y
perjuicios").
En síntesis, aduce que no ejerce en forma
directa
la
atención
médica
de
sus
afiliados,
sino
que
utiliza el servicio de distintas empresas prestadoras de
servicios.
En
realidad
es
una
entidad
de
derecho
público que toma a su cargo la obligación de asegurar al
beneficiario la prestación del servicio de salud, ya sea
médico o sanatorial, y, por tanto, sólo responde por el
daño generado por la omisión o denegatoria de la prestación
del servicio.
Sostiene
que
la
doctrina
y
jurisprudencia
que el sentenciante cita en sustento de su decisión no son
aplicables al caso porque se refieren al ámbito gremial,
donde
las
instituciones
destinadas
a
prestar
servicios
médico-asistenciales son de uso exclusivo para el personal
comprendido en dicha organización.
En su caso, el deber se limita a supervisar
que
la
actora
en
su
carácter
de
afiliada
recibiera
el
servicio de salud que requería y en tal carácter cumplió
con su obligación. No está a su alcance ejercer algún tipo
de contralor sobre los actos de los profesionales que la
atendieron.
Entiende que la relación jurídica entre la
obra social y sus prestadores debe analizarse a la luz de
los principios que informan el deber de "colaboración".
Considera errónea la interpretación que hace
la Cámara al decir que ofrecía a sus afiliados la facultad
de
elegir
afiliado
la
clínica
puede
dentro
atenderse
de
con
una
lista
quien
cerrada.
desee.
La
El
mera
restricción impuesta al afiliado al colocarlo en situación
de
tener
que
elegir
a
sus
prestadores
no
convierte
al
sistema en cerrado y a las obras sociales en responsables
por los incumplimientos de aquéllos. Para ello es necesario
que se trate de clínicas directamente dependientes de la
obra social, donde la libertad de elección del afiliado se
halla
restringida
posibilidad
de
y
porque
ejercer
un
en
estos
contralor
supuestos
sobre
la
tiene
calidad
la
y
eficacia del servicio.
En cambio, O.S.E.C.A.C. presta un servicio
cuasi abierto ya que para asegurar el servicio se abren
registros de prestadores donde se inscribe cualquiera que
lo desee, siempre que cumpla con los requisitos formales de
matrícula o habilitación. La extensión del listado no lo
fija
la
obra
social
sino
el
interés
de
los
eventuales
prestadores por registrarse. El beneficiario tiene amplitud
de posibilidades para la elección del sanatorio. En estos
casos la obra social no responde por los actos culposos o
dolosos
de
descarta
los
la
médicos
integrantes
obligación
tácita
de
de
la
Clínica.
seguridad
Se
porque
desaparece la razón que fundamenta esta responsabilidad en
un sistema cerrado.
Finaliza
señalando
que
con
los
listados
obrantes en autos se comprueba que el beneficiario gozaba
de amplia liberta de elección.
3. El recurso no puede prosperar.
a. Liminarmente es dable señalar que viene
firme a esta instancia la mala praxis atribuida a la señora
E. B. en las tareas de parto, y a la Clínica codemandada
por su obligación de seguridad. Tampoco se controvierte que
el esposo de la actora se encontraba afiliado a la obra
social
aquí
demandada
al
momento
de
acaecer
el
evento
dañoso (fs. 12 vta., 154 vta., 606/615 vta. y 689/694).
b. Sentado ello, es menester mencionar que
la Obra Social de los Empleados de Comercio y Actividades
Civiles
(O.S.E.C.A.C.)
fue
creada
sobre
la
base
del
Instituto Médico Mercantil mediante la ley 19.772.
Tal
como
denuncia
la
recurrente,
es
una
entidad de derecho público no estatal (art. 1) que funciona
de acuerdo al régimen de las leyes 23.660 y 23.661. Tiene
por
"...
objeto
principal
la
prestación
de
servicios
médico-asistenciales, sin perjuicio de mantener y ampliar
las demás prestaciones sociales, las que podrá otorgar por
sí o por medio de terceros" (art. 2, ley 19.772).
c. Empero, en su relación con los afiliados,
las obras sociales asumen también el deber de seguridad,
que
de
acuerdo
adoptado
por
la
con
las
particularidades
institución,
puede
variar
del
según
sistema
sea
el
caso.
En
efecto,
el
servicio
médico
puede
ser
prestado, a saber: 1) a través de servicios propios; o 2)
por
terceros
vinculados
mediante
la
celebración
de
convenios (conf. C.S.J.N., Fallos, 320:1294 in re "Ramp,
Juan Rodolfo y otra c. Cruz Médica San Fernando S.A.",
sent. del 1-VII-1997 y 320:2715 in re "Pinheiro, Ana María
y otro c. Instituto de Servicios Sociales para el Personal
Ferroviario", sent. del 10-XII-1997, voto del juez Vázquez;
Mosset
Rocca,
Iturraspe-Lorenzetti,
págs.
30
y
"Contratos
349/351;
Médicos",
Llambías,
Jorge
ed.
La
Joaquín,
"Tratado de Derecho Civil. Obligaciones", 2ª ed., Abeledo
Perrot, 2005, t. IV-B, p. 134 y nota 45 y págs. 431/435,
núms. 2822 y 3075 y ss.).
En esta última modalidad pueden darse a su
vez distintas formas de contratación: 1) por "contratos
cerrados"
con
establecimientos
exclusiva
para
contratos
"abiertos"
los
afiliados
o
o
médicos
de
beneficiarios;
"semiabiertos"
con
atención
y
2)
por
federaciones
médicas y asociaciones de institutos médicos, en los que
los afiliados pueden elegir libremente el prestador médico
(Bueres, Alberto J., "Responsabilidad civil de las clínicas
y
establecimientos
médicos",
Ábaco,
1981,
págs.
71/82;
Vázquez Vialard, Antonio, "Relaciones entre las obras sociales
y
los
prestadores
Argentina",
t.
de
servicios
1974-151;
Mosset
médicos",
"Jurisprudencia
Iturraspe-Lorenzetti,
op.
cit., págs. 349/351; Galdós, Jorge Mario, Responsabilidad de
las obras sociales por mala praxis, "La Ley", t. 1996-E-845;
Trigo
Represas-López
Mesa,
"Tratado
de
Responsabilidad
Civil", "La Ley", t. II, págs. 484/487).
En los sistemas de contratación "cerrada" la
responsabilidad de la obra social es indiscutible debido a
que
el
afiliado
no
tiene
libertad
de
elección,
estando
obligado -en la mayoría de los casos- en virtud de la
índole del trabajo a afiliarse a la obra social, por lo que
el deber de seleccionar y vigilar las clínicas prestadoras
del servicio médico recae sobre la misma entidad. En este
supuesto,
la
obligación
de
responder
por
la
actuación
culposa de los médicos intervinientes nace de la condición
de garante ante la correcta prestación de los servicios que
por ley debe proporcionar (arts. 1113 1er. párr. y 1198
1er. párr., Cód. Civil; conf. Bueres, Alberto J., "Derecho
de daños", Hammurabi, págs. 369, 378/380; Saux, Edgardo I.,
"La obligación de seguridad en los vínculos contractuales",
"La
Ley",
Suplemento
Especial
Obligación
de
Seguridad,
sistemas
"cuasiabiertos",
2005, p. 15).
En
postulado
por
la
los
impugnante
en
base
a
como
los
el
elementos
producidos en autos (v. fs. 423/465), tampoco parece justo
gravar al beneficiario con la carga de controlar la calidad
de
los
servicios
que
la
obra
social
contrata.
Son
los
convenios suscriptos entre las distintas organizaciones y
las obras sociales los que deben establecer las bases de
fiscalización en la medida en que contratan los servicios
de mejor calidad disponible (conf. arts. 2 a 4, ley 19.772;
2, ley 23.660; Mosset Iturraspe-Lorenzetti, op. cit., págs.
350/351).
En
efecto,
en
la
actividad
de
las
obras
sociales ha de verse una proyección de los principios de la
seguridad social, cuya garantía resguarda en forma expresa
el art. 14 bis de la Constitución nacional. De esta manera,
el intérprete debe apreciar los conflictos que se suscitan
por el funcionamiento con un criterio que no lo lleve a
desatender los fines propios de éstas instituciones, ni
subestime la función que compete a los profesionales que
participen en la atención brindada en dichas mutuales. En
otras palabras, la función específica de las obras sociales
debe
consistir
en
una
prestación
integral
y
óptima
del
servicio debido (C.S.J.N., Fallos, 306:178, in re "González
Oronó de Leguizamón, Norma M. c. Federación de Trabajadores
Jaboneros y Afines", sent. del 29-III-1984, "La Ley", t.
1984,
"Jurisprudencia
Argentina",
t.
1984-II-373;
y
"Carrizo de Shiroma, Silvia y otro c. Hospital Italiano y
otros", sent. del 20-III-1986, "La Ley", t. 1986-I-616;
ahora también deben añadirse los arts. XVI de la Convención
Americana de Derechos y Deberes del Hombre, 25.1. de la
Declaración Universal de Derechos Humanos y 9 del Pacto
Internacional
de
Derechos
Económicos,
Sociales
y
Culturales, incorporados por el art. 75 inc. 22, Const.
nacional; Quiroga Lavié, Benedetti y Cenicacelaya, "Derecho
Constitucional
Argentino",
Rubinzal
Culzoni,
t.
I,
n.
6.3.1., p. 287).
d. En el sub examine, el contrato adjuntado
no
permite
demandada
deslindar
(v.
fs.
la
155
y
responsabilidad
de
la
ss.;
424
vta./425
390/vta.;
aquí
-cláusulas 1, 2, 10, 15-; 433 -anexo 4-; 444; arts. 509,
519, 520, 901, 902, 1195, 1198 y 1199, Cód. Civil; y 384,
385 y 415, C.P.C.C.).
Efectivamente,
sistema
adoptado
por
de
la
O.S.E.C.A.C.
naturaleza
surge
misma
que
no
del
es
"abierto". A ello se suma que, por derivación de la regla
general fundada en que el deber de prestación brindado por
las
obras
suficiente
sociales
con
debe
disponer
ser
los
integral
medios
y
óptimo,
técnicos
y
no
es
recursos
humanos,
sino
en
prestarlos
en
un
sentido
dinámico
y
coordinado para que actúen bien (C.S.J.N., in re "González
Oronó
de
Leguizamón",
cit.),
por
lo
que
no
habiendo
demostrado el debido cumplimiento de su deber de contralor
del servicio prestado, tengo para mí que la responsabilidad
de O.S.E.C.A.C. derivada de la culpa médica y del deber de
la
Clínica,
en
el
presente
caso,
también
le
resulta
alcanzada.
4.
por
la
Por
recurrente
ello,
no
se
las
infracciones
encuentran
denunciadas
demostradas
en
la
especie, por lo que no siendo aplicable la doctrina de la
causa
"Acosta"
(Ac.
58.354,
cit.),
el
recurso
debe
ser
rechazado, con costas (art. 289, C.P.C.C.).
Voto por la negativa.
A
la
cuestión
planteada,
el
señor
Juez
doctor Genoud dijo:
Entiendo que el recurso no puede prosperar.
Tal como lo define la propia recurrente en
su pieza de fs. 689/694, la Obra Social de Empleados de
Comercio y Actividades Civiles (O.S.E.C.A.C.) se rige por
las leyes 23.660 de Obras Sociales y 23.661 del Sistema
Nacional de Seguros de Salud. Precisamente, por la última
de
las
citadas
leyes,
se
creó
el
Sistema
Nacional
del
Seguro de Salud "con los alcances de un seguro social, a
efectos de procurar el pleno goce del derecho a la salud
para
todos
los
habitantes
del
país
sin
discriminación
social, económica, cultural o geográfica" (art. 1º). "El
seguro
tendrá
otorgamiento
integrales
como
de
y
objetivo
fundamental
prestaciones
humanizadas,
de
salud
tendientes
proveer
el
igualitarias,
a
la
promoción,
protección, recuperación y rehabilitación de la salud, que
respondan al mejor nivel de calidad disponible y garanticen
a
los
beneficiarios
prestaciones
la
eliminando
obtención
toda
del
forma
de
mismo
nivel
de
discriminación
en
base a un criterio de justicia distributiva" (art. 2º). A
partir
de
la
constitución
libre
elección
de
los
del
sistema,
prestadores
por
se
promueve
parte
de
"la
los
beneficiarios, donde ello fuere posible" (art. 23º). Se
dispone también que las prestaciones de salud "... deberán
asegurar
a
sus
beneficiarios
servicios
accesibles,
suficientes y oportunos" (art. 27º).
La Obra Social -hoy demandada- reviste la
calidad
de
agente
natural
del
Sistema
(art.
3º,
ley
23.660).
En
referencia
a
las
precisas
funciones
y
determinados objetivos de las obras sociales, tiene dicho
la
Corte
Suprema
de
Justicia
de
la
Nación,
que
"[l]a
función específica y la obligación primordial de la obra
social demandada consiste en la prestación médica integral
y
óptima.
Para
eso
cuenta
con
la
afluencia
de
medios
económicos que administra a fin de organizar adecuadamente
aquel
servicio,
y
en
ello
ha
de
contemplarse
la
competencia, idoneidad y dedicación de los profesionales
que se incorporen al mismo, incluidos los especialistas,
así como de todo el personal afectado, e igualmente, la
aptitud de los medios empleados y toda la infraestructura
del
servicio
médico
en
cuestión.
Estos
aspectos
deben
considerarse con sentido dinámico, esto es, en su compleja
interacción enderezada a resguardar la vida y la salud de
los
afiliados
prestatarios
del
servicio"
(ver
Fallos
306:178).
Por
otra
parte,
expuso
también
el
Máximo
Tribunal que "... en la actividad de las obras sociales ...
ha
de
verse
seguridad
una
social,
proyección
de
los
a
el
art.
la
que
principios
14
nuevo
de
la
de
la
Constitución nacional confiere un carácter integral, que
obliga
a
apreciar
los
conflictos
originados
por
su
funcionamiento con un criterio que no desatienda sus fines
propios,
ni
subestime
la
función
que
compete
a
los
profesionales que participen en la atención brindada en las
aludidas
mutuales"
(considerando
3º,
fallo
citado;
reiterado en Fallos 308:344).
Principios expuestos que, si bien aplicados
al supuesto de daños por prácticas médicas que le fueron
efectuadas
al
paciente
en
un
sanatorio
propiedad
de
la
Federación
de
Trabajadores
Jaboneros
y
Afines,
son
perfectamente adoptables para el caso que nos ocupa, en el
cual la atención médica (hecho antecedente en la relación
de
causalidad
determinada)
establecimiento
vigente
del
asistencial
prestador
fue
suministrada
perteneciente
que
contrató
con
a
la
por
un
la
nómina
obra
social
demandada la prestación de servicios médico-asistenciales
(ver documental de fs. 423/445).
De la cláusula 15ª del contrato de locación
de servicios agregado a fs. 423/427, surge que la Obra
Social podrá efectuar la fiscalización de los servicios
asistenciales contratados.
Tal nota no puede dejar de advertirse, pues
viene como dato de circunstancia firme a esta instancia que
no existen constancias en los registros de la Clínica que
la partera (codemandada E.B. ) estuviese matriculada como
tal a la fecha del episodio, ni hay elementos de prueba en
autos
que
avalen
dicho
erigiéndose
ello
fundarse
condena,
la
en
extremo
argumento
pues
(ver
esencial
-reitero-
se
fs.
al
609
vta.),
tiempo
reconoce
que
de
la
codemandada B. no pudo asumir la responsabilidad de llevar
adelante
el
parto
y
mucho
menos
indicar
conductas
o
medicamentos pues no se encontraba habilitada para ello
(fs. 611).
Procura la recurrente definir los alcances
de su responsabilidad al afirmar en su pieza recursiva (fs.
690 vta.) que la obra social sólo habrá faltado a su deber
cuando el daño se haya generado como consecuencia de la
omisión o denegatoria en la prestación del servicio (el
resaltado no es de su original); reconociendo que "deben
[las obras sociales] ejercer una función de contralor de
índole técnico-administrativa destinada a asegurar que el
afiliado reciba la prestación que requiere" (fs. 691).
Pues bien, en el caso la paciente no recibió
la prestación requerida y debida, siendo asistida por una
persona que no estaba habilitada para ello.
En
entiendo
que
base
el
a
tal
dato
parámetro
esencial
de
de
condena,
apreciación
de
la
responsabilidad comprometida halla fundamento en el art.
512 del Código Civil, en cuanto a la definición de atender
a
las
circunstancias
de
personas,
tiempo
y
lugar
para
determinar la existencia de aquélla.
Si
supervisar
que
se
la
acepta
actora
que
en
su
la
obra
social
carácter
de
"debía
afiliada
recibiera el servicio de salud que requería" (fs. 691 in
fine), cuanto menos debe admitirse, también, que la misma
ha fallado en el ejercicio de dicha carga.
Si,
tal
como
lo
reconoce
la
propia
recurrente en su pieza a fs. 693, "para cumplir con la
finalidad
para
la
que
se
han
constituido
las
obras
sociales, es decir, para asegurar el servicio de salud, se
abren
registros
cualquiera
que
de
lo
prestadores
desee
...
siempre
donde
que
se
inscribe
cumpla
con
los
requisitos formales de matrícula o habilitación..." y que
"la extensión o amplitud del listado no la fija la obra
social sino el interés de los eventuales prestadores por
registrarse", debe entenderse que la misma no puede abdicar
en
el
ejercicio
de
un
control
que
asegure
la
óptima
prestación de la carga comprometida.
Considero
función
específica
social,
consistente
y
por
ello
obligación
en
que
se
ha
primordial
brindar
una
violado
de
la
prestación
la
obra
médica
integral y óptima a su beneficiaria.
Entendiendo a partir de ello que el recurso
de la quejosa no puede prosperar.
Voto por la negativa.
A
la
cuestión
planteada,
el
señor
Juez
doctor Pettigiani dijo:
Disiento con los distinguidos colegas que me
preceden en orden de votación.
I.1) Nos encontramos en un proceso donde se
ventila
la
pretensión
resarcitoria
por
los
daños
y
perjuicios derivados de la histerectomía que se le debió
practicar a la actora, señora M. M.S. , en virtud del
desgarro del cuello de útero que se le produjera al dar a
luz a su tercer hijo -en el caso, no obstante el error
postulatorio, hija E. N. G. -, el día 11 de enero de 1993,
en la Clínica Privada del Diagnóstico Las Flores S.A.
La
accionante
califica
la
lesión
como
provocada, atribuyendo el carácter de hechos causales a la
inducción al trabajo de parto a través del denominado goteo
al que la sometió la partera, que la atendió en la consulta
y la internó, y al haberle roto la bolsa manualmente y
hacerla pujar, ya en la Sala de parto, cuando aún no tenía
la dilatación adecuada, todo ello sin la presencia de un
profesional idóneo en la materia [médico obstetra].
Es dable señalar que la acción fue dirigida
contra
la
mencionada
Clínica,
por
ser
la
prestadora
de
servicios médico-asistenciales donde se produjo el parto y
luego la intervención quirúrgica de mención a cargo del
doctor C.G. ; contra la partera señora E.B. , a cuyo cargo
estuvo
desde
la
internación
y
hasta
que
se
produjo
el
alumbramiento.
En
contra
la
Obra
lo
que
Social
aquí
para
interesa
Empleados
también
de
accionó
Comercio
y
Actividades Civil (O.S.E.C.A.C.), en virtud de sostener que
fue a esa Clínica por ser su marido, el señor A. R.G. ,
afiliado a aquella obra social (n° 160-0014350-8 interno
001-0636177-9).
De lo expuesto surge que la accionante no
demandó al doctor C.G. , profesional que la atendía durante
el embarazo e iba a estar a cargo del parto, que conocía el
antecedente del parto anterior que había sido prematuro y
con desgarro de útero; que coincidentemente ese día estaba
de guardia pasiva en el sector obstetricia en la Clínica
donde sucedieron los hechos aunque llegara cuando ya se
había
producido
el
alumbramiento,
la
hemorragia
que
produjera el desgarro del cuello de útero y su suturación y
que por último fuera quien realizó la histerectomía.
Tampoco accionó contra el médico de guardia
de la Clínica doctor C.A. , que fue quien firma la historia
clínica al ingreso, ni contra al neonatólogo que asistió al
parto doctor O. G.C. , ni contra la enfermera de quirófano
J.P. , también presente en el momento de dar a luz y por
último tampoco contra el doctor R. J. G. anestesiólogo, ni
contra
los
demás
profesionales
que
la
atendieron
en
el
posoperatorio.
2)
En
su
responde
de
demanda
La
Clínica
accionada solicito la citación en garantía de "Congreso
S.A.
Compañía
liquidadora
de
de
Seguros",
la
misma
presentándose
requiriendo
que
en
quien
autos
la
pidió
la
citación acreditara la póliza y la denuncia del siniestro.
A
su
turno
la
obra
social
O.S.E.C.A.C.
solicito la citación como terceros, en los términos del
art. 94 del Código Procesal Civil y Comercial, de "BIOS
S.A." y de "CYSA S.A." por ser las entidades intermedias
con
las
que
prestaciones
Clínicas
y
contrató
la
cobertura
médico-asistenciales
Sanatorios
del
Gran
por
de
las
diversas
intermedio
Buenos
Aires
y
de
las
Capital
Federal que las integran y cuyos listados obran en autos
(ver fs. 438/445), en virtud por lo demás de lo dispuesto
en las cláusulas 10ª y 8ª del contrato que la unía a cada
una de ellas (fs. 423/427 446/450 vta.), por las cuales
aquéllas la exoneraban de responsabilidad por eventual mala
praxis médica [seguramente su intención era evitar en un
eventual juicio de reembolso la excepción de mala defensa].
No obstante la oposición de la accionante la
misma fue proveída favorablemente (fs. 173/174), citación
que
no
obstante
se
frustró
por
la
imposibilidad
de
notificarlas.
3) Sobrevinientemente el proceso es atraído
por el concurso de la Clínica Privada del Diagnóstico Las
Flores S.A. y luego suspendido por la declaración de su
quiebra.
La parte actora desiste de la acción contra
la mencionada (fs. 590/591) volviendo los autos al juzgado
de
origen
para
continuar
su
tramitación
contra
los
restantes coaccionados.
4)
El
juez
de
primera
instancia
original
retoma las actuaciones y dicta sentencia (fs. 606/615 vta.)
en la que acoge la demanda, condenando a E. B. conforme lo
dispuesto en el art. 1109 del Código Civil; a la Clínica
por el hecho de sus dependientes y por la obligación de
seguridad generada por aplicación del art. 504 del mismo
cuerpo
legal,
social
por
haciendo
extensiva
incumplimiento
de
la
condena
dicha
a
la
obra
entidad
de
las
obligaciones que les incumben a aquéllas en la atención del
enfermo.
No obra de igual manera con la aseguradora
por no haberse acreditado la existencia de la póliza.
Previo
pedido
de
aclaratoria
de
la
parte
actora, excluye de la condena a la Clínica Privada del
Diagnóstico Las Flores S.A., atento el desistimiento de la
acción instaurada en su contra del que diera cuenta más
arriba (fs. 616/617).
5) Por haber sido impugnado el decisorio de
grado por la accionante y por la coaccionada O.S.E.C.A.C,
por medio de sendos recursos de apelación, la Cámara de
intervención
dicta
el
pronunciamiento
en
crisis
(fs.
677/683), del que nos da cuenta la doctora Kogan en su
voto, por la que confirma el decisorio recurrido.
En el fondo de la cuestión, en lo que aquí
interesa, refiere que la relación entre la obra social y la
clínica es de tipo contractual y en síntesis reafirma el
concepto que por la modalidad de cobertura al afiliado -a
través
de
sanatorios-,
la
puesta
torna
a
disposición
incuestionable
el
de
deber
determinados
de
responder
ante el incumplimiento de dichos establecimientos de las
obligaciones que les incumben en la atención del enfermo.
Desestima
el
planteo
de
O.S.E.C.A.C.
solicitando la anulación de la sentencia por lo acontecido
en
la
misma
por
no
haber
advertido
el
sentenciante
el
desistimiento de la acción contra la clínica y encuentra
que el hecho de que esa circunstancia por lo demás no
obstaba a la prosecución de la acción contra los demás
coaccionados y en especial a la obra social, de acuerdo al
art. 133 de la ley 24.522 (L.C.Q.), toda vez que en autos
no se había eximido de responsabilidad a aquélla, por cuyo
incumplimiento debe responder.
II.
coaccionada
Como
solamente
se
reseña
se
en
agravia
el
en
primer
el
voto
la
recurso
extraordinario de inaplicabilidad de ley en tratamiento del
primer aspecto del decisorio, denunciando que se ha violado
la doctrina legal vigente al momento del fallo de esta
Suprema
Corte
de
Justicia
que
dimana
de
la
causa
Ac.
58.354, "Acosta" (sent. del 21-IV-1998).
Lo
expuesto
claro
está,
sumado
a
que
no
existe constancia de que se hubiera presentado la parte
actora a verificar su crédito con la Clínica accionada en
su proceso de quiebra y que, de eventualmente haberlo hecho
se encontraría en otra instancia, impiden en este estadio
procesal proponer la acumulación de procesos para evitar
que la sentencia a dictarse pudiera producir efectos de
cosa juzgada en relación a aquél (art. 188, C.P.C.C.).
III.
Expresado
lo
anterior
adelanto
que
encuentro que le asiste razón al recurrente.
1) Como se dijera en los votos antecedentes,
al
presente
resulta
régimen
normativo
de
aplicación
a
O.S.E.C.A.C. el dispuesto por la ley de obras sociales (ley
23.660), que vino a derogar el oportunamente instituido por
la ley 22.269.
De la misma se desprende que éstas forman
parte del Sistema Nacional del Seguro de Salud, estando
sujetas a las disposiciones y normas que lo regulan.
Este último, instituido por la ley 23.661,
es un seguro social creado a efectos de plasmar el pleno
goce del derecho a la salud, cuyo objetivo es procurar el
otorgamiento
de
prestaciones
de
salud
igualitarias,
integrales y humanizadas.
Queda claro, en mi parecer, que las obras
sociales como agentes naturales de dicho seguro de salud
(arts.
3,
ley
financiadores
23.660
del
y
sistema
2,
a
23.661),
favor
de
asumen
sus
el
rol
de
beneficiarios
(arts. 21 inc. a, 27, 29, 31 32, 33, 34 y concs., ley
23.661)
y
sólo
por
vía
de
excepción
o
defecto
brindan
directamente la prestación a través de los efectores de su
propia capacidad médico-asistencial instalada (arts. 25 y
26, ley 23.661), algo que ya desaconsejaba la anterior ley
regulatoria de las obras sociales (art. 31, ley 22.269).
Desde esa perspectiva juzgo que salvo que se
postule y acredite que se trata de un supuesto de obra
social
cerrada,
tal
la
que
brinda
cobertura
directa
a
través de su propia capacidad médico-asistencial instalada
exclusivamente,
o
que
ciñe
la
cobertura
a
un
cuadro
asimilable a éste, semicerrada, por la clara y categórica
restricción de la facultad de elección del prestador por
parte del afiliado, en contradicción con la manda del art.
25 de la ley 23.661, no existe una obligación de seguridad
por la que deba responder por la mala praxis médica, atento
la libre elección del prestador por parte del paciente.
No debe perderse de vista que, a contrario
de lo sostenido por la accionante, a ésta no la une con la
obra social una relación de tipo contractual sino de base
legal (arts. 8 y 9, ley 23.660 y 5 inc. "a", ley 23.661).
Asimismo que es la A.N.S.S.A.L. la encargada
de llevar el Registro Nacional de Prestadores que contraten
los agentes del seguro de salud (art. 29, ley 23.661), tal
lo sucedido en el caso que nos ocupa entre la obra social
demandada y las asociaciones "Bios S.A." y "CYSA S.A." que
representan a los establecimientos asistenciales como la
Clínica Privada del Diagnóstico Las Flores S.A.
En
función
de
lo
expresado
encuentro
aplicable al sub lite, por resultar asimilable, la doctrina
legal que se denuncia violada y que dimana del precedente
Ac. 58.354, "Acosta" (sent. del 21-IV-1998) en cuanto se
sostuvo que: "[e]ntre los médicos afiliados y el I.O.M.A.
-léase O.S.E.C.A.C.- no existe relación de dependencia que
autorice a considerar obligado a dicho ente por los casos
de mala praxis que involucren a aquéllos".
Tengo
espectro
de
especialmente
prestadores
en
cuenta
médico-asistenciales
el
que
amplio
contaba
para su elección la aquí accionante y que surge de los
listados acompañados por la obra social, lo que claramente
demuestra su carácter de agente natural del seguro a cargo
del financiamiento del mismo para sus afiliados y grupo
familiar.
2) No es óbice a lo expuesto la doctrina
legal del superior Tribunal nacional dictada en atención a
supuestos de obras sociales cerradas por los fundamentos
expuestos
más
arriba,
que
en
mi
parecer
las
hacen
diferentes y diferenciables.
3) También he de señalar que de los escritos
postulatorios de la accionante de un lado, como el responde
conjunto de la Clínica y de la señora E. B. surge sin
hesitación que la Clínica de referencia contaba con médico
de guardia general, doctor C.A. , presente al momento de la
consulta
e
internación,
con
médico
obstetra
de
guardia
pasiva, doctor C.G. , que era el mismo que atendía a la
demandante señora S. en su embarazo y que debía ser quien
atendiera el parto en circunstancias normales y como vemos
también en la que nos ocupa, contando a su vez con partera
o enfermera especializada en obstetricia, la señora B. ,
como así que al momento del parto estuvieron presentes un
médico neonatólogo, doctor O. G.C. , y una enfermera de
quirófano,
señora
J.P.
.
Que
en
el
momento
de
la
intervención operó un médico especializado de confianza de
la
paciente
anestesiólogo
posoperatorios
y
de
y
que
en
su
familia,
luego
terapia
que
recibió
fue
los
intensiva,
asistido
cuidados
con
la
por
propios
asistencia
médica y para medica idónea, es decir que disponía de la
capacidad instalada y de efectores médicos y paramédicos
para brindar un servicio adecuado, conforme lo contratado
por
la
obra
social
con
las
sociedades
intermedias
que
representan a los prestadores.
Por lo expuesto, y habiendo la experticia
médica de fs. 493/497 vta. dictaminado sobre el correcto
accionar de los médicos haciendo solamente hincapié en la
circunstancia
debió
haber
claro
que
que
al
ingreso
comunicado
no
se
trató
de
la
personalmente
de
un
paciente
al
supuesto
la
partera
obstetra,
que
queda
pueda
ser
aprehendido como de falta de fiscalización de los servicios
asistenciales contratados por la obra social.
4) Tampoco encuadra en un caso de omisión o
denegatoria de servicio por parte de la prestadora por el
que la obra social deba responder, desde que la señora S.
fue
internada,
condiciones
de
tuvo
su
hijo
salud
y
luego
que
nació
frente
a
en
la
perfectas
hemorragia
producto del desgarro del cuello de útero producido durante
el trabajo de parto fue suturado y a la postre intervenida
conforme
mandaba
la
terapéutica
indicada
(ver
historia
clínica fs. 61/92 y pericia médica de fs. 493/497 vta.).
5) Por último, es dable señalar que de la
causa petendi en la que la accionante funda su pretensión
surge que postula haber sido atendida por una partera que
identifica, no poniendo en tela de juicio la calidad de
tal,
no
pudiéndose
tomar
como
afirmación
en
sentido
contrario los comentarios que manifiesta haber escuchado en
el
sentido
que
habilitante,
pues
aquélla
la
propia
carecería
demandante
de
se
matriculación
preocupa
por
aclarar que lo expuesto -como comentario de terceros- no la
puede efectuar de manera asertiva.
Por lo demás, la señora B. en su responde
conjunto con la Clínica reconoce la calidad de enfermera
especializada en obstetricia de esa institución (ver fs. 95
vta. segundo párrafo), quedando la cuestión en mi modo de
ver fuera del tema a decidir (art. 354 inc. 1, C.P.C.C.).
Ello
sin
dejar
de
observar
que
si
en
realidad se tratara de una persona que no integrara el
plantel
paramédico
de
la
clínica
por
carecer
de
matriculación y habilitación al efecto, mal podríamos estar
debatiendo sobre mala praxis.
IV. Por los fundamentos brindados, propicio
acoger el recurso de inaplicabilidad de ley traído y, en
consecuencia,
revocar
la
sentencia
impugnada
en
cuanto
confirmó la condena a la Obra Social para Empleados de
Comercio y Actividades Civiles (art. 279, C.P.C.C.).
Costas
a
la
parte
actora
(arts.
289
y
68,
C.P.C.C.).
Voto por la afirmativa.
A
la
cuestión
planteada,
el
señor
Juez
mi
distinguida
doctor de Lázzari dijo:
Disiento
con
el
voto
causa
Ac.
de
colegada, doctora Kogan.
1.
En
la
58.354
(sent.
del
21-IV-1998) esta Corte resolvió -por mayoría- que en los
sistemas asistenciales "abiertos" o "cuasi abiertos", donde
el afiliado cuenta con la posibilidad de elegir el galeno
con total amplitud, el deber de la obra social se limita a
reparar las consecuencias dañosas derivadas de la omisión o
denegatoria del servicio (art. 901, Cód. Civil).
En
efecto,
el
afiliado
tiene
ante
sí
el
amplio espectro de profesionales que en todo el ámbito de
la provincia puede satisfacer, a su elección, su demanda de
asistencia y a los que de no mediar su inserción en el
sistema, le estaría tal vez vedado recurrir.
En
esta
modalidad,
tal
como
lo
señala
Bueres, "se aglutina a través de la acción registral a
todos o prácticamente todos los médicos o establecimientos
sanitarios
del
lugar.
En
tales
condiciones,
el
sistema
asistencial se transforma en abierto o cuasi abierto, pues
acuerda al beneficiario la posibilidad de elegir el galeno
con total amplitud ... por lo que el deber de la obra
social
se
derivadas
limita
de
la
a
reparar
omisión
o
las
consecuencias
denegatoria
del
dañosas
servicio"
(Bueres, Alberto J., "Responsabilidad civil de las clínicas
y establecimientos médicos", págs. 81 y 82, puntos b y c,
ed. Ábaco, 1981).
De ahí que extender la responsabilidad a la
mutual por la ineficiencia del galeno y/o de la clínica,
sería algo así como hacer partícipe de la misma al Colegio
de Médicos, por haberle admitido su colegiación, o a la
Universidad
por
haberle
otorgado
el
título
habilitante
(arts. 905 y 906, Cód. Civil).
Por
consiguiente,
teniendo
en
cuenta
la
modalidad de la contratación (v. fs. 424/465; arts. 1137,
1197,
1195,
1198
y
1199,
Cód.
Civil
y
384,
C.P.C.C.),
considero que la impugnante ha demostrado la infracción a
la doctrina legal denunciada (art. 279, C.P.C.C.).
2. Si lo expuesto es compartido, corresponde
componer
positivamente
la
litis,
debiéndose
dejar
sin
efecto la sentencia en lo que ha sido materia de recurso y,
en consecuencia, disponer la exclusión de la recurrente de
la condena impuesta. Las costas se imponen a la vencida
(arts. 68 y 289, C.P.C.C.).
Voto por la afirmativa.
A
la
cuestión
planteada,
el
señor
Juez
doctor Hitters dijo:
Adhiero al voto de mi distinguido colega, el
doctor de Lázzari, remitiendo a lo expresado en la causa C.
98.393 (sent. del 12-XI-2008), análoga al sub lite, que
coincide
sustancialmente
con
la
opinión
del
Ministro
el
señor
a
quien sigo.
Voto por la afirmativa.
A
la
cuestión
planteada,
Juez
doctor Negri dijo:
1. Adhiero a la propuesta de la colega que
abre el acuerdo a lo que considero oportuno agregar que
según mi criterio los fallos de la Corte Suprema de la
Nación no resultan vinculantes: su alcance se encuentra
limitado al caso concreto; esta circunstancia no obsta a
que en el caso, su contenido sea receptado en orden a su
validez conceptual.
2.
El
propio
recurrente
sostiene
en
su
impugnación refiriéndose a las obras sociales, que aquéllas
"deben
sí
ejercer
una
función
de
contralor
de
índole
técnico-administrativa destinada a asegurar que el afiliado
reciba la prestación que requiere", pues resulta impensable
que
el
beneficiario
tenga
como
finalidad
requerir
que
aquella prestación sea defectuosa o como en el caso sea
alternativa
la
calidad
de
profesional
de
quién
en
el
sistema
de
momento la asista.
Por
otra
parte,
más
allá
del
incorporación de los profesionales o clínicas prestadoras y
de si se cuenta o no en el régimen con un determinado
procedimiento de selección, ello no empece a que una vez
ingresados, su actividad en el marco de la atención de la
salud
(con
una
incuestionable
finalidad
pública)
esté
sometida al control de vigilancia que debe cumplimentarse
sobre
ella,
circunstancia
que,
en
el
contexto
de
normas
claras, y conforme el contrato que vincula a las partes,
O.S.E.C.A.C.-prestadores, torna inequívoca la responsabilidad
de la obra social (conf. mi voto en disidencia y en similar
sentido en Ac. 58.354, sent. del 21-IV-1998) tal como fue
juzgada a su vez en las instancias anteriores.
Voto por la negativa.
El señor Juez doctor Soria, por los mismos
fundamentos del señor Juez doctor Hitters, votó la cuestión
planteada también por la afirmativa.
Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la
siguiente
S E N T E N C I A
Por lo expuesto en el acuerdo que antecede,
por
mayoría,
corresponde
hacer
lugar
al
recurso
extraordinario interpuesto y revocar la sentencia impugnada
en
cuanto
confirmó
la
condena
a
la
Obra
Social
para
Empleados de Comercio y Actividades Civiles; con costas
(arts. 68 y 289, C.P.C.C.).
El
depósito
previo
efectuado
(fs.
695), deberá restituirse al interesado.
Notifíquese y devuélvase.
LUIS ESTEBAN GENOUD
HILDA KOGAN
HECTOR NEGRI
688
y
EDUARDO JULIO PETTIGIANIEDUARDO NESTOR DE LAZZARI
DANIEL FERNANDO SORIA
JUAN CARLOS HITTERS
CARLOS E. CAMPS
Secretario
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