tema 14. sociedades laborales. cooperativas - OCW

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DERECHO MERCANTIL
Grado en Relaciones Laborales y Recursos
Humanos
Autora: Mercedes Sánchez Ruiz
TEMA 14. SOCIEDADES LABORALES. COOPERATIVAS
I.
LAS LLAMADAS “ENTIDADES DE ECONOMÍA SOCIAL”
La Constitución Española establece la obligación de los poderes públicos de
promover y fomentar formas eficaces de participación de los trabajadores en la
empresa (art. 129.2 CE). En cumplimiento de este mandato constitucional, se han
regulado en Derecho español diversas formas societarias que proporcionan a los
trabajadores reglas especiales de organización dirigidas a facilitar que estos decidan
agruparse para poder acceder a la propiedad de la empresa y ejercer colectivamente
una actividad empresarial. Se trata de formas sociales pensadas para lograr ese
objetivo, que son beneficiarias de importantes medidas de fomento por parte de las
Administraciones Públicas (subvenciones, ventajas fiscales).
En el ámbito económico, estas figuras suelen englobarse bajo la expresión
“entidades de economía social”, concepto este que comprende instituciones de muy
diversa naturaleza jurídica (asociaciones, fundaciones, empresas mutualistas,
sociedades agrarias de transformación…). La Ley 5/2011, de 29 de marzo, de
Economía Social (LES) define, en términos muy generales, qué debe entenderse por
“economía social” (arts. 2 y 4 LES) y por “entidades de economía social” (art. 5 LES),
estableciendo algunas medidas (escasamente eficaces) de fomento de este sector
(art. 8 LES).
Aquí nos centraremos en el estudio del régimen jurídico-mercantil de las
sociedades laborales y de las sociedades cooperativas.
II.
LAS SOCIEDADES LABORALES
1.
Caracteres esenciales
La sociedad laboral responde a las siguientes notas características:
1) Es una sociedad de capital, que puede adoptar una doble modalidad:
sociedad anónima laboral (SAL) o sociedad de responsabilidad limitada laboral (SLL).
2) La mayoría del capital de la sociedad laboral debe ser propiedad de los
trabajadores, esto es, de personas que prestan personalmente sus servicios a la
sociedad de manera retribuida. En las sociedades laborales, por tanto, la mayoría de
las acciones (si se trata de una SAL) o de las participaciones sociales (si es una SLL)
pertenecen a los “socios trabajadores” que, al margen de su condición jurídica de
socios, se encuentran vinculados con la sociedad mediante una relación laboral por
tiempo indefinido.
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3) Hay dos clases de acciones o de participaciones sociales en una sociedad
laboral: las de clase “laboral” (reservadas a los trabajadores por tiempo indefinido) y
las de clase “general”. Se prohíbe expresamente que cualquiera de los socios posea
acciones o participaciones sociales (de cualquier clase) que representen más de la
tercera parte del capital social y, en caso de transmisión de acciones o participaciones
de clase laboral, se reconoce a los trabajadores por tiempo indefinido de la sociedad y
a los socios trabajadores (por ese orden) un derecho de adquisición preferente.
4) Requiere una expresa calificación administrativa como tal “sociedad laboral”.
Además del cumplimiento de los requisitos generales para la regular constitución de la
forma social SA o SL, la sociedad laboral deberá seguir, previamente, un trámite
administrativo específico para obtener dicha calificación, y deberá ser inscrita tanto en
un Registro administrativo especial (el “Registro de Sociedades Laborales”),
dependiente del Ministerio de Trabajo (o de la Comunidad Autónoma correspondiente)
como en el Registro Mercantil.
5) Se encuentra limitado por Ley el número de trabajadores indefinidos no
socios que una sociedad laboral puede contratar1.
2.
Regulación
Estas sociedades especiales se encuentran reguladas por la Ley 4/1997, de 24 de
marzo, de Sociedades Laborales (LSL). En aquellos aspectos no previstos en dicha
norma, la Disposición Final Primera de la LSL dispone que serán de aplicación, según
corresponda, las disposiciones de la Ley de Sociedades Anónimas o de la Ley de
Sociedades de Responsabilidad Limitada. En la actualidad, tal remisión debe
entenderse realizada a las disposiciones del Real Decreto Legislativo 1/2010, de 2 de
julio, por el que se aprueba el Texto Refundido de la Ley de Sociedades de Capital
(LSC).
III.
LA SOCIEDAD COOPERATIVA
1.
Concepto legal y principios fundamentales
La cooperativa es “una sociedad constituida por personas que se asocian, en
régimen de libre adhesión y baja voluntaria, para la realización de actividades
empresariales, encaminadas a satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas
y sociales, con estructura y funcionamiento democrático” (art. 1.1 LCoop).
1
Art. 1.2 LSL: “El número de horas-año trabajadas por los trabajadores contratados por tiempo indefinido
que no sean socios no podrá ser superior al 15% del total de horas-año trabajadas por los socios
trabajadores. Si la sociedad tuviera menos de 25 socios trabajadores, el referido porcentaje no podrá ser
superior al 25% del total de horas-año trabajadas por los socios trabajadores […]”.
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Se considera una entidad “de base mutualista”, es decir, una agrupación voluntaria
de personas que no tiene por finalidad obtener beneficios repartibles (no persigue un
fin de lucro), sino desarrollar una actividad económica para satisfacer las necesidades
de sus socios. La cooperativa desarrolla su actividad, preferentemente, con sus
propios socios, que suelen ser, al mismo tiempo, clientes, proveedores o trabajadores
de aquella.
Entre los principios básicos que rigen su funcionamiento pueden señalarse los
siguientes2:
a)
Principio de puerta abierta. Se permite, en las condiciones y con los
requisitos legalmente establecidos, la libre entrada y salida de socios. Para hacerlo
posible, la cifra de capital social es variable y, como regla, el socio que causa baja en
la sociedad tiene derecho a obtener el reembolso de sus aportaciones (si bien, en
determinados supuestos, este derecho puede ser limitado o incluso excluido3).
b)
Principio de fundamentación no capitalista de la condición de socio. Los
socios no tienen derecho al pago de dividendos, si bien puede pactarse que perciban
intereses por sus aportaciones, dentro de ciertos límites; el excedente del ejercicio
(una vez dotados los fondos obligatorios y cumplidos los demás requisitos previstos
por la Ley) podrá ser distribuido entre los socios en proporción a la actividad
cooperativa realizada con la sociedad (“retorno cooperativo”).
c)
Principio de autogobierno, gestión y control democrático. Como regla
general, los miembros del órgano de administración (denominado Consejo Rector)
tienen la condición de socios y, salvo que se establezca expresamente otra cosa, cada
socio tiene derecho a emitir un voto en la Asamblea general (voto “por cabezas”).
2.
Regulación
Estas sociedades tienen una regulación de ámbito nacional (la Ley 27/1999, de 16
de julio, de Cooperativas) que se aplica solo a cooperativas que desarrollen su
actividad en el territorio de varias Comunidades Autónomas. En los demás casos, la
cooperativa se rige por la correspondiente ley autonómica de cooperativas4.
2
VERGEZ, M., “Las sociedades de base mutualista”, en MENÉNDEZ, A./ ROJO, A. (Dir.), Lecciones de
Derecho Mercantil, vol. I, 9ª ed., Civitas, Madrid, 2011, pág. 617.
3
Art. 45 LCoop: “El capital social estará constituido por las aportaciones obligatorias y voluntarias de los
socios, que podrán ser: a) Aportaciones con derecho de reembolso en caso de baja; b) Aportaciones cuyo
reembolso en caso de baja pueda ser rehusado incondicionalmente por el Consejo Rector […]”. Art. 51
LCoop: “Los estatutos regularán el reembolso de las aportaciones al capital social en caso de baja en la
cooperativa […]”.
4
En el caso de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, es la Ley 8/2006, de 16 de noviembre,
de sociedades cooperativas de la Región de Murcia.
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