Lesiones Musculares en el deporte Una de las lesiones más comunes en quienes practican deporte es la que afecta al músculo. Esta estructura ocupa alrededor del 40 por ciento de nuestro peso corporal, de ahí que sea tan importante su cuidado. Estadísticamente, junto con los tendones, las estructuras que más se lesionan con la práctica deportiva, son los músculos, así es que en ese sentido pasa a ser una patología relevante y prevalente (de mucha frecuencia). La gran mayoría de la patología muscular es de origen traumático. Consideraciones anatómicas La fibra muscular es elemento estructural básico del músculo, que es una larga célula conectada con el tendón y hueso sobre los cuales actúa. El sitio de conexión entre la célula muscular y el tendón se conoce con el nombre de unión músculo-tendínea. La mayoría de los músculos cruzan una articulación y algunos cruzan dos. La función básica de los músculos es producir y modular el movimiento articular, controlados por nervios periféricos. Estamos en presencia de una lesión muscular cuando existe algún tipo de alteración de la estructura del músculo. Habitualmente lo que sucede son dos cosas: uno es el desgarro propiamente tal y otra lo que comúnmente se conoce como contractura. En el desgarro hay una alteración de la anatomía del músculo, es decir, algunas fibras de éste se han dañado. En la contractura, un estado de semi contracción que normalmente el músculo tiene pasa a aumentar por distintas razones. Desde el punto de vista anatómico, si uno lo examina, aparte de la contractura, no existe una lesión del músculo propiamente tal. La diferencia con el desgarro es el daño de las fibras musculares. En la contractura estamos en presencia de una tensión mayor de lo habitual que genera molestias en las personas. Hay que aclarar que una contractura no puede derivar en un desgarro, como se piensa en algunas ocasiones y demora mucho menos en recuperarse. [*PAGINA*] Si hay desgarro existe rotura de fibras. Los músculos que más se desgarran son aquellos que cruzan más de una articulación y el mayor porcentaje ocurre en la zona de los gemelos, los isquiotibiales y en el recto anterior del cuádriceps, que también cruza dos articulaciones (cadera y Rodilla). Estos músculos tienen una demanda mecánica muy significativa y están expuestos al mecanismo de distensión y desgarro secundario cuando el músculo se encuentra en estado de contracción. Por contusión, un músculo contraído, se puede desgarrar perfectamente. Desgarro muscular según sus características: El destacado radiólogo de MEDS, el doctor Marco Antonio Verdugo, de vasta experiencia en lesiones musculares, dividió los desgarros en 6 tipos diferentes, los que fueron publicados en 2004: Desgarro Miofacil: Es un desgarro superficial y que compromete pequeñas fibras del músculo y en especial compromete una cobertura del músculo que se denomina fascia. Desgarro de tipo fibrilar: Generalmente es una lesión de tipo lineal muy fina, de ahí su nombre, con una longitud variable, pero con un grosor que no debería exceder los 2 mm. Ocurre en el espesor de la musculatura Desgarro Multifibrilar: Cuando varias fibras se han roto y se da especialmente en el músculo cuadriceos. Es de mayor importancia clínica y consta de varias lesiones lineales. Este tipo de desgarros es frecuente en el recto anterior del cuádriceps. [*PAGINA*] Desgarro Fascicular: Compromete más de una fibra que están metidas dentro de un fascículo. Es una lesión de mayor trascendencia, puede ocurrir en el espesor del músculo o en su periferia, donde se acompañan de compromiso fascial y presenta hematoma. Rotura completa: Es una rotura de gran parte del músculo. Es una lesión grave que dejará algún grado de pérdida de la función, desbalances musculares y grandes cicatrices. Dependerá del daño que existe si requiere intervención quirúrgica, si bien se da en muy pocos casos. Es una lesión que comprende desde un grueso segmento hasta todo el espesor del músculo. Adherensiolisis: Lesión que se produce en la zona de lesión de un músculo que ya ha tenido una reparación fibrosa. Es un re-desgarro, generalmente parcial y que ocurre siempre en la zona periférica del desgarro. Exámenes de laboratorio: adicionalmente a los signos que el médico puede observar en el paciente y los síntomas que éste percibe, se puede realizar un estudio ecográfico, indispensable para conocer el tipo de desgarro y la magnitud de este, que da orientación en la elección del tratamiento: • Resonancia magnética nuclear • Ecografía