Si cree que recicla bien, siempre, que se encuentra entre los mejores; sométase al “test del reciclaje” No se trata de estropearle su felicidad; más bien queremos acrecentársela. Si triunfa en el juego, felicidades; si no lo hace, siempre está a punto de mejorarlo y sentirse más satisfecho/a. Vamos al asunto sin más dilación. La llegada de los contenedores de colores nos hizo pensar que todo estaba resuelto, que ya podíamos consumir lo que queríamos porque recuperábamos los materiales. Pero no: ni se recuperan la mayor parte ni sabemos dónde llevarlos. La vida nos aporta cantidad de cosas que molestan cuando hemos finalizado su uso. Piense en un día cualquiera, en su casa o en el trabajo. Sométase al “test del reciclaje”. ¿Cómo le ha ido? Si quiere pude enviarnos sus conclusiones. Todo esto suponiendo que tenga cerca de casa todo tipo de contenedores, que en su casa o en el trabajo todos participen en el asunto. Una pregunta de ignorante: ¿Y si consumiésemos menos materiales superfluos o acabásemos con el sobreempaquetamiento?