Lección 5 Identidad en Cristo PENSAR, ACTUAR Y SER COMO JESÚS ¡Hay cosas que sólo suceden cuando estamos juntos! Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Juan 1:12 Pregunta clave: ¿Quién soy? • ¿ Qué factores determinan mi identidad actualmente? Profesión? Familia? Sociedad? Idea clave: Creo que soy importante porque soy hijo de Dios Para una autoestima saludable: • Sentirse querido, seguro e importante •Tener un sentido de propósito y pertenencia “¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! Juan 3:1 ¿Qué te aleja de tu identidad como hijo de Dios? ¿De dónde vienen estos sentimientos? - Una madre, un padre o un jefe abusivos - Un ex cónyuge amargado - Un novio o novia déspotas - Un entrenador explosivo - Un chisme (pueblo chico, infierno grande) - Una carta de rechazo - Un comentario denigrante en las redes sociales? - Mi propio estándar de mí mismo que es inalcanzable En el momento en que confesamos nuestra fe en Él, recibimos una nueva identidad! Cada día la voz de Dios nos reforzará que somos suyos y silenciará las voces que por tanto tiempo nos han mentido... Tengo pleno acceso al Reino “Y si somos sus hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria.” Romanos 1:8 Nuestro objetivo: No es sobrevivir en valle de lágrimas Sí es vivir una vida plena en su amor, amándolo a él Nos toca imitar su carácter, cualidades y dones, para que su reino se establezca en más personas. ¡Somos su templo! “¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes?” 1 Corintios 3.16 Ser un templo para Dios nos da otra perspectiva de nuestro cuerpo, mente y espíritu. Ahora nos apreciamos y apreciamos a los demás porque Dios vive en nuestro interior ¡ Soy una nueva creación! “Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo”. 2 Corintios 5:17 Nadie te puede condenar y menos tú mismo. Soy miembro del cuerpo de Cristo! “Ahora bien, ustedes son el cuerpo de Cristo, y cada uno es miembro de ese cuerpo.” Corintios 12:27 Pertenecemos a la familia más grande que existe. Esta gran familia, dirigida por nuestro Padre, nos ofrece un sentido único de propósito y llamado eterno. Soy miembro del cuerpo de Cristo • No hay mayor propósito que el de estar relacionado con los propósitos de Dios mediante su cuerpo, su familia. • Se compara a un cuerpo físico que crece y madura: “Mas bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo. Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro”. Efesios 4:15 y 16 Soy ciudadano del cielo “En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo.” Filipenses 3:20 Como ciudadano del cielo: • Tenemos normas muy elevadas: Guarda las leyes de la tierra, y del cielo. • La obediencia a ambas impactan al mundo más profundamente para Cristo. Aplicación clave: ¿Qué cambio produce esto en mi manera de vivir? Por mi nueva identidad en Cristo, soy libre de toda condenación. No acepto ninguna condenación en mi contra, ni condeno a nadie. “Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte? Romanos 7:24 “Y porque ustedes pertenecen a él, el poder del Espíritu que da vida los ha libertado del poder del pecado, que lleva a la muerte.” Romanos 8:2 Aplicación clave: ¿Qué cambio produce esto en mi manera de vivir? No hay ninguna condenación. El juicio la acusación y la atadura al pecado no existe más. “Entonces, ¿quién nos condenará? Nadie, porque Cristo Jesús murió por nosotros y resucitó por nosotros, y está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios, e intercede por nosotros.” Romanos 8:34 Aplicación clave: ¿Qué cambio produce esto en mi manera de vivir? • Nos da descanso! “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma”. Mateo 11.28-29 Aplicación clave: ¿Qué cambio produce esto en mi manera de vivir? • Pasamos de un estado defensivo a uno proactivo. • Anhelamos que nuestros amigos y familiares experimenten esa regeneración procuramos edificarlos. Construimos puentes, y no los quemamos. Usamos las manos para abrazar, no para dañar. Usamos los pies para llevar, no para huir. Usamos nuestro corazón para inspirar, no para conspirar. Elevamos el nivel de cualquier espacio en el que estemos, no lo disminuimos. A medida que amemos a Dios y profundicemos en el amor de Dios, seremos como Jesús con piel. Esto es pensar como Jesús. Aplicación clave: ¿Qué cambio produce esto en mi manera de vivir? “Si alguien reconoce que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Y nosotros hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama. Dios es amor. El que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él. Ese amor se manifiesta plenamente entre nosotros para que en el día del juicio comparezcamos con toda confianza, porque en este mundo hemos vivido como vivió Jesús”. 1 Juan 4:15-17 ¡Hay cosas que sólo suceden cuando estamos juntos! Si has invitado a Cristo a tu corazón: ¿Crees y descansas en tu nueva identidad de hijo de Dios? Si no es así, ¿por qué no? ¿Te gustaría vivir así? ¿Qué tienes que hacer para alcanzar esta plenitud?