Gases malodorantes

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El Clarí-n de Chile
Gases malodorantes
autor Luis Casado
2007-05-29 17:28:14
Resulta acojonante como evoluciona de rápido la copia feliz del Edén en estos dÃ-as. Llega una crisis - por decir algo -,
y no bien terminas de rechazar un cambio de gabinete como remedo de solución, y ya los nuevos ministros están
pasándole el pañuelito a la sillas aun calientes que dejan sus predecesores.
Antes de que se seque la tinta de tus declaraciones de macho recio “aquÃ- no hace falta ningún cambio de ministros―, ya
tienes que improvisar otra apoyando decididamente la decisión tomada a tus espaldas, sin que nadie se haya dignado
pedirte tu opinión que dicho sea de paso da la impresión de no importarle un cuesco a nadie, no jodas, ponte en tu
lugar, si contases para algo se sabrÃ-a, no me digas que el FMI te llamó para saber si te gustaba el ministro de
hacienda que eligieron en Washington.
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Un poco antes, tres o cuatro dÃ-as antes del lanzamiento del Transantiago, acontecimiento destinado a encandilar a todo
“el mal barrio― que nos rodea, estimaste necesario rajarte con una declaración (que nadie habÃ-a pedido ¿y para qué
falta que hacÃ-a, solo se trataba de poner en escena la legendaria eficiencia del sector privado para hacerle frente a algo
tan pedestre, es el caso de decirlo ahora, como sustituir al denostado y malquerido empresariado micrero de antes de la
modernidad con la tecnologÃ-a satelital que en los sueñitos irresponsables de los inaptos e ineptos a cargo del
merengue suele resolver estas cosas), declaración digo en la que apoyabas de todo corazón el nuevo plan de
transportes que dejarÃ-a pasmado a todo dios, empezando por los portadores de la tarjetita milagrosa, viaje ahora y
pague después, bip – bip, lo que indica que Danton (“audacia, siempre más audacia―) pudiese ser algo asÃ- como tu
espiritual si no fuese porque terminó tan mal el pobre.
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En fin, que después de apoyar el frangollo tuviste que echar patricia atrás, dar explicaciones, más y más explicaciones
y sobretodo no culpar a nadie, y menos aun al que te dije, el demiurgo de tanta maravilla, y luego cerrar el tarro,
después de hacer el ridÃ-culo es mejor no hacer declaraciones, hacerse el peras cocidas, pasar piola, cuando uno no
sabe más vale hacerse el huevón.
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Y buscar otro terreno para brillar, para demostrar que es uno el que la tiene más larga, después de todo basta con mirar
el espectáculo desolador de un gobierno que parece ser la demostración viviente de la reencarnación, visto que es
imposible hacer tantas cagadas en una sola vida.Â
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AsÃ- encontraste la oportunidad de la tuya: el gas. El gas para dejar los potreros e ir a jugar en las grandes ligas, y la
escena internacional te abrió ampliamente los brazos y la incandescente luz de los proyectores de las cámaras de TV y
los flashes de la parafernalia fotográfica te iluminaron en plan Festival de Cannes, sonrÃ-e, te están filmando, si los
mancos de la CancillerÃ-a no fueron culo de resolver esta vaina aquÃ- estoy yo Señora Juanita, duerma tranquila,
faltarÃ-a más.
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Dicho y hecho. No bien habÃ-as terminado de regresar de Buenos Aires anunciando la buena nueva, que palabra de yo
mismo, ya no faltará el gas, cuando el gas, precisamente, empezó a faltar.
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Y de qué sirve hacer declaraciones en plan Cantinflas, “Nosotros tenemos un compromiso de la autoridad Argentina, el
que hasta ahora no se ha cortado", cuando a nadie le importa un pÃ-fero el compromiso con la autoridad Argentina si lo
que se corta es el gas, no jodas.
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Y de qué sirve agregar "lo que importa es que si la autoridad argentina mañana a las veinticuatro horas o las tres de la
mañana del miércoles no restablece el envÃ-o, y por lo tanto, la señora (¿Juanita?) al levantarse en la mañana
encuentra que no tiene gas en la cocina, eso significa que nosotros fallamos y que el compromiso no se cumplió". No.
Eso significa sobretodo que la señora Juanita y los niños se van a tener que tomar el té frÃ-o y se van a bañar con
agüita helada. Y también significa que ya basta de hacer el ridÃ-culo.
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Porque si uno le cree a los talibanes del modelito, el único que puede traer gas no eres precisamente tú, el hombre
araña del Cono Sur, ni la CancillerÃ-a, sino el mercado: basta con aumentar el precio y ya verás como el gas llega, la
ley de la oferta y la demanda, ¿sabÃ-as?, que es otra de las tantas leyes que tampoco se cumplen en Chile pero si eres
parlamentario eso ya debÃ-as saberlo.
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En fin, que resulta acojonante como evoluciona de rápido la copia feliz del Edén en estos dÃ-as en los que un par de
administradores/defensores del modelo van y pretenden sacar al mercado del medio para arreglar estas cosas en
contactos “al más alto nivel―.
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Alto nivel... ¡el tuyo, no te jode!
http://www.elclarin.cl
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