Brucelosis canina causada por Brucella canis

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In: Recent Advances in Canine Infectious Diseases, L. Carmichael (Ed.)
Publisher: International Veterinary Information Service (www.ivis.org), Ithaca, New York, USA.
Brucelosis canina causada por Brucella canis
( 23-Nov-1999 )
S. J. Shin and L. Carmichael
Diagnostic Laboratory and Baker Institute for Animal Health, College of Veterinary Medicine, Cornell University, Ithaca,
New York, USA.
Traducido por: C. Di Lorenzo y C. Gobello, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de la Plata,
Argentina., (9-Oct-2002).
Etiología y epidemiología
La brucelosis canina es causada por Brucella canis (B. canis), una bacteria intracelular, rugosa, pequeña y Gram negativa.
Otras especies de Brucella, tales como B. abortus y B. suis ocasionalmente han causado infecciones caninas, pero estas no
son discutidas en este trabajo.
La Brucella canis fue reconocida por primera vez en el año 1966 como una causa de abortos y de fracasos reproductivos y
desde entonces ha sido reconocida en varios países. Es especialmente común en centro y Sudamérica y en los estados del sur
de EEUU, y ha sido diagnosticada en perreras comerciales ó de investigación (beagles) en varios países más, incluyendo
Japón, y más recientemente la República Popular China. La enfermedad ha sido reportada esporádicamente en Europa. El
hombre puede infectarse, sin embargo los perros y otras especies caninas son reconocidos como los únicos huéspedes
verdaderos.
Las infecciones naturales ocurren más comúnmente después de la ingestión de materiales placentarios contaminados ó de
fetos abortados, descargas vaginales de perras infectadas que están en celo ó que abortan y durante el apareamiento. Después
de un aborto, los microorganismos pueden ser eliminados por varias semanas ó en forma intermitente por meses. Los machos
también pueden eliminar microorganismos por orina, pero el número de bacterias es relativamente bajo excepto cuando la
orina está contaminada con fluidos seminales ó prostáticos.
Los datos de prevalencia son escasos pero los índices de seroprevalencia parecen elevados (20 - 30%) en México y en Centro
y Sudamérica. Las estimaciones provenientes del sur de EEUU y Japón indican un 7 - 8% en perros callejeros. Los animales
destinados para su consumo son muy resistentes. La verdadera tasa de prevalencia no se conoce y faltan otros aspectos
epidemiológicos de la brucelosis canina.
Signos clínicos
Los signos clínicos se asocian principalmente con el tracto reproductivo. En las hembras,.el signo más prominente es el
aborto después de 45 - 55 días de gestación en aproximadamente el 75% de los casos. La muerte embrionaria temprana y la
resorción, ó el aborto 10 - 20 días después del servicio puede ocurrir en algunos casos. Estos pueden pasar desapercibidos y
la hembra puede presentarse con el motivo de consulta principal de "falla de concepción". En los machos, el principal signo
es la epididimitis de uno ó de ambos testículos, e infertilidad. La atrofia testicular y una dermatitis húmeda escrotal pueden
estar presentes. El semen de machos infectados normalmente contiene un gran número de espermatozoides anormales y
células inflamatorias, especialmente durante los primeros 3 meses pos-infección. Los machos infectados crónicamente
pueden no tener espermatozoides, ó tener un número reducido de espermatozoides inmaduros. Están presentes anticuerpos
auto-inmunes (anti-espermatozoides) y probablemente contribuyen a la infertilidad del macho. Los signos no específicos en
ambos sexos incluyen la letargia, pérdida del libido, envejecimiento prematuro y agrandamiento ganglionar generalizado. B.
canis ha sido aislada de casos de campo de discoespondilitis, una condición que también ha sido reproducida
experimentalmente en perros SPF. Las uveítis recurrentes han sido ocasionalmente reportadas en perros infectados después
de varias semanas de infección.
Los machos infectados alojan a los organismos en la glándula prostática y los epidídimos por varios meses. Las bacterias se
diseminan a través de los fluídos seminales y, ocasionalmente, por orina. B. canis tiene un vida corta fuera del perro y se
inactiva rápidamente con los desinfectantes comunes.
Diagnóstico
El diagnóstico de la brucelosis canina requiere de la confirmación del laboratorio. El hemocultivo es el método recomendado
antes de declarar a un animal como infectado. Las pruebas serológicas para el diagnóstico que están disponibles hoy en día
para los veterinarios en los Estados Unidos, son imprecisas dado que los antígenos de superficie de Brucellas rugosas tales
como B. canis, reaccionan en forma cruzada con los anticuerpos producidos por otras especies de bacterias no patógenas.
Las pruebas usadas más comunmente incluyen:
Pruebas Serológicas
Prueba de aglutinación rápida en placa (PARP) - Esta prueba requiere de un tratamiento breve del suero con 2Mercaptoetanol (0,2 M) y está disponible in los EEUU como una prueba de selección. (D-Tec CB; Symbiotics Corp., Kansas
City, Missouri, USA). El antígeno utilizado es una suspensión de B. ovis teñida con Rosa de bengala, que reacciona en forma
cruzada con B. canis. Un resultado negativo es una evidencia fuerte de que el perro no está infectado, pero tan sólo 40% de
los perros cuyo suero aglutina al antigeno de prueba resultan positivos a brucelosis canina. Por lo tanto, los perros positivos a
la prueba de agutinación rápida en placa no deben ser considerados como infectados hasta que se realicen pruebas
adicionales. El hemocultivo está siempre indicado por los extensos y continuos períodos de bacteremia. Más del 50% de los
perros infectados tienen bacteremias que duran hasta 1 año ó más. Antígenos con mayor especificidad (B. canis M-) están
ahora disponibles (NYS Diagnostic Laboratory, Cornell University) pero aún no están disponibles comercialmente (vease el
número 3 abajo).
Prueba de aglutinación en tubo e inmunodifusión en gel de agar (AGIDcwa) - Estas pruebas utilizan antígenos de pared
celular y son métodos serológicos complementarios disponibles a través de laboratorios de diagnóstico.
Sin embargo estas pruebas también pueden producir resultados falsos positivos y dificultad en la interpretación.
Especialmente en muestras de sueros provenientes de perros con infecciones recientes ó crónicamente infectados. Los
resultados obtenidos por RSAT, TAT y AGIDcwa deben ser confirmados por pruebas más especificas (ver abajo) e intentar
el aislamiento.
Mejoramiento de pruebas serodiagnósticas - El mejoramiento de las pruebas incluye:
1 - Un RSAT que emplea una cepa mutantes (menos mucoide, -M) de B. canis que posean gran especificidad (M-RSAT)
2 - Un AGID que emplea antigenos proteínicos citoplasmáticos extraidos del citoplasma bacteriano. Estos antigenos
proteínicos son altamente especificos para el genero Brucella y son muy útiles para distinguir entre animales infectados y no
infectados que poseen anticuerpos que reaccionan en las pruebas de aglutinación (AGID, antigenos de pared celular)
anteriormente citadas (1 & 2),
3 - Pruebas de inmunosorción de enzymas ligadas (ELISA) que utilizan como antígenos a lipopolisacáridos de pared celular
B. canis M- ó proteínas citoplasmáticas extraidas de B. abortus. Resultados publicados indican ventajas significativas de las
pruebas mejoradas mencionadas anteriormente y justifican una consideración seria para el continuo desarrollo para el uso en
los laboratorios de diagnóstico ó bien como pruebas para usarse en las practicas veterinarias.
Prueba de anticuerpo fluorescente Indirecto (IFAT) - La prueba de IFAT es utilizada por varios laboratorios de diagnóstico
en los EEUU, pero la información sobre su exactitud no ha sido publicada. Los resultados del Laboratorio de Diagnóstico de
la Universidad de Cornell indican una tasa alta de reacciones falso positivas con la aplicación de esta técnica.
Hemocultivo
A pesar del mejoramiento de los métodos de diagnóstico, el hemocultivo debe realizarse siempre que se sospeche la
enfermedad. B. canis es fácilmente aislada de la sangre en agar triptosa ó tripticasa soya durante varios meses después de la
infección. Los cultivos deben ser incubados aeróbicamente porque el CO2 es inhibitorio. La metodología detallada está
descrita en las referencias (Alton et al., 1988). Muchos laboratorios no están suficientemente familiarizados con la
interpretación de los procedimientos diagnósticos de la brucelosis canina, lo cual ha resultado frecuentemente en la
destrución de perros no infectados, solamente basandose en los resultados de las pruebas de aglutinación, que de hecho, eran
reacciones falsas positivas.
Prevención y control
Intentos por desarrollar una vacuna conveniente que induzca inmunidad, sin provocar respuesta serológica que interfiera con
el diagnóstico, no han sido existosos. Actualmente el desarrollo de vacunas está considerado como indeseable ya que las
vacunas contra brucella estudiadas confirieron sólo una moderada protección y lo perros vacunados desarrollaron anticuerpos
que podrían confundir el serodiagnóstico. La prevención de la infección y la eliminación de los perros infectados debe ser la
principal estrategia de control en los criaderos.
La prevención requiere de pruebas serológicas anuales de todos los reproductores y el control serológico de todos los perros
ha introducirse en el criadero. En EEUU el Laboratorio Estatal de Diagnostico de Nueva York en la Universidad de Cornell
es reconocido como el principal y más confiable laboratorio de diagnostico. Solamente animales comprobadamente no
infectados deben destinarse a reproductores. En EEUU, las hembras en reproducción en los criaderos son comúnmente
monitoreadas serológicamente antes del celo por la técnica del RSAT. Deben permitirse por lo menos de 3 semanas para
hacer nuevas pruebas para asegurarse de que un resultado seropositivo indica una infección verdadera ó un resultado falsopositivo.
Dos pruebas serológicas con 4 - 6 semanas de intervalo deben requerirse a todos los perros antes de introducirlos a una
colonia de reproducción. Las dos pruebas detectaran a perrros que puede estar incubando la enfermedad. Si una hembra
aborta, deberá asumirse infección hasta que sea probado lo contrario. Las hembras que abortan deben ser mantenidas aisladas
y las perreras deben ser desinfectadas. Si el macho pierde interés en la monta ó desarrolla anormalidades testiculares ó pobre
fertilidad, debería ser examinado para brucelosis.
Tratamiento
El tratamiento no se recomienda para perros de criaderos, y donde los perros no puedan ser aislados y monitoreado con
presisión después de la terapia con antibioticos. El tratamiento es caro y la curación es difícil de lograr, especialmente en los
machos crónicamente infectados. Se requieren cultivos de sangre repetidos y monitoreos serológicos por lo menos durante 3
meses pos-tratamiento antes de que un perro pueda ser declarado negativo. La recrudescencia de la infección después de la
cesación del tratamiento con antibiótico es común. Incluso si el organismo puede ser eliminado exitosamente, los machos
frecuentemente permanecen estériles por el daño irreversible a los testículos y epidídimos. Se cree que la castración en ambos
sexos reduce el riesgo de transmisión por perros infectados; no obstante, esta hipótesis no se ha probado experimentalmente y
la castración no elimina a los organismos del cuerpo. Todos los perros castrados deben recibir un tratamiento de antibióticos.
Los resultados más exitosos y prácticos se obtuvieron con una combinación de tetraciclina, por ejemplo, el hidrocloruro de
tetraciclina, la doxiciclina, la minociclina y la estreptomicina administrada durante los primeros 3 meses de infección. Se han
obtenido tasas de más del 80% de curación en criaderos, en donde los perros inicialmente diagnosticados como infectados
eran sacrificados y los casos adicionales ("tempranos") fueron tratados. Desafortunadamente, la dihidroestreptomicina no está
disponible para el tratamiento de los perros en los EEUU. La curación es más difícil de lograrse en infecciones crónicas.
Si está disponible, la dihidroestreptomicina (10 mg/kg IM 2 veces por día) se da por los primeros 7 días de tratamiento junto
con una tetraciclina (25 mg/kg oral 3 veces por día), la cual se continúa por 4 semanas. Durante los últimos 7 días de la
terapia con tetraciclina, se da nuevamente la estreptomicina. En algunos casos, cuando falla el primer curso de tratamiento,
un segundo curso ha resultado exitoso. Como la estreptomicina ya no está disponible en EEUU para el tratamiento de los
perros, la gentomicina ha sido recomendada por algunos clínicos como un antibiótico sustituto. No obstante, no hay
suficientes datos para recomendar la gentamicina, y los estudios preliminares indican que su eficacia no es satisfactoria,
excepto en los casos muy tempranos- por ejemplo, en los perros infectados por menos de 1 - 2 meses. El tratamiento no está
recomendado para perros de cría, ó cuando un seguimiento a largo plazo (3 meses) es improbable. Las fallas del tratamiento
son especialmente comunes en los machos infectados donde los organismos son comúnmente secuestrados en la glándula
prostática y epidídimos.
Estrategias de control
Perros de criadero
!
!
!
!
Perros positivos - eutanasia. Aislar a
los perros lo más posible.
Pruebas serológicas a todos los perros:
pruebas Aglut/AGID (cultivos de
sangre de todos los animales
sospechosos).
Eutanasia - todos los perros
infectados.
Pruebas diagnósticas mensuales
durante 3 meses hasta que la colonia
sea negativa en 2 pruebas sucesivas.
Mascotas - elecciones difíciles
!
!
!
!
!
Aislar a los perros.
Castración + tratamiento.
Tratamiento incierto; mayores
probabilidades de éxito en las
infecciones tempranas.
Seguimiento serológico por 3
mese pos-tratamiento.
La eutanasia se debe considerar:
Incertitud del tratamiento; costo
elevado; frecuente decepción.
Las pruebas diagnósticas y la eliminación de los perros infectados son los únicos métodos probados de erradicación de la B.
canis en un criadero infectado. Se debe intentar identificar la fuente de infección - desafortunadamente, esto raramente se ha
logrado ya que los criadores son reticentes a admitir su culpabilidad.
El manejo de los perros y criaderos infectados es caro y lleva mucho tiempo. Los veterinarios deben estar preparados para
responder a las preocupaciones de los propietarios y para dar consejos juiciosos, los cuales podrían variar de acuerdo a las
circunstancias. La prevención es esencial para evitar el cuadro de infección en un criadero. Tan pronto como la brucelosis
canina se diagnostique en un criadero, se deben implementar medidas rigurosas hasta que la enfermedad sea erradicada. Los
criaderos infectados deben entrar en cuarentena, aunque no hay regulaciones formales en muchos estados y países. La falta de
tales medidas ha llevado a una dispersión incluso internacional, de la infección por B. canis.
Implicaciones en salud publica
El hombre es susceptible a B. canis pero la infección no es frecuente y suele ser leve. Aproximadamente 40 casos de
infecciones humanas han sido reportadas in varios países, sin embargo el número actual es desconocido dado que los casos
son rara vez diagnosticados ó reportados. Los síntomas son usualmente vagos, síndrome febril prolongado, con nódulos
linfáticos agrandados.
La infecciones naturales en su mayoría son adquiridas por contactos cercanos con perros infectados. También se han
reportado infecciones accidentales en el laboratorio. Al contrario que en el perro, las personas infectadas responden
rápidamente al tratamiento con antibiótico (tetraciclinas ó tetraciclinas más estreptomicina).
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