Jesús Malverde es un personaje del folclore del

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Jesús Malverde es un personaje del folclore del Estado mexicano de Sinaloa que habría
sido salteador de caminos y es venerado como santo por muchos, aunque su existencia
real está discutida. La Iglesia Católica no le reconoce estatus oficial de santo, porque
afirma que no tiene datos concretos sobre su vida ni los milagros que habría realizado,
pero su culto se ha extendido por todo Sinaloa y fuera de él. Se le han levantado varias
capillas: la originaria se halla en Culiacán; también las hay en Tijuana, Badiraguato[1] y
Chihuahua, en la carretera que lleva al aeropuerto.[2] Incluso se han construido otras
fuera de las fronteras de México, como en la ciudad colombiana de Cali y en Los
Ángeles, Estados Unidos.[3]
Malverde es conocido como "El Bandido Generoso" o "El Ángel de los Pobres";[4]
también como "El Santo de los Narcos". Era una especie de Robin Hood.
Contenido
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1 Historia
2 Culto
3 Advocaciones
o 3.1 Asociación con el narcotráfico
4 Debate sobre su existencia real
o 4.1 Malverde como personaje histórico
o 4.2 Malverde como mito popular
5 Influencia en el arte y otros medios
6 Referencias
7 Enlaces externos
Historia [editar]
Los relatos sobre su vida son muy variados, y es imposible dilucidar qué aspectos son
reales y cuáles son inventados.
De acuerdo con las creencias locales, Jesús Malverde fue un bandolero que operaba en
los Altos de Culiacán. Asaltaba y robaba a hacendados y familias adineradas de la
región, entre los que se encontraron los Martínez de Castro, los Redo, los De la Rocha o
los Fernández:[1] posteriormente repartía el botín entre la gente pobre. Se afirma que la
muerte por hambre de sus padres, víctimas de los abusos de los terratenientes, fue lo que
le movió a ello.[2] [5] Según la tradición, antes de hacerse al monte, Malverde podría
haber sido albañil u obrero en el tendido de vías férreas. Se supone que habría trabajado
en la obra del Ferrocarril Occidental de México y en el Ferrocarril Sud-Pacífico, línea
que llegó a Culiacán desde el norte en el año 1905.[1]
Sus asaltos a oligarcas hicieron que el entonces Gobernador del Estado, el general
Francisco Cañedo, compadre de Porfirio Díaz, ofreciera recompensa por su captura.
Perseguido por las autoridades, Malverde habría muerto el 3 de mayo de 1909. No
existe acuerdo sobre la forma en la que murió: según algunas versiones fue aprehendido
por la policía y ejecutado; también se cuenta que un compañero lo traicionó para cobrar
el dinero ofrecido por el Gobierno.[5] La narración más extendida es que recibió una
herida de bala en un enfrentamiento con las fuerzas de la ley, que le produjo una
gangrena. Malverde, sabiendo que no sobreviviría y que la recompensa por su captura
aumentaba, soportó mientras pudo antes de pedir a un amigo que lo entregara para
recoger la recompensa y repartirla entre los pobres.[2]
Culto [editar]
En torno a la figura de Malverde se ha desarrollado un culto sincrético que une
creencias propias del catolicismo popular y otras que la Iglesia Católica considera
supersticiones. Al no haber sido aceptada su santidad por la Iglesia, y siguiendo la
ortodoxia católica, normalmente no se le denomina santo, sino "ánima".[6] Su figura ha
ingresado en la religiosidad popular junto con figuras como San Judas Tadeo, la Virgen
de Guadalupe, el Sagrado Corazón[1] o la Santa Muerte, de los que se pueden también
encontrar representaciones junto a las imágenes de Malverde. En general, el culto está
fuertemente impregnado por los usos y costumbres del catolicismo, siendo un ejemplo
de esto la celebración de novenas.[1] [3]
Desde el fallecimiento del bandido se forjó la reputación de una especie de Robin Hood
que lo ha hecho popular entre la gente pobre de Sinaloa. Muchos solicitan su intercesión
y se le han atribuido diversos milagros, curaciones y bendiciones,[7] como devolver una
vaca perdida a su dueño o la curación de un cáncer.[8]
Tras su ejecución, hubo una proclama gubernamental prohibiendo la inhumación de los
restos, quedando éstos a la intemperie y pendiendo de un mezquite[1] a manera de
escarmiento (según otras versiones, fue su cabeza la que se cortó y colocó en un árbol, a
la vista de todos, como advertencia a sus partidarios).[4] Con el paso del tiempo, los
restos cayeron al suelo. Fue cuando los habitantes del viejo poblado de Culiacán
comenzaron a arrojar piedras para proteger el cuerpo,[2] pues aunque la restricción se
aplicaba a un entierro en ningún lugar se prohibía "empedrar"; al colocar además cada
persona una piedra por vez, nadie incumplía personalmente la prohibición. En la
actualidad continúa la tradición de llevarle, además de flores o veladoras, piedras del
lugar de origen de los devotos, como forma de rendir culto.[5]
La acumulación de piedras creó un montículo que dio lugar a una tumba. Con la
expansión de la ciudad de Culiacán, la tumba fue destruida y los huesos de Malverde
trasladados a una capilla.[5] El sepulcro de Malverde atrae a miles de devotos cada año.
Muchos dejan velas u otros objetos asociados con sus vidas, y algunos pescadores dejan
camarones en alcohol en agradecimiento por una buena pesca.[9] Otras personas dejan
fotografías de aquellos que necesitan ayuda. Cuando algún milagro tiene lugar, vuelven
a agradecerlo a Malverde, a menudo dejado placas que lo conmemoran.
Advocaciones [editar]
A Malverde, al igual que a cualquier otro santo de influencia católica, se le atribuye
especialización en el tipo de milagros que puede realizar, llamados advocaciones. La
más conocida, por controversial, es la protección de las personas dedicadas a la
producción o tráfico de drogas; sin embargo, no es la única. Tradicionalmente, sus
devotos le atribuyen la protección de los emigrantes que cruzan irregularmente a
Estados Unidos, función que comparte con Juan Soldado, así como de sus familiares
que quedan en México. Existen en las rutas más frecuentes de cruce de la frontera
santuarios donde se han encontrado figuras de Malverde.[10] Se le atribuye, asimismo, la
protección de los pobres al enfrentar causas penales, por lo que en muchas zonas del
país se le relaciona con San Judas Tadeo, patrono de las causas perdidas.
Asociación con el narcotráfico [editar]
Jesús Malverde, como se ha dicho, es conocido como "El Santo de los Narcos".
Supuestamente, en los años 70, el capo Julio Escalante ordenó matar a su hijo
Raymundo por realizar negocios sin su conocimiento. Según se afirma, herido de bala y
arrojado al mar, Raymundo suplicó a Malverde su ayuda y fue entonces salvado por un
pescador. Desde ese momento, famosos narcotraficantes como Rafael Caro Quintero,
Ernesto Fonseca y Amado Carrillo Fuentes comenzaron a acudir a la capilla de
Malverde. Algunos días se pasan grupos musicales a las afueras de la capilla
interpretando los conocidos "narco corridos" sin ningún motivo aparente, pero la verdad
están haciendo tributo a Malverde, en agradecimiento porque se ha pasado droga al otro
lado de la frontera con Estados Unidos.y tambien tiene muchos 'narco corridos' de
el!![2]
Gilberto López Alanís, no obstante, considera que la vinculación de Malverde con el
narcotráfico es una deformación del culto. También Jesús Manuel González, encargado
de la capilla de Jesús Malverde en Sinaloa, rechaza esta conexión.[11]
Debate sobre su existencia real [editar]
Malverde como personaje histórico [editar]
Para muchos, la existencia de Malverde es real. Existía una tradición que afirmaba que
su verdadero nombre era Jesús Juárez Mazo, nacido el 24 de diciembre de 1870, y que
"Malverde" era un apodo derivado de "el Mal Verde", dado que realizaba sus asaltos
entre la espesura verde del monte.[5] Por otra parte, a finales de 2004, según Gilberto
López Alanís, director del Archivo Histórico de Sinaloa, se encontró en los archivos del
Registro Civil de Culiacán un acta de nacimiento de 1888 de un niño llamado Jesús
Malverde, hijo de Guadalupe Malverde.[11] El acta diría lo siguiente:[cita requerida]
En Culiacán a 5 de marzo de 1888 el juez del estado civil de esta capital hace constar
que el encargado del registro civil de esta capital de Paredones ha remitido a este
Juzgado un acta del tenor siguiente:
"En Paredones, a 15 de Enero de 1888, ante mi, Marcelino Zazueta, compareció el C.
Cecilio Beltrán, mayor de edad, soltero, jornalero y de esta vecindad, y presentó un
niño vivo, nacido en este lugar hoy a las 5 de la mañana, a quien se puso de nombre
Jesús, hijo natural de Guadalupe Malverde, mayor de edad, soltera, y de este
punto.Fueron testigos de este acto los CC. Cipriano y Tiburcio Espinoza, mayores de
edad, solteros, jornaleros, y de este don.. la presente acta interesada exponente y
testigos manifestaron su conformidad, ratificaron su contenido, no firmado, por no
saber..."
Malverde como mito popular [editar]
Diversos investigadores afirman que, aunque pueda tener una base real, no existió un
Jesús Malverde tal y como narra la leyenda. Ésta es la opinión expresada por la
historiadora sinaloense Patricia Castro, para quien Malverde es un producto de un
pueblo que rechaza la injusta división del trabajo y de sus beneficios. César Güemes
afirma en su trabajo Jesús Malverde: de bandido generoso a santo laico, por el que
obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez en el 2000,[12] que
se trata de un mito popular, parecido a otros sobre bandidos generosos.[2]
Influencia en el arte y otros medios [editar]
Jesús Malverde ha inspirado numerosas manifestaciones artísticas de todo tipo, que a su
vez han contribuido a la expansión del culto. Esto es especialmente así en relación con
la música: existen mas de 56 canciones y corridos dedicados a él. Óscar Liera escribió
una obra teatral inspirada en su figura, titulada El Jinete de la Divina Providencia y
convertida en película con el mismo título.;[13] Manuel Esquivel, a su vez escribió una
novela que aborda la biografía del personaje (Esquivel, Manuel; Jesús Malverde el
santo popular de Sinaloa; editoral Jus, México, 2008, ISBN 968-607-412-010-3). Así
mismo, varios grupos norteños le han dedicado corridos. Tal es el caso de los Cadetes
de Linares, así como películas. Sus fieles no solo son narcotraficantes, sino también de
familias pobres o de bandidos que, antes de realizar un asalto grande, se encomiendan,
ya que lo conocen como el "angel de los pobres". En México, cada vez son más fieles
que se encomiendan a él y han levantado varios altares en su honor, como el ubicado en
la colonia Doctores en México D.F., en donde varios años se levantó un altar a
Malverde, un lugar que es considerado por la Secretaria de Seguridad Pública como un
foco rojo.
Referencias [editar]
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