-1- CUANDO "NO SE HA APRENDIDO". La problemática de la adquisición de conceptos científicos en el ámbito instruccional: un análisis epistemológico desde la perspectiva de la enseñanza de la Historia. Ana Zavala Magdalena Scotti La idea de que el conocimiento aprendido puede no ser igual al conocimiento enseñado no debería sorprender a los docentes. Sin embargo, la bibliografía sobre el aprendizaje "correcto" es mucho más abundante que la escrita sobre el aprendizaje "equivocado". Desde el punto de vista de la evolución del pensamiento, los errores han constituido el principal motor de cambio y superación de teorías acerca del mundo y su naturaleza. Para la ciencia, el error es en cierto sentido "normal" (Bachelard, 1938). Por el contrario, en los ámbitos educativos el error ha significado una falta, una transgresión, un delito, y por lo tanto es objeto de castigo con puntaje negativo. Para algunas perspectivas asociacionistas, el error es naturalmente una copia infiel de la realidad, mientras que para los constructivistas radicales, casi desaparece la noción de error al admitir como válida cualquier construcción cognitiva que sea simplemente viable (Osborne, 1986). Desde el punto de vista de la enseñanza tienen más peso las perspectivas que aceptan -en contra de los constructivistas radicales- la existencia de un mundo "real" de objetos y especialmente de ideas transmitidas a través del lenguaje y el conocimiento socialmente elaborado, con el cual el sujeto se comunica e interactúa; y que además -en contra de algunos asociacionistas- aceptan que la estructura cognitiva del sujeto construye (no copia) esa realidad. Desde esta tercera perspectiva el error aparece más como un "mal paso" que como algo definitivo (ya sea en la copia infiel o en la conceptualización "libre"). Se parece, en definitiva, más a la evolución del pensamiento científico. Sin embargo, las estructuras curriculares muestran una gran dificultad en asumir la modificabilidad de las conceptualizaciones erróneas o insuficientes con posterioridad a los tiempos que les han sido asignados para ser realizadas. Las dinámicas curriculares aceptan que el alumno "salve" mientras sus errores no sean (en la prueba y no en la realidad) más que sus aciertos. De hecho existen muy pocas prácticas -fuera de la repetición del curso o del examen- que permitan reparar los errores y no continuar con ellos por el resto de la vida. En este sentido, el propio sistema educativo actúa como activo proveedor de obstáculos epistemológicos para los cursos superiores. En las cuentas pendientes de la didáctica se encuentra un diseño de instrucción que no deje cabos sueltos, particularmente a partir de contenidos actitudinales que permitan al alumno generar cierta intolerancia o deseo de superación frente los errores más que la bastante difundida indiferencia y ocultamiento de los mismos. ?? El peso de lo que ya se sabe No ha sido sino hasta hace unos pocos años que "lo que el alumno ya sabe" ha ganado un lugar en las consideraciones de los docentes y en los trabajos referidos a la didáctica. Han sido los psicólogos cognitivos reestructuracionistas que han alertado desde distintos ángulos acerca del rol del conocimiento previo. La idea de Zona de Desarrollo Real de Vygotsky (1979) o las consideraciones acerca de la equilibración y el conflicto cognitivo en Piaget (1978) tendieron muy tempranamente a destacar distintas formas de interacción entre lo aprendido anteriormente y lo que está por aprenderse. Un poco más adelante, en la segunda mitad del siglo, Ausubel (1987) destacó con mucha fuerza el rol del conocimiento ya adquirido en la adquisición de uno nuevo. A partir de estas bases teóricas ha florecido una abundante literatura, muchas veces proveniente de trabajos empíricos acerca de las "ideas previas" de los alumnos En algunos casos el impacto de estos trabajos ha hecho que algunos profesores y maestros se queden en investigar cuáles son las ideas previas sin avanzar mucho más sobre el conocimiento nuevo. Los abordajes teóricos actuales hacen un énfasis muy particular en la interacción entre el conocimiento "espontáneo" o "vulgar" y el conocimiento científico que es objeto de prácticas instruccionales. A partir de los trabajos de Bachelard (1938) se tiende a destacar el contraste epistemológico entre ambos tipos de conocimiento, dando lugar a la idea de "ruptura epistemológica" para describir el tránsito desde el conocimiento vulgar, espontáneo (que se transforma en un obstáculo epistemológico) al conocimiento científico. En este sentido, muchos autores provenientes de las matemáticas y de las ciencias naturales (CIRADE, s/f, Pozo et al., 1991) han trabajado acerca de la importancia de los obstáculos epistemológicos en la construcción de nuevos saberes. Para la mayoría de estos planteamientos el origen del conocimiento que ellos llaman "espontáneo" es la experiencia cotidiana en relación con los objetos o con personas fuera del contexto académico. A partir de numerosas experiencias han llegado a formular la idea de que muchos alumnos son portadores de teorías alternativas (en sentido explicativo y predictivo) para la Física, para la Biología, para la Química, para la Matemática. Las Ciencias Sociales, y la Historia en particular, tienen mucho menos camino andado en este sentido. Los trabajos pioneros de Delval (1987), Asensio y Carretero (1987), y más recientemente Asensio (1996, inédito) nos permiten ver una realidad distinta. En primer lugar es necesario considerar la diferencia existente entre los objetos de estudio de la Historia y las Ciencias Naturales o la Matemática, y en segundo lugar, las -2- particularidades epistemológicas de cada disciplina científica. No es que la Historia no encuentre "ideas previas", sino que lo que encuentra como previamente establecido en las estructuras cognitivas de sus alumnos son en la mayoría de los casos, acepciones corrientes de términos que debe utilizar en forma mucho más precisa. Otras veces, las vivencias del mundo presente dificultan la comprensión de "el ambiente" de épocas pasadas (muchos alumnos sostienen que siempre hubo autos, luz eléctrica, armas de fuego, teléfono, escuela, etc. o bien que nuestro presente es la época tecnológica por excelencia, de manera que suelen considerar que, indeferenciadamente, el pasado "es un atraso"). Ahora bien, si estas concepciones existen "previamente", algunos autores (Asensio, 1996) sostienen que -contrariamente a lo que sucede en otros campos disciplinares- pocas veces se resisten a ser cambiadas frente a la información "correcta". Más que un obstáculo proveniente de la mente del alumno, y de sus preconcepciones erróneas, son frecuentemente la evidencia de una información histórica muy parcialmente brindada: "En la prehistoria, como no había mujeres, cuando querían tener un hijo hacían una estatuita de piedra" (alumno de 1º año del Liceo de La Paz, s/f). Las referencias del docente y el manual al "hombre" prehistórico se adivinan sin dificultad.... De esta manera, podríamos pensar en tres grandes fuentes de interferencias (fuentes de distintos conflictos cognitivos u obstáculos epistemológicos) a la hora de enseñar Historia. Por un lado, tendríamos los que provienen de las distintas acepciones del vocabulario utilizado en clase, por otro lado las que provienen del medio social y la época en que viven los alumnos, y finalmente, las que vienen de las propias limitaciones de la educación que, más o menos culpable o consciente, siembra posibles obstáculos tanto desde el manejo del conocimiento como desde la tolerancia de los errores. Analizaremos a continuación algunos casos reales en los cuales se ejemplifican las fuentes de interferencia anteriormente anotadas. a. Interferencias con el lenguaje cotidiano. Caso 1: Anabella (12)y Leticia (12), 1992, 1er año CBU, Montevideo. Pregunta (por escrito): ¿Qué tareas realizaban los integrantes de la sociedad egipcia? Ambas en sus respuestas incluyeron "dar remedios" y "curar enfermos", entre otras tareas que tenían respaldo instruccional, como cultivar la tierra, hacer artesanías, construir pirámides, etc. El origen de este singular "error" es que en el ámbito social del que provienen las alumnas, "sociedad" significa "sociedad médica", "mutualista" (estar en sociedad, ir a la sociedad, llamar a la sociedad, etc.). Ninguna de ellas desterró completamente su anterior significado de la palabra "sociedad" a pesar del trabajo con que se introdujo el término significando el conjunto de las personas que viven en un lugar y en una época, por ejemplo la sociedad uruguaya, la sociedad alemana, etc. Existe un factor adicional de confusión y es que en Montevideo existe una mutualista llamada "Sociedad Española Primera de Socorros Mutuos", llamada comúnmente "Sociedad Española". ¿Por qué, si existe una "Sociedad Española" no puede existir, en el mismo sentido una Sociedad Egipcia, con sus médicos, sanatorio, etc.? Caso 2: 2º año CBU, 1995, Montevideo Practicante-docente Verónica: "Así que durante el Absolutismo el rey domesticó a la nobleza. ¿Quién sabe qué quiere decir que domesticó a la nobleza? Alumno: "Que la mandaban a limpiar y eso" Practicante: No, no quiere decir eso.... etc. En este caso, el alumno recurrió espontáneamente al sentido de "doméstico" que tiene en el medio el trabajo doméstico (por ejemplo: empleadas domésticas que "limpian y eso..."). El término "domesticar" es fuente de innumerables conflictos epistemológicos. A la hora de hablar de "domesticación de plantas y animales en el neolítico" (donde "domesticar" significa "controlar la reproducción" y no "amaestrar" como piensa la mayoría de los alumnos, y que por lo tanto se sorprenden muchísimo ante la posibilidad de "domesticar la papa", el trigo o el maíz....). En el caso anteriormente ilustrado, "domesticar" significa "reducir a funciones burocráticas bajo las órdenes del rey". Caso 3: 1º año CBU, Montevideo. 1992 Practicante-docente Antonio: "Ahora vamos a hablar del régimen de incaización. ¿Cómo era el régimen de incaización? Alumno: "Que los incas no los dejaban comer nunca más". Practicante: No, era la forma en que los incas integraban a los pueblos conquistados a su imperio. En este caso, el alumno tomó régimen en el sentido que le es más familiar, el de "régimen para adelgazar". No sólo por la interferencia con otros significados, el término "régimen" es de los más complejos de introducir, debido fundamentalmente al grado de abstracción que representa. El uso de la palabra "régimen" para designar a las dictaduras rioplatenses habrá seguramente ocasionado algún conflicto del que no tenemos testimonio. -3- b. Interferencias con la información y los valores del medio Caso 4: 3º año escolar. Montevideo, 1989 Profesora: (Ana) (en el curso de una narración acerca de los diferentes tiempos de los asentamientos españoles en América) "A lo que es ahora nuestro país no se interesaron en venir muy rápido porque aquí no había ni oro ni grandes riquezas" -Diego (8): "Ana, pero aquí hay oro..." -Ana: "Si, pero tan poquito que no se compara con Méjico o Perú. Son apenas algunas vetas..."(Continúa la narración, y al volver a mencionar el oro:) -Diego: "¿Por qué decís que no hay oro? Aquí sí hay oro". -Ana: "No, Diego, lo que hay es poquísimo, y además cuesta muy caro extraerlo"(Continúa la narración, tal vez, 10 minutos, y sin haber mencionado el oro, nueva interrupción sin siquiera pedir la palabra:) -Diego: "Si no hay oro, entonces ¿por qué Jorge Batlle quiere venderlo?" En este caso, la interferencia se produjo entre una información persistentemente emitida por la televisión, en medio de una campaña política (elecciones internas en el Partido Colorado, en la cual uno de los candidatos -Jorge Batlle- proponía vender parte de las reservas de oro para pagar la deuda externa), y la información brindada en clase acerca de la casi inexistencia del oro en este territorio. Lo interesante de esta situación es cómo el conflicto cognitivo entre la información proveniente del ambiente y la de la escuela fue expresada por Diego, que intentó imponer la información de la televisión frente a lo que él consideraba un error de la docente. Este caso nos invita a reflexionar acerca de cuántos, que no son Diego, se quedan callados y posiblemente resuelven sus conflictos en contra del libro de texto, del video presentado por el profesor o de sus explicaciones. Caso 5: 2º año de Bachillerato Diversificado, Opción Humanística, Montevideo, 1993. [Fragmento de: "El 18 Brumario de Luis Bonaparte" de C. Marx". Consigna (por escrito): "Identifique el contexto ideológico a que pertenece el autor del texto. Fundamente su trabajo citando el texto". En este trabajo, la mayoría de los estudiantes contestaron que se trataba de un autor liberal, apoyándose para ello en la primera frase del texto que dice. "El segundo período [...] es el período de la constitución, de la fundación de la república burguesa". En estos casos, cabe suponer algunos niveles importantes de "confusión": en primer lugar "contexto ideológico" referido a la época o al régimen político imperante (es la época del liberalismo, por ejemplo); en segundo lugar, una idea muy común entre los estudiantes: los liberales hablan del liberalismo, los marxistas hablan del marxismo, etc., de manera que establecen un patrón de identidad entre el tema tratado con la orientación ideológica del autor. Por su parte, algunos contestaron que era liberal porque criticaba al proletariado y para ello citaron la última frase que dice: "Las reivindicaciones del proletariado eran hojarascas, utopías, en las cuales él terminó al final." En la instancia de devolución de los trabajos se aclaró que el texto era de Marx y que había suficientes elementos en él como para reconocer el contexto ideológico, en particular las referencias a la burguesía y al proletariado como grupos antagónicos. Algunos alumnos dijeron que les había parecido Marx, pero lo habían descartado por dos razones: porque era un texto "objetivo" y porque "criticaba al proletariado". El problema de la objetividad ya había sido abordado en clase, pero frente a la idea de que existen partidos políticos de orientación marxista, un texto que a ellos les pareció "objetivo" no podía de ninguna manera ser marxista (que aparece entonces como sinónimo de proselitista, y que muestra el predominio de concepciones adquiridas fuera del sistema educativo). Siendo la mayor parte de los alumnos de este colegio provenientes de sectores pudientes de la sociedad y tradicionalmente ubicados como votantes de partidos tradicionales, el conflicto con el reconocimiento de ideas marxistas se planteó continuamente (cosa que no sucedió ni con los planteos liberales -moderados, radicales o neoliberales-, ni con los nazis, ni con los fascistas...). Paralelamente, muchos alumnos explicaron que se hubieran sentido inclinados a identificar a Marx en función de sus alabanzas al proletariado, de manera que viendo que hablaba de sus fracasos, descartaron la idea de considerar al texto como marxista. Sin embargo lo más curioso fue que muchos consideraban que al decir "Es en vano que el proletariado parisino [...]" lo estaba "criticando". Aunque sea increíble, a los 17-18 años la gran mayoría no comprendía el sentido de la expresión "en vano" e ignoraban que hubiera podido ser sustituida por "inútilmente". Sugirieron que para ellos "en vano" era "algo malo", "algo que te critica", "que hiciste mal"... c. La "herencia" de tradiciones educativas. Expondremos seguidamente algunos ejemplos de afirmaciones que los alumnos han adquirido dentro del sistema educativo, y que en nuestra opinión son las que reúnen más apropiadamente la característica de "resistentes" que identifica al conocimiento previo. Tenemos la impresión de que el arraigo de esas ideas proviene, en parte de su simplicidad, y en parte de su funcionalidad en el pasado educativo de sus portadores, pues permitieron obtener calificaciones suficientes al ser expuestas en intervenciones orales o en trabajos escritos. La opción por una determinada conceptualización histórica que se hace evidente, podría -4- perfectamente invertir el ejercicio. De esta forma, los alumnos que han trabajado según la postura adoptada en el comentario entrarían en conflicto con los docentes que manejan posturas diferentes y la situación sería la misma. En consecuencia no se trata de que haya posiciones "verdaderas" o "correctas" y posiciones "falsas" o "equivocadas", sino de la significación verdadera y definitiva que adquieren esas conceptualizaciones en la mente de los alumnos. 1. "Con la Revolución Científica el Hombre abandona la creencia en lo sobrenatural y comienza a creer en la Razón". Bajo la presión de esta idea resulta necesario primero aclarar quiénes eran "el Hombre" en el Renacimiento y a quiénes alcanzó el fenómeno de la Revolución Científica, luego, que no se trató de abandonar creencias en "lo sobrenatural" sino formas de interpretación de la realidad física avaladas por la Iglesia, que no es lo mismo. 2. "El mercantilismo es la doctrina por la cual la riqueza de una nación se mide en la cantidad de metales preciosos que posee". Cuando los alumnos vienen con este concepto sólo vinculado al metalismo, les es muy trabajoso incorporar al mercantilismo su carácter intervencionista, proteccionista, nacionalista, colonialista, pro-burgués, estatista, etc. La asociación exclusivista "mercantilismo-metales preciosos", es más difícil de destrabar que otras. 3. "La expansión imperialista del siglo XIX explota y empobrece a las regiones colonizadas". Dado el carácter simplificador y generalizador de esta afirmación, a veces resulta difícil relativizarla. En primer lugar, y particularmente en las áreas de influencia económica como Argentina o Uruguay, la inversión extranjera tuvo grandes aliados "nativos" que compartieron no la pobreza sino la riqueza. En segundo lugar, alcanza con analizar cifras de producción, PBI, balanza comercial, balanza de pagos, etc. para relativizar enormemente el concepto de empobrecer la región. Los alumnos que traen esos conceptos se sienten sorprendidos y, preparados para la simplificación preguntan si entonces Inglaterra se empobreció por enriquecernos. Obviamente no fue así, pero los sorprende saber que durante largos períodos la balanza comercial India-Inglaterra fue desfavorable para esta última. Evidentemente, el profesor que se hizo cargo de esta afirmación transmitió conjuntamente un patrón de valoración en torno a las nociones bueno-malo, totalmente ajenas a la valoración histórica. 4. "Una de las mayores críticas a la Convención Preliminar de Paz es que los uruguayos no éramos firmantes". La presión de un curriculum oculto de fuerte contenido nacionalista hace presuponer la nación, jurídicamente constituida aún antes de su consagración como Estado. En términos jurídicos y en la vigencia de las leyes de 1825 este territorio se había incorporado libre y voluntariamente a las Provincias Unidas del Río de la Plata, que sí eran firmantes de la Convención. El análisis histórico -y no patriótico- sorprende a muchos estudiantes a los que les es imposible comprender la historia de su país sin su país.... 5. "Causas de la Primera Guerra Mundial: el conflicto entre las potencias imperialistas" Esta interpretación de perfil claramente leninista es manejada como "verdad absoluta" tanto por profesores como por manuales. Los estudiantes se sorprenden, en primer lugar de que sea una interpretación leninista, y en segundo lugar de que existan otras interpretaciones, como la de Renouvin, que ve en la guerra un conflicto más político y nacionalista que imperialista. 6. "La Guerra de Secesión fue un conflicto entre esclavistas y antiesclavistas". Esta conceptualización, que recoge la "historia oficial" de los Estados Unidos hasta hace unas décadas, es todavía enseñada con mucha frecuencia, de manera que representa un problema para los alumnos comenzar a ver la Guerra de Secesión como un conflicto entre dos modelos de país. 7. "[En el Absolutismo] el poder del Rey era ilimitado". Esta simplificación, más que frecuente, hace que sea bastante trabajoso incorporar la noción de "límites al poder del Rey", puesto que se lo supone ilimitado, en una extensión inapropiada del término "absoluto". En su época "absoluto" (que ahora debe ser tomado por el alumno como un nombre con valor sustantivo y no adjetivo) significaba principalmente "para todo el reino", en contraposición a la fragmentación política del feudalismo. Como además de extensión geográfica, el poder del rey recuperó efectivamente una buena porción de autoridad, la simplificación de "ilimitado" -asociable rápidamente al término "absoluto" no como nombre sino como categoría inclusora- hace difícil recuperar la idea de que un rey como Luis XIV -que podía disponer de la vida y los bienes de todos sus súbditos individualmente considerados- no podía elegir su sucesor, ni la religión de su reino, ni el idioma, ni saber exactamente quiénes eran sus súbditos, ni si sus funcionarios lo obedecían o actuaban en provecho propio, etc., sin contar la influencia de "favoritos", "validos", ministros, confesores, amantes, reinas..... Vistos estos ejemplos, desearíamos recuperar aquí la idea de negociación o reconstrucción de la idea previa en contraste con las posiciones que suponen simplemente su sustitución por las ideas "correctas". Desde el punto de vista epistemológico la explicitación de la validez contextualizada del conocimiento del alumno es el primer paso hacia la reconstrucción. "Sociedad", es naturalmente la sociedad médica, pero también es el grupo organizado de personas..... La guerra de secesión es un conflicto entre esclavistas y no esclavistas en -5- la visión de la historia oficial elaborada por los norteños ganadores, pero ahora, la historia no oficial ha recuperado documentos que permiten ver la guerra como un conflicto entre dos modelos de país. Aún en el caso de situaciones como por ejemplo "América fue descubierta en el siglo XII" o "América fue descubierta por los turcos", etc. el alumno de alguna manera ha validado ese conocimiento, ya sea por una mala lectura de los números romanos, o por una confusión con si los turcos impedían el paso a las especierías o fueron quienes viajaron con Colón a América, es necesaria la negociación. La reconstrucción de cómo fue habido el error y su posterior contrastación con información más fiable sobrepasa los límites de una simple sustitución por lo verdadero. El mal manejo de estas situaciones han dado como resultado (Pérez Gómez, 1989) la generación de una memora semántica académica paralela a la de los conceptos que sirven al alumno para explicar el mundo o simplemente "para pensar fuera de la escuela". Sin embargo, lo más trágico de esta situación no ha sido que se comprobara la existencia de pensamientos en paralelo, sino que frecuentemente se ha tomado como base para la banalización de los contenidos científicos o simplemente su sustitución por "contenidos del ambiente o del contexto o del interés del alumno", amputando así a la institución escolar uno de sus cometidos irrenunciables: la transmisión del saber científico a las nuevas generaciones. ??Después de la clase Desearíamos ahora abordar el error desde otra perspectiva. No se tratará ya de la incidencia de lo que se ha traído a clase desde fuera, sino por el contrario de los resultados poco satisfactorios de la interacción educativa. Existen muchos conocimientos, para los cuales no hay idea previa ni contraste con situaciones sociales o lingüísticas, y sin embargo, a la hora de comprobar su adquisición se ve que no se ha podido estructurar la información en función de los patrones disciplinares que han sido objeto del curso. La bibliografía manejada es verdaderamente parca en este sentido. La mayor parte de los trabajos se refieren al aprendizaje exitoso o bien a la incidencia de las ideas previas y otras fuentes de conflictos epistemológicos referidos específicamente a la adquisición de un concepto en lugar de un sistema de conceptos. Obviamente la adquisición de conceptos individualmente considerados es importante para adentrares en los campos disciplinares, pero también es importante el manejo conceptual, es decir la posibilidad de "jugar" ese concepto en vínculos jerárquicos o causales. El problema que analizaremos en esta parte del trabajo trasciende por lo tanto al concepto, para situarse en el conocimiento como sistema dotado a la vez de aspectos semánticos como de procedimientos sintácticos. Lo que importa destacar es que la información que se presenta por parte de algunos alumnos no está en algunos casos organizada epistemológicamente como pretende la Historia sino con patrones de organización poco rigurosos y distintos de los que han sido objeto de enseñanza. En algunos casos, el carácter descriptivo del conocimiento histórico invade y predomina en el trabajo de manera que anula la presencia de categorías de análisis y de organización de la información. En otros casos, la información o las categorías (pseudoconceptos en términos vygoskianos) se vincula aleatoriamente a lo largo del trabajo, no siendo evidentes ni los criterios para su selección ni para su ordenamiento. Como lo hemos hecho anteriormente, trabajaremos sobre algunos ejemplos de producción real de alumnos. Presentaremos primero tres casos (Rodrigo, Gonzalo y Martín, alumnos de 2º año de Bachillerato Diversificado, 16-17 años) que elaboraron un plan para el desarrollo del tema: "Connotaciones sociales de la implantación del sistema fabril". Se trata, al igual que los casos anteriores de trabajo de aula, no de situaciones clínicas. Los instrumentos de evaluación fueron diseñados en vinculación estrecha con prácticas instruccionales anteriores (trabajo demostrativo acerca de "hacer un plan", trabajo colectivo guiado, trabajos domiciliarios, etc.) que constituían los referentes. Los indicadores están en función de las nociones acerca del conocimiento histórico que constituyen los contenidos del curso. Rodrigo: Introducción: El sistema fabril: un medio de centralización de personas 1. la clase obrera: una nueva clase social a) sus características b) su forma de vida 2. Urbanización: un brusco crecimiento de las ciudades a) características (salubridad, etc.) b) la inmigración c) diferenciación de clases sociales mediante diferentes barrios Conclusión: El sistema fabril: beneficioso para unos y perjudicial para otros. En el caso del trabajo de Rodrigo, vemos claramente el predominio de los aspectos informativos sobre los aspectos estructurantes del tema. Particularmente Rodrigo elabora casi todo su trabajo al margen de la noción de cambio, que ha sido reclamada desde la consigna y que hace a la esencia del conocimiento histórico. Su enfoque es predominantemente estático y descriptivo, excepto la posibilidad de considerar -6- elípticamente una perspectiva de cambio en la conclusión: "beneficioso para unos, y perjudicial para otros". Puede considerarse entonces que el conocimiento histórico como tal no es dominado por el estudiante a pesar de poseer información histórica pertinente, lo que constituye desde una perspectiva epistemológica disciplinar, un error. Gonzalo: Introducción: Realidad general del sistema fabril Capítulo I - a) aumento de población b) surgimiento de una nueva clase social Capítulo II- a) separación de la burguesía b) ¿Qué busca la burguesía? Conclusión: Modificación de toda la estructura social En el caso de Gonzalo, aparece una protoclasificación (clase obrera - burguesía) aunque, al igual que Rodrigo, su enfoque es predominantemente estático. Gonzalo considera una perspectiva de cambio recién en la conclusión del tema, a través del término "modificación". Otras expresiones que involucran cambios como "aumento" , "surgimiento" o "separación" (en la que expresa torpemente la idea de distinción entre alta, mediana y baja burguesía) son presentadas como estados terminales, y lo que es más importante, sin vínculo causal con la implantación del sistema fabril, lo que lo aleja del conocimiento histórico como interpretación de la realidad pasada. Martín: Introducción: La revolución industrial y los orígenes del sistema fabril Desarrollo: Los cambios en la sociedad debido al sistema fabril A. La burguesía amplía su espectro: Alta burguesía, media burguesía y baja burguesía B. Los artesanos pagan su costo social: pierden su perfil en la sociedad C. Aparición de un nuevo grupo social muy poco pudiente: la clase obrera o el proletariado Conclusión: ¿Qué influencia tuvo la implantación del sistema fabril en la sociedad? En el caso de Martín podemos apreciar una asimilación mucho más ajustada y pertinente con respecto a la naturaleza del conocimiento histórico. En primer lugar, Martín siente la necesidad de "traducir" (acomodar en sentido piagetiano) la consigna dada a lo que va a ser su respuesta: "Los cambios...". Centra en ella el problema fundamental que se le pedía expresar: unos cambios en la sociedad. En segundo lugar utiliza no solo una clasificación pertinente y ordenada (aunque no menciona a los campesinos), sino que en cada caso destaca con precisión el tipo de cambio ocurrido en ese grupo social: "amplía", "pierden", "aparecen". En contraste con los anteriores, este trabajo permite pensar que el alumno ha adquirido conocimientos históricos, tanto desde la información acerca de los hechos, como de los modos particulares de organizarlo. Presentaremos en último término, dos trabajos correspondientes al mismo nivel académico, que responden a la consigna: Elaborar un plan para desarrollar el tema "Diagnóstico y propuestas de cambio en el pensamiento socialista del siglo XIX" Sebastián: Introducción a) qué son los socialistas b) cómo surgieron c) cómo se dividen (utópicos y científicos) 1. Cómo piensan los socialistas utópicos a) en qué basan su pensamiento b) quiénes son c) cómo piensa cada uno (Fourier, Owen, Proudhon, Saint Simon) c1) lo que querían hacer c2) cómo lo querían hacer c3) los resultados -7- 2. Cómo piensan los socialistas científicos a) en qué basa su pensamiento b) quién es c) cómo piensa (Marx) c1) lo que querían hacer c2) cómo lo querían hacer c3) que resultados logró Conclusión: a) qué consiguieron b) si le dieron algún beneficio a la sociedad En el caso de Sebastián, vemos que aparentemente no ha podido reconocer las categorías "diagnóstico" y "propuestas de cambio" como constitutivas del pensamiento socialista. Aborda el trabajo desde la generalidad del tema y en un planteo muy apegado a la presentación de los manuales. No ha podido desestructurar el bloque temático estudiado en casa en función de una consigna que le pide solamente destacar la presencia de un diagnóstico (percepción -negativa- del pensador acerca de la realidad que vive en ese momento) y de las correspondientes propuestas de cambio (unas metas de sentido contrario al diagnóstico, es decir, positivas). Por otra parte se aprecia un nivel de estructuración tan débil, que, al mencionar al final de la introducción la división en socialistas utópicos y científicos, la adopta como nuevo criterio de clasificación para el orden del tema, olvidando que la consigna pedía otra cosa. Podríamos pensar que estamos frente a un caso de "complejo en cadena" vygoskiano como forma de organización de los conocimientos. Aunque básicamente toda la información que maneja Sebastián parece correcta, no podemos decir que se haya apropiado del pensamiento histórico, sino más bien de algo que se le parece. Carece de los elementos constitutivos del mismo fundamentalmente al haber fallado en estructurar un planteo en función de los conceptos de diagnóstico y propuesta de cambio. Federico: Introducción: surgimiento y causas de la corriente socialista Desarrollo: Diagnóstico y propuestas de los socialistas de la época. A1- Fourier. Su sociedad injusta y sucia y la creación de los falansterios A2- Proudhon: Su oposición al Estado y el sueño de una sociedad anarquista A3- Saint Simon: La sociedad más organizada y su tecnocracia. A4- Marx: relaciones materiales, sociedad sin clases A5- Owen: Racionalista, su sueño de comunidades. Conclusión: El socialismo, sus consecuencias B1- sociales B2- políticas B3- económicas Finalmente, el trabajo de Federico, nos muestra, al igual que Martín, la necesidad de devolver la consigna bajo sus propios términos. Esto por sí solo nos habla de un nivel de apropiación y posibilidades de manejo del conocimiento satisfactorios. Aunque con diverso nivel de precisión, Federico logra, luego de ordenar de 1 a 5 a los pensadores socialistas que desea tratar, encontrar para cada pensador un juego de términos opuestos vinculados causalmente. Desde el punto de vista del manejo de categorías del pensamiento histórico, Federico no solo puede clasificar, sino que puede organizar con precisión la información correspondiente (falansterios, sociedad sin clases, rechazo al estado, etc.). A través de los distintos casos presentados en este trabajo hemos observado la articulación posible entre una enseñanza centrada en el carácter disciplinar del conocimiento histórico, y una evaluación extremadamente sensible a la naturaleza del pensamiento del alumno. La comprensión de sus distintos niveles de "acierto" o "error" se transforma en el mejor canal de comunicación en torno a un conocimiento que se comparte, pero desde perspectivas muy distintas. Lamentablemente no siempre tenemos la posibilidad de utilizar educativamente este conocimiento. Los diseños curriculares y la realidad del sistema educativo pocas veces dejan un margen razonable para capitalizar el error o la insuficiencia. Cuando las políticas educativas comprendan la relevancia de este hecho para mejorar la calidad de la enseñanza, tal vez reduzcan el número de alumnos de los grupos escolares y dejen al cuidado de los profesores la selección de contenidos del curso. CONCLUSIÓN: Un aporte epistemológico a la Didáctica de la Historia. ¿Es posible pensar una didáctica de la Historia más allá de la disciplina, o lo que es lo mismo, más allá del conocimiento científico? Durante largos años las aulas han visto florecer una didáctica apoyada en una entidad conocida como "conocimiento escolar", versión degradada del conocimiento científico, preparada -8- especialmente para los estudiantes, y caracterizada precisamente por la pérdida del carácter disciplinar del conocimiento enseñado. Confusas mezclas de teorías de aprendizaje y de razones de utilidad/pertinencia del manejo de distintas categorías de conocimiento fundamentaron prácticas largamente extendidas que antes que nada significaron una baja en la calidad de la enseñanza ofrecida. La convicción de que existe una relación directa y prácticamente fatal entre la edad y la posibilidad de apropiarse de ciertos tipos de conocimiento asociada a la idea de que hay cosas útiles e inútiles a la hora de organizar los contenidos, han terminado por encerrar a docentes y alumnos no universitarios en lo que aparece como un ghetto de superficialidad e ineficacia cuando se los mira desde la óptica del mundo académico. Llegado este punto, la sociedad, el mundo del trabajo, la universidad y cualquiera que se ponga a pensar acusan a la escuela de incompetente. ¿Qué significa entonces concebir una didáctica desde las disciplinas, desde la estructura misma del conocimiento? La idea de recuperar la naturaleza del conocimiento como punto de partida de la enseñanza, la evaluación y el diseño de planes y programas aparece como ventajosa desde múltiples puntos de vista. En primer lugar, porque implica reivindicar para la enseñanza en todos los niveles la tarea irrenunciable de trasmitir a las generaciones jóvenes la herencia cultural de la Humanidad sin discriminación de edad o status socio económico. ¿Qué sentido tiene enseñar en una primaria o en una secundaria algo parecido a la Historia, o a la Física? ¿Qué razón fundamentada que dignifique un sistema educativo se puede esgrimir para no hacérselas con el conocimiento genuino? En otro orden de cosas, las perspectivas teóricas actuales acerca del aprendizaje de conocimientos científicos -como el de la Historia- enfatizan la relevancia de las instancias instruccionales en los procesos de apropiación de cuerpos epistemológicos dotados de gran precisión semántica y de estructuras sintácticas complejas. La Historia, como la Química o la Geografía, si no se aprende en la escuela, no se aprende en ningún lado. En segundo lugar, concebir una evaluación desde la perspectiva del conocimiento recupera la dimensión epistemológica tanto para la enseñanza como para el aprendizaje. Es conocimiento abordado desde sus particularidades epistemológicas la Historia enseñada, así como también es conocimiento, abordado desde sus particularidades epistemológicas, la producción de nuestros alumnos. La comprensión de la naturaleza de sus "errores" es una vía privilegiada hacia una enseñanza comprensiva, de la misma manera que asumir la dimensión epistemológica de la Historia es en sí misma, una buena enseñanza además de un componente esencial de la enseñanza comprensiva. El compromiso con el alumno como presente y futuro, se une, de esta manera con el compromiso con el conocimiento, como presente y pasado de la Humanidad. De esta forma, la Didáctica, como teoría de la enseñanza, interactúa permanentemente con el mundo de la práctica expresándose en un sin fin de teorías sustantivas que contribuyen a comprender mejor la realidad diversa y cambiante de las aulas. La continua confrontación de la teorización didáctica con la práctica educativa enriquece un conocimiento que se sustenta sobre unos parámetros muy sólidos que recuperan y reivindican como contenido de la enseñanza la dimensión epistemológica tanto del conocimiento enseñado como del conocimiento aprendido. BIBLIOGRAFÍA Asensio, M. (1996): "La construcción del error en el niño". Papeles del Seminario internacional sobre constructivismo y educación, Colonia, Uruguay, 6-8 de octubre de 1996 Ausubel, D., Novak, J., Hanesian, H. (1987): "Psicología educativa. Un punto de vista cognoscitivo". México, Trillas. Carretero, M. , Pozo, J.I. y Asensio, M. (1987): "La enseñanza de las ciencias sociales", Madrid, Visor. Delval, J. (1987): "La construcción espontánea de las nociones sociales y su enseñanza", en : "Cuestiones actuales de psicopedagogía y didáctica", ponencias Area III del 2º Congreso Mundial Vasco, Bilbao Pérez Gómez, A.I. (1989): "Conocimiento académico y aprendizaje significativo. Bases teóricas para el diseño de instrucción". En: Gimeno Sacristán y Pérez Gómez, comps.: "La enseñanza, su teoría y su práctica", Madrid, Akal Pozo, J.I. (1993): "Teorías cognitivas del aprendizaje", Madrid, Morata. Pozo, J.I. (1996): "Aprendices y maestros. La nueva cultura del aprendizaje" Madrid, Alianza.