voto de censura a la sala constitucional del tribunal supremo de

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VOTO DE CENSURA A LA SALA CONSTITUCIONAL DEL
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA POR ATENTAR CONTRA LA
INDEPENDENCIA Y LA AUTONOMÍA DE LA ASAMBLEA
NACIONAL
El Consejo Superior Extraordinario de la Federación de Colegios de
Abogados de Venezuela integrado por el Directorio de la Federación
de colegios de abogados de Venezuela, el Presidente del Instituto de
Previsión Social del Abogado y los presidentes de los colegios de
abogados de los estados Amazonas, Anzoátegui, Apure, Aragua,
Barinas, Carabobo, Cojedes, Delta Amacuro, Distrito Capital, Falcón,
Guárico, Lara, Mérida, Miranda, Monagas, Nueva Esparta,
Portuguesa, Sucre, Táchira y Zulia; constituido en sesión permanente,
ante la actual situación de desconocimiento de la soberanía popular
que se produce como consecuencia de la decisión dictada por parte
de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
Constitucional, quienes mediante maniobras “jurídicas” pretenden
anular a la Asamblea Nacional, legítimamente electa por el pueblo
venezolano el 06-12-15, quienes expresaron la urgente necesidad de
cambio que permita salir de la crisis humanitaria, económica, social,
jurídica y política imperante en el país; en nuestra condición de
representantes del gremio de Abogados de Venezuela expresamos:
DENUNCIAMOS, en primer término, la agresión antijurídica que se
evidencia con claridad meridiana y precisa en las Sentencias dictadas
por los Magistrados de la Sala Constitucional, que actuando fuera del
Orden Público Constitucional, violan la Constitución que están
obligados
a
cumplir
y
hacer
cumplir,
para
asegurar
inconstitucionalmente el control total del poder por el régimen
imperante .
ADVERTIMOS, que ningún abogado del país puede permanecer
indiferente ante la gravísima situación ocasionada por los magistrados,
quienes lejos de contribuir a la solución de los problemas del país, con
su actuación agravan aun más la crisis política y jurídica de la nación,
a la cual se le adiciona además el reciente y espurio proceso de su
selección y nombramiento en el que fueron violados groseramente
tanto el debido proceso, como la certificación de los requisitos exigidos
para ser Magistrados, lo que ha sido denunciado por este gremio
reunido en Consejo Superior Extraordinario, por el sector académico
representado por los decanos de las facultades de derecho, por la
Academia de Ciencias Políticas y Sociales y otros juristas del país.
INFORMAMOS que las decisiones a las que nos referimos
concretamente en este comunicado, son las tomadas en fecha 11-0216 y 01-03-16, por dicha Sala Constitucional. En la primera declara
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vigente el Decreto de Emergencia Económica dictado por el Ejecutivo
Nacional que había sido improbado conforme a la Constitución por la
Asamblea Nacional por otorgar facultades excesivamente
discrecionales al Presidente de la República que podrían derivar en la
violación de derechos humanos fundamentales y agravar la
inseguridad jurídica que ha ahuyentado la inversión nacional y
extranjera con la consecuente agudización de la crisis económica
humanitaria que vivimos. En la segunda, abusando de su competencia
interpretativa de la Constitución, tergiversa la verdad y la Constitución
para:
1- Castrar a la Asamblea Nacional ejercer su función contralora
al limitarla sólo al Ejecutivo Nacional y a la Administración
Pública Nacional definida en esta sentencia en un concepto
restringido.
2- Impedir a la Asamblea Nacional, que en ejercicio de su
facultad revise y anule sus propios actos cuando no estén
ajustados a derecho, con la intención de asegurar la
permanencia en ese Máximo Tribunal de magistrados
cuestionados por no reunir los requisitos exigidos en la
Constitución y la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia y además írritamente designados, motivo por el cual
no gozan de “derecho adquirido” alguno, ya que no puede
permanecer en un cargo público quien ha sido designado
ilícitamente;
3- Vulnerar el derecho de quienes han impugnado este proceso
por la Asamblea Nacional por los vicios denunciados en
defensa de su derecho a una justicia administrada por jueces
probos, honorables, con carrera judicial que garanticen el
derecho a un juicio justo y a una justicia “gratuita, accesible,
imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente,
responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas,
sin formalismos o reposiciones inútiles” (art. 26
Constitucional).
4- Amenazar a la Asamblea Nacional, para que no alterare la
conformación del Tribunal Supremo de Justicia mediante una
reforma de la Ley: “Permitir tal desviación jurídica y ética
implicaría defraudar la máxima expresión de soberanía
popular confiada al Texto Constitucional y a este Máximo
Tribunal de la República…Ominisis… como también lo sería
pretender alterar, sin justificación racional y válida alguna y,
por tanto, al margen de la Constitución, la conformación de
este Tribunal Supremo de Justicia, mediante una creación o
reforma
legislativa
vinculada
al
mismo,
máxima
representación de un Poder Público independiente del resto
de los poderes, incluyendo al Poder Legislativo Nacional; y
cualquier acción en ese sentido sería incurrir en el supuesto
de desviación de poder contemplado en el artículo 139 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.”
5- Crear un estado de impunidad que promueve la corrupción al
desaplicar los artículos del 21 al 26 de la Ley sobre el
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Régimen para la Comparecencia de Funcionarios y
Funcionarias Públicos o los y las particulares ante la
Asamblea Nacional o sus Comisiones, que establecen las
sanciones a quienes siendo emplazados a comparecer a las
interpelaciones o a responder preguntas por escrito u
oralmente se nieguen o no lo hagan en el acto, en la fecha,
hora y lugar fijados en la citación de comparecencia sin
motivo justificado.
En tal virtud, al negar el valor jurídico a los actos de la Asamblea
Nacional, los magistrados han incurrido en una inaceptable desviación
de poder que pretende establecer una preeminencia de la Sala
Constitucional sobre el Poder Legislativo en cuanto al control político
jurídico de los actos del poder público.
CONSIDERAMOS, que decisiones discriminatorias como estas,
contribuyen a la destrucción del Estado Social de Derecho y de
Justicia, no sólo a nivel de las Instituciones y su funcionamiento, sino
que crean un Estado anárquico, arbitrario, donde todo tipo de atropello
es posible, causando un daño grave y masivo a la nación venezolana,
lo cual motiva la revisión y denuncia por el gremio de los Abogados,
que por mandato del art. 253 Constitucional, somos operadores del
Sistema de Justicia y por tanto, protectores y veladores de la
Constitución y su vigencia plena.
DESTACAMOS, la importancia del necesario equilibrio de poderes de
una sana democracia, y entre dicho poderes la Asamblea Nacional se
erige como el órgano legislativo, foro político y ente contralor de la
actividad de todos los demás órganos del Estado para vigilarlos en
nombre del Pueblo. No sólo es el creador de la legislación para
delinear el Estado de Derecho, es también el principal protagonista en
la estructuración del entramado institucional del Poder Público y todos
sus actos tienen un valor jurídico además del político, ya que por
ser un órgano deliberativo, es un reflejo de la vida nacional, elegido
por el Pueblo mediante sufragio universal, secreto y directo para
que sean su voz.
CONDENAMOS Que la Sala Constitucional en vez de velar por el
cumplimiento de garantías fundamentales como lo son: el debido
proceso o el principio de legalidad al que están sometidos todos los
actos del Poder Público, ejerza su función sin límites, sin objetividad,
ni sujeción a la constitución, ni a las leyes como requiere el control
jurídico. Por el contrario y sin facultad alguna para ello, invade la
competencia del Poder Legislativo, lo cual atenta contra la separación
de poderes base de todo Estado democrático.
La Sala Constitucional no puede entrar a revisar y anular el acto
legislativo per se, por motivos políticos o de conveniencia, ya que el
control de dicha Sala se circunscribe al ámbito meramente jurídico,
pues de lo contrario se estaría en presencia de la peor pesadilla de los
estudiosos del Derecho Constitucional: un gobierno de jueces
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constitucionales, no elegidos por el pueblo y sin ninguna fórmula de
control sobre ellos. Esta consecuencia es inadmisible y claramente
contraconstitucional.
CALIFICAMOS como vergonzosa y punible la conducta de los tres
Magistrados de la Sala Constitucional recién designados en forma
írrita de entre los estertores agónicos de los diputados del Régimen y,
pese a que la sentencia del 01-03-16 versa sobre un asunto que les
interesa especial y específicamente, por ser ellos mismos los
sujetos investigados por la Asamblea Nacional, para mayor
escándalo NO SE INHIBEN, como era su deber jurídico, ético y moral,
sino que más bien participan, aun cuando no firmaron la decisión,
pretendiendo crear una nueva Constitución. Esta sentencia constituye
una evidencia más de la falta total de idoneidad de dichas personas
para ser Magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y un hecho
incontestable que vicia de NULIDAD ABSOLUTA, la pretendida
decisión.
CITAMOS, y compartimos, que no existe una mejor crítica a estas
actuaciones judiciales usurpativas que la recogida en el voto salvado del
Magistrado HÉCTOR PEÑA TORRELLES en contra de la sentencia en
materia de “jurisdicción normativa” identificada con el Nº 7, de fecha 0102-00 (Caso José Amado Mejía), en la cual esa misma Sala
Constitucional “legisló” en materia de procedimiento de amparo
constitucional, en el cual dijo lo siguiente:
“Finalmente, el disidente estima que, permitir a
discreción del juez la alteración de los principios
constitucionales en materia procesal desarrollados
por la Ley, lejos de proteger a la Constitución, la
convierte en un texto manejable con base en criterios
de oportunidad o conveniencia del aplicador judicial,
que en definitiva causa inseguridad jurídica en un
Estado de Derecho, lo que se traduce en su
desaparición”.
En este orden de ideas, cabe traer a colación lo dispuesto en el último
parágrafo del art. 255 de la Constitución, en concordancia con el
ordinal 8° del art. 49 ejusdem, en los que se compromete la
responsabilidad personal del juez en los términos que determine la ley
“por la inobservancia sustancial de las normas procesales”, lo que no
escapa a los magistrados de la Sala Constitucional quienes dada su
investidura jurisdiccional, también son responsables de sus
actuaciones cuando ellas atenten contra la Constitución, lo que
indefectiblemente nos lleva a concluir que esa sentencia constituye
una clara extralimitación en el ejercicio de las atribuciones que le han
sido conferidas en los artículos 334 al 336 constitucionales, a la par de
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haber usurpado funciones que son propias y exclusivas de la
Asamblea Nacional, en flagrante transgresión de los artículos 25; 156
numeral 32; 137; 138; 139; 187.1 de la Constitución, razón por la cual,
tal decisión no puede ni debe erigirse en un precedente judicial en los
términos previstos en el artículo 335 de la Constitución, al no tratarse
de una interpretación con efectos vinculantes de una norma o un
principio constitucional, sino de una derogatoria implícita o virtual de
una ley orgánica e incluso de la Constitución, lo que constituye una
actuación claramente reprochable desde el punto de vista
constitucional, legal, ético y social, ha causado gran alarma,
desarticula el natural y necesario equilibrio de poderes públicos en
democracia y puede devenir en un caos jurídico.
Por todas estas graves razones de derecho, DENUNCIAMOS que la
Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia ha quedado en
evidencia ante el país, actuando en acatamiento de órdenes o como
emisarios políticos del Régimen. Al impedir que la Asamblea Nacional
ejerza autónomamente sus atribuciones constitucionales, se ubica por
encima del Estado de Derecho, se deslegitima como árbitro
constitucional y vulnera gravemente el Texto Constitucional,
pretendiendo con dicha decisión colocar a la Asamblea Nacional en
una posición de sumisión total, pero no del texto constitucional o las
normas democráticas, sino a lo que establezca la Sala Constitucional,
por orden del Régimen, lo cual claramente es no solo antijurídico, sino
aberrantemente contraconstitucional.
Por todo lo antes expuesto, este Gremio de Abogados, decide imponer
VOTO DE CENSURA a los Magistrados de la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia, por su actuación censurable y
lamentable, escandalosa a los ojos de la Comunidad Jurídica Nacional
e Internacional, basadas en decisiones claramente fundamentadas en
errores inexcusables, por lo cual solicitamos que se proceda ante el
Poder Moral, para activar los mecanismos legales y constitucionales
de remoción de los magistrados incursos en este Fraude Procesal y
Constitucional violatorio del Orden Público Constitucional, que
profundiza la gravísima crisis política, jurídica, ética, moral e
institucional del país; y que genera gran alarma, caos e incertidumbre
en la sociedad venezolana.
En Caracas, a los 02 días del mes de Marzo de 2016,
El Consejo Superior Extraordinario de la Federación de Colegios de
Abogados de Venezuela en sesión permanente.
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